Lejos de ti… Permíteme ser egoísta pedirte que siempre sonrías, decirte que no me abandones y darte por siempre: mi despedida. Admito he resuelto apartarme… desertar este pobre cariño, aumentando el espacio que en letras forjo su propio destino. He visto tus ojos sonrientes en manos de otras compañías, si ya no soy luz en tus ojos no habrás de extrañar mi partida. No niego querer que me sigas volver a ser vida en tu cuerpo, pero comprendo que eres Olimpo lejano en mi mente y mi tiempo. Lamento decirlo sin tacto seguir mi egoísta deseo pero quiero alejar tu silencio cuando al saludo recibo un entierro. Ahora me marcho en sigilo me alejo de ti y de tus sueños sonríe por siempre con ellos que yo encontrare un sitio lejos.