Levon

Taya

Me giré un poco para ver a Eliott por el comentario que había dicho, moví mi cabeza de arriba hacia abajo como confirmando lo que él había dicho, aunque me sorprendía el hecho de que en esta forma que no usaba tanto, hablara un poco menos nervioso

 

Eliott

Sonreí ante ese gesto y luego continúe comiendo con una mano y con la otra seguía acariciando el suave pelaje de la gatita

 

Taya

Me fui recostando lentamente en el suelo, casi a los pies del unicornio y de Hansamu y Uchikina ya que eran los únicos que estaban parados cerca de mi, moviendo mi cola de lado a lado para hacer una muy leve brisa y evitar que el fuego se apagara, si no que siguiera quemando la madera

 

Lucille

Le sonreí al joven uchikina/hansamu con ternura y después me incorporé lentamente en el piso a un lado de Taya en su preciosa versión lobo. Acomodé mi cuerpo pálido y estilizado junto con mi larguísima cabellera, alargué mis brazos con suavidad envolviéndolos en Taya y me acurruqué en su pelaje con estrechidad...
Era tan cálida que por primera vez en todo el viaje sentí como mis grandes ojos lavandas se cerraban lentamente sin resistirse...

Contenido oculto

Jujujuuju nekita!! Dejate amar!!! :33 [SPOILER/]

 

Kira.

Abrí un poco los ojos, y lo primero que vi fue un lobo, lo mire un poco y note que era Taya, ya que Lucille la abrazaba con cariño, luego mire el entorno, ya no me encontraba en el suelo, si no en las piernas de alguien, le resté importancia y cerré nuevamente los ojos para continuar durmiendo.

 

Eliott
Verdaderamente tenía muchos pensamientos en mi cabeza, recordaba algunas aventuras con Kedoku , algunas terribles, pero otras inolvidables, sonreí levemente, estaba satisfecho, agache la mirada y vi a la gatita dormir con mucha tranquilidad, ¿como lo hacía? ¿Que es lo que la hacia sentirse tan segura? Quisiera saberlo, pues no está la única, me quedé sentado en un lugar en el que pudiera ver a nuestros alrededores, subí a un árbol para patrullar, yo no acostumbraba a dormir así que apreciaba la Luna, aquella Luna llena que iluminaba aquel bosque, sonreí nuevamente y acaricie el pelaje de la gatita blanca que aún dormía en mis piernas,

 

Akira
Miro a Itami de nuevo, luego tomo una hoja y la comenzo a girar con la telequinesis

 

Kodoku.

Me había quedado contemplando la luna, recordando mi pasado; tanto los momentos dolorosos donde derramé sangre y perdí seres queridos como los felices que fueron pocos pero al final tuve algunos. De un momento a otro me encontraba recordando a él; fruncí el ceño y apreté los puños con fuerza hasta que mis nudillos se pusieran blancos.

— Maldita sea la hora de mi nacimiento...— me maldije a mi mismo por haber permitido todo eso. Abrí los ojos y busqué a Hansamu/Uchikina, necesitaba hablar con él antes de hablar con Takeshi si es que así se llamaba.— ¡Ey! Hansamu/Uchikina o quien seas ahora, ven conmigo.

 

Itami.

La mayoría estaban reunidos en la fogata, yo iba a ir hacia ellos pero el sueño me ganaba, estaba muy cansada como para seguir con los ojos abiertos. Me monté en la rama de un árbol y ahí me quede dormida con un pie ¨guindando¨ (Osea que el pie no cabía en la rama).

— Buenas noches...

 

Akira
Le di un saludo a Itami de buenas noches, me trepe a un arbol y me acomode a dormir

 

Uchikina
mire con tristeza a Hansamu, el era el que mas había recibido todo el odio, ya que yo fui débil, no lo soporte, y lo cree a el, una persona fuerte, capaz de protegerse a si mismo, en aque tiempo, todos e miraban extraños, solo por ser un mestizo, mire al frente y sentí cómo alguien me abrazaba, la unicornio, y ante sus palabras no pude evitar sonreír, sabía que decir, justo cómo lo esperaba de un unicornio
—es cierto Taya, eres muy Linda —le dije riendo cuando escuche que me llamaban, era el Ángel, cuando estaba a punto de levantarme, Hansamu me detuvo
—para mi...no es fácil, pero déjamelo a mi—me dijo y sin mas se fue con Kodoku

 

Taya

Me moví lentamente librándome del abrazo de la unicornio, por suerte no llegué a despertarla, caminé un poco lejos de ella al notar que kodoku llamaba a Uchikina para hablar con él, pero en su lugar se fue Hansamu, iba a seguirlo, pero no debía, ellos iban a hablar, así que me encaminé hacia Uchikina y me senté al lado de él empujándole levemente para indicarle que estaba allí

 

Akira

Me acerque a Eliott, estaba desparatada del aburrimiento que tenia, y quise saludarle
—H-hola..

 

Uchikina
segui mirando por donde se iba Hansamu, el siempre era firme con sus acciones, pero por eso el se sentia culpable, porque fue necesario crear a una tercera persona para que resistiera el entrenamiento, una forma de decirle a Hansamu que el no era lo suficiente fuerte para ello....sentí que algo intento empujarme y volte la mirada para ver a Taya, se veía preocupada
—no te preocupes por Hansamu, el sabe cómo hacer esto—le dije intentando calmarla.

 

Taya

Tomé mi forma humana aun sentada al lado suyo — Trato, pero al verte también a ti preocupado, es inevitable....

 

Eliott

Estaba undido en mis pensamientos mirando la luna mientras acariciaba a la gatita hasta que fui interrumpido por una voz femenina, el nerviosismo me invadio y me exalte callendo del arbol, abrase a Kira para que ella no se hiciese daño y lo consegui, ella segia durmiendo tranquilamente, me levante y puse a la gatita enrredando mi plallesra para sostenerla, voltie y me diriji a la chica que me habia hablado —Ho-hola ¿Que sucede?— le pregunte sin verla a la cara

 

Akira
Vio el toque que tubo desde un inicio, tenia el nervio de siempre
—Deja esos nervios por dracula

 

Uchikina
me sorprendió el hecho de que me viera preocupado, y no pude evitar abrir grandemente mis ojos
—t-tan mal me veo?—le pregunte, mentiría si le dijese que no estaba preocupado, y mentir no tenía permitido.

 

Eliott

Escuche esas palabras de la chica y me sonroje demaciado —Lo-lo siento no puedo evitarlo— Le respondi cubriendo a la gatita para que no se despertara —¿ne-nesecitas algo?— le volvi a preguntar pues normalmente las personas no me hablan mas que para pedirme cosas

 

Taya

— Algo así... — dije alzando la mirada para verlo, en definitiva se veía preocupado — ¿Por qué ambos se ven así?