Lo dejo a su criterio...

Re: Lo dejo a su criterio...

Las piernas le flanqueaban y cada paso que daba se hacia mas torpe. Su ligera preocupación había llegado a un estado catastrófico. Se estaba jugando muy feo a el mismo. Solo rogaba por que ella estuviese bien, pero con el tono de seriedad que siempre se refleja en su rostro.
Llego al edificio la secretaria de la puerta lo detuvo. No podía pasar, no estaba en los horarios de visita. Lo paró poniéndose enfrene y empujándolo hacia atrás. Lee que corría desesperado atrás de su compañero resbalo en el piso encerado y patino por el angosto pasillo hasta toparse de un golpe seco con la pared (pared que estaba muy dura por cierto). Se levantó con un chichón muy grande en el medio de la frente. “Menos mal que ese cabeza dura no rompió la pared” pensó el Hyuga.
-Necesitamos vera a Tenten- dijo fríamente
-Lo siento los horarios de visitas no son los correctos. Tendrá que ser…-
En eso un hombre azoto la puerta con desesperación. Unos ríos enormes de saladas lágrimas corrían por su rostro mientras con desesperación gritaba:
-¡¡¡MI FLORECITA DE KONOHA!!!-
La enfermera sorprendida por la actitud de este hombre de edad madura, se quito del camino de Neji para interponérsele a este. ¿Es que nadie le enseño? En los hospitales no se debe entrar gritando. La enfermera estaba muy molesta. Primero el impertinente que pretende entrar sin autorización. Después el idiota que se resbala por los pasillos. Y por ultimo el inmaduro que grita como loco.
_A no señores. No permitiré este comportamiento en mi hospital- con una furiosa cara y señalando la puerta- ¡Fuera de aquí!-
Gai sensei se tiro al suelo tomándose fuerte de las piernas de ella. Llorisqueaba y pataleaba, solo quería ver a su pobre alumna, y esta mujer no se lo permitía. En el berrinche Neji mas astuto que los otros 2, que se rebajaron a los escándalos, se escabullo por detrás y entró a buscar a su compañera.
Las pasillos angostos, llenos de puertas blancas, eternos, incómodos y mas que nada desalentadores. Con su Byakugan activado buscaba sutilmente a Ten ten. Cuando entre tantos cuartos detecto a una persona conocida, pero quizás no una con quien deseaba encontrarse. ¡Aori en el hospital!
Al ver que la niña conjuntamente con un medico, salían de un cuarto; rápidamente entro al cuarto mas cercano. Se pego contra la puerta prestando atención a lo que en los corredores estas por suceder.

*****​

Por los pasillos haciendo escándalos de todos los tipos, tamaños y colores; iba la pequeña chillona. De un metro cincuenta y ocho, rubia ceniza, los ojos color verde claro y una aturdidora voz. Los berrinches se manifestaban golpeando con los talones el suelo. Una protesta muy niña para una joven de su edad.
-¡No!- dijo aturdiendo a su acompañante- Creo que soy yo la que decidirá que hacer-
-Te pido que dejes de gritar. Y no, te estas equivocando- decía el doctor- Yo doy las ordenes, tu callada debes de obedecerlas.-
-Si- grito mas agudo que antes- Yo decido que hacer con mi vida-
-Aori, no es así- aviso un poco sacado de las casillas- Tu vida me pertenece hasta que cumplas la mayoría de edad-
-Pero…pero PAPA!!!- tomo sus coletas y la tiró fuerte hacia abajo.
-Así es Aori, te guste o no- afirmo ya dándole fin a la absurda discusión- Ya vete. Tengo trabajo que hacer.-
Cabizbaja y si mas excusas, la caprichosa, salió del edificio.
-No se que haré con este nuevo tramite. Debo casarla cuanto antes. Aprovechar que el chico acaba de llegar después de tan aturdido viaje.- suspiro, lidiar con esa muchacha era un problema mayor.

******​

-Disculpa- llamaron a Neji- ¿Tu quien eres? ¿Vienes a visitarme?-
Un niño de unos 4 años de edad, sentado sobre una cama, en una enorme habitación. Era muy pequeño para esta tan solo. El Hyuga le presto mucha atención, parecía muy indefenso con sus ojos cielo triste y su tez clara. El cabello oscuro y desaliñado; lo llevaba sujeto por una cola baja.
-Nadie me visita. ¿Tu te quedaras?- preguntaba muy serio pero a su vez triste.
-…- no tenia respuesta para esa pregunta.
A pesar de su tono frió y su calculadora forma de ser, el chiquillo causo una sensación de soledad al Hyuga. Quizás sea por que se vio reflejado en esa situación o por que simplemente no era tan frió después de todo. No respondió la pregunta. Se acerco tomando una silla y ubicándose cerca de él.
- ¿Y tu familia?-
-No tengo- negando con la cabeza- es que mi madre está muerto, y papá no tengo-
-Veo- solo atino a bajar la cabeza
-¿Tú?- este niño extendió los brazos para levantar el rostro- ¿Por qué estas aquí? ¿Te has enfermado?-
-No. Vine…es…-
-Difícil de explicar, lo se- miro a la puerta y luego le dijo a Neji al oído- Todos los adultos dicen lo mismo-
Que sorpresa. A este pequeño tan solo nadie deseaba explicarle nada. ¿Qué se le tenia que esconder a un niño? Para información de muchos, este parecía ser muy listo, no era para ser subestimado.
-¿Y? ¿Te quedaras?- al no tener respuesta agregó- Es que estoy muy solo y este cuarto es muy grande.
-¿De verdad quieres compañía?-
Solo asintió con su cabeza. Claro que deseaba compañía, estaba muy solo en un cuarto muy grande. Solo una cosa paso por la cabeza de este astuto shinobi. Pensó en los detalles mas importantes de este infante y la palabra que detonaría una gran idea: SOLO. Miró el rostro triste y de nuevo esa sensación que tubo al inicio de la conversación.
-¿Que pasa? ¿Por qué me mira de ese modo?- inquietándose un poco ante los ojos platinos del clan mas importante de Konoha.

Sugg:rosa:​

 

Re: Lo dejo a su criterio...

El mundo estaba oscuro, sus ojos no se abrían los sentía muy pesados. Quiso levantarse pero una puntada fuerte en el pecho no le permitió moverse. Era mas que un simple dolor físico, era una pesadez interna que le mordía las entrañas. Sentía el cuerpo caliente y mil dagas en el corazón.
¿Qué era ese sabor amargo que degustaba? ¿Algún sentimiento que ignoraba quizás? ¿O más bien algo que no deseaba recordar?
Estiro lentamente su cuerpo. La cama era fría y las sabanas incomodas, no parecía su cama. Lentamente abrió sus ojos encontrándose con un cuarto blanco y celeste.
-¿Que hago en el hospital?- se pregunto sentándose en la cama muy asustada.
-Si eso es- Contesto el medico que en su cuarto se encontraba.
El hombre era alto y su cabello claro. Parecía muy elegante y de alta presencia. Su vestimenta de doctor lo hacia elegante y mas esbelto. Era muy apuesto pero tenia varios años mas que la bella Tenten, de hecho podría sin drama tener una hija de su edad. Pero mas halla se veía muy jovial y atractivo. Que lindo tener de medico un caballero como ese.
-Tenten- dijo el doctor mirando unas planillas y se sentó a su lado- Me veo en la dolorosa postura de recordarte las cosas. Tu abuela murió anoche y a ti te bajo la presión quedando en en suelo completamente indefensa. Solo estas en una etapa d recuperación.- Decía mientras sus palabras se interrumpían mas y mas continuado por enormes lagrimas y sollozas arqueadas por parte de la kunoichi.
-Mi abuela era mi única familia- dijo in aludidle con los ojos hinchados y el alma destrozada
El doctor abrazo a la joven dándole un poco de su cariño y animo. Ella no dejaba de llorar y mientras más fuerte se escuchaba su angustia mas fuerte la abrazaba el doctor. El guardapolvo del medico se mojo de salados mares que no dejaban de brotar a causa de penas ciertas. Él froto la espalda de la chica mientras con dulces palabras intentaba ponerla de nuevos ánimos
-Ya…solo deja. Hay personas que desean visitarte y necesito que sonrías Tenten- dijo separándola de el.
La aludida no creía aun eso. ¿Quiénes habían ido de visita? De seguro Lee y Gai sensei, ellos debieron ser de seguro los primeros en enterarse de sus estado. Y Como siempre se preocupan por ella. Atino a afirmar con la cabeza y enjugar sus ojos.
-Pase- dijo el doctor levantándose y tomando sus papeles para retirarse.
La puerta se abrió lenta dejando pasar a un pequeño de caballos oscuros y celestes ojos. Este corrió hasta llegar un poco más cerca de la cama de Tenten. Voltea en cámara lenta animando con su cortito brazo a alguien mas entrar. Los pasos se veían despacio y la puesta mas se abría para llagar a ver el Hyuga asomarse. Ella se levo la sorpresa de encontrarse con el menos pensado. ¿Neji? ¿Y el niño quien era?
-Jajaja…cuando me hablaste de ella no sabia que seria tan linda- Dijo el niño tirándose a la cama de la chica.
El chico solo reía y se acercaba a la cama. Mas se cruzo con el doctor que le susurro in aludidle para los demás en el cuarto.
-Esto es solo un favor. La próxima vuelve en horarios de visita- y le palmeo el hombro antes de salir



En las afueras de la ciudad un gran transporte arreado por caballos llegaba a Konoha. En este iban tres hombre y una hermosa mujer. Estas personas elegantemente vestían kimonos pesados y especiales.
El legar a las puertas de la aldea los guardias detiene el carruaje y piden identificaciones. Pero al parecer estos solo tenían un buen nombre y procedencia familiar por que apenas dieron sus nombre los shinobis les cedieron el paso. Dejando un par de comentario tras el avanzar del estos extraños visitantes.




El pequeño no paraba de saltar sobre la cama, de Tenten, y reír. Era libre, al fin alguien lo había sacado de ese maldito cuarto de internación. Ambos shinobis disfrutaban de ver a ese niño tan feliz.
-Yo se como te llamas- dijo terminando con sus juego y señalando a Tenten.
-A sí?- dijo en forma de juego- Como es mi nombre?-
-Tu nombre es como el de los pandas. Y suena como campana…jajaja- se tiro vencido a reir
-Y tu como te llamas?-
El chiquillo dejo el jugo y se puso de pie sobre la cama con cuidado de no pisar a la dueña de la misma. La miro con algo de diversión e intriga.
- Yo soy Chikamatsu de clan Koki en la tierra escondía ente la niebla.-
La chica se quedo sorprendida por completo este niño era muy simpático. Pero: ¿De donde lo conoció al Hyuga? ¿Por qué Neji le había hablado de ella? ¿Y mas que nada que estaban haciendo los tres reunidos? A veces cuando Zen mete sus manos es por alguna razón especifica y no existe poder que lo evite. Ella solo sonreía y mas aun al ver al a su ex -compañero tan animado.

Suggg​

 

Re: Lo dejo a su criterio...

Bueo gracias! En verdad si necesito el permiso d emis pocos lectores. Ellos son quienes se fijan en mis escritos y los que me apoyan cuando pueden!
Prometo continualo pronto solo debo pasar en limpio lo nuevo que tengo!
Gracias de nuevo! En verdad me alientan mucho

:jipjip:​

 

Re: Lo dejo a su criterio...



Lo más increíble de todo es que detrás de esa expresión tan fría a Neji le brillaban los ojos de ver tanta alegría. El niño continuaba en su juego de saltar de cama en cama, estaba más que feliz de estar acompañado. Mientras que ella sentía lleno, ese hueco de su vida. Aun quedaba mucho mañana y todo era perfecto.
De pronto él se levanta de su silla sin ninguna mueca en la cara. Quizás esperaba el preciso momento para escapar a todo esto. Ella apenas percibía el frió que este irradiaba y era convertido en tormenta cuando chocaba con el frente calido del pequeño.
-Neji Hyuga- interrumpió con su agudita vos- ¿Qué te sucede? ¿A dónde vas? Prometiste que jugarías conmigo-
Él solo volteo a ver el rostro del niño que miraba con cierto fastidio y los brazos entrelazados. Sin embargo los ojos de la ninja se abrieron de tal modo que parecía que la sorpresa saltaría de ellos en cualquier instante. ¿Neji? ¿Jugar? ¿Prometido? ¿Todo eso en una misma oración? Esas tres palabras no rendían cohesión alguna en la cabeza de la chica. Nunca se espero escucharlas en la misma frase, y que fueran de forma positiva. De seguro algo no andaba bien.
-¿Ah si?-
-Si- afirmaba moviendo la cabeza- El lo prometió. Y también dijo que nos haría compañía-
-¿Ah si?- miró al joven
- Por así decirlo- agregó el muchacho antes de oír nuevamente la vos de inocente- O quizás fue lo que el interpreto.-
-Te haces el adulto, pero yo no te creo- sentándose en la cama y negando con la cabeza- yo y tu amiga campana ignoramos tus patrañas- (según las reglas gramaticales se dice tu amiga y yo; sin embargo por ser un niño el que dice esto es que opte por escribirlo de ese modo)
La situación se tornaba divertida para ella pero entupida para él. ¿Será que la verdad cruda es algo muy difícil de aceptar? ¿O en realidad ese era solo el caso de Neji?
-Tú solo encárgate de disfrutar tu visita antes de volver a tu cuarto-
AL pequeño se le pararon los pelos de imaginarse nuevamente solo, apenas se había hecho de conocidos y ya debía de olvidarlos. Tomo a la muchacha del rostro y la miró muy fijo a los ojos.
-Cámbiate a mi cuarto. No me dejes solito- rogaba apretando muy nervioso el rostro de la chica.
Y mientras discutían eso, Neji recordaba cuando por accidente entro al cuarto de dicho niño. Especialmente mantenía en la memoria el rostro del pequeño cuando el shinobi le pido que lo acompañase a la habitación de su amiga. El chiquillo saltaba de alegría, y es lo que el Hyuga esperaba.
Así fue como el cargo al pequeño en la espalda y juntos se dirigieron a destino. Mas no todo es color de rosa, la sorpresa fue cuando se toparon con el padre de Aori, quien con gusto se ofreció a escolarlos. Algo que despertó las sospechas por parte de Neji.
Un médico d gran estatus, con una hija de 18 años, un prestigioso apellido y una sonrisa muy falsa: ¿Qué razón tendría para tratar bien al Hyuga? ¿Existía un interés particular? ¿Alguna razón anormal para que fuera tan amable?.
Si las respuestas eran: no, nada, en lo más mínimo; él no lo creía.
-¿Verdad Hyuguita? – la mención de su nombre lo trajo a la realidad.
-Lo ciento no estaba escuchando-
-Solo le decía a tu amiga que somos los tres iguales-
-¿Qué te hace pensar eso?- preguntó esta ves dando la cara
-Porque ninguno de los tres tienen papá y mamá, y estamos los tres solitos-
A veces el chiquillo podría ser extraordinariamente frío y benévolo. A la chica aquellas palabras le eran heladas, y a Neji le daban un sabor amargo.
¿Cómo un niño tan pequeño podía ser tan indiferente a eso?

******​

-En verdad yo comprendo totalmente sus razones, pero entienda que mientras sea uno de mis pacientes no le daré alta hasta que se recupere por completo-
-Y yo en verdad tomo en serio sus argumentos y los respetaré. Solo le ruego que me autorice a verlo Tsunade-sama-
El joven tenía un respeto y una elegancia al hablar que no era cotidiana al hablar. Por sus vestuarios estas personas eran de otra aldea y además ciudadanos de gran estatus y conocidos nombres.
-Comprenda- agregó uno de estos caballeros- Que es de gran importancia que es esta persona a la que buscamos–
-Con los archivos y documentos- dijo la pelirroja y gorda mujer- es muy probable que estemos en lo correcto-
-Y para agregar- aportó el último extranjero acomodando sus anteojos sobre la nariz- estamos totalmente dispuestos a financiar todo lo que falta de sus estudios y tratamientos-
-Compréndanos Hokague-sama para estas tres personas el niño es muy valioso. En cuanto a mi que he declarado comprender sus objeciones, este pequeño es mi familia; mi vida. Necesito que me autorice verlo -.
Dadas las circunstancias, la sanin, no podía negar el pedido los viajeros continuaran insistiendo y ya era molesta la charla y se tornaba peor seguir parada escuchando tanta formalidad.
Existía un 95% que el niño fuera el correcto Y no dudaba que estas personas eran, realmente importantes feudales. Sería óptimo autorizar el pedido y problemas con una aldea desconocida.
-¿Qué más?- dijo cacheteando con sus palmas sus muslos- Permitiré que lo vean mañana en horarios de la tarde-

******​

-¿ Chikamatsu?-
El pequeño no las entendía, continuaba con sus saltos, estaba muy entretenido para darse cuenta que las horas habían corrido hacía doce horas que Neji se había retirado
-Ya ¿No ves que es tarde? Si no nos dormimos…-
-¿El Hyugota vendrá mañana?- interrumpió ágil a la chica
-No lo sé- dio la espalda e intentó dormir de espalda
-Menos mal que te cambiaron de cuarto-
-Mmm…- contestó solo para demostrar que estaba escuchando
-Y menos mal- suspiró apoyando su cabecita en la almohada fijando su vista en el ventilador mientras giraba y giraban sus pensamientos- So no estarías sola y aún llorando por tu abuelita. Eso no es para nada bueno-
Ella se sorprendió y giró su cabeza para ver al chiquillo, este había cerrado sus ojos dispuesto a descansar.
-¿Quieres que Neji vuelva?-
-si- dijo seguro y continuando entre bostezos- y tu… igual-
Quizás este mocoso era muy listo. Miró el techo recordando el rostro de Neji. La piel blanca, porcelana, aquellas mechas sobre su rostro, sus cejas siempre mostrando enojo, la boca fría y amarga; y aquel brillo que había visto pocas veces en sus ojos. Un brillo que podía interpretarse como la única forma de sonrisa en este Hyuga.

Sugg​

 

Re: Lo dejo a su criterio...

Aca traigo lo nuevo!​

Espero que les guste!!!

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-No-contesto
-La ceremonia será frondosa de gala- continuaba como si no lo oyera
-No-
-Invitaremos toda la aldea- seguía en postura autista
-No-
-Una dama de honor-
-No-
-Pero por ahora me llevaras de compras a obedecer cada uno de mis caprichos-
-No, no y NOOOOOOO- esta vez grito a todo pulmón- Veras, Aori, ¡NO PIENZO CASARME; NI AHORA, NI NUNCA!-
-Que bien!- dijo muy alterada sacudiendo de forma exagerada los brazos- Eso a mi no me importa!!!-
Ambos estaban artos. De tener una excelente relación de sansei a alumno pasaron a tener un tedioso compromiso. Ambos se quemaban con las miradas de odio que se echaban. Era una situación desagradable.
-A decir verdad, “Neji”- dijo acentuando el nombre del chico- Lo único bueno que le veo a todo esto, es que aprovecharé toda la fortuna que posee tu clan. Me consentirás hasta que yo me canse y antes que nada…-
-No te ilusiones “Kamatari”- interrumpió dándole al apellido un tono burlón- Los finales felices y los príncipes azules no existen. ¡¡No te consentiré en lo más mínimo, de hecho: no te miraré, no te hablaré, no te escucharé, no te tocaré; para mí no existirás!! Solo estoy yo, yo, yo, yo, y lo más importante para mí: YO- grito muy molesto.
-JA!- para ser mas sarcástica aun- Acabas de decir que los cuentos de hadas no existen, y si tu vas a tener uno juro que seré: la bruja, el duende, el ogro, el lobo y el cazador de todos tus sueños mágicos-
Ninguno deseaba imaginarse al lado del otro. Eran personas enteramente opuestas. Neji, es frío, calculador, soberbio y sin sentimientos. Aori es una mujer expresiva, torpe, chillona y un tanto caprichosa. Dos personalidades tan opuestas en un mismo cuarto, acabarían por comenzar una de las peores y más desastrosas guerras.
-No lo soporto mas- afirmo antes de salir golpeando las puertas.

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En el pasillo Neji se encontró con su tío observándolo con algo de incredulidad. Sus ojos le interrogaban por las actitudes que había demostrado tan solo hace unos momentos, en los cuales grito y golpeo cosas.
-No pregunte- dijo pasando como si nada por alado del gran Hyuga
El hombre mayor solo lo dejo pasar y volteo a ver como desaparecía la figura de su sobrino. Tras un suspiro afligido solo se reafirmo que era muy difícil lograr algo con un hombre tan terco como este.

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Hinata miraba desde su cama el marco de estrellas que titilaba maravillosamente. Entre el manto de luceros y ella el vidrio de aquella ventana. Se escuchaba apenas el viento y mucho mas los ronquidos de su esposo.
Quizás eran las circunstancias las que la ponían enteramente feliz. Su amado y ella en la misma cama, un bebé aguardando en el cuarto de alado, una bella casa, un nuevo y mejor apellido, un futuro quizás más perfecto de lo que había soñado. Comenzaba a ser la envidia de todas sus amigas.
Entre sus pensamientos algo la trae a la realidad impulsivamente. Su marido entre sueños bruscos deja caer su brazo y su pierna derecha sobre la pobre y débil mujer. Y como todo en la vida “se da por casualidad”, en el mismo instante su primogénito comienza a llorar.
Desde su boda, no había conseguido ni una noche de paz. Solo le quedo un suspiro antes de mover a su hombre y lentamente levantarse. Tanteo a los pies de la cama para localizar su bata en medio de la oscuridad. Se vistió suave y antes de proceder escucho la vos de su esposo.
-No te preocupes, yo la calmaré- dijo levantándose de la cama- Te toca descansar un poco-
Al ver salir a su amado se relajo nuevamente sobre el suave colchón. Su vida era demasiado perfecta de eso no cabía duda.
De pronto el silencio tan esperado se ve interrumpido por el escandaloso teléfono. Con ira se cubrió la cara. ESTABA MUY CANSADA ¿nadie lo entendía?
-¿Si?-contesto después de haberlo dejado sonar un par de veces esperando que cortaran
-¿Hinata? Soy yo. Necesito verte. Tenemos mucho de que hablar. ¡¡¡Estoy cayendo en la depresión!!!- se escuchó intranquila la vos del otro lado.

Sugg:rosa:​

Temo pedir que me esperen con lo proximo, perdi la hoja donde lo tenia escrito...:llorar:​