Levon

Shruikan

Se acercó rápidamente a ella, se sentía protegido.
—No lo sé, me preocupa haber sido capturado; pero no estamos atados y esto no parece una celda. Algunos aquí parecen portar armas y no sé si estén de nuestro lado— Ella era su sangre, podía confiar ampliamente en ella, un dragón no podría traicionaría a otro. Pero no podía confiar en los demás presentes, podrían estar aparentando ser quienes no son realmente. —Eka eddyr Shruikan—

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Yo soy Shruikan

Después clavó su mirada a aquella persona que parecía dirigirse a ellos.
–Podemos hablar español... ¿Humano?–preguntó al no poder distinguir su estirpe.

 

Alfhild

—Shruikan Finiarel, Eka eddyr Alfhild...Alfhild Bjartskular; debemos averiguar quienes son, si son aliados o enemigos, debemos salir de aquí...—Mi mirada acero se traslado al hombre que nos había interrumpido, y con un bufido nada amable trate de responder.—Lenguaje antiguo, ojos atardecer... nuestra raza lo conoce... hablando con el te impide decir mentiras, solo verdad...

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Shruikan "Finiarel" (es un titulo cariñoso que se le da a jóvenes prometedores) mi nombre es Alfhild... Alfhild Bjartskular.

 

Shruikan

Desvió la mirada de la persona que acababa de hablar y miró a Alfhild, el sabía en su interior que ella era más sabia que él —Alfhild Elda— dijo con una reverencia con su cabeza

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Alfhild Elda (la última palabra es un título honorífico otorgado a aquellos que merecen gran respeto)

Después volvió la vista hacia aquel que preguntaba de su idioma, esperando alguna respuesta o reacción de su parte.

 

Dante

Seguí buscando por allí realmente mi mente estaba a punto de estallar y la jaqueca no me dejaba pensar con tranquilidad, maldito vicio, luego seguí buscando y escuchaba sus contestaciones que prácticamente devolví sin mucho pensamiento realmente no estaba para hablar demasiado:

—Eso me dolió y haces bien en dudar...—dije sarcástico cuando dijeron lo de las armas y con una sonrisa en mis labios aunque no se notará por la capucha.—¿Que tan antiguo?—le pregunté esta ves a la chica ignorando parcialmente al chico.

 

Alfhild

El hombre tenia mala disposición, pero por su respuesta, era obvio que no era humano. ¿Que criatura podía ser así de irritable? Bufe anti mi pregunta interna, yo misma a veces era insoportable.

—Tan antigua, como la misma tierra, con esta lengua se inicio el mundo y la naturaleza responde a ella, los elfos la conocen y también la hablan... —respondí con un poco mas de cordialidad y luego inquirí—¿quien eres?

 

Dante

Escuché cada una de sus palabras atentamente hasta que dijo Elfos, eso ya reconocido para mí:

—Malditos elfos, tienen una gran habilidad para aprender lenguas.—dije mientras me detenía y comenzaba a observar a los presentes ya me sentía más dentro de mi que hace un rato hasta que escuché lo que dijo la chica "¿Quien eres?", me hizo dar una pequeña sonrisa en mi rostro.—Soy como tú, un no-humano, un ser distinto, pero creo que la pregunta correcta sería, ¿Qué exactamente eres tú?—

 

Shruikan

—thorta du ilumëo— dijo en voz baja —Tu olor es de una bestia de trote nocturno...pero lo demás lo oculta el fuerte aroma de la bebida—

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Habla con la verdad

 

Alfhild

Estaba claramente ofendida, había dicho que yo era un "que". Mi mirada ahora de ira.

—Quizá tu seas un "que" yo soy un "quien" orgulloso Dragón; y es verdad el tufo de tu licor de humano apesta... y así dices no ser uno— Mi mirada era orgulloso, y mi pecho estaba henchido, yo no era una simple humana, nosotros no eramos simples.

 

Shruikan

Miró de nuevo a los presentes preguntándose que especie serían, una de las chicas era evidente que era un felino; pero los demás le eran completamente extraños, incluyendo al que olía a licor; tal vez algún olor característico en su especie trataba de ocultar con eso. O tal vez estaba pensando demasiado las cosas.
Aún con todo eso, estaba tranquilo al haber encontrado a alguien de su misma sangre.

 

Dante

Sonreí ante su reacción tan violenta, simplemente seguí buscando mientras observaba de reojo como su orgullo crecía al mencionar "dragón".

—Ahora mismo soy un quién, cuando me transformo soy un que para la sociedad, aunque para un dragón no es complicado pasar desapercibido entre el mundo humano.—lo último lo dije de una forma sarcástica mientras sonreía y aguantaba una carcajada.—Lo que pasa es que no conoces los pequeños placeres de una vida humana corriente con el licor.—dije observándola y sacando un bastón que tenía en mi cintura y desvainándola, ocultaba una espada y me dispuse a probar la dureza de la verdad.—Aún así no le quita que yo piense que eres un qué, así que baja de tu nube antes que te caigas de cara.—dije mientras me giraba.

 

Shruikan

Rápidamente se interpuso entre Alfhind mirando fijamente con sus intensos ojos rojizos hacia el atacante —Tú posees una vista nublada al intentar atacar a un dragón con una simple espada. Tu estirpe no es mi objetivo, y tu sabes que nosotros no somos el tuyo. Guarda tu espada que sólo perderá su filo intentando traspasar nuestras escamas—

 

Lucille

Simplemente no lograba recordar nada, mi mente cayó abruptamente obnubilada sin poder percatarme porqué , quién o en qué momento había sucedido. Ya no tenía caso, la cuestión es que yacía mi cuerpo algo traslucido en la esquina mas lejana de aquella habitación tan oscura, debió haber transcurrido un tiempo considerable pues sentí como mi figura no podía mantener más la invisibilidad, entonces se detuvo. Lograba oír con claridad que no me encontraba sola y que tampoco se habían percatado de mi presencia pero era cuestión de segundos para que lo hicieran. Abrí mis amplios ojos lavanda, alargué mis manos pálidas y palpé el suelo y las paredes. ¡Sus ondas de vida eran tan fervientes! Eran completos extraños pero sin lugar a dudas no podrían ser malas personas por ello me tranquilicé. Me incorporé lentamente hasta la bipedestación. Me observaron por un momento con curiosidad ; por mi larguísima cabellera blanca y mi piel tan nívea era de extrañarse si pasaba desapercibida. Suspiré un poco desanimada.
—En verdad apreciaría un poco de luz y aire fresco en estos momentos- expresé con angustia.

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Hola a todos!!! soy nueva en el foro y es mi primer rol, estoy muy emocionada, mucho gusto.

 

Kira.

Me había sentado en el suelo viendo como hablaban, entendia pocas palabras del lenguaje antiguo, pero no sabia de que hablaban, otra persona se levantó ¿Cuantas faltaban? Supongo que no tantas.

Continue en silencio, calmada y moviendo ritmocamente mi cola de un lado a otro.

 

Alfhild

Su respuesta había sido acertada, y mi humor se nublo aun mas; Shruikan se había interpuesto entre la espada de aquel sujeto y mi persona.... probablemente el muchacho no querría que me hirieran, sonreí. Poniéndome de pie me coloque frente al sujeto de efluvio agrio, y lo encaré; yo era muy pequeña pero mi mirada se sostuvo a la suya sin miedo y siempre hacia arriba.
—Vas con razón,—le dije con una sonrisa amarga—Nuestra envergadura no permitió a muchos de los míos huir de humanos y de los otros atacantes que nos dieron caza... y ahora simplemente ya no están, pero... si crees que lo que diga la maldita sociedad de aquellos entes, va a definir quien soy; sin duda tu mismo no estas a gusto ni mucho menos orgulloso de tu estirpe.—Mi habla y mi expresión seguían impávidas, no me convenía perder los estribos ahora, no si no sabia donde nos hallábamos—Mi orgullo, y el orgullo de saber quienes somos, eso jamas nadie nos lo podrá quitar. Somos bien pocos, nos extinguimos, todas las razas, muchos no vivirán los próximos 100 años lo ultimo que podemos hacer es olvidar nuestra raíz y dejar que la vida humana nos haga pensar que somos "que", "bestias" "cosas"...—Me giré y desde donde estaba continué—Sobre el licor humano... prefiero el hidromiel , el vino de elfos es mejor, es mas fuerte, lo que tu bebes no me hace cosquillas.

 

Dante

Di una pequeña carcajada me encontraba de espalda a ellos realmente no comprendían a que me refería con mi contestación, así que me limité a seguirles el juego un rato, quizás sería un tanto divertido:

—¿Su forma humana no es más débil?—pregunté mirando una de las paredes y palpándola esperando escuchar algún sonido.—Creo que con una bala de mi revolver a la cabeza y un tajo en el cuello a la suficiente velocidad sería suficiente para asesinarlos y luego vender sus "escamas" a un buen precio.—dije con una pequeña sonrisa.— Esa es la magia del ron, chiquilla, al ser diferentes este tipo de licor no te hace efecto así que debes seguir bebiendo y seguir bebiendo para llegar al estado de ebriedad que tanto buscamos.—dije mientras la observaba frente a mí como si fuera alguna figura imponente.—Ya muévete de mi camino...—contesté apartándola de frente mío hacia un lado.—Si la espada no lo atraviesa o con dificultad ningún arma lo atravesará y así sabremos si las personas que nos encerraron son humanos o no.—

 

Shruikan

—¿Entonces el estado de ebriedad levanta tus sentidos?—Decía intrigado —Yo aún tengo un poco de faelnirv, un licor conocido entre los elfos; pero yo lo he usado para crear explosiones y queda tan poco que dudo que sirva para tus fines. Dime de qué sirve entorpecer tus sentidos, ¿Te hace olvidar el miedo tras apretar el gatillo?— Su tono de voz no era agresivo, sólo quería saber que sucedía con aquel personaje.

 

Dante

Escuché lo que decía el sujeto y comencé a lanzar un par de ataques de espada contra la pared, pero solo sacaba un par de chispas sin ningún rasguño considerable, seguí así hasta que escuché: "¿Te hace olvidar el miedo tras apretar el gatillo?" a lo que simplemente respondí:

—A ver, ¿Dragón? Probamos a ver si tengo miedo de jalar el gatillo.—dije antes de mirar a los presentes y luego clavar mi espada en el suelo.—Soy Dante y soy un Fénix de fuego...—dije poniendo mi vista nuevamente al sujeto.—Y siguiendo con tú tema, aborrezco el alcohol de los elfos por algo bebo de los humanos me parece que tiene un sabor peculiar.—dije mientras tomaba mi espada y la enfundaba nuevamente en mi bastón que se encontraba en el lado derecho de mi cintura.

 

Alfhild

Escuche con atención sus palabras y también su desesperación, nosotros lo irritábamos; si el se mirara en un espejo...
—Apestas a humano, y te comportas como uno.... quizá si seas un humano... solo que la naturaleza te ha dado una habilidad extraordinaria... lastima que no lo aceptes...—Mire a los demás presentes y pregunte—¿Es que nadie quiere salir de aquí?—mire al joven Finiarel, —Quizá debemos largarnos ya...

 

Shruikan

—Nen ono weohnata, Alfhild Elda— Sus ojos brillaban intensamente, era momento de salir de aquí.

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Como desees Alfhild (elda: título honorario)

 

Kodoku.

—¡Ustedes se quedan quietos!— gruñí furioso por el escándalo mientras daba un golpe a la pared haciéndome notar; hasta hace unos minutos me estaba bañando cuando escuché una pelea proveniente de la sala por lo que salí sin siquiera secarme o vestirme así que solo tenía amarrada a la cintura una toalla blanca.— Que fastidio. ¿Saben? Aunque se transformaran, pelearan o hagan todos los hechizos u trucos que se saben, no podrían salir; la cabaña está protegida por un hechizo especial que solo el ejecutador del mismo, que en este caso soy yo, puede romper.— les aclaré mientras quitaba algunos mechones de cabello de mi rostro dejando ver mis ojos grises.

Observé a cada uno con detenimiento recargado de la pared, a juzgar por su apariencia esos dos eran dragones, aquella una gata, el otro un borracho fenix y aquella era un unicornio. ¨Ya ni recuerdo porque accedí a este estúpido plan...¨pensé mientras lo miraba con desprecia para luego suspirar y cerrar los ojos.— Dejen y les explico que pasó.