Harry Potter Los magos, los muggles y Sirius [Merodeadores]

¡Hola! vengo a traer una serie de Drabbles/one shots (?? de mis amores de los amores (?? Es para un reto con Pami, sobre los merodeadores, dudo ganar, pero hago mi esfuerzo y disfruto escribiendo de estos deformes .

El título, bueno... no se me ocurrió nada más y me gustó cómo sonaba xD.

Título: Términos
Summary: Hay que informarse bien.
Pareja: Ninguna.
Tipo: One-shot
Cantidad de palabras: 638 + título
Clasificación: T
Advertencias: Sin beta.
Género: Comedia
Declaimer: Los personajes no son míos y bla bla bla.

Términos.​

Sirius siempre ha tenido un vocabulario muy extenso, dice muchas cosas, como puta mierda, o quizá la tremenda putadera. No es que sólo sepa decir groserías, el problema es que prefiere aparentar esa imagen de perro callejero y mal hablado que tiene antes de demostrar que tiene elegancia y gracia. Obviamente. Como bien le enseñaron a mostrar esos modales que nunca le gustaron.

En el último tiempo a estado hablando un poco más extraño, ciertamente más vulgar, ciertamente más amplio.

—¿Qué has dicho? —Remus no le ha entendido.

—Tula.

—No digas eso, Sirius —Remus no evita poner esa cara de desagrado, no le gusta esa palabra.

—La leí en un diccionario muggle, decía algo de que era sinónimo de…

—Ya sé de qué es sinónimo, Canuto, no debes decírmelo —le evita el comentario tapándole la boca.

Sonríe, el muy bastardo, sonríe y Remus siente como se curvan sus labios tras su mano y la quita de inmediato. Hará algún comentario tonto. Como siempre. Subliminal quizá.

Se equivoca.

—Amo el vocabulario de los muggles.

—Amas las groserías muggles —le corrige y entorna los ojos de forma irónica. Se aguanta una sonrisa, la verdad, y es que Sirius es gracioso, pero Remus tiene una reputación que cuidar y no puede andar riéndose por cosas tan tontas. Aunque quizás sí.

—Tula no es una grosería. Significa ‘bueno’.

Lo dice con muchísima convicción, estando seguro de ello. ¿En verdad no lo sabe? Hay que ser muy tonto para no darse cuenta que en sí la palabra no suena linda o muy Sirius para no hacerlo.

—¿Sabes qué, Lunático? —se para, es rápido e instantáneo. Se estira y levanta levemente la camisa del uniforme. No lleva ni cinturón y el primer botón está por desabrocharse—. Te probaré que no es mala.

Son sus últimas palabras, sale rápido de ahí, deja a Remus con palabras incrustadas. A saber qué hará para probarlo.

Pasa una hora y Remus logra estudiar tranquilo, no sabe si fue mera casualidad, o cosas que llaman destino, pero encuentra el diccionario muggle y le da por buscar ‘tula’ en aquel libro. Está seguro de lo que pillará. Casi seguro.

La risa es instantánea y jovial. Fresca.

Al rato James llega con una expresión entre estar preocupado y no estarlo. Le avisa que cierto perro de malas pulgas y malas costumbres está donde Pomfrey.

—Sirius está en la enfermería, inconsciente, no saben si despertará —su tono es melodramático.

—¿Qué?

No tardan en llegar a la enfermería y Sirius sigue sin despertar, tiene el ojo, no, la mitad de la cara muy herida, morada. Como si hubiera recibido una paliza de aúpa y media.

—¿Qué ha pasado?

—Evans lo golpeó.

Remus no se lo cree mucho, Lily está en contra de todo acto violento, y Sirius, por muy irritable, insoportable, molesto, pesado, egocéntrico, creído y más que sea, no haría nada lo suficiente mente tan mega re contra malo para que Lily Evans, la buena prefecta lo golpee. Porque bueno, Lily tiene sus valores y no le gusta la idea del maltrato animal.

James contesta a su pregunta antes de que él la haga.

—Parece que Sirius le dijo a Lily que era como una tula.

Tarda apenas unos segundos en reaccionar y diez minutos después sigue limpiándose las lagrimas de tanta risa. Y es que…

—Circe…

Sirius es tonto. Confundió el significado de tula con otro. Sea donde sea que haya leído, lo hizo mal, y para peor. Porque Lily sí sabía el verdadero significado de la palabra.

‘Tula: abreviación hacia el aparato masculino, más conocido como pene’.

¿O sea que Lily era como un pene? Obviamente eso dijo, pero seguro no era la intención. Habrá que preguntarle a Sirius cuando despierte. Si es que despierta.

No sabe si contarle a James, quizá quiera saber.

Mejor no.

Sí, mejor no.

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N.A: Mis compañeros toman tula como pene xD.

 

Bueno... aquí traigo el siguiente one shot para este reto. La verdad es que... morí (? ya no. Lo dejo a su criterio, la verdad es que puse empeño, pero me da risa esto, en verdad, tengo ideas muy tontas ;__;

Título: Jodido Sirius
Summary: Los jodidos latinos y sus raras influencias. James debe aprender a la mala.
Pareja: Ninguna.
Tipo: One-shot
Cantidad de palabras: 1.320 + título
Clasificación: k+
Advertencias: Sin beta.
Género: Comedia
Declaimer: Los personajes no son míos y bla bla bla.
Nota de la autora: Sirius es taaaan malo. Amo a James, me lo imagino haciendo tantas, pero TANTAS locuras de adolecente. Me salió medio largo, pero lo disfruten x3.

Jodido Sirius.​

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Sirius es de esos chicos que les gusta el rock and roll, la energía, la rebeldía y la locura. Como él. Le gustan lo Stones y los Beatles, Bob Dylan, y aunque casi nunca lo dice, algunos de los músicos tontos de Remus.

A Remus le gustan los Beatles y aunque no sea mucho de los Stones se sabe canciones, incluso Angie. Le gusta Cat Stevens y Nat King Cole. Le gusta el jazz y lo clásico. Le gusta lo movido y lo relajante.

A James… a James le gusta de todo, de hecho. Se sabe cualquier cosa que tenga letra, un poco dando la excepción de los compositores muertos de Remus.
Sirius y Remus son tan opuestos que incluso su música habla por ellos, hablando del amor y la paz, y otro hablando de rebeldía y libertad. El buen sabor de lo ilegal.

—Eres un pesado, Canuto —Remus toma sus libros y lo dice con esa voz apacible y media gangosa. Suave y casi bajo.

—Le estaba ayudando.

—Pareciera que te gusta poner a James en vergüenza frente a Lily —le comenta con tono cansado, pero suena levemente divertido—. ¿O sea que mandarlo a cantar una canción fuera del gusto de Lily te parece que ayuda?

—Sí —dice dignamente y se agranda—. Aparte, ya no me creerá, aunque debes admitir que la canción sí tenía sentido.

Remus calla y otorga, dándole a Sirius un poco de razón, pero aún en total desacuerdo con que engañe a James para ir a cantarle a Lily una canción. James es ingenuo a veces, pero Sirius es su mejor amigo y no puede negar que eso basta para creerle. Sirius es maldadoso.

—Aparte, esa música que anda escuchando es extraña, ¡tú mismo lo escuchaste! Estaba cantando… bueno, lo que sea que estaba cantando, es una ofensa a todo lo que es música, Lunático.

Prefiere omitir cualquier comentario, al final, es decisión de James escuchar lo que quiera escuchar, y aunque Sirius insiste en que el amor te jode, prefiere pensar que James está tan enamorado, que no le importa lo ridículo que algo sea, lo hará.

Lo que el amor nos hace.

Hablan de desfachatadas, de cosas sin sentido, y de la influencia de peligrosas pelirrojas sobre amigos influenciables y con cabello alborotado.

Lo que espera al llegar a la habitación es el gramófono, su gramófono sonando al gran volumen de James Potter. Proclamando al mundo que la música la lleva. Lo que le toma de sorpresa es pillar a James de buen humor, bueno… de mejor humor del que siempre está.

—Y VOY, Y VOY, Y VOY, Y VOY, Y VOY, Y VOY… ¡VOY A TRAER EL PELO SUELTO! —lo grita al mundo, a los cuatro vientos, a los espíritus del castillo y a ellos, a sus dos mejores amigos. Que omiten comentario—. ¡Oh, llegaron! ¿qué tal les fue? —mueve la cabeza y el cabello se le ve mucho más desordenado de lo normal

—Por los no cojones de mi madre, ¿qué haces? —Sirius le hace una mueca, parece ofensivo por los movimientos poco sexis de su mejor amigo—. ¿Qué es eso?

—… —Remus no dice nada.

—¿No es obvio? ¡Bailo, háganlo conmigo! —de la vuelta y chasquea los dedos—. ¡VOY A TRAER EL PELO SUELTO! ¡VOY A SER SIEMPRE COMO QUIERO, VOY A OLVIDARME DE COMPLEJOS, A NADIE VOY A TENER MIEDO!...

—No me jodas. ¡Es la invasión de latinos! —se tapa los ojos y parece horrorizado—. ¿Quién es ahora?

—¡Gloria Trevi! —grita y mueve el culo. Joder, James Potter ha caído bajo.

—James Pelo Suelto Potter, apaga eso. Ahora —le echa una mirada a Remus y le ve con la boca abierta, seguro la tiene seca porque cuando llegaron ya la tenía abierta—. ¡Mira lo que le has hecho a Remus!

Es casi instantáneo, parte de la conmoción de ver a uno de sus mejores amigos bailando y cantando canciones latinas y moviendo el culo de forma muy poco sexy.

Se echa a reír, y se apoya en la pared para no caer de espaldas, le sacó risas a Remus y sigue sacándolas, porque Remus Lupin morirá de un infarto si sigue riéndose así.

—… Potter —le indica con el dedo—. Ya no más Whisky de fuego.


Termina la canción y Sirius agradece, Remus sigue riéndose en silencio, James da vueltas en la habitación, como meditando. Empieza una melodía de piano, suena triste, pero Sirius tiene un mal presentimiento.

—Tú me hiciste sentir que no valía… —James se acerca a Sirius con una cara herida y hace un gesto con la mano, indicándolo.

No puede ser.

—Yo nunca te he hecho eso —dice Sirius inocente.

—Y mis lagrimas cayeron a tus pies… —Le toma de las solapas y se ven cerca. Le suelta con brusquedad y parece de esas típicas damiselas sufriendo por un mal amor—. Me miraba en el espejo y no me hallaba. Yo era sólo lo que tú querías ver…

—Oh no…

—Y ME SOLTÉ EL CABELLO, ME VESTÍ DE REINA, ME PUSE TACONES, ME PINTÉ Y ERA BELLA –y una vuelta dramática al respecto para completar el paisaje. Parece que baila onda disco, algo así…

Muestra la pierna, como seduciendo al mismo Sirius Black, levanta un poco el pantalón para mostrar piel y sólo se ve vello.

Y mueve el culo demasiado y lo muestra, se da vueltas.

Remus se ríe y parece que le está doliendo el estómago porque se lo agarra con fuerza y le cuesta respirar.

—Vale, Potter, tú lo has querido.

—Y TODOS ME MIRAN, ME MIRAN, ME MIRAN, PORQUE HAGO LO QUE POCOS… SE ATREVERÁN.

—¡Suficiente con los latinos ingleses! —se va de la nada a buscar la solución de todo.

La busca, con cierta desesperación. Ya está cansado de escuchar a los jodidos latinos y sus letras traducidas al inglés. Maldice a James Potter, maldice a Gloria Trevi y a sus jodidas canciones.

La busca y la pilla, en el templo de la gran sabiduría y aburrimiento. Cuando se encuentran las miradas pareciera que por un leve momento, se le olvida a qué había ido, y piensa que mejor no.

Que se joda.

No, ya fue y está. La toma de la muñeca y ella se queja, de qué le pasa, que sea más delicado, que no sea tan brusco.

Lily Evans en ese momento no entiende qué joder pasa.

No tarda mucho en comprender.

—Y ME SOLTÉ EL CABELLO, ME VESTÍ DE REINA, ME PUSE TACONES, ME PINTÉ Y ERA BELLA —volvió a la misma frase y vuelve a mostrar piel y vello, esta vez a Remus, que seguía apegado a la pared y riéndose sin esfuerzo, con un poco de dolor quizás porque hacía muecas—. CAMINÉ HACIA LA PUERTA…

Y la ve.

—Te escuché gritarme… pero tus cadenas… —su voz se ahoga—…ya no pueden pararme… —

Si fuera por él se moriría en ese mimos instante.

—¿Por qué te detuviste, Potter? Estaba bueno —se aguanta la risa y le brilla la mirada de forma gamberra—. Bailas bien —sonríe y se sonroja, la risa está que le sale—. Ahora… Black, si me trajiste sólo para esto… pues... fue… —Le echa una mirada a James—. Divertido —se va dejando su presencia intacta en el lugar.

—Um… —quiere morirse—. ¡Urgh!

Remus sigue ahí, sentado en el suelo y no sabe si reír o sentir pena por James, que parece más que avergonzado.

—Bueno… —Sirius suspira y se estira en su lugar—. Esto acabará con la música latina por un tiempo. No escuches a los latinos, Jimmy, te arrastran a la perdición —le aconseja y le revuelve el pelo—. Ah, iré por comida —se va.

Remus en ese momento mira con incredulidad como se va, tan bien y relajado. Sin preocuparse de James y su shock. Está seguro que James piensa una sola cosa.

Jodido Sirius.

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Nota de la Autora: Aquí dejo las canciones por si les interesan e.e.
http://www.youtube.com/watch?v=ntS4WtS4YdE
http://www.youtube.com/watch?v=fOP7MlkPaUc

 

SOY UNA TOTAL IRRESPONSABLE, lo sé, perdón, en verdad :(. Tenía muchas ideas revueltas, en realidad, y lo que era corto se volvió largo y lo tuve que volver empezar porque estaba más largo de lo que es ahora. De hecho ni sé cómo quedó, mejor vean ustedes :C.​

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Título: Juerga​

Summary: Hay que tener cuidado cuando se vaya de fiesta, puede salir se control.​

Pareja: Ninguna.​

Tipo: One-shot​

Cantidad de palabras: 1.919 + título​

Clasificación: k+​

Advertencias: Sin beta. Largo. Posible Ooc.​

Género: Comedia/friendship/general​

Declaimer: Los personajes no son míos y bla bla bla.​

Nota de la autora: Me salió raro, ah y otra cosa, ese perdonamé fue apropósito xDDDD.​

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Juerga​

Desde que es pequeño, Sirius fue educado de manera bastante recta, aunque no sirvió mucho para controlar su carácter tan poco temperamental, rebelde y medio violento. Siempre haciendo lo contrario e ir por las vulgaridades, discutir y pelear, saliendo de la línea de la educación para irse por la franja de la rebeldía. Es bastante simple la verdad, normalmente si te crías en un ambiente violento sientes violencia, así de simple, aunque a Sirius sólo le bastó ese cinismo y elitismo por parte de su familia para sentir violencia.
Ahora no es tanto así, es rebelde sí, es violento y maleducado, y por supuesto su ego es tan grande que hay que darle de comer aparte —en cantidades industriales—, de alguna forma no está en estado de total ebullición como debería estarlo, si no en un estado calma momentánea y semi explosiva.

Por eso en celebración a su propia existencia y a su majestuosa apariencia y auto declaración como el ser más fogoso de Hogwarts se le ocurre una idea venidera, esperada y ni muy fuera de la ley pero en parte igual ilegal. Obvio.

—¿Y por qué quieres ir a Hogesmeade? —James se lo pregunta mientras hace intentos sobrehumanos de peinar su cabello frente al espejo.

—Porque mi existencia lo demanda… —y aparte el pelo hacia atrás con una sonrisa y si hubiera chicas se habría acabado el aire en esa habitación—… e ir a ver a los extranjeros —y muestra sus verdaderas intenciones.

—Querrás decir extranjeras —le corrige Remus que en ese momento hace acto de presencia junto con Peter, entrando por la puerta y una expresión de muerto andante.

—Y por Lunático, que tiene una cara de mierda.

—Yo también te quiero —ironiza y se siente en su cama. En la que todos están.

Sirius les explica al respecto, sobre los recientes extranjeros que andan de visita por el pueblo. Dice que escuchó que están más buenas que la misma Reina, y que si no las ves que es que te joderás el resto de la vida.

Siempre lo mismo, hormonas.

Lo arreglan, claro, como no hacerlo, hay que organizarse bien y es viernes, así que técnicamente no están haciendo nada malo, sólo irse de juerga toda la noche, no hay nada de malo en eso. Aunque Remus —como ha de ser costumbre— no está del todo de acuerdo en el plan recientemente explicado por la razón —y una de las tantas— que explican que no pueden salir de la escuela en horarios no establecidos y sin permiso.

Pero Remus es uno y ellos son tres, y al ser tres se ve obligado a ir. Por si acaso ocurre algo.

No demoran mucho, la señora Norris iba lejos y Filch es demasiado idiota para darse cuenta de que ellos ya salieron.

Se deslumbran por las luces, y es que, joder, es que HAY luces, todas luminosas, y Sirius dice que es igual a cuando estás tan drogado que andas mirando lucecitas por todas partes que ya no distingues de la realidad.

Hay un lugar en particular que les llamó la atención, que por lo menos a Sirius y a James les llamó la atención, con un gran letrero deslumbrante y llamativo.

—¿Karaoke? —Sirius lee y no encuentra significado—. ¿Es esos lugares donde te ponen babosas para purificarte o algo así?

—No, Sirius —como siempre Remus parece el único que sabe—. Y son caracoles, para que no tengas granos en la cara —suspira de cierta forma cansada —. Por lo que sé, un karaoke es un lugar donde puedes cantar canciones libres… o algo así. Seguir pistas.

—¡Oh, Jimmy, encontramos tu lugar! —Sirius se ríe y le revuelve el pelo a James—. Me pregunto si tendrán la canción de ese gato robot…

—¿Doraemon? —Remus levanta una ceja incrédulo.

—Ese…

Tanto James como Remus y Peter le miran con incredulidad, recuerdan que Sirius dijo que la canción era un poco pegajosa… ni en su vida pensaron que querría cantarla.

Entran y es raro, hay más gente de lo que esperan, chicos, chicas, incluso familias visitantes. Piden una habitación y Sirius pregunta si es una clase de motel barato, la cajera se ríe ante la ocurrencia y sólo les entrega un pedazo de plástico con el número ocho, es verdaderamente extraño, porque pillan una enorme habitación con un escenario, micrófonos y bien iluminado.
A Sirius no le gusta especialmente cantar, no es que sea su mayor pasatiempo, pero recuerda que cuando pequeño, en su casa le prohibían cantar y hacer todo tipo de ruido molesto, él cantaba en la ducha, cuando salía al estar ahí, en su habitación, colocaba a los Beatles y a los Rolling Stones y en su territorio no había ningún idiota que lo anduviera molestando.

—Yo voy —de un salto está en el escenario y enciende el micrófono—. OH LILY, COMO ME HACES SENTIR… —grita antes de que empiece—. ¡COMO TE AMO LILY EVANS! —es totalmente desafinado—. EN LA NOCHE NO DEJO DE PENSAR TI, ME ESTREMESCO, LILY —James en agradecimiento le muestra el dedo medio y le grita que se vaya a la mierda—. ¡LILY!

—Jodete, Sirius —toma el otro micrófono y lo enciende—. Mira, ahí está la letra —señala la mini pantalla que está a sus pies—. ¡Oh, amo esta canción!

—¡No! —Sirius da un salto y cae en el sillón junto a Remus—. ¡Cúbranse! ¡Salven sus vidas! —cubre sus oídos con una sonrisa y dramatiza.

—Sirius no… —Remus no alcanza a decir nada.

—INJUST A SMALL TOWN GIRL —James es peor—. LIVIN IN A LONELY WORLD, SHE TOOK THE MIDNIGHT TRAIN GOIN ANYWHERE…

—James Potter, baja de ese escenario ahora —antes de decir más ve la pandereta en la mesa—. Te hago acompañamiento Jimmy —y empieza a agitarla.

Remus se ríe sin más, es tan pero tan gracioso oír cantar a James, aunque haga llorar a las cebollas, no importa, es gracioso y Remus se ríe y eso es lo que cuenta.

—¡DON’T STOP, BELIEVING! ¡HOLD ON TO THE FEELIN! —lo hace con sentimiento y señala a todos con el dedo en un vuelta gloriosa—. ¡Wow!

Pasan tres canciones, parece que cuatro y James aún sigue en el escenario, dejando llevar por la emoción y el canto, baila como nunca.

Una de las cosas que Remus no sabe en ese momento es cómo fue que se empezó a sentir tan mareado, tan… espera, ¿James tiene orejas de ciervo en esos momentos? Ah, no… son su manos. Remus se siente mareado, son la una y algo de la madrugada y ya se siente a caer, debe por el ruido tan fuerte de los parlantes, o que Sirius lo acaba de drogar con María recién sacada del huerto.

—¿A que está bien lunático? —le habla cerca porque no le distingue del todo.

—Sirius…

—¿Por qué te pareces a Peter?

—Porque soy Peter… creo —dice con duda.

Se miran con incredulidad y asombro, es verdad, no es Remus, si no Peter, de alguna manera, ahora está en las piernas regordetas de la rata, que son pachoncitas, pero no del todo cómodas, las de Remus son mejor y delgadas. Le dieron ganas de recostarse en sus piernas. Se levanta con dificulta y James aún canta, un poco drogado y pasado de alcohol y Remus está sentado en el otro sillón, casi dormitando un poco por tanta cosa en el sistema.

—Lunático —se sienta junto a él y sólo distingue su nariz que es lo más grande—. Oh, Lunático…

—Estás drogado —declara.

—Viajemos a la estrellas… no —se corrige—. Creemos estrellas… —y se ríe y se vuelve a zampar una botella de whisky—. Con peos… escuche que las estrellas estaban hechas de…

—Gases —completa Remus con una risa torpe, sabe que están hablando puras cabezas de pescado, pero están drogados, tienen el derecho.

—Sí, y los peos son gases así que… si creamos una estrella, pongámosle Pedolandis —se ríe de su propia ocurrencia. Es puro delirio. Y ahora por alguna razón se aguanta un poco la risa—. Pedo… —repite y se vuelve a reír—. Que siútico…

—Es peo… —corrige el licántropo con un sonrisa más abierta.

—Pedo, o sea perdonamé —dice con excesivo dramatismo y acentuación.

Sí, son puras cabezas de pescado, definitivamente, seguramente no se acordarán a la mañana siguiente de que se fueron de juerga. James sigue al micrófono ahora canta y parece que llora, es algo romántico y es de frágiles emociones cuando está drogado. Y de la nada todo cambio y comienza algo chillón, algo muy extraño y Sirius da un reacción precipitada.

—ESTA es mi canción —se levanta con dificultad y con una sonrisa traviesa marca Sirius. James le pasa el micrófono y desde ahí Remus ya está riendo porque todo es un desastre.

Y todo comienza con Sirius y su voz demasiado masculina. Remus no puede mantener lo que le quedaba de compostura.

—MARICA QUIÉN, MARICA TU, MARICA YO, MARICA JAJA —y mueve el culo, lo mueve y circe, es demasiado.

—Valor, a la luz —y le sigue James con más dramatismo y drogas en el sistema—, si eres un gay tú, piénsalo…

—¡Piénsalo! —y ahora Peter. Todo mundo ha caído.

—Es tu vida, y si dicen lo que digan… —continúa Sirius y ahora se apoya en James.

—Que digan lo que quieran —Peter está que se desploma al suelo.

Remus parece el único ser no caído, que sólo ríe como parece que nunca más se va a reír en toda su vida, es inevitable, tener amigos así tan únicos en su especie, en todo. Y más en ocasiones así. Le dieron ganas de tener un pensadero y poder colocar esa memoria ahí.

—FIESTA FIESTA, Y PLUMA PLUMA GAY, PLUMA PLUMA PLUMA GAY —lo gritan al unísono, juntos y abrazados, y si fuera por tortura para que o admita, a Remus le dan unas leves ganas de hacerles acompañamiento. Pero eso nunca lo sabrán—. FIESTA FIESTA, PLUMA PLUMA GAY,
PLUMA PLUMA GAY, PLUMA PLUMA PLUMA GAY.

Espera que no se le olvide ese momento. Nunca.

Sería realmente bonito tener siempre momentos así, sin miedo a nada ni nadie. La canción en sí es extraña, pero si la escucha bien, habla de mucho más de lo que se aparenta, se expresa de un modo distinto a gente diferente, dejando de lado eso, él es uno de ellos, alguien distinto e incomprendido. Es extraño meditar sobre algo así cuando estás totalmente drogado.

Cuando despierta están en Hogwarts, en su cama, pero es desconcertante que sienta pesado el cuerpo, o no tan extraño al ver que Sirius está en su cama durmiendo, encima de él y con todas las sábanas para él, con razón sentía frío. El dolor de cabeza llega como un balazo y el dolor en el cuerpo también, al final, parece que no vieron a extranjeras ni nada, pero disfrutaron con el Karaoke y esas canciones pegajosas que alegran el alma. Que se la alegraron a él.

Cuando Sirius despierta, se pregunta el por qué tiene dos listones en el pelo. Otra cosa que destacan es el hecho de que James tenga su ropa interior sucia y en su boca haya pelo rubio, o lo que sea que es. Y Peter… no saben por qué demonios Peter tiene los labios pintados de rojo y los parpados excesivamente coloreados de celeste. Es un total misterio.

Remus sólo tenía un enorme agujero en el pantalón. Uno ENORME.

Pero nadie quiere recordarlo porque sienten que no será agradable.

Mejor así.

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Nota de la Autora: Se lo dije, es raro, y de nuevo, el perdonamé, fue adrede x'D.

Por si les interesa les dejo las canciones ;3

La tipo glee es de el grupo Journey pero me gusta esta versión e.e. La segunda me recordó a cuando la canción misma salió y mi hermano la ponía a todo volumen en el auto xDDD.

http://www.youtube.com/watch?v=9NIvB00oeIc
http://www.youtube.com/watch?v=9WJug9Oa0Io

Ya saben, cualquier comentario es bien recibido :3

 

Lampard: Awwww, me alegra que te haya gustado, aunque personalmente el tercero no me gustó del todo x'D. Bueno, justamente ahora venía a dejar el siguiente. Muchas gracias por comentar x3.


Título: Travesuras
Summary: Sólo Sirius y James pueden tener ideas tan ridículas.
Pareja: Ninguna.
Tipo: One-shot
Cantidad de palabras: 875 + título
Clasificación: T
Advertencias: Sin beta.
Género: Comedia/friendship
Declaimer: Los personajes no son míos y bla bla bla. Hago esto sin fines de lucro.
Nota de la autora: Ok, TENIA que actualizar esto, no podía dejarlo así, y aunque la idea no la desarrollé a como quería, es algo x'D.

Travesura​

​

Sirius es un poco lento para algunas cosas —para muchas—, a veces puede actuar como un verdadero imbécil, pero Remus sabe que es buena persona, le conoce lo suficiente, el problema es que Sirius es un chucho que le gusta que le den atención, es como un bebé, lo dejas y comienza a llorar para que lo veas, pero en vez de eso Sirius empieza hacer puras tonterías.

A Sirius y James siempre le han gustado mucho las cosas muggles, a Sirius le gustan las groserías muggles y a James las películas porque a Lily le gustan, pero verdaderamente, a veces realmente se pasan.

—¿Por qué tantas cajas?

Peter lo pregunta con intriga, con ganas de abrir una y ver qué es lo que hay adentro porque tantas cajas en una sola habitación levantan mucho la curiosidad. James y Sirius se miran y sólo dice que es sorpresa pero que quedará marcado en la historia de las travesuras. Cuando Remus llega pregunta exactamente lo mismo, qué hay en las cajas y ya a esas alturas a Sirius le encantaría decirle, pero se contiene.

—Magia —es lo único que se atreve a decir y levanta la cejas de forma insinuante, tiene esa mirada, la que dice haré algo relativamente malo, pero no lo suficiente para que me expulsen. Esa mirada. Y a Remus le da sólo un poco de miedo, porque nunca presagia nada sano.

—La magia no se puede materializar, es algo propio y no tiene forma —Remus da a entender su punto sobre la magia y dice que sea lo que haya en esas cajas, no es magia.

—¿Me tienes aquí en frente tuyo y dices que la magia no se materializa?

Engreído.

Sólo le queda entornar los ojos, esos comentarios Sirius puede ahorrárselos, no tiene por qué decirlo. Se sienta en la cama y por más que intente concentrarse en su informe no puede, Sirius, James y Peter están en la cama de al lado y murmuran; le miran con una sonrisa, como si supieran que también tiene curiosidad. Bajo ningún término admitiría que sí, la tiene aunque al final termine en desacuerdo con lo que sea que anden pensando.

—¿Necesitas algo? —pregunta Sirius al ver a Remus en frente con la mirada baja. Sonríe, porque sabe que le ha ganado y quiere saber.

La curiosidad mató al gato.

Explican con detalle, con lujo de detalle y por cada cosa Remus pone una expresión más incrédula y cada vez piensa que es más ridículo. ¿A quién se le puede ocurrir algo así?

A ellos.

Sabe que el castigo será colosal al andar insultando la moralidad de los alumnos de la escuela, y de ciertas personas en especial, pero la idea ya la tienen en la cabeza y no podrán detenerles. Que Circe se apiade de lo que les espera de castigo.

—O sea que en la cajas hay…

—Exacto.

—Merlín —Remus se pasa una mano por el pelo, sabía que en ideas ridículas Sirius y James eran los reyes, pero en verdad, en verdad, es impensable—. Eso no es justo.

—Eso díselo a él, además, no estaremos diciendo nada que sea mentira.

—¿Y se puede saber de dónde sacaste esa información tan personal y acertada?

—Fuente secreta.

Qué triste destino le espera.

Y esa tarde, tres quince ¿ para ser exactos, Remus está en la biblioteca, no escondido, sólo estudiando, sólo quiere perderse el gran acontecimiento, tampoco es que sienta vergüenza ajena, es que… necesita estudiar, es todo.

A las tres treinta de la tarde, muchos en el pasillo, otros en clases, otros en biblioteca, no había quién se salvara. Y de la nada comienza todo a caer. No es lluvia, bueno lo es, pero no cae agua, no caen pétalos de rosa como lo hacen en algunas caricaturas, tampoco cae arroz ni nada maloliente.
Muchos se preguntan que son esas cosas de goma, latex lo que sean y blancas, tranparentes y largas, como pequeños globos. Pareciera que la única que da un leve grito —y no de pavor exactamente— es Lily Evans, que aparentemente ya sabe qué es y sólo se pone roja, casi del mismo color que el de su cabello, mira a James, a Sirius y a Peter que está que se mea —incluso parece que ya lo hizo— de la risa, cosa suya tenía que ser.

Nadie entiende por qué globos desinflados caen sobre ellos, todos se preguntan y más qué llevan escrito, mágicamente comienzan a llenarse de aire, todos esos mini globos blancos y transparentes que parecen mini serpientes bien gordas, y pronto una carcajada y luego más, y todo Hogwarts explota en enormes risas.
Remus sigue en la biblioteca, tapándose de esa horrible lluvia de condones muggles, no quiere ver el mensaje, no quiere imaginarse a nadie en especial ni a punto de quedar en ridículo.
Se levanta, y termina mirando la inundación, miles de condones muggles, pero miles, y con un solo mensaje.

Severus Snape la tiene chica.

Remus le replicó a Sirius que no debía hacerlo, pero este seguía con la misma respuesta: nadie puede meterse con él sin enfrentar las consecuencias.

Y lo dijo de nuevo, nadie.

A Sirius y a James les espera un castigo eterno, y a Severus Snape, años de horrible humillación, y todo por una colosal lluvia de condones con un mensaje.

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Nota de la autora: no sé, me imagino la escena y ciertamente me reí sola durante un buen rato x'D. Sí, soy rara ;__;