Saltó Quagsire de pronto ante el ataque, enviado por Fikra, y el impacto, de tremendo potencial, acabó con el pokémon en un instante. +700 experiencia. —Ya veo. ¡Esperaba la llegada del magnífico Lucario! Qué porte tiene, ¿verdad? Gran fuerza, perfectos movimientos, agilidad y fuerza sin parangón... Entonces, Fikra mostró una pulsera Z bajo su túnica, mucho más sofisticada que la que solían llevar los udienses. —... no voy a terminar esta batalla sin un final contundente, eso por descartado. Prepárate para mi propio ataque Z... Aerodactyl, adelante... ¡Colapso Prehistórico! Así, Aerodactyl, envuelto en energía, aleteó y ascendió hasta el techo de la zona con gran velocidad. Desde arriba, voló rodeando el techo del sitio, oteando a su presa. Sus ojos brillaron cuando, como un asteroide, desde gran altura, se lanzó en picado. La velocidad a la que descendió fue tal que una estela quedó detrás de él. Pero, al caer, no golpeó a Lucario, sino que lo tomó entre sus patas, y continuó el vuelo, retomando altura. Los Venerables miraban el espectáculo entusiasmados. Pronto, Aerodactyl descendió, girando sobre sí mismo, con Lucario en sus garras, y, al estrellarlo contra el suelo con toda aquella velocidad acumulada, una onda expansiva hizo temblar la sala, cuyo suelo, blancuzco como era, quedó roto en la zona del impacto, envuelto Lucario por una humareda, fruto de la tierrecilla levantada por el golpe. Aquel ataque Z... fue devastador. AERODACTYL: Dragón/Volador Cazador: si este Pokémon ataca y el rival pretende salir del campo ante su ataque, este Pokémon atacará siempre al Pokémon relevado y no al relevo. Aerotylstal Z Salud: 99/165 (5) Fuerza: 350 (135) Resistencia: 100 Agilidad: 4/5 (150 de velocidad) (10) Movimientos: -Picado dragón (75 Potencia, Dragón, ineludible (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 2/2) -Colmillo Fuego (50 Potencia, Fuego) -Cola Férrea (60 Potencia, Acero; el rival lanza un dado de 5 caras. Si sale 1, sube en 10 su resistencia, Acero) (Usos: 4/4) -Velocidad Extrema (50 Potencia, Normal, dos puntos de agilidad para esquivarse) (Usos: 1/4) ATAQUE Z: -Picado Dragón > Colapso prehistórico (100 Potencia, Dragón, ineludible, sobrepasa protección con la mitad de daño. El usuario recupera 2 puntos de agilidad perdidos (Base 80, +20 STAB))
Lucas Diamond Simplemente impresionante. Quedé boquiabierto al ver lo que acababa de ocurrir, un ataque bestial acabó con Lucario de un plumazo. No podía esperar menos de Fikra, claro estaba, pero esa fuerza... Toda esa fuerza era realmente impresionante. Dudaba siquiera que Lucario pudiera levantarse en mucho tiempo. Aún debido a su naturaleza y su estrecha relación con la muerte, ese ataque había sido exageradamente fuerte. Pero no. Lucario no era de esa clase de guerreros. El blanco volvió a sus ojos, como cada vez que caía en combate. Casi instintivamente, Lucario se mantuvo en pie, por unos breves instantes de tiempo, en los que Noctowl era enviado al campo, como último recurso. Lucario, entonces, desapareció del campo. —Hasta nunca, Aerodactyl. Tras él, Lucario apareció de la nada. Toda la energía y rabia contenidas mientras era torturado por ese ataque tan violento se concentró en un solo puño. El puño más decisivo de nuestro paso por Udan. El puño sombra fue directo a por Aerodactyl, quien, vulnerable, no pudo hacer nada sino recibir su venganza. LUCARIO: Lucha/Fantasma Zombi: este pokémon puede elegir si realizar un último ataque tras ser debilitado; esto es, en lugar de enviar al relevo y atacar al debilitarse, puedes optar por atacar con Lucario y luego sacar al relevo. Lizastal Salud: 0/140 Fuerza: 345 (120) Resistencia: 140 Agilidad: 4/4 (120 de Velocidad) (30) Movimientos: -Protección (Se protege) (Usos: 2/2) -Onda Vacío (40 Potencia, Lucha, dos puntos de agilidad para esquivarse (Base 30, +10 STAB)) (Usos: 5/5) -Puño Sombra (50 Potencia, Fantasma, ineludible (Base 40, +10 STAB)) (Usos: 1/3) -Onda Certera (90 Potencia, Lucha (Base 70, +20 STAB)) (Usos: 4/4) MOVIMIENTO Z: -Onda certera > Ráfaga demoledora (140 Potencia, Lucha, ineludible, sobrepasa protección con la mitad de daño (Base 110, +30 STAB))
+1000 +15 J Y así... el encuentro acabó. Mientras Fikra regresaba a su pokémon a la pokéball, todos sus Venerables se pusieron en pie. Silvally, también, hizo lo mismo. Y un nuevo aplauso comenzó, seguido de una reverencia de parte de todos los Venerables, que fueron agachándose en su reverencia en tándem, uno detrás del otro. Más tarde, Fikra mismo se inclinó en una reverencia. El único que no lo hizo, curiosamente, fue el propio Silvally. Tras eso, Fikra habló. —Bravo. Has ganado. Un combate apoteósico... una muestra de fuerza impresionante. Una fantástica exhibición. Denotas tener... grandes aptitudes. —... capacidad de contención de tus emociones —citó Ephoromas. —Jiji. Habilidad para mantener la calma incluso cuando te provocan o intentan ponerte tenso —siguió Hilgeoni. —Hmpf. Fuerza y entereza —siguió Zolwebuz. —Sí, sí, capacidad estratégica —comentó Nohelbalpa. —¡Eso, eso! ¡Entusiasmo y energía! —elogió Eoppiol. —Mucha robustez, mental y física —corroboró Takaaskat. —Aaaah, ¡y un graaaan compañerismo y capacidad de trabaaaajo en equipo! —Caeleseet parecía entusiasmada. —Ñihihi. Honrado, ante todo —le dijo Anartak. —Zentido de la juztizia y valor... —susurró Xieuterk —Y, aunque no me gustes NADA... eres un excelente entrenador —tuvo que reconocer Drozgulz. Tras todos aquellos repentinos halagos, Fikra asintió, y se acercó, ceremonial, a Lucas. —Creo que, dado tu arrojo y tu victoria, mereces que te dé un incentivo como premio, ¿no es así? De ese modo, chasqueó los dedos. Del techo cayó, pues, una cuerda electrificada que sostenía bien atado, quedando colgando al caer, a Scizor. —Este valiente pokémon se escabulló de todos mis guardias y... llegó ante nosotros. Pero, solo como estaba, poco más podía hacer. En todo caso, joven... tus últimos pasos por esta región han llegado hasta aquí. Sé que lo que vendrá ahora será bastante difícil y nos enfrentará aún más, pero... el ritual del Desafío aún no ha concluido del todo. Vamos, sígueme. Scizor no sufrirá daños, te doy mi palabra. Una puerta, tras la mesa de los venerables, se abrió. Una que parecía estar oculta, pues no era visible a simple vista, disimulada en la pared del lugar. Instándole a seguirle, Fikra caminó, y Silvally, siempre tras él, se colocó detrás de Lucas. Querían dar la apariencia de estar "escoltándolo", y de querer "no hacer ningún daño" a Scizor, pero... más bien, el ambiente, la situación, todo, daba la sensación de ser, en realidad, una suerte de chantaje. Estaban obligando a Lucas a seguir a Fikra. Y quedaba implícito en la situación que Scizor dependía de que el entrenador accediese. De modo que se vio casi empujado a entrar allí. Y pronto, Fikra, Silvally y Lucas se encontraron caminando por un pasillo de paredes metalizadas, extremadamente tecnológico. —... ¿sabes? —dijo Fikra, que caminaba junto a él, manos a la espalda—. Quiero ser honesto contigo. Normalmente, tengo una charla de este calibre con todos los campeones para... conocerles mejor. Pero tú has luchado muy duro por conseguir esta audiencia, y, en cierto modo, eres un caso excpecional: el primer extranjero. El símbolo de la revolución que pretendes causar. Mira eso. Presionó, así, una de las paredes mientras caminaban, y en ellas se proyectó lo que parecía ser el exterior. Dragonite, Tyranitar y Flygon, junto con Líder (siempre enmascarada) y un Salamence, parecían estar comandando hordas de Enmascarados, asediando el Palacio de Fikra, rodeándolo. No obstante, las fuerzas del Gran Fikra y sus hombres oponían tremenda resistencia. —Estoy encerrado aquí dentro, tanto como lo estás tú. Y los dos sabemos que esta situación no va a acabar de forma pacífica, pero... tomémonos un respiro, después de toda la emoción. Dime... yo sé muchas cosas de ti. ¿Hay algo de mí que quieras saber tú? >> ¿Quién eres y de dónde vienes? >> ¿Cómo has logrado montar toda esta isla? >> ¿Por qué tienes a todo el mundo engañado? >> ¿Qué es lo que pretendes lograr?
Lucas Diamond Finalmente, todo acabó. Los venerables se pusieron en pie, y, contra todo pronóstico, no hicieron más que halagarme por mi gran combate. Me sentí... Algo extrañado por todo esto. De repente, ¿eran buenos conmigo? Antes de tener tiempo para procesar lo que acababa de ocurrir, del techo cayó Scizor, que se encontraba cautivo, pues había conseguido llegar hasta Fikra. Guau, menudo Pokémon, realmente tenía muchas agallas. Silvally se colocó detrás de mí, y entre él y Fikra, me hicieron avanzar por una puerta escondida. No estaba seguro de querer entrar, pero Fikra prometió que no le pasaría nada a Scizor, y no me quedó otra que acceder, ante su amenaza velada. Caminamos durante un rato por un pasillo extraño, hasta que el líder de todo esto tocó una de las paredes, y en ella se proyectó lo que ocurría afuera: todo un escuadrón de enmascarados asediaba el palacio. Entonces, ante esa imagen, comenzó la charla con Fikra. —Fikra... ¿qué es lo que pretendes?
Fikra sonrió. —Ah, lo que pretendo. Busco... un mundo mejor. Caminaba con sosiego, mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Una sonrisa verdaderamente inquietante. —Mi vida ha sido larga. Muy, muy larga. No imaginas cuánto. Y he visto cómo allí, en el otro mundo, en el mundo más allá de Udan, las cosas siguen evolucionando. Mis tecnologías me permiten monitorizar todo lo que hacéis, toda vuestra evolución como sociedad. Soy consciente de todo lo que sucede fuera de Udan, pero... pero... habéis perdido toda ambición, allí, en el mundo que llamáis "moderno". El conocimiento ha llenado las mentes del pueblo, y, con el conocimiento, viene la desconfianza. Con la desconfianza, el rechazo. Con el rechazo, el estancamiento. >> Con mi Udan, sin embargo, tengo un mundo puro, inocente, carente de tecnologías, incapaz de conocer la verdad. Mis ciudadanos alaban a su líder, al Gran Fikra, y así, el equilibrio de poder se mantiene. Hay plena confianza, hay sumisión: y, con ello, el progreso es posible. Es posible que todo el poder esté en mis manos porque nadie busca el poder. Porque ni siquiera saben qué es el verdadero poder. Puedo experimentar, crear mi propio mundo, con pokémon nuevos, modificados. Con una fauna exquisita, perfeccionada. El siguiente paso, claro, serían los humanos: lograremos, al final, la trascendencia, la inmortalidad... tal y como yo la he logrado. Mientras los udienses siguen ajenos a todo esto, sirven de ejemplares súbditos, de maravillosos siervos que funcionan como perfectos conejillos de indias, listos para interactuar con su entorno sin cuestionarse los orígenes del mismo, sin entender ni querer entender nada. Sus interacciones con los pokémon que yo colocaba provocaban cambios... sus tradiciones que yo fomentaba generaban una cultura que afectaba a los pokémon. En el fondo, puedo lograr crear un mundo a mi libre albedrío a través de este sutil control. ¿Lo entiendes? Suspiró. —Pero mis aspiraciones van mucho más allá. Llevo años, muchísimos años, buscando a la persona perfecta. A la elegida. Mis Venerables me siguen, claro, dándome su sabio consejo. Porque ellos quieren, como yo, experimentar... crear un mundo perfecto. Udan, sin duda, se parece al mundo que pretendemos, aunque aún quedan muchas cosas que mejorar. Pero para lograr lo que yo y nuestros Venerables pretendemos, necesitamos la ayuda de la elegida... y han pasado años hasta que, al fin, ha nacido. Está aquí, en mi poder, claro: Furaha, resulta ser su nombre. Fascinante... al alcance de mi mano, todo por lo que llevo años, verdaderas centenas de años, luchando... está justo a mi alcance. >> Por todo eso, cualquier interferencia es una amenaza. Supongo que no compartirás nada de lo que digo, y seguramente te sentirás desconcertado y me llamarás loco o macabro. Nada de eso, a decir verdad, me importa: y, ciertamente, prefiero que me odies. Eso te hace más... puro. Mejor. >> ¿Quién eres y de dónde vienes? >> ¿Cómo has logrado montar toda esta isla? >> ¿Quiénes son los Venerables? >> ¿¡Qué piensas hacer con Furaha!?
Lucas Diamond La respuesta de Fikra fue desconcertante. No entendía bien qué pretendía. Crear su propio mundo, si propia fauna y su propia cultura... ¿Para qué? No acababa de comprender por qué motivo quería inducirle esas creencias tan absurdas a los udienses, realmente no entendía nada de lo que hacía. De nuevo la palabra Furaha me hizo reaccionar. Pero había algo antes de eso que me inquietaba especialmente. Algo que hacía tiempo que me preguntaba. —Fikra... ¿Quién eres realmente, y de dónde vienes?
Fikra comenzó a reír. —Estaba esperando esa pregunta. Era una pregunta natural, claro. Esta tecnología que poseo... no es algo que pueda conseguirse con facilidad. Me atrevería a decir que soy el único en este momento que tiene acceso a tan maravillosa tecnología. Pero para entender todo esto, claro, supongo que debo contarte quién soy, sí. Contarte... mi historia. >> Mi verdadero nombre no es Fikra. Yo era... el jefe de unos científicos muy particulares, que manejaban toda la tecnología de una sociedad maravillosa, ideal como la udiense que llevo años intentando construir. Todo fluía con excelente precisión, y yo servía a un soberano que controlaba a las masas con mano firme, como su dios omnipotente. Justo lo que soy yo ahora para los udienses, ¿huh? La cuestión, en fin, era que, bajo la tutela de aquel soberano, yo y mi equipo teníamos la facultad de crear excelentes joyas de la tecnología, ¿sabes? Cosas... que ni siquiera los de tu civilización podrían siquiera imaginar. Ah, aquellos eran unos años excelentes. >> Todo cambió, sin embargo, con la irrupción de un pequeño pokémon, un pequeño Pancham. ¿Conoces a esos pokémon? Él apareció de la nada... y comenzamos a estudiarlo. A día de hoy, seguimos sin entender qué sucedía con él, pero nuestros análisis determinaron que ese Pancham no era de nuestro mundo. ¿Cómo era posible que hubiese llegado allí, pues? ¿Qué otros mundos existían, y cómo podía uno moverse por ellos con esa facilidad? Tremendamente intrigados, comenzamos a experimentar con el Pancham... y desarrollé, sin quererlo, un cierto "cariño" por mi experimento. No tanto era "quererlo", pero... era tan fascinante que, supongo, me embelesó. Algún otro científico había manipulado su genoma, eso te lo puedo asegurar: y por ello, el Pancham tenía facultades excepcionales. Lentamente, yo y mi equipo empezamos a alterar y mejorar esas funciones... justo lo que hacemos ahora con los pokémon de Udan. Y, finalmente, logramos crear un pokémon que trascendía toda fuerza conocida... tal era la fuerza a la que lo sometimos que su poder comenzó a fragmentarse, hasta el punto en que, a voluntad, comenzaba a separarse en dos Pancham diferentes. Habíamos logrado condensar la oscuridad y la luz en su ser, y él las dividía y las unía dentro de sí. Sin control. >> Yo fui quien le enseñó a usar sus habilidades, quien hablaba con él, quien, de un modo u otro, por la enorme curiosidad que me suscitaba, pasaba muchísimo tiempo con él. Y por eso, cuando supe lo que habíamos llegado a crear, me asusté... porque ese pokémon sería capaz, en cualquier momento, de ir contra todos nosotros y aniquilarnos. De modo que, antes de que eso sucediese, decidí actuar: tomé todo tipo de planos, muestras, materiales, y los saqué del reino en que vivíamos. Iba a necesitarlos para lo que se avecinaba. Por muy bueno que fuese mi mundo... detestaba ser un siervo más del soberano. Una mano del dios, y no el Dios en sí mismo. Por eso, lo que al principio comenzó en fascinación, derivó en temor... al final se transformó en malicia. Y, trazado mi plan de huida, liberé a aquel Pancham y me evaporé de allí, observando desde lejos cómo el caos invadía todo poco después de que mi "compañero" Pancham huyese. Je... aquello es algo que no puedo explicarme. No sé qué sucedió en las tierras de las que provenía, pero todo desapareció, sin más. Y dentro de mí... sé que el Pancham fue el culpable. ¡Claro que sí! Él fue el que lo hizo todo... de algún modo. Y la fascinación de contemplar, como observador y no como parte, aquel poder... me motivó más aún a llevar a cabo este macroproyecto mío: Udan. >> Por eso, encontré esta isla, esta maravillosa isla, abandonada, desierta, inexplorada. Y comencé a tejer mi mundo ideal. Secuestros de pokémon, de personas (que eran poco menos que salvajes)... era sencillo. Construí mi ecosistema poco a poco, manipulando con mis maravillosas tecnologías a los distintos hombres que iba "coleccionando" para ayudarme a "reclutar" más y más habitantes para mi idílico paraíso, y... así, poco a poco, senté las bases de una sociedad. Una cúpula como la que usábamos en la era pionera protegería Udan, mi isla, de la vista y localización de cualquiera, pasando inadvertida, como el paraíso que era la Ciudad Pionera. >> Solo que esta vez... yo era el que lo controlaba todo. Yo, Genie, el que fue una vez jefe de los Cuatro Cerebros... me convertí en el dios de Udan. En Fikra. >> ¿Quiénes son los Venerables? >> ¿¡Qué piensas hacer con Furaha!?
Lucas Diamond Genie... Ese era el verdadero nombre de Fikra, ¿eh? Sus palabras sonaban aberrantes en mis oídos, un Pokémon, un Pancham, sometido a todo lo que había sido sometido. Experimentos para entender de dónde provenía... Aunque sabía que esta procedencia misteriosa tenía una explicación, esta no dejaba de ser incomprensible para muchos. No culpaba el miedo de Fikra y los demás, pero sí su reacción ante ello. Mas Genie escapó y ayudó a escapar al Pancham. ¡Menos mal, una buena obra en todo esto! Aunque si realmente aquel Pancham tenía su cuerpo dividido en luz y oscuridad, si realmente acumulaba toda aquella venganza, ni podría salir nada bueno de todo esto. Caí entonces en la cuenta. Ese Pancham... Definitivamente yo conocía a un Pancham que encajaba mucho en ese descripción, un Pokémon de otro mundo: el de Tau, que recogí en sus informes. Y entonces, algo hizo "click" dentro de mí. Si Pancham, según Tau, fue enviado al mundo réplica para alterar el tiempo... ¿A-acaso nosotros éramos parte de su réplica? No, eso... N-no era posible, ¿no? Debía haber algún fallo, algo que se me escapaba. —¿Y, a todo esto, quiénes son los venerables? Nyota descubrió algo en ellos que le causó muchos problemas.
Aún caminando, Fikra se llevó una mano a sus barbas, acariciándolas. —Vaya... esa pregunta es complicada. Los Venerables y yo llevamos juntos desde poco después de que Udan comenzó a existir. ¿Recuerdas que dije que este lugar era una isla desierta a la que yo di vida? Eso es cierto, pero había algo en ella que fue lo que me hizo elegirla como el lugar para desarrollar mi paraíso. Algo que había aquí, bien cerca... la Isla Eclipse. Esa isla guarda un secreto que, lentamente, fui estudiando y llegué a desvelar. Y estar asentados aquí, en Udan, me permitía analizarla fácilmente. >> Así fue como conocí a los Venerables. ¿Recuerdas... lo que te dije sobre que aquel Pancham provenía de otro mundo? Bien, pues los Venerables también, aunque de una forma diferente, de algún modo. La cuestión es que tenían un especial interés y una especial vinculación con la Isla Eclipse. De algún modo, esa Isla es la conexión entre su mundo y el nuestro. Y gracias a mí, pudieron acceder a este mundo. Ambos pudimos compartir nuestras maravillosas tecnologías y avances, nuestras ambiciones... hicimos una alianza. Hasta el día de hoy. >> Por supuesto, ellos fueron los que me hablaron de la elegida, y la estuvimos buscando durante mucho, mucho tiempo. Hasta hoy, que por fin la hemos encontrado. Resulta que ella... es la única que puede despertar al amo y señor que los Venerables buscan, ¿sabes? La necesitamos... y estamos a punto de lograr lo que proponemos. Esa es toda la verdad. Así, terminaron llegando a una sala extraña, el final de aquel pasillo. Fikra quedó, por unos instantes, junto a Silvally, admirando lo que tenía frente a sí: una especie de sillón enorme, con múltiples cables a su alrededor. Sonrió, antes de girarse hacia Lucas. —... hay algo que, creo, no me has preguntado, y quizá te interese saberlo antes de proceder, ¿eh? Adelante... puedes preguntarme, si lo deseas. >> ¿Cómo has logrado mantenerte vivo todos estos años? >> ¿Qué más dices que queda de este "ritual" del Desafío de las Marcas? >> ¿Qué hacemos aquí...?
Lucas Diamond Los Venerables también venían de otro mundo, ¿eh? Así que era eso... Mas, no sabía por qué, aquella respuesta no acababa de convencerme, me parecía, de alguna manera, incompleta. Quizás eso fue lo que notó Nyota en ellos. Seguimos avanzando hasta que al fin llegamos a una sala con un sillón y unos cables. —... hay algo que, creo, no me has preguntado, y quizá te interese saberlo antes de proceder, ¿eh? Adelante... puedes preguntarme, si lo deseas. Quedé sorprendido ante sus palabras, había notado que aún algo me preocupaba, y sabía bien lo que era. No me anduve con rodeos y lo pregunté: —Fikra, dices que aún hay que terminar el ritual, ¿cierto? Quiero saber: ¿qué es lo que realmente falta por hacer?
Fikra comenzó a sonreír entonces. —Hehehe... esa es una muy buena pregunta. No tienes idea de cuál es la verdadera naturaleza de este ritual, ¿verdad que no? Claro, nadie lo sabe... pero tú, como extranjero, quizá puedas entenderlo. >> En realidad, nadie ha superado, de momento, todo el Desafío de las Marcas. Sí, según ellos, hay cinco campeones: Nyota, Maji, Chuma, Mlima y Uchawi. Pero... aunque los cinco cumplieron con todo el rito, no fueron aptos para la parte final. Parte que, de hecho, es el motivo principal por el que se realiza este ritual. >> Originalmente, Nyota, la primera campeona, iba a ser la candidata perfecta: era justo lo que buscaba. Sin embargo, su osadía lo estropeó todo: ella descubrió la verdad detrás de los Venerables, y... tuve que tratar de eliminarla, por mucho que me pese no haberlo logrado. De modo que el ritual siguió, y vinieron aquí más contendientes. Valoré seriamente a Chuma, pero... no, era demasiado tozudo, obstinado, bruto, en cierto sentido. Uchawi, por su parte, era demasiado alegre y despreocupada, su mente no me convencía. Maji y Mlima fueron, ambos, otra historia. El primero, como Nyota, se me habría hecho el candidato ideal, pero... sabía de sobra que su visita, como la tuya, no era por una mera audiencia. Él estaba tratando de movilizar a Udan. De darle mente a los udienses, de desvelar la verdad. Todo se torció, como sabrás, en su visita. Ahora bien, Mlima, ¡ah, qué fascinante! No me importa, realmente, que sea una mujer, siempre y cuando fuese alguien de voluntad fuerte y firme, alguien noble, alguien inteligente, alguien... como ella. El único problema fue que ella... era demasiado fuerte mentalmente. No, no, con ella sería difícil que funcionase el ritual, tristemente. Y eso que era perfecta. De modo que... ahora estás tú aquí, ¿eh? Sonrió amablemente, colocando una mano en el hombro de Lucas. —... en un inicio, para mantenerme vivo, tuve que usar... experimentos como recipientes. Mi cuerpo iba a perecer, lógicamente. Por eso, con mis tecnologías, mantenía viva mi mente y mi voluntad traspasando mi esencia a ciertos... "experimentos", como digo. Aun a riesgo de perder mi humanidad, seguí viviendo, por años, y años, y años... gracias a la maravillosa tecnología de la que dispongo. Sin embargo, gracias a los Venerables, poco a poco fui capaz de perfeccionar el mecanismo. Y, actualmente, puedo dejar de lado los experimentos y... usar recipientes de verdad. Ese es todo el motivo por el que creé y extendí el Desafío de las Marcas... su verdadero fin es conseguir a alguien lo suficientemente competente como para salir victorioso de tan complejas pruebas y combates, para luego ser entrevistado por mí y los venerables y, con el visto bueno... que ese alguien sirva de recipiente para mí. Para Genie. Para ser mi nuevo cuerpo. Tras eso, tomó la mejilla de Lucas y la pellizcó. —Y tú, ¡ah, tú! Eres perfecto. Así que... adelante. Siéntate... y el proceso, creéme, será bien rápido. Silvally, tras Lucas, comenzó entonces a empujarle, junto a Fikra, en dirección a la silla. Por más que intentaba librarse de ellos, solo lograba luchar en balde, siendo arrastrado hasta allí. Y, cuando todo parecía perdido, alguien apareció de pronto, lanzándose sobre Fikra. Scizor estaba allí, libre, y sus pinzas describieron un tajo perfecto en el cuerpo de Fikra. Tras eso, agarró a Lucas y saltó, alejándose de ellos y observando desde lejos. Fikra, que recibió un corte letal, quedó paralizado, tembloroso, mudo. Pero, lentamente, esbozó una sonrisa. Cuando comenzó a separarse en dos trozos... se reveló la verdad. El "cuerpo" de Fikra, en realidad, no era más que un robot. Scizor había logrado romperlo, sí, pero se revelaron, dentro de él, cables, chips, piezas de metal. Era un androide, todo este tiempo. Y Silvally, tras ellos, esbozó la sonrisa más siniestra que, probablemente, habían visto. Con una especie de voz robotizada, fruto de un aparato que llevaba adherido a su cabeza, pronunció palabras inquietantes. —... buen intento. Pero... te has equivocado de cuerpo. Genie... soy yo. Y emitió un potente ataque, un flash tan impecable que todos quedaron cegados, inconscientes. La oscuridad invadió a Lucas. ... estaba perdido... Lucas estará imposibilitado para avanzar y postear hasta que Liza llegue. Cuando acabe su batalla, que ponga un post en esta zona, y activaré el evento que le permita ir en ayuda de Lucas.
Liza White Solté un suspiro al salir de la sala de los bichos, volviendo a acostumbrarme a la luz de la sala principal. Como esperaba no había rastro de Lucas por ningún lado, y teniendo en cuenta que ya todos los chicos estaban reunidos allí, intuía que habría seguido adelante, o al menos le quedaba poco para la audiencia con Fikra. Y nosotros no podíamos ser menos, claro que no. Pero mientras avanzaba hacia la última puerta, la sala de los tóxicos, sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Me detuve, buscando con la mirada a los chicos, con la necesidad repentina de preguntar si habían visto a Lucas recientemente. Pero la mirada que me devolvió mi equipo, apremiante, me indicó que no había tiempo que perder. Me dirigí pues a la sala que me quedaba.
Cuando Liza entró de nuevo a la sala principal del Palacio, pudo ver a Maji, Chuma, Mlima y Uchawi alterados y preocupados. Iba a dirigirse a la última sala, pero... Maji la detuvo. —¿Qué tal, Liza? ¿Todo bien? —Estamos... algo preocupados —reconoció Mlima—. Hace mucho tiempo que Lucas entró a la sala de Fikra, y no ha salido de ahí en todo el rato. Se está demorando demasiado... Y, casi como si estuviese escuchándoles, la puerta se abrió abruptamente, tumbando en el camino a los dos guardias que la custodiaban. Scizor, terriblemente magullado, fue el que la abrió, siendo agarrado por otros dos guardias, que a duras penas podían detener al leal y valiente pokémon. Arrojó a uno de ellos, pero el otro terminó tumbándolo. —¡S-Scizor! —exclamó, entusiasmado, Chuma. Pronto se lanzó sobre él, y golpeó al otro guardia, apartándolo de su pokémon. Scizor casi no tenía fuerzas para moverse... pero, con todo, se había arrastrado hasta allí. Todo para avisar a los demás—. ¿Qué ha sucedido? Con su pinza, débilmente, señaló al interior de la sala. —¿Lucas? —preguntó Uchawi. Scizor asintió con debilidad—. Oh-oh. Algo malo ha pasado... —I-Id vosotros —dijo Chuma, con su pokémon en el regazo—. Yo cuidaré de él —luego, con los ojos vidriosos, sonrió y, acariciando a su compañero, le susurró—. Eres el pokémon más fuerte y valiente que conozco, campeón... te mereces un buen descanso, ¿vale? Mlima y Maji se miraron, y luego asintieron. —Liza, siento interrumpir tu Desafío, pero... —dijo Mlima, seria—. Eres la única que tiene a sus pokémon aquí. Si algo malo ha pasado, te necesitaremos. —Se han acabado las apariencias y las formalidades, al parecer —ceño fruncido, Maji apretaba los dientes—. ¡Esto es un todo o nada! Y los dos corrieron hacia adentro. Fue Uchawi la que, preocupada, se acercó a Liza. —Curaré a tus pokémon, anda~. ¡V-Vamos! No hay tiempo que perder... Y ella también corrió escaleras arriba. ¿Q-Qué habría pasado...? Solo cuando subiese lo descubriría.
Liza White Pero antes de que pudiese adentrarme en la sala, Maji me detuvo. Me giré hacia ellos, curiosa, para ver que parecían preocupados por algo. Lucas aún no había vuelto, y como esperaba ya se encontraba en la audiencia con el Gran Fikra. Me mordí el labio inferior, sin saber muy bien qué hacer. Quería terminar mi último combate y poder ir a ver qué ocurría, pero... ¿y si eso era demasiado tiempo? Fue entonces cuando alguien interrumpió el silencio de la entrada del palacio, y todas las miradas se enfocaron en él. Scizor había logrado regresar, magullado, y tras sacarse de en medio a uno de los guardias, acabó abatido por el otro, sin poder hacer más. Chuma rápidamente fue a socorrerle, mientras nosotros observábamos contrariados la escena. Un solo gesto de Scizor nos indicó que se trataba de Lucas. La resolución con la que contaban Mlima y Maji era envidiable; en cuestión de segundos se movilizaron para subir las escaleras, dirigiéndose hacia el encuentro con Lucas y Fikra. Uchawi sin embargo se dirigió hacia nosotros, dispuesta a curar a nuestro equipo el tiempo suficiente como para que pudiese asimilar lo que estaba sucediendo. —No... No podemos perder un segundo más, ¿cierto? —dije entonces, mientras Uchawi terminaba de sanar a mi equipo, con la mirada perdida en el techo. Pronto me volví hacia el resto, notando ciertas miradas significativas al respecto de interrumpir nuestro desafío de las marcas. Pero ante todo, simplemente sonreí, decidida—. En ese caso el desafío de las marcas puede esperar. ¡Vamos a ayudar a Lucas, chicos! Y tras la intervención de Uchawi, luego de agradecer su ayuda, corrimos todos escaleras arriba, intentando alcanzar al resto lo antes posible. No sabía lo que podía esperarnos allí arriba pero, con todo, daríamos lo mejor de nosotros.
Y, cuando Liza entró en la sala, pudo ver aquel sitio blancuzco, lleno de sillas elegantes donde se sentaban los diez Venerables. Ellos estaban allí, los diez... pero no había ni rastro de Fikra y de Lucas. Maji, Mlima y Uchawi los miraron con recelo. —V-Vosotros, malditos... —susurró Maji—. ¿¡Dónde está Lucas!? ¿Y Fikra? —Jiji —comentó la portavoz, Hilgeoni—. Ese Scizor tiene osadía... está haciéndolo todo... jiji... más difícil de lo que debería ser. —FIKRA está mejor que nunca ahora, seguro —afirmó el grandote, Drozgulz—. Y vuestro amigo... ¡JA, JA, JA! Pobre de él. —¿¡Qué le habéis hecho!? —exclamó Maji, quien, furioso, corrió hacia ellos, puño alzado. Pero, de pronto, uno de los Venerables se movió con rapidez, con una rapidez abrumadora. Era Ephoromas, la de botas blancas y largas. Casi no dio tiempo a ver cómo se movía, pero lo hizo, y, pronto, pateó con enorme fuerza a Maji, lanzándolo por los aires. Mlima saltó para frenar el impacto, cayendo el muchacho sobre ella y magullándose ambos, pero minimizando los daños del entrenador de tipo agua. —¿C-Cómo has...? —Uchawi parecía sorprendida. Ephoromas sacudió su cabello. —Más os vale estaros quietos... proceso es... lento. Pero saldrá bien —comentó, sonrisa maliciosa. Uchawi, tensa, miró en todas direcciones, y localizó la puerta secreta, abierta, detrás de la mesa. Con rapidez, trató de correr hasta allí... pero un largo "brazo" negro salió disparado hacia ella, agarrándola y propinándole una descarga que la noqueó. El brazo en cuestión, que casi parecía un manojo de cables, parecía surgir del brazo de otro de los Venerables, de Xieuterk. —¿Q-Qué sois...? —comentó Mlima, confundida. Los Venerables se rieron. —... somos... seres superiores —afirmó Hilgeoni—. Superiores a todos los seres... jiji... de este mundo. Se lanzó, así, flotando, hacia ella, y la agarró con sus manos. Pronto empezó a flotar, sujetando a Mlima, y desapareció en el aire. Otros Venerables comenzaron a desaparecer, de la nada. Xieuterk, al hacerlo, se llevó también consigo a Uchawi. —N-Nyota tenía razón... —Maji se mordió el labio—. Sois... pokémon. Ephoromas, una de las pocas que quedaba en la sala, se rio. —¿"Pokémon"? Esa palabra... corta queda para nosotros. —Hmpf. Nosotros somos superiores —comentó Zolwebuz. —Somos... —Anartak, otra de las pocas que quedaba, se arrojó sobre Maji, tomándolo entre sus manos y desvaneciéndose también con él—... Ultraentes. Así, solo Ephoromas y Zolwebuz quedaron allí, mirando a Liza. —... heh. Faltas tú, niña —dijo ella. —Juguemos con ella, ¿hmpf? —preguntó él. Entonces, Ephoromas silbó. —Ocúpate tú, Poipole, ¡vamos! Y de detrás de la "mujer", el pequeño niño que respondía al nombre de Eoppiol se mostró, dando salitos. —¡Eso, eso! ¡Eso! ¡Esss... es...! Contenido oculto Conforme más saltaba, más iba transformándose, tornándose su piel morada, encogiéndose su cuerpo, creciéndole una pequeña cola, ensanchándose su cabeza... lentamente, reveló su verdadera forma. Un pokémon extraño... morado... Flotando, se lanzó sobre Liza, y le arrebató la Pulsera Z. Entre risas, flotó en el aire, alrededor de ella. Ephoromas y Zulwebuz miraban la escena, divertidos. ... ¿U-Ultaentes...? ¡No puedes usar ataques Z! Ojo porque habrá combates sucesivos, y no tendrás curación entre combate y combate. POIPOLE: Veneno Ultraimpulso: al debilitar a un pokémon rival, aumenta en 30 el stat más alto de este pokémon (fuerza, resistencia o velocidad; la velocidad será el más alto si, multiplicado su valor x2, es el más alto) Salud: 134/134 Fuerza: 219 (73) Resistencia: 134 Agilidad: 3/3 (90 de Velocidad) (17) Movimientos: -Protección (Se protege) (Usos: 2/2) -Tóxico (Envenena gravemente) (Usos: 3/3) -Puya Nociva (75 Potencia, Veneno (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 4/4) -Pulso Dragón (60 Potencia, Dragón) (Usos: 4/4)
Liza White Pero al llegar a la sala, la imagen de diez personas extrañas sentadas alrededor de una larga mesa hizo que detuviese mis pasos de golpe, y buscase con la mirada a Lucas, insistente. Pero allí no había rastro de él... ni de Fikra. "—V-Vosotros, malditos... —susurró Maji—. ¿¡Dónde está Lucas!? ¿Y Fikra? —FIKRA está mejor que nunca ahora, seguro —afirmó el grandote, Drozgulz—. Y vuestro amigo... ¡JA, JA, JA! Pobre de él". —¡Lucas! —exclamé por inercia, buscando una salida por la que pudiesen haberse marchado—. ¡Lucas, responde! ¡Estamos aquí! Pero detuve mis pasos; Uchawi se me había adelantado, y un grito escapó de mis labios al ver que un larguísimo brazo lleno de cables habían detenido sus pasos. Al seguirlo con la mirada, noté con terror cómo cada una de aquellas personas parecían denotar habilidades sobrehumanas. Aquellos venerables... no eran de este mundo. Eran... ...¿ultraentes? Ante mis ojos, uno a uno los chicos fueron desapareciendo, siendo teletransportados por aquellos seres sin poder hacer nada por evitarlo. Pronto me vi sola junto a mi equipo, con solo tres de aquellos ultraentes frente a mí. Me mantuve firme, sin intención de huir ahora que se habían llevado a los chicos, y Luxray pronto dio un paso al frente erizando su pelaje. —¿Jugar conmigo? No nos subestiméis, no nos iremos de aquí sin Lucas y los chicos —y con un gesto con la cabeza, fue Gyarados quien se deslizó hacia el frente, dispuesto a enfrentar a aquel "niño" que finalmente había demostrado su verdadera apariencia—. Vamos allá. GYARADOS: Psíquico/Dragón Espejomágico: hace rebotar ataques no ofensivos. Naturaleza: despistado Máscara intimidante: equipada en un pokémon, bajará en 15 el ataque de todo rival ante el que salga. El efecto es acumulable con intimidación. Salud: 171/171 Fuerza: 195 (10) Resistencia: 328 (120) Agilidad: 3/3 (91 de Velocidad) (10) Movimientos: -Onda Dragón (90 Potencia, Dragón. Este ataque puede golpear, con daño neutro, al tipo hada (Base 70, +20 STAB)) (Usos: 3/3) -Psicocolmillo (70 Potencia, Psíquico (55 Base, +15 STAB)) -Recuperación (se cura en 1/2 de sus PS máximos) (Usos: 1/1) -Danza Dragón (+10 fuerza, recupera un punto de agilidad perdido) (Usos: 3/3)
Ephoromas comenzó a reír. —¡Ah, heroicidad! —comentó, macabra—. Es una virtud pesada. Te llevará a... morir. —Hmpf —cruzado de brazos, Zolwebuz escrutaba con seriedad a Liza—. Mejor sería marcharse y vivir... ¿insistes en pelear? Pues habrá consecuencias. Y el tal Poipole, ágil y juguetón, se lanzó contra Gyarados con un Pulso Dragón. POIPOLE: Veneno Ultraimpulso: al debilitar a un pokémon rival, aumenta en 30 el stat más alto de este pokémon (fuerza, resistencia o velocidad; la velocidad será el más alto si, multiplicado su valor x2, es el más alto) Salud: 134/134 Fuerza: 219 (73) Resistencia: 134 Agilidad: 3/3 (90 de Velocidad) (17) Movimientos: -Protección (Se protege) (Usos: 2/2) -Tóxico (Envenena gravemente) (Usos: 3/3) -Puya Nociva (75 Potencia, Veneno (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 4/4) -Pulso Dragón (60 Potencia, Dragón) (Usos: 3/4)
Liza White —Ese ataque no le hace ni cosquillas a Gyarados y, además, su fuerza se ve mermada por su máscara. Creo que el que debería rendirse es vuestro pequeño amiguito —comenté, mirando con seriedad a aquellos dos que comentaban la batalla. Jamás me perdonaría si llegase a perder ahora, había demasiadas cosas en juego—. Gyarados, Psicocolmillo. GYARADOS: Psíquico/Dragón Espejomágico: hace rebotar ataques no ofensivos. Naturaleza: despistado Máscara intimidante: equipada en un pokémon, bajará en 15 el ataque de todo rival ante el que salga. El efecto es acumulable con intimidación. Salud: 171/171 Fuerza: 195 (10) Resistencia: 328 (120) Agilidad: 3/3 (91 de Velocidad) (10) Movimientos: -Onda Dragón (90 Potencia, Dragón. Este ataque puede golpear, con daño neutro, al tipo hada (Base 70, +20 STAB)) (Usos: 3/3) -Psicocolmillo (70 Potencia, Psíquico (55 Base, +15 STAB)) -Recuperación (se cura en 1/2 de sus PS máximos) (Usos: 1/1) -Danza Dragón (+10 fuerza, recupera un punto de agilidad perdido) (Usos: 3/3)
Al ver que la victoria era imposible, tras esquivar el golpe, el tal Poipole miró hacia atrás, preocupado. Pero al ver las miradas de reprobación de Ephoromas y Zulwebuz, les hizo una burla y, de la nada, desapareció. —¡Niño estúpido! —gritó Ephoromas, molesta. Tras eso, dio un taconazo en el suelo. Mientras, su compañero chocaba sus puños entre sí—. Está bien. Algo bien hecho... debe ser... —comenzó, lentamente, a transformarse. Sus botas se convirtieron en sus piernas, su piel palideció hasta ser completamente blanca, su cabello se convirtió en parte de su velo, su cuerpo se deformaba...—. Hecho por una misma... —Hmpf —Zulwebuz también comenzaba a transformarse, fusionándose su cuerpo con su vestimenta rojiza, hasta quedar su piel de dicho color, con músculos marcados. Sus piernas empequeñecieron y se deformaron... su cabeza empezó a aplanarse—. Acabemos con él, Pheromosa. —Sí, Buzzwole —susurró "Ephoromas", convertida en un extraño pokémon. Así, la tal Pheromosa se lanzó rauda como el rayo contra Gyarados, atacando con Plancha, mientras Buzzwole usaba Corpulencia. Contenido oculto Esto será como una batalla de pokémon dominante, en el sentido de que serán 2 contra 1... y, si te usan dos ataques... esquivar ambos gasta dos puntos de agilidad. Tenlo en cuenta. ¡Y suerte! Esta era la verdadera batalla ultraentosa (?) PHEROMOSA: Bicho/Lucha Ultraimpulso: al debilitar a un pokémon rival, aumenta en 30 el stat más alto de este pokémon (fuerza, resistencia o velocidad; la velocidad será el más alto si, multiplicado su valor x2, es el más alto) Salud: 142/142 Fuerza: 335 (61) Resistencia: 74 Agilidad: 6/6 (180 de Velocidad) (29) Movimientos: -Triple Patada (25 Potencia, Lucha, golpea tres veces (Base 20, +5 STAB)) (Usos: 3/3) -Plancha (65 Potencia, Bicho, el rival lanza un dado de 5 caras, si sale 1, baja en 10 su fuerza (Base 50, +15 STAB)) -Protección (Se protege) (Usos: 2/2) -Onda Voltio (40 Potencia, Eléctrico, ineludible) (Usos: 3/3) BUZZWOLE: Bicho/Lucha Ultraimpulso: al debilitar a un pokémon rival, aumenta en 30 el stat más alto de este pokémon (fuerza, resistencia o velocidad; la velocidad será el más alto si, multiplicado su valor x2, es el más alto) Salud: 215/215 (1) Fuerza: 242 (40) +10 Resistencia: 240 (38) +10 Agilidad: 3/3 (90 de Velocidad) (11) Movimientos: -Puño Hielo (50 Potencia, Hielo) -Puño Incremento (40 Potencia, Lucha, +10 fuerza propia al impactar (Base 30, +10 STAB)) -Tiro Vital (50 Potencia, Lucha, ineludible (Base 40, +10 STAB)) (Usos: 3/3) -Corpulencia (+10 Fuerza, +10 Resistencia) (Usos: 4/5)
Liza White Sorpresivamente, aquel pequeño pokémon huyó, incapaz de hacer nada contra Gyarados, y los últimos dos venerables mostraron su verdadera (y horrible) forma, enfrentándose a mi pokémon juntos. A pesar de todo no retrocedimos, sabiendo que no nos quedaba otra que derrotarles si queríamos ayudar al resto. —Está bien, Gyarados. Podemos con esto, ¡resiste y ve con Psicocolmillo contra la tal Pheromosa! GYARADOS: Psíquico/Dragón Espejomágico: hace rebotar ataques no ofensivos. Naturaleza: despistado Máscara intimidante: equipada en un pokémon, bajará en 15 el ataque de todo rival ante el que salga. El efecto es acumulable con intimidación. Salud: 124/171 Fuerza: 195 (10) Resistencia: 328 (120) Agilidad: 3/3 (91 de Velocidad) (10) Movimientos: -Onda Dragón (90 Potencia, Dragón. Este ataque puede golpear, con daño neutro, al tipo hada (Base 70, +20 STAB)) (Usos: 3/3) -Psicocolmillo (70 Potencia, Psíquico (55 Base, +15 STAB)) -Recuperación (se cura en 1/2 de sus PS máximos) (Usos: 1/1) -Danza Dragón (+10 fuerza, recupera un punto de agilidad perdido) (Usos: 3/3)
