Lo que sucede en una clase de arte...

Re: Lo que sucede en una clase de arte...

Hola a todas!!!!!
siento muchisimo la tardanza pero bueno aqui pude terminar (mi compu. tendre que cambiarla) bueno no las molesto mas espero que les guaste ;)


Segundo capitulo: ¿amigo de verdad o por interés?


— Mmm… a ver… en mi habitación. Es que el baño esta desordenado —deje algo avergonzada ya que desde que llego Sango deje de ordenar mi departamento.
— ¿Entonces en tu habitación me cambio? —se aseguró.
—Si, ve es la segunda puerta de lado derecho —le dije para que no se fuera a equivocar y viera el desorden que tenia.

Después de que le dije que donde estaba muy habitación se marcho. Yo fui a la sala donde tenía todas las cosas de arte. Cuadros que ya terminé y materiales de arte también. Tome mis instrumentos y me fui a la sala, ya que decidí ahí terminarlo, además nadie vendrá a molestarme ya que Sango n los dejara.

­—Estoy listo ¿donde me gano? — al verlo me puse como la primera vez. Roja como un verdadero tomate, lo primero que hice fue darme vuelta para que no me viera.
—Si quieres puedes ganarte por allí —le sugerí con mi mano sin que viera mi rostro ya que aun estaba roja.
—Esta bien —se ubico en el lugar

Inuyasha solo traía puesta una toalla, la cual se mantenía rodeando su cintura y dejando ver su cuerpo muy bien formado. Se notaba que hacia mucho ejercicio ya que tenia muy definidos sus músculos.

—“! Por dios Kagome, en que esta pensando!” —me reclamaba mientras que me sentaba para empezar a retratar. Pero Inuyasha me saco de mis pensamientos
— ¿Quiénes son los del retrato? —no me di cuenta de que estaba viendo el retrato
—Son mi familia. —le dije un tanto deprimida ya que me acorde de esa conversación con mi hermanito.
— ¿Quién lo retrato? Esta muy bien pintado —admitió sin deja de mirar esta
—quien la retrato es una persona que tú conoces. Mira fíjate en las iniciales que están en la una de las esquinas
— Haber… son una K…y una H —dejo fijándose en estas
—Eres tú Kagome quien lo pinto — dejo sorprendido
—Si yo lo retrate de una foto que tenia en uno de mis álbumes de fotos
—Muy hermoso ¿eres tú quien esta al lado de esa mujer?
—Si soy yo a la edad de diez años ¿por que lo preguntas?
— Es que te ves muy linda con ese vestido morado y ese listón en tu cabello —me dijo mirándome de lado. Como ocultando algo de su rostro que no pude descifrar
—Mejor… empecemos ¿no te parece? Es quiero entregar mi trabajo hoy mismo si es posible —estaba muy nerviosa y no quería que Inuyasha se diera cuenta.

Después de que le dije que empezáramos. Él se quito la toalla y tomo la pose que tenia en el retrato que le enseñe. Comencé a retratar nuevamente pero esta vez me costo más ya que ahora estaba sola con él y algo me estaba pasando ya que no podía mirarlo sin sonrojarme. Así que me hice a la idea de que el era otro mas que se juntaba con migo por mi situación financiera. No quería caer nuevamente en eso ya que barias veces la tonta de mi cayo y ya he sufrido mucho. Así que ya no daré mi amistada tan fácilmente, eso lo puedo prometer.

— ¡Bien por fin he terminado! —dije victoriosa mientras que tomaba el retrato y lo miraba.
—Bien entonces me iré a vestir —escuché a Inuyasha pero no le di mucha importancia ya que me estaba asegurando de que todo estuviera bien, sin ningún error, en fin algo decente para una buena calificación.

Al rato después salio Inuyasha con unos pantalones negros y una polera rojo manga corta muy ajustada, en la cual se notaban levemente su bien formado torso. Este traía una chaqueta negra en su mano derecha la cual le dejo en mi sofá de cuero negro.

— ¿Y bien lo entregaras hoy? ­—Sin darme cuenta apareció por mi espalda viendo el retrato terminado.
— S…si…si lo entregare ahora —no sé que rayos me esta pasando pero no puedo evitar ponerme nerviosa con él. Es más asta temo ser su amiga debido a que después de un tiempo me daré cuenta de que es muy amigo por el dinero.

— ¿Quieres que te acompañe? —Nunca antes alguien se había tomado tantas molestias por un trabajo que era responsabilidad mía.
—Si quieres acompañarme esta bien. Por cierto aquí esta tu dinero, muchas gracias por tu ayuda en verdad no se que hubiera hecho sin ti —admití algo avergonzada.
—No es necesario que me pagues ya ye había dicho que no quería dinero. —no quería recibir el dinero que le estaba entregando, claro en un cheque si.
— ¡Pero que obstinado eres! —le estaba dando el cheque por la fuerza. Finalote termino recibiendo, pero sin antes pelear un buen tiempo.

Después de que terminó el pequeño problemita, nos fuimos a la universidad en busca de mi profesor de arte para darle mi trabajo. Tardamos bastante tiempo en encontrarlo. Si no hubiera sido por Inuyasha ¡que no tengo la menor idea de como lo encontró! No sé que hubiera hecho.

—Profesor Takehoshi le traje mi trabajo terminado —le entendí me retrato que se encontraba envuelto por una bolsita negra.
— ¡Kagome menos mal que lo has podido terminar! —no espero ni un segundo. En cuanto lo tubo en sus manos, lo vio y ser sorprendió ¡dios ojala que le guste!.
— ¡Esta excelente! Con este trabajo, me has demostrado tener el talento que a la mayoría de la clase le falta. Kagome felicitaciones eres la primera en poder lograr llamar mi atención, es más este trabajo lo enviare a mi amiga Kaede Mikotsune. —me dijo mientras que yo me estaba ahogando de la impresión.
— ¡Ha dicho Kaede Mikotsune! La mejor artista por diez años consecutivos —no podía creerlo. ¡Vera mis trabajos!

Después de eso Salí de la sala donde los profesores acostumbraban a estar en los descansos. A fuera me estaba esperando Inuyasha. Al salir lo vi en un árbol recostado, cosa que me causó gran admiración ya que nunca antes había visto a una persona así. Se veía tan sereno y lleno de paz que no podía dejar de verlo. Verlo así me gusto y mucho, tanto que mi mente se puso algo pervertida ya que me hizo desear estar junto a él hasta que no hubiera mas mundo.

—Inu…Inuyasha…por favor baja —trate de decir es que me también me aterraba que el se pudiera caer del árbol.
— Mmm… Kagome terminaste ¿Cómo te fue? —al despertar Inuyasha bajó de un solo salto del árbol asustándome demasiado.
— ¡Inuyasha ten cuidado! —le grité mientras me acercaba rápidamente para ver si le pasó algo al dar tremendo salto
— Tonta no grites mira que todos te están mirando —me dijo muy tranquilo con ambas mano en su cabeza
—Es que no acostumbro a ver gente dando tremendos saltos desde un árbol —admití muy avergonzada.
—Ya Kagome tranquilízate no me paso nada. Mejor dime ¿como te fue con Takehoshi?
— ¡Me fue súper bien! ¡Enviara mi trabajo para que lo vea Kaede Mikotsu!
—Pues felicitaciones, además tu trabajo no estaba nada mal —todavía estaba confundida acerca de las intensiones de Inuyasha.
—Bien ahora le iré a contar a mi mejor amiga
—¿Solo a ella? Es injusto deberías decirle a todos tus amigos —sin querer esas palabras me hicieron entristecer demasiado, borrando todo rastro de alegría en mi alma.
—¿Qué te sucede? ¿dije algo malo? —se notaba preocupado
—No, no es nada es solo que… Sango es mi única amiga, Ayumi también lo es pero no comparto casi nadaron ella, solo en clase hablamos —admití sumamente triste.
­—Lo amento es que yo creí que por tu reputación aquí eras la persona con mas amigos —odie que él se sintiera culpable por mis problemas.
—no te preocupes, es mas así me doy cuenta de quienes son en verdad mis amigos. Ya que hace un tiempo tenis algunos, tu ya sabes solo iban en busca de mi dinero. —traté de poner mi mejor cara.
—Entonces quiero pedirte un favor —me tomaron por sorpresa esas palabras.
—Si dime en que te puedo ayudar
—Es simple, solo quiero que seamos amigos —me sorprendí por esas palabras.
— ¿En verdad quiere ser mi amigo? —aun no le creía.
—Si pero eso depende si tú quieres aceptar mi amistad. Te puedo jurar que no me interesa tu fortuna. —se notaba serio y en sus ojos solo vi que él me estaba diciendo la verdad.
—Entonces si quieres ser mi amigo, acepto ser tu amiga —le extendí mi mano, pero al tomarla este me dedico una sonrisa, la cual me dejo sumamente conmocionada.
—Dime ¿Qué te parecería si vamos al parque por unos helado. Yo invito —yo aun me
encontraba como en un estado de shock y lo único que pude decir fue un débil “esta bien”

Después de eso nos fuimos caminando hacia el parque. En el transcurso del recorrido él me contó un poco de cómo era su vida de pequeño, como le ha costado salir adelante, en fin si y creí ser la única con problemas así, estaba muy equivocada. Yo también le conté acerca de cómo era mi vida y él solo se dedico a escucharme. Gracias a eso sentí que se me quieta un gran peso de encima.

—Bien llegamos ahora…donde hay helado…—vi que buscaba donde habían helados
—Mira Inuyasha allí están vendiendo —le dije para que dejara de buscar.
Llegamos donde se encontraba un caballero vendiendo helados de diferentes sabores. Inuyasha me compro uno de chocolate con vainilla, mientras que él su compro uno de chocolate y tres leches. Después de pagarle al vendedor os dispusimos a buscar un asiento con bastante sombrea ya que eran como las cinco de la tarde más o menos y hacia mucho calor. Finalmente como no habían asientos sombríos nos sentamos en un frondoso árbol que se encontraba cerca de una laguna que estaba en medio del parque.

— ¡Mmm… que rico esta! —dije mientras que lada una nueva probada a mi helado
—Si muy refrescante para este día tan caluroso.
—Inuyasha quiero preguntarte algo un poco personal —le pedí su aprobación para n incomodarlo.
—Si claro pregúntame lo que quieras
—Tú tienes a tus padres. Es que solo me contaste de tu hermano que no te cae muy bien —al hacerle esa pregunta su semblante paso de uno alegre a uno triste como recordando algo en su pasado. ¡Dios! no llevo un día como su amiga y ya lo hice sentirse mal.
—Mis padres se conocieron hace bastante tiempo. —me empezó a explicar.
—Mi padre había salido de un reciente matrimonio donde tuvo su primer hijo Sesshomaru. Después de un tiempo mis padres se enamoraron profundamente y producto de eso nací yo. Después mi madre murió, ya que ella tenía una enfermedad a la sangre que la fue matando lentamente y quede solo con mi padre y medio hermano a la edad de ocho años. Después mi padre me crió y hace tres años atrás el falleció producto de un paro cardiorrespiratorio.
—Lo siento mucho yo no quería…—pero él me interrumpió.
—No te reocupes es parte del pasado eso —me dijo mirando el cielo con una melancólica sonrisa.
—Mi madre era una mujer muy bella. Tenia su cabello negro como la misma noche, tan lago que le llegaba un poco mas arriba de las rodilla, yo no sabia como le hacia para tenerlo así de lago. Era des tez nívea y con una sonrisa que reconfortaba a cualquiera, al igual que su presencia. Mi padre por oro lado era como yo quería ser de grande. Él tenía su cabello lago y plateado, con los ojos dorados. Muchos me dicen que soy la viva imagen de él aunque yo nuca podré ser igual. Siempre pensaba en los demás, tenía un corazón muy bueno. Ambos fueron muy buenos en este mundo por eso pienso que dios se los llevo para que le ayudaran allá arriba.
—Inuyasha gracias por confesarme esto. Sé que debe ser algo muy difícil para ti. —solo se dedico a mirarme por unos instantes. Después de esos se levanto y me extendió la mano par ayudarme a levantarme.
—Ya es tarde. Tu amiga te debe estar esperando, hoy es viernes de seguro tienen algo planeado.
—Tienes razón debo ir donde Sango. No me perdonara que la deje plantada.

Salimos del parque y nos fuimos caminando a paso lento. Ahora yo le cotaba como eran mis padres y mi hermano de lo mucho que los quería. Pero también de mucho que he sufrido por ellos. El camino se izo sumamente corto no me di cuenta cuando ya estábamos en el ascensor. Salimos y él me dejo en la entrada d mi departamento. Yo me despedí de él con un beso en la mejilla, y después es se fue por donde habíamos llegado.

Revise mi contestadota y vi que tenis veinte mensajes. Todos eran de Sango diciéndome que le avisara cuando llegara y si iba la noche de pelis. Después de escuchar todo esos mensajes le llame y le dije que viniera que ya había llegado y tenia muchas cosas que contarle.

Como a los diez minutos que la llamé, ella ya se encontraba tocando a mi puerta a lo que yo suspiré, ya que sabía que no iba a ser fácil que me dejara en paz. Fui y le abrí la puerta y ella en cuanto entró comenzó con su interrogación. Lo único que puedo hacer en estos momentos es responderle.


—Cuenta, cuenta ¿Cómo te fue? ¿Qué sucedió? ¿son novios? —parecia que nunca iba a terminar. Lo mejor será que la interrumpa.
—Ya, ya, ya, déjame responderte que después no sabré que responder —las preguntas se detuvieron ¡gracias señor!
—Mi primero mi fue bien, Segundo no sucedió nada si esta pensando algo, tercero como no paso nada no podemos ser novios y no se que más responderte por que no te entendí nada más.
— Pero dime algo Kagome por lo menos son amigos ¿cierto? — se comportaba como era cuando estábamos e secundaria.
—Pues… si somos amigos. Él me contó poco de cómo ha sido su vida y yo le conté de cómo era la mía. Pero ya vasta de tanta preguntadera mejor arreglemos aquí para quedarnos viendo pelis toda la noche ¿te parece? — así ya no haría más preguntas. Una que otra pero prefiero eso a un millón en un minuto.
— ¡Si! Kagome ve por las frazadas yo iré a preparar las palomitas
— Esta bien ¡pero no te las comas! —me fui a mi habitación para traer las frazadas

Al bajar vi que sango estaba en la cocina con un tazón de palomitas repleto y unos refrescos. Nos fuimos a la sala, arreglamos el lugar pero cuando ya todo estaba listo e íbamos ver que películas. Pero sucedió algo inesperado.

— ¿Kagome y las pelis? —Sango me miraba con una cara de sorpresa.
— ¡Se me olvido alquilarlas! —me paré de un repente haciendo que Sango se asustara
— ¿Y qué vamos hacer ahora?
— Simple, vamos a alquilarlas te llevo en mi auto
— ¡Ya! Vamos, vamos que quiero la nueva peli de crepúsculos “eclipse” es que Eward se ve tan mino.
—Esta bien, pero quita esa cara mira que pareces una pervertida. —le dije en broma.

Nos pusimos los zapatos ya que estábamos sin ellos. Ya que yo creía que tenías las pelis.
Bajamos por e ascensor hasta el estacionamiento del edificio. Quiete la alarma del auto para que al abrir las puertas no sonara la alarma. Subimos a mi auto de color rojo, uno de los últimos modelos que había en ese momento. Era con techo descapotable. Regalo de mi papá para que yo no me sintiera por sus discusiones. Quitamos el techo y Sango puso la música a todo volumen mientras que el portero nos habría la puerta para salir.

A los minutos llegamos al centro comercial y dejamos estacionara el auto en el estacionamiento subterráneo y claro todo bien asegurado para que no sucediera nada malo. Subimos y nos dirigimos a el local donde alquilábamos las la pelis. Después de alquilar
las suficientes “unas diez creo” nos fuimos a comprar helado para comer. Después de eso nos fuimos a ver si había algo nuevo en las tiendas de ropa. Después de salir de las tiendas nos dirigimos a el estacionamiento para que no nos quedáramos más tiempo ya que Sango y yo eras compradoras a muerte “pero siempre sabíamos cuanto gastar”

Nuevamente subimos al auto y nos fuimos a mi departamento. Al llegar nos abrió la puerta de estacionamiento es señor Myoga una anciano muy simpático que siempre me regalaba dulces. Estacionamos el auto y subimos por el ascensor ya que mi departamento estaba en el quinto piso, muy cerca al que tenía Sango.
Abrí la puerta de mi departamento y dejamos todo listo ahora sí veríamos pelis. Sango puso la que ella quería “Eclipse”. Nos sentamos y empezamos primero comiendo helado.
Sango no paro ni un minuto de decir que Edward era muy apuesto. Por mi parte prefería mil veces a Jacob Black, es que él siempre tenia como un aura lleno de misterio, además de que era muy sexy.

Después de ver esa película empezamos con las demás. Todas eran de terror “nunca mas dejare a Sango escoger las pelis” empezamos viendo una de un espantapájaros que aparcería a cada cierta cantidad de tiempo. Esta mataba a varios y después se dormía para cuando su cumpliera nuevamente el tiempo despertara y matara. Era muy fuerte y yo ¡odio esas pelis de terror!

— ¡Sango por que trajiste solo de terror! —le recriminé alo que ella solo saco la lengua como diciéndome “lo siento”
—Discúlpame Kagome es que se me olvida que no te agradan —se disculpo con migo
— Esta bien continuemos viendo pelis —me resigné y decidí seguir viendo como ese espantapájaros mutilaba a sus victimas

Ya eran como la una de la madrugada y Sango decidió quedarse dormida. Que suerte la de ella por que lo que soy yo no puedo conciliar sueño alguno ya que se podría decir que quede levemente traumada.

No se cuanto tiempo ha trascurrido desde que apagamos la tele. Yo me encontraba tan atenta a cada ruido que se producía por si algún psicópata o monstruo aparecería, pondría arrancar sin problema. Me encontraba fuertemente abrazada a mi lobito de peluche que me regalo mi primer novio. Para evitar sentirme sola.
De la nasa sentí que algo pesado callo en mi alcoba. Me asusté tanto que no podía pronunciar palabra alguna “!que tonta quedarme muda en estos momento!”. Sin saber que hacer me dirigí a la ventana donde se veía una silueta de un…¿Qué es eso? ¿Un hombre?
¡Hay un psicópata! Me acerque más para divisarlo bien ya que estaba a oscuras. En eso que estaba llegando cuando tropiezo con una mesita de las que tenia puesta adornando un poco. La sombra miró hacia dentro y se agacho un poco yo solo corrí a la ventana para ver que demonio era eso. Con lo rápido que llegue solo pude ver un cuerpo con cabello tan iluminado por la luna y unas ¿orejas? No lo se. Lo único que pude hacer fue salir y mirara al piso de arriba por si se encontraba allí. Nada solo estaba yo mirando a la nada buscando algo que debe haber sido producto de mi alocada mente.

Ahí estuve según mis cálculos unas… no tengo la menor idea de cuánto he estado aquí viendo la hermosa luna llena en todo su esplendor para darle inicio a un nuevo día. Había una calida brisa a pesar de las altas horas que eran. Sin saber el por que, no podía quitarme de la cabeza esa baga imagen que pude ver antes de que mi mente me hiciera quedar como loca. Es mas no sabía por que rayos estabas afuera. Pero algo me decía que esa “persona” no se había marchado, es mas, sentía que me estaba observando desde algún punto remoto. No podía parar de mirara un enorme árbol que se encontraba en la universita era tan grande que llegaba al cuarto piso. Ese árbol siempre me causaba algo de misterio y paz.

Ya estaba amaneciendo, por fin llegaba el día sábado y me pase toda la noche fuera. No tenia sueño, me sentía con mucha energía. A los minutos llegó Sango preguntándome que rayos hacia fuera a las siete de la mañana solo con un “pijama”. Era de seda, corto lleno encajes rosa más oscuros, en general la tela era de un rosa traslucido. Este era como un vestido.

—Sango no es nada es solo que anoche vi una silueta en esta alcoba y lo mas extraño es que tenia orejas en su cabeza —no podía dejar de mirara el árbol
—Kagome, Kagome, Kagome no sé que hacer con tigo. Desde pequeña siempre has estado en esa onda de ver cosas paranormales, es mas esto te pasa desde que naciste. —me repitió nuevamente mi querida amiga
—Sango ya deja eso. Esa historia de mi madre que vio a mi lado cuando estaba en la cuna un ser de alas blancas no quiere decir que soy una especia e ser paranormal o con una misión importante en mi vida —dije lo mas tranquila
—No se que hacer con tigo amiga. Ven vamos dentro para tomas un café bien cargado—tomo mi mano y me llevo a la cocina.
—Bien dime que quieres un capuchino o uno café bien cargado
—Yo quiero capuchino y con poca azucarada —le dije ya que ella eran bastante azucarada
—Y dime que ¿tal tu nuevo amigo? ¿Es agradable?
—Si es agradable, es más creo que estoy empezando a sentir cosas por él —admití muy sonrojada
—y ¿Qué con eso? Es bueno que te enamores de alguien
—si pero no me dejare llevar por mis sentimientos ya que siempre resulto muy lastimada.
—Kagome solo te diré una cosa. No te sierres al amor. Mira que después se ira y quedaras sola ­esas palabras me llegaron a lo profundo de mi alma.

Seguimos hablando un buen rato hasta que siento sonar la el timbre. Fui a ver quien buscaba. No me percaté que todavía me encontraba con mi “pijama”.
Al abrir la puerta vi que eran mis dos amigos Inuyasha y Miroku. Este último tenía los ojos abiertos a más no poder, mientras que Inuyasha lo miraba con cara de pocos amigos.

—Miroku ¿Qué te pasa? tienes cara de haber visto pelis de las que te encantan—te equivocas Kagome no las vi la estoy viendo —Sentí una mano tocar mi trasero a lo que solo pude gritar y darle con todas mis fuerzas al dueño de la maldita mano.
—Maldito como te atreves a tocar a Kagome —mientras me encontraba abrazada a Inuyasha escuche como lo trataba cosa que me extraño mucho.
A los cinco minutos de que había sucedido mi amigo pervertido se encontraba con 2 manos marcadas en sus mejillas y un enorme chichón cortesía de Inu.
Continuara…


N/A: Bueno gracias por tomarse la molestia de leer mi conti y espero que les aya gustado Gracias a las lectoras que lo siguen desde el inicio y a las que se han incorporado también. Sensei espero que aya mejorado!!!!!! Y también espero que no haya tantos errores
Bueno espero pronto subir conti un vemos bexos y abaxos de mi parte sayito…

 

Re: Lo que sucede en una clase de arte...

hola a todas las lindas lectoras que se toman la molestia de pasarce por mi fic!!!!!!
bueno quiero agradecerles a cada una de ustedes por leerlo ya que asi me dan el apoyo de siguir continuandolo.
me alegra que les gustara. por cierto me disculpo por los errores que cometi (nu fueron grandes verdad???)
muajajaja... asi que a barias las deje intrigadfas con el sig. cap. no se preocupen le dire un leve adelanto...
adivinen que TENEMOS UN NUEVO PERSONAJE EN LA HISTORIA!!!
DEL PASADO DE KAGOME VUELVE PARA PONER A MAS QUE ALGUNO CELOSO Y FURIOSO¨!!!!!!!!!!
bueno mis lindas lectorasnueva,mente les doy las gracias por tomarce el tiempo de dejarme sus poso y si sean borrado algunos tmbn les doy las grxs.

cuidence bexos y abaxos a todas y no se les olvide pasarce por mis fic
PROTEGIENDO A LOS SERES QUE AMO
Y ESTE!!!!!!!!!!!!!

sayito