Levon

Eliott

--No es eso, es que me pongo nervioso ante una mujer --le respondí rascandome la nuca y bajando la mirada con un leve sonrojo..

 

Taya

Me acerqué un poco a él para ver el rostro que escondía y al notar un poco el color rojo volví a mi lugar con una sonrisa — ¿Puedo preguntarte el porque? — dije sentándome en una silla, esperando que mi pregunta pudiera ser contestada

 

Eliott

--No-no lo sé -- le respondí con la cara abajo todavía y un poquito sonrojado aun.

 

Taya

— Entonces dudo que puedas dormir cerca de la chica unicornio — dije al recordar el acomodo de las habitaciones — Y no pensé que te pusieras nervioso... ya que junto con el ángel ayudaste a salvarnos

 

Shruikan

–Así es; Umaroth Elda nos enseñaba a mi y a mi mejor amigo; sus palabras siempre fueron de gran ayuda –Bajó su mirada al recordar a su viejo maestro –El se quedó para defender nuestro hogar... – Muy dentro de su ser esperaba que su maestro estuviera con vida; pero su lógica le indicaba lo contrario. Miró la cama y a las sábanas–Probaré dormir en una... cama– después fijó su vista en Alfhild –Nosotros no podemos ser los últimos Alfhild Elda...– dijo con una ténue sonrisa y mirada melancólica.

 

Eliott
--Etto... Kedoku se encargó de ustedes, yo sólo ayude con ellos, y supongo que dormiré cuando ella este ya dormida -- le respondí tímido bajando mi brazo

 

Reí levemente sin dejar de verlo — Aun así ayudaste, ¿no es cierto? — dije levantándome de mi asiento, me sorprendía un poco que fuera tímido — Y... he de admitir que es una buena idea..

 

Eliott

Me ruborise ante el primer comentario, —Eso creo—le respondí a lo ultimo, me quede callado un breve momento hasta que recordé mi objetivo —Etto... solo tomare algo y me retirare—Le dije sin verla aun a la caray caminando hacia el almacén pasando por donde ella estaba

 

Taya

— Esta bien... no deseo quitarte tiempo o bueno, retrasarte en todo caso — dije mirando como pasaba al lado mio sin mirarme, el nerviosismo o pena era muy presente para mi, casi se podía oler...

 

Eliott

—lo-lo siento—le dije para dirigirme a la entrada mas nervioso de lo normal, ¿porque me pasa esto?

 

Taya

— Que descanses... — dije al notar que ya estaba en la entrada de la cocina, me quedaría un rato sola al parecer

 

Eliott
Antes de salir me volte dirigiendome a ella —¿Co-como te llamas?—Le pregunte mirandola a la cara porfin pero aun nervioso.

 

Taya

— Mi nombre es Taya, encantada — dije un poco mas contenta, ya que por fin había logrado mirarme, pero el nerviosismo que me comentó seguía presente, esperemos que pronto ya no lo sintiera, así podría vivir mas tranquilo

 

Eliott
—li-lindo nombre—le dije volteandome —Bu-buenas noches—me despedi rapidamente para irme corriendo despues.

 

Me sorprendi al escuchar su saludo y no pude evitar sonreír con nostalgia al recordar ese saludo y también toque mis labios con dos dedos
—Esterni ono thelduin—le respondí con respeto "No me imagino a Hansamu contestando de esta manera, jeje, pero quizas sea mejor salir, necesitan privacidad" pensé así que salí de la habitación claro, no sin antes hacerles un signo de respeto y afuera vi a la pequeña gatito y no evite sonreír con ternura—¿Que haces aquí?—dije mientras que suavemente la agarraba entre mis manos y la acorrucaba en mi pecho—Jeje, eres muy linda.

Contenido oculto: Traduccion

Esterni ono thelduin, que la buena suerte te acompañe

 

Lucille

Entré a la habitación, el joven Kodoku ya estaba profundamente dormido y se hacía notar la ausencia de el joven Elliot. No podía conciliar el sueño , en verdad la ansiedad me oprimía fuertemente el pecho. Durante la cena había estado tan absorta en mis pensamientos que olvidé por completo ingerir bocado alguno, fue algo muy insensato de mi parte puesto que ahora me encontraba nerviosa, débil y hambrienta.
“ El joven Kedoku mencionó que si ocurría algo podríamos llamarle o pedir ayuda a el joven Elliot...¡No! Se mira muy cansado, resiste ... resiste sólo busca una puerta o una ventana..."
“ ¡No es inaceptable, si salgo puedo poner en peligro a todos, es inaceptable! El joven kedoku sabrá solucionarlo él es quien conoce mejor este lugar"
Me aproximé al ángel que yacía tendido en su cama, comencé a moverlo suavemente por las mangas de su suéter ,y a llamarlo por su nombre en tono bajo y tras jalonear observé el inicio de una lesión gravísima. ¡Era terriblemente profunda! Al mover un poco más sus ropas me percaté que presentaba más lesiones... “ Seguro han de ser muy dolorosas"
Cerré mis ojos y dejé fluir mi energía hacia las palmas de mis manos. Un resplandor tenue y brillante emergió. Proseguí a colocarlas por toda su extremidad. “Listo, ahora estarás mejor...al menos físicamente, lamentablemente el sufrimiento del alma no lo puedo sanar yo".
Noté una pesadumbre por todo mi cuerpo. “No puede estarme ocurriendo esto..."
— Jo..joven..Kedo...ku...- murmuré en un hilo casi imperceptible de voz y caí a los pies de su cama.

 

Taya

Sonreí cuando dijo eso de mi nombre "valle del campo" nunca supe porque me habían puesto así, pero uno se acostumbra al nombre que le ponen desde pequeño, pero antes que pudiera decir otra cosa ya se había ido Eliott.

Al no tener nada mas que hacer salí de allí de igual forma para notar a Kira en los brazos de alguien — Lamento interrumpir...— dije pasando al lado de ellos para ir a mi cuarto

 

Eliott

Me encamine a mi habitación y pase de nuevo por donde estaba ese adorable gato y le di una pequeña caricia en su cabeza para después ir a mi habitación comiendo un pedazo de pan, entre y note que la unicornio estaba ahí, me sonroje pero tenía que entrar. --Ho -Hola ¿que sucede? -- Le dije nervioso pues vi que trataba de despertar a kedoku.

 

Kira.

Abri lentamente mis ojos azules y me sorprendi levwmente al notar que no estaba en el suelo, alce la vista y vi que me estaban cargando mientras preguntaban que hacia alli.
—Mi habitacion huele a ebrio —Conteste —. Mi nariz no resiste tan mal olor —Prosegui arugando la nariz.

 

—¡Ah!, No lo siento—dije un poco apenado, mis ojos avellanas le vieron y de inmediato se volvieron verdes completamente mientras se iba, pero despertó la pequeña entre mis brazos—Debe de ser muy molesto, yo se bien lo malo que puede ser tener un olfato definido y un oído perfecto, ¿te apetece dormir en la mía?, si estas de esta forma podríamos caber perfectamente.