L'erreur est humaine et de rectification n'est pas pour les adolescents

L'erreur est humaine et de rectification n'est pas pour les adolescents

Jelou, everybody. Verán, por fin pude publicar algo en éste foro que me fascina :)! Pero, es cliché y tedioso al principio.
Por un momento pensé en no publicarlo, ya que creía que a nadie le gustaría, pero pensé: WTF?! Yo escribo para que me guste a mí, no para complacer a los demás. Y también: Además, en un fic cliché siempre va a haber alguien a quién le guste. Y eso me dio esperanzas. *-*
Ok, bueno, ya. Creo que me estoy extendiendo demasiado.
Enjoy!~

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Título: L'erreur est humaine et de rectification n'est pas pour les adolescents. [Traducción del francés al español: Errar es de humanos y rectificar no es para adolescentes].
Fandom:

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Naruto.
Autor/a: Perséfone.
Pareja: Se irán descubriendo medida avance el FF.
Clasificación: T.
Advertencias: Posible OoC, UA. Cliché, pero creo haberlo mencionado anteriormente.
Summary: Se hizo presente una presión en el pecho generada por los nervios, sus manos cayeron en aquél lugar mientras cerraba los ojos, tenía miedo de lo que podría ocurrir durante su estancia en ése colegio, sobretodo porque tendría que salir del cascarón. Ya no estaría su primo para defenderla, ni su hermana, ni su padre.
Agradecimientos: Hell Angel, por betearme. Soy un poco terca y fastidiosa y perfeccionista, pero gracias. Estás en todo tu derecho de mandarme a la shit si quieres. Y a Santos, porque es tan o más idiota que yo y lo amo por eso.

Premier Chapitre
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El auto estacionó frente a una inmensa institución, se sintió pequeña ante tanta magnificencia. El viejo portal negro se abrió súbitamente dando paso a un sinfín de flores y jardines de diversos colores, un camino de piedras en medio de gigantescos robles y sauces. Se hizo presente una presión en el pecho generada por los nervios, sus manos cayeron en aquél lugar mientras cerraba los ojos, tenía miedo de lo que podría ocurrir durante su estancia en ése colegio, sobretodo porque tendría que salir del cascarón. Ya no estaría su primo para defenderla, ni su hermana, ni su padre.

—No podré estar detrás de ti cuidándote todo el tiempo, Hinata.

Le había dicho su primo cuando ella pensó en voz alta sobre lo que pasaría y si tendría amigos o no. Bien sabido era, tanto para Hinata como para Neji, que la fémina no era precisamente buena para relacionarse con los demás, por lo que se encontraba asustada y desconcertada. El automóvil se detuvo frente a la puerta principal de un hermoso edificio antiguo, que más bien parecía un castillo londinense. La Hyuuga se sentía absolutamente fascinada ante tanta belleza combinada con historia de la que parecía gozar aquel colegio. Su mano izquierda acarició las piedras rústicas que adornaban la fachada.

Su padre había tomado la delantera, siguiendo a el que parecía ser el portero del colegio, detrás de ambos estaba Neji, quien llevaba los oídos tapados con los audífonos de su reproductor mp3, Hinata iba unos metros más atrás, contemplando embelesada las múltiples pinturas y esculturas que adornaban las paredes de mármol. Luego de unos minutos de un andar lento, se adentraron en la que parecía ser la oficina de la máxima autoridad de aquel lugar.

Sentada en una silla muy fina de cuero se encontraba una mujer voluptuosa de rubia cabellera abundante, sus ojos castaños se posaron cuidadosamente en cada uno de los Hyuuga analizándolos individualmente antes de levantarse y dedicar una sonrisa de bienvenida.

—Me alegra que haya llegado, Hiashi —comentó la rubia extendiendo la mano en forma de saludo.
—Tenía que asegurarme de que éste lugar fuese digno para que mi hija estudie aquí —admitió con arrogancia el patriarca de los Hyuuga antes de estrechar firmemente la mano de la fémina.
—Me ofende que dudes de mi colegio, luego de que tu sobrino estudiase toda su vida en este lugar —murmuró tomando asiento y haciéndole un gesto a los visitantes de que hicieran lo mismo. Seguidamente tomó una carpeta, empezando a revisar unos papeles, por su sonrisa, Neji imaginaba que era algo bueno—. Parece que Hinata tiene tan buenas notas como Neji, al parecer es de familia.

La aludida sonrió, mientras que el chico la miró de reojo. Hiashi mantenía su semblante imperturbable, sus ojos blancos miraban fijamente a la rubia mientras seguía revisando el historial de su hija mayor. Súbitamente cerró la carpeta y la dejó caer de golpe en el escritorio, causando que la fémina se sobresaltara. La directora esbozó una sonrisa para Hinata, y ésta le devolvió el gesto con una más tímida.

—Aquí está la lista de las clases que podrás tomar y los clubes extra cátedra —anunció entregándole unos papeles—. Espero que consideres entrar en el club de ciencias.

Aquella frase se la susurró al oído para que su padre no escuchara, porque Shizune le había comentado sobre la pasión de la primogénita Hyuuga sobre las ciencias, pero también de la privación de éstas porque a su progenitor no le gustaba.

Acto seguido se dirigió a Neji y le dio una suave palmada en el hombro.

—No es necesario que te de los bocetos, ¿cierto, Neji? —preguntó.
—En absoluto, profesora —respondió educadamente con su voz fría y cortante—. Sólo tengo una duda, ¿tendré la misma habitación?
—Con los mismos compañeros —afirmó con una sonrisa.

Hiashi miró su reloj luego de carraspear la garganta. Con un fuerte sonido se levantó de la silla y asintió en forma de despedida.

—Mi avión partirá en unas horas, será mejor que me vaya —informó dando una palmada en la espalda de su hija y otra en la de Neji—. Recuerda lo que te encargué —le susurró aprovechando que Tsunade se había distraído dándole a Hinata la llave del dormitorio.

El sobrino del patriarca asintió ante la sonrisa de su tío, luego miró cómo éste se marchaba por la puerta de madera.

—Y, bien. ¿Estás ansioso, Neji? —inquirió la directora, viendo cómo ambos jóvenes se levantaban para dirigirse a sus respectivos dormitorios para ordenar sus pertenencias.

El joven sonrió.

—No sabe cuánto —afirmó.


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···
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En el edificio donde se localizaban los dormitorios reinaba cualquier cosa, salvo la paz. Se escuchaban gritos desde todas las habitaciones, los amigos que volvían a reencontrarse se contaban las anécdotas del verano. En la habitación número 314 nada era diferente.

—¡Ino, cerda, aquí estás! Tenía la esperanza de que no vinieras, tendré que resignarme a soportarte un año más —exclamó una hermosa fémina de cabellos rosáceos mientras veía cómo una rubia platinada dejaba su bolso en una cama.
—Muy graciosa, frentona. Yo tampoco quería verte, pero sabía que no podrías vivir sin mí —rió con sorna la rubia.

Ambas estaban a punto de iniciar una guerra verbal hasta que la puerta se abrió nuevamente con un crujido, anunciando la llegada de alguien más. La rubia y la de cabellos rosados sonrieron al encontrarse con dos féminas, una de cabellos castaños atados en dos moñitos; y la otra, de cabellos rubios tostados, atados en cuatro coletas hermosas, que realzaban el contorno de su rostro.

—Ya empezaron a pelear éstas dos —murmuró la rubia con resignación, haciendo que la morena riera.
—Ya estaba preparada para esto, debiste suponerlo, Temari —admitió la segunda, haciendo que Ino y Sakura dirigieran hacia ellas unas miradas asesinas.

Entre risas y anécdotas las cuatro ordenaron el dormitorio, percatándose de una cama adicional.

—¿Quién creen que será nuestra nueva compañera? —inquirió indiferente TenTen.
—Seguro ha de ser alguna chica nueva, según tengo entendido ningún alumno cambiará de habitación —contestó Sakura colocando en su mesa de noche unas fotos.

Cada una siguió personalizando su estancia por separado, sumidas en sus pensamientos y recuerdos del verano. Temari, una vez que finalizó su trabajo, se sentó en la cama a revisar los horarios y los clubes, ya que tenía pensado entrar en alguno para subir sus notas.

—Bien, veamos. Ciencias, Kakashi; gimnasia, Gai; matemáticas, Asuma; geografía, Kurenai; historia, Itachi Uchiha… —leyó la joven rápidamente, pero se detuvo en seco.
—¿Uchiha, Itachi? —susurró Sakura estupefacta— ¿Ese no es el hermano de Sasuke?
—Tranquila, frentona. Él, seguro, tampoco se fija en ti —rió Ino.

Las chicas siguieron hablando acerca del misterioso maestro nuevo de historia, quién parecía ser el hermano del chico más codiciado de la institución: Sasuke Uchiha; catalogado por muchos —mayormente hombres— como un ratón de biblioteca que no sabía responder más que sólo monosílabos. Sin embargo, para las féminas, era el prototipo perfecto de Dios griego de la actualidad.

La conversación entre el cuarteto era amena y entretenida, tanto que no se habían percatado de una quinta presencia. TenTen fue la primera que visualizó un cabello negro azulado agitarse suavemente mientras unas manos blanquecinas lo acariciaban. Con un gesto silencioso les pidió a las chicas que la miraran. Temari, con el mismo silencio se acercó hasta la chica y le tocó el hombro, haciendo que ésta se asustara y sobresaltara.

—Oye, tranquila. ¿Por qué no avisaste de tu llegada? —inquirió la rubia sonriendo, transmitiéndole su tranquilidad a la joven. Las otras tres jóvenes también se acercaron.
—Lo siento, yo… no quería molestar —alegó tartamudeando y bajando su mirada perlada.
—No molestas para nada, soy TenTen. Seremos compañeras de cuarto —habló la morena abrazando por los hombros a la fémina.
—Yo soy Temari, ella Sakura y ella Ino —se presentó la Sabaku no, para luego señalar a las dos chicas que saludaron a su vez con un gesto.
—Soy Hinata Hyuuga —saludó con su típico hablar entrecortado la recién llegada.

···

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Ok, están en todo su derecho de insultar y mandarme al Tártaro por clichesosa, pero hay que darle una oportunidad, ¿verdad?

 

Re: L'erreur est humaine et de rectification n'est pas pour les adolescents

¡Hay que ver que tú eres bien tonta, Persi! A mí me ha gustado. Además, así se empieza.
Para ser una aficionada (Ajá, si, claro. Sobretodo tú aficionada, aficionada soy yo) te ha quedado divino. La narración es fluída y fácil de leer, me dejaste con ganas de más. Yo sé que mientras avance irá mejorando la trama y todo lo demás. Pero, en general, todo está impecable. A mí me da intriga por saber qué le encargó Hiashi a Neji.
Espero que continúes rápido, tontis.
¡Te amo, beibi!
P.D: Confía en ti misma, NEFASTA.

 

Re: L'erreur est humaine et de rectification n'est pas pour les adolescents

Agradecimientos: A Hell Angel por el beteo, la estoy empezando a amar <3! (?~

Deuxième Chapitre​

Las cuatro chicas se miraron entre ellas una vez la recién llegada terminó de hablar y se dispuso a jugar con sus dedos. Tenten la miró detalladamente, deteniéndose específicamente en sus ojos, los cuales reconoció al instante y abrió la boca incrédula para decir algo, pero Ino se le adelantó.

—¿Eres hermana de Neji Hyuuga? —inquirió alzando la voz, con un brillo de admiración en los ojos que se apagó cuando la interrogada negó suavemente con la cabeza.
—Soy su prima —corrigió en un murmullo, pero eso fue suficiente como para que la rubia gritase y la abrazara.

Hinata se sorprendió por la acción tan espontánea de la joven, al contrario de las tres muchachas que, más bien, se irritaron. Sabido era por ellas que la Yamanaka quería conquistar al galán Hyuuga para ganarse un puesto en el podio de la popularidad. Temari se sentó en la cama de Tenten, la cual quedaba justo al lado del lecho de la recién llegada. La rubia, quién tenía en su piel un hermoso color trigueño, escuchó con atención la conversación —o la interrogación— que mantuvo Ino con una Hinata bastante cohibida.

—¿Y conoces a Shikamaru? —preguntó, inesperadamente la Sabaku no prestó atención.
—Sí, nuestros padres son socios —respondió tratando de zafarse del fortísimo agarre de la chica, que cada vez se emocionaba más con las palabras de la fémina.
—¡Suéltala, Ino! ¡La vas a matar! —vociferó Tenten separando a la rubia de la chica de perladas orbes.

La rubia se separó a regañadientes, dedicándole una feroz mirada a la morena. Sin embargo, a sus ojos pronto volvió un brillo de esperanza, una vocecilla en su interior le decía que éste sería su año, y no sólo el de ella, también el de sus amigas.

—¡Eres nuestra salvación, Hinata! Si nos ayudas, podremos ser populares —alegó montándose en la cama y abrazando su almohada, fantaseando con los mejores lugares en la cafetería y un sinfín de beneficios extras.

Sakura se unió a las fantasías de la rubia, imaginándose acompañada de Sasuke en los bailes, las mejores comidas y chicos que le hicieran la tarea. Un suspiro se escapó de sus rosados labios y abrazando la almohada de Hinata empezó a bailar un vals susurrando el nombre de aquel Uchiha que la traía delirando.

Temari tenía ganas de grabarlas y colocar el video en youtube, pero no era tan cruel como para hacerles eso a sus amigas.
Tenten empezó a reír escandalosamente, causando que Sakura e Ino salieran de su pequeño trance, cayendo en la realidad de que aún eran, prácticamente, ‘nulas’ en el colegio. La de cabellos rosados se cruzó de brazos haciendo una mueca de fastidio, mientras que la rubia se lanzó en la cama haciendo puchero.

—Está bien —susurró Hinata, captando la atención de todas. Los ojos esmeraldas de Sakura se iluminaron—, les ayudaré.
Haruno yYamanaka se abrazaron entre gritos de alegría. Temari sonrió cuando miró los ojos de Hinata brillar, sabía que ella estaba feliz de poder ayudarlas. Tenten abrazó nuevamente a la joven Hyuuga y ésta le correspondió sonriendo alegremente.

···​

Neji Hyuuga sonrió al escuchar el bullicio en la habitación de su prima, esperaba que ésta se hubiese acoplado rápidamente a sus nuevas compañeras y parecía ser de esa forma. Satisfecho, decidió ir a arreglar sus pertenencias en el dormitorio, aunque seguía pensando que la idea de encontrarse con Kiba y Naruto no era especialmente agradable. Enmarcó una ceja al mirar cómo dos chicas le veían provocativamente y se susurraban entre ellas, tal parecía que las cosas no habían cambiado en demasía.

Metió ambas manos en los bolsillos de su jean y siguió andando para reencontrarse con sus viejos amigos. Una sonrisa arrogante se cruzó, pero en el fondo había cierto desconcierto porque no sabía cómo llevaría a cabo la misión encomendada por su tío. Los recuerdos empezaron a revolotear en su mente.

—Pasa, Neji. Te estaba esperando.
—¿Qué sucede, tío?

Hiashi se giró clavando sus ojos blancos en los de su sobrino, una sonrisa surcó sus labios y Neji tuvo un presentimiento. Se sentó frente al escritorio de su tío, mientras éste volvía a girarse para perderse en el paisaje; estuvo esperando varios minutos en silencio, hasta que el gemelo de su padre decidió hablar.

—¿Conoces a… la niña ésta, Tenten? —Preguntó indiferentemente, recibiendo una afirmación por parte del joven— Ella es hija de mis socios, los Ama. Pero hubo un inconveniente con nuestro negocio: se echaron para atrás.
—Y Tenten, ¿qué tiene que ver con todo esto? —interrumpió el menor, haciendo que el hombre riese.
—Quiero que la enamores y que la convenzas de que sus padres deben firmar el contrato.

El Hyuuga menor se recostó en el espaldar del sillón, meditándolo con los ojos cerrados. Hiashi esperó pacientemente a que su sobrino lo pensara, aunque sabía que aceptaría. Por las buenas, o por las malas. Súbitamente, el joven Neji abrió los ojos y esbozó una sonrisa, Hiashi hizo lo propio, porque casi podía leer el pensamiento del hijo de su difunto hermano.

—Escúchame, Neji —habló el mayor—: Nosotros los Hyuugatenemos dos cualidades que nos hacen diferentes a los demás. Una de ellas es nuestra facilidad para hacer negocios. Y la otra es nuestro característico… sex appeal, algo que le encanta a las mujeres. Me he percatado de cómo te miran las mujeres, también mis hijas lo hacen, ¿sabes?

Aquella afirmación sorprendió un poco al joven, quien escuchaba las ‘filosóficas’ palabras de su tío con atención. Jamás se había percatado de las miradas que le dedicaban sus primas, porque quizás jamás le habían importado; salvo la de Hinata, porque Hanabi era otra ‘niñita tonta’. Pero Hinata tenía algo que le gustaba a Neji, que también le gustaba a muchos. Algo que tenían todos los hombres de la familia, que ella también había heredado: la capacidad de atraer a los del sexo opuesto.

—Hinata es un poco más disimulada, pero es mujer —alegó el hombre como si fuese lo más normal del mundo—. Confío en ti, Neji. Sé que lo vas a lograr.

La sonrisa desapareció de sus labios una vez metió la llave en la cerradura. Giró suavemente la perilla y se despidió de la paz cuando oyó los gritos de Kiba y Naruto. Los descubrió con el cuarto desordenado jugando con la consola; enmarcó una ceja y se adentró en la habitación buscando su cama sin siquiera molestarse en saludar. Se encontró con que sus pertenencias ya estaban al pie de su lecho, decidió que después las arreglaría en el armario.

—Que problemático eres, Hyuuga —susurró una voz cansina que el aludido conocía perfectamente.
—Lo tomaré como un halago, Nara —admitió llevando sus ojos perlados hacia el cuerpo de Shikamaru, quien se hallaba desparramado en su cama.
—No, no lo hagas. Como Kiba y Naruto dejen de pelear y descubran que estás aquí, armarán un escándalo —alegó el moreno.

El Hyuuga sólo bufó, volviéndose a concentrar en arreglar sus libros en el pequeño librero sobre su cama. Escuchó un estruendoso sonido y luego varios quejidos, seguidos de risas escandalosas. Por pura precaución se giró para ver lo que sucedía, encontrándose con que Naruto yacía en el piso quejándose dolorosamente, mientras que Kiba lloraba de la risa. Giró los ojos ante tanta idiotez y volvió a lo suyo.

—Gracias por no saludar, Neji —se quejó Kiba.
—No ha saludado porque sabe que éste será mi año y mi equipo le ganará en el fútbol —vociferó el rubio, esbozando sus típicas sonrisas.
—Lo que digas, Uzumaki —sentenció el castaño—. Voy a tomar algo antes de que llegue el imbécil del Uchiha.
—¡Yo te acompaño! —gritó el rubio y Kiba asintió secundándole—. ¿No vienes, Shikamaru?
—No me queda de otra —suspiró y se incorporó con un quejido.

···​

Un grupo de cinco chicas se dirigían a la cafetería entre risas y cuchicheos de complicidad. A pesar del escaso tiempo, Hinata ya se sentía integrada en el grupo al extremo.Ya se sentía un miembro indispensable como las otras cuatro.

Ino y Sakura iban en la cabeza, ambas emocionadas por empezar el año, también por el hecho de que cambiaría su vida y estarían en el lugar que merecen. Hinata, Tenten y Temari estaban más atrás, las dos féminas le contaban a la primera todo sobre el colegio.

Entraron en un inmenso lugar muy fino, casi parecía un restaurant que visitaría el padre de la Hyuuga. Se sentaron en una mesa junto al ventanal, que daba vista a las áreas verdes del colegio. La de perlados ojos sonrió deleitándose con el panorama, le estaba gustando en demasía su nueva estancia y lugar de estudio; su padre había elegido un buen lugar para ella.

—Pues, verás, Hinata —habló Ino haciendo gestos con su mano izquierda, mientras que con la otra mecía con el pitillo su bebida—. Los chicos más populares son: Neji, Kiba, Shikamaru, Shino, los dos hermanos de Temari y, por supuesto, Sasuke Uchiha.
—Los escandalosos son: Naruto; Kiba, nuevamente; Chouji; Deidara y Lee. Aunque éste último no tanto —agregó Sakura.
—Neji y Sasuke se odian a muerte —prosiguió Temari.
—Y ella, es Karin… —habló Tenten— la novia de Sasuke.

···​

Aún no es nada del otro mundo, lo sé.
Por cierto, no haré bashing con Karin, me encanta el personaje, así que sería incapaz. Ella será antagonista, pero no será bashing... ​