Evangelion [Longfic] Neon Genesis Evangelion: Agnus Hominum

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Yatterwa, 10 Mayo 2018.

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    Yatterwa

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    Escritora
    Título:
    [Longfic] Neon Genesis Evangelion: Agnus Hominum
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    5785
    Sinopsis:

    De nuevo, el ciclo eterno se repite: la guerra entre los ángeles y la humanidad vuelve a sucederse, viejos elegidos se cruzan con nuevos elegidos y la determinación, los deseos y el miedo chocarán en una nueva batalla por el futuro y el destino de la humanidad.

    (La historia puede contener distintos elementos del anime, rebuild, manga y juegos del universo de Evangelion, alterados de manera libre, ángeles de distintos productos del universo así como ángeles de invención propia. Se introducen 2 OC con roles importantes dentro del fic.)

    Capítulo 1: Oblatio autem Bethania

    Ahí descansaba la Unidad Provisional Evangelion 05, ante sus ojos. Había veces que le gustaba sentarse a, simplemente, mirarla. Había nacido y crecido en la base y no solía tener mucho más que hacer. La chica le devolvió la mirada al gigante de hierro, como si lo estuviera sometiendo a un careo: su tasa de sincronización estaba bajando gradualmente desde hacía unas semanas. Anjali no sabía si simplemente ella no era lo suficiente talentosa como para ser un piloto, después de todo. Quizás hubiera otros que podrían hacerlo mejor. Era una posibilidad extraña, porque había crecido con el continuo recordatorio de que tenía aquel deber que pocos podían hacer.

    Intentó distraerse de pensamientos derrotistas. Siempre había tenido claro quién era y no tenía sentido que lo dudase.

    “Eres la guardiana de Betania”.

    Se aferraba a esas palabras como si fueran su lema personal. Si se dejaba arrastrar por el pánico, jamás podría entenderse con la Unidad Provisional ni mejorar la tasa de sincronización de nuevo. Tenía claro su papel, y no lo cambiaría aunque a veces se preguntase cómo sería una vida desvinculada de la base: personalmente, aunque pudiera aparcar por algún tiempo el deber que su padre le legó, sentía que su vida no tendría significado sin ese papel.

    Ese era su lugar.

    Una prisionera voluntaria.

    También era la prisión del ángel Turel.

    La base Betania se situaba en el antiguo Polo Norte y contaba con distintos niveles, pero su función principal era el estudio del primer ángel vivo que NERV había capturado: ahí, lo estudiaban, llevaban estudiándolo muchos años. Lo tenían criogenizado en el nivel más profundo de la base: Cocito. A pesar de sus inquebrantables defensas, ni siquiera cuando apareció hizo acciones ofensivas, así que había sido fácil de capturar y un valioso espécimen que estudiar del que habían sacado mucha información interesante. Anjali a veces observaba al ominoso ser desde las cámaras de seguridad —Cocito estaba a una temperatura que un ser humano no podría resistir— con cierta curiosidad. Una de las ambiciones de los científicos de Betania era que Se buscaba adherir ese tejido tan duro de origen orgánico que lo protegía a las armaduras de, primeramente, la Unidad Provisional EVA 05, y si funcionaba bien al resto de EVA´s. El problema era que conseguir una sola muestra orgánica de aquella coraza del ángel, el cual recordaba a un monolito con forma de rostro femenino, les había llevado años y demasiado dinero, más aún trabajarla y moldearla como parte de la armadura de la Unidad Provisional: un sacrificio demasiado grande de tiempo y dinero. A pesar de conseguir hacer un casco para la Unidad Provisional de esta materia, este comenzó a derretirse como si fuera ácido al contacto de la carne del EVA en un doloroso proceso para el piloto que dejó a Anjali en cama por casi un mes, con visiones y fiebres. Creyeron que probablemente la perderían, pero sobrevivió. Luego, se intentó con un casco externo, pero sin saber exactamente por qué sucedía, la sincronización del piloto caía a niveles inoperativos cuando se equipaba a la Unidad Provisional 05. Todos estos intentos habían dejado a la base Betania sin presupuesto para desarollar más de una Unidad Provisional, la Unidad Provisional EVA 05. Lo máximo que habían conseguido desarrollar era cubrir unos guanteletes con la sustancia, logrando que la pieza adquiriera, no inmunidad total, pero sí una resistencia muy notable que superaba a cualquier EVA operativo.

    El día del ataque de Turel, Anjali tenía una sensación extraña, sabía que algo iba a suceder. Ella vivía en unas instalaciones en Acheron, el nivel superior de la base desde hacía muchos años, así que los trabajadores del lugar se habían convertido en una suerte de familia desde que su padre murió. Debido a que esa sensación no la dejaba dormir y estaba dando vueltas en la cama, bajó hasta el lugar en el que estaba su EVA y se sentó delante de él, con el plug suit ya puesto. Esperaba algo que realmente no sabía definir, pero estaba segura de que no debía moverse de ahí. Cuando se dieron las alarmas comprendió que había vaticinado el ataque de Turel.

    Las alarmas saltaron por toda Betania y Anjali murmuró para sí:

    —Es hora.

    La doctora Peritrova y el comandante Varifnov se personaron de manera inmediata e la sala de control de la base Betania. Ambos vivían en la base perpetuamente. Ella era la jefa científica y él se encargaba de los aspectos de logística y combate, así como del desarrollo de las armas externas de los EVA´s. La doctora escrutó cómo la piloto ya se introducía en el entry plug y arrugó el ceño.

    —Ella... ¿estaba ya allí? ¿Por qué?—se preguntó la doctora, observando a Anjali. Varifnov miró a la doctora con seriedad, confirmando un temor que habían compartido desde hacía un tiempo. Pero en ese momento no tenían tiempo de lidiar con ello.

    “El... el ángel... ¡se está intentando mover! Está transformando su campo AT en calor” advirtió uno de los miembros del personal de la base.

    —Eso no debería ser posible. Un cuerpo criogenizado, ni siquiera un ángel... ¡no debería poder utilizar su campo AT! ¡Bajad aún más la temperatura de Cocito! ¿Por qué la IA no ha detectado el aumento de la temperatura y ha regulado por sí misma la refigeración? Tenían que impedir al ser maniobrar, impedirle cualquier acción. La criogenización había parecido efectiva hasta el momento, ¿por qué repentinamente estaba ocurriendo todo aquello? Habían comprobado que sin un mínimo de temperatura, Turel no podía hacer uso de su campo At ni moverse, así que no podía representar ningún tipo de amenaza. La IA estaba programada para vigilar que Cocito siempre se hallase en la temperatura óptima, y para informar si había picos de calor y de dónde provenían.

    —¿Es que acaso... ha engañado a los escáneres térmicos de la I.A?

    “Los sistemas de refrigeración... ¡no podemos bajar la temperatura de Cocito! ¡La I.A está entorpeciendo el control manual de la refigeración de Cocito y está intentando adueñarse de todos los sistemas informáticos de la base!”


    La doctora Peritrova se quedó mirando atónita ante la noticia de que , pero de inmediato intentó recomponerse: si dejaban que la I.A pudiera disponer del control de todo, estaban perdidos. Gritó que lo intentasen de nuevo y que comprobasen qué ocurría con la I.A.

    Varifnov musitó:

    —O quizás ha sido sabotaje...—la doctora lo miró, sin querer creer la posibilidad del comandante, que caminaba de un lado a otro para calmar sus nervios—Ya nos preocuparemos más tarde de porqué ha pasado esto. Doctora Peritrova, céntrese en mantener a la maldita I.A lejos de interferir en los sistemas del Eje Estigia y prepare a la Unidad Provisional. No sabemos qué hará el ángel pero hay que pararlo—el comandante se comunicó con el piloto, que ya estaba dentro de la Unidad Provisional—¡Piloto! ¿Me oyes? Empezamos ahora mismo.

    —Sí.

    —Insertando el Entry Plug. Sistema directo de hidrotransmisión, conexión preparada—la doctora Peritovra iba comprobando cómo a medida que los nombraba, los pasos para introducir al piloto en la unidad se sucedían sin contrariedades—Entry plug insertado, iniciad las conexiones primarias y llenad el Entry Plug. Conectad la fuente de alimentación principal. Ahora las conexiones secundarias, ¿está la conexión A10 correcta? Bien, todos los contactos preliminares están establecidos y los circuitos bidireccionales abiertos. La tasa de sincronización es 21, 3%...

    Había bajado unos ochos puntos de golpe. Anjali bajó la mirada hacia la palma de su mano y no pudo evitar preguntarse qué le estaba ocurriendo. Si seguía así llegaría un momento en el que la Unidad Provisional dejaría de funcionar, ¿y si ocurría en mitad del combate?
    —Ahora céntrate—le instó el capitán Varifnov. Una voz interrumpió, advirtiendo que el sistema Malebolge se desmoronaría en un aproximado de quince minutos—Irás al Sector E del Eje Estigia. El sistema Malebolge no será contención suficiente: habrá podido pasarlo en unos diez minutos, así que lo esperaremos en la zona.

    —Entendido.

    La Unidad Provisional utilizaba ruedas en sus patas, como una especie de araña, las cuales estaban articuladas en diferentes puntos para lograr inclinaciones y ángulos que con sólo la articulación de la rodilla serían imposibles de lograr. Eran ideales para ir desplazándose por el Eje Estigia, el cual era una zona preparada y equipada para la utilización de la dicha Unidad mediante la implementación de túneles y raíles que incrementaban la velocidad de la Unidad, le permitía giros cerrados y en general, una capacidad de maniobra que los seres tan ingentes como los ángeles no tenían. Era una unidad centrada en el combate rápido y dinámico.

    —Allí montarás y recogerás el Lanzacohetes M-509. Es el arma de mayor calibre de la que disponemos: si se trata de potencia de fuego, no tenemos nada mejor con lo que combatirle—con un simple gesto del capitán, los operarios comenzaron a teclear para dejar operativo el funcionamiento de los raíles—¡Poned en marcha los raíles!

    Anjali, dentro del asiento del Entry plug se echó contra el respaldo, notando cómo los raíles la deslizaban hasta el Sector E. Pilotar era algo que había hecho desde muy pequeña así que estaba acostumbrada al espacio que ofrecían los túneles y raíles, así como los movimientos flexibles de su Unidad Provisional. Habría sido tan relajante como siempre si no fuera porque de fondo podía oír las estructuras cediendo al simple avance de Turel.

    —¿Está intentando salir?—preguntó la piloto. La voz de la doctora Peritovra sonó consternada y dijo algo que nunca creyó que la oiría decir. “No estoy segura”. Aún así, la piloto se centró en agarrar unas compuertas en el Sector E, las cuales eran un armero. Anjali empezó a montar las piezas del lanzacohetes, el cual iba equipado con una serie de correas para colocárselas en la zona del hombro. Se lo cargó al hombro y notó que el pistón derecho de la Unidad Provisional que hacía de rodilla se doblaba y dejaba escapar un poco de vapor como si la Unidad estuviera también amortiguando el peso del arma como podía. Se inclinó hacia el lado derecho por el peso, pero aún así estaba firme e inmóvil, lo suficientemente idóneo como para no preocuparse por desviaciones.

    —Es... muy pesado—se quejó ella.

    —No está pensado para que te pasees con él. De hecho, tienes que colocarte las correas y apoyarte en el suelo con una rodilla mientras usas la otra como soporte también—le explicó Varifnov. No había creído conveniente explicarle el funcionamiento de ese arma en concreto antes, principalmente porque era poco útil para el estilo de combate de la Unidad Provisional 05: el gran lanzacohetes iba apoyado en dos puntos de apoyo: la base que la propia Unidad debía montar y el hombro de la Unidad, que repartía el peso en el codo flexionado y la rodilla flexionada. Así mismo, las correas servían no sólo para alivianar el exagerado retroceso del arma y evitar una dislocación de hombro, sino que además tenían pesos a modo de contrarestar el peso del arma y evitar que la Unidad cayera de costado hacia el lado derecho—Habrá retroceso y dolerá. El núcleo de Turel no está visible pero la doctora Peritovra sospecha que la joya azul de Turel, además de ser el centro desde donde el campo AT se extiende en forma de segunda piel sobre Turel, sirve para proteger su núcleo. Con suerte, eso será suficiente para acabar con él pero con conseguir quebrar el blindaje, estará bien.

    El lugar empezó a temblar. Anjali notó que el bamboleo del temblor la hizo perder un poco el equilibrio: tuvo que apoyar parte de su peso en el lado contrario al que cargaba el lanzacohetes para evitar caer de lado. “Está deambulando por el Sector F del Eje Estigia. Está aproximándose a tu posición, prepárate.” dijo la voz del comandante. ¿Por qué estaba recorriendo el lugar? Pensó que Turel se limitaría a ascender, tratando de escapar de la base. Fuera como fuese, no pasó ni un sólo minuto antes de ver a aquel monolito blanco, el cual se asemejaba vagamente a un rostro femenino, flotando e iluminando su camino con esas rendijas rojas que parecían ojos de color rubí. Y en su frente, la gema. La piloto respiró profundamente: por suerte, a pesar de que las luces de emergencia dejaban el lugar en la semipenumbra, la gema en la frente de Turel brillaba y la convertía en un blanco muy fácil de acertar. Anjali se echó hacia delante, apuntando directamente con la boca del gran lanzacohetes hacia el gran monolito.

    —Adiós, Turel—susurró, tirando de la palanca que funcionaba como gatillo. Saboreó el momento, Saboreó su propia fortaleza de no dejar que ese tamborilleo desviara ni un centímetro su objetivo.

    El cohete avanzó con rapidez, dejando tras de sí una estela de humo y fuego: Anjali emitió un chillido al notar un violento tirón hacia atrás que le hirió el hombro y dejó a la Unidad Provisional tirada en el suelo, arrancada de los raíles. Al mínimo movimiento que hacía con el hombro, Anjali sentía como si estuvieran estirando una fibra carcomida, una cuerda quebrada. La Unidad empezó a quitarse las correas del lanzacohetes para librarse de la pesada carga. Anjali resolló y se permitió abrir los ojos que había cerrado por el dolor.

    El escenario en el exterior la dejó desconsolada: Turel seguía en pie, sin atisbo de que el impacto hubiera siquiera rasguñado ninguna parte de su cuerpo. Avanzaba con más lentitud, pero no había signos de daño alguno.

    —¿Cómo... cómo es posible...?—la Unidad Provisional alzó la cabeza, aún tirada en el suelo y con el lanzacohetes tirado en el suelo a un lado—Sigue... intacto.

    —Mierda. Deshazte del lanzacohetes y prueba con el fuego de repetición.

    Anjali hizo esto con toda la rapidez que pudo, forzando el brazo herido y agarrando del arsenal una versión mejorada de lo que comúnmente se conocía como una metralleta gaitling. Las patas de la Unidad Provisional se adhirieron de nuevo a las vías y con rapidez, Anjali se situó en el techo del túnel, sujetando el arma y abriendo una lluvia de balas sobre Turel, que seguía sin recibir daños.

    —Tienes que retírate—masculló el capitán Varifnov entre dientes. No tenían mayor fuerza de fuego con la que atacar y parecía que el fuego de repetición tampoco funcionaba: el blindaje del ángel parecía perfecto. Así que lo mejor era poner a salvo al personal valioso de la base, así como la piloto.

    —Tengo... tengo que hacer algo—tiró el arma al suelo dirigiendo una mirada fiera al ángel antes de mirar el arsenal otra vez. Agarró una especie de espada larga, la cual era conocida como magorox—Es mi deber hacerlo, no importa qué, si no... si no destruirá la base. Puede que no me guste pero es mi hogar—agarró la espada con la mano torpe: el dolor y la torpeza del hombro derecho le impediría atacar apropiadamente con una espada larga pero aún así no podía quedarse mirando cómo Turel seguía destruyéndolo todo—El ángel está siguiendo a la Unidad Provisional: Llevaré a Turel a Cocito de nuevo. Si lo criogenizais de nuevo, quedará incapaz de usar su campo AT.

    La doctora emitió una mirada seria hacia el comandante, era un buen plan. Pero no lograban conseguir recuperar el control sobre los sistemas de refrigeración de Cocito.

    —Eso implicaría criogenizar a la Unidad Provisional y a ti también. No podemos hacer eso de ninguna manera, el sistema de refrigeración y la IA siguen sin responder a nuestras órdenes, así que controlar manualmente la refrigeración de Cocito es inviable—advirtió la doctora Peritrova a la piloto.

    —¡Arréglenlo, por favor! ¡Lo entretendré hasta que esté arreglado si hace falta! ¡No me importa qué ocurra conmigo y con la Unidad Provisional, quiero salvar la base!—insistió la piloto, empuñando con mayor decisión la magorox.

    —¡Espera, eso no va a funcionar, Anjali! ¡Anjali, debes evacuar de inmediato la base! ¡Nosotros prácticamente estamos muertos y la base Betania está acabada!—la increpó la voz del capitán Varifnov—Tu vida es más importante que la nuestra, ¿¡lo entiendes!?

    —¡Soy la guardiana de Betania! ¡No abandonaré la base a su suerte porque es mi deber custodiarla! ¡Nací aquí y, si este lugar es destruido, moriré con él!—gritó ella, alzando la espada con la mano izquierda mientras las ruedas se adherían a la pared del túnel y hacían una trayectoria recta, como un samurái arremetiendo: la hoja del arma se desvió por la poderosa coraza del ángel. Por la velocidad y la brusquedad de los movimientos los pistones de las patas echaban chorros de vapor al estirarse y contraerse según la Unidad se movía por el túnel. La brusquedad de los movimientos de Anjali provocaron que el cable umbilical se desprendiera y el contador comenzase a correr. “¡Esto no es bueno!” exclamó la doctora Peritrova. Esta vez la espada hizo una trayectoria de giro con impulso a la par que la cintura de la Unidad Provisional también rotaba y Anjali apoyaba el lastimado brazo de la Unidad Provisional en las paredes y el suelo para darle más impulso a sus estocadas, pero sólo había choques que no llegaban a cortar, choques con tanta fuerza que Anjali sentía que la magorox resbalaría de las manos de la Unidad Provisional. Anjali, a su vez, emitió un grito pero se obligó a hacer un movimiento rápido con el brazo derecho para agarrar el cuchillo progresivo, y, tras hacer un derrape a la espalda de enemigo y situarse justo delante de Turel, intentó hundirlo en la gema azul del ángel, probando en su desesperación un ataque simultáneo con la magorox y el cuchillo progresivo. Creyó que, aunque no pudo clavarlo, fue el golpe el que provocó que esta comenzase a parpadear. Por un momento Anjali sintió que el peligro estaba neutralizado por completo, como si ya las defensas de Turel pudieran ser vencidas. Sin embargo, la doctora Peritrova llegó a una conclusión distinta en base a los movimientos de Turel. El ángel no buscaba subir hasta el Acheron, sino llegar junto a la Unidad Provisional desesperadamente. ¿Por qué si no, recorrer todo el Eje Estigia sin aparente rumbo? La mujer oprimió rápidamente las teclas de la consola de mandos para activar los raíles y alejar a la Unidad Provisional de ahí. No tenía ninguna teoría de por qué el ángel quería eso, pero estaba segura de que no sería un resultado bueno ni para ellos ni para la piloto.

    —¿Qué.... qué pasa?—preguntó la piloto, sin comprender porqué el sistema de raíles se había puesto a funcionar y viéndose arrastrada hacia atrás. La luz azul era tan fuerte que incluso alejándose a toda velocidad, seguía pudiendo verla en la lejanía antes de girar por unos de los túneles y perderla de vista—¿Esto es cosa del ángel? ¿¡Qué... qué estáis haciendo!?

    —Si al menos sobrevives, la pérdida no será tan grande. Posiblemente esto es un adiós para siempre, Anjali—fue lo último que escuchó, de boca de Varifnov. Anjali se llevó los puños a las sienes, notando un profundo chirrido propio de psicofonía dentro de su cabeza. Los raíles echaban chispas anaranjadas por la velocidad con la que las ruedas los recorrían. La piloto se llevó la mano izquierda sobre el herido hombro derecho de la Unidad Provisional notándolo hinchado. Debía haberse hecho un desgarro en algún tendón o algo por el estilo, y aunque la baja compenetración sólo le hacía sentir el dolor equivalente, se sentía cansada y muy adolorida. La batería de la Unidad Provisional estaba a treinta segundos de acabarse.

    —¿Podéis oírme? ¿Alguien...?

    En ese momento notó un tirón fuerte en el hombro, como si la zarandeasen o como si hubiera alzado de nuevo la espada por encima de su cabeza para descargar un golpe mortal, pero la espada y el cuchillo que sujetaban la unidad cayeron, como si las hubiera soltado. Abrió mucho los ojos, siendo testigo de cómo, sin ordenarlo o pensarlo la Unidad Provisional se agarró los hombros con las manos y bajó la barbilla hacia sus pectorales.

    Y entonces, sucedió.

    La explosión borró todo rastro de vida dentro de Betenia, incluida la del propio Turel. Gran parte de la Unidad Provisional se fundió dejando ver su monstruoso esqueleto y desintegrando muchas partes de su cuerpo. Y la base estalló y se hundió como un huevo completamente roto: el agua inundó el Eje Estigia con gran rapidez, a la par que la Unidad Provisional caía de costado como un peso muerto. Acheron, la azotea, se hundía y desaparecía entre olas altísimas que parecían estar ávidas de recuperar lo que era suyo.

    La explosión había sido fulminante y mortífera, pero Anjali estaba viva. El dolor fue tan intenso que ni siquiera se podía reincorporar, sentía como si la hubieran golpeado con hierros ardientes por todo el cuerpo. Creyó ver unos brazos abrazándola desde la espalda, mientras su vista se nublaba.

    Cuando recuperó el conocimiento, se percató de que sus rodillas estaban hundidas en aquella mezcla salina y sangrienta que se colaba por las grietas que el entry plug recibió debido a la explosión. El pecho de la hindú subía y bajaba en resuellos desesperados, pensando en que no moriría entre las llamas de la explosión, sino en una tumba marina. Ni siquiera podía intentar mover la Unidad Provisional del fondo del mar.“...lo...lo siento...no he podido cumplir... con mi deber...”

    Los parpados le pesaban demasiado: el ángel se había ido y Betania con él. No había nada, sólo oscuridad bajo el mar.
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    Shinji saludó a Rei con la mano mientras ella pasaba su tarjeta por el lector para acceder a la base de NERV. Ella le respondió con un muy leve asentimiento de cabeza y se adelantó en el camino.

    Aquel día se someterían a un test de sincronización: Shinji sentía como si lo arrastraran a algo que no le importaba demasiado. Pero todos parecían felices si pilotaba y quizás podría acercarse a Rei y a su padre, aunque hasta el momento eran poco más que intentos infructuosos: aún así su nueva vida con Misato... no estaba mal. Y Kaji le había dado consejos que nadie le había dado. Así que en cierto modo, y por difusa y vacilante que fuera, tenía una razón.

    Asuka ya estaba ahí, en el ascensor junto a Misato. Les increpó a ambos por tardar tanto, a pesar de llegar puntuales: estaba de mal humor desde que poco a poco la sincronización con sus EVAs se igualaban entre sí y veía todo aquello como una carrera que tenía que ganar. Quizás lo que más rabia le daba a Asuka era que a Shinji ni siquiera parecía importarle su logro.

    Se montaron en gran ascensor que les llevaría a través de los túneles, penetrando en las profundidades del Geofront. Pero antes de subir pudieron ver que, en uno de los ascensores, transportaban lo que parecía una médula espinal gigante y parte de un cráneo.

    —¿Son los restos de un EVA? No sabía que hubiera más además de la unidad 00, la 01 y la 02—preguntó Asuka con curiosidad.

    Shinji se quedó helado: ¿era... así como podía acabar... su EVA? ¿Y... así era como podía acabar un piloto?

    —¿De verdad se trataba de un EVA?—preguntó Shinji con nerviosismo.

    —La Unidad Provisional 05. Intentó enfrentarse a un ángel que apareció en el Polo Norte y aunque el piloto lo neutralizó... tuvo que hacer el mayor de los sacrificios—respondió Misato, ya dentro del ascensor.

    Todos entendieron qué había sacrificado. Asuka se cruzó de brazos.

    —Hmpf, ese intento feo de EVA se ha quedado hecho pedacitos. ¡Je, eso les pasa por confiar en aficionados para pilotarlos!—comentó la peliroja.

    Rei miró unos segundos a la pelirroja pero no dijo nada. Shinji arqueó las cejas ante el comentario aunque no se atrevió a decir esto de manera demasiado insistente, se atevió a preguntarle:

    —¿No crees que eso es un poco...?

    —¡No estoy diciendo nada malo!

    —...pero... ese piloto era un chico como nosotros. Y ahora...

    —Está muerto—completó Asuka, llevándose las manos a las cadera y esbozando un gesto de fastidio—Como te dije, siendo pilotos de EVA, no podemos actuar como aficionados, ¡o podríamos acabar así!

    Misato hizo un gesto de contrariedad, pero no podía negarlo. O más bien, no quiso. Era una realidad que Shinji debía aceptar y de la que no debía huir: la posibilidad de morir. Si se iba a acobardar cada vez que tuviera una prueba palpable de que podía morir era mejor estar como al principio, sin piloto para el EVA 01. El chico desvió la mirada, preocupado por la idea de terminar así: a decir verdad, Shinji no se preguntaba las implicaciones de ello, sólo se decía que no quería que lo destrozasen así, que le hicieran eso a su EVA ni a su cuerpo. Asuka esbozó una sonrisa de suficiencia y completa confianza.

    —Bueno, podrías acabar así. O la niña modelo. En lo que a mi respecta, ¡no pienso perder contra un ángel!

    —...aún así, me pregunto cómo era el piloto. Me hubiera gustado conocerlo—musitó Shinji—Quizás era alguien agradable.

    Y quizás podría haber sido su amigo también. Al fin y al cabo, los pilotos podían comprenderse y confortarse mejor que nadie por estar en una misma situación. O eso creía Shinji, pero tenía claro de que no tenía por qué ser necesariamente cierto. Asuka no era alguien a quien pudiera hablarle sin esperar que le acabase llamando débil o estúpido. Y aunque Rei y él se llevaban bien... era como si en su mente la idea de dudar ante una orden, fuera inoperable.

    Misato sintió cierta lástima. No por Shinji y la soledad que reflejó su cara. Si no por pensar que la vida de aquel piloto sería una simple víctima y sacrificio más anónimo en aquella lucha. Supuso que se merecía que alguien contase su historia. Así que dijo, mientras sacaba un papel de la carpeta que llevaba:

    —Era una chica hindú, aunque recibió entrenamiento desde muy joven en Europa, como Asuka. Pero por desgracia nunca llegó a sincronizar del todo bien con la Unidad Provisional. Es por eso que es importante que os esforcéis en tener una buena sincronización con vuestro EVA—señaló la foto del informe y se lo entregó a Shinji.

    Asuka se apresuró con cierta curiosidad a mirar la cara de la piloto muerto, empujada por cierto sentido del morbo y preguntándose si sería una piloto hermosa como ella.

    —No parecía mala persona—comentó Shinji. La piloto lucía una sonrisa, aunque algo tímida, pero sin duda cálida y sus ojos verdes eran llamativos y resaltaban sobre su tez morena. “Sin duda era guapa”, se dijo Asuka.

    —Je, ¡puede que entrenase como yo y fuera muy mona, pero hay que tener cierto talento natural para pilotar un EVA! ¡Ahí está la diferencia!—exclamó Asuka, quitándole a Shinji el informe de las manos y devolviéndoselo a Misato. De algún modo Asuka estaba de tan mal humor que podía llegar a sentirse celosa de que el idiota de Shinji se quedase embobado y no se diera cuenta de que, al contrario que esa piloto y que Rei, ella era fuerte—¡Es por eso que soy la esperanza de NERV!

    El gran ascensor siguió bajando.

    —¿...por qué el ángel estaba allí?—preguntó finalmente Rei. Eso hizo a Misato esbozar una expresión de sorpresa por el hecho de que Rei mostrase curiosidad... sin duda, sus interacciones con Shinji y los demás de algún modo la estaban cambiando. Se había vuelto más curiosa y suspicaz, y no podía adivinarse si tras aquellos ojos rojos inexpresivos Rei comenzaba a formarse algo muy humano: una opinión.

    —Es un misterio, ya sabéis lo impredecibles que son los ángeles—Misato trató de esquivar la verdadera respuesta. Hablarles de la naturaleza de los EVAS y de cómo se habían creado sólo les provocaría una distracción mental—Estamos tratando de averiguarlo, no os preocupéis por eso. Ahora, lo importante es que os concentréis en la prueba de sincronización y deis lo mejor de vosotros.

    Mientras tanto, en otro área del Geo Front, las piezas ya trasladadas colgaban en un espacio gigantesco como jirones de un gran y extraño ser. Habían trasladado de momento a lo que había llegado de la Unidad Provisional al centro de soporte de las unidades EVA. Tanto Maya como Ritsuko veían los restos desde una sala con un amplio cristal. A la Unidad Provisional, o los trozos que allí había, se adherían unos tubos por el que corría una sustancia espesa que tenía, como fin, ayudar a las habilidades regenerativas de la Unidad Provisional.

    —Parece que se hallaba en una fase experimental: eso explica que los niveles de regereneración de la Unidad Provisional Evangelion 05 sean tan pobres—le dijo Maya a Ritsuko.

    —Es, cuanto menos, interesante. Supongo que en Betania tenían su propia agenda en cuanto a las prestaciones que terminaría ofreciendo la Unidad 05—había conseguido ver que lo que quedaba de armadura estaba bañada en, lo que parecía a primera vista, una especie de aleación de algún tipo de mineral desconocido. Sin embargo, Ritsuko no estaba segura de que se tratase de un mineral sino de una mezcla de células muertas y algo parecido a carbonato de calcio, un híbrido entre las uñas de un humano y las conchas de los moluscos. Sospechaba de dónde habían sacado algo así—¿Habéis detectado contaminación?

    —No, señora. Las zonas vitales de la Unidad Provisional Evangelion 05 han sobrevivido.

    Ritsuko se quedó pensando unos instantes, colocándose las manos finas en la barbilla. Con el núcleo y la médula espinal intactas, reconstruir la Unidad Provisional Evangelion 05 y convertirla en el Evangelion 05 no sería tan difícil.

    —Doctora Akagi, pronto los pilotos estarán aquí para proceder con los test de sincronización...—la avisó Maya, interrumpiendo a Akagi de sus divagaciones. La doctora se llevó una mano a la frente, en señal de clara protesta por la ingente cantidad de trabajo.

    En ese momento, Gendo Ikari y Fuyutsuki entraron en el centro de soporte de las unidades EVA. Ritsuko le pidió a Maya que se retirase.

    —Así que esto es lo que nos queda de Betania tras la explosión-musitó Fuyutsuki-Pero al menos, el ángel Turel también ha sido vencido.

    Gendo Ikari no había cambiado su expresión al oír lo ocurrido en la base Betania. Eran noticias insustanciales para su plan personal. Aún así había mandado rescatar lo que se pudiera, con la esperanza de contar con otro EVA y adherirlo a su lista de peones sacrificables.

    —A pesar de lo mal que se ve, podemos reconstruirlo—le informó Ritusko a Gendo con una sonrisa muy tenue. Dentro de sí estaba extasiada por la idea de darle a Gendo otra criatura “viva”. Sentía expectación por darle a Gendo un EVA y Ritsuko ponía cuidado especial en superarse cada vez más—Además, parece que en la base Betania hicieron un muy interesante avance para proveer a la Unidad Provisional Evangelion 05 de un sistema de blindaje francamente superior al de cualquiera de nuestros EVAs.

    —Pero no han encontrado al piloto. De hecho es posible que el piloto de la Unidad Provisional Evangelion 05 esté muerto-apuntó Fuyutsuki.

    —El piloto... no es realmente un gran problema. Podríamos usar este EVA para probar el Dummy Plug cuando esté listo. Doctora Akagi, ¿cómo van los preparativos del Dummy Plug?—preguntó Gendo. La científica hizo una mirada vacilante, como avergonzada de no tener lo que Gendo le pedía.

    —Tenemos que hacer unos ajustes aún, sigue... sigue siendo demasiado inestable. Llevará algo más de tiempo.

    —Continuad con eso y dejad lista la Unidad Evangelion 05. Buscaremos un nuevo piloto hasta que el Dummy Plug esté listo—ordenó Gendo antes de irse.
    _____________________________________________________________

    En Betania, por otra parte, se continuaba intentando recuperar todo lo que se podía de la Unidad Provisional 05, aunque eran principalmente trozos de armadura y partes insustanciales de nula utilidad. Kaji fumaba un cigarro con gesto meditabundo, observando el amplio mar rojo. Sabía que hacía mucho, los mares habían sido azules, lo cual sonaba a ciencia ficción a pesar de haber visto con sus propios ojos mares azules artificiales. NERV no tardó en saber que algo ocurría en la base Betania, ya que estos habían intentado comunicarse y mandar un S.O.S. Gendo Ikari mandó personalmente a él y a todo un equipo con la excusa de recuperar algo de la Unidad Provisional Evangelion 05. Pero Kaji estaba allí por obvias razones y sabía que lo importante era la reunión con ese contacto y, sobre todo, el maletín que consiguió rescatar de la explosión mediante una huida estratégica en el momento adecuado. A Kaji le sorprendió gratamente que había otro superviviente más: el piloto. El entry plug había sido encontrado varias horas después de encontrar y enviar a Japón los restos de la Unidad Provisional 05. Poco a poco se había llenado de agua por las pequeñas grietas que se habían formado en la cápsula. Kaji se dijo que había tenido que ser una explosión de gran fuerza para conseguir agrietar un entry plug. Si hubieran tardado varios días más, probablemente la piloto se habría ahogado. Pero sospechaba que Gendo Ikari sabía que podía recoger algo más que los trozos de la Unidad Provisional 05 si se daba prisa.

    La piloto estaba más cerca de la muerte que de la vida, así que se la llevaron urgentemente para estabilizarla y trasladarla a alguna instalación médica de NERV de manera provisional. Cuando pasaron un par de horas, Kaji se personó en una instalación médica cercana para saber el estado de la chica y, sobre todo, para saber si podían llevársela a NERV.

    La habitación era completamente sobria e impersonal. La soledad del superviviente. Nadie más había podido visitarla porque el resto estaban muertos. Debía admitir que sentía pena por la carga de todos esos niños. Simples herramientas de planes que no entendían.

    El doctor le informó de que estaba viva, pero que estaba en coma: no había garantías de que despertase. Kaji dijo al doctor:

    —Prepárenla para el viaje hasta Tokyo.
     
    Última edición: 6 Junio 2018
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