Historia larga Las travesías del salvaje y la becerra

55 Tormenta Eléctrica e Isla Volcán.



En altamar, la embarcación robada avanza lentamente hacia Genocci, Adil no ha recuperado la conciencia aún y la noche está por cubrir las aguas. Mint y Run discuten sobre lo que harán desde ahora, ambos acompañaban a Luis en su viaje, pero con su muerte sienten que deben tomar cada uno su propio camino. Lambda se ha pasado todo el día acostado notablemente deprimido, o aullando cuando tiene la fuerza de hacerlo, las bestias de Luis ya fueron notificadas de su muerte, y deambulan por el barco asimilando la pena a su propia manera. A lo lejos una poderosa tormenta azota violentamente una isla.



Adil sueña, sueña que se encuentra en un lugar completamente blanco, lleva puesto un vestido tan blanco como la nieve. Su cabello se mueve como si hubiera brisa pero no la siente en lo absoluto, está descalza. Pasa varias horas en ese lugar, sola, no se siente asustada, mas tampoco está tranquila. Tiene la sensación de que hay algo mal. Frente a ella aparece Luis, este no trae nada de ropa, la observa detenidamente con esa expresión triste que siempre tiene. Al verlo, la chica se sonroja y aparta la mirada, aunque no puede evitar darle algunas miradas de reojo, es la primera vez que ve el miembro de un hombre y no sabe como reaccionar.

—Parece que me veo raro así —dice Luis confundido al ver el rostro sonrojado de la chica.



Un pantalón corto color beige y una camiseta color blanca aparecen sobre el cuerpo del chico.

—Creo que así estoy mejor —dice esperando la aprobación de la chica.

—No es que hayas estado mal antes —la chica tose intentando disimular lo nerviosa que lo puso verlo sin ropa.

—¿Cómo estás? —cuestiona él señalando el costado de la princesa.

—Creo que bien, no me duele, solo... me siento confundida de que él me haya hecho esto, es muy cruel —responde bajando la mirada y dejando salir un profundo suspiro.

—No te preocupes —Luis la abraza.



Ella puede sentir el calor del chico recorrer todo su cuerpo, mas no su cuerpo como si fuera rodeada por una cálida brisa.

—Debes despertar, hay peligro, una tormenta eléctrica lucha contra una isla volcán y esta cosa que flota en la que viajan se dirige hacia donde estará la lucha en una hora o algo así, creo —le advierte Luis mirando hacia la nada.

—No lo entiendo, al menos sé que eres tu, por que eso suena estúpido y sin sentido.

—Ya sabes que así soy yo...



Luis le da un dulce beso en la frente. Inmediatamente la chica despierta, puede sentir un agradable calor en su frente la cual se toca durante unos segundos dejando salir una enorme sonrisa, desea ver el rostro de Luis. Tortuguina come lechuga a su lado, ve que la chica se despierta ,asiente levemente y continúa con su comida. Corre hacia cubierta, el quelonio prefiere terminarse la lechuga que seguirla. Ya en cubierta mira en todas direcciones buscando nubes de tormenta en el cielo, nota que justo frente al barco en el horizonte hay una colosal nube color negra que está produciendo intensos brillos que no pueden ser otra cosa mas que rayos. Comienza a pensar sobre su sueño, ya sea una tormenta o una tormenta eléctrica es mala idea ir directo hacia ese lugar. Corre hacia la cabina, donde encuentra a Run y Mint discutiendo algo en voz baja. Lambda, que está presente, comienza a gruñir al momento de ver a la chica entrar.

—Tranquilo, Lambda, es Adil —le hace ver Mint, pero esto solo hace que el pequeño perrito gruña con mas ferocidad —. Como sea. Me alegra ver que ya estás despierta.

—Si, si, y a mi verlos bien, pero no hay tiempo para eso, debemos desviar el barco, adelante una tormenta eléctrica luchando contra una isla volcán —les dice la chica de cabello oscuro con temor.

—Debes sentirte mal, ve a recostarte —le pide Run preocupado por la salud mental de la chica.

—¡Escuchen, que no tengo tiempo para que se preocupen por tonterías y no me presten atención, hay una tormenta eléctrica enfrente! —repite la chica agitada señalando hacia el horizonte.



Run observa por la ventana, efectivamente hay nubes de tormenta mas adelante, sin embargo la embarcación en la que navegan debería ser capaz de pasar velozmente sin recibir daños importantes, sin mencionar que está equipada para resistir rayos.

—No debes preocuparte por eso, estaremos bien —comenta el chico en voz baja.

—¡No actúes condescendiente conmigo y escucha! —grita Adil harta de no ser tomada en serio.

—Tranquila, Adil, es una tormenta pequeña, pasaremos en pocos minutos, te lo aseguro, ve a descansar —la intenta tranquilizar la de cabello verde.

—Creo que debo explicar bien —Adil respira para tranquilizarse, el hecho que Lambda le haya estado gruñendo todo el tiempo la tiene mas nerviosa —. Me imagino que saben lo que es un elemental.

—Sí, los elementales son bestias que están compuestas por un elemento, como un muro de roca o un charco venenoso —responde Mint observando a la chica con preocupación.

—Bien, ahora, un elemental como un muro de roca puede combinarse con otro y formar un muro de roca doble, continuando, si docenas de muros dobles se juntan pueden formar una nueva bestia llamada muralla, por último, hay un raro caso único en todo el mundo donde cientos de miles de murallas se combinaron y formaron un elemental rey llamado muralla eterna, es la que resguarda las costas de Minotauri, son miles de kilómetros de muros de rocas combinados en una única bestia —explica la chica mirando como por la ventana se puede ver mas cercana la tormenta eléctrica, incluso es capaz de ver una masa de tierra que recibe muchos rayos.

—Sí, esa historia es bien conocida, aunque no vimos a la muralla eterna, sé que existe, es una de las grandes maravillas del mundo de las bestias —afirma Mint.

—Sí, pero no es el único rey elemental, existe uno por elemento, las gotas de agua forman al golem de hielo que habita en el polo sur del planeta que también es una maravilla, los charcos venenosos forman al lago venenoso rey, los torbellinos pequeños forman el tornado rey que está estático en medio del océano, otra maravilla; las tortugas lava, que en realidad son masas de lava vivientes cubiertas por roca, forman a la isla volcán, la cual navega por los mares. Por último, las nubes pequeñas forman a la tormenta eléctrica —Adil necesita agua después de haber hablado tanto, no es un conocimiento que ella supiera de antes, cuando fue traída de vuelta a Minotauri se puso a leer algunos libros, entre los que resaltaba uno titulado “Los Elementales Reales”.



Run si conoce a algunos de esos elementales, al menos en escritos de los Dragones de Plata, además, ha oído hablar sobre una tormenta que azota los mares desde el principio de los tiempos. Si la información que la chica les da es correcta y hay dos elementales rey luchando, serán atrapados por los potentes ataques de dos de las bestias mas poderosas que jamás hayan existido.



Sin perder más tiempo, Mint desvía el barco, pasan lejos de la tormenta, pero las aguas se notan turbias por la lucha entre los elementales. Adil respira tranquila, luego mira por toda la cabina buscando a Luis, pero al no encontrarlo siente un extraño sentimiento de miedo.

— ¿Dónde está Luis? —cuestiona esperando encontrarlo pronto y sacarse esa sensación de encima.

—Adil, Luis… Luis murió —le informa Run que no se atreve a mirarla a los ojos.

—¡¿Qué?! —la de cabello negro retrocede, al escuchar esa noticia puede sentir como si se le clavara nuevamente una espada, pero esta vez en medio de su pecho.

—Lo lamento, lo mataron poco después de encontrarte —dice el de las túnicas respirando con dificultad.

—No es verdad, Luis es torpe, ingenuo y algo arriesgado, pero no puede estar muerto, él no está muerto, me oyen, ¡NO ESTÁ MUERTO! —grita desesperada la princesa.

—Run lo vio… —añade Mint llorando. Run asiente deseando quitarse la imagen de Luis de la cabeza.

—¿Cómo sucedió eso? —cuestiona la chica de cabello cayendo al suelo pálida.

—Él... él… él llegó a tu cuarto antes que nosotros, luego se fue corriendo sin decir nada, cuando lo fui a buscar lo encontré sin vida fuera de las paredes del castillo —cuenta Run, lágrimas recorren sus mejillas.

—No, ¿por qué corrió? —cuestiona Adil temblorosa, tiene ganas de vomitar.

—Él, bueno, los vió, a ti y a ese chico de armadura —cuenta Mint que decide que no tiene caso ocultar nada.

—¿Me vio con Ran-Na? —Adil recuerda que al llegar Mint y Run a su habitación se estaba besando con Ran-Na —. Luis… ese tonto… él me… él estaba…

—Sí, era evidente para todos que te amaba, estaba tan ansioso por volver a verte —Mint intenta no soltarse en llanto —. Debió ser difícil verte con otro, estaba ilusionado de decirte que… quería decirte que… no importa ya supongo.

— ¿Qué quería decirme? —cuestiona Adil temerosa de la respuesta.

—Quería decirte que quería tener cachorros contigo, que quería verte toda la vida a su lado, a su modo era algo romántico supongo… siempre me pareció que sentías lo mismo por él —la de cabello verde se sacude la nariz con la blusa al no tener un pañuelo a mano.

—Yo… él… no sé si sentía algo por él… creía que nunca volvería a ver a Ran-Na y lo daba por perdido, pero Luis, no sé que es lo que siento por él —Adil se levanta y corre.



Corre hacia el camarote, donde está Tortuguina aún comiendo lechuga. Se tira en la cama y hunde su cabeza en la almohada. Llora por horas hasta que cae dormida. Sueña que está de nuevo en un lugar completamente blanco, Luis está frente a ella.

—No llores, no me gusta que llores —la tranquiliza él limpiándole las lágrimas.

—¿Por qué, Luis? —reclama la chica entre sollozos golpeándolo en el pecho.

—No sé, así es mejor supongo, yo no era nadie, creo que te caía mal, me golpeabas mucho, sin mi estás mejor, me alegra que estés a salvo, volvimos a rescatarte, eso hicimos, ya nada más importa.

—¡No! —la chica se le acerca.



Adil le da un beso a Luis, este corresponde y la abraza. «Esto es muy distinto, este beso es muy distinto, es más cálido, me siento segura, siento que… siento que…». El chico desaparece, despierta.

—Mi dulce tonto… —susurra comenzando a llorar.

 

56 El Canto del Cisne.



Pasa exactamente un año desde la muerte de Luis. Adil se encuentra sola en una habitación de hotel en ciudad Mítica, donde se llevará a cabo un torneo en los próximos días. Tiene el cabello corto hasta los hombros, usa un pantalón azul y una blusa negra con la figura de una tortuga en medio, está descalza, tiene una expresión triste. Se asoma por la ventana, es de noche, hace frío, hay un lobo rondando por los tejados cercanos. Tortuguina descansa sobre la alfombra después de una abundante ración de lechuga. La habitación es bastante genérica; una alfombra café cubre todo el suelo, las paredes están tapizadas a rayas verdes y blancas, una cama individual, una mesita de noche, cortinas blancas cubren la ventana. Un ropero muy viejo color café toma casi una quinta parte del cuarto, en el cual están las cosas de la chica.



Adil saca su CIRD, ve el fondo de pantalla que tiene; es la foto que les tomaron a ella y Luis después de ganar el título de campeones en Concreto.

—Hoy se cumple un año y aún te extraño, aún me duele como si te hubieras ido ayer, aún duele no haberte dicho que también te amaba —la chica se limpia las lágrimas cuando la vista se le vuelve borrosa.



Se acuesta en la cama, deja el CIRD encendido sobre la mesa de noche que está junto a la cama, para poder ver el rostro de Luis antes de dormir, esperando soñar con él. Al ver que no se duerme comienza a hablar con la foto, como lo hace cuando no puede dormir, lo cual ha sido muy a menudo en el último año.

—Ya lo he dicho antes, pero igual te lo contaré de nuevo, Mint y Misaki están desaparecidos, el Escuadrón de la Flor Imperial y el Escuadrón de la Escalera Real fueron erradicados por Zodiacus, mas bien por Capricornius como venganza por herir a Cancer en un brazo, nunca imaginé que se desataría una guerra entre los escuadrones y el Banco BOE, que resultó ser propiedad de Cancer, fue una horrible masacre y todo por una pequeña herida en el brazo de esa loca de Cancer —le da escalofríos al recordar ver la noticia en la televisión hace unos cuatro meses —. Run, bueno, ¿recuerdas que te dije qué volvió al templo?, pues al parecer Capricornius volvió a visitarlo, sanó a todos los elegidos de los Dragones, intentó convencerlos de ir con él, pero no lo logró y en su lugar se llevó todos los Obsequios de los Dioses que tenían, incluso el pergamino ese que sirve para detectar obsequios —pone una mirada bastante seria —ahora los seis elegidos viajan juntos para intentar recolectar los obsequios, prometieron que si encuentran un obsequio que te pueda traer de regreso me lo dirán de inmediato, cada día espero esa llamada, aunque sé que quizás nunca encuentren uno —cierra los ojos sintiéndose muy cansada—. Espero encontrar un obsequio que te traiga de regreso, volver a reunir al grupo y que todo sea como antes…



Cae profundamente dormida, se encuentra en ese lugar blanco en el que espera por horas a que aparezca Luis, pero no lo ha hecho desde aquella vez en el barco.

—Lambda, bueno, sabes, llegando a tierra nos dejó, no soportaba tenerme cerca… Como bien debes saber se convirtió en domador de bestias —la chica sonríe —, es realmente un perrito muy listo, usó un tecnicismos y tuvieron que aceptarlo como domador reconocido, la Federación de Luchas de Bestias trató de impedirle el registro, pero, y aún no me explico como, contrató un abogado y los demandó, ahora las bestias pueden ser domadores si cumplen con los requisitos… claro, que ya no lucha personalmente, tiene tu CIRD y tu PB, lo acompañan Algodón, Plumas y Escamas, ah, tiene un par de nuevos compañeros bestias, no sé sus nombres, preguntale sus nombres y ven a decírmelos, ven y dime algo, lo que sea... —se limpia las lágrimas —. También ya te lo he dicho varias veces, pero… perdí el título del campeonato de Concreto y Pantano, trabajamos tan duro y los perdí en segundos, ese Scorpius tiene nuevas bestias, unos escorpiones tamaño familiar que le quebraron el caparazón a Tortuguina, gracias a los Dioses que las bestias se regeneran tras los combates, estaba aterrada al verla en ese estado, creí que la perdería también.



Comienza a caminar en ese lugar blanco, da paso tras paso, pero no siente que avance. Todo es blanco hasta donde alcanza la vista y le es imposible saber si sus pasos la están llevando a alguna parte.

—Mi padre me ha contactado, me pide que vuelva a casa, pero me niego, prometió no obligarme, pero es muy molesto lo insistente que ha estado estas semanas. Oh, cierto, Lambda, ¿puedes creer que es uno de los cien mejores domadores de bestias según el ranking de esta semana?, quedé estupefacta, yo... sigo bajando de rango con cada derrota, me doy cuenta que las estrategias de Lambda nos llevaban a la victoria, supongo que era el listo del equipo. No sé que más contarte… participaré en el torneo de Ciudad Mítica, no creo llegar muy lejos, Lambda también participará, pero no espero que me salude, también ese demonio de Capricornius entrará, según leí ahora es uno de los diez mejores domadores de bestias de todo el continente, es realmente aterrador que alguien así sea miembro de Zodiacus.



Adil se deja caer, el suelo no es duro, al contrario, es muy blando, la caída no la siente, siempre se dice que así deber sentirse acostarse sobre una nube.

—Me quedaré aquí a esperarte —se cubre el rostro con los brazos —. Así deba esperar toda la vida.



Luis aparece a su lado, la mira y sonríe. Lleva puesto una camiseta sin mangas gris y una pantaloneta color blanco. Le acaricia con dulzura la cabeza, pero ella solo siente una ligera sensación de calidez.

—No me arrepiento de haber ido por ti, lo volvería a hacer una y otra vez —la mira detenidamente, la chica nunca se descubre el rostro —. No intentes revivirme, ya para mi no hay vuelta atrás, sigue con tu vida, luchar contra Zodiacus era mi misión, no la tuya, así que deja de intentarlo, sigue tu propio camino y descubre tus sueños —sonríe al ver lo bien que le queda a ella el cabello corto —. Despierta.



La chica despierta llorando, no logra recordar con claridad su sueño, todo se le hace confuso. Se levanta y observa por la ventana. Varios aullidos resuenan por toda la ciudad.

—Seguiré mi sueño… por eso sé que volverás a mi lado, lucharemos en miles de torneos, detendremos a Zodiacus, ayudaremos al desvalido, tendremos muchos cachorros —sonríe levemente ruborizada —, y te juro que no te volveré a golpear, por eso, regresa, sólo regresa...