Levon

Kira.

—Creo que volveré a mi aldea a terminar mi entrenamiento —respondí con voz neutra, mis orejas se movían un poco al escuchar sentir como el corazón de Eliott —, pero no estoy segura —concluí apretando levemente mi agarré.

 

Eliott

Mi sonrisa se borró al escuchar sus palabras, yo no estaba en sus planes al parecer, me detuve y posé mi mano en su espalda, algo me decía "no la dejes ir" pero por otra parte "no interfieras en su vida" ¿que debía hacer? --Entretiendo--susurré no muy deacuerdo pero no podía hacer nada

 

Kira.

—Y me gustaría que vinieras —mis mejillas a estas alturas no podían estar mas rojas —, solo si quieres —añadi, era su decisión el acompañarme, peto esperaba con mi ser que aceptara.

 

Eliott

Mis ojos se abrieron de sorpresa y la sonrisa volvió a mi rostro, tenía que contener la emoción, me puse un poco sonrojado pero no importaba -- ¿porque quieres que te acompañe?

 

Kira.

—Porque eres importante para mi —una pequeña sonrisa se formo en mis labios —, porque no te quiero lejos —añadí levantando la mirada,para encontrarme los ojos del chico.

 

Estaba sentado en un rincon de la cabaña donde nos habíamos refugiado, habia desplegado mis alas y estas me cubrían de los demás.
Miraba con atención mis pircings parecía que se estaban uniendo, esto era demasiado raro, se supone que cada uno representaba a distintos tipos de demonios que tenía bajo mi control, pero ahora estaban todos uniéndose y algunos otros se estaban agregando.
Enseguida recorde una la última imagen de mí padre, el solo tenía una joya, ¿Pero no se supone que el tenía a más demonios que yo bajo su mando?
—El solo tenia una joya, porque ella simbolizaba todo lo que tenía bajo su mando — contesto Dark
—Pero no lo entiendo, ¿Porqué esta sucediendo esto con las mías?
—El mal nunca acaba, ahora tú eres él Rey demonio — sonrío y se relamio los bigotes — Aunque no tienes que seguir los pasos de tu padre.
No sabía que contestar, era obvio qué no seguiría los pasos que el dio, pero estaba confundido, ¿Ahora todos me odiarian por ser el Rey demonio? Me pregunte, mirando como todo se había convertido en un nuevo pircing, en forma de una media luna.

 

Eliott

La mire tímidamente pues a pesar de todo aún no superaba del todo el pánico a una mujer pero vi una oportunidad que no podía dejar ir, sus labios tan suaves y tentadores me incitaban a acercarme lentamente, cerré los ojos y la tomé de las mejillas para tenerla lo suficientemente cerca --Te amo.. Kira-- susurré antes de apoderarme de sus labios de nuevo

 

Kira.

Quería responder a sus palabras, pero me fue imposible al sentir sus labios sobre los míos, un suave beso que correspondí de inmediato. Sus labios sabían a sangre, pero no me importo, lo que invadía mis pensamientos era saber que Eliott me amaba y pensar que yo también lo amaba a él.
Me separe por la falta de aire y volví a esconder mi rostro en su pecho.
—Yo también te amo.

 

Eliott

No podía creer que esto estuviera pasando la abracé y sonreí, finalmente agradecía al cielo por que mis sentimientos fueron correspondos, recargue mi cabeza en la suya y cerré mis ojos.

Mi cuerpo estaba muy lastimado, pero a pesar de ello no me límite a abrazarla y pegarla en mi pecho --emotiva escena Eliott--se escuchó desde no alto de aquel árbol.

Sonreí y me separé de ella un poco para mirarlo --Tardaste mucho como para ser un vampiro, Severen-- aquel chico desvió la mirada y cruzó los brazos, realmente estaba de verlo ahí en un árbol como era típico de el, me alegraba que no hubiese muerto, pero había algo que en su rostro parecía raro --¿te pasó algo? -- Cuestione curioso.

--No, sólo cuida mucho de ella--fue lo último que escuche y nos dio la espalda --ahora Lenin mucho por hacer-- volvió a mirarme levemente --gracias Eliott, estoy en deuda contigo--fue lo último se dijo antes de Saltar y comenzar a caminar.

--Volveremos a vernos --le grite por último

 

Kira.

El vampiro se había presentado y después de hablar de mi como si no estuviera se marcho, arrugué la nariz.
—Sus modales no cambian —dije cansada para luego bostezar levemente.
Cerré los ojos unos segundos y al abrirlos volví a mirar a Eliott.
—Creo que debería curarte —sugerí con una pequeña sonrisa —, no tengo poderes como Lucille, pero se un poco sobre magia curativa.

 

Serven

Miraba hacia el cálido sesped que se enredaba en mis piernas al caminar , era una sensación que nunca le había dado importancia, me dí cuenta que desde que comencé a ser libre las cosas cambiaron tan repentinamente, el frió viento se sentía tan bien cuando rozaba mis mejillas y revoloteaba mi cabello, y al combinarse con los últimos rayos del sol, mi cuerpo se estremece.

La pregunta ahora seria ¿Qué haría con mi vida? ya era libre,ademas soy un vampiro, para una eternidad por delante debería tener un objetivo, me detuve unos segundos mirando al cielo y coloqué mi mano en mi barbilla. —Visitar el mundo no suena mal— pronuncie seguro de lo que quería, pero por el momento queria buscar una acompañante, la soledad no era lo mio.

Sin razón alguna se me cruzó por la mente tener a una chica para mi, Kira era perfecta, pero.. su corazón pertenecía a Eliott, al menos me tranquilizaba pues sabia que se quedaría con un gran chico y seria feliz a su lado.

Hablando de aquel chico —Gracias.. Eliott— susurre al alba, este chico me había enseñado tanto en tan poco tiempo, simplemente a luchar por lo que uno quiere, por sus amigos, por sus camaradas y nunca dejar de lado los sueños, le estaré agradecido eternamente, una sonrisa se dibujó en mi rostro y me prometí nunca olvidar lo poco que pasé a su lado quizás vuelva visitarlo.

Llegué hasta un pueblo, al parecer había caminado por mucho tiempo, la noche había caído y el frió azotaba en aquel humilde lugar, caminaba entre las calles solas y vacías buscando una posada cerca pero nada, seguí caminando hasta llegar al bosque, por un momento pensé en pasar la noche a la copa de un árbol, pero una luz atrajo mi atención ¿una choza? estaba muy cerca del pueblo pero la curiosidad me mataba.

Me acerque pensando en que aun estaba alguien despierto, y a juzgar por el tamaño, no vivían mas de dos personas, tal vez podrían darme cobijo esta noche, toque la puerta una chica muy hermosa de cabello rubio atendió, no pude evitar sonrojarme por ver tanta belleza en una sola persona, no era muy alta, eso la hacia ver mas tierna, sus ojos eran azules como el cielo y sus labios tan rosas como antes los había visto en una sola chica, se me hacia tan familiar.

—Disculpe, dama, estoy buscando un refugio para pasar solo esta noche ¿me permitiría quedarme en su humilde hogar? prometo no darle molestias— ¿amor a primera vista? quizás, podía sentir un aura conocida, pero noble, estaba seguro de que sus sentimientos puros iban a ceder a mi propuesta sin problema.

Sonrió y me sonroje aun mas, era la sonrisa mas hermosa que nunca imagine ver, pero en sus ojos había falsedad, era obvio que había pasado por una tragedia —Quizás puedo hacerle compañía, se nota que la necesitas— le dije ocultando mi nerviosismo, pero algo me decía que me quedara a apoyarla.

En ese momento miré la venda de mi mano, recordé aquel incidente que tuve y cierta chica me presto atención medica, alcé la mirada y era ella ¿como pude olvidarla —Taya...— le susurre en son de disculpa por no reconocerla de inmediato pero.. ¿sera el inicio de una nueva historia?

 

Taya

Ya había terminado de limpiar la cabaña y antes de que me hubiera dado cuenta ya había caído la noche, no había hecho nada más que despedirme de Hansamu y limpiar, no había comido, no había descansado pero lo bueno es que las pequeñas heridas de las palmas de mi mano ya no sangraban tanto si hacía alguna clase de fuerza con ellas, así que trataba de no hacer mucho esfuerzo a pesar de estar lavando los suelos y las habitaciones.

Pero de pronto un olor había llegado a la puerta, un olor familiar seguido de un par de toques a la puerta. Me levanté y caminé hacia la puerta para abrirla y encontrarme con Serven el vampiro que nos había acompañado en el viaje, cuando dijo lo primero que había dicho me había hecho sonreír un poco por notar el hecho de que no me reconocía pero él notó la tristeza que no podía ocultar en mis ojos, aun tenía que trabajar en eso.

— No es la mejor cabaña Serven... espero que me disculpe — dije en voz baja abriendo la puerta completamente para dejarlo pasar — Apenas terminé de limpiarla, así que no debes preocuparte por nada — fui caminando hasta mi sala lentamente, la sangre volvía a bajar, solo a mi se me ocurría encajarme las garras. Suspiré y comencé a buscar unas vendas para comenzar a tratar esas pequeñas heridas.

— ¿Quieres algo de tomar algo?... creo que debo de tener café por aquí o algo de té... — comencé a mirar por las gavetas de la cocina para ver si era cierto, y sí tenía ambas cosas — Comida no he comprado así que no puedo ofrecerte unos bocadillos.. lamento eso también.

— Por cierto, ¿como te ha ido?...

 

Serven

Como lo pense antes, ella amablemente me dejo entrar a su choza—Creo que esta bien— le dine cruzando los brazos —y ¿tu? te noto algo rara— le mencione algo preocuado

Eliott

—Gracias Kira— le susrre recargando mi espalda en el tronco de aquel arbol donde descansabamos —Lo que venga de ti soempre lo aceptare— termine y le sonrei, hasta que El joven rubio se acercó y nos dijo unanotica que me llegó hasta el alma, pero tenia que contenerme, me levanté como pude y lo mire a los ojos —Gracias hermano, yo nunca te olvidare— le intente sonreir y extendi mi mano aun con un poco de sangre — creo que nadie lo hara Hemos triunfado y tu fuiste uno de nosotros, juntos, tienes mi etrena gratitud— le mencione sin poder aguantar una lagrima que salío — Te deseo buen viaje, valiente Guerrero, no Dudes en que te buscaremos de nuevo— finalise aun manteniendo mi sonrisa

 

Uchikina: final
Les sonreí suavemente a todos, me despedí y me di media vuelta mientras agitaba la mano en el aire.
Camine por un camino que conocía perfectamente, a pesar de que había sido prohibido por mi mismo durante mucho tiempo.
Sonreí con nostalgia al reconocer todo.
Todo estaba quemado, los árboles con forma de casa completamente desfigurados, había sangre por todos lados y todavía se podía notar algunos cuerpos.
- Ahh...esto se ve peor de lo que recuerdo...y pensar que todo esto era mi clan.
Me acerque a un árbol que aún se podía notar la forma de una casa.
Subí sin dificultad a ella y entre.
Un niño salio corriendo y sonreí.
Aquí estaba toda mi infancia, toda mi vida, todos mis recuerdos.
Salí de la casa con un salto y hice un tipo de altar, desenvaine mi espada y la enterré en la tierra.
Me encamine a un río cercano y comencé a hacer el hechizo.
Una vez hecho, suspiré y me prepare para cerrar los ojos, cuando los abriera no recordaría ni mi nombre, ni a mis amigos, ni a...
Unos recuerdos me inundaron y sonreí con nostalgia.
- Gracias por todo, Taya, te amo.
Cerré los ojos.
Esperaba que esta vez, la vida no fuera tan cruel conmigo.

 

Taya

Al no recibir respuesta solo me limité a preparar un poco de café para ambos, levanté las sillas que se encontraban apartadas a lo lejos de la cocina y las coloqué frente a la pequeña mesa que se encontraba en el centro de esta, no era ninguna intención de que tomáramos algo de pie, pero cuando me preguntó aquello solo solté una risa que indicaba agotamiento, probablemente en ambos aspectos humanos: físico y psicológico.

— Yo siempre he sido rara — dije tranquilamente comenzando a buscar el azúcar para el café y dejarla sobre la mesa con una cuchara para que pudiera servirse si le apetecía, y luego dejé las tazas en la mesa para comenzar a servir el café. Una vez hecho todo eso y pude notar que estaba dentro, cerré la puerta... por mitad lobo que fuera no quería que algún animal entrara a la casa a mitad de la noche, no me daría ese lujo.

— Pero... esa rareza que notas ahora es.. simplemente una muy larga historia — sonreí por lo bajo y en el retrato que colgaba frente a la cocina, donde mostraba una pequeña niña y un adulto joven de cabellos blancos fue volteado para que no se pudiera apreciar más, esa pequeña niña y ese adulto ya no existían más, ya habían vivido su tiempo en este mundo.

— Y aunque seas inmortal Serven... no te daría tiempo a escucharla. — suspiré y me senté en una de las sillas, indicándole que podía sentarse — Por cierto, puedes quedarte aquí el tiempo que gustes, no me molestaría en lo absoluto tenerte por aquí cerca — tomé la taza entre mis manos y miré mi reflejo en el café que estaba allí servido, unos pequeños brillos rojos se presentaron por pequeños segundos antes de desaparecer

— A fin de cuentas, creo que... todos deben tener un lugar a donde volver... aunque sean diferentes caminos. ¿No te parece?

 

Cuando estaba por curar a Eliott Uchikina hizo acto de presencia, se despidió de nosotros y nos contó lo que planeaba hacer, me entristecí un poco, pero era su decicion y yo no interferiría en ella, siempre mantendría los recuerdos de él, aunque el chico no los suyos. Me despedí con un gesto de mano y una pequeña sonrisa, cuando ya no lo logre ver mi atención volvió a Eliott.

—Esperemos funcione —murmuré mientras sacaba mi bolsa de polvos, tome un poco y los lance sobre el chico, luego junte ambas manos y cerrando los ojos con fuerza recité un pequeño conjuro. Cuando volví a abrir los ojos vi como Eliott ya no tenia las heridas, pero seguía con las manchas de sangre, aunque eso era lo de menos —. Listo, ahora no tienes heridas, aunque no creo haber restaurado tus energías.

 

Blake [final]
Todo había terminado, era hora de seguir con nuestros caminos, hora de volver a nuestras vidas normales o de escoger un camino diferente, aunque sabia que el mundo aun necesitaría ayuda para recuperarse, ayuda que Lucille estoy seguro que daría y yo a ella, lo cierto es que a partir de este momento las cosas serian mas tranquilas, mas aburridas para mi, pero así son las cosas y no me quejo.

En este viaje me había echo de amigos, algo que nunca pensé que haría, ya no solo deseaba un mundo sano para satisfacer mis deseos egoistas, ahora deseaba hacer un mundo donde mis amigos pudieran vivir en felicidad y en paz, donde sus hijos y los hijos de los hijos y así por muchas generaciones jamas hubieran que enfrentar una catástrofe como esta, a partir de este momento juro por los dioses y por mi que si muero sera para proteger al desprotegido, mis garras, mis puños y mis colmillos buscaran detener solo a los tiranos, injustos y abusivos, mis manos y mi fuerza serán puestos en la labor de ayudar al que lo necesite y me lo pida, que se escuche en todo el mundo, por los cuatro vientos que yo fenrir, soy la encarnación de la destrucción para aquellos que obren mal

Voltie a ver a Lucille, acaricie tiernamente su rostro — es hora de irnos estrellita, tenemos mucho que hacer, un mundo entero que necesita nuestra ayuda - después de pronunciar estas palabras, caminamos hasta perdernos en el horizonte en busca del lugar en donde nos necesitasen.

 

Eliott

Sentía algunos cambios en mi cuerpo, era evidente que su magia curativa no era ala misma que la mía,pero funciono exitosa mente, le sonreí muy alegre y la tomé en mis brazos pegándola a mi pecho tan contento como nunca, ahora podía moverme libremente y le dije —Kira creo que es ora de irnos— le susurre

Contenido oculto: [USER=18073]@EliLover[/USER]

Necesito tu final para poner el mio

Serven
—En eso concuerdo contigo— mencone tomando la taza de cafe en mi mano y le di un sorbo no podia veerlo, era la mejor bebida que nunca en mi vida habia provado, se sentia el calos bajar desde el pecho hasta el estomao, era una sensacion tan agradable —Es delicioso—se lo hice saber.

Bebo todo y durante ese tiempo nos quedamos en silencio, dejé la taza en la mesa y la mire—Taya, yo estoy aquí, puedes contarme si quieres— y tomé su mejilla para darle consuelo, ella realmente estaba tiste, se podía sentir en su aura —Confía en mi— le dije y mire su rostro sentándome cerca de ella, estaba tan cerca de ella.

Era demasiado hermosa, podía apreciar de cerca, me sonrojaba sin darme cuenta, pero la tentación se hacia grande de tener esos suaves y delicados labios que me provocaban tanto, me acerque mas y mas a colo unos centimetros de besarla

 

Kira [Final]

Me estrecho entre sus brazos, claramente alegre de que lo curara, sonreí levemente, me gustaba saber que había funcionado. Susurro que era hora de marcharnos y yo asentí con la cabeza.
—Hay que ir por el sur —dije liberándome de su abrazo, lo tome de la mano y comencé a caminar en dirección al sur.

En unos minutos llegamos a un claro, habían dos arboles con sus ramas conectadas, formaban un circulo, tomé una misera cantidad de polvos y los arroje sobre los árboles, dije una palabra secreta y una puerta se abrió, si, la aldea de brujas esta oculta. Durante años mi especia había sido acusada por crímenes, así que decidieron mantener en secreto nuestro hogar.
Cruce la puerta y tire a Eliott para que hiciera igual, de inmediato la puerta se cerró. Fui recibida por muchas brujas, algunas que se sorprendían de no ver mi collar y otras que miraban a Eliott con curiosidad, no les dí explicaciones.

Cada casa tenia una piedra con un símbolo en la entrada, así se sabia quien vivía en ese lugar, la que tenia una piedra color azul en forma de luna era mi casa, toqué la puerta, una mujer que parecía más joven de lo que era nos recibió, cabello negro, un cuerpo bien formado y ojos idénticos a los míos. Me abrazó, regañó y preguntó muchas cosas, era comprensible, había desaparecido un día y no sabían nada sobre mi.
Luego por la entrada apareció un hombre, cabello blanco, dos orejas puntiagudas, altura considerablemente alta, me separe de mi madre y corrí a abrazarlo, el correspondió al instante.

—Los extrañe —dije bajo y luego mire al chico que había traído —, les quiero presentar a Eliott —dije caminando al chico —, él se quedara con nosotros hasta que se canse de estar conmigo —expliqué con naturalidad, mi padre lo miro de arriba a abajo, analizándolo con la mirada, sonrió de lado y asintió con la cabeza.

—Bienvenido a la manada —fue lo único que dijo, una sonrisa se formo en mis labios y volví para abrazar a Eliott. Esto era solo el inicio de una nueva aventura.

 

Taya

Serven estaba de acuerdo con mi comentario y eso me mantenía tranquila de cierta forma, aunque de hecho pensaba que así no preguntaría mas de ese tema pero al parecer no funcionó en lo absoluto. Ya que acto seguido insistió que le dijera de aquello que había pasado y ahora mi mejilla estaba aprisionada en una de sus manos lo que hacía que mi rostro quedara muy cerca del suyo, una distancia que hasta ahora solo Hansamu había roto.

Y sin que yo pudiera hacer algo varias lágrimas comenzaron a salir silenciosamente sin que yo me moviera de mi lugar — Cr-Creo que sería mejor olvidar...— murmuré desviando mi mirada para después ir cerrando mis ojos por completo e intentar que ya no hubiera lagrimas — No creo que yo pueda lidiar con su muerte... no podré... solo soy una niña...