Long-fic de Naruto - Let it be

Extensión: Long-shot
Personajes: Equipo Gai (principalmente)
Universo: Original (Ninja)
N/A: Comenzó mi idea como otro long-fic olvidado, que luego hice una historia corta con otro contexto, que luego pidieron se hiciera de nuevo long-fic, me lo pasé mucho pensando para que esto tuviera más profundidad y sentido que solo mostrar al Hyuga sin él sello y recuentros felices por todos lados, si no darle todo un sentido de ser y de paso reparar algunas cosas más.


Capítulo 1: Por la gran bestia verde


Frente a los tres ninjas se extendía un puente que parecía infinito, a los lados podían verse un lago que emergía de las montañas que hace distancia parecía de un verde azulado, el agua ellas se teñía tintes naranjas y rojizos del sol adormecido en el anochecer inminente, entre el puente la actividad era intensa, cientos de comerciantes, desde pescadores ofreciendo su pesca reciente, escultores, panaderos, hasta mujeres con vestidos elegantes lleno de adornos, aretes y accesorios, como algunos con algunos animales caminando de aquí para allá.

― ¿Crees que me vea linda con algo así? ― preguntó Tenten inclinando la cabeza mientras giraba con el cabello suelto poniendo frente a ella una blusa sencilla con motivos de flores.

Los pétalos de las flores en la prenda y el atardecer provocaban que el rosado de sus labios resaltaran, Neji Hyuga sentía que el bocadillo que camarón que se había llevado a la boca se detuvo aferrando en la garganta, sus ojos se abrieron más, su mente se puso en blanco y comenzó a toser, luchó por pasar el alimento y buscó recuperar su pose apacible.

Pero era tarde, las mejillas de ella se tiñeron asemejandose a las de él. Avergonzada se giró para hablar con la vendedora asegurando que la llevaría.

Neji se había dado la vuelta avergonzado, encontrarse con unaa mirada inquisitiva, más abajo encontró los ojos redondos de una gallina que el individuo con ojos igual de redondos carga en sus brazos y parecía imitarlo.

― ¡Qué arda el fuego de tu juventud mi amigo! ― exclamaba dándole una palmada en espalda.

Neji permaneció sin decir una palabra, irritado le ofreció una varitas de carne, que había comprado en el mercado, para que se callara. Este aceptó con gusto y rodeó a su rival con el brazo.

― ¿De dónde salió eso? ― preguntó el Hyuga.

― Es Ichima, mi nueva mascota― exclamó levantándola a lo alto orgulloso, el animalillo aleteo.

Tenten los alcanzó con la bolsa de su compra y sin pensarlo dos veces atrapó con su boca el último trozo de carne que llevaba el ninja en la mano. Tal gesto le permitió al Hyuga percibir su aliento en su muñeca y el aroma a lavanda de su cabello.

El Hyuga se había estremecido.

Muchas cosas habían cambiado para el equipo Gai después de la cuarta gran guerra ninja. Todos se habían unido para combatir y vencer, todos habían tenido pérdidas y habian tenido que realizar sacrificios, pero para ellos, había sido igual a una barcaza asediada por las olas, golpeada una y otra vez de manera consecutiva buscando derribarla. Neji Hyuga había estado tan cercano a la muerte que unos milímetros más lo habrían hecho definitivo y cabe decir que más una ocasión en aquel lugar, historia para otro momento. Pero era una historia diferente para su maestro, Guy-sensei.ñ Era tan lastimero verlo forzarse a verse alegre, fuerte y con entusiasmo mientras se trasladaba de su silla de ruedas al sillón al recibirlos en su hogar.

Para Neji no le pareció en lo más mínimo ridículo si no por el contrario le inspiró un profundo respeto cuando este buscó levantarse y entre lágrimas se alegró de que estuviera vivo y bien, llevándose una sorpresa al observarlo mejor.

― Neji…tu marca…muchacho…¡muchacho jaja! ― exclamó mientras lo abrazaba.

Mantenerse así aun con asistencia requería de Gai un esfuerzo sobre humano, que para alguien inquebrantable por alguien que estimaba, no era nada.

Su maestro los miró a los tres con orgullo, se sentó lentamente en su silla y la expresión de alivio fue instantánea, el Hyuga comprendió que cada una de esas estúpidas y absurdas extravagancias ahora serían recuerdos llenos de melancolía.

― Tienen que prometer que el fuego de su juventud jamás dejara de arder. ― indicó con su voz quebrantada.

Rock lee forzaba su sonrisa, Tenten lo había notado primero y se lo había comentado a Neji desde la primera ocasión que comenzaron a ir. Neji intentó imaginar el dolor que pasaría por la mente y el corazón de su amigo al ver en ese estado a quien por tanto habia sido símbolo de la imponencia, la fuerza, la voluntad, menguado.

Una lagrima se deslizó de pronto en la mejilla de Lee, Tenten se percató en el momento y apresuradamente los tomó ambos de las manos y se apresuró a la puerta, regresó unos momentos y la chica abrazo a su maestro.

― Tenemos que entrenar entonces muy duro desde este momento ¿Verdad? ― dijo nerviosa. ― Para cumplir nuestra promesa.

Neji comprendió lo que ocurría cuando miró a su compañero limpiado sus ojos, volteó para afirmar con una leve sonrisa, Gai sonrió ampliamente y se despidió.

Una vez que cerraron la puerta, Tenten le dio una palmada a Lee y él meneó la cabeza.

― Estoy bien….

Los tres se despidieron momentos después sin decir mucho, tres sombras alargadas que se fueron desvaneciendo mientras tomaban caminos opuestos, con demasiadas ideas en sus mentes.

***

​

Tenten dormía plácidamente la mañana siguiente cuando golpeteos a la puerta de su domicilio la despertaron. Bostezó suspirando dispuesta a lanzar su arsenal a quien sea que la estuviera molestando a estas horas, caminó arrastrando sus pies hasta el umbral y deslizó el picaporte.

Rock Lee le esperaba del otro lado con expresión más feliz que le había visto jamás.

― Buenos días Tenten.

Ella con un mechón de cabello en la cara una de sus coletas medio hecha, los ojos pequeños y una expresión adormilada. Le cerró la puerta en la cara.

―Tenten― llamó sin decrecer su ánimo.

―No quiero ir a hacer un reto de 1000 adbominales contigo ¡Lee! ― exclamó con rabia.

― No es eso, es Gai-sensei…

Ella abrió la puerta de nuevo.

― ¿Ocurre algo con él? ― cuestionó preocupada y ya un tanto más despierta.

― Al contrario, lo vamos a sanar. ― declaró con los ojos cristalinos a punto de llorar.

Tenten sintió que su piel se erizaba desde su espalda, pero al llegar la sensación a su estómago este se comprimió y la esperanza que brevemente percibió fue suplantada por la realidad.

― Sé que es algo que desearías…pero…mira― Tenten pensó en la manera de no lastimarlo―no es algo posibl…sencillo ¿sabes?...

― Sencillo no― exclamó una voz grave y firme, unos orbes penetrantes la miraron, el genio Hyuga se levantó de entre una columna oculta asomandose revelando su presencia. ― Pero no imposible.

― ¿Quieres participar en la idea de Lee, Neji? ― preguntó la chica incrédula.

― En realidad no fue mia Tenten, Neji fue a buscarme hace media hora, dice que hay posibilidad. ¿Vienes con nosotros? ― preguntó lleno de anheló.

Neji la observaba fijamente y recordó lo desaliñada que se encontraba además de que solo vestía con ese largo blusón que usaba para dormir. Les cerró la puerta en la cara.

― ¿Vienes? ― gritó Lee desde la ventana.

― ¡Quince minutos! ―respondió ella asomándose desde la ventana brevemente.

***​

Eso había ocurrido dos días atrás, un par de minutos más tarde habían explicado todo a Kakashi, el actual Hokage, que sabiendo que no había manera de detenerlos o persuadirlos, les había aconsejado cuidarse y partieron, a esta que era su misión personal.