Levon

Lucille

Mi ser parecía una hermosa galaxia flotando alrededor del navío.
Me había hecho un puñado de hermosas y pequeñas estrellas que se dispersaron y visitaron a Kodoku, a Taya, a Kira, a Blake, a Shruikan, a Makoto, a Eliott....todos al mismo tiempo.
Era una forma de sacarme todo este amor decepcionado...
Yo les quería tanto a todos....les amaba tanto, y ahora me sentía traicionada por muchos.
No debía ser así, los unicornios no podemos odiar y entonces este acto liberaría mi alma de rencores. Necesitaba amarles siempre...

 

Taya

Kira no había dicho ni una palabra, solo me miró y luego a la luna, ¿desde hace cuanto yo no la veo?, ¿desde hace cuanto deje admirarla?, probablemente mucho. Caminé hacia Kira lentamente y me senté a su lado para hacerle compañía, nadie se merecía estar solo en ese estado

 

Taya

El silencio entre ambas parecía ser algo irrompible, yo no me atrevía a hablar y posiblemente Kira ni siquiera lo quería hacer, pero de un momento a otro unas pequeñas estrellas nos rodearon, así... de repente, no pude evitar asustarme un poco, ¿por qué estaban allí esas estrellas?, ¿por qué a nuestro al rededor?. Tragué un poco estirando mi mano hacia una de ellas con intención de alejarla un poco de mi, ¿cómo debía reaccionar ante esa situación?

 

Me sonroje ante el beso de Lucille, no me esperaba eso, pero rápidamente desapareció
—Mi34&@ Makoto querrá matarme —dije al pensar que Makoto y Lucille eran novios, pero en eso, veo que se transforma en estrellitas, y comprendo el porque de ese beso......no sabía porque pero...me estaba perdonando, observe esas lindas estrellitas, hace mucho que no veía a la Luna, mucho menos al cielo, creo que la última vez que las vi fue cuando estaba por entrar al infierno para hacer mi entrenamiento, pero no le mire para adorarle, si no para mardecirle y estaba lleno con odio. Sonreí con nostalgia
—En mi opinión, tu nunca podrás ser impura, no importa cuantas veces tu cuerpo se Manche, siempre puedes purificarlo mientras tu alma, tu ser, tu esencia sea pura, cosa que así será siempre, Lucille, no se lo que hice para que un ser tan hermoso y puro como un unicornio, tuviera que besarme para intentar perdonarme, pero, Déjame decirte que como el ser puro que eres, puedes guardarle rencor a alguien que es como yo, que es un demonio como yo...pero a pesar de eso...yo no quiero que me odies, por favor...ya he perdido a demasiada gente preciosa para mi.

 

Kodoku.

Miraba con dirección al mar con el ceño fruncido, gotas de agua salada salpicaban cayéndome en mi sucia y rasgada camisa, mis brazos estaban tensos por ejercer tanta fuerza para controlar el timón pues las olas estaban fuertes y si llegaba a dejar el timón el barco de porquería se voltearía que quedaríamos en medio de la nada buscando a ¨Nemo¨.

— Llorar es purgar la pena, deshidratar todo el miedo que hay en ti...— cantaba en susurro mientras controlaba el navío cuando de repente gran parte de esa asquerosa agua salada pe cayó en la boca.— Cof cof ¡Maldito mar! ¡Sé que no soy el mejor cantante pero tampoco para que intentes ahogarme!— maldecía mientras escupía las algas marinas que vinieron con el agua. Miré al cielo y pude observar un montón de nubes reunirse, en ese momento cayó un trueno que retumbó en mis oídos seguido de una gran ola que giró con ferocidad el barco dejándome completamente empapado.— ¡Joder! Ahora si que voy a visitar a Nemo... Pu** tormenta... ¡Que alguien venga aquí a tomar el timón!

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@Alisse Madness @Amelie @Lineve Kyoko Alguno de ustedes que tome el timón ¿Shruikan sabe manejar barcos? ._.

 

Estaba concentrado hablándole a la Luna cuando siento un fuerte estruendo y giro de inmediato, una gota de sudor cayo por mi nuca, había olvidado que estaba en un barco y fui corriendo en dirección de Kodoku, y tome el timón
—¿Que sucede, Kodoku? —le pregunte mientras me aseguraba de no poner tanta fuerza en el timón, lo podría romper.

 

Shruikan

—Dime que seguimos, yo tomaré el timón— Este era un trabajo perfecto para despejar su mente de eventos recientes; además las velas se comportaban del mismo modo que sus alas, era física que el entendía a la perfección. Revisó cada vela, desde el bauprés, mástil mayor hasta llegar a la mesana. Su buena visión le permitía ver a grandes distancias.

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Wujú! mago de Oz

 

Blake
Tal y como las nubes nos habían predicho una tormenta feroz se había desatado, las olas golpeaban con violencia los costados de la nave y provocaba que el agua llegase a cubierta mojandonos a todos, los vientos sacudían el barco como si fuera de papel, en medio todo ese caos vino hasta mi una pequeña esfera luminosa, la mire y enseguida supe que era Lucille, era extraño pero su presencia me trajo paz y por un momento olvide la tormenta — Me alegra ver que ya te encuentras mejor - le dije a la esfera mientras la tomaba con una de mis manos — Ahora si te queda el apodo estrellita - dije con una sonrisa en mi rostro.

 

Kodoku.

Cuando iba a contestar otra gran ola vino en nuestra dirección empapándonos a todos, antes de que pudiera retomar el aire otra ola nos golpeo haciendo que perdiera el equilibrio y por poco caer al mar, me había aguantado del barandal de madera.

— ¡A LA MIER**! Quizás por esto nunca me han gustado los peses.— me levanté y volví a donde estaban ellos con algunos rasguños en mis brazos gracias a que unas que otras piedras arrastradas por el mar cayeron en nosotros.— Estamos bajo tormenta ¿Quien de los dos tomará el timón? Tsk no importa, Shruikan toma el timón y tu eres ¿Uchikina o Hansamu? Como sea, ven conmigo y ayúdame a reunir a los demás en la parte baja del barco, donde están las comidas y el ron ¿Capichi?

Luego de eso salí corriendo junto a Uchikina o Hansamu con dirección a las habitaciones dejando solo a Shruikan, luego de darles las instrucciones a los demás vendría a retomar el timón.

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@Amelie tiene hermosos gustos (? *w*

 

Kira.

Levante la cabeza y vi algo luminoso, como una esfera luminosa. Extiendo mi mano para tocarla, al hacerlo me senti un poco más calmada, como si parte de lo que me perturbara se fuera con el viento. Sonrei levemente, mire el cielo y vi como caia un rayo. Una tormenta esta en camino.

 

Corrí hasta los pasillos y entraba a todas las habitaciones, y cuando estaba a punto de entrar a una, vi a Kira
—¡Kira! ¡Rápido a los almacenes!

 

Kodoku.

Pasé corriendo por el pasillo de las habitaciones sonando los sartenes que me había comprado en la aldea gritando ¨¡Vayan todos al almacén ahora!¨. Abrí la puerta de una patada, adentro se encontraba Eliott dormido.

—¿Enserio? ¡DESPIERTA CASTIGO DE DIOS Y DEL LUCIFER! — grité mientras lo tiraba de la cama para luego darle un con el sarten en la cabeza e irme corriendo hacia el almacén esperando a que los demás llegaran.— ¡Lol!

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@Alisse Madness

 

Taya

Habían llegado Uchikina y Kodoku diciendo que volviéramos a los almacenes, tomé a Kira de la mano y la guié conmigo hacia estos, esas estrellas la habían calmado al parecer, a mi al contrario solo me sorprendieron un poco, luego le preguntaría a alguien sobre eso, pero no ahora... ahora teníamos que acatar esa orden y rápido

 

—Lo siento, pero van muy lento —dije mientras cargaba a las dos y me echaba a correr en dirección a los almacenes

 

Lucille

Mi cuerpo hecho estrellas comenzó a condensarse, a juntarse todas y cada una de ellas hasta volverse de nuevo una esfera luminosa grande y radiante, después de u os segundos la esfera desapareció y volví a mi forma original. A la chica delgada, estilizada, pálida y luminosa. Estaba en la cubierta del navío y estaba lloviendo con mucha fuerza.
Caminé apresurada hasta ver a Makoto. Le extrañaba muchísimo, había estado tan ausente en mis intensas emociones.
No le dije nada, sólo quería amarle como nunca.
Lo tomé entre mis brazos pequeños y blanquecinos y le planté en los labios un beso fuerte y desenfrenado expresándole todo mi amor y cuanta falta me había hecho.
Lo besé con ternura bajo la lluvia....me detuve y acaricie su rostro.
Nos estabamos empapando y le sonreí dulcemente.
—Vamos a refugiarnos...- dije suavemente entre el estridor del ambiente.
Le tomé del brazo y caminamos hacia adentro del barco con lo demás.

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@Ryo Yosuque Himari RYOOOO!! Donde estas!? Te extraño!![SPOILER/]

 

Taya

— ¿Q-Qué haces Uchikina?..— le pregunté por la repentina sorpresa de vernos cargada por él, no es que no me alegrara de verlo, al contrario, pero me sorprendió el que llegara de esa forma — ¿Q-Qué esta pasando?

 

—Caerá una tormenta y si no se refugian estarán en peligro —dije mientras daba una patada para abrir la puerta del almacén —aquí estarán a salvo, no se preocupen —dije mientras les bajabale y les daba un beso en la frente a Taya para después sonreirle y gendarme a correr.

 

Taya

Nos dejó en los almacenes y cuando creí que se iba a ir otra vez me había besado la frente antes de irse, llevé mi mano al área que había besado algo enrojecida, ¿por qué me pasaba eso?, sacudí un poco mi cabeza intentando olvidar eso e intentar tranquilizarme para ya no sentir mis mejillas arder.

Pero.. ante eso una duda permanecía, aunque fuera algo que hubiera pasado hace mucho, ¿habrá hecho algo así con la ninfa con la que estuvo?..

 

Después de girar en una esquina me quede parado, y puse mi mano en mi boca y me sonroje un poco, y ahí me di cuenta de mi irregular comportamiento...este sentimiento lo conocía...era cálido y alegre, pero también frío y cruel...aunque quisiera pensar en los pro y contra necesitaba concentrarse, subí corriendo a la proa y vi a Lucille y a Makoto y me dirigí corriendo hacia ellos.
—¡Rápido, tienen que dirigirse a los almacenes!

 

Shruikan

El timón se intentaba oponer a su fuerza, no podía permitirlo, al dejarse vencer la fuerza del barco desembocaría en giros incontrolables. Encaminó la proa del barco enfrentando viento y marejada, en estas situaciones se tenía que poner a merded del mar; pero no sin olvidar los movimientos del barco, la caña del timón siempre debe ir a sotavento. Todo dependía del buen equilibrio, Shuikan miraba constantemente las velas, sus movimientos era bruscos. —¡Cuidado en los almacenes son peligrosos, aférrense a estructuras fijas del barco; siempre estar al pendiente del movimiento de las olas, nunca ver al suelo siempre ver a los alrededores pues algo puede desprenderse del barco y caerles encima— Gritaba con todas sus fuerzas, esperando que alguien lo escuchara. Se había quedado solo, la cubierta estaba vacía, habían puesto sus vidas en sus manos. "No fallaré"