Los Tres Sabios y Las Tres Espadas.

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Dark RS, 15 Mayo 2012.

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    Eienforever

    Eienforever Entusiasta

    Piscis
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    Me encanto owo Tampoco se me hiso muy logico eso de tenerlo con vida por mil quinientos años, pero ya recorde algo...tengo una duda ,pero ya te comentare algún dia que te vea por face, es sobre los guiones largos...ya sabes, estoy loca -3- xD En la ortagrafía ni comento, sabes que eso no se meda muy bién*^* aún sigo cometiendo horrografía -_- pero por lo que se, no note nada malo o.o
     
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    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Título:
    Los Tres Sabios y Las Tres Espadas.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    1660
    Capítulo 28. El Último Día.

    La noche anterior al ataque que organizan los dragones, Galiana y su amado se encuentran en la habitación de la chica; ambos cubiertos solo por una delicada sabana de ceda blanca, abrazados deseando que el tiempo se detenga. La elfina besa al chico con ternura, luego lo abraza y acuesta su cabeza sobre su pecho.
    —Lo siento. —Sale de la boca de la chica con tristeza. —Te decepcioné. —Solloza al decir esto.
    —Mi pequeña flor, jamás me has decepcionado. —Le contesta abrazándola.
    —Hace dos años te hice una promesa; mi vida llega su fin y ni siquiera pude cumplir lo único que te he prometido en toda mi vida. —Le dice con lágrimas en sus ojos.
    —No importa. —Le responde acariciando su cabello.
    — ¿Recuerdas que el mismo día que te hice la promesa me ofreciste un deseo? —Pregunta la chica acomodándose para verle el rostro.
    —Si, ¿quieres vivir? —Pregunta sabiendo la respuesta verdadera.
    —Ya sabes que no, estoy preparada para morir, debo pagar por todas las vidas que mi plan extinguió, mi vida tal vez no sea suficiente, pero es lo menos que puedo hacer. —Hace una pausa mientras piensa. — ¿Puedo pedirte algo más?
    —Lo haré. —Responde sin dejarla terminar.
    —Gracias, es lo único que quiero, en ese momento te diré mi deseo. —Ella le sonríe. —Creo que lo único que resta es amarnos hasta que amanezca. —La chica se sonroja completamente al decirlo.
    —Te amaré hasta que desfallezcas. —La acerca a él y la besa.

    En una de las habitaciones del primer piso del castillo se encuentra Nimue, tiene puesto un vestido tradicional de las elfinas de alta clase, vestido que le había dado Arturo para que tuviera algo más elegante que vestir, por la ventana se aprecia a la distancia el enorme ejercito de la resistencia, tantos seres juntos unidos por una causa es algo que jamás en la historia de Garja se ha visto. Arturo llega con una charola de platino en la que trae comida para ella.
    —Come algo, debes mantenerte fuerte. —Le pide poniendo la charola en una mesita junto a la cama. — ¿No te duele nada?
    —No tengo hambre. —Le responde seria, la mirada de la chica es algo triste.
    —Debes comer, no me perdonaría si algo malo le pasa al bebé o a ti. —Arturo le pide preocupado.
    Ella no le dice nada, solo mira por la ventana las leves luces de las fogatas de los campamentos a la distancia.
    Él deja la comida y se dispone a abandonar la habitación, antes de hacerlo la chica lo detiene.
    — ¿Qué harás cuando enfrentes a Merlín? —Pregunta preocupada por el destino de ambos.
    —Ya lo había dicho, no lo se; supongo que solo necesito que él mismo me explique lo que pasó.
    —Buenas noches Arturo. —Le dice la chica a su amigo.
    —Duerme bien Nimue, trata de comer algo. —Le pide antes de salir.

    Al salir de la habitación y caminar por un largo corredor con alfombra aterciopelada color verde, siente como si alguien lo observara, pero el corredor no tiene ventanas ni puntos ciegos, por lo que al principio cree que es su mente jugándole una broma por el cansancio.
    —Deja libre a Diabolus Tenebris Potestatem. —Dice una voz que no provoca eco, algo extraño en esa parte del castillo en la que hasta los susurros producen fuerte eco.
    — ¿Quién está ahí? —Pregunta el alquimista sacando dos espadas y preparándose para luchar.
    — ¿Quién soy? —Pregunta la voz. —Soy la muerte, soy el tiempo, soy el espacio. —Hace una pausa. —Pero no soy el dios de la muerte de este universo, no soy el dios del tiempo de este universo, no soy el dios del espacio de este universo. —Aclara la voz.
    — ¡Deja de escupir tonterías y muéstrate cobarde! —Ordena Arturo.

    El corredor se vuelve gris, el tiempo se detiene para el resto del mundo menos para él, se distorsiona el pasillo y toma una forma imposible de describir, sin sentido.
    Aparece un ser de capucha negra larga, parado sobre un reloj de arena; la arena sube lentamente desafiando a la gravedad, en la mano esquelética del ser trae una extraña guadaña que en lugar de oz trae lo que parece ser un reloj detenido. El ser se mueve hacia el alquimista, avanza sin mover alguna parte de cuerpo, el reloj de arena se mueve junto con este bizarro ser, como si fuera parte de su cuerpo. Lo único que se admira a través de la capucha son un par de enormes ojos color amarillo sin iris, a pesar de lo cual Arturo puede sentir su mirada clavándose en su persona.
    —Lo pediré solo una vez más antes de borrar tu existencia de la biblioteca del todo, libera el cuerpo de Diabolus Tenebris Potestatem. —El ser se desvanece y reaparece detrás de Arturo.

    El alquimista llama a su marioneta para que luche contra el ser de capucha. Excalibur atraviesa la pared, la mirada en el cadáver del dragón refleja odio hacia el ser, como si la espada estuviera preocupada por su amo. Se convierte en su modo de dragón divino y ataca con todas sus fuerzas, aunque no fue más que un intento inútil, ya que el ser ni siquiera parpadea. Excalibur se transforma en cada forma que puede usar, ataca con cada elemento que puede, pero no son más que fútiles intentos.
    El ser desaparece y reaparece frente al dragón negro, mete su mano dentro del cuerpo del dragón, sin hacerle ningún rasguño, solo lo atraviesa como si fuera un fantasma, saca la espada grabada con símbolos del interior del cadáver, lanza el arma a los pies de Arturo.
    —El amo quiere verte. —Le dice al dragón negro.
    Este abre los ojos y mira al ser. — ¿El amo desea verme? —Pregunta sorprendido el recién renacido Tenebris.
    Ambos desaparecen, el pasillo se vuelve a transformar de nuevo en su forma normal y el tiempo vuelve a correr para Arturo. Solo que no recuerda que acaba de ocurrir, en su mente cree que dejó el cadáver del dios dragón en algún lugar seguro y se prometió no volver a usarlo. Se dirige al área de forjado del castillo para terminar de forjar un par de espadas que le había encargado la Kaiserina.

    Al amanecer Galiana se despierta, su amado sigue junto a ella, lo cual es algo inusual. La chica se levanta y se alista sin dirigirle la palabra, decide que será más fácil despedirse de esa manera. Se dirige al salón de estrategias para reunirse con los generales de la resistencia.
    El chico se levanta, en un instante su desnudo cuerpo es cubierto por su ropa de siempre; se sacude su larga gabardina negra.
    —Lleva a Diabolus al cementerio del sol negro. —Le ordena el chico al vacío.
    —Si mi amo. —Responde la voz del ser que se encontró con Arturo.

    Galiana se encuentra con Arturo, quien la iba a ir a buscar para entregarle un par de espadas gemelas, una blanca y una negra, ambas forjadas con los huesos de Turbo, el guardia dragón asesinado por Excalibur hace apenas un mes; ambas piezas majestuosamente forjadas, el filo en ambas es casi nulo, sin embargo son las espadas más poderosas que algún herrero jamás haya forjado, los huesos y la piel de un dragón son el material más fuerte, resistente y letal que exista en todo el continente. La elfina sabe que va a morir antes de que el día termine, pero no se irá sin eliminar al rey dragón y darle un final a su plan de dos años.

    La resistencia se prepara para un ataque proveniente de los dragones, Galiana los había preparado para las dos opciones más viables en que los dragones reaccionarían, gracias a sus espías había logrado conseguir los planes de emergencia de los dragones, por lo que supone que llevarán a acabo el plan de contingencia Delta, que consiste en la evacuación de civiles y el ataque a los enemigos, o el Iota, que consiste en la erradicación total del enemigo. Ambos planes tienen en común que el rey dragón atacará directamente al líder de los enemigos, por lo que sabe que se encontrará con Nobilis en cualquier momento.

    En la lejanía una armada de veinte dragones se dirige hacia el castillo de la resistencia, al verlos en el horizonte todos los ejércitos se levantan en armas, listos para luchar hasta la muerte.
     
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    Dark RS

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    Título:
    Los Tres Sabios y Las Tres Espadas.
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    2379
    Capítulo 29. La Guerra Que Tiñó Al Mundo De Carmesí.

    Merlín y los otros dos guardianes fueron dejados atrás por el ejercito de los dragones, dándoles como excusa que no quieren que nadie más interfiera en su lucha, aunque los tres elegidos por los dioses tienen un plan de respaldo, el motivo por el que vivirán durante cientos de años sin envejecer.
    Ven a Sir Kahil acercarse a ellos.
    —Los acompañaré, lucharé. —Les dice en voz alta, golpeando el suelo con su enorme mazo blanco.
    — ¿Por qué querrías luchar contra todo Garja?, no eres más que un débil y patético anciano que no puede ni… —Dijo Nicolás hasta que se vio interrumpido.
    Un par de golpes resuenan haciendo eco, y en menos de un segundo el duende está bajo el mazo del enano con un enorme chichón en su cabeza.
    —No me arrepiento de nada. —Dicho esto Nicolás cae inconsciente.
    —Como iba diciendo, los acompañaré, lucharé en nombre de mi rey Nobilis. —Dice con determinación el enano. —Desde este momento dejan de ser mis estudiantes y son soldados, y como a cada soldado dragón o enano que he entrenado, les daré un sobrenombre que portarán con orgullo.
    —Que emoción. —Responde sarcásticamente Nicolás recuperándose del golpe.
    —A mi me suena interesante. —Comenta Leo. —No nos hagas esperar.
    —Paciencia; a ti guarían de El Ojo, espada que corta dragones, desde ahora serás conocido como Nicolás El Fuerte, reconozco tu gran fuerza de voluntad y espíritu combativo, además eres el duende más fuerte que haya tenido el honor de conocer.
    —Ya lo se. —Contesta el duende sacando pecho orgulloso por el comentario.
    —A ti Merlín, guardián de La Mente, he admirado en silencio como compartes tus conocimientos con los niños, desde ahora serás Merlín El Maestro.
    Merlín solo asiente, no deja de pensar en Nimue y lo asustada que debe sentirse al ser prisionera por la resistencia.
    —Y por último, guardián de El Alma, el más fuerte e inteligente de los tres guardianes, desde hoy serás conocido como Leo El Sabio.
    —Me gusta, Leo El Sabio, cuando sea viejo sonará muy bien. —Se dice el tortuga-león.

    Ven que Morgana se acerca sin hacer ruido, como si intentara hacer una entrada sorpresa.
    — ¿Cuándo nos vamos? —Pregunta la chica emocionada.
    — ¿Vamos?, ¿adonde crees que vas? —Pregunta Merlín sorprendido.
    —Con ustedes por supuesto, y no me salgas con frases como “es muy peligroso”, “no te vamos a estar cuidando” o “que le diría al Gran Maestre si dejara que algo malo te pasara”, ya que estamos claros, creo que les presentaré a mi ejercito personal. —La alquimista chasquea los dedos.

    Miles de marionetas aparecen de entre el bosque, bajo tierra, de los cielos, del lago, hasta de entre las sombras, un ejército de casi seis mil marionetas aparece formando una formación triangular apuntando hacia Morgana.
    —Les gusta, son mis bebés, dos años de arduo trabajo. —Les comenta orgullosa observando a los muñecos frente a ella.
    — ¿Cómo hiciste todo esto en dos años? —Pregunta Merlín sorprendido.
    —Bueno, a diario hice uno que se especializa en construir marionetas, y así se iban multiplicando rápidamente. —Contesta orgullosa.
    —Como quieras, ahora solo quiero rescatar a Nimue. —Le contesta Merlín preocupado.
    — ¿Listos? —Pregunta una voz entre las sombras.
    —Lo estamos. —Responde Leo.
    —Excelente, los llevaré a los cinco. —Responde el chico apareciendo en la dirección opuesta en la que se escuchó su voz.
    — ¿Y como funciona?, te conviertes en un pájaro gigante y nos llevas en tu espalda o nos salen alas y volamos hasta el castillo. —Dice el duende impaciente por luchar. —O tal vez llamas a un grupo de… —Parpadea, y los tres guardianes se encuentran dentro del castillo de la resistencia, en el tercer piso cerca de los generales de la resistencia. —…bestias que… olvídenlo, ya no importa.

    Al mismo tiempo Sir Kahil y Morgana llegan al campo de batalla, donde veinte dragones dominan sin problemas a millones de seres de todas las razas, sexos y edades.
    —Creo que olvidé mis marionetas. —Se dice Morgana.
    —No lo hiciste. —La corrige una voz familiar.
    Ella voltea hacia la voz y ve al chico de gabardina.
    —Ten, la última fruta que te daré. —Le extiende la mano, en la cual tiene una pequeña fruta parecida a una pera del tamaño de una uva. —Su nombre es impronunciable para los mortales, pero su función es clara, come.
    La alquimista devora la pequeña fruta de un solo bocado tragándola entera.
    —Siento, no se como describirlo, es como si supiera algo nuevo, pero no logro tenerlo claro, es como una bolsa sin fondo. —Dice lo que se le viene a la mente.
    —A esa pequeña fruta la apodan “La dimensión de bolsillo”, y es exactamente lo que crea, te da acceso a una especie de dimensión de bolsillo, puedes guardar cosas en ese lugar. —Le explica el chico. —Solo piensa que lo que guardas aparece en tu mano o en algún lugar y al contrario si lo guardas solo piensa que desaparece y se guarda en tu dimensión personal. —Se queda un momento en silencio. —Es suficiente, tengo una batalla que observar.
    —Eso fue extraño, pero creo que es cierto. —Cierra los ojos y piensa en el ejercito que dejó en la ciudad de los dragones, en unos minutos se comienzan materializar miles de marionetas en el campo de batalla. —Si, creo que están todos, los llamaré La Armada De La Venganza.
    —Interesante. —Dice Kahil al ver al ejército aparecer de la nada.
    — ¿Seguro que quieres pelear en nombre de los dragones?, se te considerará un traidor a los ojos de la historia. —Pregunta Morgana, que no entiende lo que motiva al enano.
    —Lucharé hasta que mis viejos huesos se hagan polvo, le debo mucho el rey Nobilis, me acogió al morir mi familia y me dio una nueva motivación para vivir, entrené a muchos novatos y puedo decir orgulloso que no me arrepiento de ninguna decisión que he tomado. —Comenta Kahil melancólico.
    —Entonces prepara ese mazo y mostrémosle a esos de que estamos hechos. —Le dice emocionada Morgana.

    Desde las alturas se puede apreciar que los ejércitos de la resistencia abarcan miles de kilómetros, y a su vez las marionetas de Morgana solo ocupan una mínima fracción del campo de batalla.
    La joven alquimista se abre camino destruyendo la tierra a su paso con su pesada Crisis, el hacha que después de dos años de entrenamiento puede usar con facilidad a pesar de su enorme tamaño.
    Busca al elfo que asesinó a su abuelo, la venganza la ha mantenido viva y por fin verá cara a cara al criminal que le arrebató al único que la comprendía, la cuidaba y amaba.

    Finalmente en medio de un enorme grupo de elfos fuertemente armados que se dedican a lanzarles flechas a los dragones que sobrevuelan el campo de batalla, Morgana encuentra al General Aldinger, el motivo por el que ha estado entrenando fuertemente es vengarse de ese elfo en particular.
    La joven alquimista golpea el suelo con su pesada arma, provocando una fisura en la tierra que separa a los elfos de su general.
    —Por los dioses, ¿un temblor? —Se pregunta Aldinger confundido.
    —No maldito elfo, es la Crisis que quiere probar tu sangre. —Le contesta la pequeña alquimista.

    Aldinger desenvaina su espada, frente a él está un ser muy parecido a una niña alquimista, con diferencias muy notorias; por su altura no debe tener más de dieciséis años, su piel pálida no coincide con la piel morena de los alquimistas, ojos profundos color negro que se parecen más a los de un tritón, la ropa que lleva puesta si es la de un alquimista, según recuerda esa ropa en particular la usaban en la aldea donde perdió a casi todos sus hombres a manos de los centauros; después de hacer todas esas observaciones, el general elfo llega a la conclusión que la chica frente a él no es más que una inusual híbrida.
    — ¿Estás con los dragones fenómeno?, por que si es así con gusto te cortaré el cuello. —Amenaza el elfo sacando su espada.
    —Si, estoy con los dragones, pero seré yo quien te corte el cuello. —Le contesta la valiente chica.
    —Inténtalo. —Le reta el elfo con una sádica sonrisa.
    — ¡Vengaré a mi abuelo! —Grita la chica furiosa.
    — ¿Perdón?, ¿tu abuelo? —Pregunta confundido el elfo.
    —Si, tú lo asesinaste hace dos años. —Le reclama con ira. —Él intentó proteger nuestra aldea y tú acabaste con su vida.
    —No me suena, he asesinado a muchos, en pocos días olvidaré que te asesiné. —Le dice intentando intimidarla.

    Morgana corre rápidamente hacia el general, lo golpea antes que este logre mover su espada. El elfo se levanta, saca su arco y comienza a lanzarle flechas a la chica, ella esquiva cada flecha, se ve obligada a retroceder unos metros, golpea con Crisis el suelo, provocando una segunda fisura que atrapa el pie del elfo de alto rango.
    Ella se le acerca arrastrando su enorme hacha, se queda mirando al elfo que tiembla como el cobarde que es; cuando está lo suficientemente cerca, Aldinger le atraviesa el costado a la joven alquimista con su espada, clavándola tan profundamente que no logra sacarla después.
    La chica no siente el frio acero en su costado, su sed de venganza le permite caminar a pesar de estar herida de muerte, se acerca al general, lo ve directamente a sus asustadizos ojos azules que reflejan temor ante la resistencia de la chica.
    Morgana comienza a derramar lágrimas, baja de golpe su hacha produciendo un poderoso estruendo que se escucha por todo el campo de guerra.
    A la alquimista le tiemblan las manos, suelta el hacha y se aleja llorando, el general observa la enorme hacha que quedó a solo milímetros de su cabeza, por algún motivo la chica lo había dejado vivir. De ella solo queda un rastro de sangre que se pierde en la distancia.
    —Estúpida, si sobrevive la rastrearé y la mataré. —Logra sacar su pie de la fisura.
    Las marionetas continúan luchando sin importar que su ama se retiró del campo de batalla.

    Intenta sacar el hacha del suelo para usarla como arma, pero está fuertemente incrustada en el suelo, y al parecer es sumamente pesada, lo que hace que el general se sorprenda de la fuerza de la niña que acaba de enfrentar.
    —Hola. —Dice una pequeña voz.
    El elfo se voltea hacia la voz, ve a un par de niños, ambos muy distintos entre ellos, como si fueran la luz y la oscuridad, un ángel y un demonio.
    —Crisis regresa con nosotros. —Dice la niña feliz.
    La pequeña da saltitos hasta llegar frente al hacha, la toma con una sola mano y la levanta sin hacer ningún esfuerzo.
    El elfo queda paralizado ante tal demostración de poder, retrocede unos pasos para intentar abandonar el lugar, se voltea y ve que el niño de alas negras está frente a él.
    —No podemos dejarte huir. —Le dice el niño con una hermosa sonrisa de felicidad. —Las ordenes son claras, si Aries no te mata yo te puedo comer. —Se relame los labios.
    —No bromees niño. —Dice de forma autoritaria el elfo.

    Saca su arco apunta hacia el niño, lanza varias flechas que fallan ya que el niño desaparece en un parpadeo.
    Repentinamente nota al pequeño frente a él, el niño alado da un golpe en la pierna derecha del general elfo, solo eso bastó para desmontársela y casi arrancársela.
    Los ojos aterrados del elfo hacen que se le abra el apetito al niño.
    La niña se aleja cuando su hermano comienza comerse vivo al elfo, los gritos de agonía del general resuenan por todo el valle, haciendo que los miembros de la resistencia se estremezcan.
     
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    Sheccid

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    Primero hablando del primer capítulo (bueno,del anterior)
    ¿Galiana morirá? No he sabido por que, tal vez en el fondo soy malisíma para comprensión lectora *llorando como en un anime* Me gusta mucho tu percepción acerca de la entrega total de cuerpo y alma de Galiana, es muy poética y hermosa, pero estoy dudando entre si lo mejor sería darle un hijo o no mmmm... No lo sé
    Ultimo capítulo: precioso, me encanta cuando das a mi imaginación las imagenes de la batalla, me recuerdan un poco a Homero y Virgilio pero con palabras más entendibles y sin verso, Morgana es de mis personajes favoritos, bastante lista al hacer una marioneta.
    Ya veo que esto si se termina, pero que se le va a hacer, sigue con el proximo capitulo, por favor.
    Sayo
     
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    Dark RS

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    Los Tres Sabios y Las Tres Espadas.
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    Capítulo 30. Los Guardianes Y Los Comandantes.

    Los tres guardianes llegan al interior del castillo, están en un enorme salón rectangular de casi ochenta metros de largo por sesenta de ancho, algunos pilares de roca se erigen en la habitación dando la sensación de estar en un laberinto.
    — ¡Nimue!, ¡¿Dónde estás?! —Grita Merlín preocupado por la mujer que ama.
    —Cállate. —Susurra Leo. —Le darás nuestra ubicación al enemigo.
    —Pero, ¿Cómo encontraremos a Nimue? —Pregunta preocupado el alquimista.
    — ¿Qué les parece si yo se los digo? —Resuena una voz que hace eco por todo el lugar.
    —Ves. —Le reclama Nicolás al alquimista. —Si me matan por tu culpa, regresaré y te asustaré por el resto de tu vida. —Amenaza el duende.
    —Cgeo que están asustados los itgusos. —Dice otra voz que pronuncia mal las r.
    —Muéstrense cobardes. —Grita el tortuga-león esperando que sus enemigos se presenten.

    Frente a los tres portadores de las espadas del conflicto aparecen los tres principales comandantes de la resistencia; un centauro que carga una espada y un escudo que por la enorme cantidad de daño que presentan se nota que han pasado por cientos batallas, un rey troll que blande un enorme garrote con púas, en la base del mismo hay cientos de pequeñas marcas que representan la cuenta de las aldeas y poblados que el troll y su ejercito han invadido; el último de los comandantes un misterioso hombre que trae puesta una máscara dorada que le cubre la mitad de derecha de su rostro, trae en su espalda un extraño aparato que carga seis extravagantes espadas, mas dos que trae a la cintura.
    — ¡Liberen a Nimue malditos secuestradores! —Grita el alquimista desesperado.
    —Claro que lo haré. —Contesta el de la máscara. —Pero será después de matarte, Merlín.
    — ¿Cómo sabes mi nombre? —Pregunta sorprendido Merlín.
    —Pronto te darás cuenta, siempre fuiste lento para algunas cosas. —El enmascarado sonríe recordando su niñez, se saca esos recuerdos de la cabeza al darse cuenta que se siente nostálgico de tener a su mejor amigo frente a él luego de dos largos años.

    Nicolás se desespera de ver que todos hablan y nadie se pelea.
    — ¡Ya cállense!, ¡vamos a pelear o a tomar el té! —Grita el duende frustrado.
    —No seas impaciente Nicolás. —Aconseja Leo. —Algún día esa actitud te costará la vida, esperemos que no sea hoy ese día.
    —No digas tonterías, somos inmortales, ¿recuerdas? —Comenta el duende confiado. —Yo pido al grandote con problemas de habla. —Dice refiriéndose al rey troll.
    —Yo a este enmascarado que parece conocerme. —Pide Merlín.
    —Eso me deja al centauro. —Se dice Leo.

    Nicolás corre hacia el troll, lo golpea en la pierna con su sable repetidamente, aunque no le hace daño, al enorme ser le parece molesto. Intenta patearlo, Nicolás salta y se sube a su espalda, Gobo intenta alcanzarlo, pero sus brazos no llegan al lugar en el que se agarra el duende. El troll se lanza de espaldas contra la pared, quedando enterrado bajo los escombros que provocó con el choque.

    Leo y Cromwell luchan con todas sus fuerzas, usando toda su habilidad, el general centauro sabe muy bien que si su espada choca contra el filo de la katana del guardián será cortada como si fuera de papel, por lo que la desvía golpeándola por el costado, Leo ve la estrategia del centauro, pero también nota que su oponente es superior en habilidad, por lo que sigue únicamente bloqueando y atacando esperando encontrar una abertura en la defensa del centauro.

    Por su parte Merlín observa detenidamente a su oponente, sabe que lo conoce de algún lugar, pero no logra ubicar su rostro.
    —Nos conocemos, ¿cierto? —Pregunta sacando su florete.
    —Eres un desastre. —Saca una de las espadas de la funda de su cintura, una espada que Merlín reconoce.
    — ¿Esa es…? no puede ser… —Se dice el alquimista sorprendido.
    —Así es, es mi fiel… —El enmascarado tira su espada al suelo clavándola en el suelo. —…Excalibur.

    El suelo comienza a temblar, los bloques de roca se juntan formando un enorme golem de tres metros, la espada sobresale de la espada del monstruo de roca.
    — ¡Arturo! —Dice feliz Merlín de ver que su mejor amigo está vivo.
    —Nada de “Arturo”, fue tu culpa que todos murieran, tu y ese mugroso pedazo de basura que llevas en tu mano son los responsable que todos los que conocí estén muertos. —Le reclama el comandante de la resistencia.
    —Lo siento. —Le dice arrepentido.
    —Ni un millón de disculpas alcanzarán para reponer el daño. —Saca una de las espadas de su espalda, una katana que en el mango tiene la cabeza de un dragón.

    Esta espada en lugar de lanzarla contra el suelo la suelta, el arma queda suspendida en el aire.
    — ¿Magia? —Pregunta Merlín sorprendido.
    —No seas tonto, esto es lo que el Gran Maestre llamaba alquimia. —La katana se acerca a Merlín.
    De un momento a otro algo invisible golpea al alquimista lanzándolo unos metros en el aire y aterrizando fuertemente contra el suelo.
    — ¿Qué fue eso? —Se pregunta Merlín tosiendo por el fuerte golpe.
    — ¿No te gusta?, es un golem de viento. —Presume dramáticamente. —Puedo hacer un golem con casi cualquier elemento.
    —Parece que no tengo opción, debo luchar contra ti. —Se dice el alquimista resignado.
    —Dame tu mejor golpe. —Reta el comandante.

    Algo agarra el pie de Arturo y lo lanza contra la pared.
    —Que tonto soy. —Se dice el alquimista enmascarado. —Se me olvidó que también tienes una marioneta.
    De entre las sombras aparece la marioneta de Merlín.
    —Veo que lo has descuidado. —Le reclama Arturo.
    —Si, no lo he cuidado como se debe. —Contesta apenado el guardián.

    La habitación comienza a temblar, Gobo se libera de entre los escombros lanzando rocas por todas partes, Leo se oculta en su caparazón, Cromwell parte las rocas con su espada y bloquea los escombros con su escudo, Arturo y Merlín esquivan los escombros de la misma manera, corriendo a esconderse detrás de una columna; de todos los presentes, únicamente Nicolás sale herido, es golpeado por un gran fragmento de roca.
    El troll arremete contra el duende, este no tiene más opción que huir, Gobo corretea a Nicolás por toda la habitación.
    —Vergonzoso. —Dice Leo que sale de su caparazón.
    —Totalmente de acuerdo. —Contesta el centauro.

    Ambos reaccionan y continúan su cerrado combate, ni el tortuga-león o el centauro logran propinar un golpe directo a su adversario, ambos luchan formidablemente, cuando sus armas chocan producen eco, se escuchan como gritos de emoción.

    Merlín intenta golpear al golem de viento, mientras su marioneta distrae a Excalibur. Arturo observa luchar al que una vez fue su mejor amigo, comienza a sentir un extraño sentimiento de culpa por enfrentar en desigualdad a Merlín. La katana regresa a la mano de su amo, este la vuelve a guardar junto con el resto de las espadas.
    —Es extraño, forjé seis espadas para que no tuvieras oportunidad, pero ahora solo quiero luchar mano a mano. —Se zafa el artefacto que lleva en la espalda y lo arroja lejos. —Te mostraré el precio que tuve que pagar para que tú y Nimue pudieran escapar. —Se quita la mascara y la deja caer.

    Merlín ve que la parte derecha del rostro de Arturo se encuentra desfigurado por una enorme cicatriz que le recorre de toda la cara.
    —Esto es lo que saqué por salvarlos. —Reclama el comandante.
    —Arturo... —El guardián hace una pausa. —Tú siempre fuiste mejor que yo, te abandoné para salvar mi propio pellejo, no lo voy a negar, te di por muerto, lo único que puedo hacer por el momento es… —Levanta su florete y se lanza contra Arturo.

    Clava la delgada hoja en el pecho de su mejor amigo, luego la saca y se aleja, la cicatriz en el rostro de Arturo sana en un instante, sin dejar ningún rastro de haber estado ahí antes.
    —…sanar tu rostro. —Termina de decir lo que había comenzado antes de atacar.
    —Esto no cambia nada. —Le dice tocándose el rostro. —Esto no revivirá a nuestros amigos ni al Gran Maestre, ni regresará nuestras vidas a la normalidad.

    Excalibur toma a la marioneta de Merlín y lo aplasta contra la pared.
    Arturo saca de la funda la segunda espada que lleva en la cintura. —Terminemos esto de una vez.
    —Si no tengo alternativa. —Dice Merlín resignándose a continuar una lucha que no quiere ganar.
     
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    Sheccid

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    Me encanta cuando se van a acabar las historias porque te dejan en suspenso,
    pero también me entristece dejar los personajes.
    Merlín debe tener la cabeza fría, por más difícil que paezca.
    No tengo más que decir, sólo que espero lo que pasará, tengo nervios, espero que no haya demasiado inútil derramamiento de sangre, aunque sé que tu elegirás lo mejor.
    Nos vemos luego, Mr. L
     
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    O.O me gusta el mapa *¬* me sentí en un RPG XD
     
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    Capítulo 31. La Lucha De Los Soberanos.

    Justo al mismo tiempo que los tres guardianes de las tres espadas del conflicto enfrentan a los comandantes de la resistencia, el rey de los dragones destruye una pared del castillo y entra buscando al líder de la resistencia, al responsable de ensuciar el buen nombre de los dragones, que es el mismo ser que mandó a asesinar a Turbo y profanó el cadáver de su padre.
    Nobilis recorre cada habitación del primer y segundo piso del castillo, hasta que finalmente en el pasillo del tercer piso la Kaiserina de los elfos lo está esperando.
    —Busco al líder de la resistencia, llévame ante él ahora mismo. —Exige el rey dragón.
    —La estás viendo. —Contesta Galiana armándose de valor para enfrentar al dragón.
    — ¿Tu eres la líder de la resistencia? —Pregunta Nobilis sorprendido de ver a una chica.
    —Si, soy Galiana Von Feuer, líder de la Resistencia Contra Los Dragones, y Kaiserina de los elfos.

    Nobilis no está muy seguro de que hacer ahora, sigue sin poder creer que la chica frente a él sea en realidad a quien está buscando; se había imaginado al líder de la resistencia como un musculoso general con escudo y espada, y en lugar de eso se encuentra con una débil chica que no duraría ni un minuto en batalla en contra de él.
    — ¿Qué sucede dragón, tienes miedo? —Pregunta la elfina con tono de burla.
    El rey la observa detenidamente, en la cintura de la chica rubia hay dos espadas, una de color negro y la otra de color blanco; las cuales desprenden un familiar aroma, al rey le cuesta recordar de donde reconoce el olor que expiden las armas, además el perfume que usa la chica se le hace conocido.
    — ¿Turbo? —Pregunta el dragón como si las espadas fueran a contestarle. —Tu, mataste a Turbo para crear esas abominaciones, ¡eres una maldita! —Grita furioso.
    —Ven Nobilis. —Desafía la chica sabiendo que no saldrá viva de esa pelea.

    El dragón comienza a transformarse en su forma de dragón divino, hasta que a la mitad de la transformación choca contra el techo, comienza a regresar a su forma humanoide. Se da cuenta que no podrá pelear con toda su fuerza debido al poco espacio disponible, pero no necesita mucho para derrotar a un elfo.
    — ¡Vengaré a Turbo y revelaré al mundo tu mentira! —Grita el dragón prometiéndoselo a si mismo.
    Galiana escucha sus palabras, está dispuesta a morir, pero no va a permitir que todo el trabajo para reunir a todos los seres como una única fuerza se desperdicie.
    —No lo harás. —Contesta la chica.
    La elfina saca ambas espadas ataca a Nobilis, lanza un ataque tras otro intentando herir al dragón, este encuentra muy fácil esquivar cada estocada, no hay un ser no dragón que pueda hacerle daño al rey de los dragones.

    A las afueras del castillo, los dragones mantienen al gigantesco ejército a raya, por más que la resistencia ataca a los dragones que sobrevuelan el campo de batalla, no logran hacerle daño a ninguno de ellos. Solo cinco de los veinte dragones que acompañan al rey ese día perecieron, todo culpa de cinco enormes plantas carnívoras que los confundieron con insectos gigantes y los devoraron.

    En una habitación del último piso del castillo, hay una hermosa elfina de largos cabellos dorados, sensuales ojos verde claro, y escultural figura que deja embobados a los hombres.
    Cherry la hermana de Galiana se siente insegura en la habitación de su hermana, a pesar que las paredes están hechas de un material muy resistente, el mismo material que le salvó la vida hace un par de años cuando un atlas destruyó el castillo en el que creció. Juguetea con su largo vestido color rosa que resalta aún más su figura, se acuesta en la cama de su hermana y se tapa fuertemente los oídos para intentar no escuchar los gritos de los valerosos soldados que luchan contra los malvados dragones. Al mirar la cabecera de la cama nota que sobre esta está la espada blanca de su hermana mayor, se levanta de golpe y la toma, al principio está confundida, pero luego se siente preocupada, un mal presentimiento se apodera de la hermosa chica.
    Sale de la seguridad de la habitación y corre a buscar a Galiana.
    Corre descalza ya que no le importó en ese momento ponerse sus zapatillas que de todos modos la habrían retrasado.
    Cuando llega al tercer piso ve algo que la deja impactada, deja caer la espada y cae de rodillas a llorar.

    En su combate la Kaiserina da todo lo que tiene, intenta cortar al dragón, pero este solo esquiva. Nobilis esquiva los ataques desesperados de la elfina, no puede creer que después de tanta planeación el líder de la resistencia sea tan débil.
    Una de las espadas atraviesa el costado del rey dragón, el arma se incrusta tan fuertemente en la carne del dragón que la chica de cabello rubio no logra sacarla, en ese momento Nobilis atraviesa de lado a lado el pecho de la chica usando solo su mano derecha, la saca de golpe y ve a la chica caer frente a sus ojos.

    El chico de gabardina atrapa a Galiana justo antes de que toque el suelo, la mira con una inusual mirada cálida.
    Nobilis se da cuenta que el aroma del perfume de la elfina si lo había percibido antes, es el mismo aroma que la gabardina del chico expide de vez en cuando.
    Galiana ve a su amado sostenerla en su agonía, extrañamente a pesar de la fatal herida aún no ha muerto, ambos están en el suelo envueltos en un dulce abrazo.
    —Perdóname… —Pide la chica escupiendo sangre. —En toda… mi vida solo te hice una promesa… y no la pude cumplir. —Dice derramando lágrimas de sangre.
    —No importa. —Dice él en voz baja.
    En ese instante se escucha el sonido de una espada caer al suelo, Galiana mira en la dirección que escuchó el sonido de su espada chocar contra el suelo, ve a su hermana menor llorando desesperadamente.
    —Creo que se cual será mi deseo. —Dice ella tosiendo sangre.
    El chico entrecierra los ojos mostrando una pizca de emoción no fingida por primera vez en muchos milenios.
    —Ella. —Señala a Cherry con dificultad. —Quiero que la hagas feliz. —Tose sangre manchando la gabardina del chico. —Ella te dará el hijo que no pude darte. —La chica comienza a ver borroso, por excepción de la figura del chico que se sigue viendo clara. —Ella te ama, cuídala.
    — ¿Por qué?, puedo salvarte si me lo pides. —Dice él intentando hacerla cambiar el deseo.
    —Tú ya lo sabes. —Ella comienza a sentir sueño. —Merezco morir… maté a cientos de duendes, a millones de centauros, debo pagar… —Tose levemente.
    Él quita un mechón dorado del rostro de Galiana. Ella sonríe, está feliz de que el rostro de su amado sea lo último que sus ojos ven. El chico la besa y ella muere.
    La deja en el suelo con cuidado, Cherry se abalanza sobre el cuerpo sin vida de su hermana y llora sin parar.

    A miles de kilómetros del castillo están Redslash, Ange y Diabolik mirando en dirección del castillo, ambos hermanos alados caen al suelo a llorar.
    — ¿Qué hacen? —Pregunta el ser de piel rojiza intrigado por la repentina muestra de tristeza de los hermanos.
    —Él no puede llorar… —Dice la niña sollozando.
    —…así que lloraremos por él. —Termina el niño sonándose la nariz.
    El enmascarado de piel roja hace una reverencia. —Mis respetos “pequeña flor”, lograste lo imposible. —Dice con cierta melancolía.

    En el castillo Nobilis ve con terror como el chico se acerca lentamente a él. El rey se da por muerto.
    — ¿Qué harás ahora Nobilis? —Pregunta el chico con una forzada sonrisa burlona.
    —No entiendo la pregunta. —Contesta el dragón aún nervioso.
    —Mira afuera.
    El dragón se asoma y ve algo que no había notado por tener la venganza en mente, todas las razas luchando como una, elfos y alquimistas luchando junto a trolls y vampiros, ogros., lacertas, tritones, tortugas-león y todas las demás razas habían olvidado sus diferencias ante un enemigo en común.
    El rey ruge con todas sus fuerzas ordenando la retirada de los quince dragones.
    Nobilis se acerca a Cherry, el orgulloso dragón se deja caer y baja la cabeza.
    —Me rindo. —Dice entregándose a la resistencia.

    El chico aparece frente a los guardianes y los comandantes de la resistencia deteniendo la lucha con su sola presencia.
    —Terminó. —Dice serio. —Nobilis se rindió y Galiana ha muerto.
    — ¿Qué hay de Nimue? —Pregunta preocupado Merlín.
    —Está a salvo, la saqué del castillo desde el principio. —Comenta serio.
    La alquimista aparece frente a ellos, como si se materializara frente a todos.
    — ¡Merlín! —Grita la chica que abraza a su amado.
    — ¡Nimue! —Contesta el alquimista llorando.

    Arturo se pone su artefacto con las espadas y se dispone a salir del castillo.
    — ¿Porqué no te quedas? —Pide la chica alquimista a su amigo.
    —Tentador, pero no gracias, creo que saldré a ver cuantas aventuras puedo vivir. —Dice sonriendo, da unos pasos y se voltea. —Tal vez nos volvamos a ver.
    —Eso espero, Arturo. —Dice Merlín aún llorando de felicidad.

    Gobo sale del castillo.
    — ¡La geina ha muegto! —Grita afligido para que todos sus trolls lo escuchen.
    — ¡Larga vida al rey Gobo! —Gritan todos los trolls.
    —Nos vamos. —Ordena el rey troll. —Hay muchas aldeas que saqueag y muchos poblados que destguig. —Al decir esto, todos los trolls gritan eufóricos.

    Leo y Cromwell se saludan en señal de respeto, el centauro abandona el castillo sin decir una sola palabra, el guardián tortuga-león bosteza.
    Nicolás cae al suelo exhausto.
    —Eso fue divertido. —Dice el duende luciendo orgulloso las cicatrices que le dejó el troll. —Hay que repetirlo. —Dice emocionado.

    Aún se abrazaban Merlín y Nimue cuando repentinamente el alquimista piensa en algo.
    —No es que no lo agradezca, créeme que lo hago, ¿pero por qué la sacaste del castillo?
    —Ese era el trato. —Responde el chico.
    —Pero entonces, ¿Por qué vinimos aquí entonces? —Pregunta Merlín confundido.
    —No se. —Responde burlón el chico. —La inmortalidad es el precio que debían pagar para que salvara a la alquimista Nimue, que ustedes tomaron este don como el medio para salvarla no es mi problema, yo cumplí mi parte, la hubiera transportado contigo desde el principio, pero parecías muy interesado en venir a pelear, así que solo la saqué y esperé a que terminara la lucha.
    —Es cierto. —Responde Merlín. —Creo que me confundí.

    Leo y Nicolás miran a su amigo alquimista muy seriamente.
    —Idiota. —Dice Nicolás. —No importa, pelee una buena pelea, así que quedas perdonado.
    —Yo hubiera preferido quedarme a dormir. —Dice el tortuga-león bostezando.

    ---------------------------------------------ooo-------------------------------------------------

    Saludos a todos, gracias por haber estado leyendo esta aventura.
    Este es el último capítulo de esta historia, el siguiente es una reseña de lo que ocurrió con el resto de los personajes y el que sigue es en realidad una especia de capítulo extra, espero que les haya gustado.
     
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    Sheccid

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    NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
    ¡¿como que Galiana murió?! Puras noticias de muertes hoy, la verdad.
    Dark, eres muy cruel.
    ¿Y él será feliz con Cherry? Fue algo muy noble de Galiana pero pues no puede empezar a amarla y la verdad dudo mucho que la pueda amar con la pasión y el frenesí que a Galiana...Pero de todos modos me gustó el final aunque sufrí con eso, snif,snif.
    Lo que me interesa mucho son los dos que siguen y la esperanza que me diste de hacer la segunda parte, espero que si la escribas.
    Y que gracioso el chico de la gabardina negra (me gusta como se oye).
    El mapa estuvo genialix ¿tu lo hiciste?
    Y ni siquiera me des las gracias, fue un placer leer este fic...
    Bueno, Sayo, esperaré los que siguen
     
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    Eienforever

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    O.O ahora tiene más sentido la de los caballeros Magnus *0*/, no me spoliare por eso por el momento, wiii genial buen trabajo ahora darle su edición ;]
     
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    Dark RS

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    Los Tres Sabios y Las Tres Espadas.
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    Capítulo 32. Secuelas.

    Después de la guerra contra los dragones; el conteo de muertos llegó a casi trescientos mil miembros de la resistencia contra solo cinco dragones muertos por culpa de las enormes plantas carnívoras que con mucho cariño crió Cherry.
    Ya que el rey Nobilis se había entregado por su propia voluntad, se creó un consejo formado por los más poderosos generales, reyes, guías espirituales o lideres tribales de las diferentes razas; este consejo tiene como finalidad decidir el destino del rey dragón.
    Al ser Cherry la hermana de la difunta líder de la resistencia, se le otorgó el liderazgo del consejo y el privilegio de decidir el castigo apropiado para el dragón.
    La chica aun dolida por la muerte de su querida hermana no pudo condenar a Nobilis a muerte, en lugar de eso sugirió encerrarlo de por vida.
    Lo encerraron en una prisión construida especialmente para contenerlo en medio del desértico país de Gefangnis, que es el país natal de los trolls; con el paso de los años se fue mejorando la seguridad en esa prisión y se comenzaron a encerrar a los delincuentes más peligrosos en esa prisión.

    El castillo de los dragones fue ocupado por los miembros del consejo, pasando a llamarse El Castillo de los Dioses, bautizado así por el hijo de Cherry.

    Merlín y Nimue vivieron felices hasta la muerte por vejez de la alquimista a sus noventa y siete años, tuvieron tres hijos que se especializaron en el arte del control de las marionetas. Merlín al ser inmortal y solo envejecer un día al mes se mantuvo joven durante muchos siglos, a lo largo de su larga vida entrenó a cientos de alquimistas y otros seres que pudieron aprender el arte de la alquimia de control de objetos inanimados.
    Arquímedes su fiel búho albino murió a los doce años, en el lecho de muerte del ave logró meter su alma en su marioneta, creando un nuevo estilo de alquimia, posesión de marionetas con almas de animales.

    Leo hurtó y leyó cada libro de la enorme biblioteca del castillo de los dragones, se le considera el más fuerte e inteligente de los tres guardianes, por este hecho a los tres guardianes de las espadas del conflicto se les comenzó a llamar Los Tres Sabios De Garja.
    Nicolás luchó contra miles de oponentes saliendo victorioso en la mayoría de las ocasiones. Se dedicó a estudiar el arte de la magia, perfeccionó y creó miles de hechizos y encantamientos.

    Arturo y el general Cromwell fundaron un grupo dedicado a velar por el cumplimiento del orden y la justicia, Los Cazadores, reclutaron a cualquier ser sin importar si fuera hombre o mujer, rico o pobre, débil o poderoso, sin importar a la raza a la que perteneciera, el único requisito para formar parte de los Cazadores es querer hacer una diferencia y buscar la paz para todos.
    Irónicamente el mayor problema de Los Cazadores fue el enorme grupo de trolls que dirigía el rey Gobo, en especial porque a los tres comandantes y los tres guardianes se les consideran grandes héroes, ya que el consejo de los seres escuchó la versión inventada del rey dragón en la que decía que la Kaiserina, los comandantes y los guardianes lucharon hombro con hombro para derrotarlo.

    Hubo dos seres que fueron considerados traidores ante todas las razas, la familia Kahil fue acusada de alta traición y tachados como escoria. El otro ser, la alquimista Morgana de la que no se volvió a saber nada, aunque varios rumores corrían sobre el destino de la joven chica, algunos decían que murió por la herida que le propinó el general Aldinger durante su lucha a muerte, otros dicen que se convirtió en mercenaria, o que huyó al continente de la naturaleza; el más extravagante de los rumores decía que se convirtió en un destructor.

    El consejo formado por todos los representantes de las razas se organizó de forma permanente, aunque no tenía un nombre definido se les comenzó a conocer como El Consejo de Seres y a sus miembros como consejeros, la líder indiscutible del consejo fue Cherry y después de ella no hubo un líder definido, sino que se tomaban las decisiones por votación.

    Cherry Von Feuer, fue considerada la más benevolente de todos los Káiseres, la elfina jamás contrajo nupcias y siempre rechazó a todos sus pretendientes; a pesar de lo cual tuvo un hijo, los rumores acerca del padre de la criatura decían que era un destructor; cualquiera que fuera la verdad, después de la muerte de su hermana, la Kaiserina jamás volvió a llorar o a sentirse triste.
    El nombre del hijo de Cherry fue Sonne Von Feuer, un elfo de cabello negro y ojos rojos, fue considerado el más hermoso y poderoso de los elfos, se convirtió en el líder de los cazadores a la edad de quince años, fue el primer ser en poder crear fuego de la nada y usarlo como arma; nunca en toda la historia del continente de Garja se volvió a ver a un elfo de cabello negro.

    El paisaje del antiguo castillo de los dragones cambió drásticamente al descubrir que bajo tierra había gemas especiales que le permiten a su portador crear y controlar algún elemento de la nada, excavaron hasta el punto de convertir lo que antes fue un hermoso valle con un gran lago y varios bosques en un profundo y oscuro abismo.

    Surgió un nuevo consejero por recomendación de Cherry, lo llamaron el Consejero Oscuro, un chico de piel pálida y cabello oscuro corto, usaba un extraño e inusual traje jamás antes visto por los habitantes de ese planeta; un saco elegante de cola, camisa blanca desabotonada hasta la mitad, pantalón negro, zapatos oscuros brillantes, y lo más inusual es un par de lentes oscuros que usa sobre los ojos. Los escoltas de este chico fueron un par de jóvenes alados de extraña apariencia. Se dice que cientos de años después tanto el Consejero Oscuro como sus escoltas siguen ocupando un trono negro que se erige en medio de los demás tronos blancos de los consejeros.
     
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    Sheccid

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    Ahora los caballeros de Magnus es tan sencillo de comprender...
    Espero que haya otra secuencia, esta historia esta genial a pesar de que murió Galiana...
    Ahora entiendo lo del Consejero Oscuro y el por que de su importancia.
    Exelente historia, voy a llorar si se acaba, aunque eso tenga que suceder
     
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    Dark RS

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    Antes de publicar el capítulo extra y final de esta historia quiero volver a agradecerle a todos los que han estado leyendo esta historia, espero que en verdad les haya gustado.
    Para quien lo desee puede leer mi otra historia que es básicamente sobre la historia del capítulo que están a punto de leer.
    Les agradezco nuevamente su fiel lectura semana tras semana.
    Sin más que decir finalmente aquí está:
     
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    Dark RS

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    Total de capítulos:
    34
     
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    Capítulo Final. Magnus, El Humano.

    Pasaron mil quinientos años desde la guerra contra los dragones.
    Merlín, que a sus mil quinientos diecinueve años aparenta apenas unos ochenta, a pesar de la apariencia se mantiene en forma, su muñeco aún conserva el alma de su fiel amigo Arquímedes en su marioneta, siendo ésta una de las más famosas marionetas entre los alquimistas. Él y los otros dos guardianes son considerados como los seres más respetados, famosos, sabios y poderosos de todo el continente de Garja.
    Nicolás fue recientemente asesinado por una facción corrupta de los Cazadores conformada en su totalidad por elfos, estos aprovecharon uno de los días del año en que el duende es mortal para su despreciable acto; su sable, El Ojo, fue robado de sus manos apenas murió.
    Al intentar lo mismo con Merlín fueron detenidos por un humano y un joven dragón que pasaban por el área, el hogar del alquimista fue destruido durante el intento de asesinato, por lo que el humano insistió en que se quedara en su casa.
    Leo se escondió al enterarse de la muerte de su amigo; entrenó y entregó su katana al mismo humano que salvó la vida de Merlín.

    Los niños alados en la actualidad tienen la apariencia de tener unos veinte años y aún se les considera los escoltas del Consejero Oscuro, el cual casi no se aparece en el Consejo de Seres.

    Nobilis sigue encerrado en la prisión de Gefangnis, en el sótano de la misma. A diario el rey dragón es visitado por el chico.
    —Hoy es el día que supuestamente llega ese humano. —Comenta el rey dragón que está sentado en el trono que usaba en su castillo.
    —Paciencia Nobilis. —Responde el chico sentado en un trono negro, hecho de roca con un cojín azul brillante, colocado frente al del dragón. —Juguemos un poco. —En medio de ellos aparece un enorme tablero de ajedrez hecho de un extraño material brillante
    —Siempre me pareció curiosa la pieza de la reina. —Comenta el rey dragón levantando la pieza de la reina blanca. —Tiene dos caras, se que esta es una elfina. —Voltea la pieza. —Pero esta a pesar de su parecido no es una alquimista. —El dragón se siente curioso de esto.
    —Es una humana. —Responde el chico de forma burlona. —Mira mis piezas.
    El rey mira detenidamente las piezas del lado del chico, reconoce un par de ellas.
    —Este es el famoso juego del que tanto hablas. —Dice el dragón seguro de que tiene razón.
    —En parte. —El destructor chasquea los dedos, las piezas comienzan a moverse solas, jugando hasta dejar menos de la mitad de las piezas negras y eliminando los peones de las blancas. —Este es el juego actualmente. —El tablero desaparece.
    — ¿No íbamos a jugar? —Pregunta el rey confundido del hecho que desvaneciera el tablero.
    —No, te presento al humano. —Dice señalando hacia la puerta.

    Una katana atraviesa la puerta que mantiene a Nobilis encerrado, la katana no es otra que El Alma, la antigua arma de Leo El Sabio, en la actualidad es blandida por un humano.
    Este humano es conocido como Magnus; un chico de diecisiete años, bastante alto, moreno, de cabello negro corto, ojos oscuros e inusualmente fuerte para tratarse de simple humano.
    El nuevo guardián de la espada recorre la habitación que mantiene prisionero al rey de los dragones, se distrae admirando los objetos que adornan la habitación; espadas, escudos y otras armas usadas por los tres comandantes de la resistencia, una vitrina que exhibe los cuerpos disecados de las mascotas de los tres sabios, armas varias, el cuerpo disecado de una extraña quimera con la leyenda de “Capricorn”. Varios muebles, cortinas, vasijas y adornos sacados del castillo de los dragones se encuentran apilados por todas partes, cuando el humano escucha unos susurros provenientes del centro de la habitación se acerca a investigar, es ahí que ve al rey de los dragones sentado en un trono bastante extravagante.

    Al intentar acercarse a él, el dragón lo detiene.
    —No te acerques mas humano, a menos que quieras morir. —Advierte Nobilis al humano.
    — ¿Es una amenaza? —Pregunta el humano preparado para luchar si es necesario.
    —Es una advertencia, si te acercas más entrarás en contacto con el poderoso hechizo que me mantiene prisionero.
    —El rey Nobilis, debo suponer. —Dice el humano haciendo una reverencia.
    Una luz ilumina repentinamente el cuarto, iluminando todos los rincones y al dragón en medio de la habitación.
    —Correcto humano, ¿tienes asuntos que tratar conmigo? —Pregunta con porte orgulloso el rey.
    —Si, quiero saber la verdad sobre la guerra contra los dragones. —Pide Magnus al soberano frente a él.
    —No tengo idea de que hablas. —Responde el rey intentando distraer la atención del humano.
    —Para comenzar, quiero saber ¿por que no has intentado escapar de esta prisión? —Le pregunta interesado en la respuesta.
    —Por el poderoso hechizo que me mantiene aquí. —Responde serio.
    —Me sorprende que nadie en los últimos mil quinientos años haya descubierto que ningún hechizo funciona en ti. —Le comenta el humano, el rey dragón se sorprende de que el humano sepa eso.
    — ¿Cómo lo sabes? —Pregunta consternado el dragón.
    —Uno de mis mejores amigos es un dragón. —Responde Magnus. —Y él puede entrar en habitaciones selladas con hechizos y supongo que el rey de los dragones debe tener una mayor resistencia a los hechizos.
    El rey sale del círculo mágico que supuestamente lo ha tenido prisionero los últimos mil quinientos años.
    —Te diré lo que Leo no sabe… —El rey Nobilis le cuenta al humano sobre la guerra, los engaños que la causaron y el verdadero motivo por el que se ha quedado en esa prisión los últimos siglos.

    Una hora exactamente es el tiempo que le toma al dragón resumir la llegada de los dioses, la búsqueda de las espadas por parte de los elfos y el plan de Galiana para lograr la paz por medio del sacrificio de millones.
    Tienen una breve conversación sobre el niño dragón que acompaña a Magnus.
    —Gracias por la charla, rey Nobilis. —Magnus hace una reverencia y sale de la habitación.

    Al salir el humano, aparece el destructor junto a Nobilis usando lentes oscuros.
    —Ya puedes irte Nobilis. —Le dice al rey con tono serio.
    — ¿Y que hay de Garja? —Pregunta preocupado el dragón por el destino del continente.
    —El hecho que sigas vivo y que estés libre es suficiente motivación para las razas de seguir con sus alianzas, el Consejo de Seres no morirá. —Le comenta el chico.
    —Lo haré, quiero ver a mi hijo. —Cierra los ojos e intenta imaginar como luce actualmente su pequeño. — ¿Me perdonas? —Pide el dragón al chico por haber asesinado a Galiana.
    —No hay nada que perdonar, mi pequeña flor eligió malas opciones y eso la llevó a su prematura muerte. —Hace una pausa forzada. —Además ha regresado. —El chico da una extraña sonrisa sincera.

    El rey mira hacia el techo de la habitación, se transforma en su forma de dragón divino, atraviesa cientos de capas de acero, concreto y hechizos para escapar de la prisión.

    Un ser amarillo con forma humanoide aparece en la habitación.
    —El juego está muy cerca de terminar. —Dice el chico con tono burlón al dios que apareció frente a él.
    —Aún no muestro a mis mejores piezas. —Comenta Destino. —Al final seré yo quien gane.
    —Dime Destino, ¿no es esto divertido? —El chico sonríe como si se acordara de algo gracioso.
    —Claro. —El dios desaparece.

    El chico desaparece en un parpadeo, segundos después todo lo que estaba en la habitación desaparece, el agujero que hizo el dragón en su escape se cierra como si nunca hubiera estado ahí.
     
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    Sheccid

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    Oh, se me ocurrió algo muy interesante acerca de eso de que Galiana ha regresado ¡Oh, boca!....
    Pero esperaré, no me quiero apresurar...¿osea que esta es la conti? si es asi esta interesante y si no, te aviso que quiero que me invites
    Y pues si, que le vamos a hacer, efetivamente Gali hizo cosas algo dificies de comprender.
    Esperare lo que sigue, milord L
     
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