Los Caminos del Destino

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Rojo FireRed, 1 Agosto 2015.

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    Borealis Spiral

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    Ah mira tú, que el éxito alcanzado ha sido tan grande como para llegar a las secuelas, ¿eh? xD Jajaja, no pues se vale. Y luego esta historia tendrá 3 finales. Hm, me gusta la idea, así que elijo quedarme con el que más me guste aunque no sea canon xD Okno.
    Awww, ¡qué capítulo más lindo y romántico! Creo que dentro de toda la acción y la tensión de las persecuciones y batallas donde se juegan la vida nuestros agentes, ya hubiera algo así de dulzón, ¿eh? Me ha gustado mucho la declaración de Mitch a Melanie; de hecho, esa parte donde él se levanta de la silla de ruedas ignorando el dolor para cantar y bailar con ella ¡me enamoró por completo! *u* Qué hermosa pareja que hacen esos dos y me alegra mucho que al final formalizaran su relación, jajaja.

    Estoy como Amanda, ¡quiero boda, quiero boda! Pero a esperar se ha dicho, después de todo, por allí tienen una acosadora de las peores, y a parte psicópata x.x Ay Marnie y eso que ya te había tenido una pequeña esperanza, pero ya no. Y nada más, lindo capítulo y de nuevo, no te preocupes por la tardanza en actualizar. Sin más que añadir, me despido deseándote lo mejor y te cuidas.

    Hasta otra.
     
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    Rojo FireRed

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    Título:
    Los Caminos del Destino
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    13
     
    Palabras:
    3719
    Perdonarme por el retraso, tenía pensado actualizar el martes, pero por cosa de la vida, se me averió el módem de internet y recién ayer pude comprarlo, pero ya está, el primero de los últimos, xD

    Capítulo Final 1: Villana de Dudosa Maldad.

    La noche estaba en su apogeo en San Francisco, casi la una de la mañana, hacía frío y estaba lloviendo ya, dadas las extrañas condiciones climáticas que ocurrían en estas fechas, era invierno, así que era normal el frío, las lluvias ocasionales y las nevadas próximas.

    En una minivan, Bonnie, Melanie y Mitch se dirigían insospechada e inocentemente a casa de Harrison, donde se quedarían por un tiempo hasta que sanara la pierna del chico y volviera al ruedo de misiones peligrosas y tiroteos de niveles peliculeros.

    Por otra parte, Marnie les seguía a una distancia prudente, para no levantar sospechas, obviamente estaba celosa de Melanie por ser la novia del tuerto, pero empezaba a cuestionar ya sus actos.

    —¿Qué estoy haciendo? —Goodwood, viendo la lluvia acumularse en el parabrisas y los limpiadores hacer su función de limpiar el cristal empezó a reflexionar un poco—

    El clima empeoraba, sonaban los truenos y se veían los relámpagos, al punto de anunciarse en la radio una tormenta eléctrica que duraría unos días, era una bendición, el calor era horrendo y unas lluvias no vendrían para nada mal, pero la tormenta se transformó en tormento en el alma de la inglesa, lo poco que le quedaba de humanidad empezaba a florecer de nuevo, empezaba a sentir alguna pizca de remordimiento frente a sus acciones, llevando a un debate interno muy fogoso, aún le tenía sentimiento al chico, pero empezaba a darse cuenta de que solo así iba a causarle daño y a si misma, como ella no quería ni lo uno ni lo otro, ya se había dado cuenta, lo que era un conflicto de intereses enorme. Por un lado quería hablar con él una última vez, y por el otro, dejarle en paz y desaparecer de la vida del tuerto para siempre, si, así mismo como tal vez suicidarse por la falta de metas en su vida.

    —Tengo que cerrar este ciclo… Ya no lo tolero más…

    Hundió suavemente su pie en el acelerador, tomando un poco de velocidad, aprovechando la generosa aceleración del 944.

    También hizo un cambio en sus preferencias musicales en la radio, poniendo música lenta, de acuerdo a su estado anímico, la inglesa estaba triste por primera vez, resultaba genuinamente raro verla en ese modo, dada su manera de ser psicótica y desesperada, tal vez volvía a sus cabales y era una chica normal de una vez por todas.

    Volviendo con Harrison y las chicas, la única despierta era la señorita Carson, por ser la conductora, Bonnie no gustaba de conducir en días lluviosos y era algo torpe, así que decidió evitar seguir en la autopista para no hacer un desastre y se dedicó a subir las empinadas colinas, donde vivía el tuerto, tras subir a duras penas con la minivan, se detuvieron y aparcaron junto a la acera, la lluvia se detuvo por un rato y Bonnie se bajó del vehículo para abrir la puerta de la casa de Mitch, y entrar para acomodar todo para que la silla de rueda entrara sin lío alguno.

    Marnie, aprovechando el descuido de Bonnie y que Melanie estaba dormida, aparcó justo detrás de la minivan, para luego bajarse y traer consigo al tuerto, que estaba profundamente dormido, y montarlo en su auto de regreso, para luego irse rápidamente, sin dejar rastro incriminatorio de su presencia.

    Tras salir de la casa, Bonnie, agotada, se acercó a la minivan, incluso adormecida se di9 cuenta de la ausencia de Mitch, por lo que despertó a Melanie

    —¡Melanie! —la rubia se apresuró a despertar a McDonnell dada la repentina desaparición

    El brusco despertar no hizo gracia a la castaña de ojos azules, por lo que se despertó algo enojada y refunfuñando, pero cuando la rubia le comentó la repentina desaparición de Harrison, sus ojos se abrieron tan grandes como platos

    —¿¡Que diablos!?

    Obviamente no era de su gusto escuchar aquella noticia, así que se puso a analizar

    —Mitch no pudo haberlo hecho solo… Espera… Pudo caminar en el aeropuerto, pero una superficie inclinada sería demasiado para su rodilla…

    Bonnie asintió muy desconcertada, por lo que no dudaron en recurrir a Lance y Amanda para pedir ayuda ante semejante acontecimiento.

    Por su otra parte, Mitchell tenía el sueño ridículamente pesado, y roncaba en voz baja, eso molestaba un poco a Marnie, pero los ronquidos del chico no eran lo suficientemente fuertes para ser considerados un incordio completo.

    Después de llegar a la mansión donde residía la inglesa en los EUA, Charles, como buen mayordomo, se dedicó a ayudar a Marnie a cargar al dormido tuerto a una de las habitaciones, tal vez la mejor habitación de aquella mansión, justo al lado de la que pertenecía a la azabache de ojos rojos.

    Pasadas unas cuantas horas, aproximadamente a las siete de la mañana, Harrison se despertó a duras penas por la comodidad de la cama

    —Ew… Que cómodo… —el tuerto se levantó con pocas ganas, era bastante cómoda aquella cama— ¿Dónde estoy?

    Dejando de lado la duda y el nerviosismo, Mitchell se levantó y cercioró de que su pistola tuviera balas, retiró el cargador, y se llevó un chasco al ver que estaba vacío, luego revisó la recámara de la misma, nada.

    —Joder… No tengo munición… —como ya no podía tener potencia de fuego, guardó su arma en su correspondiente pistolera y se acercó a la puerta con sumo cuidado—

    Esperó unos segundos, para asegurarse de que no hubiera moros en la costa, luego abrió la puerta en silencio y salió al pasillo usando muletas improvisadas, revisando sus alrededores muy confundido.

    —Espera un momento, este lugar se me hace familiar… —comenzó a recordar— Acaso es… ¿La mansión de Marnie?

    Unos pasos se escucharon a sus espaldas, así como una voz femenina que acompañaba los mismos

    —Debo decirte, que son ciertas tus sospechas… Estás en mi casa, y es mi culpa que estés aquí —la inglesa se acercó a Harrison por su espalda, aunque su tono de voz era distinto, un tono de voz más seco, apagado, no transmitía aquella sensación de locura y obsesión insana normalmente asociado a la azabache, en su lugar, hablaba de manera anormalmente calma y tranquila, algo que dejó a Harrison más sorprendido que asustado por que fuera ella—

    Mitchell se dio la vuelta para luego verla en detalle, el rostro de la chica de ojos rojizos se mostraba entre feliz de verle de nuevo y la amarga sensación de soledad y arrepentimiento, Harrison desconfió al principio pues Goodwood era excelsa manipuladora, pero esta vez, la cosa era real, ella había sufrido un cambio de personalidad, afortunadamente para bien, y ésta empezó a hablar

    —De veras Mitchell, lo siento mucho por todo el daño que le he causado tanto a ti como a Melanie, no pensaba en lo que hacía, me dejaba llevar por una obsesión ridícula de verdad, aunque como bien me conoces, creo en la redención y en las segundas oportunidades, así que en esta, me toca redimirme a mí misma…

    Luego sacó su pistola, una flamante FN Five-Seven nueva, recamaró una bala, y le apuntó al chico en la cabeza

    —Por favor, no mires… —le pidió con una voz muy triste—

    Mitchell, dando la cara a su posible muerte, cerró sus ojos, esperando el momento de su eventual fallecimiento, pero en un relativamente sorpresivo giro, Marnie puso el cañón de su pistola bajo su propia quijada

    —Mitch, ha sido todo un placer haber sido tu novia durante un tiempo, pese a que no fuiste del todo feliz conmigo, por terquedad te traté mal, pero aun así, fuiste muy majo y caballeroso conmigo… No necesitas la armadura para ser un caballero, solo prométeme algo…

    El tuerto abrió su ojo asustado, viendo el giro en la situación, Marnie se volaría la cabeza en cualquier momento, era cierto todo lo que ella decía, trató de manera horrible a nuestro protagonista, pero nunca era demasiado tarde para cambiar de actitud

    —¿Qué necesitas? —Harrison estaba decaído por la situación, su rencor se había disipado, le tenía algo de resentimiento, pero no por eso iba a desearle la muerte—

    —Cuida a Melanie, procura que no cometa los mismos errores que cometí yo —su último deseo, un tanto noble, por todo el lío que ella causó a ambos— Y lo siento por arrastrarlos a todo este problema, preferiría la muerte a una prisión solitaria y oscura

    La azabache, con sus ojos llenos de lágrimas, iba a apretar el gatillo, pero Mitch fue rápido y golpeó la pistola para sacarla de debajo de la quijada de la chica, Marnie terminó disparando, pero gracias a lo que hizo el tuerto, la bala le había dado a un jarrón de porcelana a su lado, destrozándolo, como Goodwood solo había puesto una sola bala en el cargador con el solo propósito de suicidarse, la corredera de su pistola quedó abierta, descargada, luego abrió los ojos sorprendida y nerviosa, luego rompió en llanto

    —¿¡Por qué me salvaste la vida!? —lloraba histéricamente—

    Ante esta escena desgarradora, Mitch se limitó a abrazarla y consolarla

    —Tu misma dijiste, si mas no recuerdo, que creías en la redención y las segundas oportunidades, puedes redimirte, sin necesidad de derramar tu propia sangre —Harrison tomó aire y luego de decirle aquello empezó a acariciarle la cabeza a la chica—

    Un gesto que la inglesa aceptó con gusto, rememorando viejos tiempos, sobarle la cabeza y decirle palabras de aliento y dulces era el método predilecto de Mitchell para calmar a una azabache decaída y triste.

    Eso definitivamente le subió la moral a Marnie, quién ya estaba dispuesta a comenzar su vida de nuevo, así que comenzó a calmarse y con ello menguar el llanto

    —Perdón, pero ya he llevado esto al extremo… Gracias por abrirme los ojos —llena de agradecimiento, la azabache abrazó con más fuerza al tuerto, a la manera de una niña pequeña—

    Mitchell se rió ligeramente separándose de ella, así que la miró un momento

    —Vendrás conmigo y le explicarás a Melanie lo que pasó —con una sonrisa un tanto fastidiosa—

    Regresando con ello a viejas andadas, Marnie le pegó en la cabeza con una almohada

    —¡Baka!

    Eso hizo al tuerto reírse más de la cuenta, dejando a la inglesa con las mejillas infladas, y cumpliendo su cometido, trajo a Marnie a donde estaban Melanie, Bonnie, Lance y Amanda buscándole, lo que hizo que los cuatro se enojaran y le quitaran aquellas muletas al chico, pero quedó de pie apoyándose con el yeso de su pierna

    —¿¡Donde estuviste!? —Melanie empezó a regañarlo, obviamente por la preocupación, se le notaba molesta—

    Mitch, sin alterarse, comenzó a calmarla con un masaje en los hombros, sucumbiendo McDonnell de manera inmediata a un buen masaje.

    —Solo fui a atar cabos sueltos… —sonrió el tuerto calmando a la chica—

    Melanie empezó a calmarse, por el masaje, por lo que rápidamente se durmió, por culpa del chico, lo que provocó la risa en los presentes, pero luego el ambiente se puso tenso, Bonnie, Lance y Amanda estaban obviamente nerviosos por la presencia de Marnie, la hasta ahora villana, quienes la miraban poco complacidos por su visita

    Sintiendo aquellas miradas en su contra, Marnie se escondió detrás del tuerto, con miedo, muy al estilo de una niña pequeña, lo que los dejó genuinamente sorprendidos

    —¿Qué le hiciste? —preguntó Amanda anonadada—

    —Nada en realidad, simplemente sentí que ella había cambiado su manera de ser, y se quiso suicidar… Así que la detuve de eso —Sonrió Mitchell, sacando de un bolsillo de su pantalón un casquillo de 5.7 mm, la que debió haber sido la bala fatal que acabaría con la vida de Goodwood, así como también dejar sobre la mesa la Five-Seven de la misma, haciendo sólido su argumento—

    Luego viendo a Melanie dormir, recordó que ella usaba la que en su momento fue su arma preferida, su Glock 18, se aseguró de descargarla, vaciar el cargador y la recámara, y volvió a poner el cargador en su sitio, para evitar que la castaña reaccionara violentamente al ver bien a Marnie cuando despertara, y así evitar una situación indeseable.

    Suficientemente convencidos, Lance y Amanda aceptaron a Marnie, pero bajo cautela, cosa que ella rápidamente entendió debido a como ella se comportaba

    —Lo siento por haber sido tan sangrona y con mala actitud —dejando de esconderse, y mirando el piso—

    Amanda y Lance aceptaron aquellas disculpas de mala gana, a lo que le preguntaron algo

    —¿A por qué todo este asunto? —preguntaron un tanto curiosos ambos—

    La inglesa se sentó en el sillón y se sirvió una taza de café para luego mirarles con aquellos ojos rojizos, esta vez, de manera seria

    —Quiero que el imperio criminal de mi padre termine de una vez por todas, por su culpa, perdí lo que pudo haber sido un gran futuro para mí… ¡Iba a graduarme en robótica en MIT! Pero el muy cabrón no quiso que siguiera estudiando porque eso drenaba las finanzas familiares, y no era un gran fanático de los robots, así que ese cabeza de caldero decidió dejar de financiar mis estudios… Mitchell… ¿Ves esa mano robótica tuya? Es de mi diseño, si proseguía con mi carrera robótica, ganaría un contrato gordo con la CIA y DARPA para diseñar implantes biónicos, y me pidieron un prototipo funcional, y lo envié dos días antes de mi retiro, incluso tu hermano lo testeó por sí mismo, Bonnie…

    La rubia se limitó a mirar asustada a Marnie, pero la azabache aún no llegaba al grano

    —¿Por qué cometer esas fechorías entonces?

    Con calma, la inglesa bebió otro sorbo de su café y miró a la nada a la hora de responder esa pregunta

    —Mi padre quería que todos creyeran que era la líder de la organización, así que me usó para hacer todos los negocios, los clientes creían que lidiaban con la jefa, pero solo era una marioneta cuyos hilos no se veían, pero se notaban que estaban siendo jalados, muchos se preguntaban si servía a los chinos, a los rusos, incluso a los mismos americanos, pero me vi siendo sirvienta de mi propio padre para sus sucias ambiciones de dinero rápido y fácil, tras bambalinas, eso me resultaba ridículo y horrendo, beneficiarse de la muerte ajena… Es… Horrible

    Durante esta sesión improvisada de preguntas y respuestas, Melanie se despertó, y al ver a Marnie, reaccionó rápidamente, sacando su pistola y apuntándole a la azabache

    —¿¡Que haces aquí!?

    Pero, Goodwood, calmada de una manera antinatural, no se inmutó y sorbió de nuevo su café, se podría decir que alentaba a Melanie a actuar de manera más violenta, pero su temperamento calmado se extendió a McDonnell, que bajó su arma al no considerarla por ahora una amenaza

    —Apuntar un arma a alguien ya de por sí es desconsiderado, sobre todo si está descargada, tranquila, vengo a hablar y dejar asuntos en claro, no a lastimar a nadie

    Un tanto confundida por esto, la castaña hundió su dedo en el gatillo, y se llevó la sorpresa al escuchar el click característico de armas vacías, revisó la recámara de la pistola y luego el cargador, completamente descargada.

    Luego de dejar la Glock en la mesa, McDonnell se limitó a sentarse con Mitch, Amanda y Lance a escuchar la historia de la inglesa, tras ponerse al día con lo que pasaba, obviamente la historia de la doncella en desgracia en la que la inglesa estaba trágicamente involucrada la interesó.

    —Retomando lo que decía, ustedes se preguntarán por que actuaba como loca, tiene algo que ver con mi padre, sí que sí, pero es mayor parte mi culpa, estaba acostumbrada a recibir malos tratos e insultos, y ver a alguien que por fin me trataba como una persona era… Cuanto menos, genial, por fin me sentía querida, y no quería dejarlo ir… Por eso actuaba de manera celosa y lo que ustedes, Mitchell y Melanie, conocen por una yandere, alguien que se muestra cariñosa y amorosa, pero es una vil e insensible asesina, aunque… Conociendo como soy y mis orígenes de chica rica, también una malcriada —soltó una pequeña risa— Así que bueno, pasando a lo siguiente, ¿Por qué tenerle tantos celos a Melanie? Ahí si fue culpa de mi padre, quiso que la secuestrara, pues pensaba que mi rompimiento con Mitch era su culpa, cuando en realidad era la mía por no saber apreciar lo que tenía hasta que lo perdí, al principio no quise, pero sucumbí ante su constante abuso, pasaba la ruptura y estaba con la guardia baja en lo emocional, y al sentir que me trataba como porquería, acepté, más por el resentimiento que por voluntad propia… Después de todo…

    La inglesa se subió una manga de su suéter, revelando una gran cicatriz en su antebrazo izquierdo

    —Hizo explotar una granada, fui algo más rápida para que la onda expansiva no me hiciera daño, pero la metralla hizo de las suyas, me dolió todo un mundo, fue horrible… Y no es la única cicatriz de la metralla que tengo… Hay más en mi espalda y en mi otro brazo

    Los chicos se limitaron a mirarla en silencio y sentirse mal por ella, tenían en frente a una chica que no quiso ser villana por voluntad propia, pero que las circunstancias la llevaron a convertirse en tal, y su historia era auténtica, a prueba de idiotas, no habían dudas de eso.

    —Reitero mi petición, ¿Podrían limpiar mi expediente y dejarme libre si coopero a desarticular la mayor banda de tráfico de armas del mundo?

    El riesgo era grande, y su petición también era arriesgada, pero sería de suma importancia tenerla, pues sabía de primera mano cómo se manejaba el negocio de su padre y el cómo poder derribar su imperio de balas y rifles.

    Sin dudar mucho más, Lance y Amanda aceptaron a Marnie, así como Melanie y Mitchell, quienes cambiaron su manera de pensar al escuchar el verdadero motivo de su actuar.

    Tras una reunión con resultados satisfactorios, los prometidos dejaron el lugar en el auto de Lance, aquel Mustang de 1970 en perfecto estado de conservación, para muchos celos de Harrison, que apenas tenía una moto, pues su auto no era para uso diario.

    Pero la ricachona le daría uno de la colección de su padre, para hacerlo enojar, así que fue con la castaña y el tuerto a la mansión y se dirigieron a su enorme garaje, habían bastantes vehículos llamativos y caros, pero la media mirada del tuerto se posó en una gema entre los autos deportivos, un Nissan GT-R azul oscuro perlado, llantas negro mate y de por sí despedía un aire de auto muy potente, estaba bastante modificado mecánicamente, sabiendo la pasión de Harrison por los importados, salió corriendo al mencionado automóvil, como si se le diera un juguete a un niño

    —¡Éste! —el tuerto, muy contento, abrazó como pudo el capó del auto, apodado Godzilla, por su aspecto feroz e impresionantes prestaciones, un diamante legendario de la industria automotora nipona—

    Melanie y Marnie se rieron al ver la desmedida reacción de Harrison, así que la azabache le trajo las llaves con todo gusto

    —Je, le acabas de dar a mi padre en la moral, es como tú, ama los importados —se rió llevando las manos a su nuca— Vamos a dar una vuelta en esa cosa, corre como el demonio

    Al recibir las llaves, Mitchell se emocionó más y se subió rápidamente, con Marnie yéndose a los asientos traseros y Melanie en el obvio asiento de copiloto, así que tras poner las llaves y arrancar el auto, la euforia en el tuerto subió a niveles inauditos al escuchar el arranque y el sonido del escape, así que de la emoción hundió el pie en el acelerador tras poner una marcha

    —¡Vaya! —la rápida aceleración puso de los nervios de punta a las chicas, mientras que asustaba al tuerto a no pasarse de la raya y moderarse, poniendo fin a su desenfreno—

    Tras calmarse, Harrison moderó lo mucho que hundía su pie en el acelerador, para salir por fin del garaje y poner rumbo a la autopista, aunque el chico no sabía a donde ir, así que miró a ambas féminas, pero no supo tampoco, Marnie tenía pena de contestar y Melanie era muy indecisa, así que un intento de complacer a ambas decidió la carretera a Los Ángeles, que era mayormente costera, la vista matutina del sol apenas sobre las aguas era espectacular, las chicas miraban el paisaje costero, las playas y los pelícanos volando y cuyas sombras se veían en el agua, lo que dejaba mirando más a las chicas, cuyo escenario parecía hermoso, para que luego, Marnie decidiera hacer una de sus preguntas tontas

    —Eh, Mitch… Ahora que estoy aquí con ustedes… ¿No estarás pensando en construir un harem o sí? —Marnie, con una sonrisa y cara maliciosa, soltó de bomba aquella pregunta, dejando en blanco tanto a Melanie como a Mitchell—

    Pero Melanie tomó la delantera antes de que el tuerto pudiera decir algo

    —¡Ni te atrevas!

    Harrison, sonrojado de pies a cabeza, negó las intenciones de la inglesa

    —Nah, no quiero soportar más, ya me basta con soportar tus niñerías y las de Melanie —luego se rió, dejando a McDonnell inflando sus mejillas en enojo—

    Esto provocó que la azabache se riera más de ambos, su pregunta salida de tono había sido en parte, chistosa, sobre todo por las reacciones de ambos, así que terminada la charla, siguieron camino al sur, en Los Ángeles, a pasar vacaciones, menos por Mitch, el tráfico angelino era simplemente, infernal.

    Es curioso como el destino puede cambiar en un breve abrir y cerrar de ojos, así como ver a la que todo el mundo consideraba villana cambiar, y no ser la verdadera antagonista de esta historia, sorpresas, las hay en todos lados, solo es cuestión de saber buscar.

    No se si pueda hacer esto, pero me tomé la molestia de subir una pequeña canción directa de YouTube, que a mi parecer, le sienta bien a este pequeño final en especial, y lo dejo en el siguiente estúpido y sensual spoiler:
     
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    Borealis Spiral

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    ¡Hola! Vaya, así que Marnie al final no resultó ser tan mala psicópata como pensaba, ¿eh? Podría considerarse un cambio brusco teniendo en cuenta lo mucho que hizo sufrir a Melanie y Mitch, pero al decir su historia y cómo es que casi todo lo hacía por órdenes de su padre, pues me ha parecido bien. Digo, desde aquel capítulo en el que ella y Mitch se enfrentaron a una ola de enemigos, la chica me gustó, ¿sabes? No sé, como que le vi potencial para hace otro tipo de cosas y ahora que estará del lado de nuestros protagonistas, pues qué lindo.

    Se acerca el final entonces, ¿eh? Bueno, todo debe acabar. Espero el próximo capítulo con ganas, no me gustaría perderme el desenlace de todo esto. Este capítulo fue más tranquilo, pero algo me dice que el final será movido, ¿o no? Lo veré. Por el momento me despido esperando que estés bien hoy y siempre. Te cuidas.

    Hasta otra.
     
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