One-shot de Naruto - Life's a videogame (Sasuke ~ Sakura)

Holi :3!
ASDF, al fin traigo más cositas aquí. Y claro, de nuevo un SasuSaku ;w;!

Es un regalo de San Valentín para Zhiinygami (sí, di doble x3), pero como creo que está muy poco WAFF, escribiré otro. Algo más tierno, porque este coso es... no sé, raro pero divertido. Lo que sí es que hubieron frasecillas que me gustaron y no sé de dónde demonios las saqué; ¡arriba Mozart! (?).
Bueno, ¡ojalá les guste!

Autor: Yakumo

Título: Life's a videogame​

Summary: <<"Te voy a hacer pedazos, Sa-ku-ra" —musitó arrastrando cada sílaba de su nombre, mirando la pantalla. "—Dame todo lo que tengas, Uchiha.">>​

Pareja: Sasuke ~ Sakura.​

Tipo: One-shot.​

Género: Hurt/comfort (?).​

Clasificación: K+.​

Advertencias: UA y OoC, creo :L​

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Dedicado a: Zhiinygami, LacrymosA, kagomeXinu, Orianthi y Valentine :3!​

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Life's a videogame​

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Un barullo tremendo inundaba el establecimiento. Por lo menos cuarenta y cinco de los sesenta aproximados presentes no dejaban de cuchichearse cosas entre ellos y mirar a un lado en particular muy asombrados.​

Y es que no era para menos. No era nada común ver a una chica penetrar tan masculino recinto sin inmutarse siquiera un poco, aún cuando ningún espectador le quitase la mirada de encima.​

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La observaban demasiado. Una mujer jamás iría a un establecimiento exclusivo para chicos, y no porque alguien así lo dijera, sino por la simple naturaleza del mismo. ¿Qué demonios haría una chica en un club de videojuegos?​

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Además estaba más que claro que no pasaba desapercibida ni un poco, no sólo por ser una chica, sino por su llamativo y particular tono de cabello… rosado.​

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Se hizo paso entre la multitud acercándose a la enorme televisión sin titubear un poco. Los quince chicos restantes que no la habían observado con anterioridad desviaron su mirada hacia su presencia al momento en el que el olor a cereza penetró sus fosas nasales, quedando boquiabiertos.​

Ella, sin darles mucha importancia, clavó sus bellos ojos jade sobre el aparato electrónico que irradiaba luces parpadeantes y colores de distintas tonalidades.​

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Sonrió ladinamente.​

«Ese juego…»​

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Observó a los competidores con cuidado. Uno de ellos, de ojos azules y cabello rubio, no dejaba de hacer gestos, moverse, manotear y gritarle al joven a su lado, de cabello negro con reflejos azulinos y ojos, al parecer, de color carmín. Éste permanecía serio, frío; sin gesto alguno.​

Su mirada verde se clavó en el inmutable. Le parecía peculiarmente interesante que no hiciera ni un movimiento facial, ningún sonido o no se viese ni un poco preocupado.​

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Bajó la vista a los dedos del mismo: ágiles y sigilosos. Reconocía bien cada movimiento, sabía que algunos resultaban en combos; otros en especiales… interesante.​

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Soltó un sonido gutural al observar que el joven rubio gritaba levantándose del asiento: había sido derrotado.​

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—¡Teme! —bramó frustrado revolviéndose la melena rubia—. ¡Te odio! ¡Esto no puede ser! ¡De verdad que no puede ser!​

—Hmph —soltó el joven como respuesta—. Supéralo, dobe. Jamás podrás ganarme.​

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Ella frunció el ceño, ¿a qué iría la actitud tan pedante?​

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—Olvídalo, ¡otra batalla más! —gritó volviéndose a sentar.​

—No quiero perder el tiempo contigo —dijo el azabache despectivamente—. Necesito un rival más… competitivo.​

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Todos los jóvenes de alrededor —que ya se habían acostumbrado a la presencia de la chica— soltaron un sonido ronco, rudo, incitando al rubio a darle más pelea al de ojos rojizos.​

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—Sólo porque te conozco bien no te rompo la cara, teme —espetó el de ojos azules sonriendo tranquilamente—; pero dale, ya que te crees dios, encuentra a alguien que quiera jugar contra ti.​

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Se levantó del asiento mirando a todos con la vista celeste y gritó:​

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—¡¿Hay alguien que quiera jugar contra Uchiha?!​

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El silencio no tardó en hacerse presente. Ni un solo muchacho levantó la mano o se acercó a la televisión y la consola; todos se quedaron completamente inmóviles.​

La joven se extrañó. Era como si le tuvieran miedo o hubiesen intentado ganarle tan arduamente, que estaban ya cansados de ello. Sí, bueno, ella había notado la gran habilidad del chico al luchar, hacer combos y demás, pero seguro no era para tanto.​

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El entorno seguía callado. Ella suspiró larga y pesadamente, dando un par de pasos al frente.​

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Todos se impresionaron. El rubio le observó con los ojos desorbitados mientras daba un trago grueso y se quitaba del frente.​

Avanzó sonriendo de medio lado y se sentó sobre el mullido silloncito de cuero negro. Aunque todos ahí eran gamers, vaya que se daban sus lujos y comodidades.​

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Tomó el control muy segura y chasqueó la lengua. Ni siquiera se dedicó a mirar a su oponente.​

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Éste sonrió de medio lado al verla. La verdad era que sí se había sorprendido, porque en todo el tiempo que llevaba yendo a jugar al establecimiento (y ya habían pasado algunos años, digamos) ni una sola mujer se había parado dentro. Tal vez por miedo o por disgusto, pero estaba seguro que aquella exótica chica de cabello rosado era la primera; además de todo, la primera que se atrevía a retarlo.​

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—¿Nombre? —cuestionó observándola por el rabillo del ojo.​

—Sakura —soltó casi instantáneamente, todavía sin mirarlo.​

—Uchiha —dijo.​

—¿Crees que me es relevante tu apodo?​

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La frase fue escupida en tono tan áspero, que hizo fruncir el ceño al joven.​

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—Te voy a hacer pedazos, Sa-ku-ra —musitó arrastrando cada sílaba de su nombre, mirando la pantalla.​

—Dame todo lo que tengas, Uchiha.​

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Todos los presentes se asombraron ante las irreverentes acciones de la chica de melena rosa. De inicio, se aparecía ahí, y para seguir, se atrevía a retar al chico que le había pateado el trasero a cada jugador que se pasaba por el establecimiento. Sin duda, el Uchiha no era sólo entretenimiento. Sakura estaba tratando contra un demonio en videojuegos; no le tendría ni un poco de piedad.​

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Se mostró el menú de inicio. Rápidamente cada uno eligió los tres personajes con los que aplastaría al otro y, sin retraso alguno, dieron inicio a la batalla.​

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Uchiha se enderezó sobre el asiento mientras que Sakura sólo mordió su labio inferior. Él era bastante rápido, y se tiraba a formular combos para conseguir que su barra de poder se llenara un poco más. Ella, por el contrario, había estado prácticamente inmóvil pero de sobra atenta.​

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El azabache sonrió de medio lado, sacando conclusiones de seguro apresuradas: fácil obtendría la victoria.​

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—No sé cómo te atreviste a retarme —espetó con veneno—. Ni siquiera sabes usar un control de X-box.​

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Sakura rió.​

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—Soy astuta, no bruta. Tampoco soy precipitada.​

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Aquella frase no hizo más que sacar a Uchiha de sus cabales, aumentando los deseos de terminar con ella y sus inútiles personajes de una vez por todas. Eso por supuesto que se notó en su modo de juego; el movimiento de sus pulgares se volvió más acelerado y habilidoso. La joven sólo sonrió ladinamente.​

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Luego de unos momentos, la primera batalla finalizó, dejando a Uchiha como el vencedor. Éste, prepotente, miró a la de cabello rosa con la cabeza bien en alto y aires de grandeza. Ella hizo su mayor esfuerzo por no soltar una estruendosa risilla.​

Si lo pensaba bien, la actitud de Uchiha no era diferente a la de un cómico pavorreal: orgulloso porque sus plumas son más largas o más bonitas, pero lo que aquél animal no sabe es que pavorreales como él, hay millones en el mundo. Por más elegantes que se vean sus plumas, son el mismo trazado; los mismos colores.​

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Siempre es lo mismo…​

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—Hmph. ¿Ya vas a jugar en serio? —soltó él sin mirarle.​

—Todavía no he empezado.​

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Ya más de algún presente estaba completamente enamorado de la de ojos verdes por aquella actitud tan segura y a la vez tan rebelde; de ello no había duda.​

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Comenzó la segunda etapa del juego, pero ésta vez la manera de jugar de Sakura se notó —por mucho— diferente. Ya no sólo observaba los movimientos de Uchiha, sino que sabía contraatacarlos y casi predecirlos al momento.​

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—La primera etapa no fue más que un análisis, Einstein —dijo ella en tono de burla.​

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Uchiha apretó el puño contra el control mientras fruncía el ceño en demasía. No le gustaba esa actitud; no, no le gustaba…​

Cada ataque que él lanzaba, ella lo evadía, pero a él se le complicaba muchísimo predecirla por no haber visto su modo de juego nunca. En ese preciso momento, llevaba todas las de perder…​

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Y por más que luchó, no logró conseguir victoria en el segundo round.​

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Sonrió victoriosa al ver “K.O.” en la pantalla. Ahogó una risita en su garganta mientras estiraba las piernas y las manos despreocupada, sin perder, claro, la feminidad. Dio un suspiro largo y esperó el ataque verbal de Uchiha. En esos cinco minutos estando a su lado, ya había deducido gran parte de su déspota personalidad.​

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—Golpe de suerte —aclaró él sin despegar la vista de la pantalla.​

—Por supuesto. Así como tu primera victoria…​

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La guerra estaba más que declarada. Sakura contra Uchiha en un duelo final a muerte; difícilmente las cosas se arreglarían sólo en un round de videojuegos.​

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Sintió sus ojos rojos posarse sobre ella y, despacio, le regresó la mirada. La verdad era que un color tan poco peculiar como el carmín sí podría llegar a intimidarle, pero no aquella vez; no cuando Uchiha se notaba un tanto inseguro y le observaba como maniático asesino.​

Puso los jades sobre él que, frunciendo el ceño, desvió la mirada. ¿Qué más esperaba?​

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—Empecemos —incitó Sakura regresando la vista a la televisión.​

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En un santiamén inició la última ronda. Todos se miraban sorprendidos y no dejaban de observar los movimientos habilidosos de cada uno de los jóvenes.​

Uchiha ya conocía más o menos la forma de batallar de Sakura, y Sakura ya tenía bien medida la forma de pelear de Uchiha… pero lo que costaba más trabajo era confrontarse ya a nivel más alto, porque ambos tenían la destreza necesaria para confundir y derrotar al otro.​

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Ataque por ataque, bloqueo por bloqueo. La pelea comenzaba a hacerse larga, mas nunca aburrida.​

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El chico rubio observaba la escena, sudoroso. Sin duda, esa joven de cabello rosa era impresionante. No recordaba (de verdad que no recordaba) alguien que le hubiese hecho la competencia a Uchiha tan intensamente como ella lo hacía en ese momento.​

Miró a su amigo y quedó aún más sorprendido. Además de todo, no recordaba jamás que Uchiha hubiera hecho… ¡un gesto al jugar!​

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Estaba anonadado. Observó al de ojos rojos boquiabierto, jalando la vista de la mayoría de los espectadores hacia él. Uchiha estaba ¡¿frunciendo el ceño?!​

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—Joder. Esto anda mal —soltó el de ojos azules mientras se rascaba la nuca y soltaba un suspiro.​

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Pasaron unos segundos más… y una enorme explosión tapó casi toda la visión dentro de la pantalla. Todos los presentes estaban ansiosos por saber quién de los dos habría ganado, y ya que la nube electrónica se hubo disipado, pudieron observar que los personajes estaban tirados en el suelo… a la par.​

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—¡Empate! —gritó el rubio, avisando a todos el resultado.​

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Los presentes quedaron asombrados ante el resultado final y, pronto, miraron a los jugadores. Les sorprendió darse cuenta de que Sakura había desaparecido.​

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—¿Ah? ¡¿A dónde fue?! —bramó el amigo de Uchiha mirando a todos lados—. Sasuke, ¿a dónde se…?​

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Mas, para su sorpresa, Uchiha se levantó del asiento sin decir palabra alguna y salió del establecimiento con la mirada expectante de todos los presentes.​

Observó a su derecha y notó la melena rosa moviéndose en dirección contraria al club de videojuegos. Luego de llegar casi a la esquina paró en seco, observando, al parecer, otro negocio.​

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El azabache sonrió ladinamente, acercándose a ella.​

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—¿Te vas tan pronto? —dijo en su espalda.​

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La de ojos jade se giró hacia él mirándole con sorpresa. Pudo notar que la pesada atmósfera formada anteriormente dentro del club, había desaparecido. Y es que también por su parte, ya todo estaba tranquilo; por lo general ella no guardaba ningún tipo de coraje o resentimiento por alguno de sus contrincantes.​

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—Se hace tarde —contestó—. Nos vemos.​

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Dio la media vuelta, mas Uchiha le detuvo por la muñeca y le sonrió de medio lado.​

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—No deberías dar tu nombre real, ¿sabías? Es mejor decir apodos en esto de los videojuegos, me parece que ya deberías conocer las mañas populares.​

—Lo mismo para ti, Uchiha.​

—Hmph —sonrió—. Sasuke.​

—Uchiha. Sasuke Uchiha —complementó ella dándose la media vuelta.​

—Ah, ¿me conoces?​

—Quizás —dibujó media sonrisa—. Pero como te dije antes: tu apodo me tiene sin cuidado.​

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Sasuke sonrió. No cambiaba mucho jugando y hablando, mas estaba seguro que fuera del campo de los juegos, su actitud le parecía interesante.​

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—Además —agregó la de cabello rosa volviéndole a mirar—, yo creo que no necesito dar apodos, lo que importa es que mi nombre real trascienda; no tengo miedo a mostrarme ni deseo esconderme. Tú sí, ¿Sasuke?​

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Uchiha chasqueó la lengua y miró el negocio a su derecha: un café. Seguro ella iba a entrar antes de que él le llamase.​

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—¿Tienes tiempo? —cuestionó regresando la vista carmín a ella.​

—No por ahora —negó mientras seguía su camino—. Pero…​

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Paró en seco y arqueó sus labios ascendientemente, mostrando una sonrisa entre retadora, entre encantadora.​

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—Puede que luego vuelva, U-chi-ha.​

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Arrastró su nombre, haciéndole caer en el juego propio y siguió su camino. Sasuke la miró por segundos y, con media sonrisa esbozada, dijo:​

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—Entonces estaré esperando, Sakura. La vida es un videojuego, ¿qué no?​

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Ya sé: a primera vista la frase final desfasa mucho de la orientación del fic en general, pero es como una metáfora de la extraña relación que (espero se haya notado) llevaron Sasuke y Sakura en el fic. Espero se entienda bien :L​

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Btw: puse a Sasuke con los ojos rojos pues... ¡porque sí! También tiene ojos rojos y nadie les hace caso ): Espero no me reclamen xD​

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Ojalá les haya gustado. ¡Los amo! *------------*​