Saludos: Un único error encontrado: "Segundos después..." Esa criatura, ya sea real o una alucinación psicótica causada por el protagonista, que debió haber asesinado al que sea que murió bajo el bus. Me gustó.
Horror. Rahzel Segunda persona... I must read this. Estás usando mi voz narrativa favorita y eso es suficiente para que esto me guste; la poderosa inmersión que se logra a través de la segunda persona. Además de que la premisa me recuerda un poco al horla. Me gusta también que se atenga a las reglas del monstruo para, bueno, el monstruo en cuestión, real o no, real de todas formas, que parece perseguir al pj principal y cuyos términos de su acuerdo no podemos entender. La tensión está presente de principio a fin con el enemigo invisible (e invencible) al acecho. Diametralmente opuesto a tus drabbles de comedia, pero en modo alguno inferior. Te luciste.
Me atrajo el título del relato y debo decir que me gustó bastante cuando lo empecé a leer. Le da esa sensación de persecución, de que hay algo rondando por ahí aunque no sabemos qué; al principio pensé que era una alucinación producto de una mente psicópatica para justificar sus acciones o de una forma de desligarse de la realidad de forma cabronsísima, lo digo más que nada por que la escena del camión me dio esa sensación, de hecho hasta pensé que el protagonista había sido quién lo empujó en primer lugar y por eso justificar porque él tenía mucha más "sangre" de la que le debió haber salpicado. Pero luego en efecto se me quitó esa sensación cuando avanza más el relato, y en efecto, es una presencia lo que está rondando por ahí, torturando. No sabemos porque eligió al prota para eso, pero se ve que se disfruta hacerlo sufrir y no es la primera vez que pasa; quién sabe cuantas cosas ha visto por culpa de esa cosa (¿fantasma? ¿Demonio?) Como le quita la voz para más placer, más tortura. Y termina con ese final que es abierto, pero da las suficientes pistas como para poder entrever qué le sucederá ahora a nuestro protagonista mudo, incapaz de defenderse y a merced de la presencia. Bastante agradable de leer, muy buena lectura.