Lo que callamos [Neji-Tenten]

Capítulo 16
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Claramente el vidrio habría causado bastante estruendo. La mujer no tardó en enviar a los sudorosos guardias para ver qué es lo que estaba sucediendo.

—Maldición —me quejé por lo bajo, oyendo como la cerradura se giraba.



—Hmp, no pienso ver cómo nos golpean aquí —dijo Sasuke tomando las cadenas con sus manos y comenzando a derretirlas con su fuego.



—Es verdad… —habló por fin la mujer de cabello rosado y se lamió los labios secos—… Ella tiene mucho que pagar.

Sonreí y vi a Neji, éste me sonrió y me besó la mejilla. Sentí un rubor cubrir la mitad de mi rostro.

—No puedo permitir que hagas todo tú sola —dijo el Hyuuga levantándose y golpeando el cristal—. Ven —ordena y yo aún estoy perpleja por su beso en la mejilla— ¿O tendré que cargarte?

Me levanté al instante y dirigí mi vista a la pareja que ahora se reunía. Al parecer Sasuke habría ayudado a la mujer que, débilmente, a penas se pudo levantar.

La puerta se abrió y no había nadie detrás. Claramente el hombre no se habría demorado en delatarnos en cuanto nos oyó.

—Hay que salir, ¡ya! —Gritó Sakura y comenzamos a correr rápidamente.

De un momento a otro nos vimos rodeados de soldados revolucionarios.

Ahí estaban todos, incluyendo a los que habíamos dejado en el campo de batalla a medio morir. El número era gigante y nosotros sólo somos cuatro personas que quieren su libertad.

— ¡Duck! —Grité al ver a una de las personas que había conocido. No me miró y ni siquiera pareció escucharme.



— ¿Crees que sólo te puedo hipnotizar a ti? —Preguntó irónicamente la anciana. Al no haber respuesta de nuestra parte prosiguió—. Me da vergüenza que hayas pensado que los dejaba tirados.



—Así es —corta Sasuke.



—Pues como verán el chip que tienen sus trajes sirven para teletransportarlos.



—Vayamos al grano —pidió Sakura.



—Realmente los mocosos de hoy en día viven muy acelerados… ahh… qué le vamos a hacer —se tocó la frente y cerró los ojos—. Cariño, no cumpliste tu promesa así que tampoco cumpliré la mía —avisó al Hyuuga, éste levantó una ceja y sonrió de lado.



—No es como si no tuvieras planeado el matarnos después de utilizarnos —contestó.



Sí, se me había olvidado… Él habría hecho un trato con la mujer para que no me mataran…


—Hmp —dijo— ustedes tampoco han cumplido ninguna de sus promesas —se refirió a los que quedábamos sin nombrar— pero las cosas después de todo se han cumplido igual, ¿eh?



— ¿De qué habla? —objeté sin entender.



—Vaya, qué frágiles sus memorias —contestó—. Vamos a ver lo que era parte de sus tratos: Sasuke tiene a su novia, ella la tiene a él, tú estás viva y Neji también… Hmm… ¿qué falta? —Pensó por unos momentos y prosiguió— ¡Ah, sí!... el núcleo es mío. Todos felices, ¿no? —Comenzó a reír con su típica enfermedad homicida e hizo una señal con la ceja.

Los revolucionarios se acercaron peligrosamente a nosotros y comenzamos a correr, claramente seguidos por ellos. Los pasillos adornados con cosas de cobre se nos abalanzaron dándonos a entender que también había alguien que controlara los metales. Esquivamos los diferentes ataques y pese a que saltamos por una de las ventanas nos vimos acorralados.

—Bien, esto no funciona —dije y suspiré por lo bajo.



—Habrá que atacar —contestó Sakura.

Nos miramos cinco segundos y respiramos el frío viento que corría por este día. Pensé en el guardián, en cómo lo habría atacado la anciana para haber podido obtener el núcleo en tan poco tiempo.

—Está bien, ya es momento —dijo Neji y acto seguido todos comenzamos a atacar.

Neji y Sasuke con sus elementos y, yo y Sakura con nuestros puños y las pistolas que les quitábamos a los revolucionarios que caían al suelo.

Nunca me imaginé que Sakura, siendo que yo la vi tan decaída y débil cuando estábamos encerrados, fuera una mujer con fuerza sobre humana.
Golpeaba tan fuerte que jamás me metería con ella a luchar.

Comencé a verme rodeada de soldados y la verdad es que atacaban tan coordinadamente que se me dificultó el moverme. Levanté mi cabeza unos segundos. Neji estaba levitando en el aire y no logré ver a los demás.


—Nos están esparciendo… —dije por lo bajo, deduciendo el plan de la anciana.

Las cosas iban de mal en peor, me tomaron con fuerza y me comenzaron a golpear. A lo lejos la anciana estaba con la piedrita que había causado todo esto desde un principio, el “núcleo”.

Neji me vio desde arriba y pensó en ayudarme. Negué con la cabeza y supuse que me había entendido, puesto que se quedó luchando en donde estaba.

Si tenía hemorragias, no lo sé. Me dolía tanto el impacto que pensé que moriría. No fue así. Todo lo contrario, mi fuerza se recobró sin saber yo de dónde y mis manos comenzaron a levantar trozos gigantes de tierra.

Los soldados de mí rededor se esparcieron como cucarachas a la luz y los que quedaron fueron aplastados.

Por fin pude divisar a lo lejos a Sakura y a Sasuke peleando juntos; elementos tan distintos y opuestos que ahora veo porqué se aman tanto.

La mujer hizo una mueca y rápidamente comenzó a activar la piedrecilla.


—Es suficiente —dije e hice que la tierra diera un remezón, logrando que los soldados y la anciana cayeran—. Ya tuve demasiado de esto.

Acto seguido me acerqué a la mujer y ésta me observó detenidamente. Se levantó y se limpió la sangre que caía de su cien con su antebrazo.

—Aún no has visto lo que soy capaz de hacer —dijo guardando el núcleo entre sus ropajes y poniéndose en guardia comenzó a atacar con puños y patadas, ambos muy bien ejecutados.

Entre golpe y golpe, caí a tierra y ella aprovechó la oportunidad y se sentó encima. Acercó su rostro al mío y abrió sus ojos endemoniadamente.

Sentí que mi corazón se detenía y que mi fuerza de voluntad se hacía poca.

La oscuridad invadió mi visión y lo único que logré ver fue que me ponía en pie.


—Ahora yo estoy al mando de tu cuerpo —dijo y mi consciencia del mundo real se desconectó.

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Perdonen por no avisar, las etiquetaré porque ahora no tengo mucho tiempo. Gracias!!!
@Clary Winslow lunalove @ItzelTen Hyuga Hanabi Hyuga CuentaCuentos​

 

Capítulo 17​

Pareciera que estuviera muerta, no lo sé. No me siento viva.

Frente a mí hay un espejo pero no hay nada que me impulse a verlo.


—Si no lo haces, no saldrás de aquí —escuché una voz proveniente del mismo.



—Si lo hago, ¿qué pasará?



—Te volverás fuerte y ella no tendrá poder para controlarte —se refirió a la anciana. Me levanté rápidamente pero algo interrumpió mis pasos—. Sólo podrás verte si estás dispuesta a luchar con todas tus fuerzas.



—Por supuesto —contesté y vi mi reflejo en el objeto.

Las cosas se pusieron feas cuando mi propio reflejo me tomó del pescuezo y me atrajo a sí.

— ¡¿Qué haces?! —Grité exaltada.



—Soy tu lado oscuro —dijo y entonces recordé una clase en mi tiempo de estudio que decía que un hombre, claramente de mi raza, podía alcanzar su máxima potencialidad cuando éste había arrojado a su “otro yo”.



—Comprendo —contesté y golpeé su estómago logrando que me soltase. Ese fue el único golpe que logré darle los demás fueron esquivados fácilmente. El cansancio recorrió mi cuerpo y sentí que las horas que llevaba despierta estaban cobrando la cuenta.



—Espera —le dije mientras continuábamos con la pelea— Neji, Sasuke y Sakura están en peligro, ¿no harás nada?



—Neji no me ama, Sasuke me siguió por conveniencia y Sakura ni siquiera me cae bien, ¿qué se supone que…?



—…Eso no lo sabremos si estamos aquí peleando —interrumpí.



—Pero tú no entiendes por qué estoy aquí, Tenten —contestó mi reflejo y dejó de atacar junto conmigo— yo no soy tú y tú no eres yo. Somos tan diferentes que incluso me llamo de otra manera.



— ¿Cómo?



—Soy tu odio, tu rencor, tu envidia, tu lujuria, tus deseos incumplidos… ¿te suena el nombre Terry? —Asentí de inmediato— ¿No es ese el nombre que siempre quisiste tener? Ese es uno de tus deseos incumplidos y así me llamo. Tú me inventaste.



—Y ahora quiero destruirte —dije.



— ¿Y cómo se supone que harás eso? —Preguntó mofándose.



—Es verdad, envidio el amor que tienen Sasuke y Sakura, detesto que Sasuke me haya seguido por ella. Siempre me habría gustado haber tenido un poco más de dinero. Quería tener poderes, que Neji me quisiera, haberme llamado Terry, poder tener a mi familia de vuelta, golpear a la anciana, ser más fuerte, teñirme las puntas del cabello, haber ido a un concierto, haber podido tener una casa propia… —la lista comenzó a extenderse. Las cosas incumplidas y las que siempre quise se me habían hecho muy grandes y muchas de ellas dolorosas. Cuando terminé, Terry se me quedó mirando y me golpeó en el rostro muy fuertemente.



—Eso no cambia nada —dijo— todo sigue existiendo.

Las lágrimas salieron a borbotones de ambas y dejó de golpearme.

—Te agradezco por existir, Terry… pero ya es momento de que ambas seamos una sola y que todo lo que deseamos se haga realidad.



—Si hago eso, dejaré de existir.



—Eso es mentira —contesté— siempre estarás aquí pero de otra forma. No seguirás lamentándote y sufriendo por todas las cosas que yo siento pero, si no me dejas, todo se nos volverá en contra y sufriremos aún más.

Sonrió de lado y extendió su mano en forma de despedida. La tomé y me abrazó, entonces poco a poco se comenzó a desvanecer y un objeto calló desde lo alto. Lo tomé con mis manos y lo observé con cuidado.

—Gracias, Terry.

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Desde ahora les aviso que nos queda alrededor de dos capítulos más.
Les agradezco desde este momento a todas las personas que me han seguido o que de alguna forma leen.
Espero su buena comprensión con mi tiempo y sus disculpas por lo corto del capítulo pero verán, así estaba planificado :D
¡Cuídense mucho y bendiciones para sus familias!
Att: Delilah<3

 

Capítulo 18​

Mi fuerza comenzó a recobrarse en un mísero pestañear. Y cuando por fin volví en mí, vi lo más desastroso que jamás…


— ¡Neji! —Grité a lo alto viendo cómo este trataba de permanecer en pie frente a mí.


Mis manos estaban ensangrentadas y detrás del Hyuuga estaban Sakura y Sasuke en el suelo completamente heridos.


— ¿Q-ué…?


De un momento a otro, el Hyuuga cayó como si estuviera muerto y mis ojos se desorbitaron de la sorpresa.


—Te tardaste —dijo la anciana detrás de mí.


Entonces, sin alcanzar a dar media vuelta, vi cómo mi pecho era traspasado por la hoja filosa de la espada que empuñaba la anciana. Mi cerebro dio un vuelco extraño, jamás sentido y, como si fuera poco, quitó la espada provocándome más dolor.


—Te tardaste —repitió— demasiado.

Pensé en acurrucarme en el suelo al igual que mis amigos lo habían hecho. Pero si iba a morir aquí, debía hacerlo bien. No como un héroe quizás, pero ciertamente se me había enseñado que si empezaba algo, debía terminarlo. Yo soy parte del núcleo, del inicio de esa piedra maldita que nos ha hecho padecer por tanto. Yo soy la persona que ha recorrido mar, cielo y tierra buscando a un hombre. Yo soy quien ha peleado con cuánta gente se le ha cruzado y yo… Yo seré la que terminaré esto de una buena vez.



Hice un esfuerzo gigante para mantenerme de pie y, sacando una de mis pistolas, la dirigí a la cabeza de la mujer que limpiaba la hoja de la espada con su mano, manchada con mi sangre.


—Es verdad, si tan sólo hubiese podido volver a la realidad un poco más temprano, entonces quizás hubiese podido salvar a mis amigos —dije respirando profundo— pero logré hacer algo que tú no pudiste.



— ¿Te refieres a la destrucción de tu ser malvado?



—Sí —respondí.



—Niñata, ella lo intentó. La verdadera Damog Hyuuga se está perdiendo en mí interior.



— ¿Cómo te llamas?



— Suan —cortó.



—Tú eres la que tramó este plan desde el comienzo, ¿verdad?



—Exactamente —contestó.


Ambas tomamos unos segundos de silencio. Ambas sabíamos que vendría la lucha… quizás sólo queríamos asegurarnos de recordar algunas cosas del pasado… o quizás, sólo quizás, nos arrepentíamos de tener que enfrentarnos.


—Ya veo —contesté y acto seguido, la golpeé desde abajo con un bloque de tierra.


Ella por su parte, tomó al resto de los soldados revolucionarios y como si fueran marionetas, ejecutó su ataque diverso.


— Quisiera saber —dije con esfuerzo mientras golpeaba y golpeaba— por qué ha comenzado todo esto.



—Hmp, las cosas siempre han estado así. Yo sólo soy un ser que vino a la tierra para destruir a los vejetes.



— ¿Por qué?



—Ellos han conspirado contra la muerte.



— ¿Dices que alguien te mandó? ¿Quién?



—La muerte.



—Y qué hay de nosotros, a todos los que has matado, ¿qué tenemos que ver con eso? —reproché, irritándome. El rostro de la mujer se deformó y poco a poco, descascarándose, dejó ver una figura perfecta de veinte años.



—Ustedes… sólo son un montón de seres inservibles.

Acto seguido se lanzó hacia mí y comenzó a golpearme con la rapidez que sólo a Neji le había visto al combatir. Estaba claro que ella le había enseñado.

Poco tiempo después, estaba reposando en el suelo, dejando que todos mis signos vitales desmayaran.


— ¿Ves? Ustedes no sirven de nada. Sólo me hacen perder el tiempo.


Sentí las pisadas en tierra húmeda, alejándose unos metros. Me levanté poco a poco, inhalando el denso aire, llenando mis pulmones con el azufre que el viento llevaba.



—Si la muerte te hubiese mandado, te hubiese matado a ti primero. Tú, que eres la persona que había tratado de apoderarse del núcleo, no para el bien de la humanidad, no por el mandato de alguien más, sino que por el poder, por todos los siglos de vida que te ha dado y por los que te dará. Es por eso por lo que te echaron del consejo de vejetes; por abusar del poder del núcleo. Por tomarlo como el cerebro del que sólo quieres riquezas y no como el del sabio.



— Ese guardián bocón —dijo esbozando una sonrisa.



—Lo deduje sola y Terry me ayudó en gran parte —contesté mostrando el objeto que había caído a mis manos luego de que mi reflejo desapareció— ¿Recuerdas esto? —Pregunté y ella borró su sonrisa— el hombre que sale en la foto, ¿qué te hizo?



—…Me prometió que jamás me haría daño…



—Por el transcurso de los años, terminó muriendo… protegiéndote, ¿no?... ¿de qué te protegía?



—Ellos querían matarme. Los vejetes querían matarme —dijo cayendo al suelo—, porque yo era el núcleo. Los alemanes me inventaron como un arma y me apartaron porque era demasiado peligrosa. Me mataron y volví a la vida… me echaron a la isla de los leprosos y ellos, los vejetes, al tocarme y conseguir poderes, me quitaron todo y lo convirtieron en una piedra, a lo que le llaman el núcleo —terminó y el llanto desconsolado comenzó a salir a mares.



— Es cierto, ellos te quitaron tu poder… pero tú no eres una buena persona para tenerlo —dije— tú tomaste el cuerpo de la abuela de Neji, Damog, pero ella dejó de existir hace siglos. Tú eres Suan y nada puedo hacer por ti.



—Neji ya murió, Sasuke y Sakura también. Tú morirás… ¿de qué te sirve matarme?



— ¿De qué me sirve? —repetí— Si lucho contra ti es porque no me importa si tienes el núcleo y todos sus poderes —la golpeé— porque no me importa que me hayas atravesado el corazón, no me importa que me hipnotices, que me golpees, que me hayas intentado matar… —su cara se desfiguró por lo machucada que estaba— pero si me sirve porque jamás… ¡Nunca permitiré que vuelvas a destruir la felicidad de otros!... No me importa si muero, pero me encargaré de que tú mueras primero —cayó tierra abajo y le atravesé el corazón con una piedra filosa. Tomé su espada entre mis manos y le degollé con esmero— si lucho contra ti, es porque no quiero que alguien vuelva a vivir lo que yo viví.


Sentí mi cuerpo pesado y caí presa del sueño. Cuánta sangre había perdido, no lo sé.


—Neji —llamé al hombre lejos de mí, este ni siquiera abrió los ojos— espérame un poco más. No dejaré que te vayas aun.

 

Capítulo 19
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¿Alguna vez has sentido que, pese a lo mucho que desees moverte, no puedes?

Estaba segura de que la mujer estaba muerta… y junto a ella Neji, Sasuke y Sakura.

Mi objetivo ya estaba listo y pronto yo podría acompañarlos. Pero, ¿qué pasa con los demás?...

Los que habían sido controlados por la anciana despertarían en unos momentos y, ¿si ellos quisieran el núcleo también? Si yo muriera, ¿quién detendría el deseo injusto de sus corazones?



Aún me encontraba agitada. Mis sentimientos estaban girando a mí alrededor y aun no podía creer lo que había hecho.

Todo ha pasado tan rápido.

Recordé los viejos tiempos, cuando Neji y yo nos conocimos en esa cueva. Lo imbécil que lo encontraba. Luego, su gran paz reflejada en su rostro… Las muchas veces en que corría a salvarme y se sacrificaba por mí. Y finalmente, cuando terminé flechada.

Todo se me vino a la mente y realmente no me puedo marchar así. No sabiendo qué es lo que les pasará a los demás.


—Neji —llamé nuevamente, sabiendo que no me contestaría— te amo.


Me levanté con el dolor de mi alma y, arrastrando mis pies, mareada y con un espantoso andar, tomé el núcleo en mis manos y llegué hasta el Hyuuga.

Lo dejé encima de su pecho y fui por Sasuke y Sakura que, realmente doy gracias, no estaban tan lejos.

Puse los cadáveres en forma de cruz, representando a los cuatro elementos, y el núcleo pegado a nuestras cabezas.


—Si esto no funciona, entonces me doy por muerta —dije y cerré mis ojos con cuidado.


Mientras hablaba a lo alto, comencé a llorar. Las lágrimas se escapaban una tras otra y no tenían regreso a mis cuencas.

Poco a poco, sentí que mi corazón volvió a latir y que mi respirar dejaba a un lado la rapidez.

Giré mi cabeza rápidamente y allí estaban de pie.

Sasuke me hizo una mueca que denotaba molestia y felicidad a la vez. Sakura sonrió y se acercó a Sasuke inmediatamente. Y Neji, el idiota simplemente se agachó a mí y con dulces palabras dijo:

—También te amo, Tenten.



Juntos destruimos el núcleo y nos aseguramos de que nadie más supiera de él. Y por fin, como tanto habíamos soñado, pudimos volver a nuestro lugar de origen.



Si bien, quizá guardes un secreto muy grande en tu interior, pero recuerda:

Lo que callamos nosotros, nunca tendrá fin.





...Fin...