Let's be more than this...

Holaaaaa =D! gracias por los comentarios y las vistas ^^ tngo la conti pero.... es algo extraña ^^' espero q os guste =D:


Había pasado un mes desde lo de la carrera y no, aún no se me iba el enfado con Lauren ¡En lo único que deseaba era acabar con él! Dios… Pero en verdad quería matarle a besos…

Durante este mes me he dado cuenta de que siento algo llamado amor por Lauren, del cual no estoy orgullosa… ¡Es muy extraño esto para mí! No entiendo porque tengo la obsesión de besarle o de abrazarle…

Es de noche. Mis padres no están en casa. Estoy en mi balcón viendo el tiempo pasar mientras estoy en la compañía de Bon Jovi. Como no, estoy con mi pijama que consiste en un short negro y una camiseta de manga corta rosa pálido. A pesar de estar en Febrero, sentía mucho calor.
Hay luna llena… Tan bonita, tan redonda, tan luminosa, tan perfecta… Estoy enamorada de la Luna.

De repente… algo ocurrió. No sé porque pero empecé a oler y a tener mejor vista en cuestión de segundos. Me sentía caliente… Corrí rápidamente al baño y cogí un termómetro ¡Estaba a cuarenta y dos grados! Pero me sentía bien… ¡¿Qué me pasa?! Tranquila, Layla… mantén la calma.
Mi piel se puso más pálida de lo normal y empecé a notar un gran dolor en mi cuerpo que no me dejaba casi respirar. Cerré los ojos y caí rendida al suelo. Me ahogaba… me sentía fuera de mí. No podía sentir eso llamado oxigeno…

Empecé a chillar para intentar calmar algo de ese dolor mientras escuchaba la canción de The prince of love de Bon Jovi. Vaya ironía…
Sin poder evitarlo, empecé a llorar del dolor que sentía en el pecho y, en general, en todo el cuerpo. Sentía que iba a morir pero me daba un poco igual…

El dolor fue cesando pero sentía mucho calor. Estaba tirada en el suelo… sin poder moverme y sintiéndome como una roca pesada…
Abrí los ojos y vi en mi balcón alguien en cuclillas encima de la baranda. Un cuerpo de color negro pero unos ojos en forma de gato… Amarillos y con una forma de gato por dentro.

El dolor era pequeño pero no cesaba… decidí abandonar mi cuerpo y me desmaye.


Cuando desperté estaba tumbada en mi cama y alguien sentado a mi lado observándome. Era mi padre.

–Hola hija ¿Te encuentras mejor?

–¿Cómo? –no entendía nada… solo recordaba el dolor de mi cuerpo y la figura de mi balcón. Ya esta…

–Cuando he llegado te he visto en el suelo temblando ¿Estas mejor?

–Sí, claro…

–Menos mal –dijo mientras se iba hacia la puerta –Por cierto ¿Me puedes hacer un favor?

–Claro.

–¿Puedes ir a buscar a tu madre al trabajo? Hoy me toca hacer la cena y voy con algo de retraso.

–No te preocupes ahora voy. Deja que me vista e iré a por ella –él me sonrió y se fue.

Me vestí con un tejano roto largo, una camiseta con escote de V de manga larga negra y unas botas militares negras. Me maquille un poco: rímel
azul y por el interior del ojo negro. Cogí el móvil y la cartera y, todo seguido, fui a por mi madre.

Mientras caminaba, podía oler todos los tipos de aromas que había a mi alrededor. Olores fuertes. Olores amargos. Olores dulces… Era extraño. Nunca había tenido el olfato tan desarrollado.

Lo mismo me pasaba con la vista. Podía ver más allá que cualquier otro día, a pesar de que tengo miopía ¡Parece ser que se me había curado e incluso mejorado!

Cuando llegué al lugar de encuentro, lo que vi… me impacto mucho.

Una criatura… Llena de pelo pero con apariencia humana estaba degustando algo exquisito parece ser. Ese ser me dio miedo pero me acerque para ver que era.

–¿Hola…? –pregunte por instinto y sin saber que hacía. Mientras me acercaba, el olor que provenía de aquello que degustaba la criatura era apetecible pero al mismo tiempo me daba miedo.

Cuando pronuncie aquella palabra, la criatura se giro y era… era horrible. Parecía un cuerpo casi humano y con muchísimo pelo. Unos grandes colmillos y el cuerpo y la boca llenos de sangre y de carne. Estaba como tapando lo que estaba comiendo para que no se lo quitara.
No sé que me paso pero, por instinto, abrí la boca e hice una especie de aullido ¡¿Qué me pasa?! ¡¿Por qué no huyo?!
Me puse en cuclillas con los brazos y las manos hacia delante y empecé a rugir una vez más… ¡¿Qué me pasa?!

De repente, alguien llego. Se coloco delante de mí a gran rapidez y, con solo una mirada, hizo que la criatura se fuera corriendo con el rabo entre las piernas ¡Literalmente!

Por fin pude ver lo que aquella criatura estaba tapando. Mi… madre… ¿Mi… madre? ¡Mi madre!

Corrí rápidamente hacia ella pero no se podía hacer nada. Estaba desangrada y con el interior del cuerpo destrozado.

Sentí mucho dolor en mi pecho y no podía parar de llorar. Chille y llore hasta que mi cuerpo no podía más, pero aún así seguí. Mi madre había estado asesinada delante de mí y no había hecho nada para evitarlo…

Alguien llamo a la policía, podía oírlo por las sirenas del coche. Aquel ser que me había defendido me cogió de la mano y me tiro con fuerza hacia el bosque que había delante de nosotros.

–¡Déjame! ¡Mi madre está ahí!

–¡Layla! ¡No seas estúpida! –esa voz… era la de Lauren.

–¿Qué está pasando…? –le pregunte sin entender nada.

–Te lo explicare todo pero… debes huir. Bueno… debemos huir ya que, al intervenir a salvarte de ese ser, me he condenado también.

–¡No entiendo nada, Lauren! ¡Explícamelo!

–Te lo explicare en otro momento. Primero… debes de obedecerme.

Conocía a Lauren. Sabía que si no le hacía caso, no conseguiría lo que quiero.

–Está bien… ¿Qué tengo que hacer?

–Primero: tienes que ir a tu casa y hacer la maleta con toda tu ropa y todo lo que necesites…

–¿Cuánto tiempo estaremos fuera?

–Quizás… no volvamos jamás.

Aquello me dolió… ¿Jamás? ¿Y Adele? ¿Y Beth? ¿Y Cristina? ¿Y Papa?

–Sé lo que estas pensando y sí. Los echaras de menos pero… hay que hacerlo. Ya te explicaré porque. Debes ir a por tus cosas. Te acompañaré.

Fuimos hacia mi casa corriendo y por calles estrechas que no creía ni que existieran.

Cuando llegamos, las luces estaban apagadas aunque intuí que era porque habían llamado a mi padre por lo de mama…

Lauren se fue y me dijo que le esperara sin hacer ruido.

Cogí una mochila negra y guarde toda mi ropa, maquillaje, jabón para lavar la ropa, cepillo de dientes, cepillo de pelo, champú, etc. Lo que creí que era necesario. También cogí todo el dinero que tenia ahorrado desde que trabajaba en la guardería y más.

Cuando termine, Lauren ya estaba debajo de mi balcón con la moto. Le tire la mochila y después salté desde el balcón hacia el suelo. Lo hice por instinto… creí que caería de pie como los felinos y así fue.

–¡Rápido! ¡Sube! –me dijo él susurrándome pero algo nervioso. Me preguntaba porque esa prisa y escuche unos pasos lejanos y algunos rugidos junto al olor a sangre y a pelo mojado. Cogí la mochila y monte en la moto de Lauren sin pensármelo dos veces.

Aquellas criaturas nos seguían ¿Cómo podían saber donde estábamos? Claro… por instinto.

–¡Layla, tira tu móvil! –me chillo Lauren ya que con el viento chocando contra nosotros, la velocidad y el ruido del motor casi no se oía nada.

–¡¿Por qué?!

–¡Por que por eso nos están siguiendo! ¡Hazme caso!

Confié en él y lo tiré sin importar que.

Pasaron los minutos y Lauren aumento la velocidad. Por suerte ya no escuche más a esas criaturas y menos podía olerlos.

Lauren, precavido como es, no se fio y recorrió un par de metros más hasta que paramos en una gran pradera verde.
Aunque suene extraño, no he pasado nada de frio físico. Sera por la fiebre que me ha dado antes… ¡Creo que cogeré un constipado!
Estábamos sentados alrededor de un fuego que había hecho Lauren, comiendo algo que había traído él en su mochila y bebiendo un poco de agua que había en un lago cercano donde estábamos.

–Lauren… me gustaría que me explicaras a que venía todo eso de esos bichos, este cambio en mi cuerpo, lo de tirar el móvil, lo de… mi… madre…
–dije mientras recordaba la imagen de mi madre troceada y llena de sangre… No lo pude evitar y me mordí en labio inferior notando un pincho en mis
dientes ¿Qué me había pasado?

Me refleje en el lago y tenía dos colmillos… ¡¿Qué es esto?!

–¡Lauren, explícamelo ya! –le dije mientras me giraba de golpe y él suspiraba.

–Primero… intenta relajarte. Ven –me dijo mientras me ofrecía asienta a su lado. Me acerque y él suspiro de nuevo.

–Veras… aquellas criaturas son algo parecido a lo que somos nosotros.

–¿Nosotros? ¿Qué somos? ¿Qué soy? –él cerró los ojos y, por un momento, su cara cambio a como estaba la mía. Con unos pequeños colmillos y los ojos como un gato. Amarillos con una línea negra. Su piel también era pálida y, en tacto parecía frio, pero si era igual que yo… debería de tener calor por dentro. Él volvió a su aspecto original y me miro a los ojos.

–Somos… algo así como… lobo-vampiro.

–¿Cómo?... Me estas tomando el pelo ¿No? –le dije pero ya veo que no… Nadie puede cambiar de apariencia en pocos segundos.

–El cambio te ha sucedido esta noche ¿verdad? –le mire sin entender nada ¿De qué cambio habla? – ¿Hace unas horas te dolía mucho el pecho y no podías evitar llorar y chillar del dolor? Notaste tu piel más pálida de lo normal y tu temperatura corporal muy alta ¿Verdad? –simplemente, asentí
–Eres lo mismo que yo… mitad loba y mitad vampira.

–¿Cómo…? –pregunte asustada.

–Te explicaré la historia. Hace siglos, se desarrollo un gen en la naturaleza que se contagio al ser humano: la célula lobo y la célula vampira. Unos antepasados nuestros comunes, Santata y su hermano Tatanka, heredaron este gen. Santata heredo el de vampiro y Tatanka el de lobo. A pesar de ser dos hermanos de genes diferentes, no le dieron importancia. Santata se caso y se convirtió en el jefe de la tribu y tuvo una hija llamada Kya. Tatanka y Kya, a pesar de haber mucha diferencia de edad y diferencia de genes se enamoraron y… bueno Tatanka imprimo con Kya.

–¿Imprimo?

–Sí, del verbo imprimar ¿Nunca has leído esa saga llamada Crepúsculo? Los datos de ahí son verdaderos… –le mire sin entender nada –Imprimar es así como… Enamorarse, que has encontrado a tu otra mitad. Solo te preocupas por su felicidad aunque eso te haga infeliz.

–Ya veo… –vamos, lo que me pasa a mí con Lauren… pensé.

–Bueno, sigo con el relato. Santata no aprobaba su matrimonio ya que era dos especies diferentes y, además, Santata había acordado con un americano firmar la paz si se casaba con su hija Kya y así volver al género humano más fuerte. Kya y Tatanka huyeron y pudieron ser felices, de manera, que nosotros somos sus descendientes de años después. Mezclaron los genes y tenemos apariencia y rapidez de un vampiro pero los sentidos agudizados de los lobos.

–Ya veo…

–Obviamente, esto tus padres no lo sabían…

–¿Y tu como sabes tanto sobre esto? Además… mientras huimos tenemos un punto a donde ir ¿No? ¿A dónde vamos?

–Eres demasiado lista, Layla… –hizo una sonrisa y continuo –Vamos a conocer a los jefes de esta tribu. A Tatanka y a Kya.

–Pero… ¿Si esto paso hace muchos años?

–Los vampiros no mueren mientras que los lobos solo siguen con vida si impriman, de manera que Kya y Tatanka siguen vivos y están ayudando a
todos los que tienen estos genes. Tanto el vampiro como el de lobo.

–¿Tú fuiste? ¿Y qué aprendiste?

–Aprendí a controlar mis instintos tanto como de lobo como de vampiro y… también pude desarrollar mis poderes.

–Espera espera… ¿Tenemos poderes?

–Algo así. Habilidades desarrolladas, diría yo.

Él me miro y vio que no podía salir de mi asombro… mi vida había cambiado completamente en menos de veinticuatro horas, literalmente.

–¿Y cuáles son mis… habilidades?

–No lo sé… eso te lo tiene que decir Tatanka o Kya. Por cierto… lo estas pasando bastante rápido.

–¿El qué?

–La transformación de los primeros días… –cuando me dijo eso me acerque al lago de nuevo y vi mi cara. Solo tenía rastro de los colmillos pequeños y todo lo demás había vuelto a la normalidad.

–Si no te importa… me gustaría dormir un poco…

–Claro. No te preocupes… –él saco un saco de dormir y un cojín de otra mochila y me lo ofreció.

–¿Tu donde dormirás?

–No dormiré. Alguien tiene que hacer guardia…

–¿Quieres que ha…

–No. Ya la haré yo. Tú tienes que descansar… Demasiadas emociones en un día y cambios corporales…

–Gracias… –le di un beso en la mejilla y me fui a dormir. Me tape con el saco pero no tenia frio… era por costumbre.

Esa noche soñé tantas veces con mi madre… esta vez, esto no era un sueño pero como hubiera deseado que lo hubiera sido…



Gracias por leer, hasta la proximaaaa ^^
Besoos,

MoreThanThis,

 

Holaaaaaaaa ^^! como estais? bueno, lo siento por tardar pero es lo mismo d siempre... el colegio TT bueno, os dejo el capitulo (nt.: lo siento por la extensión ^^'):

Por la mañana vi que Lauren estaba secándose el pelo con una toalla. Solo llevaba un pantalón puesto tejano y su cuerpo estaba mojado y tan bien marcado… ¡Layla, contrólate!

–Buenos días, Layla –me dijo mientras se giraba y me guiñaba el ojo. Me había pillado…

Me sonroje y no le dije nada. Me gire y empecé a buscar en mi mochila el champú, la ropa, la toalla y todo lo demás.

–Me voy a bañar, si quieres… duerme un poco.

Vi como él se dirigía hacia el saco y se giraba para no mirar hacia el lago, donde me iba a bañar.

Deje caer mi ropa y me quite la goma que llevaba en el pelo, dejándolo deslizar por mi espalda.

Cuando entre al agua, estaba fría aunque era raro porque… sabía que estaba fría pero no sentía frio.

Me empecé a lavar el pelo y… se sentía bien. La espuma bajando por mi piel y el olor a flores del jabón… me gustaba. Malditos instintos… Cuando termine de bañarme, me seque el pelo con la toalla, me puse la ropa interior y me vestí con unos pantalones shorts negros, las botas militares y… pude notar como Lauren me estaba mirando… Me gire de repente le devolví lo que me había hecho antes.

–Buenos días, Lauren… –le dije mientras le guiñaba el ojo. Él se sonrojo y se volvió a dar la vuelta. Sin poder evitarlo, eché una risa. Me puse la camiseta del grupo Queen de manga corta pero que la corte y se convirtió en tirantes anchos y dejaba ver un poco mi ombligo y me maquille con el interior del ojo negro y rímel negro.

Mientras él dormía, desayune lo que vi que había preparado Lauren antes de bañarse. Un par de zumos que había cogido de su casa, supongo, y unas galletas saladas. Al contrario que él… odio el salado, pero no me iba a quejar, suficiente que se había acordado de traerme algo para desayunar.

Lo recogí todo, mientras él dormía, y termine colocándome mis piercings, tres en la oreja derecha y dos en la izquierda, el de la nariz y el del ombligo. Todos en forma de aro ¡Casi se me olvida! Tenía que ponerle la pomada y el papel a mi tatuaje.

Me lo hice en la espalda, en el omoplato izquierdo. Una nota musical con una estrella debajo. Como no… no llegaba. Normalmente… Siempre me lo curaba mama…

–Anda, trae… –me dijo Lauren mientras le cogía la pomada y el papel. Pude notar su piel tocando la mía y… solo con eso, ya era feliz. Con sus dedos, paso a reseguir casi toda mi espalda y eso… me gustaba, deteniéndome a acariciar cada cicatriz o cada marca que tuviera. Sí… hace un par de años me metí en unas cuantas peleas y conseguí un par de cicatrices en mi cuerpo, pero él… no las tocaba con asco, sino como… queriéndolas cuidar y sanar.

–Creo que… deberíamos poner rumbo hacia la tribu –dijo Lauren mientras me daba la crema y se levantaba. Fue hacia su mochila y vi como se rascaba la nuca y yo… no pude evitar sonrojarme y volver a colocarme la camiseta.

Fuimos hacia la moto y me colgué la mochila en mi espalda. Él arranco y yo subí después y pusimos rumbo hacia la tribu.

Recorrimos un par de horas por una larga autopista y a velocidad media. Sentía su cálida piel en contacto con la mía y… me gustaba. Apoye mi cabeza en su espalda y me deje llevar por el viento y el sonido del motor.

–Pararemos a comer ¿Te parece bien?

–Claro. Me muero de hambre.

Una vez paramos, fuimos hacia una cueva que había cerca de la carretera. Aparcamos la moto dentro y Lauren hizo un fuego para calentar la comida. Mientras comíamos, me atreví a iniciar una conversación.

–Oye… Las criaturas que nos perseguían el otro día… ¿Por qué nos perseguían?

–Bueno… es un tema algo delicado. Veras, hay una profecía que dice que el día que nazca una criatura de pelo negro como negras cenizas, ojos como el cielo y la piel como la nieve que posea los dos genes legendarios… Esa criatura será tan poderosa que nadie podrá ni si quiera acercarse a hacerle daño y que esa criatura deberá acabar con las malas criaturas que aprovecharon el gen para hacer el mal. Esa criatura… eres tú, Layla, y… una de las criaturas malas que intentan apoderarse de ti, el jefe de ese ejército es… Oscar.

–¿Yo? Pero si no se ni controlar mis cambios corporales.

–Eso es mentira. Normalmente, el cambio de humano al gen y del gen a humano tarda semanas e incluso meses, tu tardarte horas.

–Será una casualidad…

–Layla, no intentes inventar excusas para intentar evadirte de tu destino. Crece un poco.

–Tiene gracia que me digas eso –le dije mientras recordaba la imagen de mi madre muerta y troceada delante de mi… tire el plato y me fui a caminar.

–¿A dónde vas?

–A algún sitio a crecer –le dije siendo sarcástica.

Me aleje un poco de la cueva ¡¿De qué va diciéndome eso?! ¡Menudo imbécil! ¿Quién se cree que es? Ahora entiendo porque me lleva con él… para
que las otras criaturas no me entrenen y no le mate ¡Por puro egoísmo y egocentrismo! ¡Le odio! ¡Le odio! Aunque… ¿A quién quiero engañar? ¡No le odio! ¡No puedo odiarle! ¡Y me odio a mi misma por decir que le odio cuando sé que no es así!

–Vaya… hola gatita –desperté de mi frustración con esa frase. Esa voz, esa cara…

–¿Oscar…? –era él. Su cara, sus ojos, su piel… ¡Dios! ¡Daba miedo!

–¿Cómo estás? –me dijo mientras de su alrededor salían un par de criaturas, parecidas a la que mato a mi madre.

–Bien aunque… estaría mejor si esas cosas estuvieran lejos –le dije mirándole a los ojos.

–¿Esas cosas? Te recuerdo que se parecen a ti… –me dijo sonriéndome y guiñándome el ojo. No… ya no era el Oscar que conocí cuando era niña…

–No sé de qué me hablas.

–Sí que lo sabes, nena… Y vendrás conmigo.

–¡Nunca!

–Layla, no me gustaría que otro ser querido de los tuyos pagara las consecuencias… –no entendía lo que quería decir– ¿No lo sabes? Oh… que pena. La gatita perdió delante de su cara a su madre y no recuerda quien era…

–¿Quieres decir que esa noche…

–Sí, yo mate a tu madre… –dijo mirándome con una mirada muy siniestra. Segundos después… vi aquellos ojos que vi cuando me desmaye en casa y aquellos colmillos blancos pero me daba igual ¡Él acabo con la vida de mi madre! ¡Él!

Sin entender porque… empecé a aullar y a gritar muy fuerte. Me dolía la cabeza y no podía controlar mi cuerpo. Me puse en cuclillas, note como en mi labio inferior se clavaban dos cosas que pinchaban y como mis uñas se volvían más largas y puntiagudas y se insertaban en la tierras notando en mis yemas el contacto de la arena y la hierba mojadas por la humedad. En lo único que pensaba era en clavarle los colmillos a Oscar en la yugular.
En ese momento… apareció Lauren.

–Layla, relájate.

–¿Puedes leer mi mente?

–En este estado sí… Relájate, hazme caso. No controlas tu instinto y aunque seas muy buena desarrollándote… no sabes cómo llevar adelante una batalla. El deseo de sangre te puede.

Ahí Lauren tenía razón. Me fui relajando poco a poco sentándome en el suelo y respirando poco a poco. En cuestión de segundos ya estaba normal.

–Así me gusta. Lo has hecho bien –me dijo Lauren sonriéndome –Ahora… permíteme que me encargue.

–Vaya… hola Lauren.

–Cuanto tiempo, Oscar…

–Veo que tú eres el que la protege ¿No?

–¿Tienes algún problema?

–Tú eres mi problema.

Recuerdo esa frase… Esta escena se repetía en mi sueño. Espero que no pase lo que pasaba en aquel sueño…

–Me alegro de ser tu problema.

Todo fue tan rápido que apenas me entere de nada… ¡Lauren se transformo en forma de lobo! Nunca había visto una transformación completa. No era como aquellas criaturas mitad humano-mitad lobo. Se parecía a un lobo normal pero… enorme. De pelo negro y mucho pelo.

Cuando me quise dar cuenta, Lauren ya había acabado con todos los lobos y estaba en el suelo jadeando.

–Ya veo que no es un mito… que los que son como vosotros no se pueden transformar a la luz del sol. Es una pena que vayas a morir –dijo Oscar mientras volvía a la misma forma que antes. Por lo que se ve… Oscar era un vampiro.

Quería proteger a Lauren pero había una fuerza que me lo impedía.

¿Qué es esto?

–Layla, quiero que cuando cuente hasta tres… te vayas corriendo. Coge mi moto, la tribu está recorriendo toda esta carretera recta. No hay pérdida.

–¿Y tú qué?

–Como tu protector… tengo que acarrear ciertas obligaciones. Debes obedecerme.

–¡No te dejare aquí!

–Estúpida…

De repente… note a mi cuerpo liberado y Lauren le había dado un golpe a Oscar, lo suficiente como para mandarlo lejos y que este huyera.
Necesitaba refuerzos…

–Esto no ha acabado aquí. Nos volveremos a ver, nena… –y, en una cuestión de segundos, ya no estaba. Corrí rápidamente hacia Lauren y estaba en el suelo, jadeando y desnudo ¡Relájate, Layla!

–¡Lauren! ¡Ya está! ¡Ya se ha ido! –le dije preocupada mientras me pasaba su brazo por mis hombros y lo llevaba hacia la cueva. Su cuerpo pesaba pero me daba igual ese peso. Debía mantener la calma.

Cuando llegamos, lo vestí lo mejor que pude y sin mirar. No quería que se sintiera incomodo. Le puse su ropa interior y un pantalón, lo primero que vi antes de que empezara a gritar y a aullar.

–Tranquilo, Lauren. Tranquilo… –le dije mientras le intentaba relajar.

¡Layla! ¡No dejes que me muerda la lengua!

Me dijo él por la mente siendo consciente de su instinto y de su mente. Él creía que pondría un objeto o algo pero… lo primero que se me ocurrió para pararlo fue poner mi brazo.

Él abrió los ojos de par en par y me vio a mí encima de él intentando que se relajara.

–Tranquilo… ya ha pasado todo –eso era lo que me decía mama cuando me pasaba algo malo para relajarme… Él continuó chillando y mordiendo más fuerte sin poder evitarlo.

¡Estúpida! ¡Quita el brazo!

–¡No! ¡No hasta que estés mejor!

No quiero hacerte daño…

–No me lo estás haciendo… –le dije mientras le acariciaba la frente y él me miraba sorprendido.

Pasamos horas así… viendo como él sufría y sin tener ni idea de que hacer. Se movía muy bruscamente y vi como su cara iba cambiando a forma de lobo o de vampiro de forma involuntaria… ¡¿Qué debo hacer?!

Pasaron unos segundos más y Lauren dejo de hablarme pensando. Cuando le mire tenía los ojos cerrados. Pensé que se había quedado dormido y, por instinto me recosté en su pecho pero… no me gusto lo que oí, porque no oí nada. Ni su respiración y tampoco su pulso…

–¿Lauren? Venga… no hagas bromas…

Pero vi que no se movía.

–¡No me hagas esto! ¡Hemos llegado muy lejos como para que ahora te rindas! ¡¿Me oyes?! –sin poder evitarlo cogí su cabeza y la coloque en mi pecho y, sin poder reprimir el llanto… empecé a llorar –¿No me oyes…? ¡He imprimado contigo, imbécil! ¡Te quiero! ¡No te vayas! ¡Te necesito!
No podía parar de llorar y no escuchaba ni su latido ni su respiración… Mi pecho me ardía y mi cuerpo lo estremecía con fuerza hacia mí… Me quería morir. No quería vivir si Lauren no estaba vivo… Creí que todo había terminado pero… algo ocurrió. Lauren se movió.

–¿Layla? –pregunto él alejándose de mí y mirándome a los ojos.

–Lauren… ¿Estas… bien? –le pregunte mientras aun seguía llorando. Le acaricie la cara y volví a notar su calidez que creía haber perdido.

–Estoy bien… –me dijo y, todo seguido, me acaricio la mejilla para que me relajara. Sin poder evitarlo, lo abrace fuertemente escondiendo mi cabeza en su pecho y me no pude parar de llorar en todo el rato.

–¡No vuelvas a hacer eso! ¡No te pongas al peligro más! ¡¿Me has entendido?!

–Sí… Te haré caso… –todo seguido, él me abrazo y me beso en la cabeza–Por cierto… gracias.

–¿Gracias por qué?

–Por decirme lo que sentías.

¡¿Cómo?! ¡¿Qué dije que?!

–¿Qué dije?

–Ya sabes… “Te necesito” “No te puedes rendir ahora” “No te vayas” –dijo imitándome, pero sin dejar de abrazarme.

–Tonto… –susurré mientras le mordía el pecho. Por hice por instinto…

–¿Sabes? No has estado nada mal y creo que conozco una habilidad tuya.

–¿Cuál? –le pregunte mientras le miraba a los ojos.

–Curar.

–¿Curar?

–Mientras llorabas, has hecho que volviera a estar consciente.

–¿De verdad…?

–De verdad.

–¿De verdad de verdad?

–Sí.

–Ya veo… –dije mientras me sonrojaba.

–Por cierto… me gusta esta postura pero… ¿No querrías cambiarla a algo con un poco más de acción? –me soltó. Cuando me quise dar cuanta… estaba sentada encima de él mientras nos abrazamos. Me levante rápidamente sonrojada y me fui a recoger un par de cosas de la mochila. Él se empezó a reír.

–¡No me hace gracia! –pero él seguía riéndose –Nunca… me han besado…

Él, de repente, se calló y me miro atónito. Me sonroje de nuevo y me di la vuelta para que no me mirara.

–Layla.

–¿Qué?

–Tienes el brazo sangrando –mire mi brazo y era verdad. Estaba así desde que Lauren me pidió que le ayudara.

Mierda…

–Anda, ven aquí.

Me dijo mientras me sentaba a su lado y él me curaba la herida.

Solo pensar que podía perderlo… me mataba. Ya lo había decidido… Acabaría con Oscar. No permitiré que nadie más lo pase mal por unos estúpidos genes mal usados…


¿Qué os ha parecido ^^?
Muchas gracias por leerlo,
saludooos.


-MoreThanThis.

 

Muchas gracias por comentar^^ con respecto a tus preguntas... bueno, Oscar es un personaje bastante imprevisible pero no bien, sino mal. Puede que casandose con Layla la mate, o la torture, o la utilice, o le haga avergonzarse de ella misma influenciandola, etc. es así de retorcido.

La pregunta sobre si Lauren se entero de lo de Layla... no, no se entero pq los lobos (en el caso d los dos vampiro-lobo) solo se pueden comunicar en forma o medio-forma de lobo o en forma de vampiro alguna veces, asi que no se ha enterado en ese momento porque Layla aún estaba asimilando los genes en el cambio de su cuerpo, al no estar desarrollado no es del todo fiable recibir la información, pero una vez el cuerpo adaptado se escucha todo xD pero insisto, solo en la forma transformada.

Espero haber respondido bien a tus preguntas. Gracias de nuevo ^^
Besos,

-MoreThanThis.

 

Holaaaa =D! lo siento por tardar tanto pero, como siempre digo y siempre es verdad, malditos examenes/colegio TT pero pille un momento y continue =) solo.... q me salio demasiado extensa ^^' espero que eso no sea un problema. Espero que os guste =D :

A la mañana siguiente, cuando desperté vi que Lauren ya estaba mejor. Habíamos dormido toda la noche abrazados y eso me gustaba…

–Buenos días, nena.

–Buenos días –le dije mientras le abrazaba de nuevo y me volvía a recostar en su pecho.

–Me gusta estar así pero… hay que llegar a la tribu.

–Está bien… –le dije mientras me levantaba.

–Vete a bañar, hay un lago aquí cerca. Preparare mientras el desayuno.

–Está bien, ahora vengo… –le dije mientras cogía la toalla y la ropa de mi mochila.

El lago estaba a pocos metros de allí, no había pérdida. Me empecé a desnudar y me metí al agua. Volví a notar esa sensación extraña de no notar la temperatura del agua fría… cuando el agua toco mi brazo, me empezó a escocer… el brazo donde Lauren me mordió pero no me importaba…

Cuando termine me empecé a vestir pero menuda suerte que siempre me acompaña… me había dejado el sujetador y la camiseta en la mochila. Me puse las botas, las bragas y el pantalón short… Me tape con el pelo hacia delante y mis brazos y me acerque a la cueva con mi cuerpo algo mojado y sonrojada…

–¿Ya est… –pero Lauren no termino al verme de aquella manera.

–Me he dejado un par de cosas en la mochila… –le dije mientras me sonrojaba y me acercaba a ponerme la ropa interior. Él se giro sonrojado para no mirarme supongo… que para no sentirme incomoda.

Cuando me puse el sujetador le volví a pedir ayuda con la pomada de mi tatuaje y él hizo lo mismo que el día anterior… acaricio mi piel poco a poco pero, a diferencia de ayer, me beso en cada una de mis cicatrices y marcas… cuando se fue acercando al tatuaje… lo suficientemente cerca de mi cuello y de mis labios… Me empezó a acariciar la oreja con su mano y al final poco a poco se fue acercando a mi pero el sonido de una rama quebrarse hizo que nos giráramos rápidamente pensando, al menos por mi parte, que podía ser Oscar; pero… era un simple conejo que había pisado una rama. Al final, Lauren se levanto yendo hacia su mochila y rascándose la nuca. Quise decir algo pero no sabía que decir… ¿Sigue con lo que estabas haciendo? No, sabe que no soy así…

Me termine de vestir con una camiseta de The Rolling Stones con la lengua hacia fuera en toda la camiseta y, igual que la de Queen, también la había roto de la misma manera. Tirantes anchos y se me veía un poco el ombligo.

Pude ver como Lauren se dirigía hacia fuera de la cueva lentamente ¿Estaría esperando a que le dijera algo?

–Me voy a bañar, no sufras –dijo guiñándome el ojo.

–No lo hago –le dije mientras me giraba y me empezaba a maquillar con la línea del interior del ojo negra y un poco de rímel y labios un poco rojos. Me coloque todos mis piercings, tres en la oreja izquierda, dos en la oreja derecha, uno en la nariz y otro en el ombligo. Todos en forma de aro.
Desayune rápidamente aquello salado, que no soporto… pero bueno, es lo que hay y empecé a recoger todo. Las mantas, los cojines, los artilugios de cocina, la comida, etc. Mientras… mi caja de música se abrió y empezó a sonar. Una canción que mama siempre me cantaba antes de irme a dormir que solo se abría con el collar que ella tenía, que ese mismo día me dio… Sin poder evitarlo, le di cuerda y la empecé a cantar… Aquella melodía, aquella letra escrita por las dos, aquella sensación de que nos necesitábamos mutuamente… Empecé tarareando con una eme el sonido de la melodía y todo seguido nuestra letra mientras recordaba aquel día de las juntas… en mi habitación… (Nt.: La canción empieza en el minuto 2:18 -> http://www.youtube.com/watch?v=3W2AN1IA__g&feature=related )

Piensa en mí, siempre así…
Haz que el sueño, recuerde…
Tú vendrás, junto a mí…
Cuando llegué diciembre…

Apreté la caja contra mi pecho y empecé a llorar de nuevo…

–¿Layla? –era Lauren… me gire rápidamente para no me viera en ese aspecto.

–¿Si?

–¿Estás bien?

–Claro ¿Por qué no iba a estarlo? –le dije sonriéndole y guardando la caja en la mochila y
colgándome el collar. Él se acerco a mí y me quito la lágrima que había en mi mejilla.

–Tenemos que ir a hablar con Kya ya… y que te explique todo.

–¿Que me explique qué?

–No te lo puedo contar… todo a su debido tiempo.

No entendía esa frase pero mejor no discutir con Lauren… Los dos somos muy orgullosos y muy cabezotas… Ninguno dará su brazo a torcer. O los dos o ninguno…

Recorrimos un par de metros más con la moto hasta la tribu. No sé porque pero… estando en la moto quise pedirle a Lauren que diera la vuelta y me llevara hacia cualquier sitio pero no quería llegar a aquel lugar…

Cuando llegué lo que vi era demasiado agradable… Había unas cinco tiendas de campaña antiguas y una fogata en medio enorme. Al lado izquierdo había un gran bosque de arboles con flores rosas y blancas, simplemente, precioso…

Sin darme cuenta, habíamos caminado hacia la tienda principal donde estaban Tatanka y Kya.
Tatanka era un hombre alto y fuerte de piel morena, pelo negro y ojos negros. Bastante guapo… ¡Menos mal que imprimo joven!

Kya era todo lo contrario a él. Pálida de piel, ojos marrones muy claros y, simplemente, preciosa. Sin duda, un ejemplo a seguir…

–Eres Layla ¿no? –me pregunto Tatanka.

–Sí, Tatanka, es ella.

–Has hecho muy bien, Lauren, ves a cambiarte –este asintió y se fue.

–¿Como estas, Layla? –esta vez, hablo Kya.

–No lo sé…

–Me imagino que algo desconcertada. No te preocupes… te ayudaremos –me dijo con una gran sonrisa. Ella se levanto y me ofreció su mano para irnos –Ven, te daré tu ropa –en ese momento me di cuenta de que todo el mundo llevaba unas ropas que parecían indios de época… ¡Era muy guay!

Me llevo a la segunda tienda y me ofreció un vestido marrón que acababa en punta en la parte de la falda, que era hasta las rodillas, y en la parte de la camiseta también. La camiseta era de doble tirantes, es decir, de tirantes normales y a los lados, debajo de los hombros, otros tirantes. Para terminar me dio un brazalete en la mano izquierda que parecía controlar el instinto de lobo, un collar para purificar la sangre vampira y una cinta en el pelo para decorar ¡Gran combinación! (Nt.:Este seria el vestuario más o menos para que tengáis una imagen más visual, y el de los chicos es lo mismo que la parte de abajo, solo que en pantalón -> http://www.posterspoint.com/laminas/rub/8/886038.jpg )¿De zapatos? Descalz.

–Te queda muy bien, Layla.

–Gracias Kya…

–Vamos, no estés triste… Todo se pasa, hazme caso.

–Ya pero…

–Ya lo sé… sería más fácil si no hubiera visto a tu madre morir delante de ti ¿verdad?

–¿Tu como sabes…

–Puedo leer la mente de las personas.

–Ya veo…

–No te preocupes, no lo hago muy seguido –dijo riéndose. De repente entraron a la tienda Lauren
y otro chico, que solo llevaban un pantalón marrón con el collar y el brazalete, en el caso de Lauren, y el collar en el caso del otro chico.

–Layla, te presento a Sam. Otro chico con problemas con los genes que ha venido a aprender a controlarlos.

–Hola Sam, encantada.

–Lo mismo digo… -pude ver como no dejaba de mirarme detalladamente… tuve miedo por un momento.

–No, Sam… Sabes que no debes –este se giro y se fue fastidiado. Lauren le siguió.

–¿Qué pasa aquí?

–Veras… eres la única chica que ha venido aquí a entrenar y le sorprende tu rapidez en el cambio.
Tardaste horas cuando él tardo casi un mes.

–Ya veo…

–No te desanimes. Ven, vamos a empezar con el entrenamiento –Kya me llevo hacia la gran explanada donde había un césped muy verde y flores. Estaba bastante cerca de las tiendas y así se podía controlar lo que pasaba y lo que no. Kya me hizo sentarme en el suelo cerca de ella.

–¿Qué se supone que tengo que hacer?

–Tienes que sentarte con las piernas cruzadas y escuchar a la naturaleza. Deberás hacerle caso…

–¿Eso qué quiere decir?

–Si la naturaleza te pide que levantes un brazo, lo haces…

–¿Y esto para qué sirve?

–Para saber que habilidades tienes y poder entrenarlas.

Así que empecé. Podía oír los cantos de los pájaros… esos ruiditos extraños que no podre llegar a entender nunca como lo pueden hacer. Después… empecé a oír las hojas de los arboles acariciarse a lo lejos y… era bastante relajante. A agregar el sonido del agua cayendo por la cascada cercana al chocar la fuerza del agua con el agua quieta… Era demasiado bonito para ser cierto. Creo que había sido el único momento en mi vida, desde que empezó mi cambio, en que me había relajado un poco.

Cuando desperté, estaba sentada normal pero Kya estaba bastante sorprendida.

–¿Qué sucede?

–Simplemente… estoy asombrada. Después de verte moverte sé cuál es tu habilidad bueno… habilidades –la mire esperando a que continuara –Puedes controlar todos los elementos, lo cual es extraño… normalmente a los que tienen una genética como la tuya, poseer los dos genes, tienen una habilidad o dos pero tú tienes cinco.

–Pero si los elementos son cuatro: fuego, aire, tierra y agua.

–Espera, te explico. Primero, tu punto fuerte son los elementos. Segundo, puedes leer las mentes más impuras. Tercero, habilidad de curación. Cuarto, una gran resistencia física. Quinto, capacidad de transformación rápida y segura, es decir, puedes transformarte a la luz del sol.
No salía de mi asombro… ¡¿Tengo cinco habilidades?!

–Por eso Sam te envidia. Solo tiene una habilidad y no la controla del todo bien.

–Ya veo…

–No te preocupes. Al final os llevareis bien.

–Eso espero, Kya. No me gustaría tener ningún percance en mi estancia aquí…

Kya me abrazo. Sabía que aunque intentara hablar de otra cosa, en mi mente solo había la confusión, el miedo, la rabia y la impotencia ¿Razón? Malditos genes que hicieron morir a mi madre… Miedo de no ser lo suficientemente fuerte para soportar todo… Rabia de no poder hacer una vida normal y de no poder volver a ver ni a mis amigas ni a mi padre… e impotencia por no haber podido salvar a mi madre cuando tuve la oportunidad.

Lloré como hace tiempo no lloraba en su pecho y me desahogue tanto como mis pulmones me permitieron. Me dolía la garganta, el pecho de gritar y los ojos de llorar pero aún así ese dolor físico no se podía comparar al dolor psicológico. Ese sentir que estaba sola y que siempre lo estaría, que casi nadie me podía entender,…



Paso un año desde que descubrí mis habilidades y empecé a entrenar junto con Sam, que podía leer las mentes impuras igual que yo. Gracias a eso nos hicimos muy amigos.

Lauren… estaba bastante distante pero me seguía ayudando. No entendía porque se distanciaba cuando me veía riendo con Sam. Por mi parte… quería que se uniera a la conversación pero él hacía ver que no nos escuchaba y se iba además de que Sam nunca me dejaba a solas con Lauren…

–Layla ¿Estas lista? –me pregunto Kya mientras esperaba a que me vistiera, me dijo que me tenía que enseñar algo…

–Ahora salgo.

Cuando salí, era de noche y el campamento estaba oscuro. Solo se podía ver la hoguera del centro para ahuyentar a los animales para que no nos molestaran sus ruidos.

–Ven, no está muy lejos.

Me fie de Kya. Era la única mujer del campamento y con quien que sentía que podía contarle cualquier cosa, casi como una madre o un familiar muy cercano. Sentía que si Kya no hubiera estado ayudándome y apoyándome… me hubiera derrumbado en el intento de sobrevivir.

Travesamos el bosque prohibido, donde nunca se nos dejaba entrar ¿Qué se le había perdido a Kya aquí?

De noche era precioso… era un bosque tétrico pero con varias luces a causa de las luciérnagas
que dejaban ver toda la vegetación y, además, nos iluminaban el camino.

Podía sentir la tierra mojada bajo mis pies… aunque no lo creáis, no hacía daño, todo lo contrario… se sentía como una nube aunque, según Tatanka, es porque los elementos siempre están de mi parte e intentan no hacerme daño.

Llegamos al otro lado del lago, a una cueva donde había un embalse de agua muy limpia y clara. Daba miedo hasta tocarla de lo perfecta que era. Además… se iluminaba por la luna. Pude ver un par de ranas saltando de flor en flor jugando con las luciérnagas.

Kya se sentó en el borde del lago metiendo sus piernas en el agua y me invito a sentarme con ella.

–Ya hemos llegado, hermana –dijo Kya sonriendo y mirando hacia el agua.

En el agua se empezó a formar una forma que al principio tuve miedo pero esa olor y esa sensación… Poco a poco vi la silueta de… mi madre.

–Hola Layla, que cambiada te veo.

–¿Mama…?

¿Era mi madre de verdad? ¿No estaba soñando? ¿Estaba despierta? ¿Por qué mama conoce a Kya? ¡¿Qué está pasando?! De repente… mi madre me abrazo. Era ella… su piel, su olor, su sensación,… Las dos empezamos a llorar sin poder evitarlo y la abrace con todas mis fuerzas para saber si todo era un sueño o si era realidad.

–Tranquilízate, Layla… Todo tiene una fácil explicación… Te contare la historia –me dijo mama mientras se secaba las lágrimas y se sentaba encima del agua con las piernas cruzadas en forma de indio –Todo empezó hace mucho tiempo. Kya y yo somos hermanas y… tuvimos que huir de la tribu de Santata al enterarse que su hija pequeña se había enamorado de su hermano.
Obviamente, me opuse a que nuestro padre la castigara y por eso tuve que huir con ellos. En la huida, decidimos que nos separaríamos por el bien de las dos, ya que nos venían persiguiendo para matarnos, y que nos volveríamos a encontrar pero eso nunca paso a muy pesar mío… Los antepasados de Oscar me secuestraron e intentaron que dijera el paradero de mi hermana y de Tatanka ya que ellos dos podían ayudar a los seres como nosotros.

–¿Y porque se oponían a que los ayudarais, Kya?

–Porque así ellos los podrían utilizar como armas… desde el principio educados para matar mientras que los que son como Lauren o como tú venís por propia voluntad a aprender a auto controlaros.

–Ya veo…

–Pero nunca dije nada así que estuve por años en un laboratorio haciéndome pruebas para que hablara, pero… conocí a tu padre. Con él imprime y él me saco de allí.

–¿Papa? ¿Papa sabe todo esto?

–Sí y… desde el principio sabíamos que pasaría esto.

–¿Cómo?

–Tu madre… tiene la habilidad de ver el futuro.

–¡¿Y porque nunca me dijiste nada?! –le pregunte mientras me levantaba de repente.

–Quería mantenerte a salvo de todo esto, cariño… creí que te podría salvar de este destino. No quería que fueses la leyenda de una profecía… No quería que fueses la princesa olvidada.

–Pero tus visiones… –no me dejo terminar la frase.

–Mis visiones son algo subjetivas… el futuro siempre puede cambiar –estuvimos unos segundos en silencio y me volví a sentar al lado de Kya.

–¿Y qué más paso?

–Lo siguiente que paso es lo que has vivido y… no te puedo adelantar nada.

–¿Por qué?

–Porque si no, no podrás rectificar de tus errores.

–¡Eso no es justo! –le dije mientras hacia un puchero.

–Vamos Layla, no te enfades –me dijo mientras me hacia cosquillas. Como sabia mis puntos débiles…

–Eso sí… Hacedme caso. Las dos…

–¿Qué sucede?

–No os fieis de Sam.

–¿Eso porque, mama?

–Me tengo que ir… los sueños de tu padre me reclaman. Te visitaré pronto, hija… Cuídate hasta entonces.

Y tal como vino… desapareció.

Kya me pasó el brazo por los hombros esperando una respuesta por mi parte pero… lo único que se me ocurrió hacer fue coger un poco de esa agua entre mis manos y… darle un beso.

–Layla, tenemos que volver al campamento.

–Sí. Será lo mejor…

Volví a dejar el agua en su sitio con la mayor delicadeza posible y seguí a Kya.

Ninguna dijimos nada en el camino de regreso y en lo único en que pensaba era en mi madre… Se podría decir que estaba un poco mejor.

Cuando salimos de aquel bosque, lo primero que vi fue a Sam.

–Hola, Sam –le dije mientras le sonreía.

–Hola…

–¿Te sucede algo? –le pregunte mientras me miraba a los ojos… Esos ojos… me dieron miedo por un momento.

Pero no respondió… Me beso ¿Me… beso…? ¡Me beso! ¡¿Cómo?! ¡¿Qué es esto?! ¡¿Qué sucede?!
Me aleje rápidamente de él y le di una bofetada.

–¿Quién te crees que eres para besarme?

Escuche como algo caía al suelo y todo seguido… un gran silencio.

Lauren.

–¿Lauren…?

–Ya veo que esto era lo que decías que escondías, Sam.

–¿Cómo? ¿Qué es lo que escondía?

–Olvídame, Layla.

Todo seguido, él empezó a andar rápido hacia el bosque prohibido. Sin entender porque, le empecé a seguir mientras lloraba de nuevo.

¿Por qué Sam me ha hecho esto? ¿Por qué Lauren se va así? ¿Por qué no responde a mis gritos?

–¡Lauren!

Él paró en seco y vi como salían un poco sus colmillos de lobo.

–¿Lauren…? –le pregunte mientras le intente acariciar la cara pero él quito mi mano y se giro.

–Vete.

–No…

–Vete.

–No lo haré.

–¡Que te vayas! –me chillo mirándome a los ojos con furia.

–¡No lo haré! –Lauren no me daba miedo… era imposible que me hiciera daño porque hasta con eso
sería feliz si viene de su parte…

Me acorralo contra un árbol y vi como sus uñas también se marcaban y las introducía en mi piel por la ira. Después empezó a aullar y vi como salía fuera de sí.

¡Layla, vete!

–¡No lo haré! ¡No pienso dejarte en este estado!

Si no te vas… te haré daño.

–No me importa…

Si no te vas podría incluso matarte…

–Mi vida no vale nada si no consigo ayudarte…

Estúpida…

Todo seguido… Lauren me mordió en el cuello y note como sus colmillos se introducían en mi piel…
Empezó a beber un poco de mi sangre.

En una de las clases de Kya, nos explico que los que tienen la genética como Lauren y yo… cuando están a punto de transformarse por culpa de la ira lo mejor que pueden hacer es beber un poco de sangre de la persona o ser que esta provocándole esa ira.

Es decir que… yo estaba haciéndole daño a Lauren ¿Por qué…?

Conocía una manera para hacer que Lauren volviera a la normalidad rápidamente pero me daba miedo hacerle daño pero si seguía así… podría sufrir una sobrecarga de líquidos y podría tener problemas.

Con mi mano derecha concentre un poco de energía curativa y le di un golpe en el pecho, en la zona contraria al corazón. Todo seguido, él se quedo inmóvil y, segundos después, reacciono. Se alejo de mí y me miro… estaba llena de sangre y estaba un poco asustada pero… de Lauren ya estaba acostumbrada a verle en ese estado.

–Lo… siento… –me dijo él mientras se dirigía hacia su camino original.

–¡¿Por qué huyes?!

–No huyo de nada…

–¿A no? ¿Pues porque no me dices que te molesta? Sabes perfectamente porque me has mordido
y bebido mi sangre…

–No te lo voy a contar.

–¿Hay alguna razón por la cual desconfíes tanto de mi?

–No te lo puedo contar además… ¿Por qué ese interés, Layla?

–¡Por qué me importas mucho! –Lauren se giro de repente a mirar pero algo paso… Sentí una brisa
y un aura malvados igual que empecé a ver unas siniestras imágenes en mi cabeza…

Ese olor, esa sensación,… ¡Oscar!

–Tiempo sin vernos, gatita…

–¿Qué haces aquí, Oscar? –le pregunte sorprendida…

Eso quiere decir que si ha llegado aquí es porque ha llegado al campamento y cogido a Kya,
Tatanka, Sam y a los demás…

–Muy aguda, Layla –me dijo Oscar mientras me señalaba hacia una jaula donde estaban todos menos Sam. Un momento… ¿Dónde está Sam? –Sam esta de mi lado… todo fue un juego para que este saco de huesos de pelo mojado y tu discutierais y estuvieras débil para poder capturarte. Entrégate.

–¡Nunca!

–Bien… tendré que hacerles daño a uno de ellos… ¿Verdad? –me dijo mientras unos cuantos vampiros y lobos saltaban encima de Lauren y le empezaban a pegar.

Vi su cara de dolor… de no poder levantarse… Empecé a escuchar sus huesos quebrarse y todo su cuerpo lleno de sangre…

–Para…

–¿Cómo?

–Basta.

–¿Qué dices, Layla?

–¡Que pares! ¡Ya vale!

–No has dicho la frase mágica –que ser tan mezquino y repulsivo puede llegar a ser…

–Me… entrego…

–¿Cómo has dicho?

–¡Que me entrego!

–Eso es lo que quería oír… Ven aquí… Te llevaré hasta tu habitación, princesa olvidada.

Oscar me llevo hasta una jaula con ruedas y me encerró como a un animal… como aquello que era. Una simple loba… Una simple vampira… Una simple princesa olvidada…


¿Qué os ha parecido?
Ya avise de que era algo extensa ^^'
Espero q os haya gustado =D
Saludos,

-MoreThanThis.

 

Hola Shayury =D! bueno, te respondere a las preguntas de la mejor manera que sepa y sin desvelar nada de los proximos capitulos jajajajaj:




¿Por que solo hay dos chicos en la tribu, es decir Layla y Kya?: La explicación es facil. Cuando van a aprender allí es como si fuese un curso y claro, una vez aprenden a controlar sus instintos y demas se tienen que ir a seguir con su vida (Como se se fuera al colegio por un tiempo por así decirlo xD). Obviamente ha habido chicas antes en el campamento pero por sus dimensiones (Recuerda que solo hay 5 tiendas) no puede haber mas de los necesarios.

¿Por que es malo Sam, con lo bien que me ha caído?: Sam es un personaje que, si te fijas, al principio le caía mal Layla porque, segun Kya que le leía la mente, ella habia aprendido antes que él el proceso de transformación pero la verdadera razón es que esta siendo controlado por Oscar ya que, como se dice más adelante, cuando los capturan les hacen un labado de cerebro para solo obedecer a oscar y a sus secuaces.

¿La madre de Layla esta viva o muerta?: Esta muerta pero... es como un fantasma. Se me olvido mencionar en el capitulo que cuando un lobo o con los genes imprima nunca muere, sino que es un fantasma y puede divagar allí donde quiera pero solo pueden verle en sueños o las personas que poseen alguno de los dos genes o uno. Por lo tanto, la madre de Layla esta muerta pero esta y Kya la pueden ver por los genes y, el padre de Layla, solo la puede ver en sueños porque él no tiene ninguno de los genes.

¿Por que Lauren se enfado con Layla?: Eso no te lo puedo responder jajajaja se tiene que ir viendo más adelante aunque es demasiado obvio xD pero como los dos personajes son muy orgullosos... ninguno da su brazo a torcer hasta que uno de el paso.


Espero haber aclarado tus dudas jajaja si hay algo que no se entienda, me puedes preguntar cuantas veces quieras ^^ Muchas gracias por comentarme =D

Saludooos,


-MoreThanThis.

 

Hola holita =3! Aquí traigo la continuación y de nuevo pido disculpas por tardar pero es q... es lo mismo de siempre + problemas familiares TT Y tambien muchisimas gracias a aquella gente q me sigue comentando y apoyando =D. Sin mas demora, aqui va ^^:

Oscar me llevo a un gran palacio pero no el típico palacio de cuento precioso blanco con detalles dorados sino… un palacio oscuro, tétrico y antiguo. No me desagradaba su aspecto exterior pero si su aspecto interior… más que nada, porque me llevaron a las celdas dónde me ataron con unos grilletes como a un vulgar animal que no puede controlar sus instintos.

Era un espacio cuadrado con una gran ventana con unos barrotes y, su única puerta, era pequeña y de metal, de la cual manera, no podía intentar salir porque solo tenía una rendija en la parte superior para ir controlando a la bestia.
Allí me encontré con alguien inesperado… Mama.

–¿Mamá? ¿Qué haces aquí?

–Vengo a verte ¿Cómo estás? –me pregunto mientras me abrazaba. Obviamente, los guardias no podían verla y si me miraban a mi pensarían que
estoy dormida pero en realidad… la estaba abrazando y ella me consolaba.

–¿Cómo crees que estoy? Atada como un animal y probablemente los demás lo estén pasando mal por mi culpa…

–No lo creo, cariño… Todos están sanos y salvos. Oscar los soltó cuando te tuvo a ti en la jaula.

–¿De verdad?

–Te lo prometo.

–Menos mal… –le dije mientras no podía evitar sonreír con alivio.

–Eres demasiado buena, mi niña.

Pasaron las horas, los días, las semanas,… y seguía allí. Con mi madre y, de vez en cuando, me traían comida y agua. Eran pocas porciones pero, al saber controlar los elementos, podía formar más cantidad de alimentos.

Oscar venia de vez en cuando y me obligaba a obedecerle pero no lo conseguía. Y, aunque me producía más alimentos para sobrevivir, no eran suficientes.



Aquella noche… todo cambio.

–Pero mama, si las estrellas muestran el futuro de las personas según su signo del zodiaco… ¿Todos los acuario tienen la misma vida?

–Ahí me has dejado sin ninguna respuesta, Layla. Eres demasiado observadora.

La puerta se abrió. Un guardia.

–Entra –y tiraron a alguien al suelo que tenía sangre y moratones.

–¿Estás bien?

Este olor me suena… pensé mientras el aroma del chico se dispersaba por la habitación. Lauren.

–¡¿Lauren?! ¿Qué haces aquí? –Quise ir a abrazarle pero los grilletes me lo impedían. Al contrario que él… yo estaba atada.

–Layla…

No sé qué paso, que me encontré entre sus brazos. Mama se había ido…

–¿Cómo estás? –me pregunto acariciándome la cara y mirándome.

–Bien… Tengo la suerte que los alimentos que me dan puedo crear más gracias a mis habilidades –sin poder evitarlo eche una lagrima –Tenía miedo que te hubiera pasado algo malo… ¿Qué haces aquí?

–He venido a rescatarte… Siento haber tardado tanto pero… Oscar camuflo tu olor para que no te siguiéramos.

–¿Y cómo están Kya y los demás?

–Están bien, tratando de hacer un plan para sacarte de aquí solo que son muy lentos.

–O tu muy rápido –le dije riéndome.

–Temía que te hubiera pasado algo malo… –me dijo mientras me estrechaba contra su cuerpo y empezaba a llorar en mi hombro.

–Soy demasiado fuerte, aunque… estoy algo débil físicamente.

–Pero… ¿Por qué te tienen atada? No lo entiendo.

En ese momento, entro un guardia que no se le podía ver ni la cara de lo tapado que iba por si cogía alguno de nuestros genes o algo parecido.

–Layla, levántate.

–¿A dónde la lleváis?

–Eso a ti no te importa… –dijo el hombre bajando la mirada y quitándome los grilletes.

–No te preocupes, no me pasara nada malo –le dije sonriéndole pero la verdad… no estaba segura de ello. Físicamente estaba débil y no era capaz de estar casi en pie. Sabía porque era. La comida que me daban tenía una especie de droga para estar débil, lo sabia pero no podía evitar comerla ya que solo se modificar los elementos… no crearlos.

Lauren.

Se llevaron a Layla sin decirme hacia donde iban. No sabía que le pasaría. No sabía que le harían o que no le harían ¿Y si le hacían daño? Dios… esa sola idea me enfurecía…

Por si no lo sabéis… he imprimado con Layla. Ella no lo sabe y no lo tiene que saber nunca…

Aquella noche, cuando Oscar la metió en esta celda, estaba furioso. Muy furioso… Sam me dijo que ella y él estaban juntos y que ella, en el viaje hacia la tribu, solo había estado jugando conmigo y que lo guardaban en secreto. Cuando vi que Sam la estaba besando… creí haber visto mi propio fin.

No me gusta usar este término ya que no me gusta ser alguien posesivo pero… imprimar se basa en que la persona a la que quieres sea feliz pero solo quiero que Layla sea feliz conmigo y con nadie más.

Me siento mal por pensar así pero… es a la única chica con quien no solo quiero una relación de sexo, sino que quiero cuidarla, protegerla, quererla,… no sé. Todo esto es muy extraño.

¡Me estoy poniendo de los nervios! ¡¿Dónde está Layla?!

Y en ese momento… entro. Layla llorando y gritando con sangre en su vestido y un guardia, el mismo de antes, la ato a los grilletes de nuevo dejándola en el suelo.

–¿Layla? ¿Qué ha pasado?

Pero ella no dijo nada. Seguía llorando y tapándose el cuerpo con las piernas en posición fetal. Me fije que la sangre provenía del bajo vientre…

–¿Qué te ha hecho, Layla?

Pero ella seguía sin hablar. Me empecé a enfurecer más y decidí intentar leer su mente, pues era una de mis habilidades.

Lo que vi… hizo que me enfureciera aún más. Oscar y Layla… Él… la había… violado. Layla no paraba de gritar y él sonreía más y más.

Al ver las imágenes… Los colmillos me empezaron a salir de nuevo, sentía sed de sangre y solo tenía la imagen de Oscar en la mente.

Layla, con la poca fuerza que tenía… me cogió de la camisa e hizo que me girara.

–Para… –me pidió casi desvaneciéndose.

En ese momento lo entendí… Lo más importante en ese momento no era mi rabia e impotencia hacia Oscar sino ayudar a Layla en todo lo que pudiera.

–Ven… –le dije sentándome a su lado y abrazándola, a lo que ella también me abrazo y siguió llorando, ya sin fuerzas, hasta que se quedo dormida.

No dormí en toda la noche vigilando para que algún guardia no llegara de nuevo a por Layla así que, a la mañana siguiente, idealice un plan para acabar con Oscar o hacer algo para que nos diera tiempo a huir ya que, si seguíamos en aquel lugar, siempre pasaría lo mismo.





Ya había pasado una semana desde que Oscar me… bueno, ya lo sabéis. No me hagáis repetirlo. Nunca más me ha vuelto a tocar, pero si a ridiculizar de muchas maneras… No me hagáis nombrarlas, por favor. Por el contrario, Lauren estaba muy atento y detallista. Siempre me animaba con cualquier tontería. Incluso me daba su comida pensando que así me hacia bien pero él no sabía que la comida estaba envenenada…

–¿Crees que podrás hacerlo, Layla? –me pregunto Lauren mientras me ayudaba a hacerme las curas. Ese asqueroso ser… ¡Como lo odiaba!

–Sí… se las vamos a devolver todas.

En ese momento, Lauren me miro a los ojos y me abrazo.

–Ves con cuidado… No quiero volver a perderte… -me susurró en el oído.

¿Por qué me gusta tanto este chico? No lo entiendo…

–No me perderás. Siempre me tendrás. Siempre…

En ese momento… Lauren se acerco a mí y coloco mi frente con su frente. Coloco sus brazos alrededor de mi cintura y yo coloque mis brazos alrededor de su cuello… Podía olerle y sentir su respiración tranquila pero nerviosa al mismo tiempo… Él descendió y me empezó a besar el cuello, lo cual me gusto mucho… No producía cosquillas… Sino algo así como placer. De repente, empecé a notar cómo me hacia esa marca llamada chupetón.

De repente, escuchamos unos pasos y unas llaves moverse. Había iniciado el plan.

Lauren, que había adaptado la habilidad de transformación, se transformo en un gato y se colgó en mi hombro.

–¿Dónde está el chico? –me pregunto el hombre-tapado-de-hace-una-semana.

–Se lo han llevado hace rato… –dije yo fingiendo estar preocupada.

–Está bien… vamos. Tienes que servirle la cena al amo.

Me levante y el hombre me quito los grilletes. Me condujo por los diferentes caminos de las celdas, supongo que para no poder recordar el camino de la celda al salón y del salón a la celda.

Llegamos al gran salón. Un lugar lleno de lujos que nadie podría imaginar. Ni el mismísimo palacio de Versalles se puede comparar a este salón. No en cuanto a la grandeza de la sala, sino a la cantidad de capital que habrá invertido en un simple candelabro.

–Ven gatita… vamos a divertirnos –dijo Oscar mirándome con una mirada muy fría y manipuladora.

Lauren bajo de mi hombro y se puso debajo de la mesa, esperando al momento oportuno.

–Siéntate, no seas tímida…

Me senté en la silla, la cual también tenía grilletes que me pusieron los hombres.

–Gran recibimiento… –le dije enseñándole los grilletes.

–Toda seguridad es poca, y lo sabes…

En ese momento pensé que sospechaba algo y eso era lo que quería que él pensara pero le mire con cara de no entender lo que decía y empecé a hacerle señales a Lauren con el pie para que atacara, pero este no me hizo caso ¿Le había pasado algo?

–Guardias, salid fuera –estos obedecieron y poco a poco fueron saliendo.

–Estamos solos… gatita.

–Deja de llamarme así.

–Mal vamos con esa actitud. Hay que decir “Oh sí amo, por fin solos”. Repítelo.

–No…

–No me obligues a hacerte daño, Layla –dijo este acercándose más y empezando a oler mi cuello, en lo que vio la marca que me había hecho Lauren– Con que a ese pelo-mojado le gusta jugar sucio…

–Tiene nombre.

–¡Silencio! ¡Si no eres mía… no serás de nadie! –y este me empezó a besar en los labios.

Cuando dijo aquello, me asusto. Pero seguí firme. Todo seguido, con lo poco que pude, cogí con disimulo las llaves de los grilletes mientras me besaba. Nunca correspondí. Me libere de los grilletes y le pegue un cabezazo.

–¡Ahora, Lauren!

Este salió, ya en forma humana, de debajo de la mesa y ataco a Oscar dejándole aturdido. Las alarmas saltaron y lo único que vi como escapada fue la ventana.

–¡Vamos! –chillo Lauren cogiéndome la mano y llevándome hasta la ventana corriendo. Estábamos en la última, es decir… que los riesgos de muerte al caer eran elevados pero jugaba a nuestro favor que había agua abajo.

–A la de tres… Una, dos… –empecé a decir yo pero cuando quise decir tres unos hombres con escopetas entraron y empezaron a disparar.

–¡Tres! –grito Lauren cogiéndome en brazos y saltando los dos al agua. No pudimos evitar gritar al sentir el aire en contra nuestra pero la gravedad tirando de nosotros.

Las escopetas seguían disparando pero las conseguíamos evitar y, cuando alcanzamos el agua, todo pareció ser mejor. Huimos nadando hacia la orilla y Lauren se transformo en lobo ya que yo estaba muy débil como para ejecutar ningún plan tanto físico como mental.

¡No hay tiempo! ¡Sube!

Me dijo él vía mental.

Sin pensármelo dos veces… me monte en su regazo y recorrimos quilómetros y quilómetros hasta despistarlos… Lo bueno de un lobo es que su rapidez es mayor a un automóvil de cuatro ruedas.

Cuando estuvimos a una distancia demasiado lejana… Lauren disminuyo el ritmo para ir caminando normal.

¿Estás bien?

–Sí… ¿Y tu como estas?

Bien. No te preocupes. No falta mucho para llegar.

–Tengo muchas ganas de ver a Kya y a Tatanka…

Y yo también…

No dijimos nada, es mas… me quede dormida en su regazo tan cálido y fuerte. Pensé en él. Pensé en mi madre y, sobretodo, soné con mi destino. El destino de acabar con Oscar si queríamos mantener un poco la paz dentro de esta sociedad de genes fantásticos.


¿Qué os ha parecido? Creo que no me acaba de convencer del todo porque pasa muy rapido =S aunque ya me comentareis al respecto ^^'
Nos vemoooos =D


-MoreThanThis,

 

Hola Holita =D! (Acaba de sonar a Ned Flanders de los Simpsons X.x) En fin,da igual. Solo que ya traigo la conti y espero que os guste =D. Las aclaraciones están al final pero ya sabéis que cualquier duda o consejo o lo que sea, me lo podéis decir sin problema ^^. Aquí va ->

Cuando recobré el sentido… pensé que estaba de nuevo en aquella cárcel pero lo cierto es que estaba en una tienda de tela y a mi lado estaba Kya. No tenía nada… menos mal que estaba bien.

–¿Kya?

–¡Layla! –dijo ella impresionada y me abrazo mientras lloraba –¿Cómo estás?

–Algo débil, pero bien.

–Tranquila es normal… llevas días durmiendo.

–¿Días?

–Sí –hizo una pausa y en mi mente empezaron a aparecer nuevas imágenes de Oscar y aquella celda mientras me preocupaba por si todos estaban bien –Tranquila, todos estamos bien –agrego ella –He intentado quitarte el máximo posible de la droga que te daba Oscar, pero aún queda un poco en tu sangre. Cuando estés mejor físicamente, proseguiré.

–No te preocupes, estoy bien –intente levantarme pero me caí en el intento.

–Anda… comete esto –me dijo ofreciéndome un bol con sopa.

–Esta buena… Gracias.

–¿Estás bien, Layla? –me pregunto ella mirándome a los ojos preocupada.

–¿A qué te refieres? Ya te he dicho que estoy algo débil pero ya está.

–No me refiero a eso… –me dijo mientras ponía su mano debajo de mi mano vientre. Sin poder evitarlo… me puse a llorar de nuevo. Es cierto… no estaba bien. Nunca podre volver a experimentar algo así por primera vez. Nunca podré sentir esa primera caricia, ese primer beso de amor y pasión… Nunca más lo sentiré eso llamado la primera vez…

Me pase horas y horas llorando junto a Kya… la de cosas que le debía ya a esa mujer solo por tener su presencia cerca de mí.

Me quede en mi tienda un rato más sola. Todo estaba oscuro pero no quería estar sola… sentía demasiado miedo por culpa de ese asqueroso ser… No lo pude evitar. Me fui a la tienda de Lauren.

Estaba allí… tumbado boca arriba con el brazo izquierdo estirado y durmiendo tranquilamente… Tan perfecto, tan guapo, tan… tan… tan… apetecible. Me metí con él en sus sabanas y apoye en su pecho, de tal manera que escuchaba el latir de su corazón.

–¿Layla?

–Hola… –le dije sin mirarle y con un hilo de voz.

–¿Qué te pasa? –me pregunto mientras me abrazaba y me agarraba con sus fuertes brazos. Sentía su cálida piel, su tacto, su… su… todo él lo sentía.

–Te necesito… No puedo estar sola… Aún no soy capaz de estar en un lugar sola… –le dije mientras me acomodaba en su pecho y… note como se ponía nervioso.

–Nunca más te dejare sola…

Acto seguido, alce la cabeza para verle a la cara y… me gusto. Me empezó a acariciar la cara y el pelo… Le mire a los ojos y le agarre de la mano para que parara… Quería que me besara y que toda esa confusión acabara de una maldita vez… ¿Qué siente Lauren por mí? Sé que vosotros lo sabéis…

Lauren bajo su cabeza y nos quedamos a la misma altura. Se acerco mucho a mí y me empezó a besar el cuello, que era mi punto débil y él lo sabe… Sentir la piel de sus labios y de su lengua acariciar mi piel del cuello… Dios, me encanta. Después, con uno de sus colmillos, me mordisqueo uno de los pómulos de mi oreja y, todo seguido, junto su frente con la mía.

–Bésame.

Sí, se lo pedí yo. Él se quedo a cuadros, no esperaba esa respuesta por mi parte. Se acerco poco a poco a mis labios que yo iba sintiendo su respiración cerca de mi boca. Supongo que, por jugar un poco, acaricio mis labios con su lengua y yo abandone mi cuerpo por unos instantes… Cerré los ojos y confié en él. Al final, junto sus labios con los míos y… dios mío. No sé como la recordareis vosotros pero… para mí, después de todo lo que había vivido, era la mejor sensación del mundo.

No sé cómo explicarlo pero… mi vida cobro algo de sentido cuando Lauren me besó.
Pasamos la noche comiéndonos a besos, abrazándonos y diciéndonos tonterías. Una de mis mejores noches… sin duda.

–Lauren… hay algo que quiero preguntarte –empecé a decirle mientras me tumbaba encima de él y así podía verle la expresión de la cara.

–Dispara.

–¿Qué sientes por mi?

Unos segundos pasaron, los cuales me parecieron horas. Por unos instantes deje de respirar y de pestañear… La pregunta estaba hecha pero sabía que no quería hacer la pregunta por miedo a la respuesta.

–Layla… yo…

–¿Sí…?

–Desde el primer momento en que te vi… –empezó a decir con un toque de humor tipo película americana.

–No, de verdad –le dije mientras me sentaba bien en el suelo y él se reincorporaba a mi lado y me cogía de las manos.

–Siento que si tú no estás me muero…

–¿Qué…?

–Que he imprimado contigo, Layla.

No me lo creía… ¿Lauren? ¿Conmigo? ¿Lauren y yo? ¿Él y yo?

–Hace tiempo quería preguntarte lo mismo… –empezó a decir él de nuevo cogiéndome más fuerte de las manos. Seguro que la duda también le corrompía…

–¿Tu qué crees?

–No lo sé. Pueden ser demasiadas cosas… Como que solo me has besado porque te apetecía o que me quieres como un amigo o qu… –le calle con un beso al cual él correspondió. Junte ambas frentes y él me agarro de la cintura para que no me callera.

–¿Crees que sino sintiera nada por ti hubiera hecho esto? ¿Qué cuando casi mueres antes de venir con Tatanka y Kya no me hubiese puesto a llorar y a decir lo que sentía por ti? ¿Crees que sino sintiera nada por ti te diría que he imprimado contigo como te acabo de decir?

–Vaya… Es más de lo que esperaba –dijo él con una sonrisa y extrañado.

Se hizo el silencio y no dejábamos de mirarnos a los ojos.

–¿Sabes…? Te quiero.

Me quede boquiabierta. Nunca me habían dicho un “Te quiero” y menos alguien quien de verdad me importara. Me refiero a tema de chicos y demás… Mis padres me han dicho muchas veces “Te quiero” pero… no de esa manera especial que hace que tu vida tenga algo más de sentido.

Él me dio otro beso más y todo seguido… nos recostamos en el suelo y empezamos a dormir… abrazados y juntos. Por fin podía decir que era medianamente feliz… Él y yo. Juntos… Dios, Morfeo no llegues y no hagas que me duerma por si esto es un sueño…






¿Que os ha parecido =D?
Bueno, este me quedo mas corto que los otros no por falta de inspiración/ideas
sino que las cosas se verán a su debido tiempo...
No sé que más comentar porque es tarde y mañana por la mañana pongo rumbo hacia mi lugar de vacaciones así que no podré conti en una larga temporada pero que sepáis que no acaba aquí, ni muchísimos menos. Aún faltan muchísimas cosas por desvelar =D.
Espero que os haya gustado ^^

Saludoos



-MoreThanThis.