Levon

Taya

El barco ya había llegado a la tierra y los asustados pobladores de la isla corrían en diferentes direcciones, pero seguíamos vivos, lo cual significada que todos ellos habían hecho lo que su nombre indicaba: salvar Levon... Kodoku estaría orgulloso de todos ellos, el mundo estaba bien y lo malo es que los humanos nunca sabrían quienes fueron sus salvadores, pero con que supieran que una fuerza externa los mantendría a salvo tenía que ser suficiente.

Bajé del barco con ropas nuevas que me habían entregado a mitad del viaje, unas que una señora de edad avanzada me había dado diciendo que le recordaba mucho a su nieta, después de agradecerle por el ropaje dado tenía que cambiar mi cabello, no lo cortaría ni nada por el estilo pero.. si la marca ya había desaparecido las posibilidades de que me encontraran eran pocas pero aun así las quería reducir, no podría verlos a la cara después de haber huido de esa forma.

Y utilizando algo que creo que se llamaba tinte... que utilizaba mi tío cuando, segun él quería verse más joven y no quería que su cabello durara mas tiempo de color blanco, me los daba para que lo "pintara" o algo asi, así que yo haría lo mismo en este caso de un color que estuve muy acostumbrada a ver en el viaje, así que prácticamente... a menos que pudieran distinguir olores escondidos debajo del olor a otra persona por la ropa, sería difícil que hallaran algo.

— Fue todo un placer chicos...— murmuré tranquila desapareciendo entre los bosques que allí se encontraban, la cabaña no se encontraría tan lejos..

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Blake
" ganamos? " fue lo que pensé cuando vi como Uchikina atravesaba el cuerpo que solía ser de Hansamu y este parecía haberse quedado sin fuerzas, no me lo podía creer, todo lo que habíamos pasado, todas las luchas todas las perdidas, todo el sufrimiento en el mundo, todo había conducido a este momento en especifico, la guerra había terminado, el mundo seguiría existiendo y todas las razas que lo habitan podrían seguir con sus vidas.

Camine hasta Uchikina y cuando estuve lo suficientemente serca pude escuchar una pregunta proveniente de los labios del que a se solo unos momentos era el enemigo "quiere saber por que hemos peleado?" me sorprendieron sus palabras y por alguna razón me sentía abligado a responder con sinceridad, quizá fuese el echo de que a pesar de ser el ser que casi acababa con nuestras vidas y con el mundo entero había llegado a respetarlo como guerrero y como rival, había sido la mejor pelea de mi vida y jamas la olvidaría, además de no ser por el jamas hubiera encontrado a mi manada, no hubiera echo amigos y descubrir que era capas de amar
— seré sincero al principio solo quería tener peleas, grandes combates contra seres de inmenso poder, eh aprendido que en una guerra las mejores luchas están del lado perdedor y además pensé que si ganábamos el mundo con el tiempo se recuperaría y yo podría seguir con mi búsqueda de peleas, pero después me di cuenta de que había encontrado algo que siempre había deseado sin darme cuenta, amigos, personas en quien confiar, personas con quien compartir la vida, lo bueno y lo malo y es por eso por lo que estoy aquí, no luche sin causa, no luche solo por la emoción de hacerlo, lo hise para ayudar a mis amigos, lo hise porque quiero que todos ellos tengan vidas felices en un mundo con futuro — fue mi respuesta cuando de pronto me di cuenta de que todo el lugar se bebía abajo — hay que salir de aquí ya!! — grite con fuerza

 

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¡¿Porque no hay ningún stick con carita triste?!, ¡lo necesito para el post de nekita Dx

Uchikina
Mire como el cuerpo de mi ex-tutor estaba ahí, sonreí con nostalgia, quería odiarlo por lo que me hizo, pero le apreciaba por lo que me dio.
"Uchikina, deja de estar de nostálgico y saca tu trasero y el de los demás de aquí!"
Me congele
— ¡¿Hansamu?!
"Seh, el mismo, ahora, ¡fuera!, esto esta a punto de derrumbar-" No pude escuchar a Hansamu ya que el castillo se empezó a derrumbar "Oh, bueno, ya te diste cuenta"
— ¡Salgamos de aquí! —estaba a punto de correr, pero vi a Eliott, estaba lejos...pero... — ¡Blake!— grité, llamando su atención —¡Sacalos de aquí! —Saque mi espada del cuerpo de Hansamu y corrí hacía Eliott.
"Oye, eso duele" se burló Hansamu
Agarre a Eliott y lo cargue en mi hombro, al parecer todos estaban fuera ya, corrí hacia la salida, pero la entrada ya estaba cubierta de rocas.
— Demonios — corrí hacía la pared y el castillo se derrumbó.
" Te salvaste por los pelos"
Suspire de alivió mientras dejaba a Eliott en el suelo, había quemado la pared para salir, miré a los demás... estaban a salvo
— Uchikina, solo estoy aquí para despedirme
Escuche su voz detrás y me voltee, ahí estaba Hansamu y Hell estaba recargado en un árbol, fumando, pero me sonrió.
— ¡Hansamu! — dije feliz, mientras hacia el ademan de tocarlo, pero simplemente lo traspase — ¿Que...?
— Uchikina, —repitió Hansamu y lo mire — solo estamos aquí para despedirnos...ya estamos muertos.
— P-Pero estas aquí...
— El viejo se puso de nostálgico y nos dejo un poco de poder estar aquí aunque estemos muertos —contesto Hell, mientras pisaba su cigarro y se acercaba.
— No quiero que mueran...—susurre mientras bajaba la mirada—No puedo sin ustedes...
— Ya pudiste sin nosotros —dijo Hansamu sonriendo — tu y los demás nos patearon el trasero, ¡buen trabajo!
— Hasta me dolieron algunos golpes —Hell revolvió el cabello de Uchikina, Hansamu volteó a ver al cielo.
— ¡Ya es tarde!, vamos, Hell, debemos irnos si queremos alcanzar a llegar — dijo Hansamu y Hell asintió en comprensión, ambos caminaron hacia el otro lado de los chicos
— P-Pero, sin ustedes...no...
Hell alzo una ceja
— Ya te lo dijo Hansamu, ¿no?, esta es la magia y desgracia de madurar, saber cuando debes dejar a los demás.
— Felicita a los demás de mi parte! — gritó Hansamu antes de desaparecer junto a Hell.
Caí al suelo, me sentía solo, pero...voltee a ver a mis amigos, por ahora, tendría que aferrarme a ellos, ¿no?

 

Todos estaba afuera ya, habían logrado salir a tiempo, incluso Uchikina, aquel joven rubio que gracias a su noble corazón salvo a uno de sus amigos, Eliott, aquel que lo había salvado desde aquel bosque y le había dado cobijo y le había ofrecido su humilde amistad, su cuenta había saldado.

Los héroes de levon, dos chicas lindas y cuatro chicos juntos de nuevo en un campo que estaba cerca, un campo donde solo había un molino, una cabaña y una cerca, lo completaban un árbol con un columpio, desde lejos se podia apreciar el remolino de la poca magia negra, los restos de lo que algún dia fue el infierno.



Eliott

Mis ojos permanecían aun cerrados, mi magia estaba extinta aun así después de aquel cello que se ma habia colocado hace no mucho. ¿Moriria? despues de todo lo haria.
Mi vicion se tornaba en algo parecido a un sueño, me encontraba recostado en un mar de plumas que algunas caian y rozaban mi terso rostro que reflejaba paz y trnquilidad un leve aire reoloteava mi cabello y me hacian sentir tranquilo.

—Eliott— Escuche un susurrar ¿quien me llama? abrí lentamente mis ojos y un afigura estaba frente de mi —¿Tan pronto te rendirás?— prosiguió ¿quien es? cuando la vista se acaró y pude notar quien era.

—Ya hize lo que debia— fue mi respuesta sin mantener mucho animo.

—Eso es lo que crees tu— me tomo de la mano y me jaló hacia él, su resplendor era tan indescriptible, sus alas legendarias, tan blancas me sorprendieron, eran iguales a las de un Dios, sonreí sin evitarlo, pude comprender que nunca habia perdido nada. —No olvides que hay alguien que necesita de ti— Finalizó y se fue devaneciendo de mi vista.

—Kira...—Dije en un susurro y volvi a cerrar los ojos

 

Kira.

En un parpadeo me encontraba sentada sobre el techo de una cabaña, estaba sentada en indio con mi cola a un lado. Levanté la vista y lo primero que logre notar fue un remolino negro que se perdía en la lejanía, sonreí levemente, habían logrado vencer y ahora la magia demoníaca se debilitaba rápidamente. Volví la vista al suelo, allí estaban nuestros héroes, recostados en el pasto, la suave brisa movía el césped y algunos de sus cabellos.

Sonreí, no logré ser de ayuda en la batalla, pero eso no importaba ahora, estaban todos vivos, ahora solo habría que curar sus heridas y en unas semanas estarían como nuevos para vivir sus vidas. Suspiré y me recosté sobre el tejado, me pregunto que camino tomaría cada uno, supongo que yo volveré a mi aldea y concluiré mi entrenamiento, pero nada era seguro. Volví a suspirar cerrando mis ojos y permitiendo que la brisa acariciara mi rostro.

 

Blake
Había logrado sacarlos a todos de aquel maldito lugar montándolos sobre mi lomo, en este momento nos encontrábamos en un campo con una cabaña y un molino en las cercanías, Lucille insistía en querer sanar todas mis heridas y yo seguía insistiendo en que no se preocupara — estrellita te dije que estoy bien — dije sonriendo — estamos vivos, juntos y eso es lo que importa — dije para después darle un abrasó y enterrar mi nariz en su pelo y deleitarme con su aroma y su sensación — espeto habar ayudado en hacer un mundo mejor para ti y para nuestros amigos—

 

Hansamu
Me había despedido de Uchikina y mire a delante.
No podía decir que no me dolía dejar a mis amigos, pero ya no podía hacer nada.
Ya estaba muerto.
— Hansamu, ya estamos aquí.
Levante la mirada al escuchar lo que dijo Hell, y pudo localizar una cabaña no muy lejos.
— ¿Aquí es?...
Hell asintió.
Miré a la cabaña y empecé a caminar hacia ella, me extrañe de no escuchar unos pasos detrás de mí.
— ¿Que esperas?, vamos, no tenemos tanto tiempo.
Hell negó con la cabeza.
— Te dejo a ti la despedida...aunque no tardes mucho.
Se empezó a traspasar y desapareció, asentí con la cabeza mientras me apresuraba a llegar a a cabaña. Era cierto lo que había dicho Hell, no tenía mucho tiempo.
Me acerque a la cabaña y mire mi ropa, enserio era un alivio el que estuviera muerto, pues esta no estaba manchada de sangre y estaba limpia, suspire y toque a la puerta.

 

Taya

Pasaron un par de horas hasta que llegué a mi cabaña, y lo primero que había hecho después de entrar era comenzar a limpiar las cosas que por claras razones estaban llenas de polvo después de todo no había nadie que se encargara de limpiar esta cabaña desde que mi tío murió y yo me había ido además que era comprensible que nadie viniera... vamos... una cabaña en medio de un bosque al cual casi no viene nadie por temor a los lobos, ¿para qué querrían visitar esta casa?

Después de limpiar el polvo me encaminé a la cocina... el lugar de la terrible pesadilla, como pude comprobar el suelo tenía una mancha obscura la cual en algún momento llegó a ser sangre y limpiarla fue... lo más difícil que he hecho ahora, y pensar que me quejaba de los baños del barco que había tomado Kodoku. Pasaron un par de minutos y suspiré, la mancha daba su lucha y no era precisamente fácil limpiarla del todo y cuando pensaba en continuar se oyó un golpe en la puerta pero...¿por qué no había olor?, o mejor aun..¿quién vendría aquí?

Me levanté con rapidez y corrí hacia la puerta, he de decir que mi rostro se iluminó por un par de segundos era...era Hansamu, estaba claro que no me atrevía a verlos por lo que había hecho pero mi me encontraban ya no haría nada para oponerme — ¡Hansamu! — dije con un tono extraño de emoción, alivio pero cuando corrí a él para abrazarlo simplemente lo había atravesado, era algo que no había entendido en lo absoluto..¿por qué?

Podía sentir que mi corazón se aceleraba más y mi respiración se volvía mas agitada, ¿ya alucinaba su regreso? ¿o era un vil truco de él para intentar tomarme el pelo como casi siempre lo hacía? — Han-Hansamu... ¿q-qué pasa?....— pregunté esta vez con una voz temblorosa mientras estiraba mi mano hacia él para intentar aferrarme a su camisa, como siempre lo hacía pero.. pero no pasaba nada... mi mano seguía traspasándolo... ¿por qué pasaba eso?...¿qué sucedía?..

 

Hansamu
No había pasado mucho tiempo para que se abriera la puerta.
Mucho menos para que Taya se haya lanzado a intentar abrazarme, pero al igual que Uchikina, simplemente me traspaso.
Sonreí con un poco de pesar, ¿como se supone que le explicaría esto?
La mire directamente a los ojos y abrí mi boca. Ya no había marcha atrás.
— Eso es porque estoy muerto, Taya.

 

Taya

"Eso es porque estoy muerto, Taya."

Por alguna razón sentí una leve punzada en el pecho, ¿muerto?...¿muerto?, mi garganta comenzó a sentirse seca mientras que mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas que se escapaban rápidamente y se deslizaban por mis mejillas y se perdían en la tierra — N-No...— murmuré con voz quebrada mientras miraba al suelo negando una y otra vez — N-No p-puedes e-estar mu-muerto...— hice de mis manos un puño encajando mis uñas en la palma de mi mano, ¡no podía creer eso!

— Y-Yo no quiero... no quiero creerte... —me abracé a mi misma por pocos segundos manchándome levemente del líquido carmín en mis brazos — M-Me niego...

 

Hansamu
Miré con tristeza a Taya, estaba entrando en un estado de negación, cosa que sinceramente, ya la veía venir.
Estire mis brazos y la abracé.
Yo podía tocar un poco más a los demás, aunque estas sensaciones no duraran mucho, solo le quería demostrar que estaba ahí.
— Perdóname, Taya, pero es la verdad...no pude cumplir tu promesa, no pude.
Me aleje un poco de ella, le obligue a levantar la mirada poniendo mi mano en su mentón y le di una pequeña sonrisa.
— No tengo mucho tiempo aquí...solo he venido a despedirme y a decirte lo mucho que me importaste.
Me acerque a su rostro y le deposite un suave beso.
— Te amo.

 

Shruikan

Abrió los ojos para darse cuenta que había perdido el conocimiento después de ver como caía el rey demonio; se levantó alerta y preocupado en su forma humana carente de energía mágica; los miró y entendió todo lo que había pasado. Había sido una victoria pero con un costo alto; en general toda esta guerra había tenido costos inmesurables.
Shruikan era pragmático; no por ello carente de emociones. Observa a todos en alegría y sufrimiento por las bajas y por la vida futura que varios veían frente a ellos. El pequeño dragón sólo ha tenido una meta a lo largo de ese recorrido. Aún así, Shuikan hizo una promesa ante su corazón, seguir buscando a los de su raza pues seguramente hay varios huevos aún sin "despertar" en las profundidades de las salas en su antiguo hogar.
Visualiza sus manos humanoides por lo que él cree será la última vez que las ve; se despide de todos sus compañeros con la frase "Atra esterní ono thelduin. Mor'ranr lífa unin hjarta onr. Un du evarínya ono varda. Atra gülai un ilian tauthr ono un atra ono waíse sköliro frá rauthr." [que la buena fortuna los cuide siempre; que la paz sonría en sus corazones. Que las estrellas los cuiden siempre; y que la felicidad y la suerte los sigan siendo protección para el infortunio] Una vieja frase de su maestro con la que e despidió de todos, pasando uno a uno dando un fuerte abrazo; algo que jamás creyó que algún día haría.

Era el más pequeño y debía sostener el resurgimiento de su raza en sus hombros; esto no lo alteraba, le traía la paz que estaba buscando. Volvió a su forma original, un gran dragón negro de ojos rojos que extendía sus alas hacia el firmamento. Vió a sus compañeros y afirmó con la cabeza; no le gustaban las grandes despedidas...

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Era momento de partir a los restos de su hogar; lo que vería sería brutal, difícil de asimilar; ver los huesos de los suyos rodeando las montañas sagradas donde antes se volaba en plenitud; tendría que limpiar y calcinar a los suyos para despedirlos con los rituales debidos; sería doloroso; pero era una ruta que estaba dispuesto a hacer, por el hecho de sentirse como con Alfhild, parte de el gran imperio de los dragones; y algún día, en varios años venideros cuando Shruikan sea un viejo y sabio dragón, rodeado de los suyos quienes lo conocerán como el "Svit-kona" (el gran sabio) será ese el momento que cumpla su deseo más grande: cuando cierre los ojos una noche de luna llena, abandonará el nuevo surgimiento de los dragones, la vida misma. Y se reunirá, por fin con su amigo Roran, su maestro, todos los suyos junto a su querida amiga Alfhild; en aquel gran pedazo de infinito donde la vieja era de los dragones lo esperaban para reconfortarlo y abrazarlo; pues es con ellos donde siempre perteneció.

Decir que Shruikan siempre quizo morir sería un pensamiento destructivo; pero para él, morir no significaba un final; significaba un reencuentro que estaba dispuesto a esperar por milenios si era necesario; pues antes de morir tenía esta misión por cumplir.

...Un dragón no ve sólo por él, ve por toda su raza...

 

Taya

Lo sentí abrazarme y maldije a todas las fuerzas sobrenaturales que me impedían abrazarlo de vuelta, ¡no era justo! yo también... yo también quería abrazarlo una vez más... yo también quería tocarlo... pero el mundo... el mundo no me daría la única necesidad de sentirme egoísta también. Cuando mencionó lo de la promesa solo pude secarme las lágrimas que seguían recorriendo mi rostro negando suavemente.

— Te lo perdonaré solo porque...porque he podido verte una vez más...— intenté sonreír, lo juro... lo intenté pero no había salido ni una mueca de mi rostro, y..y cuando creí que no podía ser peor tuvo que decirme aquello después de haberme besado, nuevamente me rompía a llorar como una niña pequeña, ¡así menos quería que se fuera!

— ¡No puedes decirme eso e irte! — me quejé intentando volver a agarrar su camisa en vano, ¡odiaba esta situación de no poder tocarlo!... pero yo ya no podía hacer nada para que no se fuera de este mundo — ¿Qué pasa si yo me siento así también por ti?... ¿qué pasa si yo no quiero que te vayas?... ¿que pasa si simplemente quiero que vivas?...

— Hansamu... quiero que te quedes... por favor...

 

Hansamu
Abrace una vez mas a Taya, se veía tan frágil, mi corazón se paría al ver esto, estaba a punto de llorar también.
— No me hagas esto, por favor —dije mientras la soltaba —. Mi tiempo en este mundo termino, y ni tu ni yo podemos hacer algo al respecto, y lo sabes perfectamente, siempre has sido alguien muy inteligente.
Entonces sentí algo en mi pecho, y abracé con fuerza a Taya una vez mas.
Mi tiempo aquí ya se estaba acabando.
— Se feliz, Taya, no vivas siempre atada al pasado, no dejes de mirar adelante...y vive.
Sentí que mi cuerpo poco a poco dejaba este mundo, así que me aferre un poco mas a Taya, para después mirar el rostro de Taya. Ya no podía estar ni otro segundo más aquí.
— Estoy feliz de que hayas entrado en mi vida...muchas gracias por todo, Taya, te amo.

 

Taya

Y nuevamente volvió a abrazarme por un tiempo en el cual no hice mas que intentar tranquilizarme e intentar aceptar que él ya se iba... pero creo que era imposible porque seguía deseando que no me soltara — Cuídate mucho... y permanece en paz..— dije en un leve murmuro, siempre le había dicho que yo ya no quería que sufriera asi que esperaba que tuviera paz otra vez... la paz que se merecía...

Me volvió a abrazar con más fuerza pero sentía como poco a poco se estaba yendo, pero aun así so pudiera ayudarlo e aferraba un poco más, realmente era una lástima que yo no pudiera ayudarlo... ni yo pudiera aferrarme a él — Yo también Hansamu....— y se fue.. ya no lo pude ver, ni sentir... ya su tiempo se había acabado para mi desgracia, cubrí mi rostro con mis manos y respiré hondamente para ya intentar tranquilizarme

— Te extrañaré...

 

Uchikina
Me había acercado a mis amigos, pronto Shruikan se despidio y suspire.
Tenía que decirles mi decisión. Tome una bocanada de aire.
— Yo... — comencé, entonces levante mi mirada y tome valor. —. Pienso borrarme la memoria, y comenzar mi vida desde cero. Hansamu ni Hell están ya, no tiene caso tener recuerdos que simplemente me causan dolor, así que espero que comprendan. ¡Ah!, aunque si nos encontramos espero que me saluden...aunque pensándolo bien... no les puedo prometer que les regrese el saludo, jeje.

 

Kira.

Volví a suspirar y me levante del techo, camine hasta el borde y salte de este, claro que caí sana y salva. Comencé a caminar por el lugar, estaba buscando a alguien en especifico. Cuando me percate del cabello negro de Eliott me emocione bastante. No corrí, no salté a él,, pero si lo abracé con mucho cariño mientras hundía mi rostro en su pecho.

—Me alegra que estés bien.

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@Alisse Madness

 

Eliott

Sentí un calor en mi pecho y un ligero peso sobre mi, aún estaba débil de cuerpo, pero mi conciencia había vuelto "todo terminó" pensé y supiré, seguro era ella, no había aroma que confundiera con alguien más.

--Hiciste que me preocupara --susurré sin abrir los ojos, sólo con una leve sonrisa colocando mi mano en su cabello

 

Kira.

—Lo siento —me disculpé sin separarme del chico, estaba un poco apenada por no ser de ayuda y ahora un leve sonrojo invadía mis mejillas, yo no quería que se preocupase, por eso no fui con ellos a pelear, no quería ser una carga —, lamento haberte preocupado.

 

Eliott

Comencé a acariciar su suave cabello entrelazado mis dedos --ya no importa Kira--cambie mi tono de vos a uno más tenue y relajado --ya estamos aquí-- mantuve mi sonrisa, aunque mi corazón latía muy rápido, Podía mantenerme relajado ,pero había algo que me intrigaba aún -Kira...¿adonde irás?