[Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por xxxMidori Sama, 25 Enero 2011.

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    xxxMidori Sama

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    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
    Total de capítulos:
    19
     
    Palabras:
    680
    Título: Cuando me encuentres, procura hacer silencio. Prefacio.
    Foro: Fanfic de Naruto
    Fandom: Naruto
    Resumen: La historia se trata sobre dos chicas (OFC) que se encuentran con Deidara e Itachi, además de los otros personajes de la serie. Para más info, este fic es un UA. Parejas: Deikira, Itatsu. También aparecen personajes de Blood+ y Katekyo Hitman Reborn.
    Tipo: Long-fic
    Clasificación: K+ y T
    No. de palabras: 556
    Prefacio
    La noche estaba llegando, y con ella traía una tormenta que no era para nada bueno lo que traía, lo único que alumbraba el camino eran los relámpagos que avisaban que en cualquier momento comenzaría a llover. El cielo nocturno ya no era normal como antes, en lugar de tener el color azul oscuro como siempre, en este momento era rojo y tenía destellos morados; algo extraño se avecinaba sobre las cabezas de las personas de aquel pueblo que estaba en las lejanías del bosque más frondoso del país.
    Cuando la tormenta llego, todos fueron a refugiarse en sus hogares, menos un hombre que caminaba a través de las profundidades del pueblo, estaba mirando como desquiciado hacia todos lados buscando ayuda, pues su esposa estaba a punto de dar a luz. No había nadie en las calles, todos ya se habían ido, estaba solo. Llego como pudo a su hogar, allí estaba la madre de Mitsuko, doña Akita, ayudándola durante el trabajo de parto; Kaname se arrodilló al lado de su esposa y tomó su mano.
    -Lo siento, nadie quería ayudarme, no pude conseguir un médico o a alguien con más experiencia que yo-le dijo a su esposa.
    -Tranquilo, ellas van a estar bien, tú vas a poder Kaname-dijo Mitsuko con apenas un hilo de voz. En ese instante se prepararon para recibir a sus hijas; un rayo atravesó el cielo en el momento en el que su primera hija nacía, poco tiempo después nació la segunda de sus hijas. Kaname se emocionó al recibir a sus hijas, Ritsu y Akira, así decidieron nombrarlas, a sus primeras hijas.
    Cuando su padre las colocó en su cuna, pudo observar en la espalda de una de ellas, una marca extraña. Se asustó y para verificar si hubiera una posibilidad de que las dos tuvieran esa marca levantó a la segunda niña, como él había imaginado, también tenía una marca igual a la de su hermana; se estremeció y Mitsuko se fue al lado de Kaname, un escalofrío recorrió su espalda, hasta que Akita se acerco, tomó a una de las niñas y sonrió. La niña también le sonrió, al parecer Akira sabía que ella era su abuela.
    -Tranquilos, ellas no tienen nada malo en su interior, esta marca es una bendición, ellas serán bellas, fuertes, y habrá dos personas además de nosotros que las querrán y las protegerán ante todo, y todos. Ritsu y Akira, buena vida las esperan, donde no las acepten, las van a aceptar en muchos otros lugares.-Dejó a su nieta junto a su hermana y susurró al aire <<Nunca van a estar solas, desde este día, dos ángeles disfrazados de vampiros caminaran a su lado mis pequeñas flores de Loto, su vida está en buenas manos>>.
    Todos fueron a dormir, pero Akita se quedó por unos minutos, miró hacia la ventana, y cuando volvió a mirar hacia la cuna vio dos figuras de niños al lado de la misma. Akita sabía quiénes eran.
    -Pequeños Deidara e Itachi, ellas serán las niñas que cuidaran, está en sus manos su vida, sé que ustedes, sus vampiros custodios, harán que cumplan con su destino, con su marca, que su vida sea… eterna. En 16 años se reencontraran, de eso puedo estar segura.
     
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    xxxMidori Sama

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    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
    Total de capítulos:
    19
     
    Palabras:
    1779
    Capitulo 1
    Era el primer día de clases en nuestro nuevo colegio, mi hermana y yo estábamos emocionadas y nerviosas por nuestro nuevo día en un colegio totalmente nuevo. Teníamos 16 años y a pesar de ser mellizas muy pocas cosas nos hacían parecerlo, ya que; Ritsu tiene ojos verdes, como los de mi madre y cabello castaño como mi padre, y yo tengo ojos amarillos como mi padre y cabello negro como mi madre, nuestra similitud es que tenemos el mismo tono de piel, somos de tez muy blanca, y muy tersa y suave. Siempre nos consideramos bonitas, pero sabíamos que las demás podían ser igualmente o más hermosas que nosotras; bueno en realidad era yo la que lo pensaba, mi hermana era la que siempre pensaba en que éramos las únicas y las más hermosas de todas. Ella siempre era la rebelde de las dos, al uniforme siempre lo llevaba mal puesto, la camisa fuera de la falda y sus guantes nunca tenían dedos; en cambio yo siempre estaba con el uniforme casi completo, excepto que a mí también me encantaba usar la camisa por fuera de la pollera. Me quedé pensando en los días de nuestra infancia en nuestro pequeño pueblo, nuestros padres nos dejaron vivir solas en la ciudad para que podamos tener una mejor educación y que cuando podamos vayamos a visitarlos; el timbre de entrada sonó y Ritsu me tomó de la muñeca como siempre hacía, y grito.

    -¡Vamos Akira! ¡Vamos a entrar tarde! ¡Quiero ver a nuestros guapos compañeros!

    Entramos a la clase de Kakashi-sensei, nos sentamos en el primer asiento que encontramos vacío y nos preparamos para la clase. Veía tantas caras nuevas que me mareaba de sólo pensar en que debía presentarme ante aquella clase de por lo menos 45 estudiantes.

    -Bueno muchachos y muchachas, hoy empezaremos las clases presentando a las nuevas alumnas, por favor niñas, pónganse de pie y preséntense-Dijo con una sonrisa, no sé muy bien, pero este profesor era guapo, a pesar de que toda su cara no se veía, solo su ojo derecho y su cabello, pero sabía que era buena persona, desde pequeñas, Ritsu y yo tenemos el don de ver las auras de las personas para descubrir cómo eran interiormente. Además cada una tenía una especialidad distinta, yo tenía premoniciones, o sea visiones no muy concretas; Ritsu, tenía muchísima más fuerza que cualquier chica –y/ o chico- pudiese tener.

    -Vale, yo primero-como siempre, Ritsu era la primera, desde siempre las cosas habían sido así.-Mi nombre es Ritsu Kensuke, tengo 16 años, soy muy extrovertida, divertida y me encanta conocer gente nueva. Por ahora eso es todo, con el tiempo me conocerán-Bingo, era el momento en el que debía presentarme.

    -Bien, mi nombre es Akira Kensuke, por lo tanto ella es mi hermana, tengo 16 años, a pesar de parecer tímida y demasiado callada tan sólo es el exterior, cuando me acostumbro a las cosas soy divertida y amigable. Al igual que dijo Ritsu, por ahora eso es todo, luego me conocerán más-antes de sentarme miré fijamente al último asiento de la última fila, dos jóvenes nos estaban observando y hablaban por lo bajo entre ellos. Mi interior se estremeció y me senté rápido para no seguir llamando la atención.

    La clase continuó como si nosotras fuéramos parte de ella desde hacía tiempo, de vez en cuando me daba la vuelta a mirar a esos muchachos, siempre el más joven de los dos me observaba, el era de tez blanca, cabello largo rubio y ojos celestes, a pesar de mi vista bastante desarrollada lo confundí con una mujer apenas lo vi por el largo de su cabello. Era muy bello, pero aún así no podía ver su aura, no podía descubrirlo, y eso me asustaba nunca me pasaba, siempre lograba hacerlo. Cuando tocó el timbre de salida al recreo los dos muchachos del fondo del salón nos miraron, y el muchacho rubio me sonrió, un escalofrío recorrió mi espalda, ese temor no podía reconocerlo. Tomé a Ritsu del brazo y la llevé fuera del salón, ella se retorcía porque nunca le gustaba que la agarrara así.

    -Lo siento, pero debo decirte algo, en el salón hay dos muchachos que nos estaban observando de una manera muy extraña.

    -Y pues claro-comenzó a decir-nosotras somos tan bellas que han quedado impactados, y no podían quitar su mirada de nosotras.

    -Hermana, me da miedo, no puedo descubrir sus auras, y eso nunca me ha pasado-eso me preocupaba aún más.

    -¿En serio? Pues será porque es todo nuevo, luego podrás-dijo sonriendo. <<Eso espero>> pensé. En ese momento un muchacho rubio se paró a nuestro lado, yo lo miré y pude saber que él sí era bueno, y que era amistoso. Ritsu lo miró de reojo y también sabía que estaba en lo correcto, él era bueno.

    -Hola-dijo sonriente tendiéndonos la mano-Mi nombre es Naruto, me parecieron que son unas chicas geniales, quisieran estar junto a nosotros, así cada vez seremos un grupo más y más grande.
    -Claro, no tenemos problema alguno-dijo Ritsu y yo asentí.

    -Vale, los voy a presentar con los demás-Naruto me tomó de la muñeca y me llevó casi corriendo hasta donde estaban sus amigos. Nos detuvimos y miramos a cada uno de ellos, eran todos buenos, su aura era clara y harmónica. Naruto se puso a señalar a cada uno de sus compañeros-Primero las damas, ellas son: Sakura, Hinata, Ino, Tenten, y Temari-Las saludamos y él siguió-Bueno ahora los chicos, ellos son: Sasuke, Lee, Gaara, Kankuro, Sai y Shikamaru. Muchachos ellas son Ritsu y Akira.

    Los saludamos a todos, y nos sentimos con mucha confianza allí a pesar de no haber estado tanto tiempo a su lado, el timbre volvió a tocar y nos encaminamos en grupo hacia la próxima clase, cuando miré donde estaba Kakashi-sensei lo vi junto a los directores, entre los tres que podía ver a una mujer, Kakashi nos pidió que nos acercáramos. Pensábamos que nos iban a regañar por no haber cumplido con su uniforme al llevarlo fuera de la pollera, o vaya a saber porque nos estaban llamando. Nos acercamos temerosas y podía ver que nuestros directores nos sonreían.

    -Chicas, ellos son los directores, Jiraya, Tsunade y Orochimaru-Nos dijo apenas nos acercamos, yo observé a los directores y me tranquilicé al ver que sus auras eran claras, la de Orochimaru no tanto, pero tampoco era negra.

    -Buenos días-saludamos cordialmente para demostrar respeto, como siempre hacíamos, bueno a Ritsu la obligué siempre a que lo hiciera, porque nunca le gusto saludar así, pero de tanto obligarla se acostumbró.

    -Alumnas, es un gusto tenerlas aquí, las hijas de Kaname Kensuke, un respetado biólogo marino, esperamos que sea de su agrado nuestra institución.-Tsunade era una mujer tan bella, con su cabello largo, rubio, y de ojos marrones, siempre sonreía y se acomodaba el cabello antes de hablar. Los otros dos directores hablaban con Kakashi; luego de un rato Naruto vino hacia nosotras, y miró a Tsunade.

    -Lo siento directora, pero ya debemos entrar, ¿le molestaría devolverme a mis amigas?

    -Oh, Uzumaki, siempre el mismo, claro, llévelas, así no se perderán su clase.-Ella realmente era bella, y su aura irradiaba alegría.

    -Gracias, y claro, las acompañaré todo el día. Chicas vayan a sacar sus libros de las taquillas así podemos ir a la clase, yo mientras tanto le diré a Kakashi que las espere.-Le agradecimos, en verdad era muy amable con dos extrañas, eso me agradaba, sabía que tanto yo como mi hermana lo aceptábamos como un amigo.

    Fuimos hacia las taquillas y sacamos los libros que nos habían pedido cuando habíamos ido a inscribirnos, eran bastante pesados, ¿pero qué se pude hacer con el colegio? Tan sólo respetar lo que dicen, aunque a Ritsu no le gustase. Cuando cerré mi taquilla me estremecí al ver a Sai apoyado sobre la taquilla de al lado. <<¿Vamos al salón?>> pregunté con una sonrisa, tratando de ser amable, aunque el comentario que hizo no fue para nada agradable.

    -A ti y a tu hermana me gustaría llevarlas a otra parte, más privada, ¿no sé si me entiendes?-dijo guiñándonos el ojo. Yo me quedé atónita, y mi hermana, como era de costumbre se enfureció.
    -¡Tú eres la persona más desagradable que he conocido en mi vida!-gritó Ritsu.

    -Vaya, si que eres bellísima cuando te enojas.-esas últimas palabras de Sai desembocarían en la peor furia que Ritsu podría tener. Ella adoraba que los chicos la miraran, pero lo que sí odiaba eran los chicos acosadores, tanto como yo los odiaba y más. Ritsu se enojó muchísimo y le dio un puñetazo en el estómago que lo hizo llorar del dolor, y no podía respirar bien; yo a todo esto me había separado mucho de ellos para que no pensaran que las dos lo habíamos golpeado.

    -¡¡¡Ritsu!!! Te iba a regañar tan sólo por no usar correctamente el uniforme-grito Jiraya, por suerte a mí se me había ocurrido meterme la camisa dentro de la pollera antes de hablar con los directores-¡Pero con esto! Lo menos que debo hacer es castigarte, estarás bajo la tutela de Itachi Uchiha cumpliendo con tu detención durante el horario de salida hasta las 5 p.m. por lo tanto, tres horas de detención. Por hoy, tu castigo durará por un mes completo, y yo creía que eran buenas chicas.

    -¿Y quién es ese tal Itachi?-yo ya no sabía de qué manera decirle que no se debía comportar así, pero nada se puede hacer con ella cuando está empecinada en que las cosas deben ser como ella quiere.
    Cuando Orochimaru llamó a Itachi, mi sangre se congeló, un escalofrío recorrió mi espalda y las peores cosas se pasaron por mi mente. No podía dejar que mi hermana estuviera todo un mes bajo las manos de esa persona.
     
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    xxxMidori Sama

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    Título:
    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
    Total de capítulos:
    19
     
    Palabras:
    2112
    Capítulo 2
    -¡No!-grité al ver que Itachi era el chico que nos miraba dentro del salón, no quería que mi hermana estuviera durante un mes con un extraño. No lo iba a permitir por más de que eso me costara mucho a mí.

    -Cálmese Kensuke, no puede hacer un berrinche tan grande por un castigo, ¿a caso quiere un castigo?-esa pregunta me dejo con todo un discurso pre armado en la punta de la lengua, me había ganado, Orochimaru tenía razón, no quería un castigo.-¿Ve? A nadie le gustan los castigos, ahora en cuanto a usted Ritsu, hoy a la salida a la sala de detención. Berrinchuda o no, las dos teníamos que obedecer. A Sai lo llevaron a enfermería y nosotras debíamos enfrentarnos nuevamente a la clase.

    Tomé a Ritsu y le dije que se cuidara, porque ese era el chico que nos miraba junto a su amigo, la puerta del salón ya estaba cerrada, así que tuvimos que tocar, pero antes de que nos pudiéramos acercar, Itachi y Deidara, supe su nombre al ver que su amigo lo llamó para que entrara con él, se pusieron delante de nosotras y tocaron antes. Yo me hice un paso atrás y miré al muchacho rubio, él volvió a sonreírme, y nos cedió el paso para que entráramos mientras el sostenía la puerta, al entrar casi grité al ver que los únicos bancos libres estaban juntos, uno delante del otro, y Ritsu no tuvo la mejor idea de sentarse delante de ellos, pero realmente esa no era la razón de mis ganas de gritar, sino que cuando entré, el muchacho tomó mi mano mientras con la otra cerraba la puerta; yo lo miré y él me miró fijamente a los ojos, sentí que el resto se desvanecía, hasta que Kakashi se puso a nuestro lado. Nos pidió que tomáramos asiento, me senté al lado de mi hermana que me miró de reojo con una sonrisa pícara en su rostro, a lo que contesté <<Ni se te ocurra hacer un comentario>>.

    La clase comenzó tranquilamente, hasta que nos hicieron trabajar en grupo, yo intenté ver hacia todos lados, pero no había salida, debíamos hacer ese trabajo con los chicos misteriosos. Ritsu fue la primera en darse la vuelta, y me obligó a mí a dar la vuelta.

    -Bueno, nos veremos esta tarde al parecer, Itachi-comenzó a hablar en un tono con demasiada rebeldía.
    -Al parecer sí, pero ¿Cuál es tu nombre? Debo saberlo para poder regañarte-dijo entre risas. Cada vez me daba más miedo su compañero, no sólo porque estaba delante de mí, sino porque no dejaba de mirarme.

    -Lo siento, pero ¿podrías dejar de mirarme?-le dije entre dientes, tratando de que sólo él lo escuchase.
    -Discúlpame, es que chicas tan lindas como tú no he visto en mucho tiempo-Su sonrisa se amplió y su voz retumbaba en mi cabeza, no podía creer que estuviera diciéndome eso. Mis mejillas no resistieron la naturaleza y con el simple sonido de su voz se sonrojaron.

    Terminada la clase, salimos al recreo, y durante todos los recreos y horas de clases me quedé pensando en las cosas que había dicho Deidara, ¿verdaderamente seré tan linda como él dijo? ¿O es un pervertido como Sai? Mi mente no se callaba, hasta que Ritsu me hizo caer a la realidad, era el timbre de salida, eso indicaba que debía irse a su castigo, le dije que esperaría, y que para que se pasara más rápido el tiempo, me inscribiría en alguno de esos talleres extracurriculares, así podría esperarla hasta que terminase su castigo. Por suerte había uno que me llamaba la atención. “Club de música” era el nombre que condecoraba la puerta de entrada, aparentemente por el sonido no había ni una mosca adentro, hasta que oí algo, el sonido más dulce que podía oír un ser humano… el sonido de un piano. Desde pequeña había añorado aprender a tocar ese instrumento. Toque la puerta esperando ver muchísimos alumnos, pero no había nadie, hasta que una voz conocida me llamó; era Deidara.

    Me quedé quieta, temiendo a que cualquier cosa me sucediese. Pero nada paso. Tenía mis ojos cerrados, y cuando los abrí no estaba más, ¿había sido mi imaginación? ¿Había creado una imagen exacta de él en mi mente? No, no podía ser cierto. El piano sonó, me di la vuelta y allí estaba, sentado junto al piano, tocando una bella canción. Me miró, y sonrió, mi boca se torció hasta formar una sonrisa; me hizo sentarme a su lado, y le pregunté porque no había gente allí.

    -Es simple, es porque estoy yo-dijo mientras seguía tocando, no entendía nada.

    -¿Cómo puede ser eso posible?

    -Cuando eres una persona como yo, nadie te quiere, tan sólo buscas la compañía de alguien como tú y te das cuenta de que no hay nadie. Estás solo. Lo mismo sucede con mi amigo, Itachi, todos los estudiantes le tienen miedo, y por eso lo respetan, a mi me respetan un poco porque soy amigo de él.-En ese momento me acordé de mi hermana, ¿Cómo estará en ese salón de castigos? Intenté a toda costa conectarme con ella a través del pensamiento como solíamos hacerlo, pero fue inútil. Mis pensamientos se quedaron en las palabras de Deidara. ¿A qué se refería? Él seguía con el piano, sin hacer caso a mis preguntas, hasta que no soporté más y puse mi mano sobre la suya y Deidara me miró extrañado, y sonrió, solté su mano y le dije <<Disculpa, es que me pone nerviosa que no me escuchen>> a lo que él respondió con un misterioso <<Ya lo sé>>. ¿Ya lo sabe? Bueno es que es muy normal en las personas, ¿o no?

    Cuando logré ver qué tal le iba a mi hermana pude notar que estaba riendo, por lo tanto le estaba haciendo la vida imposible a Itachi. ¿Cómo lo sé? Seguro estarán preguntándose eso, pues cuando a Ritsu la castigan, siempre le hace la vida imposible a la persona a cargo del castigo. Por más duro que Itachi fuese con ella, Ritsu iba a ser muchísimo más rebelde de lo que él pudiese imaginar. Lo sé por experiencia propia, nunca más pienso ser la encargada de su castigo.
    -¿Cuánta gente habrá en castigo junto a Ritsu?-se me escapó esa pregunta cuando Deidara comenzó a tocar una bella canción de una banda que conocía <<Queen>> pensé al oír el comienzo, y por mi pregunta lo interrumpí.

    -Ya eso no lo sé, habría que preguntárselo a Itachi, ¿no te parece?-La verdad, tenía razón, tan sólo asentí y me sonrojé por la pregunta que hice, bajé mi cabeza y me puse a buscar unas cosas en mi bolso; sentí la mirada de Deidara sobre mí mientras las notas de “Love Of My Life” sonaban como si fueran para mí. Cada nota, cada minuto, se hacía más largo, más lento, más tranquilo; sentí un impulso para darme vuelta y mirarlo, para ver si ahora podía ver su aura, pero me resistí, miré sus manos, se veían en su elemento realmente, miré los instrumentos que había en el salón y él puso una de sus manos sobre mi hombro. Me estremecí. Apoyó su mentón sobre mi hombro y dijo a mi oído <<Si quieres algún instrumento, tómalo, eres libre>>, me levanté rápidamente y caminé entre los instrumentos hasta que encontré uno, un violín, de pequeña con mi hermana tocábamos la guitarra y el violín, pero Ritsu nunca pudo tener una eléctrica, no eran muy conocidas en el pueblo. Lo tomé y fui a sentarme para practicar un poco, Deidara se puso de pie y se paró delante de mí, lo miré escéptica y volví a lo mío.

    -Si quieres podrías acompañarme con la canción que estoy tocando, te podría enseñar a tocar el piano y haríamos un poco de ruido para no aburrirnos, ¿Qué te parece hm?-me gustaba esa propuesta, pero aún así me asustaba un poco, pero acepté ya que quedaban 2 horas de espera aún.-Vale-dijo dando una palmada con las manos-ven conmigo, aquí hay una partitura con las notas de la canción, ¿sabes leerlas?-Lo miré con cara de pocos amigos, lo que significaba un sí.-Vale, vale, no te enojes, aquí tienes, empecemos.

    Me senté nuevamente a su lado, pero esta vez dándole la espalda al piano, comencé a seguir cada nota junto con él, me sentí nerviosa, pero por alguna razón extraña no me importaba estar a su lado, había algo mucho más fuerte que me unía a ese lugar, a ese momento, a él. <<Si la sabes, cántala>> dijo Deidara por sobre la música, evidentemente la letra estaba escrita sobre los pentagramas, me puse a cantarla sin discutir, y eso es raro en mí pues siempre me da vergüenza. No podía entender cómo lo hacía pero, lo hacía y eso me ponía nerviosa y a la vez… feliz. Terminamos la canción y misteriosamente el tiempo había pasado muy rápido, ya faltaban sólo 15 minutos para que mi hermana saliera del castigo.

    -Vale, he de admitir que esto me ha gustado.-¿¡Qué!? ¿¡Qué dije!? Oh no, quedé como una chica cualquiera frente a alguien que no conozco. Él sólo rió.

    -¿Ves? Es divertida la música, inclusive cuando estás sola, bueno en mi caso estaba solo, pero ahora… ¿tengo una compañera?-tendió su mano en señal de que la tomase si es que iba a ser su compañera, dudé por un segundo, pero pensé en mi hermana y su mes de castigo, y los que tendría si alguien más le hiciera algo, y opté por ser la compañera de él, puesto que no había nada que me gustase más que el arte, bueno a mí y a Ritsu.

    -Vale, seré tu compañera si no hay de otra.-dije bromeando-Aquí estaré mañana a la misma hora.-estreché su mano y el siguiente paso me sorprendió; cuando estaba por irme, levante mi bolso, y Deidara me tomó del brazo y me atrajo hacia él para estrecharme con un abrazo. Mis mejillas se ruborizaron y mi corazón latió con más y más fuerza; eso no me lo esperaba, me quedé inmóvil, hasta que mis brazos reaccionaron por si solos abrazándolo también. Con una de sus manos seguía aferrado a mi cintura y con la otra corrió el cabello que tenía sobre mi oreja dejándolo detrás de la misma, y dijo suavemente <<Te veré mañana Akira>>. Me despedí de él y vi que volvía junto a su piano, nuevamente, como si nada hubiese sucedido; me quedé esperando en la entrada del instituto a que mi hermana saliera. Faltaban dos minutos, esperaba que saliera más rápido que los demás así nos iríamos rápido a casa, además no vivíamos tan lejos, pero lo mismo quería irme. El piano sonaba cada vez más fuerte, y se me escapó una sonrisa al recordar su rostro sonriente. Tocó el timbre de las 5 y todos los alumnos castigados salían, había casi un salón completo ahí dentro, pero mi hermana no salía. Fui caminando hacia donde salían los chicos, Deidara estaba cerrando el salón donde habíamos estado hacía un rato y me preguntó a donde iba, tan solo le dije que iba a buscar a mi hermana que no había salido. Se ofreció a acompañarme e inconscientemente acepté. De las tantas cosas que podía pensar en encontrar a Ritsu dentro del salón de detención, justamente esa no me la imaginaba ni por un poquito.
     
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    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

    Leo
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    Vaya!...O_O!!
    LuuBarnesWay! realmente le distes tiempo dedicación ademas de inspiración a este fic( q apeasr de ser el primer capi¬¬) desde el prólogo esta muy bien desglosado y fluído! te felicito!
    querida,jajajajaja! me llenó de intriga lo de Itachi que junto con deidara sean los guardines ocultos de las protagonistas no sep me da esa sensación...
    jejejeje! me encantó la manera tan boluble y contagiosa de Ritsu en cuanto a su caracter!
    pero me identifico más con Akira!
    jajajajaja! que dones las de ellas! de cierta forma algunas personas la tienen!
    sinceramente me encantó please me avisas cuando sigas si? es interesante(^_~)!!

    ¿Por que Akira habrá reaccionado de esa forma en cuanto a Itachi?
    será tan malo así? :)confused:! ough!!!
    okas!!! la proxima me lo aclararás!! Gracias por el aviso!!

    jajajajajajajaja! te felicitoo nuevamente por esa energía!! todos aquí nesesitamos personas como tu LuuBarnesWay!!
    jajajajajja!! me avisas(mirando ambos lados-_-!!) por allí!! Xaooo!!! síguele pues!!! jejejejeje!(^_~)!!!
     
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  5.  
    blackrose18

    blackrose18 Usuario VIP Comentarista Top

    Piscis
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    El autor sólo puede comentar una vez por capítulo.. y si quieren hablar, usen el perfil.
     
  6.  
    xxxMidori Sama

    xxxMidori Sama Entusiasta

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    2007
    Capitulo 3
    No podía creer, primer día de clases y ya me habían puesto un castigo, bueno no era la única en el salón, había como unos 40 chicos allí de todas edades. Itachi al parecer los tenía muy bien adiestrados, creo que si él les decía a alguno de ellos que se tirase por la ventana ese muchacho lo haría…de seguro. Pero conmigo iba a trabajar duro, muy, muy duro, pues yo siempre le hago la vida imposible a las personas que intentan hacerme cambiar o deben aplicarme un castigo. Como siempre se lo hacía a Akira, pobre, cada vez que me metía en problemas la mandaban a ella a llevar a cabo el castigo, terminaba dejándome hacer lo que estaba haciendo porque la volvía loca.

    Itachi no iba a ser la excepción, por más bello que fuese, no iba a escaparse de mis dañineadas, pobre de él o de cualquiera que estuviese a cargo de mí. Bueno, mi castigo comenzaba justo a las 2, cuando entré muchos chicos vinieron a mi lado y me preguntaron que había hecho para estar ahí; les conté que había golpeado a Sai algunos se quedaron atónitos, otros me aplaudieron, eran chicos maravillosos, al parecer era la única chica ahí, bueno me verían muy seguido. Itachi entró. Todos fueron a sus asientos y yo fui la última en sentarme, no tenía ganas de obedecer.

    -Bien, al parecer una niña-dijo mirándome-ha quebrantado las reglas; desde que estoy aquí esto nunca había pasado.

    -Será porque soy, ú-n-i-c-a, ¿o no chicos?-Ellos gritaban y me apoyaban ante la “autoridad”. Itachi tan sólo se cruzó de brazos y lanzó una mirada amenazadora que hizo que todos se callaran y pusieran a hacer las cosas que les habían dejado de tarea. ¿Qué era lo que tenía ese chico que los hacía trabajar como conejillos de indias? Me enojé y también crucé mis brazos, ese chico no me iba a manejar como si fuera una tonta marioneta.-A ver Kensuke, tienes tarea, hazla.

    -¿Y si no tuviese?-era mentira, pero no iba a mover ni un dedo por él, bueno aunque si me echaba una mirada de nuevo quizá me ablandaría un poco, pero muy poco, no sé que tenían sus ojos que me hacían temblar… como nunca antes me había sucedido. Me lanzó otra mirada transmitiéndome todo lo que quería decir.

    Pasaron las horas, y ya a las 4 se me ocurrió levantarme, tomar mis cosas y dirigirme hacia la puerta, Itachi se interpuso y quise golpearle, pero eso me acreditaría más de cinco meses en detención. <<¿A dónde cree que va Kensuke?>> fue la pregunta que me hizo para que explotara de la furia que me daba estar ahí, aburrida, y sin mi hermana para hacerla enfadarse a ver cuánto tiempo tardo para que estalle, es mi juego favorito. Me enfrenté a él y lo miré fijamente a los ojos… nunca me había dado cuenta de que eran tan bellos, pero no, ese momento no era para niñerías, tenía que ser dura con él cómo Itachi lo es con los demás.

    -¿¡Qué te importa!? Quiero irme de este hervidero, no soporto estar aquí, me molesta que me mires así y que trates de controlar a todos.

    -Miren todos, la niña al fin dice lo que todos ustedes han querido decir durante los días, meses y algunos años que han pasado aquí. ¿Y saben algo más? Gracias a ella-hizo una pausa que garantizó que el corazón se me detuviera al pensar que todos me odiarían si él nos dejaba más tiempo ahí-, faltan cinco minutos, chicos, tomen sus cosas, y cuando terminen, esperen a que toque el timbre y salen, en cuanto a ti linda, tengo que hablarte.-<<Oh Dios>> fue lo primero que se me ocurrió decir.

    Me agarró el brazo y me sentó frente a él, yo tenía mi bolso negro y con una estrella que Akira me había regalado para navidad en la falda, miré seriamente a Itachi y él me sonrió, eso me desconcertó. <<Basta de niñerías, Ritsu, no necesitas a alguien como él>> en mi mente decía eso, pero… ¿realmente lo quería así?

    -Veamos cariño, viniste aquí porque golpeaste a un muchacho, ¿verdad?-tan sólo asentí, el timbre sonó y todos corrieron fuera del salón, yo debía quedarme con el Señor Pesado a conversar.-Bien, y al querer irte tenías ganas de golpearme, ¿no?-Asentí pero esta vez con una sonrisa en mi rostro, me sonrojé al verlo sonreírme de nuevo, ¿Qué me sucedía ese día?-Y por último fuiste muy sincera conmigo, ¿sabes? Eres la primera chica aquí, la primera persona castigada que me dice lo que piensa de mí, y la primera persona que me agrada, y me gusta.

    ¿Me qué? ¿Gusta? Sí, claro, no le creo ni una palabra de lo que dice. Lo miré con cara de pocos amigos para hacerle entender que estaba haciéndome perder mi valioso tiempo con esa palabrería absurda. Me levanté haciendo un estruendo potente con la silla y me encaminé a la puerta; Itachi me tomó del brazo y me jaló hacia él, quise soltarme pero se había aferrado a mi cintura y sabía cuáles eran sus intenciones, quise empujarla pero no podía, Itachi era más fuerte.

    -No te permito que me toques, ¡Suéltame ya!-grité, me retorcí, pero nada cambió-¡Suéltame!
    -¿Y si no quiero? Te estuviste negando a todas las ordenes que te daba, ahora porque tú quieras que te suelte, ¿debo soltarte?-Aún seguía retorciéndome, pero cuando oí la última pregunta, lo miré y quise golpearlo, pero él fue más rápido y agarró mis manos, las dejó juntas fue acercándose y acercándome.
    No quería que sucediera eso, aunque en mi interior lo quería, por más que lo negara, a mi me atraía mucho su forma de ser tan malo con los otros y su cambiante actitud ante mí, sus ojos tenían algo que nunca antes había visto en otros chicos, acaso… ¿Me estaba enamorando? No, eso es imposible, yo no quiero enamorarme, pero había algo, ese sentimiento de adrenalina dentro de mi corazón, no podía entenderlo, esa parte de mí estaba completamente perdida en los ojos de Itachi, mi corazón empezó a latir muy fuerte y me dejé llevar por el momento, no me importaba lo que pasaba, la parte de mi cuerpo que se sentía atraída empezó a controlar la otra parte de mí que se resistía por completo. Estábamos a tan poca distancia de ese beso que había esperado por 16 años, ese beso que podía llamársele “De película” cuando sentí un sonido proveniente de la puerta, mi hermana y Deidara estaban en la puerta mirándonos atónitos, puesto que no podían creer lo que veían. Itachi y yo nos enderezamos y nos separamos. Akira me miró con su típica cara de <<En casa hablaremos de esto>>, Deidara se acercó a Itachi y yo me fui hacia la puerta y nos despedimos de los chicos tan sólo con la mano y un frío <<Nos veremos mañana>>.

    Cuando llegamos a casa dejamos las cosas sobre el sofá y me tiré en la alfombra, tenía que pensar en lo que había hecho ese día, oí que Akira me decía que iba a tomarse un baño. A mí me hacía falta uno, pero lo haría después, antes de dormir, así refrescaría mi mente antes del próximo día de clases. Yo miraba el techo tratando de reacomodar cada momento, cuando me rendí a sus brazos y el beso que no pude realizar. Me ruboricé al recordar su rostro frente al mío, sus ojos observándome, cada segundo que transcurría su rostro me parecía más real. Sin darme cuenta mi hermana había salido y estaba sentada sobre el apoya brazos del sofá más grande, me miraba seriamente, sabía lo que significaba. Me acomodé en la alfombra y comencé.

    -Lo de esta tarde fue confuso, no sabía bien lo que estaba haciendo. Me dejé llevar por el sentimentalismo, como la mayoría de las veces lo haces. Tan sólo no sabía qué era lo que podía ocasionar eso. Lo siento mucho si te pareció que era como las otras chicas que se derriten por cualquiera.

    -¡Vaya! Tan sólo iba a preguntarte si querías que pidiéramos algo para cenar hoy, pero sabes, me parece estupendo que una vez en tu vida hayas hecho caso a tu corazón en vez hacerle caso a tus puños. Y no, Ritsu, por supuesto que tú no eres como las demás, eres única. Lástima que aún no veo el aura de ese muchacho ni de su amigo.-Sabía que sus palabras eran sinceras, siempre lo eran, pero cuando dijo “su amigo” me hizo acordar de una cosilla.

    -¡Oh! Casi lo olvido, ¿Por qué estaban los dos juntos cuando nos encontraron con Itachi?-mi hermana no podía mentir, porque siempre se le notaba que estaba mintiendo. Bueno no siempre, era yo la única que sabía si lo hacía o no.

    -Es que… bueno, no sé cómo decirlo, me da vergüenza-¿Qué habrá hecho para que le dé vergüenza? Tan sólo sonreí para que me contestase-Me uní al club de música donde él es el único allí. Somos compañeros. Y cuando fui a buscarte me acompañó para él irse con su amigo. Sólo eso.
    -¡Estupendo! Ahora tienes una razón para esperarme a la salida del castigo, ¿Y? ¿Qué tal van? Para mí han de hacer una buena harmonía.-Akira hizo una cara de pocos amigos y volví al tema de comida-Bueno, ¿si pedimos pizza?

    La pedimos y nos quedamos haciendo las tareas del día de mañana que me negué a hacer en detención. Mañana aprovecharía el día para hacerla en detención y quizá pedirle una ayuda a él, ¡vaya! Qué cosas pienso cuando alguien me gusta, ¿Qué acabo de decir? ¿Me gusta? Era cierto, mi corazón estaba apoderándose de todo, pero realmente no se iba a apoderar de mi fuerza. Cuando llegó la comida dejamos todo cómo estaba y fuimos a comer, en ese momento me quedé pensando en que quizá Itachi me gustaba, debía hablarlo con alguien que me hacía recordar a mi madre. Por lo tanto, mi hermana, Akira.

    -¿Aki? ¿Puedo preguntarte algo?-no sabía cómo decírselo, era tan extraño para mí, nunca antes me había sentido así.

    -¡Vaya! ¡Esto huele delicioso!-Ella sonrió mientras abría la caja de la pizza-Sí Ritsu dime.

    -¿Cómo me doy cuenta de que un chico me gusta, y si me estoy enamorando de él?

    -¡Qué pregunta! Pues para saber si un chico te gusta y te estás enamorando de él son cosas muy simples, pero que nadie ve. -dijo mientras servía una porción de pizza para cada una sobre la mesa y cerraba la caja para después sacar más-Bueno, te empiezas a dar cuenta cuando…-tenía curiosidad, quería saber que era, pero más que todo quería saber si estaba o no enamorada de Itachi.
     
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    xxxMidori Sama

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    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
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    19
     
    Palabras:
    1894
    Capítulo 4
    -Te das cuenta de que estás enamorada cuando, primero, te pierdes en sus ojos, descubres esa parte de la persona que no se muestra por fuera, después sientes mariposas en el estómago cuando lo ves en cualquier lugar en el que se encuentre, e inclusive cuando te estás imaginando su rostro. Luego, puedes pensar mil y un formas de sacártelo de la cabeza, pero no puedes y te dejas llevar por el pensamiento, por el corazón. Hay veces que te olvidas de todo por estar pensando en que rozó tu mano con la de él, o porque te saludó, o por muchas otras cosas. Te alegras cada vez que estás con él, y piensas que no estás cuerda por todo lo que está pasándote. Al menos yo creo que las cosas son así, pero ahora la pregunta es ¿por qué me preguntas esto?-tragué el trozo de pizza que tenía en mi boca y la miré asustada. Era como confesar el secreto más impuro del mundo, por más tonto que fuese, me ponía nerviosa, era un nuevo sentimiento en mí, era todo…nuevo.

    -Pues, creo que me gusta un chico, y me estoy enamorando de él, porque me sucede todas las cosas que tu detallaste, me enamoran sus ojos, su voz, sus manos, su forma de ser a pesar de no conocerlo tanto como yo quisiera, me encanta su forma de caminar, su forma en la que me ha tratado, su sonrisa… esa sonrisa es la mejor de las cosas que tiene. ¡Hermana! ¿Es que acaso me estoy enamorando?-Por fin había dicho todo lo que sentía, quizá era prematuro, pero me parecía que era algo de “por siempre pensaré esto”, Akira se quedó helada mirándome, dejó la pizza en su plato, se levantó de la silla y se paró a mi lado con cara rara, yo la miré y me sonrojé, quizá no iba a entender eso. Ella tomó mi mano y gritó de la felicidad. Me abrazó y luego volvió a sus casillas, volvió a su lugar y se sentó. Ahora era yo la que se había quedado helada-¿Qué te paso?

    -Es que hermana, nunca te había visto enamorada, ni oí decirte <<Me gusta un chico>>, ¿sabes cuanta emoción me da?

    -Creo que exageras las cosas, es algo normal, supongo.-Realmente no tenía idea de eso.

    -En otras personas sí, pero conociéndote a ti, y sabiendo lo ruda que eres, cuando me dijiste eso me quedé perpleja, ahora dime, ¿de quién?-la cena se convirtió en el debate de <<Me gusta un chico>>.

    -Tú debes saberlo.-traté de ser escueta, quería comer rápido e ir a terminar las cosas para mañana, estaba cansada y necesitaba dormir para ordenar mejor mi mente.

    -No puedo creerlo, es el chico ese… ¿Cuál era su nombre? ¿Sai?-por ese comentario lo menos que podía tirarle era un cuchillo de carnicero. La miré con cara de pocos amigos para que se diera cuenta-Lo siento, pues si no es él será ¿Naruto?-No podía creer que no supiera quién era.

    -¿Quién casi me besa hoy?-traté de hacerlo más fácil para ella, se puso seria y continuó.

    -Lo sabía, sólo que quería ver si era solamente mi imaginación, pero al parecer no era ella, sino que era muy real.

    -Lo siento, sé que no te gusta él, pero me pasaron muchas cosas cuando lo vi.-Mi hermana estiró sus manos sobre la mesa y me miró a los ojos. Sabía que me daría un discurso.

    -Hermana, si tú te sientes atraída por él, y lo quieres, y te gusta, a mí no me tiene que importar quién sea, con tal de que te haga feliz y no te lastime, eso es lo único que le pido, porque si llegase a hacerte daño, yo le haré mucho más daño a él. Por lo tanto, si él es para ti, si Itachi te gusta, pues a ti te gusta, a ti te enamoró, y me parece maravilloso. ¿Sabes? Me está cayendo bien ahora mismo-la miré extrañada, no sabía porque decía eso, ella ignoró mi gesto y continuó-Sí, como oíste, me cae bien, porque cuando decías lo que te gustaba, encantaba y lo que te enamoraba de él, veía en tus ojos algo distinto que me daban mucha alegría por verte tan feliz, tu sonrisa se escapaba de vez en cuando mientras veníamos caminando hacia aquí, así es, te vi. Por eso, si tú lo quieres, yo lo voy a querer porque te está haciendo feliz.

    Me levanté y la abracé con todas mis fuerzas, siempre nos apoyábamos en todo, pero pensaba que en ese momento iba a ser diferente, pero no, me equivoqué, seguía siendo la misma conmigo. Eso me daba más fuerzas y más entusiasmo. La verdad era que mi hermana era única, y hacía muy bien el rol de mamá; siempre estábamos juntas, y cuando hacíamos un cambio, las dos estábamos de acuerdo, o nos aconsejábamos para que no nos pasara nada malo, pues si algo le pasaba a la otra nos sería muy duro; por más peleas que tuviésemos nosotras nos queríamos muchísimo.

    Terminamos de cenar riendo y hablando de otras cosas. Luego fuimos a lavar los platos y vasos, guardamos las porciones que habían quedado, y nos fuimos a acomodar las cosas para el otro día. Akira se fue a su cuarto y yo me metí a la ducha. Cuando salí fui a mi cuarto directamente y me acosté, me imaginé como hubiera sido ese beso interrumpido hasta que lograra dormirme. Al parecer Akira ya se había dormido, ni un ruido salía de su cuarto, normalmente ella duerme con música, quizá ella estaba muy cansada. Miré el cielo raso de mi cuarto y recordé la época en la que éramos unas niñas. ¡Qué tiempo distantes eran esos! Cuando tan sólo nos preocupaba jugar, cuando sólo nos importaba estar con nuestra abuela Akita, y nuestros padres, Kaname y Mitsuko, una lágrima recorrió mi rostro y se secó en mi almohada. Miré a la mesa de luz y vi la foto de mis padres y mi abuela con nosotras de pequeñas.
    -Viejos tiempos, bellos buenos tiempos-me dije y cerré mis ojos. Quería dormir para mañana despertar tranquila. Y comenzar otro día nuevo.

    Al otro día, nos despertamos más temprano de lo normal, tuvimos un desayuno silencioso, tanto por mi parte como por la de mi hermana. No sabía qué le había pasado a la noche, seguramente era porque no había dormido con música, o porque se había quedado pensando-al igual que yo-en nuestra familia. La miré cuando se levantó para ir a lavar las tazas, su mirada estaba perdida, me levanté y la abracé.
    -No quiero verte así hermana, ¿Qué ha sucedido? Yo estuve toda la noche pensado en mamá y papá.
    -Yo en otra cosa, una premonición a través de un sueño. Y no sé si es cierto. Quizá hoy entre alguien nuevo a la escuela. Un chico. No sé su nombre. Pero se ve raro, alguien más a quien no le veo el aura, realmente no recuerdo.

    -Bueno vamos a la escuela así vemos si es cierto o no.-le sonreí y fui a buscar las cosas de las dos en el sillón, le di su bolso y nos preparamos para irnos. Fuimos todo el camino hablando como si nada hubiese ocurrido. Eso era muchas veces una ventaja, puesto que nos gustaba ser siempre activas. Nunca vernos mal, porque si no hacíamos lo que fuere para hacernos sonreír. Llegamos al colegio y nuestro amigo Naruto estaba en la entrada, nos saludó con jovial ánimo y se puso entre nosotras. Un agradable <<¿Qué tal su mañana?>> nos sacó una sonrisa, entramos al salón y nos quedamos hablando con él y Neji, miré sobre el hombro de Naruto y vi a Itachi hablando con Deidara y de vez en cuando nos miraban.

    -¿Qué miran tanto chicas?-dijo Naruto. Yo señalé detrás de su hombro y tanto él como Neji se quedaron atónitos.-Esos chicos son lo más antisocial que hay, son muy callados, hablan sólo entre ellos y miran a todos con maña de matarlos. No me extrañaría si alguno de ellos algún día saca una escopeta y empieza a matarlos a todos.

    -¡Oye! ¡Deidara no es tan malo!- mi hermana nunca defendía a nadie que no fuera de su familia o quisiera mucho. ¿Acaso quería a Deidara?

    -¿¡Sabes su nombre!? Nadie lo sabía, ya que cuando toman lista tan sólo dicen el apellido. Vaya no sabía que ese era su nombre.

    -Sí, así es Naruto, disculpa si te trate mal, es que no me parece que fuera ese tipo de persona. Ayer lo hubiera pensado, pero… cuando lo conocí me resultó bastante amigable.-sus mejillas se ruborizaron, no podía creerlo, se enamoró de él. Bueno sí podía creerlo, sabía que harían una buena pareja, aunque yo sospechaba un poco de él.

    Nos quedamos hablando hasta que la maestra Kurenai ingresó al salón. Cada uno se fue a sentar, Deidara e Itachi volvieron a sentarse detrás de nosotras. Nuestra profesora se presentó y nos pidió que buscásemos una información en el libro que se nos había pedido para la clase de lengua-ella era nuestra profesora de lengua y biología, luego teníamos clase de química con Kakashi, él era nuestro profesor favorito y además de química, nos daba clases de historia y matemáticas-. En un momento entró el director Jiraya, y llamó a Kurenai.

    -Chicos, enseguida vuelvo, sigan leyendo que cuando entre quiero saber que leyeron, además voy a hacerles un trabajo en grupo.-todos asentimos y algunos seguimos con los libros, otros, molestaban. En el caso de molestar estaba Deidara, mientras Itachi miraba seriamente su libro, el de Deidara como era de esperarse, estaba cerrado. Le gustaba molestar a mi hermana al parecer.
    Kurenai entró nuevamente, con una sonrisa en su rostro. ¿Qué había pasado ahí fuera? Todos nos civilizamos al verla entrar, bueno más bien cuando un chico les gritó a todos <<¡YA VIENE!>>. Nos miró a cada uno de nosotros y sonreía muchísimo.

    -Chicos, tengo una sorpresa para ustedes, hoy llegó un nuevo alumno para unirse a su salón.-Me quedé atónita, Akira había acertado. Bueno muchas veces había pasado, pero hacía rato que no pasaba. Unos chicos de los cursos superiores trajeron un banco más para que se sentara, a pesar de que era un solo chico, le trajeron un banco enorme.-Espero que lo reciban bien, por favor pasa, pasa.
     
  8.  
    blackrose18

    blackrose18 Usuario VIP Comentarista Top

    Piscis
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    Paso a decir dos cosas:

    Separa los párrafos y diálogos, no se permite subir todo pegado porque cansa leer así.
    Ahora, sólo puede usarse la letra usada por el foro que es times new roman para evitar usar cosas muy llamativ as y fáclk de leer, además la letra que usas pareciera ser negrita.
     
  9.  
    RomAnce

    RomAnce Soleanimetrix

    Leo
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    Hi!
    Bueno mi estimada, el capítulo estuvo gratificante;)! sepa pues que me quedé media ida sinceramente entre líneas pero, me gustó mucho el antepenúltimo capítulo.
    aunque el último no fué la ecepción!
    jejejeje! me dio gracia Akira, me hizo recordar una frasecilla por allí que siempre me lo recuerdan y que me saca una sonrisa.
    Ritsu, sin duda alguna es la hermna que cualquiera quisiera tener!
    jajajajaja!
    Bueno me despido te agradezco por el aviso y sigue con lo que hasta ahora se te has propuesto y se te ha orientado ¿si?
    Éxitos! Xao!:D
     
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  10.  
    xxxMidori Sama

    xxxMidori Sama Entusiasta

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    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
    Total de capítulos:
    19
     
    Palabras:
    1991
    Capítulo 5
    Aquel joven pasó por el umbral de la puerta y todas las chicas nos quedamos mirándolo. Era muy bello. Su cabello era corto y rubio, hacían el contraste perfecto con sus ojos verdes claros y su tez blanca relucía con el roce de la luz.

    -Mi nombre es Salomón Goldsmith, soy nuevo en esta ciudad, vengo de Inglaterra. No tengo mucho para contar acerca de mí.-parecía ser un buen chico, al verlo, su aura fue muy pacífica, de un color azulado, me daba mucha tranquilidad. Se sentó en el banco que habían traído, este estaba delante del nuestro. Como pude notar, Deidara había dejado de molestarme, quizá se puso molesto cuando me puse a hablar con Salomón y a él no le presté más atención. El muchacho nuevo parecía muy amable, y generoso.

    -Muchachos y muchachas, ahora vamos a trabajar en grupos de cuatro, Salomón por hoy quédate con ellos.-Ritsu rió y yo le sonreí a él. Nos dispusimos a trabajar como nos había tocado el otro día, nada más que Deidara y yo teníamos más “confianza”, pero él no entendía lo que era “un poco de confianza” porque si no, no estaría molestándome permanentemente. Es demasiado confianzudo ese chico.

    Nos entregaron la hoja de trabajo y la tomé para empezar a leer. Salomón se sentó a mi lado y se puso a hablarme, comenzó con la típica pregunta de <<¿Qué debemos hacer?>> y luego nos pusimos a hablar sobre cualquier cosa. La verdad me caía muy bien, notaba que Deidara volvía a molestarme con su bolígrafo. Nos habíamos puesto a hablar los tres pero aún así, Deidara no dejaba de molestarme.

    -Oye, contéstame o te rallo la mano.-me dijo en tono jocoso. Lo miré con cara de pocos amigos y le contesté.

    -Me rallas la mano y yo te rallo la cara-me reí y continué-No, es mentira. Bueno, chicos sigamos. No hacemos nada si seguimos hablando-continuamos hablando, pero del trabajo en sí.

    Al final era muy pequeño el trabajo, por lo que terminamos muy rápido, y seguimos con más charla, Salomón nos contó que nunca había conocido chicas tan sociables como nosotras, también que su padre era multimillonario, por lo tanto el también lo era. En un momento nos quedamos callados, y el silencio se prolongó, hasta que Itachi miró a Ritsu de una manera que sólo ella lo entendiera. Ritsu lo miró con cara de pocos amigos.
    -Sabes, tienes suerte de haberme encontrado desprevenida, porque sino estarías en el mismo estado que Sai.-La miré completamente extrañada, hasta que recordé lo que había pasado. Deidara e Itachi también se sorprendieron al oírla, Salomón por alguna razón se reía de nuestras caras. Lo miramos y él tan sólo siguió riendo. Era muy adorable.

    Pasaron las horas de clase y a mi hermana le tocaba castigo, y a mí me tocaba ir con Deidara al club de música, cuando estábamos por irnos, Salomón nos saludó a ambos y se fue sonriendo hacia su auto, un enorme y bello BMW negro le esperaba en el aparcamiento. Nos dispusimos a ir al salón de música para seguir con la canción que habíamos empezado el otro día. Realmente me estaba empezando a caer un poco mejor, aunque aún dudaba mucho sobre cómo es interiormente, ya que un seguía sin ver su aura. Pero por alguna razón no me sentía más en peligro cuando estaba cerca, eso sí no sabía si era o no algo bueno. Me quedé pensando en Salomón, al fin de cuentas había tenido razón, ese día iba a ingresar un chico nuevo a la clase. En verdad me sorprendí, y sabía que mi hermana también estaba muy sorprendida cuando lo vio. Sería un buen chico, su aura me lo decía, la forma de tratarnos, y la forma en la que se reía, me hacía acordar a… Deidara. ¡Deidara! Estaba con él en el salón y yo papando moscas en vez de estar practicando.

    -Oye Akira, si no quieres practicar hoy podemos hacer un descanso-dijo Deidara al verme tan distraída. Yo me levanté de la silla en la que me había acomodado, y tomé el violín en un intento de decir <<Oye, tampoco por estar pensando voy a dejar la música>> él rió y empezó a tocar su piano.

    De un momento al otro ambos nos habíamos aburrido de tocar la misma canción, y como nos faltaba una hora y media, buscamos una canción para tocar. Encontramos una que nos gustaba a ambos, se llamaba “I don´t Care” de Apocalyptica, desde la primera vez que la oí me gustó. Empezamos con la práctica, todo iba muy bien hasta que la letra de la canción volvió a mi mente y me recordé a mi misma cuando era pequeña, a mi mamá y papá, a mi abuela, recordé a todos los de mi familia; mis ojos se llenaron de lágrimas los ojos y quise salir de allí, porque no podía más soportar las ganas de llorar. Antes de que pudiera terminar de tocar, dejé caer el violín y salí corriendo del salón, no podía quedarme ahí, ya no podía respirar más, las lágrimas se habían apoderado de mi autocontrol. Deidara al parecer lo notó, ya que se echó a correr detrás de mí apenas salí de allí, entré al baño de mujeres para poder llorar tranquila por un momento, hasta que oí un sonido viniendo desde mi espalda, parecía que el cartel de la puerta no le sugería nada en absoluto a Deidara, puesto que entró sin el más mínimo dejo de vergüenza. Lo miré en el espejo y me di la vuelta para encararlo de frente y decirle <<Oye, este es baño de mujeres, ¡Sal de aquí!>>. Lo encaré, pero no esperaba que pasara eso; no esperaba que me agarrara de los brazos y me rodeara con los suyos en un bello abrazo, que realmente necesitaba. Quería golpearle, pero sus brazos eran muy fuertes, no podía contra él. Me abrazó más fuerte a medida que quería escaparme con más ansias, decidí rendirme, puesto que ya no podía contra él.

    Volvimos al salón y me preguntó que me había pasado, yo no quería hablar pero sus ojos sobre mí no me dejaban siquiera mover un dedo sin que me hiciera la misma pregunta. <<¿Por qué saliste así?>> volvió a preguntar y no soporté más, le dije todo lo que se me había pasado por la cabeza, le dije que extrañaba a mi madre, a mi padre, a mis amigos, sobre todo a mi abuela. Seguí llorando por un rato más, pero esta vez, e inexplicablemente, me sentí reconfortada al verme abrazada por Deidara; de vez en cuando le miraba para estar segura de que no era un sueño. Se hizo la hora de salida, fui en busca de mi hermana y nos fuimos a tomar un helado a Creamburry para que pudiéramos hablar sobre lo que me había pasado. No era normal en mí descarrilarme tan fácilmente.

    Nos buscamos la mesa más apartada de todas, pero antes compramos nuestros helados, nos sentamos y nos dispusimos a hablar con la máxima tranquilidad que podríamos tener, bueno hasta que hubiera algo que nos deschavetara gravemente. Pero al estar en público creo que no haríamos berrinches, por lo menos yo no. Mientras tomábamos nuestro delicioso postre, comenzamos a hablar, al parecer a ella también le había pasado y le dolía no estar cerca de nuestra familia desde hace casi 2 años. Pero también a Ritsu le había sucedido otra cosa, al parecer en el salón de castigos no era la única chica, sino que había otra más, su nombre era Karin, y según me la describió mi hermana.

    -Es una tonta de cabello rojo, seguramente teñido, y se hace la inteligente con esos tontos lentes que tiene, es obvio que es una doña nadie, y que es solitaria. Además se puso a hablar mal de nosotras, casi hago que me pongan otro mes más de castigo.

    -¿Por qué? De seguro estuviste al límite de golpearla.

    -Como me conoces Akira, siempre sabes lo que pasa por mi sesera cuando estoy realmente colérica.

    -Es obvio, puesto que soy tu hermana, Ritsuko.-Hacía mucho que no la llamaba por su nombre completo. Ella me miró y se echó a reír, era obvio que pensó lo mismo que yo, había pasado demasiado tiempo sin oír su nombre completo.

    Decidí que lo mejor que podíamos hacer era irnos a casa y descansar un rato, ese día había sido muy agotador, para ambas. Nos fuimos caminando hacia el edificio sin apresurarnos, queríamos disfrutar de la brisa que se había levantado. Dos horas después de salir de clases, de castigo y del club de música, llegamos a casa, tomamos el elevador porque no teníamos ganas de subir diez pisos por escalera común. Al llegar al décimo piso vimos que había muchas cajas y muebles fuera del departamento 79, justamente el que estaba en frente al nuestro. Queríamos asomarnos para saber quién era el nuevo vecino del piso, pero un hombre se paró justo delante de la puerta mientras metía un enorme sillón, bloqueándonos por completo la vista, preferí no hacer que Ritsu se enojara y tirara medio mundo abajo si no le permitían ver qué era lo que sucedía y quién era el nuevo vecino. Le dije que seguro cuando terminara de mudarse podríamos ir a visitarle, quizá fuera un joven como nosotras, o una joven, no lo sabía con exactitud; pero luego lo iba a averiguar.

    Pasaron las horas y cuando estaba por irme a bañar, golpearon la puerta, Ritsu estaba escuchando música a todo lo que daba con su MP5, por lo que tuve que ir yo envuelta en mi bata para ir a abrir la puerta. No esperaba visitas a las nueve de la noche, pero realmente no esperaba visitas a ninguna hora del día ni de la semana; abrí la puerta diciéndole a Ritsu que por favor tuviera la amabilidad y decencia de peinarse un poco, realmente se lo estaba gritando cuando abrí la puerta. Me quedé atónita al ver a aquel joven de sonrisa tan noble y dulce del otro lado del umbral de mi puerta, no esperaba ver a aquel chico de cabellos rubios frente a mí… no esperaba saber que él, iba a ser mi vecino.
     
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    RomAnce

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    Hola Luu!!
    °-°! ough dio en el blanco. como que las cosillas se estan aclarando!
    espero q el chico nuevo no haga estragos (aunque tiene buena aura nop?)
    *espero que todo salga bn y Ritsu no le de algo por el nuevo vecino.xD! que es precisamente Salomón!
    y Deidara jajajajajaja! me mató con lo del bolígrafo!! Akira, Akirau_u! vamos tiene que darle una oprtunidad!
    jajajajajajajaja!!
    bueno usted me avisará!
    nos vemos luegou!
    éxitooooozz!
     
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    xxxMidori Sama

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    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
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    19
     
    Palabras:
    2005
    Capítulo 6
    -¿Sa-lo-món?-dije entrecortadamente al verlo sonreír frente a mí del otro lado de la puerta. Le miré sorprendidísima y no podía formular una sola oración. Logré decirle <<¿Qué haces aquí?>> sin tartamudear.
    -Soy su nuevo vecino chicas, ¿estáis sorprendidas?-su sonrisa se hizo amplia y dejó ver una dentadura completamente blanca y hermosa.
    -¡Pues claro, es algo completamente nuevo!-dijo Ritsu atándose su cabello, y parándose al lado mío.
    -¡¡Vaya modales!! Pasa Salomón, esta es nuestra casita-le dije sonriendo, y a la vez nerviosa.
    Lo hice pasar, y se quedó a cenar, nos contó que se había mudado a la salida del colegio, y como sabía que nosotras estábamos aquí, decidió venir a vivir a nuestro edificio. Pero algo me sonaba raro, ¿Cómo sabía que vivíamos allí, en ese piso? ¿Quién se lo dijo? Si nadie más sabía que vivíamos aquí. Muchas preguntas se aparecieron en mi mente, pero quizá no sea para tanto, quizá la dueña del edificio se lo dijo. Luego de la cena, se despidió y nos prometió que mañana nos llevaría a la escuela, pero le dije que lo mejor que podría hacer es dejar su auto y caminar hacia el colegio, Ritsu por poco no me pega con una silla apenas Salomón salió del departamento, eso sí, me gritó desde que se fue hasta que me bañe y fui a dormir diciendo <<¡No puede ser! Yo quería ir en ese BMW del que hablaste en la heladería, así nos verían todos en un potente auto con el chico nuevo>> realmente no me importaba, prefería ir caminando a la escuela.

    Pasada la lucha de la noche, que por suerte no desemboco en la guerra de almohadas y cosas voladoras porque si no hubiera sido realmente un campo de guerra con todas las letras, descansamos y al otro día fuimos a despertar a nuestro nuevo vecino para que viniera a desayunar con nosotras, él aceptó y dijo que le esperásemos, puesto que debía cambiarse, luego de desayunar nos fuimos caminando lentamente hacia el colegio y muchas chicas nos miraban con muchos celos porque estábamos al lado del chico más guapo del colegio. Sobre todo porque Salomón y yo nos habíamos hecho amigos desde el día de su llegada y realmente teníamos mucha conexión, y eso se notaba en la forma en la que habíamos estado caminando hacia el colegio, tomados de la mano. Me encantaría haber podido leer sus mentes, pero algo raro paso, Salomón comenzó a reír tímidamente y con una sonrisa le pregunté <<¿De qué te ríes?>> su respuesta fue muy inesperada.
    -Muchos pensaran que somos algo más, en especial las chicas. Muchas te están mirando de una manera demasiado furiosa.-Vaya, era exactamente lo mismo que estaba pensando, realmente era una conexión la que teníamos tal cómo la que yo tenía con mi hermana.
    Naruto al vernos llegar vino sonriente como siempre, y se puso a caminar a mi lado, al parecer me quería mucho más que a una amiga, o a una mejor amiga, siempre se ponía a mi lado y hablaba con los que estaban cerca de mí siempre mirándome. Se notaba que gustaba de mí, pero también sabía que Hinata gustaba de él y a ella no le iba a quitar a su chico, ella era una grandiosa chica, y no iba a lastimarla. Caminamos hacia la puerta de entrada al salón de Kakashi-sensei para nuestra clase de historia, buscamos asiento, y como siempre, nos sentamos iguales que el día anterior: Salomón delante de nostras, a nuestro costado Naruto junto a Neji y detrás de nostras, Deidara e Itachi. Y como era de esperar, Deidara no sólo no leía el capítulo de hoy sino que no dejaba de molestarme haciéndome cosquillas con su bolígrafo en el cuello, yo mientras leía trataba de que me dejase tranquila por un momento revoloteaba mis brazos para lograr golpearle y así ver si me dejaría en paz. <<Estamos pesaditos hoy eh>> susurré mientras veía a Kakashi caminando entre los bancos para ver si habíamos estado leyendo, tenía la misma apariencia de siempre, jovial y divertido, pero a la vez estricto y muy metido en su trabajo; pasó por la fila de Naruto y me puse nerviosa porque no había podido prestar atención por culpa de Deidara. Se acercó a nuestra fila y yo traté de concentrarme, por suerte el no reparó su vista sobre mí sino que hizo algo que no esperaba; se paró al lado de mi compañero de atrás (léase Deidara) y con el libro que traía en sus manos, mientras seguía explicando, lo golpeó suavemente en la cabeza con él; por poco no estallé de una carcajada de la risa que me dio ver eso, luego de que Kakashi hizo eso Deidara abrió rápidamente el libro y se puso a leer, por lo tanto más risa me dio.
    Después del toque de la campana del recreo, el profesor nos llamó a Deidara y a mí, me esperé lo peor de mundo, aunque no fue tan duro… para mí, puesto que a quién más regañó fue a mi compañero. Puedo recordar absolutamente todo lo que le dijo.
    -Deidara, Akira, puedo hablar con ustedes-dijo antes de que pusiéramos un pie fuera del salón, así comenzó la conversación.
    -Sí, como no sensei.-dijimos al unísono
    -Deidara, por favor, durante las clases, podrías dejar de molestar a tu compañera, la pobre estaba sufriendo porque no la dejabas estudiar. ¿Podrías hacerme ese favor?-Deidara tan sólo asintió y me miró, sonrió y dijo sin ton ni son <<Son las órdenes de ella, disculpe sensei, pero si a ella le molesta, y me dice que me detenga lo haré>> eso me descolocó muchísimo, yo le miré y miré a Kakashi, los dos esperaban mi respuesta.
    -Deja de molestarme, y así estaremos en paz los dos.-Dije seriamente, y Deidara sonrió, salió del salón y sentí una voz en mi cabeza, muy parecida a su voz. <<Tus deseos, son órdenes Akira>>. ¿Qué significaba esa voz en mi mente?

    Al igual que el resto de los días, me tocaba ir a practicar en el club de música, pero aún estaba un poco distraída pensando en que era lo que había pasado con aquella voz dentro de mi cabeza, la voz tan dulce y melódica de él. Al entrar al salón, lo vi como siempre tocando el piano, pero nunca se había detenido al verme entrar, salvo ese día, se levantó y me miró fijamente a los ojos, yo me estremecí y en un instante apareció delante de mí y me miró detenidamente, sonriendo, y con una mirada muy dulce puesta en su rostro. Me sentí completamente extraña frente a esos bellos ojos azules que me observaban cálidamente, en silencio. <<Estás hermosa y más tranquila que ayer>> su voz sonó en mi cabeza en el momento en el que nuestros ojos se encontraron. Me asusté pero él hizo un movimiento inesperado, tomó mi cintura y me acercó aún más a él, miró insanamente mis ojos tratando de descubrir que había detrás de ellos; me acarició el rostro y sostuvo su mano sobre mi mentón, miró aún mas mis ojos y sonrió.
    -No tenemos porque seguir practicando hoy, tomemos un descanso, al menos este día.-dijo esta vez para los dos, mi interior se sacudió y sonreí sin darme cuenta. Deidara tomó entre sus manos un CD y dejó que lo escuchara, como primera canción, tenía una de mis canciones favoritas de My Chemical Romance “I Don’t Love You” para luego seguir con “Ghost Of You”, al parecer eran recopilaciones de música que adoraba.-Sabes, no puedo decirte lo mismo que dice esa canción, porque estaría mintiéndome.
    -¿Cómo?-pregunté incrédula de lo que decía, justamente hablaba del estribillo que decía
    <<When you go And would you even turn to say I don’t love you Like I did Yesterday>>:
    <<Cuando te vayas, y voltearas para decirme, no te amo, como ayer>>
    Él tan solo me miró, y volvió a encontrarse con mis ojos <<Sabes muy bien lo que dije, no hace falta repetir>>. Bajé la mirada apenas lo oí decir eso, me asustaba su forma de ser y más que todo esa forma de hablar conmigo por mis pensamientos. Se puso delante de mí y tomó mis manos, las pasó por detrás de su cuello y él paso sus brazos por detrás de mi cintura, me apretó más en contra de su cuerpo; mi respiración aumentó, mis manos comenzaron a temblar, ya sabía lo que iba a suceder. Volvió a mirarme a los ojos y sonrió la canción “Sweet Dreams” de Marilyn Manson iba bastante bien para este momento, por alguna razón extraña quería abrazarlo muy fuerte y sentir su perfume otra vez. Pero me separé de él, Deidara me miró y fue hacia la puerta, la cerró con llave y bajó la persiana americana que había en ella.
    -Quiero privacidad para los dos, porque necesito decirte algo, y quiero que me escuches.-Mi corazón se aceleró, no sabía cómo reaccionar ante esta nueva sorpresa, y lo que él quería decirme. Tan sólo asentí y me preparé para lo que sucedería-Sabes, desde que llegaste, muchas cosas han cambiado en mí, y en mi alrededor, eres como esa persona que nunca creí encontrar, eres esa chica que nunca se ve y por eso es única. Eres única, y lo que quiero decirte es algo muy difícil de decir para cualquier persona, y quiero que lo sepas cuanto antes…
    En ese momento, se fue acercando cada vez más y más, ese espacio que nos separaba quedó nulo y pude verle a los ojos cuando se puso frente a mí, pude oler su perfume, tomó mi barbilla y levantó mi rostro, dejándonos a poca distancia, no había escapatoria alguna, me rendiría a sus brazos, me abrazó, miró nuevamente a mis ojos, cálidamente y en silencio, cerré mis ojos y esperé. <<Te amo>> dijo en mi mente en el momento en el que nuestros labios se sellaron en un beso perfecto. Siempre había soñado con ese beso, al que se le puede decir de un príncipe, o más bien de su chico ideal, Deidara era mi chico ideal, todo lo que había estado esperando… mi corazón por fin pudo dejarme ver su aura, era azul, y me dejó tranquilizarme. <<Eres bueno, ahora sí puedo confiar en ti>> pensé, lo que obtuvo una respuesta. <<Lo sé>>.
     
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    xxxMidori Sama

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    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
    Total de capítulos:
    19
     
    Palabras:
    1889
    Capítulo 7
    Otra vez al castigo, ya habían pasado tres días, pero para mí era una eternidad. Ya me había cansado por completo, en especial porque ahora no era la única chica ahí… no ya no, ahora debía compartir el salón de castigos con una pelirroja absurda y totalmente estúpida, vivía hablando de lo genial que era tener una banda y que ella iba siempre a tocar a un bar. De vez en cuando miraba a Itachi para dejar de lado la tentación de darle un gran puñetazo en su cara, Itachi me reconfortaba bastante, realmente me sentía bastante atraída hacia él. Pero no, debía concentrarme en otras cosas, no necesitaba sentimentalismos en mi vida, si estaba sola todo sería mejor, ¿o no?
    -Oye, ¿tú tienes una banda?-dijo Karin mirándome de reojo. Yo la miré después de haberme quedado como una tonta mirando a Itachi, puse mi mejor sonrisa falsa y le contesté.
    -Claro que sí, ¡somos los mejores!-estaba mintiendo, puesto que la “banda” era de una persona, o sea yo.
    -¡Estupendo! Toma, estos son folletos para una batalla de bandas que va a haber en el bar al que voy, va a ser genial, espero que no te moleste tener una competencia tan potente como yo-su voz era como un par de lijas en mis oídos. Tomé los folletos y los guardé en mi bolso, Itachi por suerte no los vio sino de seguro me los quitaba.

    Por suerte las horas pasaron bastante rápido y no tuve que sufrir tanto oyendo a Karin hablar de su banda. La encontré a Akira en la salida y nos fuimos caminando hacia el edificio, el cielo estaba nublándose, así que no fuimos con nuestra parsimoniosa caminata de siempre; hablamos de todo mientras íbamos hacia casa, nos encontramos a Salomón que se había ido a almorzar a un restaurante que había cerca del edificio, nos invitó a almorzar y como estábamos muertas de hambre aceptamos. Luego seguimos el camino de nuevo a casa, los tres juntos, y como siempre Salomón tomó de la mano a Akira, eran muy compinches los dos, lo podía percibir. Al llegar al hotel cada uno se fue a su departamento, luego de cambiarnos nos juntaríamos para hacer la tarea en nuestro departamento, quizá Salomón no quería que viéramos las montonera de cajas que debía haber en su departamento. Estábamos felices de tener un nuevo amigo con quién pasar un buen rato juntos.
    Llegó la noche y cada uno se fue a sus respectivos cuartos-y departamentos-, me fui a mi cuarto mientras oía a Akira cantando en la ducha, cantaba bien, pero quedaba un poco raro que cantase en la ducha, bueno realmente yo también lo hago… en sí ¿quién no lo hace? Busqué la carpeta en donde había metido los folletos, quería entrar, quería ganarle a Karin, pero había un problema… ¿con quién haría esa banda? Sonó mi teléfono, era Naruto, nos pusimos a hablar y en un momento oí un sonido musical, pensé que era de un equipo de música, pero me equivoqué.
    -¡Oye, baja el volumen del equipo de música! ¡Se oye hasta aquí!-le dije bromeando, pero él no rió.
    -Soy yo, estoy hablándote desde mi estudio de música.-me quedé atónita, no sabía que podía tener a un amigo que tuviese el talento de tocar el piano, le pedí que me hiciera escuchar una canción para ver como sonaba su música. ¡Era bellísima! Era perfecto para mi banda, nos faltaban más instrumentos, pero no importaba, sería más fácil con Naruto ayudándome. Le conté sobre los folletos, el bar, el concurso y le propuse ser mi compañero en la banda, él feliz de la vida me dijo que sí y que podríamos ensayar en su estudio, puesto que sus padres le habían regalado ese estudio cuando él empezó a estudiar piano. Además Naruto dijo que me ayudaría para conseguir los otros integrantes de la banda, estaba muy feliz porque no creía poder estar lista desde ese momento a dos meses, los próximos meses nos íbamos a poner muy duros con nuestra banda para poder tocar en el concurso y sobre todo ¡GANAR!

    Me despedí de Naruto cuando oí a mi hermana salir del baño y me dio las buenas noches y yo también se las deseé, sabía que los días que se venían iban a ser p-e-r-f-e-c-t-o-s. Dejé el celular sobre la mesa de noche y me fui a cambiar para irme a dormir, mañana en la escuela debería hablar con Naruto para arreglar más cosas de la banda, pero a escondidas de Akira, no quería que se metiese, quería hacer algo por mí misma, lo lamentaba muchísimo, pero debíamos hacer cosas fuera de nosotras dos. <<Lo siento Akira>> pensé y me dormí. La mañana siguiente me desperté tarde, puesto que mi hermana no me había despertado y la muy linda no había preparado el desayuno ni nada, fui a su cuarto y no estaba, su cama estaba armada como si nadie hubiese dormido ahí. Me estremecí, ¿Dónde estaría? Corrí al baño, no estaba, fui a donde dejaba su notebook y no estaba tampoco ahí, todo lo que era de ella estaba en su lugar; me vestí rápidamente y me encaminé hacia la puerta de salida del departamento, de la rapidez que traía me choqué con ella y pude ver un papel pegado en la puerta. En él decía <<Ritsuko, me fui temprano a la escuela, tenía práctica de música con Deidara temprano. Salomón me acompañó también. Espero no te moleste, tienes el desayuno dentro del microondas. XOXO. Akira>>. Agarré mi desayuno y lo comí mientras corría hacia el colegio.
    Al llegar Naruto me recibió con su alegría intacta mientras yo no podía siquiera quitarme las lagañas de los ojos, nos encaminamos hacia la entrada junto con mi nuevo compañero de la banda y me quedé atónita cuando vi lo que me deparaba el colegio a las 8.00 de la mañana. Salomón estaba abrazando a Akira porque estaba llorando, fui corriendo a su lado creyendo que se había enterado de mi banda y estaba mal por no haberla metido. Pero no fue por eso, sino que Orochimaru le había dicho que su amigo Deidara había desaparecido, y el peor golpe que tuve, fue lo que seguía después de esa mala noticia.
    -Itachi también desapareció.-fue el comentario que Salomón agregó, no quería llorar, así que agarré a Naruto y decidí que debíamos hablar más de la banda, traté de tranquilizar a Akira y la miré a los ojos.
    -Haré lo imposible por volverlos a ver.-dijo ella antes de poder decir palabra alguna.-No dejaré esto sin un final.
    Sabía que era cierto, ya que mi hermana era muy sincera cuando se trataba de algo que ella quería mucho. Después de las clases-que rara vez pasaban tan rápido- conocí a mi nuevo tutor a cargo del castigo. Me sorprendí al verlo entrar al salón de castigos, su cabello negro, sus ojos grises llenos de oscuridad a pesar de brillar de vez en cuando, se notaba que no era del instituto puesto que su uniforme era distinto, y por alguna razón llevaba un pequeño pajarillo en su cabeza.
    -Mi nombre es Hibari Kyoya, soy el suplente mientras su tutor titular vuelva.-su voz resonó en mi cabeza y me hizo recordar a Itachi de nuevo, sus ojos mirándome profundamente, eso me hizo sonrojar. El pajarillo que Hibari tenía sobre su cabeza comenzó a cantar y yo quedé totalmente asombrada.
    -¡Que ternurita!-dije señalando a su mascota. Él me miró con cara de pocos amigos y me asusté, preferí quedarme callada por alguna extraña razón. <<Ritsu ¿te sientes bien?>> dijo mi hermana en mi cabeza, como siempre podíamos hacerlo, la telequinesis es bastante útil cuando puedes hablar sin que nadie más escuche. Le dije que sí, que tan solo el día me había puesto un poco mal y le pregunté cómo estaba ella, según ella estaba bien, pero su mala vibra se sentía. A la salida encontré a mi hermana, por suerte hoy Karin no tenía más castigo, fue muy poco lo que tuvo que soportar. Le dije a Akira que estaba feliz de no tener que soportar más a Karin por un buen tiempo, ella me felicitó y fuimos a casa junto con Salomón que se había quedado todo el día junto a ella, como siempre estaba abrazándola y se notaban que eran casi hermanos. Tuve celos por un rato porque yo hacía rato que no abrazaba a Akira así, pero me contuve y decidí que fuéramos a casa.

    El camino a casa fue tranquilo como la semana, ya faltaba tan sólo una más para poder decir que estaba liberada del castigo, de mis tutores, y de todo lo que implicara ese salón. El lunes de la semana en la que me quedaría tan solo 15 días de sentencia comenzó, llegué bastante temprano, ya que mi querida hermana quería ver si Deidara había vuelto, quizá se había ido de viaje como en sus sueños había visto. Posiblemente tenía razón, nunca se equivocaba cuando soñaba algo así. No había llegado, pero había alguien más dentro del salón de música, una batería sonaba de otro lado de la puerta. Mi hermana sabía que no era Deidara, pero no reconocía a esa persona que estaba metida ahí.
    Abrimos la puerta con sumo cuidado para que lo que hubiese ahí adentro no nos atacara a tiempo. No soy de creer en la doble personalidad, pero realmente, esto era un creer o reventar, realmente, la doble personalidad sí existe y puede estar en quienes menos lo esperas, un hermano-como la mía lo tenía-, un amigo, o una persona que no conoces, pero por alguna extraña razón sabes que puede sorprenderte de muchas maneras… verdaderamente, de muchísimas maneras.
     
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    xxxMidori Sama

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    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
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    19
     
    Palabras:
    1999
    Capítulo 8
    Al abrir la puerta no podía creerlo, tenía la respuesta a mi problema de la banda frente a mis ojos, un baterista muy talentoso, pero no sabía cómo podría hacer para pedirle que fuera miembro de mi banda, Hibari era difícil de convencer y sobre todo porque no podía dirigirle la palabra; yo no, pero mi hermana al parecer sí.
    -Si no eres miembro del club o te mandaron de algún curso superior a buscar un instrumento no puedes tocar nada muchacho.-Miré a Akira con muchísimo miedo, pensaba que Hibari la mataría por ese comentario, pero tan sólo se levantó, pasó a su lado y la miró detenidamente.
    -Disculpa linda, pero no pude resistirme a tocar esa batería, hacía mucho que no tocaba una.-Su voz sonaba tan tranquila que no parecía el mismo chico que ayer había conocido.
    -Vale, pero por favor la próxima vez, viendo que no estás unido al club y no eres del colegio, pídeme permiso, mientras Deidara no esté, yo estoy a cargo de esta sala. Los directores así lo han dispuesto.-Su voz se había calmado un poco, pero aun seguía un poco crispada.
    Quería que el día pasara rapidísimo como solía pasar, quería llegar a la hora del castigo para investigar las formas en que pudiera pedirle a Hibari que fuera mi compañero. Por suerte mi petición se cumplió, y llegamos rápido a la última hora, ya me tocaba castigo y como no quería que mi hermana se quedara para esperarme, le dije que fuera a casa y que no importaba si luego debía ir sola hasta el departamento. Ella aceptó rápido mi petición, porque estaba realmente cansada y se le notaba.

    Durante el castigo pensé mil y un formas para pedirle a Hibari que formara parte de mi banda, a Naruto le había gustado la idea y que tan sólo nos faltaría un solo miembro para tener la banda completa si Hibari aceptaba mi petición. Y eso esperaba. Las horas pasaron muy rápido y toco el timbre de salida, y me apresuré a juntar mis libros, los metí así nomás y arrugué todas las hojas de una carpeta; esperé a que todos se fueran y me dirigí al tutor.
    -Disculpa, pero al oírte esta mañana tengo una pregunta que hacerte.- ¿En qué momento me volví tan frontal ante ese chico? No lo sabía pero esperaba que se quedara así.
    -Dime.
    -Mira, quiero formar una banda y necesito un baterista, y tú eres el más talentoso que he visto hasta ahora, ¿te gustaría formar parte de mi banda?-esperaba que no me mirase con la misma cara que miraba a todos, pero sólo me miró, sonrió, que parecía que extrañamente lo hacía y contestó.
    -Si prometes no molestar más durante el castigo estaré en tu banda.-Yo enloquecí, grité, le dije que me portaría excelentemente, y que ese fin de semana nos reuniríamos para practicar, tan sólo nos faltaba un bajista, pero sabía que Naruto lo iba a encontrar. Al llegar a mi departamento mi hermana estaba durmiendo en el sofá y yo fui a mi cuarto para no despertarla, necesitaba dormir. Me fijé si no habían dejado mensajes en el contestador, no, no había ninguno. Me metí a la ducha así tomaba un baño relajante, lo necesitaba después de todo. Me fui al cuarto y prendí mi notebook, agregué el mail de Naruto y de Hibari, por suerte estaban los dos conectados y pude hacer una conversación entre los tres. Nos pusimos de acuerdo en ir a practicar a la casa de Naruto, pero yo me di cuenta de algo más, algo un poco imposible de conseguir. Había que pagar para entrar ahí, y no era accesible, para nada accesible. Se los dije, y nos quedamos pensando en qué podríamos hacer. Miré la hora y se nos había hecho las ocho de la noche, me despedí rápido de ellos y me fui a hacer la tarea, mi hermana hacía rato se había despertado y vi algo extraño sobre su carpeta, unas letras enormes sobre ese cartón dorado con bordes plateados, <<V.I.P.>> decían esas letras en un color plateado muy brillante, junto con el nombre del bar, pero eran letras muy pequeñas y no quería que notara que estaba viendo eso.
    Cenamos, y nos pusimos a hacer las tareas hasta tarde, bueno más bien yo me puse a copiar la tarea de mi hermana porque ella ya la había hecho con Salomón. Akira estaba bastante deprimida, y no la culpaba, durante la cena nos habíamos puesto a ver las noticias, muy rara vez lo hacíamos, pero esta vez queríamos ver si podíamos tener alguna noticia del paradero de Deidara e Itachi. No tuvimos noticias sobre eso, pero si vimos algo que nos aterrorizó; al comienzo del programa hablaban sobre un fenómeno meteorológico que aún no entendían de donde venía.
    -Extrañas nubosidades rojas, violáceas y negruzcas se están formando sobre el cielo en determinados puntos de la ciudad. Los meteorólogos aún no saben el lugar de procedencia de estos fenómenos climáticos, se está investigando por científicos especialistas y personas aplicadas en el tema.-Nos sorprendimos al oír las noticias que siguieron-Últimas noticias: encontraron el cadáver de un joven, el cuerpo apareció en un descampado con marcas de sangre en sus muñecas a pesar de no haber tenido heridas, y sus ojos estaba completamente negros, una humareda roja salía del cuerpo sin vida del muchacho.
    Humareda roja como las nubosidades que habían aparecido en la ciudad, en nuestro pueblo era bastante común que en las tormentas el cielo se pusiera así. Pero aquí al parecer no era muy normal. Nos fuimos a dormir, bueno mi hermana se fue más temprano, para poder despertarnos temprano al otro día y así poder repasar para el examen que íbamos a tener el miércoles que venía, teníamos tan sólo el martes para estudiar mucho, ya que ese examen de historia sería muy duro. Me quedé pensando en el muchacho que apareció muerto, <<¿Qué le habrá sucedido?>> pensé, terminé la tarea y me fui a dormir, quería descansar un rato.

    Pasó el examen muy rápido, por suerte era de a dos, y con mi hermana tuvimos que hacerlo con Salomón también, fue el primer 10 del año, y estábamos felices por eso. Después de eso, los días pasaron volando, después de las dos semanas, terminé el castigo y me tocaba ir a practicar, nos reunimos en la casa de Naruto el sábado de la semana en la que salí por fin de mi castigo, me puse tan feliz no sólo por eso, sino que además nuestra banda estaba completa y podíamos ingresar gracias a nuestro nuevo compañero: Sasuke. ¿Cómo ha pasado? Han de preguntarse, resulta que un día me tocó hacer un trabajo con él en el salón de clases y vi en su carpeta un anuncio del bar <<Nightmares>> que era donde se hacía el concurso de bandas, le pregunté si tocaba algún instrumento y me dijo que tocaba el bajo, <<Bingo>> dije en mi mente y le pedí que fuera nuestro compañero, y no sólo eso era una buena noticia sino que también era un cliente recurrente y por lo tanto tenía pases V.I.P. para todos nosotros.
    El día que nos reunimos, Sasuke nos trajo las credenciales y dijo que teníamos que tenerlas en todo momento porque si no nos harían pagar. Los siguientes dos meses los pasamos practicando, ya éramos los mejores amigos, nuestra suscripción había sido aceptada y estábamos seguros que íbamos a ganar. Habíamos elegido para tocar la canción de Celldweller-Louder than Words (version female), nadie iba a poder superarnos, éramos la mejor banda verdaderamente. Nuestra banda se llamaba Night City, y para mí, seríamos el mayor éxito del mundo.

    Los meses pasaron, y más adolescentes aparecieron muertos en descampados, y fueron hallados cuando vieron las humaredas de colores, rojo, violeta y negro. Me preocupaba que nos pasara a nosotros o alguno de nuestros queridos, o quizá apareciera alguna vez Deidara o Itachi en el mismo lugar que esos chicos. Diarios, revistas, anuncios televisivos anunciaban que la cifra de desaparecidos y muertos aumentaba cada día más. Me quedé pensando en eso mientras me cambiaba para entrar en escena, el día de la función llegó, nuestra batalla de bandas estaba frente a nuestros ojos; por un infortunio me topé con Karin antes de que ella saliera a tocar, me parecía que su vestuario no era apropiado, en absoluto, con la música de rock. Nos dirigimos a nuestro apartado y tomamos algo para relajarnos un poco, la hora del show se acercaba, realmente éramos los últimos; por lo tanto, la tensión estaba por las nubes.
    Después de unas 15 bandas venía la nuestra, una de las mujeres dueñas del bar, cuyos colores me parecían bastante familiarizados con el de las películas de terror mezcladas con la realidad que estaba sufriendo la ciudad, todo era de colores negro, rojo y violeta; nuestra presentación fue la menos emotiva que la de los demás, pero la despedida fue una de las mejores. Tocamos nuestra canción y todo el gentío que había allí se volvió loco, verdaderamente loco; les encantamos y todos gritaban nuestro nombre, <<¡Night City! ¡Night City!>> ovacionaban todos.
    -Puesto que están aquí arriba, no me queda otro remedio que decirles muchachos, y muchacha, que ustedes ¡habéis ganado!-dijo la mujer que tenía pinta de drogadicta, porque sus ojos estaban inyectados en sangre. Nosotros al oír que habíamos ganado nos pusimos muy felices y saltábamos de la emoción, realmente era tan sólo yo la que saltaba de la emoción. Nos dieron nuestro trofeo y fuimos a nuestro apartado nuevamente, nos pusimos a parlotear y nos olvidamos que estábamos en público. De vez en cuando nos felicitaban y un mozo nos regaló unos tragos, ese sabor amargo que tenía me hizo escupirlo, no me gustaba para nada.

    Me esperaba ver a Karin completamente enojada porque no había ganado y yo sí la había vencido, tanta palabrería que había gastado, ahora yo se lo había borrado todo con tan sólo una canción. Y eso me fascinaba. Lo que no me esperaba era encontrarme con tres personas que nunca creí poder ver. Quizá el destino me había deparado tal sorpresa y tal felicidad para ese día que me había tocado vivir.
     
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    MinaKushiOtakuGirl

    MinaKushiOtakuGirl Iniciado

    Tauro
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    Oye... solo un detalle, lo que pasa es que al iniciar el dialogo del personaje debes poner un guión largo — no uno normal - yo no se porque pero asi se debe de hacer O.o yo lo uso , no se hacerlo pero solo debes copiar el guión largo que te di y pegarlo cuando hagas tus fanfics , bueno solo son consejos basicos pero escriebs bien ^^ me gusta yo soy principiante solo te lo dije porque ese error es muy notorio en tu fanfic
     
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    xxxMidori Sama

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    Gracias lo tendré en cuenta :)
     
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    xxxMidori Sama

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    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
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    1801
    Capitulo 9
    Ya pasaron dos meses de la desaparición de Deidara e Itachi, aún sigo sin creerlo, aún sigo sin creer que el primer beso con Deidara hubiera sido el último. No, no iba a creerlo. Me pasé los últimos dos meses investigando las razones del porque nunca más habían aparecido, podría ser porque se habían ganado un viaje, o quizá fueron a visitar a un amigo enfermo, o a su familia que vivía lejos; podía haber miles de razones, pero no sabía cual elegir.
    -El número de desaparecidos está aumentando cada día más-dijo la locutora en la televisión apenas comenzó el noticiero. Yo estaba más que preocupada, mi hermana había salido y tenía miedo que le pasara lo mismo que a esos jóvenes, aunque eran muy extrañas las formas en las que los encontraban: humaredas roja es su alrededor, marcas de sangre en sus muñecas.
    -Vaya forma de matar.-Comenté mirando la televisión mientras comía un tazón de cereales. Miré mi carpeta y recordé el pase V.I.P. que Karin me había dado, me di cuenta que era ella porque concordaba perfectamente con la descripción que Ritsu había hecho, el día en el que fue a buscar unos instrumentos a la sala de música, donde yo estaba después de terminar un examen-cuando tenían que sacar algo venían a sacarme del curso para que les abriera la puerta-. Lo miré y me puse a pensar si sería lo correcto, miré el noticiero y seguían hablando sobre los desaparecidos y también eso me hizo pensar, <<Me pasará lo mismo si salgo>> pensé, pero decidí arriesgarme-Vale, es la primera vez que voy, y además ¡Entro gratis! ¿Qué más puedo pedir?

    Me fui a dar una ducha, aún me quedaba unas dos horas, el bar abría a las once de la noche, así que podía tomarme más que una ducha un buen baño para relajarme un poco. Fui al baño y abrí la canilla, dejé que la bañera se llenase mientras yo atravesé el pasillo hasta mi cuarto en busca de la ropa interior. Luego de haberlo encontrado me fui a bañar, me sumergí hasta meter mi cabeza dentro, en esos dos meses el cabello me había crecido bastante, hasta llegarme por debajo de los omóplatos, así que me encantaba sentirlo flotar a ambos lados de mi cabeza. Cerré los ojos y me imaginé nuevamente a Deidara, sus ojos azules, su largo cabello rubio y tan lacio, quería volver a tocar su piel suave, tersa y fría, me puse a pensar en su piel, ¿por qué era fría si no estábamos en invierno? ¿Será que su piel es así desde nacimiento? Me percaté que aún seguía bajo el agua así que volví a sacar la cabeza del agua, y me quedé recibiendo el calor del agua.
    Después del baño, lo que seguía era vestirme, fui a mi armario envuelta en una toalla mi cabeza y mi cabello, escogí la ropa acorde al lugar a donde iba, por suerte no me gustaba la ropa de niña amorosa, siempre amaba el estilo rockero al igual que mi hermana, a mi me fascinaba la ropa al estilo de My Chemical Romance, hasta había conseguido la misma chaqueta que Gerard Way que usó en el video de “Sing”, era mi favorita, y decidí que sería linda para ir a ese bar. Saqué la chaqueta esa, una camisa negra y unos tejanos negros, después busque unas botas sin tacón parecidas también a las que solía usar el cantante de mi banda favorita. Me vestí y busqué el maquillaje, primero delineé mis ojos con el delineador negro y luego los pinté de negro, no me pinté la boca, nunca lo hacía, y me peiné, preferí dejar mis ondas naturales por esta vez, ese día el cabello se había relajado y quedaba perfecto con mi vestuario.
    Tomé mi bolso, puse todo lo necesario, celular, llaves, dinero y tomé el pase. <<Recuerda, no te lo quites nunca, sino tendrás que pagar>> la voz de Karin sonó nuevamente en mi cabeza, me lo colgué y salí para tomar un taxi, por suerte conseguí rápido uno. Llegue a las doce de la noche, pero no me importaba puesto que nadie allí me conocía; al entrar me dirigí a la barra y pedí un trago de fresa, era mi favorito, y sólo yo sabía que lo bebía, y sobre todo no me emborrachaba ni amanecía con resaca. Me senté en los banquillos que había en la barra y me puse a beber mi trago mientras miraba hacia todos lados, los colores rojo, violeta y negro me hacían recordar al noticiero.
    -¿Eres nueva aquí muchacha?-el camarero me habló, yo sólo asentí sonriendo-Mi nombre es Akaru, ¿y el tuyo?-me parecía muy amable, tenía el cabello negro y sus ojos eran de color avellana, su aura era azul, como la de Deidara, volví a pensar en él, pero reaccioné y le contesté.
    -Me llamo Akira, un gusto conocerte Akaru.-dije sonriéndole.
    -Parecidos, digo nuestros nombres, también es un gusto conocerte Akira, espero que disfrutes el bar, una pregunta ¿de qué fraternidad eres?
    -¿Fraternidad? A mí me invitaron, es la primera vez que vengo aquí.-me quedé pensando en lo que me dijo mientras seguíamos hablando, me preguntaba que serían esas “fraternidades” de las que hablaba. Akaru era muy amigable, y me contó que ese mismo día habría una batalla de bandas, por eso había tantas bandas subiendo y bajando del escenario. Creo que entre tanto parloteo me tomé otro vaso más del trago de fresa, ese me lo regaló mi nuevo amigo.

    Después de unas 15 bandas vi a alguien conocido sobre el escenario, era mi hermana, me levanté del banquillo y me puse a verla; brillaba más que una estrella en el cielo, más que el sol realmente, podía reconocer a todos sus compañeros, Naruto, Sasuke, y Hibari, se notaba que su harmonía era perfecta y que se llevaban muy bien unos con otros. Cuando terminaron de tocar, no tuvieron que esperar mucho para saber el resultado, ellos habían ganado, yo me emocioné muchísimo por mi hermana, y cuando estaba a punto de ir a saludarla algo me detuvo, no sabía que era, me taparon los ojos y me tomaron de los hombros. ¿Me habré sacado el pase y por eso querían sacarme?

    Todavía no podía ver nada, y ya me estaba asustando, tenía miedo de haberme desmayado, o que me hubieran hecho desmayar, traté de moverme, pero lo que fuera que me estaba deteniendo era más fuerte que yo, procuré tranquilizarme un poco para que no me pasara nada más de lo que me estaba pasando. Traté de todas las formas humanamente posibles de escaparme de lo que me aferraba fuertemente, pero todo intento fue en vano, nada podía vencer a esa prisión. ¿Qué era lo que estaba pasando? ¿Por qué no podía ver? ¿Por qué me hacían esto? Las respuestas fueron contestadas por sí solas, no hubo ninguna otra mejor forma de explicar lo que pasaba más que esa, no podía creerlo, era lo menos esperado que podía pasarme en un bar, y para mis adentros agradecí el haber venido a ese lugar.

    Mientras seguía forcejeando, sentí que todo se detuvo, y pude volver a ver, pude percatarme que estaba afuera del local, miré a mi alrededor para encontrarme con lo que me había traído ahí fuera.
    -¡No puedo creer que estés aquí!-espeté apenas lo vi, en verdad no esperaba verle.
    -¿Qué hacías ahí dentro?- su voz seguía siendo dulce y suave para mis oídos. Me hacía feliz verle de nuevo, pero me daba miedo volver a confiar en él.
    -No creo poder volver a confiar en ti, hace dos meses que no te veía ni sabía que era de ti, ¿Qué tienes para decir con eso?-me quejé, sentía algo dentro de mí, algo que era inexplicablemente irracional, algo que no recuerdo haber sentido antes, eso… eso que se llama amor. ¿Es que acaso me estaba enamorando de él? Él tan sólo rió.-¡¡Deja de meterte en mis pensamientos!!-le grité y me estremecí por haber dicho eso, ¿era eso posible con alguien más que no fuera mi hermana?

    Le miré esperando una respuesta saliendo de su boca, pero no soltó palabra alguna. Decidí darle la espalda porque no podía soportar verle y no oír una respuesta saliendo de su boca, no creía que fuera tan confianzudo para hacer lo que hizo después de darme la vuelta, pero pensándolo bien, si venía de él era totalmente esperable. Lo miré por sobre mi hombro y lo vi distanciado, volví a mirar hacia la calle y ahí fue cuando me sorprendió, sentí una presión sobre mi pecho cuando me abrazo por detrás y apoyó su mentón sobre mi hombro y me dijo al oído <<Siento mucho haberme ido, pero tenía una razón que por ahora no entenderás>>. Me estremecí pero me solté y lo miré seriamente.
    -Algún día me lo tendrás que decir, no podrás ocultarte siempre.-me miró a los ojos y un escalofrío recorrió mi espalda. Se acercó a mí y me tomó de la cintura, yo bajé mi cabeza y él me abrazó con muchísima fuerza y apoyó su cabeza sobre la mía. Se me escapó una frase que quizá no me importó decir.-No sabes cuánto te extrañé, Deidara.
     
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    xxxMidori Sama

    xxxMidori Sama Entusiasta

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    [Long-fic]Cuando me encuentres, procura hacer silencio
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    19
     
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    Hola, antes de comenzar quería darles unas aclaraciones sobre este capítulo y los que le siguen hasta el final: existe la posibilidad que en ciertas partes de la historia haya situaciones violentas, que llevan consigo mismas palabras groseras. También puede que se presenten situaciones cercanas al lemmon pero sin llegar al mismo explícitamente. Cualquier tipo de confunción, por favor no duden en preguntar. Por lo pronto son las únicas cosas que he de decir. Disfruten [​IMG]
    ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬♥▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬

    Capitulo 10
    No creía que la vida podría sorprenderme con tantas cosas como me estaba pasando en ese momento, encontrar a Deidara nuevamente reafirmó la idea de que los milagros si existen, y que están a la vuelta de la esquina. Le pregunté a donde estaba Itachi, y como era de esperarlo, estaba con Ritsu, ella lo abrazaba de una manera amorosa que nunca antes había visto en ella, me alegré muchísimo por eso, se notaba que lo extrañaba. Me acerqué a ellos y a toda la banda y los saludé y felicité porque habían sido unos participantes magníficos y me alegraba verlos tan unidos.
    -¿No estás enojada por lo que hice?
    -No Ritsu, no me molesta, me parece perfecto que hagas esto también-le dije con la mejor sonrisa que podía poner. No volvimos a entrar no sé porque razón, lo que es seguro es que adentro no nos vieron más; quizá sería porque no podíamos andar entrando y saliendo así como si nada.

    Pasaron los meses de ese encuentro, y como dije anteriormente, las sorpresas están en todas partes, las mismas volvieron a aparecer. Con el transcurso de los días, más y más chicos le enviaban cartas, flores, e-mails, y demás cosas para amontonar, realmente eso me enfadaba y no era propensa a ser así, y mucho menos con mi hermana, pero cuando me enteré que gran parte de esos regalos, mensajes y cartas eran de Salomón me enojé muchísimo. Ritsu había dejado de ser la persona que yo conocía, esa chica no se parecía a mi hermana, salía todos los fines de semana, mientras que yo me quedaba viendo una película o leyendo y escuchando música, para sacarme la molestia de encima. Ya eran vacaciones cuando mi hermana recibió una nueva invitación y recuerdo perfectamente como sucedió.
    Era un día en el que yo estaba totalmente atareada, como la señorita no hacía la parte de sus quehaceres porque estaba ocupada con sus romances, los tenía que hacer yo. Me enfadaba muchísimo tener que hacer todo yo, y ella no hiciera nada, parece que la fama se la subió muchísimo a la cabeza dejando de lado a la primera persona que siempre la tuvo en cuenta, a mí. Estaba tapada por la ropa que había que lavar, y llamaron a nuestra puerta, yo no podía salir de la montaña de ropa sucia que había ese día.
    -¡¡¡Ritsu ve a atender!!!!-grité mientras trataba de zafarme un poco de la ropa, pero como era de esperar, un <<No, estoy ocupada>> salió por parte de su boca, y eso me enfureció-Gracias yo no estoy ocupada… ingrata.
    Cuando fui a abrir la puerta me encontré con Salomón y un ramo de hermosas flores de muchos colores, yo lo miré y le sonreí. No podía creer que ahora me trajera flores a mí, estaba casi volando en mi mente cuando dos palabras reventaron todas mis esperanzas.
    -¿Está Ritsu?-preguntó Salomón antes de entrar, ella salió corriendo de su cuarto y yo baje mi cabeza y seguí hacia mi montaña de ropa, quizá ella querría abrazarme o sorprenderme con dinero en los bolsillos de los pantalones. Juré que nunca más iba a dejar que me rompieran el corazón mientras metía los calcetines en la lavadora. <<Nadie podrá lastimarme>> musité mientras veía aquella bella imagen de Ritsu y Salomón riendo juntos muy unidos. <<Sé fuerte Akira, nadie puede romper tu corazón>> me repetí hasta que mi hermana cerró la puerta.
    -Saldré con Salomón esta noche, espero no te moleste quedarte sola otra vez.-Ya me había acostumbrado, así que seguí colgando ropa en el tendedero que teníamos en el balcón, y vi como se iba a bañar, cambiar y salir nuevamente por esa puerta.
    <<Cómo has cambiado Ritsuko, sí que lo has hecho>> pensé mientras terminaba de colgar la ropa, luego de que Ritsu se fuera me fui a dar un baño para sacarme la pesadez que tenía sobre mis hombros, necesitaba relajarme. Luego me puse a escuchar música para distanciarme un poco, tomé mi notebook y me puse en el living, quizá si hacía eso se me olvidaría un poco lo que Ritsu había estado haciendo los últimos días. Tan superficial se había vuelto. Me acosté sobre el sofá y miré el techo detenidamente, realmente no sabía porque lo hacía, pero necesitaba hacer algo. Miré mi portátil, nada, ni un cambio, sólo la canción “Fix You” de Coldplay era el único cambio, nada más, lágrimas brotaron de mi ojos apenas oí esa canción. En serio necesitaba un arreglo en mi vida.

    Volviendo al tema de la sorpresa, verdaderamente se estaba presentando cada dos por tres en mi puerta, y en verdad eran puertas a las que llamaban, porque es mismo día, apareció una nueva sorpresa llamando a mi puerta. Yo estaba llorando tirada en el sofá mirando sin mirar, cuando tocaron la puerta, la misma canción de Coldplay era la que estaba escuchando, me sequé rápido las lágrimas y antes de abrir me miré al espejo, mis ojos estaban rojos por tanto llorar, que tonta era, llorar por todo. Abrí la puerta a la tercera vez que tocaron, la abrí con una cara realmente de pocos amigos y me sorprendí al verlo ahí, con su semblante en alto, tan confiado en sí mismo, y tan bello a la vez. Lo miré sorprendida y él tendió un ramo de rosas rojas. <<Tus favoritas>> dijo en mi mente, miré a Deidara detenidamente, nunca lo había visto sin su uniforme, salvo cuando estábamos en el bar pero no llevaba ropa muy distinta a la normal, ahora que le veía bien era más guapo aún, llevaba unos tejanos negros, unas zapatillas de jean, una camisa blanca y una chaqueta de cuero negro. Volví a mirar el ramo de flores y antes de hacerme ilusiones, me adelanté a los hechos, y lo hice de más.
    -Lo siento don Juan, pero tu damisela ya se fue con otro.-Mi voz sonó totalmente sarcástica y él me miró fijamente.-No me digas, ¿esas flores son para mí? Sí, te creo mucho.
    -Son para ti, pero si no quieres creerme no te echaré la culpa, debe ser duro que todos aprecien a tu hermana y no a ti-eso me dejó completamente helada, no sabía que responder, tan sólo me quedé mirándolo, sin decir una palabra-¿Puedo pasar?
    Solamente asentí y lo dejé entrar, me disculpé por el desorden, y acomodé un poco las cosas de arriba de la mesa, busqué un florero y puse las rosas, las miré y eran las flores más hermosas que nunca antes había visto. Me senté al lado de Deidara y él me miró, yo le sonreí, pero aún seguía mal en mi interior, me quedé mirando la notebook.
    -¿Estás llorando?-no me había dado cuenta de que las lágrimas habían vuelto a caer, por lo que me sequé con la manga de mi chaqueta y me hice la tonta diciéndole que no lloraba. Pero no iba a caer en eso.-Vamos dime, no me gusta verte así…
    -No pasa nada, tranquilo-era mentira, pero no quería hablar sobre ello. Deidara tomó mi mano, y yo lo miré desconcertada. Me sonrió y corrió el flequillo que se me había caído sobre la cara.
    -Me gusta tu corte nuevo de pelo, todo lo que te haces te queda maravilloso.-me sonrojé y le sonreí, él soltó una carcajada, y volvió a mirarme-Me encantas cuando sonríes.
    -Gracias-ya no sabía qué hacer, él también me encantaba pero no iba a decírselo. Deidara me abrazó nuevamente y yo lo abracé, era lo que más necesitaba ese día, y por fin alguien lo entendía.
    -¿Quieres salir conmigo?
    -¿Ahora?-él asintió y yo no sabía que responder, sólo le sonreí y le di un animoso <<Sí>>.-Espera a que me cambie, porque no pienso salir así.

    Me busqué la pollera de tiro alto y bastante suelto que tanto me gustaba, una camisa negra, unas zapatillas negras y mi chaqueta de My Chemical Romance que había usado el mismo día que nos volvimos a ver. Me maquillé rápidamente, y me peiné, busqué el bolso “Outsider” como yo le decía, porque tenía escrita esa palabra. “Don’t stop believin’” sonaba desde mi ordenador, en ese momento no podía dejar de creer, porque un nuevo milagro estaba pasando. Miré mi cabello, el corte que siempre había querido tener, largas mechas adelante-me llegaban casi a las últimas costillas, y cabello corto atrás; terminé con todo, llaves, celular, y dinero. Estaba lista.
    Bajamos las escaleras del edificio, en ese momento me pregunté cómo sabía que vivía ahí, pero no me importaba saberlo en ese momento, quería que todo estuviera bien. Lo miré de nuevo y lo abracé a lo que él se sorprendió muchísimo.
    -¿Y eso por qué?-preguntó, yo le sonreí y mientras salíamos del edificio le contesté.
    -Porque me salvaste de un infierno.

    Fuimos a un restaurante moderno, pero muy bello, Deidara no paraba de mirarme y yo cada vez que me encontraba con su mirada me sonrojaba y bajaba la vista. Cuando vino el mesero, pedimos una pizza y una jarra de limonada; le pregunté cuanto debía poner yo así pagábamos a medias, pero se comportó como un verdadero caballero y me dijo que todo lo que hiciéramos lo pagaría él, no dejaría que yo lo hiciera. Nos pusimos a hablar de todo un poco, él era perfecto, la luz hacía que su piel fuera aún más bella de lo que era, sus ojos brillaban tenuemente y su sonrisa me hacía sonreír también, en verdad estaba enamorándome de a poco de él, y esperaba que él también sintiera lo mismo por mí. Luego de cenar, nos fuimos a una feria que había en la ciudad.
    -Voy a ganar ese oso panda para ti-dijo mientras se paraba delante de un puesto de tiro al blanco. Como era de esperarse lo ganó, y me dio el muñeco de felpa, yo volví a abrazarlo, no podía creer la cantidad de cosas hermosas que había hecho por mí. Él también me abrazó y nos fuimos caminando hacia mi edificio.
    Cuando estábamos a dos cuadras de mi departamento, Deidara se detuvo en seco lo que me hizo detenerme a mí también no sólo porque iba tomada de su mano, sino que también porque llamaba mi atención que hubiera hecho eso. Lo miré y sus pupilas se habían contraído, a pesar de que era de noche.
    -No creo que debamos ir a tu casa, siento que algo se va a destruir, y es algo preciado tanto para ti como para mí.-sus palabras me llamaron muchísimo más la atención, tomé fuertemente su mano y le conteste.
    -Calma, quizá mi hermana ya haya vuelto, siempre vuelve feliz después de sus citas.-él me sonrió y continuamos caminando.

    Antes de entrar al edificio nuevamente se detuvo en seco, me miró y me abrazó fuertemente, tomó mi mentón y me besó dulcemente, luego entré con una sonrisa al edificio que la dueña se dio cuenta de ello y también se puso contenta por mí. Subí al departamento, para luego encontrarme con la peor de las cosas que me podía dar la vida.
    -¿Dónde demonios te habías metido?-dijo Ritsuko apenas abrí la puerta. Yo le contesté que había salido con Deidara y que la había pasado fantástico. Pero a ella no le gustó-No puedes salir si yo salgo, y si no me lo dices menos.
    -Ah claro, pero tú si puedes salir, y yo no; por favor Ritsuko, no nos engañemos, ahora me vas a decir que eres una niñita buena. No me importa si te fue mal con Salomón, yo no podía seguir vegetando en esta casa.-Mis palabras salieron espetadas con tanta rapidez que necesitaba muchísimo aire para poder seguir.
    -Aquí te tienes que quedar tú y punto, Akira.-Esa fue la gota que rebalsó el vaso, no iba a permitirlo, cerré la puerta de un golpe y me dirigí a mi cuarto. Tomé el bolso de viaje que había traído cuando me mudé ahí y metí toda la ropa-la que traía y la nueva- y zapatos, maquillaje y en el bolso que había usado para salir con Deidara, metí mis libros y cuadernos de dibujo y música y mi notebook, junto con otras cosas que necesitaba llevar conmigo, y mi oso de felpa que Deidara me había regalado no iba a quedarme ahí para que me rompieran el corazón, ya lo había jurado.-¿A dónde vas?
    -Lejos de aquí. No voy a dejar que me rompan el corazón, yo lo juré.-Esas fueron mis palabras y atravesé el umbral de la puerta. No iba a volver por un tiempo bastante largo. Al menos hasta que me sintiera con ganas de venir aquí.

    La portera volvió a verme salir con todos mis bolsos y se sorprendió, me había visto tan feliz hacía unos segundos, y ahora lloraba muchísimo. Salí del edificio y me fui caminando hacia la lejanía, no me importaba a donde podía llegar, crucé miles de calles con escasa luz, sin preocuparme por lo que me podría pasar. En un momento vi salir de una tienda a Naruto y Hinata, al parecer estaban saliendo, y me alegré por ellos, me preguntaban a donde iba, tan sólo les pude decir <<Lejos>> los echaría de menos, eran únicos para mí.
    Seguí caminando, hasta que me detuvieron unos muchachos, eran ladrones. Tomé el gas pimienta que tenía dentro de la chaqueta con sumo cuidado, rocié a uno y los otros querían quitarme el bolso. De las oscuridades oí un grito muy fuerte y me di la vuelta para ver qué clase de delincuente saldría ahora… Pero no era ningún delincuente, era un muchacho. Vi como golpeó a esos muchachos, y yo cada vez me asustaba más y más. Observé como el último de ellos, salía corriendo del lugar; ese mismo muchacho se acercó a mí y me miró a los ojos preocupado, miré mis brazos estaban completamente blancos.

    De repente todo se oscureció, no podía ver nada, tenía miedo de lo que podría haberme pasado. Sentí un movimiento, algo me sostenía, me desperté del susto, y miré a mi alrededor, nada malo había, sólo que en ese momento estaba en una casa, un living para más información, miré a todos lados, no era mi departamento, pero mis bolsos estaban ahí. Sentí que alguien estaba en la cocina así que traté de levantarme, pero no podía, miré el techo, era de madera.
    -¿Estoy en una cabaña?-dije y me sorprendí al oír la voz de Deidara detrás de mí.
    -Si crees que tener techo de madera de mi casa es tener una cabaña, sí esto es una cabaña.
    -¿Cómo llegué aquí?-pregunté atónita, no entendía nada, hasta que relacione algo-Tú eras el que me salvó de los tipos esos.
    -Exactamente pequeña, no iba a dejarlos lastimarte, ya suficiente con lo que te hizo Ritsu. Ahora, quiero que me digas qué pasa contigo-Su voz penetró en mi cabeza profundamente.
    -No quiero volver a mi casa, ya no puedo soportar otra cosa mala que Ritsu me diga. No quiero que me rompan el corazón, yo lo juré-le dije, y me lancé sobre sus brazos, lloré un poco más contra su pecho, y oí una frase resonando en mi cabeza. <<Algo preciado para ti y para mí se ha roto>> eso preciado por ambos ¿era mi corazón?
    -Lo es, y ahora quiero que respondas algo más… ¿te quedarías en mi casa?-sólo asentí, y seguí apoyada sobre su pecho. Me quedé dormida, y en mi mente algo más se relacionó, ¿cómo era posible que Deidara leyera mis pensamientos? Algo más sonó en mi mente hasta que me quedé dormida con la voz de Deidara ahí <<Algo preciado para ti y para mí se ha roto, y yo lo voy a reparar, no dejaré tu corazón roto, no, nunca lo haré>>.
     
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    blackrose18

    blackrose18 Usuario VIP Comentarista Top

    Piscis
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    Pluma de
    Escritora
    No ´permitimos el lemmon.. sólo aclaro. Y por favor usa enter, tu fic es una maraña de párrafos y diálogos que cansa al leer.
     
  20.  
    xxxMidori Sama

    xxxMidori Sama Entusiasta

    Géminis
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    Pluma de
    Escritora
    Aclare que podían parecer lemmon, sé que no está permitido, y no me gusta la idea del mismo, sólo preferí aclarar antes que hubiera cualquier confución posterior a los próximos capítulos
     
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