Los ilusionistas: Nada es lo que parece

Bueno pues espero que les guste este fic, lo tengo pensado desde que vi la segunda parte de esta pelicula.



Capitulo 1: Superando limites

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En medio de un circulo de rayos solares proyectados por Sunfloras hacia el cielo crepuscular aparecieron en medio de aquella montaña entre una mística niebla: Zoroak, Hypno, Gardevoir y Umbreon magistrales y esplendidos ante la multitud de pokemon que los vitoreaba eufóricos su mágica aparición, el resplandor del ataque conjunto de los pokemon planta permanece aún de forma misteriosa en el piso donde ni siquiera fue alcanzado.


— ¡Los cuatro jinetes! — anunció una voz onmiciente que retumbo en cada rincón del pasaje yermo del desierto que se extendía por kilómetros a su alrededor.


— Bienvenidos sean todos una vez más...— indica Zoroak alzando sus patas mientras camina hacia el público.


— Poco a poco hemos ido haciendo que cambien sus expectativas, como el mundo pokemon no es lo que parece…— continua Gardevoir mientras avanza caminando con cierto vaivén como si portara un vestido de noche.


— Acaban de ver un conjunto de poderosos rayos solares proyectados hacia el cielo por nuestra magia en pleno crepúsculo…— agrega Hypno ajustando su sombrero negro a su cabeza.

— Pero lo que hoy les presentamos es algo aún más increíble— dice de nuevo Zoroak, se detiene y el resplandor de un Iluminase se proyecta en un pequeño Bidoof— muchos de nosotros permanecemos etiquetados toda la vida, aprisionados en aquellos papeles que repiten unos a otros sin poder hacer nada al respecto, hasta el día de hoy…


— Pokemon como nuestro amigo Bidoof aquí presente, se les identifica como débiles rivales para otros, cobardes defensores y comunes por su cantidad— indica Hypno volviendo su mirada profunda— hasta el día de hoy gracias a nuestra magia.


— Admiradores, pokemon que han dejado sus aldeas, sus pueblos, sus bahías para vernos, están aquí para comprender que la verdadera fuerza está en el interior. — anuncia Umbreon.


Por un momento todo queda en un enigmático silencio que es interrumpido de pronto por una ronca risa burlona que se escucha a lo lejos.


— Ryperior, larguémonos de aquí, estos son unos charlatanes…— exclamó un Aagron sentado al fondo.

Su compañero igual de grotescamente gigantesco afirmó con la cabeza mientras que el murmullo de inconformidad por los otros pokemon crecía. Zoroark levanto la ceja y caminó hacia ellos. Los dos gigantes seguían burlándose.


— En el momento que un enclenque así me derrote me vestiré de Bellosom— declaró Ryperior.


El pobre Bidoof que se sentía humillado comenzó a retroceder para bajar del escenario hasta que Hypno lo detuvo., indicándole con una señal que esperara.


— Me parece que esto es un desafío de parte de nuestros amigos gigantes ¿no opinas así Zoroark? — declaró Umbreon saliendo por detrás de ellos.


— Me lo parece así Umbreon, entendemos será una batalla desigual, pero queremos que enfrenten a nuestro amigo Bidoof— declaró desafiante el pokemon zorro.


Los dos titanes se levantaron de cierto modo insultados y dieron vuelta para marcharse.


— Entendemos tengan miedo— prorrumpió Gardevoir lo más alto que pudo.


Los dos mastodontes voltearon coléricos y comenzaron a correr hacia el escenarios hechos una furia, ella extendió sus brazos y al hacerlo el público retrocedió por medio fuerza mistica para no sufrir daño, el pequeño Bidoof cuya especie se caracteriza por tener nervios de acero se encontraba a punto de hacerse encima mientras aterrado veía a Hypno retroceder, este sin embargo tenía una sonrisa confiada en su rostro.


— ¡Atacalos Bidoof! — exclama Zoroark.

A pocos metros de llegar a él algo increíble y sin precedentes ocurre, varias esferas de poder comienzan a impactarlos una y otra vez, le sigue un poderoso lanzallamas que surge del pequeño hocico del Bidoof golpeándolos al final con su brazo envuelto en una energía oscura arrastrándolos hasta la esquina donde provenían.

El público entero, el Bidoof que parece estar a punto de desmayarse entre la emoción y el miedo, se quedan atónitos para luego estallar una oleada de aplausos.

—¡Los cuatro jinetes! — anuncia de nuevo la voz y la gente aplaude aún más.


— ¿Lo has visto padre? — pregunta un Slakot peinado ridículamente con el cabello aplastado de lado a la cabeza.


— Fascinante hijo— responde Slaking con sus enormes manazas unidas como analizando. — tenemos que contactarlos, pronto.

 

Les agradezco aceptar tanto mi historia, no, no ira ligada a la película del todo, de hecho estos ilusionistas tienen sus propios orígenes, motivaciones, como objetivos. Bueno aquí llega el segundo capitulo, que lo disfruten.


Capitulo 2: Astuto como un zorro.

Zoroark presionó sus ojos, reclinó la cabeza hacia atrás dejando que colgara y relajó el rostro mientras que permanecía sentado en aquella banca, una Cinccino con un caminar sugerente le llevaba hasta su mesa una bebida en un vaso pequeño de cristal que sin abrir los ojos tomaba entre sus garras y se disponía a tomar plácidamente, era entonces notaba su presencia, una silueta de otro pokémon se dibujaba justo detrás observándolo sin hablar.

— Señor Emboar… llega un poco tarde ¿no le parece? — afirma el pokemon zorro mientras toma de un trago el contenido del pequeño vaso.

El jabalí ígneo detrás de él bufaba expidiendo un vapor de fuego como lo haría una locomotora, el pelaje de Zoroark se muevía pero él ni siquiera abría los ojos permaneciendo tranquilo. El mostodonte se disponía a decir algo pero el ilusionista lo detiene.

— No se moleste, se por qué esta aquí, sus compañeros Graveler y Machamp intentaron disuadirme a mí a mi equipo hace un par de minutos.

Emboar bufó de nuevo y levantó la ceja.

— ¿Dónde están? — preguntó con voz ronca.

Aquel era un club nocturno construido en antiguos edificios hechos por los humanos, Madam Gothorita había puesto algo de decoración y unas cuantas mesas, contrato algunas Cinccino, montó un show con Ludicolo como comediante los martes y logró que Meloetta se presentara los fines de semana y tuvo un sitio bastante popular, todo quien quisiera pasar un buen rato era bienvenido allí, incluyendo por supuesto a los cuatro jinetes.

Con la pregunta del pokemon de fuego Zoroark sonrió burlón y señaló hacia atrás.

— Machamp cumple su sueño oculto de ser la Bellosom que lleva dentro gracias a mi amigo Hypno— el pokemon psíquico inclinaba su sombrero saludando, mientras que aún lado se puede ver una vergonzosa escena de un pokemon musculoso bailando muy coquetamente ula con un mantel en la cintura— y Graveler llevó un destino similar, amigo, necesitas lentes, esa escena de coqueteo con esa “camarera” llenita fuu…no le diré a nadie de lo suyo, descuida.

Un extraño sentimiento de vergüenza y furia surgió en el rostro de Emboar que rugía presionando sus puños, había entonces su hocico dispuesto a lanzar una enorme bocanada del ataque Calcinar, Umbreon ágil como una sombra surgía detrás de la barra de bebidas, antes que este pueda realizar el ataque lo intecepta con Juego sucio, provocando que además de recibir el ataque termine “tragando” el de él, detonando en una explosión.

Se reincorpora y encuentra a Gadevoir próxima a él observándolo.

— Tranquilo grandote, no hay porque alterarse, ¿me ayudarías a elegir una carta? — le pregunta con una voz dulce y persuasiva mientras le muestra una baraja.


Emboar algo aturdido toma la de la señala a de la derecha, es el 4 de tréboles, Gardevoir muere entre sus manos mientras la carta se pierde entre sus manos, la bajara pasándolas cada vez más rápido entre sus manos, le sonríe gentilmente y el atontado también lo hace, se acerca a su oído entonces mientras le toma la mejilla.

— Duerme…— le susurra.

El pokémon ígneo siente un pulso alrededor de su cuerpo mientras las fuerzas le abandonan, la pokémon psíquica a usado a la más corta distancia Voz encantadora frente a él, el cual ya de por si es infalible.

Absol que había observado todo el enfrentamiento desde lejos se acerca vitoreando tranquilamente, los cuatro jinetes le observan con cierto respeto excepto Zoroark que aún le guarda recelo, le cuesta creer que esté de su lado.

— Mis queridos amigos, cuidado con el desastre que causan en el club de Madam Gothorita, seamos buenos invitados declaró el pokémon siniestro mientras miraba a Gardevoir. — señorita Gardevoir ¿me podría explicar por qué todo este escándalo?.

— Señor Absol, me temo que es Slaking de nuevo— respondió Gardevoir.

—¡ Slaking!, ese tipejo mafioso, controla la zona norte para Spiritomb desde hace tiempo…— afirmó una voz detrás de ellos.

Zoroark concentrado en una nueva bebida hace una mueca de sonrisa mientras Alakazam entra por la principal, deja su placa en la mesa y se sienta aun lado de él.

— A estado al menos en tres de sus presentaciones, seguro que quiere contratarlos…— agrega pidiendo que le aproxime el tazón con botana, los otros afirmaron — Por cierto chicos, me sorprendieron, ¿cómo es que hicieron para que ese Bidoof realizara esos ataques?.

— En realidad fue bastante fácil— declaró Hypno que hasta entonces se encontraba algo distraído hablando con un Gliscor. — como lo dijimos en la presentación, es coestión de creer que puede hacerse independientemente del tipo que seas o la especie, eso le convencí al pequeñin.

—Hipnosis, ¿tu hipnosis es capaz de hacer que un pokémon aprenda ataques que generalmente no puede lograr?. Vi un lanzallamas y un tajo umbrío.


— ¿Justo como el mío? — preguntó Zoroark divertido, jugueteaba con una aceituna entre sus dientes.

Alakazam se reclino y sonrió soltando una carcajada.


— Vaya que han mejorado muchachos casi me engañan— indicó meneando la cabeza. —denme los detalles.

— Comenzamos convenciendo a Bidoof que era capaz y luego se volviese un tanto dócil, quedó mejor de lo que creíamos…— dijo Hypno tocando con las puntas de sus dedos su sombrero.

— Mientras dirigimos la atención a los dos tipos gigantescos que terminaron retándolo Gardevoir activo su ataque “Premolición”. Cuando iban hacia él ya se encontraba seguro, Zoroark había tomado su lugar quien grito “atacalos” era solo una ilusión más, todo el público atento al enfrentamiento no se percató de esto en toda la presentación, había pasado tiempo suficiente y el ataque de Gardevoir se activó. El lanzallamas fue de Absol el escenario entre gamas blancas y negras, junto con el caos le permitía fácilmente mimetizarse y pasar desapercibido, al final la garra umbría fue mía, aprovechamos la atención dirigida a los dos mastodontes hechos polvo para que Bidoof volviera a ocupar su lugar, semi-hipnotizado para el pasó al menos una milésima de segundo.


Alakazam los observó divertido y aplaudió por un rato.


— No puedo entender como alguien que terminó un humillado por ustedes aún pide su ayuda, debe ser importante para comerse ese orgullo— indicó Absol pensativo.


— Eso mismo pensaba yo señor, ¿qué piensas que deberíamos hacer Alakazam?.


— Aún más importante Al, señor, ¿Por qué decidiste seguir con la farsa de ser policía? — preguntó Umbreon.


— ¿Farsa?, el que sea su líder no implica que no esté interesado en esta labor, terminó conociendo de primera mano todas esas amenazas e injusticias que ocurre, precisamente ahora, les traigo una nueva tarea, lo intentaremos en un mes.


Los cuatro se aproximaron a la mesa junto con él, mientras rebelaba unos planos.


— No conozco este lugar— indicó Umbreon acercándose más.


— Ahora que lo dices Umbreon, no parece ningún lugar que haya sido hecho por un pokemon— señala Gardevoir.


— Eso es por qué no fue hecho por uno… Alakazam quiere que nuestra próxima presentación sea frente a los humanos y cualquier ser humano— señala Zoroark mientras apunta con la garra al mapa— esta R color rojo, ellos son ladrones pokemon…


En otro lugar:


Graveler, Emboar y Machamp están cabizbajos, Slaking los observa con decepción y desprecio, suspira.


— Mis tres mejores hombres, terminaron así… ¡¿cómo es posible?!


— Padre si me permites…


— No Slakoth, no más, si quieres hacer algo bien, lo haces tú mismo, la próxima visita la haremos tú y yo…


— Está bien padre…— responde el perezoso afirmando con la cabeza.


— Por Arcerus…— declaró sorprendido Slaking al observar con detenimiento a uno de sus secuaces en particular— Graveler ¿Por qué diablos estás vestido de mesera?.


— Esto, yo…señor…Hypno…


— No quiero saberlo, no quiero saberlo…ya vestido así, ¿por qué no nos traes té? — preguntó mientras sentía que algo se le atoraba en la garganta y se veía obligado a toser.


Unos segundos después terminaba escupiendo el cuatro de tréboles.