Levon

Kira.

Chasqee los dedos y aparecio un frasco de cristal en mi mano izquierda.

—La sangre de Lucille en este frasco, po favor —hice una pequeña marca y le entregue el frasco al chico —, luego una lagrima tuya en el frasco.

Mensione volteando, no soportaba ver la sangre fluir, podia liberar mi instinto salvaje y eso no seria bueno.

 

Lucille

Kira me explicaba con detenimiento todo lo que podía acontecer.
Miré detenidamente su bello rostro...
Le sonreí con tanto cariño.
—Kira... Si me he quedado con ustedes y no he ido con los demás a luchar por Blake y traerlo de regreso a nuestro lado fue para darme en mi totalidad a la causa...Por eso yo....No puedo permitir que nadie de aquí se arriesgue a nada. Elliot me lo encomendó. El sello no irá a Naibaf. El sello no irá a ti. Necesito tu magia íntegra al 100% por si ocurre lo que sea. - respondí con harta seguridad como si fuera una orden.
—Estoy segura de que no me dejarás que me pase nada...Eres una gran amiga...Pero ya he tomado una decisión. - expresé a Kira con ímpetu tras soltar sus manos pequeñas y suaves.

 

Tomé el frasco y de igual manera di un chasquido para aparecer una daga --perdóneme Lady lucielle --me disculpe y tome su mano para hacerle un pequeño corte en su palma y agregar su sangre en el frasco, mientras tanto yo me corte de igual manera para hacer que cayera una lágrima mía y le regrese el frasco de inmediato

 

Lucille

Ví salir de mi pálida mano un chisguete de un fluido azul brillante precioso que hipnotizaba a la vista.
Tal vez era la segunda vez en mi vida que veía mi propia sangre correr.
—La sangre del unicornio tiene gran fuerza mágica. ¿ Es acaso suficiente con esa cantidad? - pregunté curiosa tomando la daga en posición a drenar más al frasquito.

 

Taya

Seguíamos caminando por la densa niebla roja que se nos había presentado desde hace un rato. Eliott seguía al frente, detrás de él venia Hansamu y el bebé dragón. Cuando todo esto acabara necesitaba preguntarle si realmente no fue real lo que paso en ese sueño, él había dicho que fue un recuerdo implantado, pero esa marca existía como para ser algo momentáneo pero aun así tenía esperanza, ¿por qué?...porque si no era real... tendría la posibilidad... la posibilidad de volver a verlo y dormir tranquila una vez más.

"¿Donde estás Blake?..."

Mientras más rápido le encontráramos y lo pusiéramos (o mas bien "pusieran", yo no tenía suerte en esa cosa de combates, creo que en este punto la etiqueta de niña en apuros me distinguía bastante), más rápido podría cerciorarme de que Lucille cumpliera esa promesa que me hizo, ella podría ser tan buena que incluso podría cambiar su vida por la bruja. Yo quería regresar, más sabía que no me dejarían ni ellos ni mi sub-consciente, y solo porque dije que le entregaría esto a Blake...ojalá todo salga bien

 

Eliott
Me había percatado de una extraña presencia familiar, ¿pero que sería? Camine hasta llegar al final de la densa neblina roja, parecía haber llegado a una especie de ruinas.

Un dolor intenso se hizo presente en mi pecho y extrañamente seguido de la magia de --Blake!?-- me acerqué explorando cada vez más explorando las ruinas pero no había nada --¿que está pasando?--

 

Taya

Eliott había entrado a unas ruinas, al parecer sintiendo la esencia o magia de Blake ya que había pronunciado su nombre. Me convertí rápidamente en lobo buscando cualquier cosa, paseando de allí para acá, excavando esto y aquello. "Blake... blake..." pensaba mientras paseaba de una forma bastante desesperada por cada rincón que encontraba.

En mi travesía de desesperación había pasado a los lados de las piernas de todos, moviendolos levemente, pero vamos... todos eran mayores que yo, ni siquiera un leve empujón les podía dar así que seguí corriendo de un lado a otro, buscando un rastro, huella, marca, ¡lo que fuera!, hasta que finalmente me di por vencida y me senté sobre mis patas traseras agachando la cabeza volviendo finalmente a mi cuerpo natural humano — ¿Por qué no esta Blake?...

 

Eliott

--No lo sé Taya yo siento su.... --interrumpi mi frace cayendo en una especie de portal camuflado, algo profundo debo decir

 

Finalmente habíamos llegado al lugar donde estaba Blake y me baje rápidamente del árbol. Buscamos por las ruinas, pero no había nadie ni nada.
- Cuidado, lo más seguro es que les tengan una amboscada - dijo Hell mentalmente y asentí.
- Tiene que ser una trampa, estén alertos. - dije mientras me sentaba y tocaba la tierra.

 

Taya

"Una trampa" eso es lo que dijo Hansamu justo antes de que Eliott cayera a.. realmente no sabía a donde, lo curioso es que... no había caido yo, con todo el recorrido que hice hace rato me sorprendía no haber caído yo en un despiste, me acerqué levemente a la orilla, no demasiado, no quería caer tampoco — ¿Y ahora que?...¿eso es una trampa o es donde tienen a blake?...— se podría decir que mi voz era neutral ante la situación, aunque bueno...por dentro realmente moría de miedo por lo mismo

 

Abrí los ojos rápidamente
- ¡Eliott, cuidad- ! - no pude terminar la frase porque vi a Eliott caer por un portal. "Maldición, tarde demasiado
- ¡Hell! - de Inmediato Hell salio y saco sus alas para ir tras Eliott.
- No te cargaré como princesa. - gruño al agarrar de la mano a Eliott para que no fuera al fondo.

 

--Hell creo que por aquí es --le dije distendiendo mis alas para que me soltara --ve por los demás yo me adelantare --le dije mientras bajaba cautelosamente, la magia de aquel lobo se hizo presente era débil pero podía sentirlo cerca --vamos amigo resiste--

 

Contenido oculto

Amelie, Hell te trata así porque es un demonio, no un elfo, por lo que no te considera superior, disculpa su descortesía xD

Hell
No tuvo que volver a decírmelo para que lo soltara.
- Yo me puedo mandar solo. - dije mientras subía fuera del portal. Hansamu no perdió tiempo y se lanzo de inmediato al portal en un salto de fe.
- Shruikan, tu eres un dragón, así que asumo que puedes volar, tenemos que ir por ese portal para ir con Blake. - después de decir eso, me voltee a Taya y le ofrecí mi espalda.
- Vamos Taya, allá esta Blake. - dije pero como que lo pensó un poco, solo fruncí el ceño y después sonreí. Tomé a Taya por detrás de sus rodillas y la cargue.
- A ti si te puedo cargar como princesa.

 

Al llegar al fondo había una especie de pasillo iluminado por antorchas, decidí no hacer ruido pues a lo lejos sentía algunas presencias, así que baje la intensidad de mi magia para que no sintiera mi presencia mientras esperaba a los demás

 

Hansamu
- ¿Que demonios es esto? - murmuré la pregunta mientras me pegaba a la pared.

 

--Parece una ¿guarida? --Le susurre sin moverme --hay que estar atento y dispuestos a lo que venga--le indique mientras le señalaba el camino --Esperemos a los demás -.

 

- Si quieres discreción, deberíamos de hacerlo antes de que llegue Hell, - dije mirando hacia el fondo. - probablemente llegue estrepitosamente y romperá todo a su paso.

 

Kira.

Tome el frasco con la sangre de Lucille y luego rasgue un trozo de mi capa y lo use de vendaje para el muchacho, su roja sangre me alteraba un poco.

—Lucille, espero que estes segura de esto —dije vendando tambien su brazo.

 

Taya

Al parecer ese era el camino, porque tanto Hansamu como bebé dragón habían saltado, yo por mi para lo pensé un poco, ¿y si no había nada abajo? Con facilidad podría romperme algo (o toda..)

Hell me ofreció subir a su espalda y nuevamente me lo pensé un poco, algo que no supe sí le molesto mucho o no, porque primero frunció el ceño y luego me sonrió área de cargarme como princesa -- H-Hell...-- murmuré agarrándome rápidamente de su camisa y tratar de no ver hacia donde cayéramos, así que estaba ocultando mi rostro en su pecho (en parte por eso y en parte que ahora posiblemente estuviera sonrojada) -- No me sueltes..no me sueltes hasta que lleguemos al piso... Por favor-- ¿por qué había pedido eso? Por la sencilla razón que, recordaba la caída del cielo que había hecho "apropósito" eliott conmigo

 

Hell
Tuve que tragarme una risa para que Taya no se sintiera ofendida, ya que esa no era realmente mi intención, pero si me dio mucha gracia como al parecer le tenía miedo a las alturas.
- No te preocupes. - dije sonriendo (algo raro en mi) para calmarla. - Nunca sería capaz de soltarte.