Levon

- No confundas mis palabras por favor. - dije haciendo una mueca. - ¿Crees que no quiero salvar a Blake?, por Dios, todos los de aquí saben que yo soy el más impulsivo y sería capaz de morir por intentar salvarlo, pero, de verdad, ¿Que no valla Lucille?, ¿nos quieres matar a todos?, se bien que quizás Lucille no es la mejor peleando, pero ella es la que más nos cura. Además, deja de ser arrogante, "puedo ir solo", si pudieras manejar esta situación desde el comienzo del viaje solo nos hubieran dejado a nuestra suerte en las manos de los demonios, yo no estoy dispuesto a ir con alguien que cree que puede hacer las cosas solo, eso no es un equipo. - estaba serio y molesto, y agradecía internamente que Hell no estuviera aquí, o cosas malas podrían pasar.

 

Shruikan

Se había quedado dormido en la mesa; un comportamiento que hasta para los dragones era de suma vergüenza; salió corriendo del salón y no pudo evitar escuchar la conversación, sus oídos eran agudos; así que se quedó fuera de la habitación; su honor lo hacía sentir un intruso por tener que escuchar detrás de las paredes; pero al escuchar el tema medular no dudó en interrumpir –Yo te acompañaré Elliot– Dijo saliendo de su breve escondite

 

Kira.

Habia estado durmiendo cuando un molesto sonido me desperto, era una sarten. Mi mirada se ilumino al pensar en una persona, con unas simples palabaras ya me encontraba vestida y habia salido de mi habitacion dispuesta a saludar a Kodoku. Grande fue mi decepción al no ver al ángel.

Solte un suspiro y luego todos nos reunimos y Eliott dio instrucciones, asentí con la cabeza. Hansamu se quejo por el hecho de que Lucille no iria y Eliott le habia contestado algo.

—Yo no tengo alguna queja —dije tomando aire, no desovedeceria al que estubiera al mando y tampoco me molestaba quedarme.

 

Eliott

--chico rubio, esto no es un juego, piensa antes de hablar -- le dije en un tono molesto, voltie hacia aquel joven dragón y tome su hombro --gracias hermano--susurre con gran alegría, le hice una señal a Kira y me acerque a ella --gracias querida -- le susurre al oído y finalmente me encaminé hacia taya.

Tomé su mentón y la obligue a verme a los ojos --tomaré eso como un "te acompaño Oni San -- le dije dedicándole una sonrisa y revolviendo un poco su cabello.

Me levante --partimos mañana a primera hora, preparen lo que sea necesario --ordene con un uno serio pero más tranquilo --y chico rubio... Has lo que se te plazca --le dije algo triste, pero no podía obligarlo a hacer algo que no quería

 

- Creo que realmente estas sordo. - dije suspirando tratando de ignorar sus acciones. - Pero bueno, tengo una promesa que cumplir, y ahora que Kodoku murió tengo que cumplirla, con que este maldito yo es suficiente.

 

Taya

Y al final al parecer eramos cuatro los que nos iríamos: Bebé Dragón, Eliott, Makoto, yo... aunque los primeros tres estarían mejor solos, tenía ese pequeño encargo que hacer y planeaba cumplirlo, ni siquiera tuve necesidad de hablar en esa "reunión" pero Eliott tuvo que hacer pública la opción de que yo iba, al parecer mi silencio no era suficiente aunque lo importante era, ¿qué significaba lo último que dijo?.

Acomodé mi cabello y me dirigí a la puerta mas cercana para salir, hasta que la voz de Hansamu se hizo presente, él también iba... ya se cumplía el rango de gente capacitada para pelear por si algo pasaba y yo, yo era un punto y aparte; suspiré y al no escuchar nada más, me retiré de la vivienda del lider de la aldea para pasear un rato

 

Eliot

--No se a que te refieres chico rubio --le respondi de mala gana --pueden retirarse --mencioné --taya... Podrías quedart un moment? --

Contenido oculto

VAMOS POR BLAKE ._./

 

Taya

Negué rápidamente ante eso, no... no me quedaría un momento, a juzgar por lo serio que estaba: yo estaba en problemas y eso no era nada bueno para mi persona. Un regaño por día, ese era mi límite y no aceptaría mas. — Lo siento, no puedo hacerlo...— me disculpé rápido y sali de allí lo mas tranquila posible, y aunque la posibilidad de que fuera algo bueno eran... ¿buenas? ¿nulas?, no debía arriesgarme

 

Eliott

La había notado un poco rara desde que la vi, ¿que tiene? , me intrigo tenacidado pero tampoco podría obligarla --esta bien --susurre desanimado, una vez que salió mire al chico rubio --si fue tu culpa la pagarás --

 

- Es normal que no lo sepas, después de todo solo lo sabe Kodoku y yo. - dije dándome la vuelta dirigiéndome a la salida, tenía que presentar mis respetos a Kodoku, pero me detuve. - A que te refieres, ¿es que quieres pelear?, no pienso perder el tiempo en alguien que liga con dos chicas a la vez, pero Déjame decirte, que si las haces llorar...pase pagaras Caro.

 

Eliott

--Tú no entiendes nada sobre Kedoku...Deja de mencionar su nombre en vano --le dije molesto --y yo no hago eso que dices, taya es como mi hermana, no dejes que los celos te transformen -- no, me dejaría humillar por ese tipo --y yo no pude hacerla llorar, estaba ausente, tu eres el que se supone que la cuidaría!--

 

Shruikan

–¿Ambos podrían guardar silencio?– Dijo con voz fuerte pero tranquilo –No es momento para discutir; están tomando un argumento y derivándolo a problemas del pasado; Elliot también es poseedor de poderes curativos, así que estaremos bien– Probablemente aún era muy pequeño para entender las razones por la que ambos discutían pero para el resultaban completamente inútiles en este momento –Preparemos las cosas y vayamos por Blake; ha estado sufriendo en soledad por el suficiente tiempo–

 

Kira.

Suspire y me encamine a la puerta, no estaba de animo para escucharlos pelear, una vez fuera de la casa me transforme en gata y corrí al árbol mas cercano para rapidamente escalar el tronco y posarme en una de las ramas más altas. Me transforme nuevamente en humana y saque mi bolsita de tela para, un aroma dulce y fuerte llego a mi dejandome encantada, la nepeta cataria siempre me ayudaba en los momentos de tensión.

 

Eliott

El joven dragón tenía razón ¿para que ser inmaduro como el? Sólo terminarían mal las cosas, me retiré y salí del Castillo sin decir más, regresaría en la mañana por ellos

 

- Lo siento si lo moleste, Shruikan-elda. - dije suspirando mientras me daba la vuelta, no sería descortés molestando a otras personas, además, Eliott no tenía información, así que estaba bien, Kodoku me pidió hablar en privado por eso, para que nadie supiera, y yo no sería quien hiciera lo contrario, mire nuevamente mi mano donde estaba el pacto, cumpliría mi promesa aunque irónicamente esta me matara.

 

Taya

Habían pasado un par de horas en las cuales había perdido el tiempo paseándome por el pueblo en el que nos encontrábamos, esperando que en algunas de las vueltas la casa del líder estuviera despejada y para mi suerte si la habían dejado. Me encaminé nuevamente hacia allá y abrí la puerta de la entrada lentamente: nadie, suspiré de alivio y entre para encaminarme a mi cuarto por los largos pasillos.

— Que día...

 

La noche se pasó volando, casi no se sintió su reposo que solía brindarnos , el reloj maracaba las primeras horas de la mañana, volvi al Castillo y Aliste mis cosas para ir por un hermano mío.

Naibaf me hizo el favor de levantarlos con el típico sonido de la sartén y bajaron todos al comedor y se sirvió un poco de jamón para todos.

--Lucielle, Kira, se quedarán con el joven caballero, el les dará las indicaciones que necesitan -- me acerqué a lucielle nuevamente y le susurre al oído --¿aún quieres hacerlo?-- le pregunté y una vez que escuche su respuesta me levante y le sonreí. --Muy bien, vamos a por Blake --dije y en cuanto terminaron de comer salimos del Castillo.

Caminábamos regresando nuevamente al bosque tratando de localizar un poco de señales de vida de Blake

 

Suspiré, ya era hora de partir y no teníamos la seguridad de regresar, me acerque a Lucille y le di un pequeño abrazo.
- Cúidate. - le di un Casto beso en su frente y salí, después de hacer lo mismo con Kira.

 

Taya

Era momento de irnos, y nadie sabía si se lograría o no, pero así era la decisión que fue tomada y así se cumpliría. Miré a Lucille y Kira moviendo mi mano de lado a lado para despedirme, no volvería a despedirme hablandoles o terminaría llorando nuevamente y no lo haría una vez más.

— Adios...— susurré antes de empezar a seguirlos fuera del castillo en el que estábamos para adentrarnos por el bosque

 

Nos desplazamos por el bosque sin un rumbo aparente hasta que sin querer dimos en el supuesto escondite de la bruja, decidí entrar y supervisar pero nada, hasta que un fuerte ardor en mi pecho comenz a lastimarme me pose en el suelo un moment hasta que pasó y seguí adelante, para mi suerte el resto de los chicos no se percató de ello, salí de aquel cuchitril y les indique que me siguieran. Pude notar a taya totalmente rara y fera de lo común, me acerqué a ella y le susurre --¿estas bien?--