One-shot Locura [Far Cry 3]

Locura

— ¡Hijo de perra, ¿acaso tenías que apuñalarme tantas veces?! — me gritó mientras caía al suelo desangrándose — ¡¿Crees que eso hará que tus hermanos revivan, Jason?!

— ¡No, pero es lo que te merecías por lo que les hiciste! — con furia, tomé el cuchillo y se lo enterré en el hombro derecho.

Vaas ya se encontraba fuera de combate. Lo apuñalé tantas veces que perdí la cuenta, y sus heridas no paran de sangrar. Muy pronto morirá, y será un obstáculo menos en mi camino.

— Mírate, Jason, mira lo que Citra te ha hecho… — me dijo mientras se sujetaba la herida que acababa de hacerle — Tienes el brazo lleno de esos tatuajes feos y raros, ¿sabes que representa eso? Que eres su esclavo. Ella te ha esclavizado.

— ¡Cierra tu puta boca! ¡Yo no soy esclavo de nadie! ¡Soy libre, y voy a liberar a toda esta isla de ti y del malnacido de Hoyt!

— ¿En serio crees eso? — su tono de voz estaba empezando a molestarme — Pues déjame decirte que eres un imbécil. Dices que peleas para liberar la isla y vengar a tus hermanos, pero te equivocas. Y te darás cuenta cuando te quieras marchar. ¿Crees que Citra permitirá que te vayas? Eres la marioneta más mortal que tiene, y de seguro tiene más usos para ti una vez que acabes conmigo y Hoyt.

Este tipo ya me había puesto de los nervios. Lo tomé del cuello y lo levanté con una sola mano, mientras que con la otra sujetaba mi cuchillo, listo para asesinarlo.

— No te das una idea de todo lo que he intentado hacer por ti, Jason — ya no comprendía lo que decía, estaba loco — Citra te convirtió en su esclavo, y tu único escape es a través de la muerte. ¿Por qué crees que intenté matarte tantas veces? Hoyt nunca te aceptará después de todos los daños que has hecho al negocio, al menos que estés dispuesto a perder una mano completa. Yo intenté matarte muchas veces, intenté liberarte muchas veces, pero tú sigues y sigues evitando la muerte. Te rehúsas a ser liberado.

— No, Vaas, te equivocas — le dije listo para dar la estocada final y silenciarlo de una vez — Tú mismo fuiste quien me lo dijo. “Locura es hacer lo mismo una y otra y otra vez y esperar que algo cambie”. Tú has intentado matarme una y otra y otra vez, y nada cambió. Estás loco, Vaas. Bajo tus propias reglas, estás loco.

— Puede que yo esté loco, pero también estoy libre de cadenas — me sonrió como si fuera un amigo de toda la vida — Te deseo suerte con Citra.

Ya no lo pude soportar más. Clavé mi cuchillo en su garganta y la sangre empezó a fluir en descontrol. Vaas estaba muerto finalmente. La muerte de mis hermanos estaba a punto de ser vengada, puesto a que ahora solo me faltaba el mandamás dentro de toda esta maldita isla, Hoyt. Por alguna razón, la sangre de ese malnacido no dejaba de fluir de su cuerpo, y el lugar completo estaba inundándose sin parar. Perdí la movilidad por completo, y empecé a ahogarme a medida que la sangre de ese cabrón me cubría.

[…]

Desperté algo sobresaltado. Todo eso había sido un sueño, o al menos, eso lo parecía. Si la memoria no me falla, la muerte de Vaas no ocurrió de esa manera. Citra, quien estaba dormida junto a mí, también despertó después de que yo me moviera de esa forma.

— ¿Ocurre algo? Mi guerrero — me dijo en susurros — ¿Acaso los fantasmas de tu pasado invaden tu mente de nuevo? — tras decir esa frase, se colocó encima de mí — Lo mejor será que no te dejes distraer, o de lo contrario, no podrás asesinar a Hoyt.

No se equivocaba. Para asesinar a Hoyt, voy a requerir de una gran concentración. Será una pelea muy dura, y puede que me cueste la vida. Pero está claro que lo voy a matar. No quedará ni un solo pirata o corsario vivo en esta isla. No después de lo que les hicieron a mis hermanos.

Pero todo es tal y como dice Citra. No debo dejar que eso me distraiga. Debería concentrarme en el presente, en lo que soy ahora. El Jason Brody de antes de venir a esta isla nunca tendría la fuerza ni el valor suficiente para enfrentar a toda esta gente. Pero el nuevo es todo lo contrario, una bestia hambrienta que acabará a sus enemigos, y obtendrá su venganza.