La Conquista del Paraíso [LCdP: América] Introducción y capítulo uno

[Tepetlacalco]

Contenido oculto: Jugadores

Akumal Yohualli Popoca

--------Pirámide de teotihuacán--------

Akumal evadió el ataque completamente. El macanazo del chichimeca dejó un silbido en el aire, al fallar completamente. Akumal giró por detrás de su enemigo, que quedó como un payaso mirando a la nada dentro de la antigua pirámide.

—No te burles de mí, ¡pequeña víbora sin una sola pluma!—pretendía ser un insulto en lo que a la cultura náhuatl refiere.

Cuando atinó a girar, en su estado ya crítico, lo último que vio fue el vértice del técpatl de quien había sido su contrincante. La punta del arma atravesó por el ojo y llegó hasta el cerebro. El chichimeca cayó muerto como un saco de carne, con el único ojo intacto que le quedaba totalmente abierto... inerte... sin vida.

Contenido oculto: Movimiento de respuesta (enemigo 2)

Respuesta (4 pasos)

1er mov: -
2do mov: -

La macana se clavó en el cuerpo de Yohualli, y su sonrisa sufrida dejaba escapar una mueca de satisfacción. Pero no duraría ni serviría de mucho, porque la sangre que manaba de la guerrera era un alimento para la violencia contenida en su interior, y la de su jaguar: Tlapaltic.
Lo siguiente fue sencillo, el macuahuitl atravesó de lado a lado al chichimeca que quedó boquiabierto y vomitando sangre con restos de lo que había comido hace unas horas. Aun así, el espíritu chichimeca es notable, porque con un orificio que iba por el frente y por su espalda, se puso de pie.

—Un chichimeca no muere a manos de un azteca... un chichimeca no muere a manos de—y no pudo decir nada más.

Tlapaltic apareció por un costado. Todo lo que se vio después fueron las convulsiones del que ahora pasaba a ser un eslabón más en la cadena alimenticia del animal salvaje, con lealtad únicamente para su amo de género femenino. El animal regresó teñido en la sangre de su presa, y empezó a lamer en las lastimaduras de ella, y a jugar con Yohualli, que todavía sentía dolor por algunas heridas del combate.

Contenido oculto: Movimiento de respuesta (enemigo 1)

Respuesta (3 pasos)

1er mov: Evasión (dado=5)
2do mov: Bloqueo (dado=1)

Contenido oculto: Puntos de vida actualizados

Akumal: 76
Yohualli: 88
Enemigo 1: -18 MUERTO
Enemigo 2: -7 MUERTO

Akumal, Yohualli y Tlapaltic salieron de la pirámide una hora después, descansando un poco de sus leves, pero dolorosas heridas, con el prisionero ya sin esperanza alguna luego de presenciar aquella carnicería.



Ya era de mañana, dentro de la pirámide no se notaba, pero ya en el salón que daba a las afueras podía vislumbrarse los rayos de luz que ofrecía el sol mesoamericano.

En la salida, los recibió el mismo guardia que había visto durante la noche, que les sugirió ocultarse en la pirámide.

—Pasaron la noche, algunos de los chichimecas que estaban aquí se habían dispersado, y temí por ustedes porque me imaginé que se los encontrarían en la pirámide. Veo que están heridos, pero vivos. Me alegro... sigan hacia el este, la ciudad los espera.

Pasaron por Tepetlacalco, y en la entrada al puente de Tlatelolco, otro guardia los recibió.

—¿Quiénes son ustedes y quien es ese?—refiriéndose al tlaxcalteca—.

Contenido oculto: Logros

Tanto Gigi Blanche como Monpoke sumarán un nativo muerto (Gigi uno noble y Monpo uno plebeyo) a sus estadísticas. Monpoke además cumple con el requisito para alcanzar el status 5

[Mar del caribe]

Contenido oculto: Jugadores

Leao Catalina

---------Barco--------

El imponente bergantín había zarpado, bordeando la costa oriental de Cuba, y se dirigía camino a su primer destino, Santiago de Cuba. Allí esperarían nuevas órdenes los intrépidos viajeros, próximos a convertirse en conquistadores.



El timón era comandado por Juan de Grijalva, en la proa se hallaban algunos hombres, entre los que destacaban Francisco de Montejo y Francisco de Morla, que se dedicaban a intercambiar unos tragos de ron y hablar de mujeres y oro. En el interior del barco se encontraban Novicio Vázquez y Pedro Damião, jugando al ajedrez. En la cola se encontraba Ulrich Fiddlestein, haciendo de vigía.

Contenido oculto: Acciones

Pueden moverse dentro del barco interactuando con algunos de los NPC y PSN, si lo desean

 

Akumal

Una corta batalla. Apenas sintiendo en peligro mí vida y con leves heridas, lo suficiente para llegar a considerarlo un entrenamiento un poco brusco.

"Soy Akumal, Telpochyahque de un telpochcalli". Le respondo al guardia, agregando en consideración mí status. Por si solo mí nombre no es suficiente respuesta. "Ella responderá sus preguntas sobre el sobre el Tlaxcalteca. Está más informada". Rápidamente desplazo la respuesta a esa pregunta a Yuhualli.

Preferiría no hablar de demasiado sobre el prisionero. La importancia de su captura y entrega, es algo lo cual se me sigue escapando.

Pero se dónde dejar de indagar. Las órdenes son órdenes.

 

Leão

Había dejado de escuchar a Catalina desde el momento en que la mujer se apoyó en la baranda del bergantín. Aquél juego de bellas luces con el amanecer de fondo le traía la idea de estar viendo un cuadro en vivo. Un cuadro que alguien debería estar pintando y no perdiendo el tiempo con la boca media abierta como lo estaba haciendo él. Movió la cabeza y se colocó junto ella pero de espaldas, de modo que veía los movimientos del barco.

—¿Y cuáles son tus ideales, menina? ¿Por qué estás aquí?

Cuando hizo la pregunta se agobio casi al mismo tiempo. Sabía que luego estaba la contrapregunta, algo a lo que no estaba preparado para contestar.

 

Catalina

Se mantuvo un tiempo contemplando las opciones de acción dentro del barco, le era complejo decidir pues sabía que no encajaría en ningún sitio realmente. Fue entonces que la voz de Leão, algo que parecía anclar con mayor facilidad en su cabeza, le sonrió ante la pregunta.

—Mis ideales son simples; necesito oro— mencionó para después desviar la mirada al horizonte —Soy una ladrona, no has mas en mi; mi pasado antes de eso no interesa — dijo avergonzada, odiaba hablar de esos tiempos; pero de su lado de ladrona no parecía tener tanto problema, hasta se sentía orgullosa. Por lo que no dudó en mostrarle que carecía de una oreja, pero ocultaba esa carencia debajo de una tela amarrada a la cabeza —Y por mucho tiempo estuve sola, hasta que conocí a Diego; nos volvimos una pareja y ambos éramos buenos ladrones, o al menos eso creíamos. Atraparon a Diego y no tenía el oro suficiente para sacarlo de la celda. Y ninguno de mis asiduos bolsillos tenían lo suficiente como para pagarlo, así que vine aquí. Por oro.

Miró a Leão —¿Y tú León? ¿Por qué unirte a una expedición española?

 

Leão

—Las promesas de ouro son enormes en esta expedição. Eu realmente espero que você consiga sacar a Diego de la prisão. —claro. Un hombre le esperaba en casa. O al menos entre barrotes de acero, pero había alguien. La miró de reojo por unos momentos; Catalina se embarcaba a lo desconocido a sabiendas de su rol de mujer en un momento donde ellas eran, en su mayoría, excluidas y abandonadas. Y aún así, contra todo pronóstico, poniendo en juego su vida, como bien había sucedido en el cementerio, Catalina se jugaba el todo por el todo por el corazón de un hombre. Si ella estuviera en una celda y no Diego, ¿el hombre haría lo mismo que ella? Tuvo la necesidad de preguntarlo pero se vio pensando su respuesta.

—Eu... —se rascó la ceja izquierda, no porque le picaba la zona, más bien era un toc que tenía siempre que hablaba sobre algo que le incomodaba. Pensó en su madre fallecida, incluso en sus hermanas menores con las que había perdido contacto pero que seguían con sus vidas. Pensó también en su padre que poco conoció. Hasta que la imagen de su amigo Baptista se formó como una red por su cerebro. —Ya não hay nadie esperando por mim. Era esto o levar uma vida aburrido y triste. Creo que la aventura es lo que necesito para encontrar meu norte.

Y terminó la frase con una sonrisa, un gesto sincero ya que no había mentido para nada, aunque sí obvió varios detalles. Miró al resto de hombres que iban de acá para allá sobre la cubierta y quiso adivinar cuántos de ellos tenían demonios internos como los de ellos dos.

—Por suerte tienes dos orejas y no solo una. —le mostró su mano derecha a la cual le faltaban tanto el pulgar como el índice, el corte parecía ser hecho por alguna sierra. —Algunos me acusan de ser um assassino, pero não sou. Pero de igual forma llevo el castigo como si lo fuera. Quizá me encantaría serlo, me encantaría habérmelo ganado a pulso este castigo... pero solo verlo me recuerda quién soy realmente. —cerró el puño derecho y alejó la mano de ella. —Un simple hombre que quiere escapar de su piel.

Se tocó por instinto el colgante con el anillo que llevaba en el cuello y volvió a sonreír.

—¿Vamos a explorar el navio? La ideia de dejarte sola com essas personas ... não gosto. Conozco a los hombres, eu sou um.

 

Catalina

Las palabras de Leão sonaban sinceras; era algo a lo que no estaba acostumbrada, estaba muy acostumbrada a pensar lo peor de las personas y no confiarse de los demás con facilidad, pero algo en sus palabras la hacía sentir segura, y a final de cuentas; Leão no había pensado en algo a su favor por ayudarla en el cementerio, Catalina había crecido con esa idea en la cabeza, que nadie ayudaría a otra persona sin recibir algo a cambio.

—Si no hay alguien que te espere de regreso; es buena razón para iniciar de nuevo— Desató la cinta en su rostro para hacer obvio la falta de oreja, riendo ante sus palabras —Oído tengo dos; pero orejas...— mostró como carecía de una, la cubría principalmente para evitar que algo entrara y dañara su oído —A los ladrones reincidentes nos hacen esto; desmirlados nos llaman— volvió a cubrir su frente y orejas con la tela, amarrándola fuertemente en su nuca —Puedo ver que no eres un asesino; he de admitir que yo también creí que lo eras; pero también estabas algo asustado por lo que hicimos en el cementerio; yo jamás había matado a alguien para robarle unas cuantas joyas — decía avergonzada —A mi no me avergüenza ser ladrona; pero entiendo que ha de ser una carga ser llamado asesino— miró hacia el piso con arrepentimiento —Y por mi culpa ahora lo eres.

No dijo más sobre el tema, era algo complejo; tanto para ella como para Leão, quien parecía tener una historia muy anclada al término "asesino" pero no podían ocultar lo que eran ahora, y sobre Catalina entendía ahora que no sería la única muerte a lista.

—A decir verdad, pensaba quedarme aquí; justamente porque conozco las bromas entre hombres— sonrió —Pero con compañía al menos puedo tratar suerte. Exploremos, tal vez acercarnos a ver un juego de ajedrez.

 

[Tlatelolco]

Contenido oculto: Jugadores

Yohualli Popoca Akumal

-------Templo Mayor--------

El guardia se vio algo confundido frente a las palabras de Akumal, que parecía delegar todo en su compañera, pero cuando Yohualli habló el guardia hizo un gesto para que cedieran el paso. Caminaron por la calzada de Tlacopan acompañados, los barrios de la ciudad no eran como en Tenochtitlán, pero aún así seguía siendo la segunda ciudad más importante de Mesoamérica, y Tenochtitlán estaba pegada al sur, podrían descansar allí una vez terminada la entrega del prisionero.

Ingresaron al centro ceremonial mayor de la ciudad, y el prisionero ya se había rendido y simplemente acompañaba la caminata de sus captores. Los aguardaba el tlatoani: Moctezuma Xocoyotzin.



—Enorgullecen a nuestro pueblo y a la serpiente emplumada con sus logros—les comenzó hablando—. Akumal, algunos de los sacerdotes tenían sus reservas acerca de tu capacidad, pero la decisión de enviarte fue mía y veo que hice bien en confiar en ti.

El tlatoani se hallaba rodeado de los mejores hombres, guerreros jaguares, guerreros aguila y otros cuachicqueh como Yohualli. Pero al parecer había alguien que no estaba presente.

—Lamento la ausencia de ya saben quien, como verán les preparé un recibimiento honorable, pero él ha faltado a esta ceremonia. Ya saben como es él...

Xocoyotzin, o como muchos le llamaban, Moctezuma II, daba por sentado que sus interlocutores sabían a quién se refería. Pero puede que esa referencia no resultara tan obvia de buenas a primeras.

—Por supuesto, Cuauhtémoc es considerado un Dios por muchos aztecas, incluso al nivel de quien les habla. No les niego que eso es un poco irritante, y parece que se le ha subido un poco a la cabeza, más allá de que es innegable su habilidad con el macuahuitl y su velocidad de aguila en vuelo. Pero saben... ser un guerrero legendario no debería habilitarte a creer que estás por encima de cualquier cosa.

Parecía algo enojado, o irritado como mínimo. No obstante prefirió centrarse en los protagonistas del día, que habían regresado triunfantes.

—Basta de hablar de él, quiero que nos cuenten a todos los presentes lo que ha sucedido y cómo es que han traído de vuelta a esta escoria de Tlaxcala.

 

[Bergantín: Gracia Divina]

Contenido oculto: Jugadores

Leao Catalina

--------Camarote--------

Se acercaron al juego de ajedrez que se estaba llevando a cabo en el camarote, cerca de los aposentos del capitán. Bajaron y se encontraron a Novicio Vázquez, un jovencito de cabello rojizo, y a Pedro Damião, algo más grande, de cabello oscuro y barba rubia, en el medio de una partida de ajedrez bastante reñida. Novicio iba con blancas, y había jugado una apertura de dama, mientras que no quedaba claro si Pedro había respondido con el gambito de dama, jugando con las negras, o si había probado una defensa a la francesa, pero la partida le era claramente favorable al portugués, y ya quedaban muy pocas piezas, por lo cual estaba terminando. Otra mujer los observaba con atención, parecía ser una simple copera.



Leao y Catalina se colocaron de modo que pudieran observar el juego en primer plano, pero entendían que los hombres estaban muy concentrados para iniciar una conversación en el momento.

Novicio hizo un movimiento inteligente, aparentando darse por vencido, pero en realidad recuperaría la desventaja llevada por el oponente. Pedro cayó en la trampa y lo lamentó, no de muy buena forma:

—¡Filho da puta!

Pedro golpeó la mesa indignado, Novicio lo miró y se lo gozó.

—Son tablas, mi amigo lusitano.

Pedro descontento, aceptó la situación y le dio la mano a su rival. ¿El resultado? Ah sí, un empate, es decir, tablas.

Miraron entonces a los dos nuevos observadores, y al unísono les preguntaron:

—¿Quieren jugar?
—Querem jogar?

Contenido oculto: Mejora de status (atajo secreto)

rapuma y Amelie Si aceptan jugar y logran ganar al menos una partida, se abrirá la posibilidad de mejorar automáticamente un status a cada uno, y considerando que ya tienen un nativo muerto como logro, quedaran a nada del status 3, prácticamente salteando el status 4. Podrían avanzar dos status en muy poco.

 

Akumal

Al estar rodeado de tantas figuras importantes, la inevitable sensación de pequeñes recorre mi cuerpo.

Cada uno de mis sentidos y lógica lo dice, no pertenezco aquí. Al menos no de momento.

No trata del miedo lo que me recorre, o algo tan complicado como la impotencia. Es la sensación de perderme algo. Lo suficiente para hacerme considerar el valor de este prisionero.

Pero me mantengo firme al permanecer rodeado de estos seres. Una de las primeras lecciones que debe aprender un guererro. No mostrar debilidad, aliado o enemigo por igual.

Evitar llamar la atención. Controlar el movimiento de los ojos o el temblor de los labios, y el rostro relajado a un nivel natural. Hoy no es el día en cual me dejaré dominar.

Decido mantener el silencio y ser el último en hablar. A fin de cuenta, solo conozco la segunda mitad de la historia alrededor de este prisionero.

 

Catalina

Observó en silencio el juego, ella no acostumbraba jugar, sino robarle a aquellos que apostaban. Pero este juego parecía ser distinto, algo mas complejo. Y el ganador sólo obtenía la satisfacción de ser el vencedor, en ese juego quedaron empatados pero el arrebatarle la victoria a su adversario parecía ser más que suficiente.

—Yo juego— mencionó con emoción, aquello se veía muy interesante. Miró hacia Leão y sonrió —Con un buen juego seguro pasaremos rápido el tiempo.

 

[Tlatelolco]

Contenido oculto: Jugadores

Gigi Blanche Monpoke

--------Templo mayor---------

El tlatoani sonrió ante ambos. Luego se acercó a ellos, hizo un gesto, y un par de hombres se acercaron casi trastabillando, con equipamiento nuevo, armas y algunos ornamentos.

—Yohualli, tu valor en combate y la facilidad con que has llevado a cabo esta misión en poco más de un sol me demuestra que sin lugar a duda deberíamos tener más mujeres cuachicqueh entre nuestras filas. Ve a descansar, y antes de la noche vuelve al templo mayor para asistir a la ceremonia.

Giró el cuello para observar a Akumal.

—Y para ti, por haber traído junto con tu compañera a un cautivo de un ejército enemigo, además de haber eliminado a un chichimeca, te corresponde el ascenso social a Tlamanih, captor de Tenochtitlán e hijo de jaguar.

Los presentes empezaron a golpear sus chimallis con sus macuahuitl y lanzas, en señal de respeto y reverencia por el ascenso logrado de Akumal.

—Te vestirás de ahora en más como corresponde a tu rango, con estas nuevas ropas, te cortarás el pelo como corresponde a tu nuevo status, y llevarás estas nuevas armas y equipamiento contigo.

Los hombres le entregaron a Akumal sus nuevas pertenencias y este las recibió con honor y orgullo.

—Para ti también, espero verte en la ceremonia a la caída del sol. Disfruta la ciudad. Ah, y por cierto, en la cesta hay un regalo para ambos, para Yohualli también, espero que puedan adiestrarlas...

El tlatoani se retiró, y los presentes se dispersaron. Tanto Akumal como Yohualli abrieron la cesta y dos serpientes venenosas salieron rápidamente.

Contenido oculto: Akumal

Nuevas armas:

• - Estólica (lanzadardos) (Nivel plebeyo status 5)

Precisión 4

Bonif. unica vez por combate: tira dado de 5 caras. Si saca 4 o 5, envenena a su enemigo (si no obtuvo la bonificación, puede volverse a usar luego hasta obtenerla). Tira luego el dado de 5 caras para ver cuanto veneno quitará en pts de vida por cada ciclo de iniciativa y respuesta completada. El lanzadardos puede luego seguir usándose, pero pasar a ser un arma normal que suma la precisión como el ataque.

• -Tlaximaltepoztli (hacha) (Nivel plebeyo status 5)

Ataque: 11
Bonif. crítico: tira dado de 10 caras, si saca 10, decapita a su enemigo (muerte súbita).

Contenido oculto: Nuevos animales: domesticar

Gigi Blanche Monpoke
En este evento de domesticación deben lanzar un dado de 15 caras, y sacando 8 o más, el animal será suyo.

[Bergantín: Gracia Divina]

Contenido oculto: Jugadores

Amelie rapuma

Catalina se sentó junto a Novicio, y como Leao aún no había tomado una decisión, ella empezaría jugando contra el pelirrojo. El portugués miró a su compatriota, Leao, instándolo a comenzar su partida. Si Leao se convencía de jugar, estarían los cuatro jugando en simultaneo a medida que el barco navegaba las aguas del Caribe.

Novicio le echó una sonrisa a Catalina, para luego decir:

—Las mujeres y el ajedrez no se llevan muy bien.

Movió él primero, ya que sin consultar, tomó las blancas para jugar.

Contenido oculto: Partida de Catalina

La partida irá avanzando, y cada cierta cantidad de jugadas, deberás optar por mover en una determinada posición del tablero. Ahora por ejemplo, debes hacer simplemente tu primer movimiento con negras. Sugiero narrar el juego, y en "contenido oculto" poner la el movimiento a través de notación algebraica o mediante imagen, o alguna forma específica que deje en claro el movimiento realizado. Los movimientos serán evaluados por el GM, y la partida se desarrollará sencillamente en razón de la calidad de las movidas. Si tus movimientos son buenos, la partida se desarrollará bien para ti, y tarde o temprano la ganarás. De lo contrario...

Suerte

 

Akumal

Bajo la cabeza en señal de respecto y acepto los presentes con gran gratitud.

Un prisionero. El primero paso hacia mí ascenso.

Guardo por el momento lo recibido, así como el acomodarme el cabello en una trenza, siendo la canasta el motivo de mí actual atención.

Al abrir la canasta, la vista de las dos serpientes se hacen notar fácilmente. Nuevo status, equipamento y armas; ahora un compañero animal. Un gran cambio en menos de un sol.

Me paro dominante mientras acerco mí mano hacia una de las serpientes, demostrando una altura mayor de la cual me corresponde.

Tranquilo y seguro. Comienzo el contacto.

 

[Tlatelolco]

Contenido oculto: Jugadores

Yohualli Popoca Akumal

Akumal acercó su mano a la serpiente, pero esta respondió con agresividad y se marchó reptando. Uno de los cuachicqueh presentes que no había abandonado aún el recinto se acercó y consoló al nuevo Tlamanih:

—Tranquilo, volverá. Tendrás una nueva oportunidad con ella, y entonces lograrás domesticarla.

Yohualli al notar el fastidio de Akumal, se preparó para su intento, quizá preocupada por sufrir el mismo desplante por parte del reptil. Cuando asomó uno de sus dedos sobre la cesta, la serpiente que quedaba pareció decidida a morderla con su veneno. No obstante, terminó deslizándose por el brazo de la guerrera, hasta llegar a su cuello, para luego pasar por debajo de la axila y mantener su cabeza suspendida en el aire, completamente a gusto con el cuerpo de su dueña. Una serpiente salvaje había decidido a quien darle su lealtad. El jaguar se acercó, y se observaron con la serpiente. Normalmente no se llevarían bien, pero ahora tenían a alguien en común.

Cuando ambos salieron, era de tarde, el sol brillaba fuerte, y la ciudad se presentaba con una variedad de oportunidades hasta que llegara la noche... y la ceremonia.

Contenido oculto: Lugares

Pueden ir a cualquier lugar señalado por un nombre o número del mapa, es decir, los números 17 a 23, y los barrios en amarillo

 

Catalina

Catalina sonrió ante el comentario del hombre y al instante desapareció su interés por conocer su nombre, no le interesaba convencer a nadie de nada, para ello aquello siempre resultaba ser una pérdida de tiempo, pero no podía evitar disfrutar de molestar a los demás; el humor hacía que ella se olvidara del enojo.
El ajedrez era para eso, hacer pasar el tiempo y no pensar en el vaivén del barco, no pensar en muertes, no pensar en los insultos que siempre recibía. Sólo trataría de enfocarse en la estrategia de movimiento.

—Me imagino que has de ser muy popular con las mujeres —mencionó con ironía mientras sujetaba el peón y lo movía una casilla adelante.

Contenido oculto

Muevo peón B2 a B3

 

Marcio Hernandes​

Las palabras de aquel religioso me pillaron por sorpresa, no podía negarlo. Aunque era de esperar en aquella situación. Pero las dudas me embargaban ante tal requerimiento. ¿Esperaría que le ayudase a tratar de evangelizar a los indígenas? ¿Qué tendría que hacer? Y lo peor de todo es que sentía, que era una oferta que no podía rechazar, que mi camino se había escrito al haber tratado con el Gobernador y haberme conducido él hasta aquí. No es que fuese a sentir que mi vida peligrase, pero sin duda rechazar cualquier oferta que pudiesen hacerme cerraría algunas puertas que a lo mejor no estaba dispuesto a dejar atrás.

Me aclaré la garganta.

—Buen día buen señor, el Gobernador es un hombre muy generoso y agradezco que me haya traído junto a usted, que también parece un buen hombre. Y respecto a su pregunta, desde luego que soy devoto —sonreí—, aunque debo admitir que no siempre he seguido el camino del buen Dios. Por lo que le debo ser sincero con ello. Aunque mi travesía en el nuevo mundo me gustaría que cambiase el rumbo que mi vida tuvo hasta ahora, por supuesto.

No creía en absoluto que admitir ser un ladrón me sumase puntos a la hora de cualquier oferta que quisiese hacerme el religioso, pero tampoco estaba dispuesto a empezar mintiéndole, porque sabía que en cualquier momento podría destaparse la mentira y verme peor parado de lo que quisiera.

Y desde luego, yo nunca había creído demasiado en Dios, de hecho, siempre había pensado que se había ensañado conmigo a la hora de arrebatarme a mi madre y de dejarme en manos de mi padre. Pero en este mundo desconocido, habría que dar algunos palos de ciego y dejarse guiar por lo que trajese un poco el destino.

 

Akumal

Luego de ver el escape de la sserpiente, paso a observar la técnica usada por Yohualli.

Nada demasiado llamativo se mostró en su acto de ganarse la confianza de la serpiente. Un simple movimiento casual. La suerte y temperamento del animal también es algo a considerar, tal vez elegí la serpiente equivocada.

"Un placer conocerla". Me despido con tranquilidad de Yohualli, si así lo quieren los Dioses, tal vez nos volvemos a cruzar. Pero ahora, nuestra misión en conjunto llego a su fin.

Voy siguiendo un simple camino, esperando dar con un barrio plebeyo de esta ciudad desconocida.

Contenido oculto

Barrio: aztekapan

 

Leão

[No sé jugar, compañero. Soy más de golpes y redes de pesca] —dijo a Pedro en un portugués rápido, feliz en parte por poder expresarse sin contratiempos con alguien. Miró a Catalina y sonrió ante el chiste de Novicio; él no lo sabía pero en un mundo tan machista como en ésa época era tolerante a chistes de ese tipo.

[¿Sabes si hay algún médico en el barco? Tengo una horrible herida en mi pierna] —se tocó la pantorrilla, dónde sintió que la tela se había adherido a la costra de sangre.