Levon

Taya

— Creo que me hizo matar a mi pariente... y no puedo dormir... lo veo, y te mencionó...pero no recuerdo por que... — abrí los ojos brevemente, la caida seguía pero por suerte no la sentia — ¿Puedes dejarme en el suelo?...por favor...

 

Eliott

Al sentir que estaba más tranquila pude tranquilizarme yo también --me temo que se a que te refieres, mi padre me hablo sobre una chica... Que la hizo imaginarse cosas, me dijo que le metió recuerdos falsos para que peleará con él ---le mencioné sonriendo --me temo que te dejaré en el suelo, al final no falta mucho para llegar a él --mencione cerrando los ojos --te dije que me sacrificaria por ti --

 

Taya

Asentí levemente al escucharlo, el bendito suelo al parecer estaba cerca y pararía de sufrir en el aire, en mi vida volaría otra vez, preferiría estar en la tierra, tocando el suelo con mis pies y estar segura allí — Esta bien...

 

Eliott

Efectivamente el suelo estaba a unos metros, me relaje un poco y suspire --me alegra que la Taya que conocí regresará --dije y justo a un par de centímetros del suelo mis alas acunaron o nuestros cuerpos como suaves almohadas y esperé la reacción de taya.


Mientras tanto....

--Mi Lady lucielle, mi Lady Kira, pueden acompañarme? --Mencionó el caballero sin antes hacer una reverencia ante ellas --por aquí--Índico guiandolas por un laberinto de pasillos, subieron un par de pisos y enseguida llegaron al cuarto de la reina, la bruja roja, se prerentaba totalmente inconciente, en su cama rodeada de velas mágicas para intentar hacerlas bien --Kira sama, le pido que nos ayude a utilizar un hechizo que queda quebrar este, pues lo único que hay que hacer es aplicar la sangre de un unicornio y combinarlo con su magia --finalizó el chico cerrando la puerta

 

Lucille

Ahora ya todos se habían marchado.
Estábamos sólo Kira y yo.
Con el corazón encogido rogué al cielo que llegaran todos sanos y salvos.
Estaba más que decidida a dar toda mi magia y mi sangre por aquella criatura.
El joven caballero pedía que lo acompañáramos a una habitación...
Asentí y en silencio los acompañé con la cara embebida en mis pensamientos.
" Que lleguen con bien..."
Esa idea se repetía una y otra y otra vez en mi mente...

 

Kira.

Mire a la Bruja inconciente y camine alrededor de ella, no lograba detectar el tipo de hechizo que se uso en ella y eso podria dificultar las cosas.

—Necesito saber el tipo de magia, hechizo y cuando se iso —pedí, mientras más información tuviera mejor curaría a la bruja.

 

Taya

Aunque realmente la niña que conocieron todos jamás se había ido, era bueno pensar que tan siquiera dijera que después de esto sería relativamente "normal". Cuando sentí que ya estábamos en el suelo, apoyé mis manos en su pecho para levantarme lentamente al sentir mis piernas temblorosas y separarme completamente de él — Estoy viva...— murmuré revisando las partes visibles de mi cuerpo sin ninguna herida

 

Eliott

—Taya quiero que me disculpes si te asuste demaciado— le susurre dejandola que se levantara de mi cuerpo y posteriormente me levante yo —Almenos volviste a ser como la de antes— finalize y segui caminado hacia una especie de meblina roja que se presentaba en el bosque, les indique que no se separaran de mi y segui caminado .

Naibaf

—No, en realidad no tengo la menor idea, pero escuche a un guardia decur que era de tipo obscuro y que era una especie de sello que consumiria su magia cadavez que la usara hasta que muriera, y que solo cieto liquido desvaneceria el hechizo, es todo—respondio e joven guerrero dirigiendose a la pequeña bruja

 

Taya

— Claro t-tú no te preocupes...—murmuré notando como se iba, mis manos seguían temblando un poco pero aun así podía dar el paso de una forma normal, pero ahora ese no era el problema, el problema era esa neblina que salía de allí

 

Kira.

Pensé en las cosas que me contaba, si era oscuro lograba entender porque era necesaria la sangre de Lucille, pero tenia que pensar bien en el hechizo que yo aria para romper el sello, era algo difícil de hacer, pero no imposible.
Creo que la opción menos arriesgada era hacer un intercambio, pero necesitaría en donde dejar la maldición.

—Lo que intentare es traspasar el sello desde la Bruja hasta algún objeto que tuviera magia —explique mirando lo que se encontraba en la habitación —, la sangre de Lucille de usaría para quitar el sello, pero necesitaríamos poner unas gotas en el objeto en el cual pondremos el sello. En el peor de los casos Lucille recibiría el sello, pero es poco probable.

 

Nabiaf

En aquel cuarto no había nada que fuese mágico pero me dispuse para la reina --utilizame a mi, yo he sido su aprendiz desde que tengo memoria, seguro que soy de utilidad --le dije acercandome inmediatamente, yo estaría dispuesto a aguantar lo que fuera por mi madre

 

Kira.

Mire al chico claramente sorprendida, estaba dispuesto a recibir un sello por su madre. Me acerque a el con paso firme e inhale el aire a su alrededor, olía magia poderosa salir de él, pero me aseguraría , la maldición se veía poderosa y no quería lastimar al muchacho.

—Déjame ver tu poder — moví mi cola y la acerque a mi, en ella había una pequeña pulsera con una piedra azul, quite la pulsera y se la tendí al joven —. Primero ponte la pulsera, esta con una palabra medirá tu magia, si después de unos minutos la piedra se triza dejare que recibas el sello —explique —, pero si no lo logras, arriesgare a perder mi báculo, ¿entendiste?

 

Asentí y de inmediato tome aquella pulsera --listo --pronuncie colocandomela y esperando a que reaccionará, estaba totalmente nervioso pero decidí arriesgarme

 

Kira.

—Luz de luna —susurre despacio, la piedra de la pulsera se aclaró mientras se formaba un pequeño remolino de humo dentro de la piedra, dando a entender que estaba midiendo el nivel de magia del muchacho.

 

No sabía lo que significaba aquella reacción pero el nerviosismo me consumía, pero finalmente todo se decidió el amuleto se tizo y una seriedad se hizo presente --hagámoslo entonces--dije mirandola

 

Kira.

Suspire levemente y le saque la pulsera al muchacho para luego colocarla donde pertenecía.
—Espero que estés seguro de esto, necesitare que me ayudes a conseguir la sangre de Lucille —dije mirando a otro lado, me ponía algo nerviosa que le sacáramos sangre a la unicornio, pero no tenia opción.

 

Todos nos habíamos puesto alrededor de la cama, Kira se veía muy nerviosa, y no la culpaba pues yo también estaba de la misma manera ¿que pasará? Nadie lo sabía, di un pequeño suspiro y cerré los ojos suplicando porque todo saliera bien --Lady Kira, estoy a su disposición --le hise saber

 

Lucille

El hechizo que estaba a punto de realizar Kira era realmente poderoso.
No cualquier ser mágico se hubiera atrevido a tal osadía.
Mucho menos podía cualquier persona recibir ese sello.
Me dirigí hacia ella y tomé su mano...
—Kira!!! Esto es muy delicado... No estoy segura de que el muchacho resista tal sello!!
Y si muere!? De que nos habría servido? Si después su madre vivirá con el tormento de jamás volver a ver a su hijo a costa de su vida! Terminará muriendo de remordimiento!- expresé con voz firme.
—¿Cuánta sangre necesitas? Drenémosla! Y después propongo transformarme en mi verdadera forma y lo selles en mi cuerno...- le solicité de la manera más seria.

 

Kira.

Mire a Lucille y luego al joven.
—Lucille, si algo pasa el sello ira a mi y le dare de mi magia a Naibaf para que se recupere —suspire y mire al muchacho —, detendre el tiempo y podre traspasar el sello, como es una criatura viva las posibilidades que te tú recibas el sello es casa nula —sonreí levemente —. No dejare que te pase algo Lucillee.

 

--No se preocupen, yo he aprendido mucho a las Artes oscuras, yo aguantaré--interviene, tome la mano de Kira y le hise una señal --cuando quieras -- Pronuncie listo