Los buenos momentos que pasé contigo (NejixTenTen)

Espero que os guste mi fic, soy nueva así que agradecería que pusieran sus opiniones.

Los buenos momentos que pasé contigo PARTE 1:

—¿Te pasa algo? No te noto muy bien.

El chico se había dado cuenta de que ella estaba rara, había permanecido con la cabeza gacha todo el día, y ni siquiera había dicho nada cuando su extremadamente ruidoso compañero se había puesto a gritar de la alegría de haber aprobado.

—¿Por qué lo dices? —se defendió ella.
　
Solo les faltaban un par de minutos para terminar las clases de ése día unas clases que para ambos se habían hecho eternas.
Se hallaban escribiendo a través de una libreta a la que llamaban msn portátil, ya que siempre conversaban por ella.

—A mi no me engañas... No le has gritado a Lee y ni siquiera has saludado a tus amigas

Escribió, mirando hacia las chicas que se habían sentado en la parte de atrás para hablar de tonterías, como hacían siempre.

—Es solo que... —La chica no acabó de escribir la frase. Miró hacia otro lado, pero no evitó que él se diera cuenta.

—¡TenTen, estás llorando! ¿Qué ha pasado?

El muchacho se levantó de su silla y se acercó al sitio de TenTen, que quedaba a dos mesas de distancia, puso sus manos sobre su precioso pelo y le habló antes de que ella dijera nada.

—¿OOOH pero que es estoo...? —dijo, tocándole la nariz con la punta de su dedo índice, igual que ella hacía cuando eran pequeños.

—¿UUH? —TenTen había dejado de llorar y ahora miraba a su mejor amigo con atención.

—¡¡Te he robado la nariz!!

Sabía que eso funcionaría, siempre conseguía que TenTen olvidara sus problemas haciéndole alguna broma. Sin embargo, se dió cuenta de que ella estaba mal de verdad, puesto que ni siquiera hizo el esfuerzo de sacar una sonrisa.

—...

La joven volvió a girar el rostro para evitar mirar a los ojos a ésa persona tan especial, ésa persona de la cuál había estado por primera vez...

—Neji... —comenzó a hablar pero fue interrumpida por un estrepitoso ruido que la dejó medio sorda.

—Siii, al fiin se han acabado las clases. Vamos TenTen, Neji, el maestro Gai nos invita a comer algo —dijo un muchacho cejudo, iba vestido con una traje verde, un traje que le había regalado su sensei, y llevaba el pelo en forma de campana.

Normalmente TenTen no podía evitar sonreír cada vez que veía a Lee tan entusiasmado, pero en ése momento no había broma que valiera, no podía creerse que estuviera en ésa situación. Se sentía como si hubiese estado sumergida en la paz del océano y alguien la hubiese sacado de golpe, solo para mostrarle una vida repleta de dolor, pero ¿por qué le dolía tanto? Lo hacía por el bien de un ser querido, no podía creer que le costara tanto hacerse a la idea, al fin y al cabo, no había llevado una vida perfecta, ¿no?, Su amor nunca había sido correspondido —o al menos eso creía ella— Y no había estado nunca orgullosa de si misma. ¡No! no le podía costar tanto, era su deber, por muy injusto que fuera. Debía hacerlo. Solo le costaría despedirse de una persona...

—Bueno, que os parece, ¿Vamos a cenar?, ¡Os veo cara de hambre! — gritó Gai con todas sus energías mientras hacía un gesto de aprobación con una mano, y mostraba todos sus dientes, despertando a la joven de su ensoñación.

—Lo siento, pero la verdad es que no tengo hambre —mintió la joven de brillantes ojos marrones —. Mejor os acompaño otro día.

—¡Está bien! —gritaron Gai y Lee al unísono, levantando el pulgar mientras sonreían.

—Te acompañaré a casa —apresuró a decir Neji.

—No hace falta, estoy bien —respondió. Pero su cara decía todo lo contrario.

—No importa, además mi casa está de camino a la tuya, y tenemos que hablar.

TenTen tuvo que ceder, puesto que conocía a Neji tan bien como para saber que no se daría por vencido, pero ella no quería que la acompañara. Cuanto más tiempo pasara cerca de él, más le costaría separarse, eso era algo que sabía muy bien.

continuará...

 

Los buenos momentos que pasé contigo PARTE 2:

Se pasaron la mitad del trayecto en silencio, ninguno de los dos quería empezar la conversación. Pero el silencio cada vez los envolvía más. Solo se escuchaban algunos grillos, como si estubieran burlándose de ellos.
Neji no pudo aguantar más, y trás lanzar una mirada asesina a un pobre grillo que se le cruzó en su camino, procedió a hablar, pensando que si no lo hacía empezaría a pisar a todo insecto que se le pusiera delante.

—Tenten... —dijo, intentando que su voz sonara menos fría, pero no lo logró —. Lo que está pasando es grave, y no lo niegues. Ahora, ¿hay un motivo por el cual no me lo quieras contar...?

—Gomen Ne...Neji...— Se disculpó TenTen, su mirada iba más allá de lo material, sus ojos dieron a entender a Neji que la muchacha se aguantaba las lágrimas —. Yo...yo... lo que pasa es que... —se quedó en silencio. No le salían las palabras.

—¿Si? —apresuró Neji, que no aguantaba más la espera.

—Es muy...

—¡Neji!

Alguien la había interrumpido...

—En el peor momento —pensó Neji. Los dos, como si estubiesen sincronizados, se dieron vuelta a la vez, dándose cuenta de que el la puerta de la mansión Hyuga - a la que habían llegado sin darse cuenta- se encontraba el Hyuga mayor, Hiashi, su tío.
Estaba observándoles desde que habían llegado hace unos instantes, y les dirigía una mirada gélida, mucho más practicada que la de Neji.
Pudieron notar que estaba furioso, ya que apretaba la puerta corrediza con, probablemente, más fuerza de la necesitada, y tenía los nudillos blancos.

—Buenas noches, Hiashi —no le gustaba llamarle "tío", puesto que para ambos implicaba un trato demasiado cercano, un trato que ninguno de los dos quería tener.

—Veo que estás acompañado... bien, despidete y entra en casa, es tarde y mañana tienes que ayudar a Hinata a entrenar, no pienso repetirlo.

—Hai, Hiashi, enseguida entro —indicó el joven, dirigiéndole una mirada seca.

—Buenas noches, joven TenTen —dicho eso, desapareció en la oscuridad de la casa.

Neji no sabía que hacer, en ese momento odiaba más que nunca a su tío, había interrumpido justo cuando TenTen estaba a punto de decirle que era lo que la hacía sentirse tan mal. Pero no quiso seguir preguntándole a TenTen, al fin y al cabo, si ella no se lo había dicho, sería porque no era de importancia, además, no eran de su incumbencia los problemas que tuviera la gente, ¿desde cuándo había cambiado eso? todavía estaba extraño por haberle hecho el juego de la nariz a TenTen.—No, no debo cambiar, tener este carácter "frío" es lo que me ha hecho tan fuerte —se dijo a sí mismo.

—Muy bien, si no me lo quieres contar no te obligaré —dijo, con su voz de siempre.

—No Neji, no es eso...

—Adiós TenTen —la interrumpió el Hyuga, dándole la espalda y adentrándose en la casa.

Ella se lo quedó mirando, apenada, sin saber qué decir. Estaba muy confundida, primero había querido averiguar a toda costa lo que le pasaba, y después se había marchado, sin dejar que diera ninguna explicación.
En el fondo, agradeció al chico por no hacerle las cosas más difíciles, si tenía que abandonar todo, sería mejor cortar los lazos de amistad lo antes posible, así nadie sufriría...¿no?

Apenas entrar en su cuarto, se sintió como un tonto por haber reaccionado así ante TenTen, él sabía que para ella no era fácil, y aún así había actuado como lo hacía siempre.—¡Egoísta!...¡Eres un egoísta!

Se sentó en su cama, y al hacerlo, algo cuadrado cayó al suelo, haciendo un ruido seco. Neji lo recogió, y hasta hacerlo, no se dió cuenta de lo que era.
El msn, aquella libreta de color azul turquesa que siempre llevaba encima TenTen, ahora estaba en sus manos. Se había abierto, y en sus hojas pudo ver una letra que ya había visto antes.—Es de una chica —. Y enseguida un simple detalle lo confirmó. El corazón encima de la "i".—mujeres... que cursis...

Sin embargo, y aunque sabía que estaba mal, lo quiso leer.
Apenas comenzó se dió cuenta de que era la letra de TenTen, junto con la de otra chica, tal vez Sakura, su mejor amiga, sabía que a veces ellas tambien hablaban por aquella libreta, pero cada vez que Neji la cogía, los amenazadores ojos de TenTen le indicaban "No gires la página¬¬". Se dió cuenta de que se había ido por las ramas, y siguió con su cometido, leer la conversación.

—¡Eyy amiga!

—¡Hola!

—¿Qué tal?

—¡GENIAAL! ¿Y tú?

—Bien... ¿A qué biene tanto entusiasmo?

—Verás creo que... me gusta un chico.

—¿¡En serio!? Hay que bonitoooo, y dime, ¿Quién es el afortunado?

—No...no... no se si decirtelo... yo..

—Venga TenTeeeeen, ¡Soy tu mejor amiga!

—Mmm, está bien... el chico que me gusta es ---------

—No puede ser— pensó Neji, dejando caer la libreta al suelo, —asi que todo este tiempo ella ha estado enamorada de... ¿de mí...?

No se lo podía creer, tanto tiempo y no lo había notado.... se preguntó qué era lo que sentía hacia ella, pero no pudo pensar, se había quedado bloqueado, tantos años juntos, tantas misiones, pruebas, entrenamientos...
¡Genial! en una sola noche había descubierto dos cosas sobre sí mismo que no sabía.

—egoísta y despistado...

continuará...

 

Los buenos momentos que pasé contigo PARTE 3:


Neji estuvo gran parte de la noche recodando los buenos momentos que pasó con TenTen, y como se sentía cuando estaba junto a ella. Pero había algo en su interior que no le dejaba preguntarse qué era exactamente lo que sentía hacia ella. Se dió cuenta de que los párpados le pesaban, por lo que decidió apagar las luces y descansar.


Había una luz... sí, una luz un destello que palpitaba en la oscuridad.
Se encontraba en el túnel de su vida, por así decirlo. En las paredes, las escenas más dolorosas de su vida hacían presencia, todas representados por un tono grisáceo. Le empezó a doler la cabeza, aquello no le gustaba nada.
Optó por llegar hacia la luz, que al parecer era el final de aquel túnel. Al acercarse pudo ver que dentro de esa luz había una chica, cabellos y ojos color chocolate, dos chonguitos, piel clara, cuerpo perfecto...
Intentó decir algo, pero de su boca no salió más que un suspiro. La chica, que hasta el momento había estado mirando hacia arriba, dirigió du mirada hacia él.


—No hace falta que digas nada... Neji... —Se dió la vuelta —Adiós...


Neji gritó desesperado su nombre, pero su voz se fundió con un sonido muy agudo que parecía venir de todas partes.


Se despertó jadeando, gotas de sudor le caían de la cara y el cuello. Se levantó de golpe y tomó posición de ataque al darse cuenta de que al lado de la ventana había alguien. Pero se tranquilizó al verle la cara.


—¿¡Qué haces aquí!? —Gritó aún alterado por el extraño sueño que acababa de tener.


—¡Aaaaaah! —la muchacha se sobresaltó — Neji-nisan, me has asustado... siento haberte des-despertado esque he ido a buscar un vaso de agua... y al volver me he dado cuenta de que tenías la ventana abierta... hace mucho frío.


—Bien... ahora, si se puede... me gustaría descansar un poco Hinata-sama


La muchacha no contestó, se dirigió en silencio hacia la puerta, mientras Neji se debatía entre detenerla o no. —Idiota —pensó —¿¡Como puedo estar actuando así!? ¿¡Qúe diablos es lo que me está pasando!?


—¡Espera! —gritó, haciendo que Hinata se sorpendiera.


—¿Eeeh? ¿Qué pasa Neji-nisan? —Dijo con sus perlados ojos como platos.


—Parecerá raro pero yo... necesito saber que opinas de...mm... de... a quién quiere TenTen... —las últimas palabras las dijo tan rápido y bajito que la joven no estaba segura de si había oído bien.


—¿Que qué opino yo sobre a quién quiere TenTen...? —Se puso nerviosa, esperando que Neji le dijera que no era eso lo que había dicho.


—Hai... lo que has oído...


Por un momento Hinata se mareó un poco, en parte porque su primo se estaba comportando de un modo muy extraño al hacerle esa pregunta, y también porque no sabía que contestarle. Era la segunda mejor amiga de TenTen, pero ella nunca le había dicho a quién quería, no porque no confiase en Hinata, simplemente porque cuando hablaban, trataban temas muy lejanos al amor y a la amistad.
Se sintió extraña por un momento, pero por primera vez, tomó completamente el control de su cuerpo, se tranquilizó y pensó en sus próximas palabras.


—Lo que yo pienso es que... la persona que posea el corazón de TenTen, es afortunada, y nunca debería dejarla marchar. TenTen es una kunoichi muy especial, no se anda con tonterías, y... espero que esa persona algún día se de cuenta de lo que tiene entre sus manos, si es que no lo ha hecho todavía.


—Vale... gracias Hinata-sama, solo quería saber... —dijo Neji después de una pausa, pero Hinata ya se había marchado, estaba claro que aquella situación le incomodaba bastante.


Se tumbó de nuevo en su cama —¿Estará espierta? ¿Estará bien? ¿En qué estará pensando? ¿Qué será lo que la atormenta? —No podía dormir, asi que decidió salir a dar una vuelta.


La noche había refrescado bastante, tenía razón su prima, pero no quería volver a su casa solo para buscar un abrigo, porque era uno de los mejores ninjas de...bla, bla, bla...
No supo hacia dónde le dirigían sus pies hasta que se dió cuenta de que caminaba sobre un sendero de piedra, uno que conocía muy bien, el que llevaba a la casa de TenTen. Aceleró el paso.


continuará...