Historia larga Las travesías del salvaje y la becerra

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Dark RS, 17 Marzo 2015.

  1.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Escritor
    Título:
    Las travesías del salvaje y la becerra
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    55
     
    Palabras:
    1594
    08 Aventura En El Pantano.


    Hay un puerto desde donde sale una embarcación de lujo, fue construido y es mantenido por la corporación La Sirena, zarpa una vez al día hacia Pantano, ésta es la única manera de llegar a esa poblada ciudad, ya que ningún transportador puede llegar hasta la ciudad debido a la alta concentración de contaminación que expulsa Deterioro. El equipo Adil se encuentra a un par de kilómetros del puerto, normalmente hay un letrero que señala la dirección que hay que tomar para llegar hasta la cabina de descanso donde los viajeros esperan a que salga la embarcación, pero ese día el letrero fue derribado por un primate que jugueteaba arrojando fruta.


    Se pierden al intentar llegar al puerto, ya que toman la dirección opuesta y se terminan adentrando en la húmeda jungla Coco; esta jungla se caracteriza por tener suelos de lodo, pantanos y árboles gigantescos cuyas copas se entrecruzan evitando que los rayos del sol iluminen el lugar.

    —Estoy segura que es tu culpa —regaña la chica empujando a Luis, quien cae sobre un charco de lodo y se ensucia por completo.

    —Pero te dije que no tengo ni idea de donde estamos, ¿cómo esperabas que encontrara el camino a ese puerto? —se excusa el chico levantándose a duras penas del charco e intentando limpiarse un poco, su cuerpo sigue bastante adolorido por los golpes que le propinó el yeti.

    —No me des excusas, encuentra la manera de salir de aquí ahora mismo o me verás realmente enojada —advierte la chica furiosa y frustrada.


    Después de varias horas de estar dando vueltas se encuentran de frente con una telaraña de seis metros de largo por ocho de ancho. Cuando intentan darse la vuelta notan que otra telaraña les impide regresar por donde venían, Lambda, que ha estado sobre el caparazón de Tortuguina, para evitar ensuciarse, comienza a ladrar hacia la copa de los frondosos árboles. Una telaraña es lanzada desde las alturas, envuelve a la chica y la jala hacia arriba.


    Luis comienza a escalar el árbol, sin importarle el dolor que siente, hasta que llega al nido de una araña, ve a la chica atrapada en una telaraña, saca una daga de su cinturón y comienza a cortar, cuando la tiene casi libre es atacado por la araña responsable del secuestro de la chica. El arácnido mide casi un metro sólo de abdomen, sus patas sobrepasan el metro de largo, sus colmillos los veinte centímetros, está cubierto de largos vellos urticantes negros, su color es gris con un extraño patrón de líneas negras en la espalda, sus ocho ojos tienen cuatro distintos colores; azul, rojo, amarillo y blanco, en pares.


    Luis patea con toda su fuerza los ojos de la araña, la cual pierde el equilibrio y cae de la rama golpeándose contra una enorme roca que está a la base de uno de los árboles. El chico termina de liberar a Adil, la alza en su regazo y se lanza al vacío. Ella grita aterrada segura que morirá. Caen sobre Algodón cuya suave lana amortigua la caída. La oveja se los sacude y se aleja indignada.


    El chico cura la larga herida sufrida por el arácnido debido a la caída, lo dejan descansando sobre la roca. Caminan algunas horas mas hasta el anochecer, acampan sobre un cúmulo de tierra seca, varias sombras se mueven en la oscuridad, nadie, por excepción de Lambda, logra dormir en toda la noche debido a los tenebrosos ruidos de la umbra.


    A la mañana vuelven a ponerse en marcha para intentar encontrar el puerto, ven varios charcos púrpuras que se comienzan a acercar con lentitud.

    —Son charcos venenosos, como el que enfrentamos en Ranch —señala Luis girándose.

    —Hay muchos y nos tienen rodeados —Adil retrocede unos pasos, los ojos de los charcos los observan detenidamente, ya estos los eligieron como presas.

    —Estas bestias son muy peligrosas, si nos alcanza una gota de su veneno podemos quedar envenenados al instante, son muy letales y sus toxinas se meten por los poros —susurra el chico.

    — ¿Qué hacemos? —pregunta nerviosa la chica.

    —Debemos cegarlos y huir, sólo Reina puede hacerlo —susurra casi inaudible el chico.

    —Sácala entonces —ordena la chica.

    —Pero si hacemos movimientos bruscos atacarán con chorros de veneno y será el fin para todos nosotros —aclara él moviéndose lentamente —. Recuerda que Reina está dentro del PB junto con Escamas, para el momento que recupere su tamaño normal probablemente estemos muertos.


    Telarañas comienzan a caer sobre los ojos de los charcos, Luis y los demás aprovechan para escapar, con Algodón encabezando la huida. Luego de unos diez minutos de carrera continua se detienen a descansar.

    —Tuvimos suerte —dice la chica con mucha agitación en su voz.

    —No fue suerte, la araña nos salvó —asegura Luis, se deja caer al suelo para descansar, le empeora el dolor cada vez más.

    —Intentó comernos y ahora nos salva, realmente es un bicho extraño, casi tan extraño como tu lo eres —ofende la chica, y como lo esperaba, él no entendió.

    —Arácnido, las arañas no son bichos, ¿cierto, pequeño? —dice a la araña que cuelga de una cuerda de telaraña detrás de la chica. Al ver Adil a la araña la golpea y se va a esconder detrás de Tortuguina —. Perdónala, lo que sucede es que la sorprendiste —el chico se levanta y acaricia la cabeza de la araña, quien comienza a babear ácido de la boca.

    —Esto es medio raro, esa cosa cambió de parecer muy pronto, debe ser una trampa —comenta la chica sin apartarse del lado de su tortuga.

    —Piensa lo que quieras. ¿Quieres venir con nosotros? —pregunta a la araña. El arácnido asiente, Luis abre un espacio en el PB y la araña entra miniaturizándose —. Mira allá —señala detrás de unos arbustos que, aunque altos, dejan ver que del otro lado está el puerto que los llevará a Pantano.


    No les queda más opción que pagar tres monedas de oro como pasaje para abordar la embarcación, tardan tres horas y media en cruzar el Deterioro, no debido a que la distancia entre la orilla y el centro fuera mucha, si no por que la superficie del agua es tan espesa que le cuesta mucho trabajo a una embarcación movilizarse sobre la misma.


    Pantano es una enorme ciudad flotante muy colorida, con árboles de todas las tonalidades de verde y rojo posibles, varias plazas de granito con fuentes cuya agua cristalina fluye constantemente, calles compuestas de ladrillos grises unidos por una fina capa de cemento, farolas doradas iluminan las calles durante las noches, su principal fuente de ingreso es el turismo, ya que hay muchas atracciones y artistas callejeros en cada plaza, sin mencionar que en esta época del año se lleva acabo el torneo anual de luchas de bestias.


    El torneo se celebrará dentro de dos días, por lo que Adil propone buscar pistas sobre el paradero del presidente de las empresas Gatito Pachoncito, preguntan en varios hoteles pero en ninguno les pudieron dar información alguna. Al acercarse la noche no les queda más opción que hospedarse en una posada de ladrillos dorados llamada El Camino a Az. Al ir hacia la habitación que compartirán, la número siete, escuchan una voz femenina cantando en la habitación número cuatro, la voz no le resulta familiar a ninguno, pero la canción si lo es, una de las canciones favoritas de Lambda, que de tanto escucharla Luis también le ha tomado mucho afecto a la letra, ambos se asoman a espiar quién es la que canta aprovechando que la puerta se encuentra entreabierta.


    La voz pertenece a una chica como de la edad de Luis, de tez blanca, cabello largo hasta la espalda baja color verde claro, enormes ojos color esmeralda, se le nota una cicatriz en su brazo derecho que desaparece bajo la manga de su blusa. Viste una blusa blanca que le llega hasta los muslos en medio de la cual hay una rosa roja, no parece vestir nada más. Baila descalza al ritmo de la canción.


    (Canta la chica)

    Tan feroz como un rayo,
    lucha el Escuadrón de la Flor Imperial,
    con valor, esperanza y amor, como una hermosa flor



    Lambda entra a la habitación y comienza a aullar al ritmo de la canción.


    (Canta la chica, Lambda ladra)

    En la oscuridad está eso que pesadillas nos da
    con un grito de terror el mundo envuelve,
    cuando, por la desesperación, caigas de rodillas,
    del fuego saldrá la flor que a salvarnos vuelve


    Las doncellas, su vida por todos darán,
    usarán todo su poder, para no vernos nunca caer,
    tan feroz como un rayo fulminarán,
    a esa eterna maldad van a destruir...



    Luis no puede resistirse, a partir de este punto canta desde la puerta en voz muy baja.


    (Coro de Luis, Lambda y la chica)

    Las doce estrellas con su luz oscurecerán,
    y a los Guardianes esclavizarán,
    pero la flor los derrotará,
    y el mundo la paz recobrará.


    Los doce caerán, ya que el mal,
    en este mundo, de existir no tiene razón,
    la flor recobrará la paz de cada persona, planta y animal,
    y por siempre los cielos, nuevas estrellas lucirán.



    En este punto Adil se enfada con Luis, lo empuja y lo golpea contra la puerta.

    —Quédense haciendo el ridículo con su nueva mejor amiga —grita ella antes de irse zapateando y murmurando algo que nadie más logra escuchar.
     
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    Las travesías del salvaje y la becerra
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    09 Mint


    A la mañana siguiente, Adil y Luis toman el desayuno en el comedor de la posada; las mesas y sillas son de madera barnizada, varios cuadros de paisajes y castillos decoran las paredes norte y este, en la sur se encuentra la puerta a la cocina y al oeste un enorme acuario con langostas y cangrejos para que los clientes elijan cual desean comer. Los pisos son de roble, el techo se encuentra cubierto por la pintura de un castillo de esmeralda que yace en medio de un hermoso valle.


    Luis come manzanas verdes y jugo de manzana, Adil tocineta y pan tostado con jugo de naranja, y Lambda devora un enorme plato de tocineta, salchichas y jamón con un poco de leche a un lado.


    Se les une la chica que la noche anterior encontraron cantando, quien trae un plato con tostadas y un vaso con jugo de pera.

    — ¿Les molesta si me siento? —pide la chica sonriente después de sentarse frente a Adil.

    —Si ya te sentaste para que preguntas —murmura enfadada Adil por ver a la chica de nuevo.

    —No veo problema —permite Luis, Lambda ladra y continúa comiendo.

    —Mi nombre es Roisin pero mis amigos me llaman Mint —comenta la recién llegada.

    —De acuerdo, Roisin —contesta Adil sin mirarla.

    —Sé que están buscando a Zodiacus —susurra para que ninguno de los demás presentes en el comedor escuche. Cambia su expresión por una mas seria.

    — ¿Cómo lo supiste? —cuestiona desconfiada la chica de cabello oscuro que finalmente se anima a voltear a mirar a la de cabellera verde.

    —Tengo mis fuentes —agrega sonriente, se alegra de tener la información correcta —. Deseo ayudarles en la labor de rescatar a los Guardianes.

    —No salvamos Guardianes, salvamos Dragones —aclara Luis, el perrito asiente.

    —Si lo hacen, salvaron al Guardián de las Montañas que estaba bajo el control de Aries —dice la chica de cabello verde llevándose una tostada a la boca.

    —Tus fuentes son muy exactas —demasiado—, mejor confiesa quién eres en realidad —exige Adil.


    La de cabello verde termina de comerse una de las tostadas, mira a Luis con cierto rencor que ni ella misma conoce el por que, luego voltea la mirada a la chica, la cual se le hace familiar, pero no logra recordar de donde.

    —Supongo que puedo confiar en ustedes —hace una pausa para pensar en el orden en que contará las cosas —. Me llaman Mint, soy miembro del Escuadrón de la Flor Imperial, nuestro objetivo es mantener a los Guardianes a salvo, por lo que derrotar a los miembros de Zodiacus es primordial.

    — ¿Por qué los Guardianes y no los Dragones? —cuestiona Luis interesado en la conversación.

    —Por que los Guardianes mantienen a salvo a las personas, los Dragones no son más que seres mitológicos para que los niños tengan pesadillas por las noches —responde Mint sin mayor interés en continuar hablando sobre los Dragones.

    —Son reales, nuestra misión es salvarlos del control de Zodiacus, y son necesarios en el balance del planeta, mantienen los elementos en armonía, la fuerza de un Dragón equivale a la de cientos de Guardianes —dice Luis defendiendo el buen nombre de sus familiares.

    —Razón de sobra para detener a esa malvada organización —añade Mint, que aunque no está de acuerdo con que los Dragones sean reales, sabe que al menos tienen el mismo objetivo final, detener a los Zodiacus —. ¿Me permitirán ayudarles?

    —Supongo que necesitamos toda la ayuda posible —comenta Luis —, ¿qué les parece la idea de que se nos una? —pregunta a Adil y Lambda.

    —No me confío de ella —dice la chica de cabello negro frunciendo el ceño. Lambda ladra y acepta la ayuda de Mint.

    —Uno a uno, supongo me corresponde decidir si vienes o no... —Luis lo piensa por unos minutos, pero al no ser capaz de llegar a una decisión, se le ocurre hacer una proposición —. Es una misión muy peligrosa, así que dejaré que tus habilidades decidan. Entra al torneo que se llevará acabo mañana y si nos convencen tus habilidades estás dentro.

    —Pan comido —la de cabello verde da un mordisco a su tercera tostada.

    —Dime, ¿qué gana la Flor Imperial al derrotar a Zodicus? —cuestiona Adil.

    —Cumplir nuestro deber, pero debo confesar que somos patrocinados por varias empresas competidoras de los miembros de la organización y hay una recompensa millonaria para quien logre desmantelarlos.

    —Dinero entonces —susurra Adil, al final todo es sobre dinero y poder.


    Luis y Adil pasan el resto del día entrenando a sus bestias, Lambda se la pasa recuperándose de una fuerte indigestión ocasionada por el exceso de comida consumida durante el desayuno.


    A la mañana siguiente se dirigen al coliseo, les toma algo de tiempo llegar, ya que el lugar se encuentra algo lejos y ningún transporte público quiso llevar a las bestias sin que las pusieran en el PB, en especial a la monumental tortuga.


    Entran al coliseo de Pantano; el campo de batalla mide cien metros de largo por ochenta de ancho, las graderías son bancas plásticas pegadas sobre tubos metálicos que salen del piso, el techo se derrumbó hace un par de meses y aún no lo han reparado, por lo que no hay obstáculos por aire. Pero en tierra es distinto, ya que en el campo donde luchan las bestias hay varios obstáculos; como rocas, cúmulos de arena, charcos de agua muy profundos y agujeros de un metro de profundidad con diversos anchos.


    Comienza la primera ronda, Luis y Adil se sientan en las graderías a observar las peleas de los demás participantes mientras llega su turno. Mint se sienta en medio de ellos.

    —Desde que te conocí te me has hecho conocida, Adil —señala la chica de cabello verde.

    —Es que tengo una cara muy común —responde rápidamente Adil.

    —No, no es eso... ¿no será que eres uno de los miembros de Zodiacus?

    —No digas tonterías, Roisin, jamás sería parte de un grupo tan maligno como ese —responde con cierto dolor en su voz la de cabello negro.

    —No sé, quizás seas Scorpius o Geminis —Mint se esfuerza por recordar donde ha visto antes a la chica de cabello oscuro.

    —Quizás tú seas un miembro de Zodiacus cuya misión es llevarnos a una trampa o matarnos cuando puedas —reacciona furiosa Adil.

    —No, no tengo el porte para ser multi millonaria —se le queda mirando detenidamente —. Pero en ti hay algo que no sé qué es y me molesta no saber qué es.

    —Seguro la edad te vuelve lenta —se burla Adil.

    —Apenas si soy dos años mayor que tú, no te hagas la lista conmigo que me hace sospechar aún más de ti —la de cabello verde se esfuerza por recordar.

    —Por estar discutiendo se perdieron una estupenda lucha —interrumpe Luis —, esos lobos negros son bastante fuertes y por cierto, miren quién es el siguiente —señala una enorme pantalla que se encuentra en la parte opuesta del techo a la que se encuentran, donde dos fotografías se muestran.

    Leonardo Ti Gre, presidente de las empresas Gatito Pachoncito, es conocido como Leo, quien además es miembro de Zodiacus —menciona Mint observando la foto —. No parece la gran cosa, ni un poquito peligroso, parece un gatito inofensivo.

    —No es él quién me preocupa —interrumpe Luis —, si tiene un Dragón no será nada fácil de vencer.

    —No sé, pero se dice que algunos de los malos tienen bajo su poder a los Guardianes del palacio del Dios Oscuro, y esos dos son más poderosos que todas las bestias y Guardianes del mundo juntas —menciona la del cabello verde.

    — ¡Esos no son Guardianes, son Dragones, son mis tíos, los dragones de la vida y de la muerte, jamás pensé que ellos pudieran caer bajo la influencia de esos villanos! —comenta Luis nervioso, Lambda comienza a temblar de miedo.

    — ¿Vida y muerte? —pregunta Adil.

    —Sí, Animam es el Dragón de la vida, se dice que gracias a ella es posible que los seres vivos existan y puedan reproducirse, sin su presencia todas las especies estarían condenadas a estar en su última generación —intenta recordar la única vez que vio al dragón de vida —. Y Mortuus es el Dragón de la muerte, es el responsable de que los seres vivos puedan morir, su sola presencia es mortal, nunca lo hemos visto, ningún ser vivo no Dragón ha estado en presencia de Mortuus y sobrevivido para contarlo, siempre tuve pesadillas imaginando como puede lucir—cuenta Luis con voz temblorosa. Lambda se sube a su regazo y esconde la cara.

    —No sabía que eran Dragones, he escuchado que esos dos pueden dar vida o quitarla a su antojo, pensaba que era una exageración —dice nerviosa Mint, que comienza a creer un poco en las leyendas sobre los Dragones.


    Adil mira el cielo a través del hoyo del techo del coliseo, se pone melancólica mientras se pierde en sus pensamientos.

    — ¿Creen que un Dragón puede hacer que una persona cambie? —cuestiona triste la de cabello oscuro.

    —No, la ambición por el poder enloquece a los seres vivos, se muestra el verdadero yo, la necesidad de hacer el mal es exclusiva de los genocci y genori, no creo que los Guardianes ejerzan ningún tipo de influencia sobre nosotros —responde Mint.

    —Todos mis tíos y mis padres son buenos, es a ellos a quienes controlan, no al revés, Zodiacus es un grupo de tipos malos —responde Luis algo indignado de la insinuación de que los Dragones hagan malos a los genocci.

    —Entiendo, supongo que hay personas que simplemente se vuelven malas y locas —una lágrima sale del ojo izquierdo de la chica de cabello oscuro. La lágrima recorre su mejilla y cae al suelo desapareciendo.
     
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    1572
    10 Mint Contra Leo


    Observan las bestias que utiliza Leo en su lucha, se nota que no son las mas poderosas de su arsenal, pero, a pesar de esto, gana en pocos segundos.

    La lucha de Adil y Luis se lleva acabo antes de la caída de la noche, no fue una lucha difícil, tres osos negros que cayeron sin dar mucha pelea. Al siguiente día le toca a Mint demostrar su habilidad.


    Sus oponentes son tres muros de roca que levitan, elementales de tierra. Sus tres bestias salen a continuación de un PB de cinco compartimientos. Una enorme rata negra del tamaño de un perro mediano con largos colmillos blancos y ojos rojos. Una lagartija pequeña color rojo. Y como tercera bestia saca una planta rinoceronte, que es un rinoceronte verde que no es de carne, si no que es de composición vegetal, con un largo cuerno de madera petrificada que sale de su frente y uno mas pequeño tras ese que en realidad es una monstruosa espina que inyecta un potente somnífero.


    La rata se lanza sobre la primera pared y la derriba, luego se baja y aleja, cuando el elemental comienza a levantarse la rata lo derriba nuevamente. La lagartija se sube a la segunda pared, se le zafa la cola, que queda pegada en la roca, comienza a avanzar, le crece la extremidad posterior y la vuelve a desprender y se queda pegada, después de repetir esto en dos ocasiones más se deja caer y las colas comienzan a explotar, no produce una explosión muy poderosa, pero es lo bastante potente como para dañar seriamente a un elemental de tierra.


    Las paredes que ya recibieron daño se comienzan a lanzar con fuerza sobre la rata y la lagartija respectivamente, cuando la primera pared cae sobre la rata, esta en lugar de recibir daño se vuelve humo y reaparece a un metro de ahí. La lagartija no hace mucho esfuerzo para evitar los impactos de su oponente, pero tampoco se deja aplastar por completo, cuando el elemental cae sobre su cola o alguna de sus patas, simplemente se las desprende, le vuelven a crecer, las extremidades cercenadas quedan adheridas al atacante y explotan.


    La tercera pared se lanza contra el rinoceronte con todo su poder, el cual atraviesa el cuerno para bloquear el ataque produciendo que la pared se parta en varios trozos, luego de tener a su oponente derrotado se lanza en embestida contra las dos paredes restantes detrayéndolas.

    Con esto, Mint adquiere la victoria, las paredes enemigas se comienzan a regenerar. La chica de cabello verde hace con sus dedos el signo de amor y paz y le sonríe a la multitud.


    Al término del segundo día acaba la primera ronda y se hace el sorteo de los siguientes encuentros. A Mint le toca luchar contra Leo.


    A la tarde del tercer día se lleva acabo el segundo encuentro del equipo de Adil, el hombre contra quien les corresponde luchar está vestido con un largo abrigo negro, lleva una cadena de plata, de la bolsa del abrigo sobresale una estaca de madera. Se hace llamar Exterminador.


    Primero salen las bestias del equipo de Adil; Araña, Lambda y Tortuguina. Exterminador saca un enorme lobo negro, un murciélago blanco de elemento hielo y un imitador, que es una criatura, que puede ser sólida, líquida o gaseosa, que adquiere cualquier forma modificando su propia estructura molecular, esta es sólida y de color azul.


    El lobo se lanza a atacar a Lambda, el murciélago aletea viento helado hacia Araña, quien rápidamente crea un escudo con telaraña. El imitador se convierte en Tortuguina pero de color completamente azul, la tortuga parpadea y así lo hace al mismo tiempo el imitador, mueve una pata y su copia también, se mete en el caparazón y el imitador a la vez hace lo mismo, finalmente se queda dormida y al falso no le queda más opción que hacerlo también.


    El lobo corretea al perrito alrededor del campo de batalla. Araña sigue escondida detrás del escudo para no recibir el viento helado.

    Al estar oculto tras el escudo de telaraña, Araña no puede moverse sin arriesgarse a ser impactado por el aire frío, por lo que decide hacer un soporte con telarañas para que de la impresión de que la está sosteniendo aunque no sea así. Al terminarlo corre a un lado aprovechando que el murciélago está concentrado en destruir el escudo.


    Lambda corre a través de la ventisca de aire helado recibiendo mucho daño, el lobo que viene tras el también recibe daño y queda cegado durante unos instantes, los cuales aprovecha el perrito para subirse en la espalda del enorme canino y lanzarle bolas de fuego detrás de la nuca. El murciélago aletea hacia Lambda congelándolo junto con el lobo. Araña, que estuvo todo el tiempo dirigiéndose hacia atrás del ser alado, dispara telarañas a las alas del murciélago obligándolo a caer a tierra dejándolo fuera de combate y así dándoles la victoria al equipo de Adil. Las bestias congeladas dejan de estarlo al instante.


    La única pelea de esa noche es la de Mint contra Leo, ambos se colocan en su respectivo lugar, le toca primero elegir bestias al miembro de Zodiacus. Leo sabe que la chica de cabello verde es miembro del Escuadrón de la Flor Imperial, por lo que supone que tendrá bestias poderosas y que está detrás de su bestia más fuerte, y no piensa decepcionarla, usará sus mejores inversiones contra ella.


    Leo es bastante bien parecido, tiene el cabello negro corto con una pequeña mancha de cabello dorado en la parte derecha de su cabeza, piel morena clara, trae un traje muy costoso de seda importada color azul marino, con una camisa dorada por dentro, corbata blanca con dibujos de huellas de felinos, usa varios anillos de oro con gemas discretas tales como rubí y zafiro en su mano derecha y esmeralda y una perla en su mano izquierda, un pendiente de diamante en ambos lóbulos. Tiene aproximadamente treinta años de edad, pero aparenta ser mucho más joven.

    —Buenas noches, señorita Roisin, siempre es un placer conocer a una chica tan hermosa como lo es usted —sonríe mostrando una hermosa dentadura perfecta y blanca.

    —Lo mismo digo de usted, señor Leonardo Ti Gre —corresponde al saludo Mint frunciendo el ceño con ira.

    —No pensé que vería a un miembro de la Flor Imperial participando en este torneo, es una sorpresa en verdad —comenta sonriendo el hombre de traje negro y dorado.

    —Ya que no hacen falta presentaciones extras, retiro lo dicho, no es un placer conocerlo, Leo de Zodiacus —se retracta la chica frunciendo el ceño aún más, cierra el puño con fuerza.

    —Pero que señorita mas maleducada, ¿acaso nunca te enseñaron tus padres a no ser tan insolente? —pregunta Leo sin perder la sonrisa.

    —Basta de charlas y libera al Guardián que tienes bajo tu control —ordena la de cabello verde.

    —No lo digas como si fuera algo malo, esta majestuosa bestia no recibía la atención adecuada para su belleza, tu misma podrás apreciarla en unos instantes. Aquí vamos —saca un PB de plata, del cual salen tres bestias que recobran su tamaño real. Luis, Lambda y Adil observan desde las graderías, esperando ver si una de las bestias de Leo es un Dragón.


    El equipo de Leo consta de tres felinos; un tigre negro de rayas blancas, un puma dientes de sable. Y el tercero, que es el mas grande de los tres, un enorme león dorado con la melena color platino cuyas garras son tan fuertes como el acero y cuya presencia intimida.

    — ¡Un Guardián de sabana! —comenta sorprendida Mint. Luis y Lambda se decepcionan que la mejor bestia del miembro de Zodiacus no sea un Dragón.

    —Majestuoso, ¿cierto?, este es el animal mas bello y elegante en la faz del planeta —comenta emocionado Leo, siempre le ha sido emocionante ver al Guardián de sabana que logró capturar en uno de sus viajes a un país salvaje.


    Sin mas que decir, Mint envía a sus tres mejores bestias; la lagartija cuyas partes desmembrabas explotan cuyo nombre es Nitro, el rinoceronte planta que es llamado Rinox y una criatura de gas color verde llamada Fosgeno, que es un imitador gaseoso.

    —No parpadee señorita o se perderá toda la acción—pide respetuosamente Leo con una enorme sonrisa.


    El león ruge y paraliza a las bestias de Mint y a los demás felinos. El león comienza a gruñir, el gruñido deja inmóviles a la mayoría de las bestias en el campo, Nitro se salva debido a que por su pequeño tamaño se oculta tras la pata del rinoceronte y evita todo el daño de la onda.


    La lagartija se sube sobre el león y comienza a dejar colas adheridas por toda su pata derecha, las cuales explotan, pero no logran herir al felino en lo absoluto. El felino de melena color platino comienza a gruñir, la piel le comienza a brillar y una leve onda de choque es expulsada de su cuerpo enviando a las demás bestias a volar contra la barrera que protege al público.


    Completamente derrotada, la chica de cabello verde regresa a sus bestias al PB, se da la vuelta y sale del campo de batalla sintiéndose humillada. Leo regresa las suyas unos instantes después, sonríe a la multitud mostrando su blanca dentadura y se retira saludando triunfante.
     
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    Dark RS

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    Las travesías del salvaje y la becerra
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    11 Guardián De Sabana.


    Mint regresa a la posada, donde la esperan Luis y Adil, van al comedor para tener una charla más privada, ya que en el recibidor están el recepcionista y un par de personas discutiendo sobre el torneo de luchas de bestias.


    Ambas chicas ordenan gaseosas, Luis jugo de manzana y Lambda un platón de leche.

    —Me apaleó, no tuve oportunidad de responder al ataque como se debe, ese Guardián es muy poderoso —dice decaída Mint, deja caer el rostro sobre la mesa.

    —No te culpes, se nota que es una bestia muy poderosa, pero gracias a tu pelea podremos planear una estrategia para derrotar a Leo —asegura Adil a la chica de cabello verde para levantarle los ánimos.

    —No sirvo para esto, no soy digna de pertenecer al Escuadrón de la Flor Imperial, no podré ver a mis amigas a la cara después de esta humillante derrota —susurra, cierra los ojos para evitar llorar.

    —Mint, le ganaremos, liberaremos al Guardián, te lo prometo —promete Luis con un semblante serio. Lambda ladra y seguidamente procede a rascarse la base del cuello con su pata trasera.

    — ¿Cómo lo harán? —cuestiona levantando la mirada —. No me dio ni oportunidad de respirar, un sólo ataque noqueó a todos en el campo.

    —No a todos, y es justamente eso lo que usaremos a nuestro favor —dice el chico que ya tiene una estrategia en mente.


    Pasan los días y las batallas, Luis y Adil entrenan a sus bestias con distintas estrategias para que estén a la altura del reto de detener a Leo. Mint les ayuda a practicar. Llega la final al duodécimo día del torneo, el equipo Adil contra Leo. El campo está preparado y las graderías están a su máxima capacidad.

    Leo llega sonriente al lugar que le corresponde, durante todo el torneo ha lucido la misma sonrisa, casi como si la tuviera permanente en el rostro, la mayoría de las mujeres quedan cautivadas por esa blanca sonrisa.


    Le corresponde al miembro de Zodiacus elegir primero, y como es de esperarse para la final, envía al Guardián de sabana, además de dos enormes tigres negros con rayas blancas. Las bestias de Luis y Adil elegidas son; Escamas, Reina y Algodón.


    Da inicio la lucha final, el león comienza a brillar, los tigres se acuestan y se cubren el rostro con las patas, Reina y Escamas se colocan detrás de la oveja, quien entra en su modo de defensa natural. La onda de impacto es liberada, los tigres y la oveja son impactados; ambos felinos caen, mientras que Algodón sólo es movido un par de metros sin recibir daño importante. La hormiga y el pez que se ocultan tras la oveja salen ilesos.


    El león ruge, corre hacia Algodón y le propina un fuerte zarpazo. Reina escupe cientos de hormigas guerreras que se suben al felino y lo comienzan a picar, el león contraataca con una onda de choque que las quita a todas a la vez. Uno de los tigres se levanta y ataca al león, le muerde el cuello intentando inmovilizarlo, pero la fuerza del gran felino de melena es muy superior y logra liberarse con facilidad.

    —Esto es extraño —se pregunta Leo al ver a su propio tigre atacando a su preciada inversión, pero luego nota que el pez está mordiendo el cuello del felino rayado, por lo que supone que es un controla mentes.


    En pocos segundos, cientos de hormigas comienzan a rodear al león y a picarlo fuerte. Una tercera onda de choque es suficiente para sacárselas de encima, el león saca la lengua recuperando aire y deja expuesta una pequeña esfera plateada de control incrustada en medio de la lengua.


    Algodón embiste la pata derecha del león haciéndolo perder el equilibrio y tropezar, mas hormigas comienzan a cubrir su cuerpo, pero esta vez no logra lanzar una onda de choque, por lo que comienza a rodar en el suelo para aplastarlas, algunos insectos entran en su boca y le quitan la esfera de la lengua.


    El león se levanta, ruge y lanza una nueva onda de choque que noquea al tigre controlado y a Algodón, que no tuvo tiempo de entrar en su modo de defensa natural. El pez suelta al tigre y comienza a retorcerse para acercarse al segundo tigre, pero antes de poder hacerlo, el león lo pisa y lo deja fuera de combate.

    —Imposible, ya retiramos la esfera de control —grita incrédulo Luis, que se niega a pensar que el león está de acuerdo con los ideales de Leo.

    —Calma, quizás tiene alguna otra, ¡Reina, busca en todo su cuerpo si tiene más esferas! —ordena Adil.


    Reina lanza de su boca micro-hormigas ninja que comienzan a escudriñar el cuerpo del felino, a la vez, el Guardián se acerca amenazante hacia la hormiga. Reina se aleja lo más rápido que sus patas le permiten, el león la sigue de cerca.


    Al cabo de unos metros, el Guardián arrincona a la hormiga, abre el hocico y le comienzan a brillar los colmillos, pero antes de tener la oportunidad de lanzar un ataque final se detiene, se sacude hormigas muertas y las tres esferas que lograron extraer los insectos antes de morir. El león ruge y acto seguido huye del coliseo a toda velocidad para regresar a su hogar, la energía en sus patas y la velocidad a la que corre le permiten andar sobre el agua sin hundirse, por lo que en pocos días llega a su país de origen.


    Leo pierde su característica sonrisa, regresa sus tigres al PB, piensa un poco y vuelve a sonreír.

    —Fue una estupenda lucha, son excelentes luchadores —felicita fingiendo admiración.

    —Diles a tus amigos que liberen a los Dragones, si no lo hacen iremos por ellos, y eso es una promesa —amenaza Luis.

    —No se preocupen, les diré —responde lanzando una última sonrisa antes de salir del coliseo, la multitud ha estado ovacionando a los campeones desde que el león abandonó el campo de batalla, después de una corta deliberación los jueces les dan la victoria.


    Algodón recupera la conciencia y comienza a balar de dolor, Luis se preocupa y corre a socorrerlo, la oveja tose y se queja ruidosamente durante varios minutos, el chico se preocupa mucho, la oveja hace señas de estar muriendo, saca la lengua y deja de moverse, Luis intenta despertarlo, pero no lo logra, comienza a llorar. Lambda se acerca, pone cara de enojo y ladra a la oveja para que deje de hacerse el muerto. Algodón se levanta y se va dando saltitos.


    Esa noche, en una ceremonia especial, se les hace entrega de una ampliación por un mes extra para el uso del transportador, tres extensiones para el PB haciendo que tenga capacidad para llevar hasta nueve bestias. Además de quinientas monedas de oro y un trofeo con sus nombres grabados.


    Mint los abraza al salir de la premiación, le da un beso a Luis en la mejilla, lo cual hace que Adil se enfade mucho con él, lo empuje y le pase por encima al caer al suelo.


    Para salir de Pantano deben tomar la balsa para usar el transportador en la jungla Coco. Los tres abandonan el área y se dirigen a la ciudad portuaria Neptuno, donde la empresa dueña de una enorme flotilla de barcos de pesca y yates de lujo tiene su sede principal.


    Luis y los demás, sospechan que esta empresa es dirigida por uno de los miembros de Zodiacus. La empresa pesquera y de transportes de lujo de la costa occidente, La Sirena, es dirigida por su presidente y fundador, Octo Fish, que en el mundo financiero es apodado el Tiburón Sanguinario, debido a sus crueles tácticas empresariales.
     
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    Dark RS

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    Las travesías del salvaje y la becerra
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    Aventura
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    55
     
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    12 La Melancolía De Mint.


    Adil y compañía se hospedan en un pequeño hotel cercano a los muelles llamado Perla & Diamante. La elección de un hotel cercano a los muelles no es accidental, ya que las oficinas centrales de La Sirena están a un par de cuadras de ese lugar. Los tres comparten una habitación; mientras que las bestias, excepto Lambda que se queda con los humanos, están en una habitación contigua conectada por una puerta corrediza de fácil acceso en caso de emergencia.


    Adil se dispone a tomar una ducha, cierra con seguro la puerta del baño para asegurarse que nadie vaya a entrar inadvertidamente, mientras Luis y Mint quedan solos.

    —Ahora que no está, ¿qué tan lejos has llegado con Adil?, ¿son novios? —cuestiona curiosa la chica de cabello verde que comienza a subir y bajar las cejas.

    — ¿Qué es novios?, ¿cuando dices que tan lejos te refieres a la distancia que hemos recorrido en nuestro viaje? —cuestiona confuso el chico.

    —No te hagas, dímelo, no lo divulgaré —pide la chica intentando indagar la verdad.

    —No sé a que te refieres —responde aún mas desconcertado el chico.

    — ¿Te haces el tonto o en verdad no sabes a qué me refiero? —Luis niega con la cabeza haciéndole saber que no entiende a que se refiere —. No puedo creer que seas verdaderamente tan inocente —Lambda ladra dando a entender que si lo es.

    —Explícame que son novios —pide él a la de cabello verde.

    —Pues, es cuando... —Lambda la interrumpe ladrando.

    —Ya veo, una novia es con quien tienes crías —repite el joven al escuchar la explicación que acaba de recibir por parte del perrito.

    — ¡No! —grita la de cabello verde completamente ruborizada —. No le digas esas cosas a Luis que puede malinterpretar —regaña al perro, este bosteza ignorándola.

    — ¿Entonces? —él se siente muy confundido en este momento.

    —Una novia es con quien te sientes a gusto, es una chica con quien quieres pasar el resto de tu vida —explica Mint sonrojándose.

    —Suena bonito, no me gustaría perder a Adil nunca —confiesa el chico.

    —Te ayudaré entonces, se nota que le gustas, pero es muy orgullosa para admitirlo… Le daremos celos —propone en tono conspirador.

    — ¿Qué son celos? —cuestiona curioso por la palabra, Lambda ladra unas cuantas ocasiones para explicarle el significado —. Ya veo, celo es cuando una chica está lista para tener cachorros.

    — ¡No! —niega la chica de cabello verde —. Deja de confundirlo así —regaña nuevamente al canino rayado. Lambda ríe.


    Adil sale del baño, Luis entra a bañarse. La chica de cabello oscuro se acuesta en la cama y cierra los ojos. Mint se le acerca.

    —Oye, ¿tu y Luis son novios? —interroga la chica de cabello verde.

    — ¡No! —contesta Adil sonrojada incorporándose de inmediato.

    —Bien, así puedo actuar sin que hayan inconvenientes —comenta la de cabello verde, observa la reacción de Adil.

    —No... Yo... has lo que quieras —grita sonrojada y casi desilusionada —. Pero te advierto que Luis es medio tonto y muy raro.

    —Lo sé, eso lo hace aún más irresistible, ¿no crees? —molesta Mint para intentar sacarle la verdad.

    —Lo que sea, nada mas no hagan mucho ruido para que pueda dormir —Adil le da la espalda a la de cabello verde, para así evitar verla, su corazón late agitado. Mint decide no presionar más por esta noche, Lambda asiente para hacerle saber que hasta ahora está funcionando el plan.


    La chica de cabello verde sale a dar un paseo por los oscuros muelles, la luna está cubierta por nubes que anuncian que en cualquier momento comenzará a llover. Llega hasta la orilla, se quita las zapatillas, se sienta y mete los pies desnudos dentro del agua. Lambda llega a su lado, se sienta, ladra un par de veces.

    —No es fácil tener tanta responsabilidad, pertenecer al Escuadrón de la Flor Imperial es un honor que conlleva muchas responsabilidades —comenta la chica al perrito —. Estaba tan emocionada cuando me uní, ¿sabías que hay un anime sobre el Escuadrón? —Lambda asiente, es de ahí de donde conoce la canción que la humana estaba cantando la noche que la conocieron —. Me enseñaron mucho... y luego llegó ese fatídico día...


    (Hace aproximadamente seis años)


    Roisin cuenta con casi once años de edad y carece de un nombre propio, lleva el cabello corto y muy grasiento, su piel está oscura y callosa por vivir tanto tiempo en las calles, ojos sin vida y tan opacos que es difícil decir si son verdes o grises, ha logrado sobrevivir recurriendo al robo de comida de las casa aledañas y mercados, esto le ha acarreado mas de una paliza por parte de las personas que la persiguen para recobrar los alimentos robados. A duras penas logra sobrevivir las frías noches de Higo, una ciudad localizada justo al sur de Concreto que se caracteriza por sus altos índices delictivos.


    Ha usado la misma ropa desde que tiene ocho años, una camiseta rota y una pantaloneta que ha logrado mantener sin agujeros de puro milagro, anda descalza, la ropa le queda muy pequeña, siempre está sucia, aún cuando logra lavarse se ensucia sin darse cuenta, su única compañía son una pequeña rata negra, una lagartija y un gato negro que entrenó para que robe comida de las casas, su nombre es Fantasma.


    Un día de tantos, no sabe que día de la semana es, sólo que es uno de esos días en que las personas tienen mucha prisa como para notar a una huérfana hambrienta, envía a su gato, Fantasma, para que robe algo de una de las elegantes edificaciones de varios pisos de la zona donde se encuentra, elige la que parece ser la mas ostentosa, pensando que ahí conseguirá una buena cantidad de comida. Todo parece normal, el felino entra por la ventana como normalmente lo ha hecho en otros ocasiones, encuentra la cocina, abre la puerta del refrigerador con su pata y saca un trozo de jamón lo bastante grande como para que la chica, el mismo y los otros dos coman hasta saciarse, pero al intentar salir con su premio es sorprendido por el dueño de la casa, quien corre a tomar una ballesta que cuelga sobre la chimenea de la sala, Fantasma huye por la ventana y salta a la calle, cuando comienza a cruzar la calle el dueño del lujoso apartamento se asoma y dispara una flecha, con la cual logra un tiro certero en la espalda del gato dejándolo paralizado a la mitad de la calle. Al ver esto, la niña intenta correr a rescatar a su amigo, pero el destino no está de su lado y un automóvil atropella al gato matándolo en el acto. Cuando llega a su lado no puede creer lo que presencia, el que hasta hace unos momentos era su mejor amigo yace destrozado a la mitad de la calle. Levanta la mirada hacia la ventana de donde provino la flecha, observa al hombre que disparó. Este sujeto es cuenta con unos veinticinco años de edad, cabello ondulado rubio y ojos azules, con una horrible sonrisa de burla y satisfacción provocada por la muerte del gato, nota a la niña que está al borde del llanto y se alegra aún más.

    —Cómete al gato, mugrienta —se burla riendo.

    — ¡Maldito! —grita la niña sufriendo por la muerte de su felino amigo. Toma una piedra del suelo e intenta lanzársela al de la ballesta, pero una flecha lanzada por el hombre en un instante se la derriba de la mano. El hombre ríe escandalosamente una vez más y regresa al interior de la casa muy orgulloso.


    La pequeña nota que el enorme edificio en realidad es la casa de una persona rica que fue construida para aparentar ser un edificio de apartamentos. Un logotipo adorna el piso mas alto; un arco con dos flechas cruzadas debajo.


    La chica se quita la camiseta, envuelve los restos de Fantasma con ella, abraza el cuerpo inerte a través de la tela, lo lleva a un lote baldío donde suele pasar la mayoría de las noches, cava un profundo agujero en la tierra asistida por su rata.


    Hace una oración para que losDioses guíen el alma de Fantasma a su merecido descanso final, se la pasa llorando el resto del día y toda la noche. Intenta sembrar flores arrancadas de otros jardines sobre la tumba, pero no tienen suficiente raíz como para sobrevivir.


    Al segundo día de la muerte del felino, la niña se encuentra muerta en vida, no ha comido nada y apenas si bebió un poco de agua que trajo la rata en un pedazo de botella que pudo cargar hasta ese lugar. No siente el intenso frío a pesar de no usar más que la pantaloneta, ya que la camiseta la enterró junto al gato.

    — ¿Era tu amigo? —pregunta una chica de casi diecisiete años que está de pie a un par de metros de la niña. La chica es algo alta, blanca, de cabello púrpura con luces verdes, ojos rojizos pequeños que tranquilizan a quien la observe, lleva blusa blanca, pantalón azul y zapatillas de goma.


    La niña normalmente huiría o se escondería ante la presencia de un desconocido, pero ha perdido las ganas de vivir y no le interesa lo que le ocurra. La rata y lagartija se colocan entre la joven y la niña para protegerla.

    —Seguro que sí, siempre es difícil perder a un amigo —comenta sentándose para no alarmar mas a las bestias. La niña no responde, sólo mira fijamente el montículo de tierra donde se encuentra enterrado su amigo.
     
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    Dark RS

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    13 Bienvenida Al Escuadrón De La Flor Imperial.


    La adolescente no insiste mas, se queda un rato con la niña y luego se retira. Al día siguiente la vuelve a visitar y le trae un bollo de pan dulce con jugo de uva, los cuales la niña no come hasta que queda sola. La visita durante cuatro días más y al quinto logra finalmente conversar con ella.

    —Me llamo Petunia, ¿cuál es tu nombre? —pregunta a la pequeña.

    —No tengo nombre, la gente me pone nombres, pero ninguno me gusta por que todos son ofensivos —responde dándole una mordida al pan dulce con jalea que le trajo Petunia ese día.

    —Pareces una flor, que te parece si te llamo, Roisin, debido a que pareces una bella rosa —dice sonriendo dulcemente la chica mayor.

    —Como quieras —responde la niña algo feliz de que la llamen por un nombre tan bello.

    —Pequeña, Roisin, ¿quieres venir a vivir conmigo? —le propone con una fresca sonrisa —. Donde vivo es grande.


    La niña no sabe que responder, toda su vida ha esperado por una oportunidad como esta, pero no quiere dejar la tumba de Fantasma abandonada. La chica se da cuenta de esto.

    —No te preocupes, no es muy lejos, podrás visitar a tu amigo todos los días si lo deseas —dice para convencerla.

    — ¿Pueden venir Nikky y Nitro? —pregunta preocupada por el bienestar del resto de sus amigos—. No comen mucho, son muy educados y ni los notarás —Petunia mira a la rata y la lagartija que ponen ojos tiernos.

    —Claro —permite riendo por lo tiernos que lucen los animales haciendo esas miradas —. Por cierto, ponte esto —saca de una bolsa plástica que trae una blusa que calculó es de la talla de la niña —, una señorita decente no puede andar por ahí medio desnuda —. Roisin toma la blusa; es color azul marino con la cara de un gato blanco en medio.

    —Gracias —agradece feliz, se la pone de inmediato.


    Ambas se levantan, Petunia toma de la mano a la niña y la guía a una especie de depósito a unas seis cuadras del lote donde se encuentra la tumba del gato. El lugar no parece estar habitado, el estado de las paredes exteriores está bastante descuidado, ya que la pintura color café grisáceo se está escarapelando, las ventanas están tableadas, es bastante grande, de aproximadamente cien metros de ancho por ciento cincuenta de largo.


    Entran y la pequeña se sorprende por lo que ve. El interior es muy distinto de lo que se pensaría al ver el estado de los exteriores. Primero pasan por un largo corredor bien iluminado cuyas paredes están pintadas de blanco con varias macetas con plantas a lo largo del camino. Luego llegan a una sala con las paredes color papaya, piso de cemento pintado de verde, varios sillones, un televisor, dos bibliotecas y un enorme acuario con decenas de inusuales peces tropicales, un pulpo negro en el fondo y dos cangrejos azules.

    —Bienvenida al Escuadrón de la Flor Imperial —dice Petunia a la niña que está boquiabierta por la pecera —. Este será tu nuevo hogar.


    Petunia lleva a la niña a recorrer el resto de las instalaciones; la cocina donde conoce a Mamá Tulipán que es una mujer algo obesa, de cabello negro y ojos oscuros, es la chef encargada de preparar los alimentos. Después al gimnasio, donde le presentan a Cacturnina la entrenadora de gimnasia, quien es una mujer de apariencia muy ruda, y a la entrenadora de natación, Lirio. No la lleva a la piscina por que en ese momento está en mantenimiento. Por último le muestra la habitación que ocupará durante su estadía en ese lugar; paredes amarillas y suelo alfombrado, una ventana alta por la cual entra una fresca brisa que trae el aroma de las flores silvestres, tres camas, dos escritorios y una radio. Y es en esta habitación que pasa los siguientes cuatro años de su vida.


    Durante su segundo año en esas instalaciones, a Roisin se le revela la verdad sobre del Escuadrón de la Flor Imperial, sus misiones, entre las que resaltan; frenar la explotación indiscriminada de los recursos naturales por parte de las grandes corporaciones, rescatar a los niñas de las calles e investigar una organización conocida como Zodiacus, cuyos miembros son grandes empresarios con dudosas intenciones. Aprendió que la Flor Imperial tiene facciones por todo el país y que hay un escuadrón homónimo llamado Escuadrón de la Escalera Real, cuyos miembros son exclusivamente masculinos al igual que el de la Flor es exclusivamente femenino, y tiene objetivos similares.


    En el Escuadrón de la Flor Imperial, se le da, al igual que a las demás miembros, un entrenamiento básico en artes marciales, defensa personal, informática, cocina, costura, botánica y veterinaria. Además de enseñarle a leer y escribir.


    Roisin tuvo varias compañeras de habitación que, al igual que ella, fueron rescatadas de las calles, algunas eran transferidas a otras sedes del escuadrón, otras colocadas en familias adoptivas y muchas, en contraste, no pudieron o quisieron salir de las calles.


    La chica de cabello verde incluso comenzó una relación de noviazgo con una de sus compañeras de escuadrón casi a la mitad de su tercer año de estadía, su nombre clave es Girasol, quien es una chica de su misma edad, de cabello dorado como el sol, ojos cafés claros, piel clara, con muchas pecas por todas sus mejillas, no tan alta como Roisin, pero mucho mas desarrollada.


    La tragedia se cierne sobre el escuadrón cuando la de cabello verde cumple su cuarto año en ese lugar, un lord de la droga se harta de los constantes intentos del escuadrón por dejar limpias las calles de drogas e incluso de ahuyentar a algunos vendedores.


    Es la época mas fría del año, la misma en la que hace cuatro años el hombre de la ballesta mató a Fantasma y la niña se unió al escuadrón.


    Varios vehículos pesados rodean el almacén. De un poco llamativo hummer negro sale un chico como de dieciséis años; lleva una camiseta negra con un diseño que lo hace parecer un smoking, pantalón azul oscuro, zapatillas negras con gris y lentes oscuros.


    El chico derriba la puerta con una sola patada, entra al almacén sin parecer en lo mínimo ansioso. Llega a la sala principal donde dos niñas de diez años alimentan a los peces. El chico saca dos cuchillas del bolsillo de su pantalón, las lanza con fuerza y se insertan en las nucas de la menores matándolas en el acto. Recupera las cuchillas y sigue avanzando, se detiene unos momentos hasta que tres enormes sujetos vestidos de traje y que portan metralletas lo alcanzan.

    —Dispárenle a todo lo que se mueva —ordena el chico, los tres hombres corren y comienzan a derribar las puertas de las habitaciones y a acribillar sin piedad a sus ocupantes.


    En una habitación especial, en la cual hay seis sillas, una pantalla de proyección, dos mesas, un proyector, una computadora y cientos de libros; Petunia, Roisin, Girasol, Cacturnina, Lirio y dos mujeres más, que están discutiendo sobre asuntos del escuadrón escuchan los disparos. Las dos mujeres y Lirio corren a socorrer a las jóvenes de las habitaciones. Un minuto después, el chico de lentes entra a la habitación donde se encuentran Roisin y las demás.

    — ¡Deténgase, por favor! —pide Petunia poniéndose frente a las demás chicas.

    —Lo haré, en cuanto dejes de ser un obstáculo —amenaza el chico.


    Cacturnina toma una silla e intenta destrozarla sobre el invasor, pero él se aparta haciendo que ella falle golpeando el suelo, el chico saca una cuchilla ensangrentada de su bolsillo y se la incrusta en la base del cuello matándola de inmediato.


    Petunia saca de abajo de la mesa más cercana una espada con una funda rosa con diseño de flores.

    —No dejaré que nadie mas muera —promete Petunia al borde del llanto.

    —Gracioso que digas eso —el chico chasquea los dedos, los tres hombres de las metralletas llegan hasta la puerta y lanzan los cuerpos sin vida de Lirio y las otras dos mujeres a los pies de Petunia.

    —Jamás te lo perdonaré —grita la de cabello purpura derramando lágrimas de dolor. En un rincón, Roisin y Girasol se abrazan aterradas seguras que morirán.


    Petunia saca la espada de su funda mostrando una hermosa pieza forjada exquisitamente con cierto estilo japonés. Lanza la funda contra el chico, y corre hacia él para aprovechar la distracción y darle una estocada fatal, pero el chico agarra la funda y con ella golpea en la cabeza a la mujer.


    Comienzan a batirse en un duelo, Petunia con su espada y el chico con la funda, al cabo de un par de minutos de iniciada la lucha, el chico deja pasar intencionalmente la espada para que se incruste en su costado, al intentar sacarla, Petunia nota que no le es posible hacerlo, por lo que debe dejar el arma incrustada en la carne del chico, este saca la espada y la apunta hacia ella, el color rojo oscuro de la sangre del joven derramada en el suelo hace que a Roisin le den nauseas.


    Petunia saca una segunda espada de debajo de la otra mesa de la habitación, solo que esta tiene una funda verde y estilo francés. Se abalanza sobre él, iniciando un nuevo duelo entre ellos, al cabo de unos minutos, la mujer se da cuenta que las fuerzas abandonan su cuerpo, se nota varios cortes que no había sentido ni se había dado cuenta de cuando fueron realizados. La vista se le nubla un poco, ve a Roisin y a Girasol en un rincón del cuarto abrazadas llorando, decide hacer un último movimiento del cual sabe no saldrá con vida.

    —Te propongo lo siguiente —dice con dificultad Petunia. El chico baja un poco la espada y se dispone a escuchar —. Te cambio mi vida por la seguridad de ellas —señala a las dos chicas en el rincón.

    —Tira tu arma —ordena el chico, ella se dispone a tirarla al suelo.

    — ¡No lo hagas, Petunia, aún puedes ganar! —grita con desesperación Roisin.

    —Silencio, salgan de aquí —ordena a las chicas.

    — ¡No te dejaremos morir aquí! —grita Girasol.

    —Les ordeno irse, ahora, salgan por esa puerta y no miren atrás —ordena furiosa la mujer.

    —Pero, pero, Petunia... —Roisin rompe en llanto. Girasol la ayuda a levantarse.


    Pasan junto a Petunia, la abrazan y besan, luego se dirigen a la puerta temblando de miedo, los tres hombres les impiden el paso.

    —Déjalas pasar, por favor —ruega Petunia.

    —Suelta el arma —ordena el chico. La mujer deja caer la espada al suelo y la patea a los pies del chico. Él asiente.

    —Pero, jefe... —dice uno de los hombres intentando hacer recapacitar a su jefe.

    — ¡Es una orden! —grita el chico dándole una mirada seria a través de los lentes.

    —Perdone jefe —los tres hombres se apartan y dejan pasar a las chicas.


    El joven espera a que las chicas salgan del edificio.

    —Cumplí, ahora es tu turno —ordena a Petunia.

    —No temo morir —asegura ella. Se pone de rodillas y baja la cabeza haciendo que su largo cabello púrpura cubra su rostro.

    —Cuando llegues al infierno —coloca la espada apoyada sobre la nuca de la mujer —, le dirás al Dios de la muerte que el nombre de quien te envió es...

    Capricornius —interrumpe ella sin levantar la mirada, lo reconoció apenas lo vio entrar por la puerta, el más sanguinario de los Zodiacus, el señor de la droga más grande de todo el continente.


    Capricornius levanta la espada y decapita a la mujer con un sólo corte.

    — ¿Buscamos a las niñas? —cuestiona uno de los hombres refiriéndose a las dos jóvenes que huyeron hace unos momentos.

    —No, Petunia, la líder de esta sede, hizo un contrato verbal conmigo y lo acepté, por lo que no le haremos nada a ninguna de ellas, al menos no hoy —el chico limpia la sangre de la espada utilizando la ropa de Petunia.
     
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  7.  
    Sheccid

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    Hola
    Bueno, en aspectos técnicos, es impecable.
    La historia es muy interesante, el personaje de Mint me gusta, trata mejor a Luis que Adil.
    Adil es demasiado malota, de hecho ¿pero que oculta?
    ¿Y que pasará con la historia de Mint?
    Sigueme invitando por favor y ya que Adil sea más tierna
     
  8.  
    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Las travesías del salvaje y la becerra
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    14 Mutante.


    Roisin lleva en silencio varios minutos recordando su vida, sus pérdidas, sus amigas, todo lo que ha tenido y ha perdido. Sigue sentada en el muelle con Lambda a su lado, quien se queda mirando la luna que hace un par de minutos las nubes dejaron libre.


    Una lancha recorre la noche, un hombre de cabello rizado rubio que se encuentra sobre cubierta mira fijamente hacia una pequeña isla inhabitada, o al menos eso aparenta desde lejos.


    Mint observa la lancha sin ponerle mucha atención, no se le hace extraño ver una embarcación a esas horas, en especial por que está en los muelles, se dispone a volver la mirada hacia las estrellas cuando nota el nombre de la lancha e inmediatamente un logotipo en una bandera dorada que ondea al son del viento; el nombre de la embarcación es El Centauro, mientras que el dibujo en la bandera es un arco con dos flechas cruzadas debajo. Una mezcla de ira, tristeza y sed de venganza comienzan a apoderarse de la chica, Lambda siente esto y comienza a ladrar furioso hacia la lancha.

    —Está aquí... —susurra la chica poniéndose de pie —. Tu asesino está aquí, tan cerca, juré que te vengaría y planeo cumplir esa promesa —susurra la chica.

    —La venganza no es la respuesta a nada en la vida, nos mata por dentro y envenena lentamente nuestra alma —comenta Luis que acaba de llegar y la escuchó prometiendo vengarse.

    —No lo entiendes, ese sujeto mató a mi mejor amigo, está en mi lista negra de personas a las que debo asesinar para vengar a mis seres queridos —comienza a llorar.

    —Si asesinas a los que lastiman a los que amas, te vuelves justo como ellos —explica Luis.

    — ¡No me importa, hay personas que no merecen vivir! —grita furiosa, algunas gaviotas que anidan cerca se asustan y salen volando.

    — ¿Y quién decide quién merece vivir y quién merece morir? —hace una pausa, Lambda se sienta al lado de su hermano y observa con tristeza a la chica — ¿Tú?

    —Tal vez, me lo deben —dice entre sollozos la chica.

    — ¿Qué harás, matar a todos los Zodiacus? —cuestiona el chico con cierta incomodidad en su corazón.

    —No a todos, sólo a dos, sólo a los asesinos de mi mejor amigo y de mi mentora —Mint cae de rodillas y comienza a llorar amargamente. Luis se arrodilla frente a ella y la abraza con fuerza, le acaricia la cabeza tranquilizándola, Lambda se frota contra el cuerpo de la chica para ayudar a calmarla.

    —No manches las memorias de tus seres queridos derramando sangre en sus nombres, no creo que les guste que te conviertas en una asesina —asegura él en voz baja.

    —Creo que tienes razón... —comienza a recordar a Fantasma cuando lo conoció por primera vez, era un pequeño gatito recién nacido metido en una bolsa llena de basura. Luego la imagen de Petunia cuando la conoció en el lote baldío —. No, tienes razón, ni Fantasma o Petunia o ninguna de mis amigas hubieran querido esto, las vengaré deteniendo los planes de los Zodiacus y enviándolos a prisión.

    —Eso es, regresemos al... —una figura salta del agua e interrumpe a Luis cuando iba a proponer regresar al hotel.


    Una extraña criatura comienza a rugir frente a ellos; tiene ciertas características de tiburón, como el enorme hocico lleno de cientos de dientes acerrados, aleta dorsal, cola y el color grisáceo, pero la piel es de una textura distinta, como si se tratara de algún tipo de metal. Tiene piernas como de ave y alas que salen de su espalda que al principio son del mismo material que la piel y luego comienzan varias hileras de plumas grises.

    —Ese animal no lo conozco —comenta Luis mas curioso que asustado por la criatura.

    —No es un animal, es un mutante, los he visto antes, no como este, pero muchos otros, son creados por Zodiacus para asesinar a las personas —explica Mint preocupada.


    El mutante salta y cae sobre Luis, intenta morderlo, pero el chico lo toma de las fauces y evita que las cierre. Lo patea varias veces en el abdomen, la criatura vomita un poco de pescado podrido y fluidos gástricos sobre el chico debido a los golpes. Lambda muerde al mutante en la aleta y comienza a escupir fuego, la aleta se le comienza a quemar y el olor a pescado frito invade el aire fresco de la noche. El tiburón logra quitarse de encima al perrito y se lanza al agua para huir. Lambda le ladra para que no regrese.

    —No me parece bien que los humanos jueguen a ser dioses, la naturaleza debe seguir su propio curso —reclama Luis levantándose. Lambda asiente.

    —Coincido contigo, los haremos pagar —asegura la chica mirando hacia la isla a la que se dirigía la lancha. Se dispone a regresar —vamos a descansar, fueron muchas emociones por una noche.

    —Enseguida voy, me voy a quedar unos minutos mas aquí —al ver que la chica va a abrir la boca para decir algo la interrumpe —. Estaré bien, mi hermano me protegerá si sucede algo —Lambda ladra y mueve la cola enérgicamente.


    Mint regresa al hotel, Luis se queda mirando el océano, escucha un ruido cerca de la orilla y se asoma a descubrir que produce el sonido.

    —Con que eras tú —dice él sorprendido.


    Unos minutos después, regresa el chico a la habitación junto con Lambda cargando un enorme bulto blanco redondo, al verlo las chicas se quedan extrañadas.

    — ¿Qué es eso? —cuestiona Adil curiosa.

    — ¿Esto?, es una... un... este... es un... una... ave, si, es un ave —contesta nervioso.

    —Un ave, claro —comenta sarcástica la de cabello oscuro.

    — ¿Qué clase de ave? —cuestiona sospechando la de cabello verde.

    — ¿Qué clase de ave?, pues es una... este… de esas que vuelan... este... un ave... blanca, sí, un ave blanca que me encontré bajo el muelle —responde el chico comenzando a sudar.

    — ¿Puedo verla? —pregunta Adil desconfiando de que le esté diciendo la verdad.

    —No... este... está herida y no quiero que se asuste —responde el chico, entra al baño. Lambda va por el PB y entra cerrando la puerta tras él.

    —Se comporta extraño, ¿no crees? —comenta Mint.

    —Yo que sé, es tu novio —dice Adil enojada acostándose a dormir.

    —No seas así, lo de hace rato no lo decía en serio, no estoy interesada en él —asegura la de cabello verde.

    —No te creo, me parecías muy seria —Adil se sonroja —. Más bien no me interesa, no es como que me guste ni nada.

    —Vamos, me hablas a mi, no le diré —insiste Mint.

    —Como sé que es verdad que no te gusta —cuestiona la de cabello negro.

    —Digamos que no es mi tipo, además ya hay alguien que me gusta —confiesa sonrojada. En ese momento sale Luis del baño con el PB en las manos.


    Un helicóptero sobrevuela la ciudad, el logotipo de las empresas del Gatito Pachoncito adorna los costados. Varias limosinas llegan hasta el puerto y toman un yate de lujo que los lleva a la pequeña isla Gore, la que se supone es un santuario natural llena de especies en peligro de extinción.


    Esa misma madrugada, en la isla Gore, la última lancha llega a la orilla y deja a último miembro de Zodiacus. Adentrándose en la isla hay una mansión de tres pisos donde se citaron todos los miembros de la organización Zodiacus.


    Hay un enorme salón semicircular en el tercer piso, con una enorme ventana decorada con cortinas azules que da hacia un balcón que mira a una laguna llena de peces carnívoros y plantas venenosas. El salón tiene varias pinturas donde se muestran las constelaciones zodiacales, tres mesitas de mármol blanco con floreros antiguos llenos de bellas flores exóticas, en medio de la habitación se encuentra una mesa redonda de roble muy gruesa barnizada cubierta por un mantel blanco, alrededor de la mesa hay doce asientos de distintos materiales, colores y formas que lo único que tienen en común es un símbolo del zodiaco distinto en el respaldar de cada uno. Hay doce vasos y doce copas, seis botellas de vino, una de vino antiguo muy costosa, una de whisky, un jarrón de agua, una de jugo de manzana y dos de champaña.
     
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    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

    Capricornio
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    Escritor
    Título:
    Las travesías del salvaje y la becerra
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Aventura
    Total de capítulos:
    55
     
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    15 Zodiacus.


    El último en llegar a la mansión es Scorpius, cuyo vuelo se atrasó un poco debido al mal tiempo, se sienta en el asiento con su correspondiente signo.

    —Ya que todos estamos presentes, comencemos —toma la palabra un chico de la misma edad de Luis con el cabello negro corto, lleva lentes oscuros a pesar de la poca luz en la habitación. Está sentado sobre una silla ancha de cemento color crema con dos perros de oro labrados sobre el respaldar de la misma.

    —Doy mi real autorización para que este consejo de guerra de inicio —permite un enorme hombre como de cuarenta años, de cabello castaño oscuro corto, tiene enormes músculos que oculta bajo una armadura de platino decorada con símbolos de oro, lleva una corona de oro y gemas preciosas, además de varios anillos de plata con diamantes, una capa de ceda roja de la mas fina tela existente. Está sentado sobre un enorme trono de roble con decoraciones de rubíes, zafiros y esmeraldas.

    —Se lo agradezco, su majestad Taurus —agradece el chico de cabello negro —. Me parece que Leo tiene algo que informarnos.

    —Sí —Leo, que está sentado sobre una silla acolchada color roja con una piel de león sobre el respaldar que sirve para acolchar más el asiento, se pone en pie —, es sobre el último torneo en el que participé, mi pelea en la final…

    —Claro, viejo —dice una chica pálida como la nieve y con orejas puntiagudas como de elfo, de cabello oscuro con un mechón color rojo que cubre su ojo derecho, viste una chaqueta de cuero negra con picos en los hombros y el dibujo de un cangrejo dentro de un cráneo en la espalda, pantalones negros rotos de mezclilla y zapatillas rojas. Su asiento es el esqueleto de una motocicleta. Enciende un cigarrillo, lo aspira fuertemente y expulsa el humo hacia el suelo —, tu feroz pelea con el salvaje y la pequeña becerra —aspira otro poco de su cigarrillo —, fue sarcasmo por cierto —dice mientras expulsa el humo.

    —Gracias por eso, Cancer, eres un amor como de costumbre —le dice sonriente el presidente del Gatito Pachoncito, toma asiento inmediatamente —. Aunque tiene razón, me confié pensando que no habría quien me derrotara en ese torneo, incluso vencí a un miembro del Escuadrón de la Flor Imperial, me creí invencible.

    —Si puedo agregar algo —interrumpe Scorpius que se encuentra en un trono dorado de cuya cabecera sale una cola de escorpión de oro —, yo me enfrenté a esos dos, son fuertes y se hacen mas fuertes cada día.

    —Concuerdo con ellos, son muy poderosos, por eso pudieron derrotarme —agrega Aries con su extraño suéter de diseño de pinos. Se encuentra sentado sobre una silla de pino con los cuernos de un carnero en el respaldar.

    —Sé que los puedo derrotar fácilmente —presume Aquarius vestido con su traje blanco y mostrando una mueca de confianza infinita. Está sobre una silla acolchada color celeste.

    —Calla, Aquarius —regaña un hombre canoso vestido de traje azul marino que luce un bigote blanco enorme. Su asiento es plateado con anclas como soportes del asiento —, tu perdiste dos veces en contra de ellos.

    —Lo siento, pad…, perdón, Piscis —se disculpa el de cabello azul bajando la cabeza humillado.

    —Me parece que estamos dando vueltas en círculos —dice el chico de cabello negro y lentes.


    Todos hacen silencio unos minutos, sólo se escucha el sonido que produce Cancer al fumar, una computadora cargando y a Taurus sirviéndose una enorme copa del mejor vino de la mesa.

    —Perdimos a un Dragón y dos Guardianes, es una pérdida muy grande —interrumpe el silencio una voz proveniente de una laptop sobre un pedestal de yeso que tiene el símbolo de libra.

    —Eso es obvio, viejo —le reclama Cancer.

    —Sólo quería señalar que la vida de esos dos ocasiona pérdidas a nuestra organización y si les permitimos seguir existe un sesenta y siete por ciento de probabilidad que pronto perdamos a otro Guardián —señala la voz de la computadora.


    Una nueva pausa se hace, todos beben un poco de sus correspondientes bebidas, una mujer de unos treinta años levanta la mano para pedir la palabra. La mujer es algo obesa, de cabello corto rojizo, maquillada discretamente, baja, usa traje negro a rayas grises, con falda larga del mismo patrón, camisa blanca y corbata gris, además usa una argolla de compromiso de oro. Su asiento es una silla de rodines giratoria de cuero negra.

    —Nos reunimos sin preocuparnos por visitas inesperadas, ¿cómo saber qué no recibiremos un ataque sorpresa? —cuestiona la mujer obesa.

    —Me parece una pregunta razonable, Virgus —añade el chico de cabello negro y lentes —, pero, está previsto, de hecho tenemos visitas indeseables en los alrededores de la isla, ¿Libra, puedes hacerme el favor?


    La pantalla de la laptop se oscurece e inmediatamente presenta dos imágenes a cada lado de la pantalla, las cuales provienen de cámaras de seguridad colocadas camufladas entre los arrecifes superficiales que rodean la isla. Se muestran dos embarcaciones, una pesquera y la otra turística.

    —Esa nave no tiene permiso para pescar en mis aguas —asegura Piscis enfadado.

    —No, ni está pescando —asegura el de los lentes —. La pesquera es en realidad una fachada del Escuadrón de la Escalera Real que han estado espiando a Piscis desde hace un par de semanas atrás —el hombre del enorme bigote se enfada aún mas, una vena en su frente comienza a abultarse, se comienza a poner colorado y a respirar agitado por el enojo.

    —Tranquilo, padre —pide Aquarius, se levanta apresurado, llena un vaso con agua y se lo da al hombre para que se tranquilice.


    Piscis toma el vaso, se lo bebe de un solo trago y golpea al de cabello azul.

    —Soy Piscis, recuérdalo bien —regaña el hombre a su hijo.

    —Por favor, permitan a Capricornius seguir con lo que estaba diciendo —pide Aries.

    —Gracias —agradece el de los lentes oscuros —. El yate de turistas fue alquilado por el Escuadrón de la Flor Imperial, ellas interceptaron los documentos para permitir el paso de embarcaciones hacia esta isla iniciado por Industrias La Sirena.

    — ¡Malditos sean todos ellos! —grita furioso Piscis al golpear con su puño la mesa, la cual se agrieta un poco.

    —No te estreses tanto, padre —lo tranquiliza Aquarius —. Yo mismo me encargaré de que ahuyentarlos.

    — ¡No! —grita el hombre del gran bigote levantándose de golpe y dirigiéndose hacia la ventana. Aquarius lo sigue preocupado —. Ambos casos fueron por mi descuido, yo me encargaré de limpiar mi desastre —el hombre saca un PB blanco de acero inoxidable y deja salir una bestia del mismo, la cual lanza hacia la playa.


    La criatura parecida a una serpiente blanca de metro y medio de largo serpentea hasta llegar al océano y se sumerge en las profundidades. Poco después, una enorme ballena hecha de hielo devora el barco pesquero, unos instantes después varios tentáculos de hielo arrastran el yate al fondo del océano sin mucha resistencia. Del yate se salva una chica de cabello negro que logra llegar a la superficie, comienza a nadar hacia un arrecife cercano, pero es devorada por un tiburón de hielo.


    La serpiente blanca regresa a la isla y se arrastra hacia Piscis, quien la regresa al PB.

    —Mil perdones a todos —se disculpa el hombre del bigote por su mal genio —. Continuemos con lo importante.

    —Hay dos nuevos obstáculos que deben ser eliminados —comenta Capricornius. La computadora portátil por medio de la cual se comunica Libra muestra una imagen de Luis, Adil y Lambda entrando al hotel Perla & Diamante —. Ellos dos son las más recientes amenazas que tantos problemas nos han causado.


    Todos hacen silencio al ver la foto de Luis.

    —Pero, Capricornius, ese chico es idéntico a ti… —comienza a decir Virgus hasta que es interrumpida.

    —Estoy consiente del parecido, pero por eso no se estresen, el tal Luis debe morir, el problema lo veo con su compañera —comenta Capricornius quitándose los lentes, dejando ver su parecido con Luis, con las diferencias que él es mucho más fornido y sus cejas tienen una permanente expresión de ira.

    —No se le hace daño a las princesas —asegura Taurus golpeando la mesa con su enorme puño, un pedazo la misma se desprende por el fuerte golpe.

    —Creo que podemos pasarla por alto —agrega Leo sonriente aunque algo asustado por dentro.

    —Si se interpone demasiado debemos matarla —opina Cancer exhalando humo.

    —No acepto eso —el enorme hombre respira con pesadez —, quién se atreva a ponerle un solo dedo encima se las verá conmigo —amenaza Taurus.


    Se produce un incómodo silencio, la mayoría teme al más poderoso de los Zodiacus, el chico parecido a Luis no se inmuta, vuelve a ponerse los lentes.

    — ¿Hay algo que nos esté ocultando, Capricornius? —cuestiona Piscis levantando una ceja.

    —A eso voy —la computadora cambia de imagen y muestra una fotografía de Mint —, esta chica pertenece al Escuadrón de la Flor Imperial y actualmente está trabajando junto a los ya mencionados entrometidos.

    — ¿Con que fin? —cuestiona Aries, toma un trago de vino.

    —Quieren liberar a los Dragones y de paso a los Guardianes, lo cual sería el fin de nuestra sociedad, sin mencionar de nuestros imperios y fortunas, en resumen, deben ser eliminados —les propone el chico de lentes oscuros.

    — ¡No, eso no!, no podemos permitir que nos separen de nuestros queridos amigos —se apresura a decir preocupada una chica que ha estado todo el tiempo acariciando un PB color rosado. La chica tiene el cabello suelto largo hasta los tobillos de color rosado, de enormes ojos color verde marino, piel blanca, usa una blusa color verde con una mini falda azul, medias hasta los muslos color negras y zapatillas blancas. Su asiento es una silla totalmente acolchada en una tonalidad de rosa oscuro —. Debemos detenerlos antes de que roben a mi querido Lloyd.

    —Que estresante tu y tú zoofilia, Geminis —reclama Cancer apagando el cigarrillo en un cenicero que se encuentra soldado en el esqueleto de la motocicleta.

    —No es zoofilia, Lloyd me ama y yo a él, sólo por que no es humano no hace que nuestra relación sea mala —aclara enfadada Geminis abrazando su PB.

    —Espero que al menos te quepa su... —comienza a decir Cancer.

    —No comencemos discusiones —pide Leo sonriente, cuya sonrisa en esta ocasión es por que le da gracia la conversación.

    —Ella comenzó —culpa la de cabello rosado a la chica de cabello oscuro haciendo pucheros.

    —Libra, ¿cuál es el progreso en la recaptura del Dragón de viento? —cuestiona Scorpius.

    —No hay muchos avances —responde la portátil quitando la imagen de Mint y poniendo la pantalla negra —. Cuando captamos los patrones de energía del Dragón desaparece de inmediato, la última vez lo atrapamos al estar desprevenido, pero ahora está alerta y se mueve mas veloz que una ventisca. En cuanto a la captura de Guardianes para remplazar los que perdieron Leo y Aries a manos de Luis y su compañera, y Aquarius a manos del Escuadrón de la Escalera Real, es trabajo de Sagitarius.

    —Lo sé, es mi parte favorita, la cacería de bestias que hacen que los mas valientes mojen los pantalones, la emoción, me mantiene vivo —comenta Sagitarius que luce cabello rizado rubio, le falta el ojo derecho en lugar del cual exhibe un agujero y una larga cicatriz que va de su frente a su pecho. Viste con la vestimenta típica de un cazador en color beige, con sombrero, botas y guantes negros. Su asiento está cubierto por una pila de pieles de animales que el mismo ha cazado. Juega con su ballesta apuntando hacia la computadora.

    —Deja de apuntarme con esa cosa —pide la voz de la portátil.

    —Ni siquiera estás aquí, es molesto no saber tu verdadera identidad, mi estimado Libra —dice Sagitarius disparando una flecha que atraviesa un minúsculo insecto en un árbol a treinta metros de la ventana que está detrás de Libra.

    —No empecemos peleas entre nosotros —pide Leo sonriente.

    —Cambiando el tema —interrumpe Piscis — ¿Ya encontraron mi bidente?

    —En cuanto a eso… —Capricornius le responde al hombre del bigote.
     
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    Dark RS

    Dark RS Caballero De Sheccid Comentarista empedernido

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    Las travesías del salvaje y la becerra
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    Amanece, el primero en levantarse es Lambda, que corre al baño, cuando sale nota a Adil dirigiéndose al PB para enterarse de que fue lo que trajo Luis la noche anterior, el perrito ladra. El chico se despierta y se queda mirando a la chica.

    — ¿Qué haces? —cuestiona el chico aún con sueño.

    —Quiero ver la tal ave esa que trajiste anoche —responde frunciendo el ceño, no cree que lo que trajo sea un ave en lo absoluto.

    —Debe descansar —recomienda Luis cayéndose de sueño.

    —No, quiero ver que me ocultas —grita la chica, Mint se despierta, Algodón despierta para caer al suelo en su estado de defensa natural por el susto. Tortuguina asoma la cabeza para averiguar que sucede, pero al comprobar que no hay peligro se vuelve a dormir.

    —Hazlo, pero con cuidado —permite Luis frotándose los ojos.


    La chica de cabello oscuro saca del PB a la bestia más reciente, la cual comienza a recuperar su tamaño normal. La bestia es un pelicano blanco de dos metros de altura con un enorme y espacioso pico ancho y patas color mostaza, tiene un ala envuelta con vendas.

    —Es un pelicano gigante pescador —comenta Mint acercándose a la chica de cabello oscuro.

    —Un ave blanca, sí —concuerda Luis —. No sabía que se llama pelicano.

    —Me dijiste la verdad, entonces, ¿por qué estabas tan nervioso anoche? —cuestiona la de cabello negro.

    —Por que estaba herido y perdió mucha sangre antes de traerlo —responde el chico.

    — ¿Por qué sudabas y hablabas como si inventaras?

    —El ave pesa mucho y estaba tan nervioso que se me enredaba la lengua y no pensaba con claridad, pero me tranquilicé al ver que se estabilizó —contesta acercándose al pelicano y acariciándole la espalda.

    —Oh, este... —la chica se arrepiente de haber dudado de él, pero no se atreve a aceptar que se equivocó al hacerlo —. Que lindo pelicano —acaricia el pico del ave.


    Salen a desayunar, Tortuguina prefiere caminar que ir nadando, ya que el agua salada se le hace muy incómoda. Algodón va tarareando una canción y dando saltitos imaginando la ensalada que va a desayunar.


    Toman el desayuno en un pequeño bote restaurante, que está anclado a tierra en los muelles, donde aceptan bestias, el cual fue el motivo para que eligieran ese lugar.

    Tortuguina, Algodón y Reina comparten una enorme ración de lechuga y tomate. Araña y Escamas un puré de carne especial para sus organismos, Lambda un delicioso y enorme filete, Pelicano unos cuantos peces. Luis come peras y jugo de manzana, Adil tocineta y huevos revueltos y por último Mint desayuna un platón de cereal de chocolate con leche.

    —Aunque me cueste admitirlo, aún hay ciertas cosas y reglas sobre las luchas de bestias que no entiendo —confiesa Luis mientras mastica un pedazo de pera.

    —No hables con la boca llena —ordena Adil al chico enfadada.

    —Perdona —se disculpa con pera en la boca.

    — ¿Qué quieres preguntar? —cuestiona Mint dispuesta a aclararle todas las dudas que pueda tener el chico.

    — ¿Por qué algunas bestias luchan y otras no? —pregunta después de beber un poco de jugo.

    —Mi mentora me contó, cuando yo era pequeña, que hay dos Dioses, aunque muchos afirman que son mas y otros que son el mismo pero con distinto nombre, el Dios de Luz y el Dios de Oscuridad, el Dios de la Luz creó la vida en este planeta, incluidos a los genoris y genocci —hace una pausa para comer algo de cereal —. Pero al ver lo nocivos que resultaron estos últimos, el Dios de la Luz decidió abandonar el mundo dejándolo a merced del Dios de la Oscuridad, este último al ver que el planeta decaía por culpa de sus habitantes, puso a dieciséis Guardianes especiales a vigilar el buen funcionamiento del mundo, hay ocho Guardianes en el hemisferio occidental para que vigilen a los genocci y otros ocho en el hemisferio oriental, que velan por los genori. En cada hemisferio quedó un Guardián por cada elemento necesario para la vida; agua, tierra, fuego, aire, rayo, hielo, vida y muerte.

    —Esos Guardianes, como les llamas, son los Dragones, los ocho Dragones que cuidan el equilibrio del mundo, nuestros padres y tíos —asegura Luis, Lambda ladra con el hocico lleno de carne.

    —Sí, aunque los conozco como los Guardianes Supremos —comenta la de cabello verde pensando sobre el resto de la historia —. Los Guardianes Supremos crearon al resto de los Guardianes para ayudarlos a cuidar al mundo, los pusieron en sitios estratégicos para que cuiden lugares especiales, como montañas muy altas, sabanas, océanos, valles, cuevas, volcanes, ciudades, planicies, bosques, junglas, pantanos, en fin en cientos de lugares. Según contabilizó el Escuadrón de la Flor Imperial, hay al menos doscientos treinta y seis Guardianes en este hemisferio, y eso sin contar a los que no se pueden encontrar a simple vista o están ocultos.

    —Y los Zodiacus ya han capturado a algunos Guardianes, como el de sabana de Leo o el de montañas de Aries —comenta Luis recordando al león dorado y al ave blanca.

    —Sí, y a eso inclúyele al de caverna que tenía Aquarius que fue recuperado por unos aliados del Escuadrón —informa Mint.

    —No me sorprende, ese sujeto es un idiota —añade Adil.

    —Pero sigues sin contestar a mi pregunta —le recuerda Luis.

    —A eso voy, me desvié solo un poco del tema —se aclara la garganta —. Los Guardianes para ayudarse a su vez, le otorgaron a algunos animales la bendición de poder utilizar ataques de cierto elemento, como es el caso de Lambda, o se les permitieron alcanzar un tamaño anormal, como sucede con Tortuguina, o algún tipo de armas, por decirlo así, y escudos, como con Algodón. Incluso a unos pocos se les facilitaron habilidades mentales, como a Escamas. También existen los elementales, que son objetos, por ponerlo de algún modo, como las paredes de roca o los charcos venenosos. Supongo que me falta mucha información por abarcar, pero eso resume muy bien todo lo básico —dice Mint, quien ya no recuerda nada mas que contar. La chica se dispone a seguir su desayuno, cuando nota a Algodón terminándose el cereal que apenas pudo probar —. ¡Oye, eso era mío! —la oveja eructa, luego bala y se aleja de la chica escondiéndose detrás de la tortuga.

    —Tengo otra pregunta, ¿qué son las clases y los rangos? —cuestiona Luis recordando lo que Lambda le leyó del libro de reglas de la Federación Internacional de Luchas de Bestias cuando estaban iniciando el viaje.

    —Las clases son los tipos, por llamarlos así, para que me entiendas te daré un ejemplo; Lambda es clase canino de elemento fuego, Algodón es clase animal de granja de elemento neutro y Tortuguina es clase tortuga de elemento agua —Algodón se asoma detrás de Tortuguina y le saca la lengua a la chica —. Ahora, los rangos son algo así como el nivel que se calcula dependiendo de la fuerza y rareza de las bestias, van desde la clase F, siendo la mas baja, a la A siendo la mas alta, los Guardianes se consideran rango S y los Guardianes Supremos, o mas bien Dragones, son SS, ahora como ejemplo, Lambda es de rango E, debido a que los perros elementales son muy comunes y mucho mas débiles que los lobos y otros caninos —Lambda ladra indignado, comienza a gruñir —. No me culpes, así es la clasificación.

    — ¿Qué rangos tienen todas nuestras bestias? —cuestiona curiosa Adil, aunque está mas interesada en el rango de su bestia favorita, Tortuguina.

    —Lambda, como ya dije es E, Algodón es A debido a su escudo, Escamas es C por su control mental, Tortuguina es C por su fuerza y tamaño, Araña es E, Reina es B por su habilidad de crear hormigas para atacar, Nikky es F, Nitro es D por la poca potencia de sus explosiones, Fosgeno es B por ser un imitador y Rinox es C por su fuerza y auto regeneración —el pelicano comienza a aletear y graznar. Mint ríe —está bien, tú eres de rango F —el ave baja la cabeza avergonzada.

    —No te preocupes, amigo —tranquiliza Luis al ave —, entrenaremos y serás tan poderoso como un rango S, ya verás —el pelicano grazna feliz —. Por cierto, a que no adivinan el nombre que le puse al ave.

    —Déjame adivinar, Plumas —responde sarcástica Adil.

    — ¿Cómo supiste? —pregunta sorprendido Luis —. ¿Leíste mi mente?

    —No creo que haya mucho que leer en tu mente, si fueras un libro, serías un libro ilustrado para bebés —le dice Adil en tono de ofensa.

    — ¿Eso es bueno? —cuestiona el chico a su hermano. El perrito niega.


    Salen del restaurante para dar un paseo por los muelles y de camino investigar el edificio donde tienen su sede las empresas La Sirena. La edificación tiene al menos veinte pisos de altura, con la oficina de Octo Fish en el piso superior, las ventanas de ese piso son de un color oscuro que evita que sea posible ver algo desde fuera, pero por dentro no impiden en lo absoluto la visibilidad.


    Reina envía a sus micro-hormigas ninja para investigar el edificio, pero las ventanas están herméticamente selladas tanto por fuera como por dentro, y a partir del quinceavo piso las hormigas mueren debido al frío extremo.

    —No funciona —dice Luis al ver que Reina niega con la cabeza al sentir que las hormigas murieron tanto las que escalaban por fuera como las que iban por dentro.

    —Debemos entrar, pero el lugar está muy vigilado —comenta Mint señalando dos cámaras de seguridad en la entrada, y seis guardias armados en la recepción.

    —Tengo una idea, pero la verdad no quiero arriesgar tanto a Escamas —susurra Luis preocupado por la seguridad de su amigo—. Espero todo salga bien.


    Luis lleva a cabo el plan, lanza al pez contra uno de los guardias, el cual muerde el cuello del genocci y se medio oculta dentro de la camisa del hombre. El guardia controlado pasa su tarjeta de seguridad por el escáner y la puerta del elevador se abre, sube hasta el décimo octavo piso, al cual entra para darse cuenta que el lugar está repleto de nieve, hay decenas de científicos congelados en estalactitas de hielo colgando del techo. El guarda comienza a perder fuerzas y se desmaya. Escamas comienza a nadar entre la nieve, se dirige hacia el elevador para huir del frío extremo que domina el lugar.


    Algo se arrastra entre la nieve, llega hasta el guardia inconsciente, el ser entre la nieve crece hasta volverse un lobo hecho de nieve que mide dos metros, comienza a lanzar aliento helado que congela al hombre por completo, luego, el lobo se transforma en un gorila de nieve de seis metros de altura, coloca al hombre congelado boca abajo contra el techo y le lanza un segundo ataque de aliento congelante que lo deja como una nueva estalactita, el simio ruge y se destruye en trozos de nieve, el mismo ser que se arrastraba hacia el hombre se aleja rápidamente.


    Escamas logra meterse por una abertura que da al ascensor y se lanza al vacío cayendo lentamente debido a su forma semi-aplanada. Al llegar al primer piso, usa toda su energía para poder arrastrarse a las afueras del edificio donde Luis lo recoge y lo lleva a un lugar a seguro a unos metros del edificio.
     
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    17 Incursión En La Sirena.


    El pez comienza a contarle a Lambda lo que presenció en el interior del edificio, luego el perrito se lo cuenta todo a Luis.


    Encontramos a nuestro tío Glaciem, el Dragón de hielo, al parecer tiene un nido en el piso más alto al que llega la caja que sube y baja —cuenta Luis informando a las chicas lo que le acaba de contar su hermano.

    —O sea, el ascensor, te lo he dicho como mil veces, se le llama ascensor a la máquina que se utiliza para subir o bajar en un edificio —regaña Adil al chico.

    —Es muy complicado, es mejor caja que sube y baja —dice el chico pensando en que es un nombre mas adecuado para ese aparato.

    —No interesa el nombre, me preocupa lo del Dragón, ¿estás seguro que Escamas vio al Dragón de hielo? —cuestiona Mint un poco preocupada.

    —Pues el no está seguro que lo sea, por que nunca lo ha visto, pero según la descripción que dio a Lambda, quién está en ese edificio es nuestro tío Glaciem y según parece dejó la dieta y nuevamente está comiendo genoccis —comenta Luis enojado, no por que el Dragón esté devorando personas, si no por que rompió la dieta.

    —Suenas más enojado por el hecho que va a engordar que por que come a los habitantes de este hemisferio —comenta Adil frunciendo el ceño.

    —Claro, la última vez que lo vimos estaba bastante gordo y con problemas de salud, se supone está a dieta de puras frutas y vegetales —grita Luis reclamándole al edificio donde se encuentra el Dragón.

    — ¿Te parece correcto que coma genoccis? —cuestiona un poco asustada Mint.

    —Sí, no veo el problema, los animales comen plantas, los genocci y genori a los animales y por lógica a los humanos se los debe comer alguien, ¿no?, es la cadena alimenticia, o eso me dijo Lambda —dice el chico mirando al perrito, quien asiente.

    —No, a nosotros no se nos debe comer nadie —reprende la de cabello verde.

    — ¿Por qué no?, los genocci y genori son animales muy comunes, sólo que muchos se creen los dueños del planeta, pero la verdad es que son muy incivilizados y poco inteligentes en comparación con otros seres —comenta Luis. Lambda comienza a rascarse detrás de la oreja con su pata trasera.

    —Casi suena a que no te consideras genocci —reclama Mint algo confundida.

    —Pues no soy humano, soy hijo de Dragones, por lo que debo ser un Dragón, supongo que soy un Dragón neutro o algo así —señala el chico sintiéndose orgulloso.

    —No creo que eso funcione así —regaña la de cabello negro —. Tu eres un... —Lambda comienza a ladrar escandalosamente y Mint se lleva a rastras a Adil para hablar con ella a solas.

    —No le arruines la vida, si él cree que es hijo de Dragones deja que lo siga creyendo, supongo que le será mas fácil a preguntarse de donde viene, quiénes fueron sus padres, por qué lo abandonaron —MInt hace una pausa y suspira melancólica —, son preguntas que te atormentan durante toda la vida, pero que a la vez temes averiguar la respuesta.

    —Lo lamento, Mint —la de cabello oscuro toma a la de cabello verde de las manos —, no sabía, perdona.

    —No te preocupes, sólo no le digas nada a Luis —pide Mint. Lambda mira a Adil con cara tierna pidiendo lo mismo con la mirada.

    —De acuerdo, no lo haré —acepta sin considerarlo mucho.


    Regresan junto a Luis, quien ha estado viendo como los demás conversan sin incluirlo.

    —Debemos llegar hasta donde se encuentra nuestro tío, tengo un plan, pero debemos esperar a que Plumas sane —propone Luis.

    —Supongo planeas enviar al ave cargando el PB en el pico para que llegue hasta el techo, una vez ahí todas las bestias salgan y bajen al piso en el que se encuentra el Dragón, es ingenioso, supongo, un ataque aéreo nunca lo verán venir —comenta Mint adivinando.

    —Algo así, es la idea principal, o más o menos—dice Luis, se acerca a las chicas y comienza a susurrarles su idea.

    —Entiendo el plan, pero, ¿por qué lo susurraste? —cuestiona Adil.

    —Es que le tengo desconfianza a esa cosa de allá —el chico señala hacia un cajero automático que dispensa monedas de oro que se encuentra frente a una sucursal del banco BOE.

    —Pues, tampoco me confío de los bancos, pero no vamos a pedir dinero prestado para nuestra misión ni nada —comenta Adil extrañada.

    —No, esa caja de metal frente al edificio, es maligna —Luis siente un mal presentimiento acerca de la máquina.

    —Claro, no hay nada más peligroso que un cajero automático —comenta en tono de burla la chica de cabello negro.


    La conversación no pasa a mas, regresan al hotel Perla & Diamante para descansar mientras el pelicano se recupera, lo cual sucede un par de días después, durante ese tiempo de recuperación aprovechan para entrenar a las bestias y repasar el plan de Luis para que cualquier debilidad en la estrategia sea prevista y solucionada antes de tiempo.


    A la noche siguiente de haber sanado Plumas, se escabullen al callejón trasero del edificio de La Sirena, no hay guardias a la vista, sin embargo hay varias cámaras de seguridad que se activan hasta con el movimiento de una pequeña hormiga. Y fue justo un ejército de hormigas lo que cubrió las lentes de las cámaras, las cuales fueron escupidas por Reina para generar una distracción.


    Varios guardias salen por la enorme puerta de servicio trasera, encuentran a Luis y las dos chicas inmóviles en medio del callejón. Otros guardias armados los rodean por cada salida y comienzan a disparar, pero las balas atraviesan a los tres sin producirles daño alguno, como si le dispararan a fantasmas. Los tres comienzan a volverse humo hasta dejar en evidencia que a quien le disparaban no era a Adil y los demás, si no a Fosgeno, el imitador gaseoso que pertenece a la chica de cabello verde, telarañas escupidas por Araña y una sustancia viscosa, lanzada de la boca de Reina, atrapan a los sujetos armados y los dejan inmóviles. Al tener la puerta trasera abierta, Reina y las otras dos bestias entran completando la primera fase del plan.


    Luis y las chicas entran por el lobby del edificio aprovechando que todos los guardias corrieron al callejón. Mint se adelanta y comienza a presionar el botón del elevador para que las puertas se abran, pero no logra siquiera que el botón brille, se da cuenta que necesita una tarjeta o pase especial al ver a un panel de escaneo de tarjeta a un lado del botón.


    Tres guardias armados llegan por las escaleras, apuntan sus metralletas directamente hacia la chica de cabello verde, Luis se le lanza encima a dos de ellos haciéndolos caer, Mint patea en la entrepierna al tercero obligándolo a soltar el arma y caer al suelo adolorido. Con un fuerte puñetazo Luis deja fuera de combate a uno de los guardias, el tercer hombre se apresura a recoger su arma, pero al verlo, Luis da una patada baja haciéndolo tropezar y golpeándose la cabeza contra el arma que intentaba alcanzar.


    La chica de cabello verde revisa los bolsillos de los tres sujetos derrotados, en los de uno de ellos encuentra una tarjeta de acceso y en la chaqueta de otro un comunicador.

    —Creo que con esto podremos seguir sin problemas —dice la de cabello verde mostrando la tarjeta.

    —Lo impresionante es que un plan de Luis en verdad esté funcionando, me parece muy bueno para ser cierto —comenta Adil que tiene un mal presentimiento.

    —Le das poco crédito a Luis, el plan está saliendo de maravilla, el mayor problema será derrotar al Dragón de hielo —señala Mint mientras los tres se acercan al elevador.

    —Lo mejor será movernos antes de que los ayudantes de Piscis se escapen de las ataduras que les hizo Araña —comenta el chico algo inquieto.


    Los tres abordan el elevador utilizando la tarjeta, paran en el piso décimo octavo, las chicas se bajan pero Luis duda por un momento.

    — ¿Sucede algo? —cuestiona la chica de cabello oscuro.

    —No sé, hay algo extraño, siento algo raro aquí —un panel oculto bajo el tablero que tiene los botones de los pisos se abre, la puerta del elevador se cierra dejando al chico encerrado, una cámara de seguridad color negra sale de una pequeña compuerta del techo.

    —Es una prioridad que seas eliminado —dice una extraña voz que proviene de la cámara.


    Al ver que las puertas del elevador se cierran, Adil comienza a golpear el botón para hacer que se vuelva a abrir, pero no tiene efecto, Mint intenta pasar la tarjeta de seguridad por la ranura, pero tampoco logra nada.


    El elevador sube hasta el piso veinte, la puerta se abre, el chico sale y comienza a caminar por un pasillo adornado con anclas y peces disecados, avanza hasta llegar a una enorme puerta doble hecha de mármol tallada con diseños de dioses de los océanos, toma las perillas doradas les da vuelta y las abre.


    Las chicas se voltean al darse cuenta que no podrán lograr que la puerta se abra, y finalmente notan los quince centímetros de nieve que cubren por completo el suelo, además de varias personas congeladas en estalactitas que cuelgan del techo.


    Algo se arrastra entre la nieve hacia ellas a enorme velocidad.
     
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    18 Duelo En La Sirena, Luis Contra Piscis


    Ambas chicas observan inmóviles como una pequeña figura alargada se arrastra entre la nieve, comienza a nevar un poco, el frío aumenta. Mint decide que no debe perder más tiempo y saca a Rinox de su PB, la bestia de planta embiste hacia la congelada puerta que da hacia las escaleras de emergencia.


    La bestia de hierba destroza la puerta y continúa arremetiendo por las escaleras en el camino derriba a varios guardias armados que se dirigían a los pisos superiores a detener a los intrusos, al llegar al primer piso, el rinoceronte regresa por las escaleras arremetiendo contra todo ser vivo que se atraviese en su camino hasta llegar nuevamente al piso dieciocho, donde, al no tener manera de entrar, se queda vigilando tanto las escaleras que suben como las que bajan hacia ese piso, ya que la salida que acababa de construir se encuentra cubierta por una gruesa capa de hielo.


    Al momento de haber salido Rinox destruyendo la puerta, comienza a surgir de entre la nieve una criatura hecha de hielo exactamente igual al rinoceronte, esta abre el hocico y de su interior sale una ventisca de aire helado que congela el agujero dejado por Rinox.

    —Debo suponer que tú eres el tío de Luis y Lambda —dice en tono irónico la chica de cabello negro.

    —No estoy segura, pero todo apunta a que sí —confirma no muy segura la chica de cabello verde.

    —El plan cambió un poco, seguro el cobarde de Luis huyó en el ascensor —reclama Adil.

    —No creo, y sé que tú tampoco lo crees —regaña la de cabello verde.


    Adil no le responde, sabe que tiene razón, se encuentra preocupada por el chico.


    Luis abre las enormes puertas y entra a un enorme salón de yeso color blanco en el que no hay mas que unos cuantos cuadros con temas del océano y pesca, una compuerta algo amplia en la pared este del lugar, dos anclas recostadas contra la pared opuesta a la compuerta y un candelabro que cuelga del techo, no hay mucha más decoración excepto por la alfombra roja que cubre por completo el piso.


    En medio del salón se encuentra un enorme hombre de espaldas que viste un pantalón color azul marino y un saco verde alga. Incluso de espaldas se nota que el hombre tiene un enorme bigote color blanco, lleva su blanco cabello algo largo.


    Luis avanza unos pasos para acercarse al hombre, este se voltea. El hombre lleva el saco abierto y puesto por encima de los hombros cubriendo una camiseta blanca sin mangas, mira detenidamente a Luis con fieros ojos azules.

    —El chico salvaje, debo admitir que no pareces tan rudo, al menos no como él —el hombre comienza a caminar hacia el extremo oeste del salón —. Soy Octo Fish, presidente del glorioso imperio La Sirena —se acerca a las anclas recostadas contra la pared —. Algunos me conocen como Piscis, pero hoy, niño —levanta ambas anclas, de una tonelada cada una, como si no pesaran nada. La parte redondeada de las anclas se encuentra finamente afilada como cuchillas — sabrás la razón por la que mis enemigos me llaman El Tiburón Sanguinario —blande ambas anclas con mucha facilidad como si se tratara de un par de cuchillos.

    —Libera al Dragón de hielo —pide Luis.

    —Oblígame, Salvaje —reta Piscis lanzándose contra Luis.


    Mint y Adil se encuentran nerviosas de estar en presencia de la bestia de hielo, pero Adil lo está mas de no saber lo que ocurrió con Luis o si se encuentra bien. La bestia enemiga ruge y lanza agujas de hielo que se incrustan en la piel de las chicas. Ambas se separan para así evitar seguir recibiendo daño por parte de las pequeñas piezas heladas, Mint sabe que no le queda mas opción que seguir con el plan sin contar con el chico, saca a Nitro del PB y lo lanza contra la criatura helada. La lagartija cae sobre la frente del monstruo helado, se desprende de su cola, se deja caer a la nieve y se oculta aprovechando su pequeño tamaño, la cola explota y destruye la mayor parte de la cabeza del ser de hielo, haciendo que termine partiéndose unos instantes después, la criatura parecida a una serpiente que se encuentra dentro del rinoceronte de hielo se mantiene flotando y observando a las humanas.


    El Dragón de hielo es muy parecido a una serpiente que mide poco mas de metro y medio de largo, con escamas heladas de la tonalidad blanca mas pura jamás vista por algún ser vivo, sus ojos son color celeste muy claro con los iris en forma de trébol de cuatro hojas de un celeste apenas un poco mas oscuro, al final de la cola del Dragón hay una especie de trébol de cuatro hojas que gira lentamente.


    Glaciem saca su alargada y azulada lengua relamiéndose el hocico, saboreando a las humanas que tiene enfrente. El Dragón se deja caer sobre la nieve y a los pocos instantes se comienza a formar un gigantesco cangrejo de hielo de seis metros de longitud con enormes tenazas filosas. Se lanza contra las chicas, quienes corren en direcciones opuestas, el ser de hielo sigue a Adil, la intenta atrapar con su pinza derecha, pero la chica tropieza y cae justo a tiempo para salvarse de ser partida por la mitad.


    Luis esquiva los brutales golpes que lanza Piscis con las anclas, el chico sabe que si es alcanzado por las filosas armas es probable que no sobreviva. Lo que tiene a Luis mas sorprendido es la facilidad con la que el hombre blande las pesadas piezas de acero, imagina que Piscis debe poseer fuerza sobre humana.

    — ¡Quédate quieto, Salvaje! —ordena el hombre del enorme bigote un poco agitado. La agitación que siente Octo no es debido al peso que carga en cada mano, si no a algo más, algo que lo ha aquejado desde hace muchos años.

    —No, gracias —Luis nota que la velocidad de su enemigo ha bajado un poco durante el último minuto —. ¿Quieres descansar un rato? —pregunta algo preocupado.

    —Descansaré en cuanto tenga tu cabeza colgada en mi pared —amenaza el hombre que acto seguido lanza una de las anclas, la cual Luis logra esquivar, haciendo que choque contra la pared destruyendo una buena porción de la misma y perdiéndose de alcance en el profundo agujero que produjo —. Creo que me estoy volviendo viejo —asegura el hombre al ver que falló un objetivo que cuando era joven hubiera sido imposible que fallara.

    — ¿Qué ganas al controlar a Glaciem? —cuestiona Luis enfadado y algo cansado de tanto esquivar los ataques de su enemigo.

    —Debo suponer que al decir Glaciem te refieres al Dragón —Piscis observa la reacción del invasor para ver si presenta alguna señal de afirmación, aunque no se sorprende al ver que no se inmuta ni un poco —. Te lo diré, Salvaje —dice esto no como ofensa, si no por que es el nombre por el que todos en Zodiacus conocen al chico —, soy el rey de los siete mares, mis mayores competidores temen el poder de mis anclas —levanta en su mano derecha el ancla que aún conserva.

    —Siempre es ambición, siempre es el juego eterno de la ambición lo que impulsa a todos a cometer maldades — Luis suspira luego de decir esto —, ¿acaso no te das cuenta que esclavizar a un Dragón es una blasfemia en contra de los Dioses?

    — ¿Los Dioses? —el hombre del bigote ríe —, sólo hay un Dios, el Dios de los mares, a ese es al que le rezo cada día que salgo a alta mar y es a quien le ofreceré tu vida.

    —Ya veo —susurra decepcionado el chico, la verdad él mismo no cree mucho en los Dioses, pero tenía la esperanza de lograr hacer recapacitar al hombre con palabras.


    Piscis tose, una vena en su frente comienza a hacerse cada vez mas notoria con cada minuto que pasa.


    El hombre de cabello cano se acerca al chico, lanza un golpe con su ancla, Luis la esquiva, pero el hombre al prever esto lo toma de la cabeza y lo levanta, lo arroja al aire, cuando comienza a descender lo golpea fuertemente en el pecho con el costado del ancla enviándolo contra la pared.


    El hombre del bigote se acerca al chico sabiendo que sólo falta asestarle el golpe final.

    —Al final no resultaste llegarle ni a los tobillos a élde no ser por la mirada y el tono muscular pensaría que son la misma persona, se dice.

    —No… sé… quién es —el salvaje escupe una buena porción de sangre —, quién es él.

    —Ya no importará cuando llegues al abismo más profundo del océano —el hombre levanta su ancla y la baja con fuerza.
     
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    19 Duelo En La Sirena, la Fuerza del Dragón de Hielo


    El enorme cangrejo de hielo tiene a Adil arrinconada y está apunto de partirla con su enorme tenaza cuando una de las patas del crustáceo helado estalla en mil pedazos y se comienza a desbaratar hasta quedar al descubierto el Dragón. Mint salta y lo golpea con una pesada estaca de hielo, la cual después de impactar al Dragón debe soltar debido a que no puede cargarla más debido a que siente que se le queman las manos.


    Glaciem ruge con fuerza, se forma una tormenta de nieve, el blanco manto cubre al Dragón hasta que se forma un murciélago blanco rodeándolo.

    —Estoy cansada… —susurra la chica de cabello oscuro —. ¡Estoy cansada de este mugroso remedo de Dragón! —el edificio comienza a temblar —. Se acabó, ¡estoy harta de ti!

    —Este temblor, ¿se derrumba el edificio? —cuestiona nerviosa la de cabello verde.


    Una porción de la pared que da hacia el exterior es destruida por algo que parece ser una enorme roca que gira a una asombrosa velocidad, impacta contra el Dragón y lo azota contra la pared, donde lo deja incrustado y malherido.


    De lo que parece ser una roca salen cuatro patas, una cola y una cabeza dejando ver que se trata de Tortuguina, quien camina hacia su amiga humana, la estudia con cuidado para cerciorarse que se encuentra bien. Glaciem se eleva, la nieve que cae sana sus heridas en un instante, hielo comienza a formarse alrededor del Dragón hasta formar una hidra de nueve cabezas que respiran hielo, aire helado, escarcha y nieve.

    —Esta situación se puso seria —comenta Mint un poco frustrada.


    Luis puede ver el ancla acercarse en cámara lenta, cierra los ojos esperando recibir el golpe. La imagen de Adil aparece en sus pensamientos, parece estarle diciendo algo.

    —No te escucho, perdona —susurra el chico.


    La imagen de la chica se acerca a él, lo toma del cuello y lo sacude con violencia.

    — ¡Muévete idiota! —grita la chica justo antes de desvanecerse en una nube de humo.


    El salvaje rueda hacia el lado para evitar que el ancla lo golpee, logra evitar un golpe fatal, pero el arma logra herirle el muslo izquierdo.


    Piscis se acerca al invasor, quién a duras penas logra ponerse en pie, el hombre lanza un golpe con su ancla hacia arriba, Luis se deja caer al suelo logrando esquivar el golpe, rueda un poco, le da una patada baja a la pierna izquierda de Octo haciéndolo perder el equilibrio, el chico le patea el abdomen con la pierna herida, lo cual hace que ese movimiento deje desorientados a ambos.


    Piscis cae al suelo, Luis logra incorporarse utilizando el resto de sus fuerzas, el hombre se retuerce un poco en el suelo, este piensa que el salvaje va a acabar con él en ese instante, pero el chico no intenta hacer movimiento alguno.

    —La piedad es para los débiles —comenta el del bigote que acto seguido se incorpora golpeando fuertemente en el pecho a Luis, lo cual hace que el chico caiga nuevamente al suelo con un fuerte dolor que le hace difícil respirar.

    —No… es verdad… la piedad es… —Luis no logra terminar la frase por el intenso dolor que siente en sus costillas.

    —Es el final de tu ridícula incursión —Piscis avanza hacia el invasor. El rostro del hombre presenta notorias señales de agotamiento —, tus secuaces deben estar muertos para este momento, fallaron, Zodiacus vivirá por siempre.

    —No… —susurra Luis cerrando los ojos.


    Tortuguina se lanza contra la hidra, quien no retrocede ni un centímetro. La salida cubierta de hielo es destruida por una poderosa embestida de Rinox que sigue hasta impactar contra la bestia de hielo. La tortuga salta, se mete en su caparazón, comienza a girar y se lanza contra el Dragón, el rinoceronte embiste con toda su fuerza contra la criatura helada. Glaciem ruge y escupe nieve contra el rinoceronte vegetal, pero la nieve es detenida por una red de telaraña lanzada por Araña que entra justo en ese momento acompañada por Reina.

    —Justo a tiempo —comenta aliviada Adil.

    —No cantes victoria aún —reprende Mint.


    La Hidra comienza a lanzar una fuerte ventisca de nieve que hace que las chicas se sientan débiles. Araña lanza su mas resistente telaraña contra una de las cabezas y la hala hacia abajo, el resto de las cabezas miran al arácnido, cuando otra de las cabezas se lanza contra Araña, Reina se le tira encima y comienza a escupir hormigas que mantienen la cabeza helada contra el suelo usando todas sus fuerzas, la hormiga reina se mantiene escupiendo hormigas para remplazar las que mueren por el frío.

    —Es asombroso, pero le están ganando y no podemos quedarnos atrás —dice la de cabello verde entusiasmada.

    —Totuguina, concéntrate en una sola cabeza, ¡ahora! —ordena la de cabello negro, la tortuga cae sobre el cuello de una de las cabezas restantes y la deja fija contra la nieve, bosteza.


    Las chicas toman estacas de nieve que encuentran cerca para usarlas como armas, una de las cabezas intenta morder a la chica de cabello verde, pero Rinox salta y se sienta sobre la cabeza evitando que se levante.

    —Luis tenía razón sobre el Dragón —comenta Mint.

    —Sí, al parecer no es tan inútil como parece —responde Adil.


    Ambas chicas recuerdan lo que dijo Luis durante la planeación de la estrategia para inutilizar al Dragón de hielo.

    Ambas recuerdan:

    Tío Glaciem es fuerte, como todo Dragón, pero no es tan fuerte, es el penúltimo en fuerza y tiene mala práctica con sus cuerpos helados, puede copiar una criatura viva a la perfección, pero no puede regenerar un cuerpo helado —el chico hace una pausa, Lambda ladra un poco —. Me informa mi hermano que cualquier daño hecho al cuerpo helado no lo sentirá Glaciem, sin embargo, los ojos del cuerpo helado si le sirven para ver sus alrededores —Lambda ladra otro poco, acto seguido se comienza a rascar la oreja con su pata trasera —. Y algo que puede jugar a nuestro favor es que si llega a tomar una apariencia con mas de una cabeza, no puede moverlas individualmente, lo hará una por una, todas a la vez o si ha practicado quizás hasta dos.


    Ambas chicas esquivan una de las cabezas que las ataca con dardos de hielo.

    —Pensándolo mejor, el plan era de Lambda, no de Luis —recuerda Mint.

    —Sí — Adil ríe.

    — ¡Cuidado! —previene la de cabello verde corriendo hacia Adil, salta un par de metros e incrusta su estaca de hielo en la cabeza que por poco devora a la de cabello negro.

    —Gracias —dice Adil que acaba de sentir que casi sufre un infarto por el susto.

    —Me debes una, no lo olvides —Mint guiña su ojo derecho.


    Una de las cabezas restantes intenta morder a la de cabello verde, pero Adil utiliza su estaca para clavarla en el paladar de la bestia, luego con todas sus fuerzas se acerca a Tortugina y se sujeta de una de sus patas para no dejar ir la cabeza.

    —A mano —sonríe la de cabello negro.

    —Eso no tiene gracia —la cabeza que sostiene Mint intenta levantarse, pero la chica golpea la estaca hacia abajo incrustándola contra el piso aún mas, se queda sosteniéndola para que no se libere.

    —Aún quedan muchas cabezas —comenta Adil al ver las tres cabezas restantes mirándola fijamente.

    —Pero no por mucho —aclara la de cabello verde al momento que una de las cabezas explota y cae al suelo —. Mi querido Nitro nunca me abandona —la lagartija cae a la nieve y justo antes de poder ocultarse, los restos de la mandíbula de la cabeza que acaba de destruir le caen encima y lo mantienen aprisionado.

    —Sin embargo son dos las que quedan, sin mencionar eso —Adil señala una muy larga cola que sale de entre la nieve.


    Luis se encuentra semiinconsciente, en sus sueños puede ver una figura en sombras, corre hacia esta y se ve a si mismo, al principio piensa que es un espejo, pero la figura no se mueve al mismo tiempo que él, y tiene una horrible mirada feroz. El segundo Luis sonríe horriblemente a la vez los ojos se le ponen negros.

    — ¿Qué eres? —cuestiona Luis retrocediendo.

    —Tu peor pesadilla —las manos de la figura se convierten en espadas corta a Luis por la mitad.


    El chico despierta y ve el ancla de Piscis acercarse peligrosamente, es como si se repitiera la misma escena de antes, el chico rueda varias veces y logra ponerse de pie, se siente muy agotado y se le dificulta mucho respirar. La herida en su pierna le ha hecho perder mucha sangre.


    Piscis sonríe con dificultad, mira al invasor y respira profundo para tomar aire.

    —Realmente fuiste pescado por la misma red que… él —murmura de manera misteriosa el hombre del bigote.
     
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    Realmente este fic es muy bueno y no pierde la emoción.
    Viendo el aspecto técnico, pusiste "ceda" y es "seda"
    Fuera de eso, ¿Capricornius es hermano de Luis? Y sinceramente, la última parte del último capítulo estuvo algo revoltoso, aparte de que no me gusta para nada la perspectiva de que Luis muera.
    Y me cae mal Adil, es demasiado regañona. Pero espero que ella y Mint lleguen a ayudar a Luis.
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    2306
    20 La Caída del Imperio de los Mares.


    La cola de la hidra de hielo choca varias veces contra el suelo como si se tratara de un látigo. Una de las cabezas lanza una potente ráfaga de aire helado contra Reina para matar a las hormigas que mantienen una de sus cabezas atrapada. Una nube verde entra por el agujero que abrió Rinox al entrar embistiendo. Se trata de Fosgeno, que comienza a tomar la forma de la hidra, las cabezas de la falsa hidra de gas muerden la cola de la hidra de hielo, y al mismo tiempo, una de las cabezas de Glaciem toma la cola de Fosgeno, quedando así la cola y la penúltima de las cabezas del Dragón sometidas.

    —Todo está saliendo de acuerdo al plan —grita Mint agotada, puede sentir que en cualquier momento se le soltará la cabeza de la hidra.

    —Sí, es sorprendente que Luis lo haya ideado, todo ha salido casi exactamente como lo predijo, por excepción de que la última cabeza sigue libre —reclama Adil.

    —Aún queda la segunda parte del plan, no te preocupes —tranquiliza la de cabello verde a su amiga, golpea entre los ojos a la hidra, pero esto no hace que la cabeza forcejee menos.


    La piel de Octo comienza a ponerse cada vez más rojiza, su respiración es cada momento más forzada, las venas de su cuello y frente se tornan mas pronunciadas.

    —No saldrás vivo de aquí, Salvaje —promete Piscis utilizando todo su aliento.

    —No… —Piscis cae al suelo haciendo que Luis deje de hablar —. ¿Está bien? —corre hacia el hombre para intentar ayudarlo.

    —No seas ridículo —Octo golpea a Luis para evitar que se acerque —, no puedes ser tan blando, Salvaje, eso te costará muy caro uno de estos días, pero al parecer no será hoy.

    — ¿Puedo hacer algo para ayudarte? —cuestiona Luis demostrando auténtica preocupación por el estado de salud del hombre.

    —Je —Piscis ríe —. Ayuda a tus amigos, si es que el Dragón de hielo no los ha convertido en estatuas heladas aún.

    —Pero, no puedo dejarlo aquí, no luce muy bien, parece que le duele —dice Luis revisándole el pulso con temor.

    —Eres realmente un estúpido, soy el gran Piscis, el Emperador de los Océanos, en poco tiempo tendré tu cabeza colgada sobre mi chimenea, pero no hoy, hoy debo descansar —el hombre tose con fuerza.


    Luis se aleja del hombre, voltea a mirarlo un par de veces, luego, cuando logra tomar el valor para dejarlo, sale de la habitación corriendo sin mirar atrás, pero lleno de arrepentimiento por hacerlo.


    Adil y Mint utilizan todas sus fuerzas para mantener las cabezas de la hidra de hielo clavadas contra el suelo, comienzan a cansarse, al igual que las bestias que comienzan a sentir como se les agota la energía.

    —Esa segunda parte se está tardando mucho en llegar —reclama Adil agotada.

    —Ya sabes cuanto le gusta el drama, estará aquí pronto —la tranquiliza la de cabello verde.


    Una pequeña figura corre entre la nieve, la cabeza restante la sigue con la mirada. Glaciem ruge y se lanza contra el ser que corre entre la nieve. Lambda salta de entre la blanca capa nevada, la cabeza helada abre el hocico por completo, el pequeño perrito entra en su boca y comienza a escupir bolas de fuego que derriten el interior del largo cuello de la criatura de hielo permitiendo que Lambda entre directamente al cuerpo de la bestia hasta llegar a donde se encuentra Glaciem inmóvil. El perrito muerde con fuerza el cuello del Dragón y escupe fuego que lo daña seriamente.

    La hidra comienza a desmoronarse, la nieve y el hielo que cubren el suelo comienzan a derretirse. Al terminar de destruirse la hidra, queda Lambda cargando al Dragón en su hocico, lo escupe y comienza a revisarlo. Después de un par de minutos, le quita seis pequeñas esferas pataleadas que son utilizadas para controlar la voluntad de Glaciem.

    —Te lo dije o no —dice Mint sonriente cayendo al suelo sin aliento —. Sólo había que esperar a que fuera el momento oportuno.

    —Pudo haber llegado mucho antes —reclama la de cabello negro recobrabdo el aliento.

    Lambda ladra y luego se comienza a sacudir el agua que le cubre el pelaje salpicando a ambas chicas, bosteza y espera a que alguien lo cargue.


    Luis corre por el pasillo, pero es detenido por un mutante que resguarda la puerta del ascensor, por la quemadura en la aleta del ser, supone que se trata del mismo que lo atacó unas noches atrás en los muelles. Se voltea y corre en la dirección contraria, el mutante lo ve y comienza a perseguirlo.


    Adil y los demás escapan del edificio, temiendo que los guardias los alcancen en cualquier momento, al haberse alejado unos veinte metros del edificio, Adil se detiene y se voltea, al verla Mint se devuelve y la toma del brazo.

    —Debemos irnos, en cualquier momento nos alcanzarán los hombres de Piscis —advierte preocupada la de cabello verde.

    —No me iré sin Luis, debemos esperarlo —dice la de cabello negro preocupada.

    —Saldrá pronto, ya lo verás —Mint respira profundo —. Lo esperaremos en el hotel.

    —No, no nos iremos hasta saber que está bien —grita Adil apunto de llorar.

    —Piénsalo, él no querría que nos atraparan por estar esperándolo —señala Mint.

    —Tienes razón, pero... —Lambda comienza a ladrar mirando hacia lo más alto del edificio de La Sirena.

    —Ahí está —grita Mint al ver a Luis que salta por la ventana del último piso.

    —Pero no lo logrará —asegura la de cabello oscuro al estar segura de que una caída desde esa altura es fatal.


    Al estar a casi diez metros del suelo, Luis levanta la mano y se sostiene de una las patas de Plumas, quien logra alcanzarlo a tiempo y lo lleva a salvo a tierra. Adil corre hacia el chico.

    —Eres un tonto —la chica lo abraza y luego lo golpea con fuerza en el estómago.

    — ¿Qué hice ahora? —cuestiona adolorido el chico.

    —Dejemos la charla para después —dice Mint preocupada de que los guardias los alcancen. A la vez está aliviada de saber que Luis está a salvo.


    Todos huyen hacia el hotel. En el comedor las chicas cuentan sobre la lucha contra el Dragón y Luis sobre su batalla en contra de Piscis, pasan así varias horas hasta que la noche cae sobre la ciudad. Las bestias comen alrededor de ellos, excepto por Lambda, quien se encuentra sentado sobre la mesa escuchando ansioso de llevarse el crédito por haber derrotado a Glaciem, a quien tiene atrapado bajo su pata derecha delantera.

    —Así que luchaste contra el Tiburón Sanguinario y viviste para contarlo, impresionante, lo digo en verdad, se dice que un sólo golpe de Piscis puede ser comparado con recibir un golpe de una bola de demolición —asegura Mint impresionada.

    —Sin embargo, sigo preocupado por ese hombre, lucía muy mal cuando me fui —dice Luis preocupado, no logra sacarse de su mente el rostro de sufrimiento del hombre.

    —Eres muy ingenuo, no creo que el Emperador de los Océanos muera tan fácilmente, hace años que el Escuadrón de la Flor Imperial lo enfrenta y sabemos de primera mano que es un enemigo muy testarudo —asegura Mint tranuilizándolo.

    —Quizás, pero igualmente estoy preocu... —el chico queda callado al ver, en un televisor en el comedor, que se presenta una noticia de última hora.


    Poco después de que Luis saliera de la habitación donde luchó contra Piscis, el hombre cae sobre su rodilla derecha y deja caer los brazos, se nota muy exhausto.

    —Piscis, ¿se encuentra bien? —cuestiona una voz que proviene de la pared, pero el hombre del enorme bigote no responde —. ¿Piscis? —el hombre cae al suelo.


    A los pocos minutos llega Aquarius y encuentra a su padre en el suelo.

    —Padre, ¡padre! —grita desesperado corriendo a su lado.

    —Mi hijo... —la voz del hombre no sale mas, la vista se le comienza a nublar, tres recuerdos invaden su mente.


    El primer recuerdo es el mas feliz de su vida, se encuentra en una habitación de hospital, su esposa carga a un pequeño bebé que tiene pocos cabellos celestes, el pequeño niño duerme plácidamente, ambos padres sonríen orgullosos.


    El segundo recuerdo es la memoria más desesperante que tiene, sucedió tres años después de la muerte de su mujer. Se encuentra en su viejo bote pesquero, su hijo tiene escasos cinco años de edad y se encuentra a su lado, están en medio de una terrible tormenta que mueve el bote como si se tratara de una simple hoja seca en un río torrencial. Esa vez él no temía por su vida, si no por la de su hijo. Al pasar la tormenta, el hombre le prometió a su hijo jamás ponerlo en peligro de nuevo, que sería el dueño de los mares.


    El tercer recuerdo es el día que su vida cambió para siempre, sucedió cinco años atrás, ese día las nubes cubrían el cielo, había señales de tormenta. Un chico muy joven de cabello corto negro se le acerca y le pide hablar con él en un café cercano, accede. En el café hay una computadora portátil sobre una mesa, se sientan a esa mesa, un perrito atigrado de color azul brillante se esconde bajo el mantel. Una voz en la computadora le hace una oferta muy tentadora, una oferta que no pudo rehusar, la promesa de ser el mayor comerciante los mares del mundo, era muy tentadora. La promesa fue concedida gracias al chico de cabello oscuro que se encarga de eliminar a los competidores y a las influencias del misterioso hombre de la computadora. A cambio sólo debía ser parte de una sociedad, Zodiacus. Dentro de la organización llegó lejos, se le consideró uno de los cuatro reyes de Zodiacus.


    Pero el título, el poder y las influencias no le sirven de nada en este momento, la vida abandona su cuerpo lentamente. Ve a su hijo gritando y llorando, no logra escucharlo, no escucha nada, la vista abandona sus ojos. Lo único de lo que Octo se arrepiente es de no haber podido salvar a su mujer y de dejar a su hijo solo y a cargo de un imperio construido con el sacrificio de miles de vidas. Cierra los ojos y muere.

    — ¡No!, no, no, no, no, por favor —el llanto de Aquarius empeora —, no me dejes, padre, por favor.

    —Llegué tarde —dice Capricornius que justo en ese momento entra por la puerta, trae un bidente en su mano derecha.

    —Murió —dice entre llantos el de cabello celeste.

    —Lo veo, pero no tiene sentido —asegura el chico de cabello negro, se acerca al cadáver de Piscis y le revisa los bolsillos, saca una pequeña medalla color óxido del bolsillo derecho del pantalón del hombre —. Que raro, sólo tiene la Medalla de Estamina.

    — ¿La qué? —cuestiona sollozando Aquarius.

    —Se supone que tu padre tiene dos de los cien obsequios, la Medalla de Estamina, que hace que su sistema inmunológico trabaje con mayor eficacia, pero su enfermedad estaba muy avanzada y la medalla sola no era suficiente, por lo que además usaba la Aguja de Vida, que evita que su portador se enferme y hace que toda enfermedad que posea entre en una etapa de hibernación, debería usar ambas —explica Capricornius quitándose los lentes. Tiene las cejas en una eterna expresión de ira, su parecido con Luis es asombroso, aunque se encuentra en mucho mejor forma.

    —No veo que importa eso, mi padre ha muerto —murmura el de cabello celeste.

    —Ya lo sé —Capricornius ve el pisa corbatas de Aquarius, nota que el cántaro está sostenido por una aguja —. Tu padre te dio eso, ¿cierto?

    —Sí, antes de salir en mi viaje para convertirme en domador de bestias, me dijo que esto me protegería siempre —comenta Aquarius sonriendo al recordar el día que su padre se lo obsequió.

    —Es una lástima que tu padre muriera antes de que le pudiera dar el Bidente de los Océanos, siempre soñó con controlar las aguas de los océanos y esto es todo lo que hace falta para realizar tal azaña —muestra el bidente que trae en su mano. El bidente es color azul marino transparente, hueco por dentro, relleno de agua salada, en el fondo hay algo de arena, algas y trozos muy pequeños de coral. En el agua del bidente nadan extraños peces muy pequeños para ser vistos a simple vista.


    Tres mutantes, incluyendo al de la aleta quemada, entran a la habitación donde se encuentran Capricornius y Aquarius. Los tres se abalanzan sobre el de cabello oscuro, este noquea con un poderoso golpe a dos de los mutantes, mientras que el tercero, que tiene la quemadura en su aleta dorsal, logra esquivar el impacto, el mutante intenta morderlo, pero es detenido por un intenso dolor en su cola, el cuerpo del híbrido comienza a congelarse y cae al suelo sin conciencia.


    Un perrito atigrado color azul brillante se encuentra sentado junto al congelado mutante moviendo su cola de manera muy energética, ladra una vez.

    —Buen trabajo, Sigma, siempre puedo contar contigo —agradece Capricornius acariciando la cabeza del perrito. El perrito ladra feliz. Capricornius voltea a mirar a Aquarius —ahora estos mutantes son tus guardianes y tu responsabilidad, mas te vale domesticarlos al igual que lo hizo tu padre.


    Aquarius no contesta, toda su atención se concentra en el cadáver de su padre. El de cabello negro voltea la mirada hacia el techo.

    — ¿Qué sucede? —cuestiona una voz que proviene del lugar hacia el que mira.

    —Ya sabes —contesta Capricornius.

    —Sí, fue el Salvaje el que luchó contra Piscis —responde la voz, repentinamente una cámara de domo fija se hace visible.

    — ¿Notaste algo? —cuestiona el de cabello oscuro.

    —Sí, en efecto hay algo que llamó poderosamente mi atención —comenta la voz de la cámara.
     
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    Dark RS

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    21 El Templo.


    Horas después, en el comedor del hotel, en la televisión que se encuentra cerca de la puerta que va a la recepción, se narra la noticia sobre el fallecimiento del presidente y fundador de las empresas La Sirena, según la noticia, el presidente Octo Fish falleció producto de un ataque al corazón producido por una enfermedad cardiaca que lo ha aquejado por años. El hijo de Octo se negó a conceder entrevistas.

    —Murió —murmura Luis triste.

    —Sí, uno de los cuatro reyes ha fallecido —comenta alegre Mint, Luis la mira con lo más cercano a un ceño fruncido que puede hacer con las cejas que tiene.

    —Era un genocci, estaba vivo, respiraba, amaba, sufría... pero ya no, lo maté, le puse fin a su vida, yo lo maté —dice en voz baja el chico.

    —No te culpes, ya escuchaste al reportero, murió por causas naturales —lo tranquiliza Adil.

    —Pero, si no hubiéramos luchado no habría muerto…

    —No fue tu culpa, él inició la pelea, tu te defendiste —Adil lo abraza.

    —Pero, pero, pero... —Lambda ladra —. Tienes razón, debo seguir, debo mirar hacia el futuro y concentrarme en nuestra misión —dice el chico respondiendo a lo que dijo el perrito.

    —Mencionaste algo de cuatro reyes, ¿a qué te referías? —cuestiona la de cabello oscuro.

    —Verán, Zodiacus parece ser una sociedad equitativa, pero la verdad es que hay niveles de jerarquía, que vienen a ser los Cuatro Reyes, los miembros originales y los novatos —Mint se aclara la garganta —. Los novatos son los miembros mas nuevos, los que se unieron para llenar espacios vacantes en la organización, casi no tienen influencias, al menos no por el momento, estos novatos son tres, Geminis, Aries y Aquarius —Glaciem despierta, se enrosca alrededor del cuello de Luis y se dispone a escuchar —. Los originales son los que se unieron al principio de la organización, mas no son fundadores y aunque pareciera que tienen poder, en realidad tienen muy poca influencia en las decisiones del grupo, estos son cinco; Leo, Virgus, Scorpius, Sagittarius y Cancer —la chica se vuelve a aclarar la garganta, se pone algo nerviosa —. Los Cuatro Reyes son los fundadores, los más fuertes, los que en verdad jalan las cuerdas de Zodiacus, Piscis el Emperador de los Océanos, Taurus el Rey de los Continentes, Capricornius el Lord del Fuego y Libra el Monarca de las Nubes.

    — ¿Controlan los cuatro elementos? —cuestiona Luis un poco confundido.

    —No exactamente, Piscis, gobernaba sobre los mares; exportaciones e importaciones por mar, explotación petrolera, pesca, venta de yates y botes. Taurus explota un país entero lleno de minas que generan una muy variada cantidad de minerales, gemas preciosas, petróleo, uranio, carbón, sal, en fin, de todo lo que salga de la tierra —Mint se acomoda un poco en su silla —. Capricornius es un señor de la droga, perdón, es el señor supremo de la droga de los dos continentes y se sigue expandiendo, y claro que es el más peligroso y desalmado de los doce integrantes de Zodiacus, un asesino a sangre fría, un maldito... —la chica se aclara la garganta —. Y por último, Libra, se dedica al tráfico de información, si algo sucede, él lo sabe.

    —Suenan muy peligrosos —añade Adil bajando la mirada.

    —Lo son, he visto a muchos de ellos en persona y son verdaderos demonios malignos sedientos de sangre y muerte —asegura Mint.

    —Ahora que lo noto, Glaciem está alrededor del cuello de Luis —comenta un poco alterada Adil.

    —No te preocupes, mi tío Glaciem ya no está bajo el control de Zodiacus —la tranquiliza Luis.

    —Igualmente no creo que sea buena idea andar exhibiendo a un Dragón como si fuera una bufanda —reclama Adil, Glaciem le saca la lengua —, serpiente maleducada.

    —No peleen, tío Glaciem se irá mañana por la mañana, me gustaría que se quedara mas tiempo, pero es peligroso que se quede —el Dragón saca la lengua para burlarse de Adil.

    —Te cocinaré gusano glorificado —murmura la chica de cabello oscuro.


    Pasa la noche y llega la madrugada, Luis y Lambda van al muelle a despedirse de Glaciem que entra al agua y se pierde en las profundidades. Esa misma mañana los tres abandonan la ciudad para seguir con la búsqueda de los Dragones o en su defecto, para detener los planes de algún miembro de Zodiacus. Van a pie debido a que no quieren llamar mucho la atención de los miembros de Zodiacus.

    —Liberamos dos Dragones, Glaciem y Ventus —comenta Luis —, sin contar a mis padres, quedan aún cuatro Dragones, el de tierra, rayo, vida y muerte, espero que se encuentren bien todos.

    —Eso no lo sé, pero debemos decidir a donde ir ahora —propone Adil.

    —Veamos, ya derrotamos a Aries, Leo, Scorpius, Piscis y como cien veces a Aquarius, por lo que sabemos que ninguno de ellos tiene otro Dragón —Mint medita un poco antes de proseguir —no sé quienes son ni mucho menos como localizar a Virgus, Cancer, Geminis o Libra; si sé quien es Capricornius, pero puede estar en cualquier parte del mundo en este momento, por lo que nos queda Taurus que siempre se encuentra en su castillo o a Sagitarius que según mis fuentes está en Ciudad Mítica, cazando.

    —Vamos mejor por Sagitarius —propone Adil.

    —Secundo esa idea, quiero ver a ese malnacido muerto —asegura con mucha ira la chica de cabello verde.

    — ¿Conoces a Sagitarius? —cuestiona Adil sorprendida de escuchar esa clase de vocabulario ser utilizado por la de cabello verde.

    —Algo así... ese maldito asesinó a mi mejor amigo —Mint cierra el puño con fuerza y frunce mucho el ceño.


    Siguen caminando varios minutos sin que ninguno diga una sola palabra, únicamente se escuchan los ruidosos pasos de Tortuguina que hacen que el suelo vibre un poco, el perrito duerme sobre el caparazón de la tortuga. Lambda despierta y comienza a olfatear el aire, ladra varias veces mirando hacia un pequeño bosque cercano.

    — ¿Quién es Kappa?—cuestiona Luis al escuchar a su hermano ladrar.

    —Cierto, puedes hablar con Lambda —recuerda Adil. Lambda ladra ruidosamente.

    —Debemos ir a ese bosque —dice Luis que acto seguido alza a Lambda y corre hacia el bosque.

    —Genial, ahora correremos directamente a un oscuro bosque sólo por que a Lambda se le ocurrió ladrarle a los árboles —se queja Adil.


    Ambas chicas corren tras ellos. Se adentran al bosque siguiendo a Lambda que señala el camino con su hocico, llegan hasta un titánico árbol en cuya base está tallado un templo que por la cantidad de ventanas tiene al menos tres pisos. Cuando se acercan un pequeño rayo cae frente a ellos, un perrito atigrado color miel sale del interior del templo y les comienza a ladrar, Lambda se baja de los brazos de Luis y se lanza sobre el perrito color miel. Ambos canes comienzan a juguetear. Lambda ladra feliz.

    —Lambda quiere presentarles a Kappa —traduce Luis.

    —Es adorable —dice Adil acercándose al perrito. Lambda se atraviesa y gruñe.

    —Te pusiste celoso, pequeño Lambda —se burla Mint.


    Una persona se asoma de entre las sombras del templo. Kappa corre hacia este personaje, ladra un poco y luego regresa a donde se encuentra Lambda, quien ladra a Luis.

    —Dice que somos bienvenidos —traduce el chico.


    Todos entran al templo. El interior del mismo está tallado en una sola pieza de madera que pertenece al mismo árbol, dentro hay un santuario con ocho monumentos que representan a los ocho Dragones, un altar lleno de velas a medio consumir, postes con velas encendidas, unas escaleras que suben se encuentran del lado este del piso en el que se encuentran, hay una fuente de madera llena de un líquido color dorado, una enorme mesa rodeada por ocho troncos decora el centro de la habitación, un estante lleno de pócimas junto a un laboratorio que se encuentra en la parte oeste y un armario lleno de una enorme cantidad de muy variadas armas y armaduras.


    En medio de la habitación, cerca de la mesa, los espera un enorme chico que pasa de los dos metros de altura, es algo gordo, usa una túnica color blanca con una túnica color negro que lleva debajo de la blanca, usa sandalias color café muy desgastadas y un gorro negro que le cubre la parte superior de la cabeza haciendo imposible distinguir si tiene o no cabello. Aunque no lo aparenta es un año menor que Luis.

    —Hola, me llamo Luis, ellas son Adil y Mint —señala a las chicas con su mano derecha —, este de aquí es mi hermano Lambda —el perrito ladra —, estos son Tortuguina y Algodón —la oveja se esconde detrás de la tortuga.

    —Tienes mucho valor de volver aquí, Lui —dice con voz profunda el chico de las túnicas creyendo reconocer al chico que acaba de hacer las presentaciones.

    —Me llamo Luis, no Lui —responde confundido —, y no recuerdo haber estado aquí antes.

    —Que finjas olvido no te disculpa, asesino —reclama el enorme chico.

    —En verdad no sé de que hablas... y lo de Piscis fue sin querer, en verdad que nunca quise que muriera.... —se disculpa Luis pensando que es a eso a lo que se refiere el chico alto.

    —No conozco a ningún Piscis, pero si a mis amigos, a tus antiguos camaradas, como pudiste haber hecho eso, ¿cómo pudiste traicionarnos? —reclama subiendo un poco la voz. Kappa ladra y niega enérgicamente con la cabeza —. ¿No eres Lui de la Vida?

    —No, me llamo Luis, te lo acabo de decir —repite algo confundido.

    —Perdona, el dolor me ha vuelto agresivo —se inclina un poco como señal de disculpa.

    —No te preocupes —le responde Luis que aún no comprende que sucedió.

    — ¿Qué les sucedió a tus amigos? —cuestiona Adil curiosa.

    —Lui de la Vida los asesinó, pero aún viven —responde el enorme chico.

    —No tiene sentido —reclama Adil.

    —Permítanme enseñarles —el de las túnicas los guía hacia el segundo piso, donde están las habitaciones.


    Avanzan hasta llegar a una habitación que se encuentra en medio de las demás, abre una puerta corrediza y ven en el suelo a tres chicos y dos chicas de casi la misma edad que el de las túnicas, todos vestidos igual, con túnicas blancas. Uno de ellos está acostado en medio de la habitación y los otros cuatro alrededor de ese, el del medio tiene una bola de lana entre sus manos mientras que los demás tienen amarrado un dedo con lana que sale de la bola.

    — ¿Duermen? —cuestiona Adil algo aterrada por la escena.

    —Lamentablemente no, Lui los asesinó y secuestró a uno de nosotros —recuerda el de las túnicas.

    —Pero respiran —asegura Mint confundida.

    —Sí, gracias al Estambre de Vida, uno de los cien obsequios que los Dioses legaron a los habitantes de este mundo.

    —No entiendo —responde Luis.

    —Volvamos abajo y les explicaré con mas calma —pide el de las túnicas.
     
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    22 El Origen de los Elegidos.


    Bajan al primer piso y se sientan en los troncos que rodean la mesa, el de las túnicas les prepara té de miel de abeja que sirve con algunas galletas de miel.

    —Está deliciosa esta bebida —comenta como cumplido Luis.

    —Gracias, es té de miel de abeja verde gigante guerrera —responde el de las túnicas.

    —Es bueno, pero no estamos aquí por el té —señala Mint interesada en lo que tenga que decir el chico de las túnicas.

    —Primero debo presentarme, soy Run'ik Rulhan Ruvinovasto D' Rodantu del Rayo, mis amigos me llaman Run para abreviar y —voltea a mirar al perrito atigrado color miel que se encuentra sobre la mesa sentado junto a Lambda — el es Kappa, mi amigo.

    —Mucho gusto Run y Kappa —saluda Luis.

    —Ahora hay varios puntos que tratar, explicaré todo, pero en orden para que sea mejor la comprensión —dice Run cerrando los ojos.


    (Narra Run a la vez que recuerda)


    Hace muchos milenios los Dioses crearon este mundo, crearon los océanos, los continentes, los cielos y la vida el primer día. El segundo día debatieron sobre el mundo recién creado junto con los Dioses Oscuros, acordaron dejar este mundo bajo el cuidado del Destructor, el Dios Oscuro Supremo, quien decidió dejar a dieciséis Dragones a cargo del mundo, ocho en nuestro hemisferio y ocho en el otro, los creó de acuerdo a los elementos del universo; agua, fuego, tierra, aire, luz, oscuridad, vida, muerte, hielo, rayo, materia, antimateria y otros cuatro de los que ningún mortal ha tenido jamás conocimiento. Los Dioses Supremos y el Destructor dejaron cien objetos bajo el cuidado de los Dragones para que se los dieran a los habitantes mas dignos de portarlos, a estos objetos se les conoce como los Cien Obsequios de los Dioses o los Cien Objetos de los Dioses, los Dragones los repartieron todos, algunos fueron usados para el beneficio de la humanidad, otros para propósitos egoístas, otros simplemente fueron escondidos u olvidados.


    Al ver el caos en la humanidad, los Dragones buscaron a ocho elegidos en nuestro hemisferio para que busquen y confisquen los objetos hasta que los Dioses o el Destructor regresen. A estos elegidos se les llama los Elegidos de los Dragones, cada uno lleva en su nombre el elemento del Dragón que lo eligió, esto se ha hecho una y otra vez a través de los últimos milenios. Los elegidos son escogidos antes de nacer. Hay una sociedad secreta llamada los Dragones de Plata que se encargan de localizar y criar a los niños que fueron bendecidos con este honor. Al parecer los Dragones de Plata utilizaban uno de los cien obsequios para encontrar a los elegidos, que siempre nacen en el lapso de uno a dos años después de que muerte del último de los elegidos de la generación anterior.


    A lo largo de la historia siempre ha habido un elegido traidor, en la mayoría de las generaciones de elegidos el traidor ha sido el que lleva en su nombre de la Muerte, por lo que los Dragones de Plata asesinan o encierran de por vida a ese elegido.


    (Hace diez años)


    Los ocho elegidos, que van desde las edades de los cinco a los ocho años, se encuentran alrededor de la mesa de madera del primer piso desayunando una generosa porción de pan integral con miel. Hay cinco niños y tres niñas, todos vestidos con dos túnicas, una color negro debajo de una blanca. Baja las escaleras un hombre calvo vestido con una túnica negra que lleva el dibujo de un dragón color plateado en la espalda, se queda de pie junto a los niños.

    —Hoy es el día que sus nombres finalmente serán elegidos, dejen lo que hacen y vayan al santuario del rito de inmediato —ordena el hombre de mala manera, luego sube nuevamente las escaleras.

    —Que estrés con ese amargado —comenta una niña de cabello negro largo y ojos rojizos con extrañas orejas puntiagudas.

    —Sólo hace su trabajo —le dice un niño de cabello azul oscuro corto y ojos verdes.

    —Hoy sabremos nuestro elemento —comenta emocionado un niño calvo de ojos grises.

    —Uno de nosotros es el de la muerte —señala otra niña, de cabello rizado castaño con penetrantes ojos negros —. Espero no ser yo.

    —No te preocupes, seguro soy yo —la tranquiliza un chico de cabello negro corto con ojos oscuros muy serios, con cejas que tienen una permanente expresión de estar enojado.

    —Sí, es casi obvio que eres el de la muerte —se burla el de cabello azul.

    —Vamos antes de que nos regañen —pide el joven Run que en ese momento cuenta con siete años de edad, tiene el cabello negro y ojos grises.


    Los ocho niños suben al tercer piso donde se encuentra el santuario del rito, se arrodillan frente a ocho estatuas que representan a los ocho Dragones, cerca se encuentran tres hombres vestidos con túnicas de los dragones plateados, dos de ellos traen un cuchillo dorado que se utilizó en la generación de elegidos anterior para matar al elegido del Dragón de la muerte, quien se considera casi siempre el traidor, el tercero trae un medallón tallado en hueso, el medallón no trae ningún símbolo grabado.

    —Hoy, mis queridos elegidos, es el día en que su papel en la historia comienza a tomar sentido, la razón por la que fueron traídos a este templo —comienza a narrar el que trae el medallón, es calvo con barba negra pronunciada, ojos color celestes y tiene una pequeña cicatriz sobre su ceja izquierda —. Durante muchas generaciones los elegidos de los Dragones han buscado, recuperado y sellado los cien obsequios de los Dioses, su destino es seguir los mismos pasos —levanta el medallón y comienza a brillar con una tenue luz dorada —, a través de las generaciones los traidores han robado los obsequios y los utilizan para su propio beneficio, esto hace que el trabajo de los elegidos sea mucho mas difícil, en este momento hay menos de treinta obsequios bajo nuestra guardia, un largo camino les aguarda, se han dado casos en los que una generación no logra encontrar si quiera un obsequio en contraste hay generaciones que han encontrado hasta tres, pero ustedes son afortunados, ya que uno de los obsequios recuperados por la generación anterior es el mas útil para nuestra causa —una mujer usando la túnica de los dragones de plata entra cargando una almohada roja sobre la cual se encuentra un pergamino color blanco atado con una corta cinta dorada, le ofrece el pergamino al del medallón, quien lo toma y coloca el medallón en la almohada —, les presento el Índice Sagrado —desata la cinta dorada, que se convierte en una pluma dorada, luego desenrolla el pergamino —, observen —hay cien líneas colocadas en una sola columna escritas en el pergamino, veintiocho nombres de obsequios comienzan a manifestarse en el pergamino, veinticuatro de los cuales se oscurecen y los demás brillan en dorado, los nombres que brillan son; 00 Índice Sagrado, 01 Sello Eterno, 05 Medallón del Destino y 69 Monumentos Dragónicos —los nombres que brillan es por que los obsequios se encuentran, sin estar sellados, en un rango inferior a diez kilómetros a la redonda, mientras que los que aparecen sin brillo es debido a que están sellados por el Sello Eterno en un rango idéntico, como verán hay veintiocho obsequios en nuestra guardia, todos listados —cierra el pergamino, la pluma se convierte nuevamente en una cinta dorada la cual usa para cerrar el pergamino, lo coloca sobre la almohada y vuelve a tomar el medallón.


    Los niños se encuentran un poco ansiosos, susurran entre sí.

    —Tengo miedo —susurra la niña de ojos rojizos.

    —No serás la de la muerte y aunque lo fueras no eres la traidora —la tranquiliza el niño de cabello negro corto.

    —Me matarán, ya tienen las armas para hacerlo —la niña comienza a llorar.

    —Nunca te he mentido, Harley, así que por favor créeme cuando te digo que no eres la traidora de esta generación —el niño la toma de la mano, ella asiente sonriendo, se sonroja.


    El que lleva el medallón se acerca al primero de los niños, coloca el medallón suspendido a medio metro de la cabeza del niño, lo suelta y el medallón queda suspendido en el aire, se torna color rojo y una flama se forma en medio del medallón. Luego lo coloca sobre la cabeza de Run, el medallón se vuelve color dorado y aparece un rayo en medio del mismo. Van pasando el resto de los niños hasta que faltan solo Harley y su amigo de cabello negro. Cuando es el turno de Harley, el medallón se vuelve negro y no aparece imagen alguna.

    — ¡La traidora! —grita el que posee el medallón —, Harley de la muerte, traes deshonra a los elegidos, la muerte es tu nombre y la muerte es tu destino.
     
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    Dark RS

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    23 El Traidor de los Elegidos.


    El medallón señala que Harley es la elegida del Dragón de la muerte e inmediatamente el líder de los dragones de plata toma la decisión que la traidora deber ser ejecutada. Lui decide que no va a permitir que ejecuten a su querida amiga, aunque deba convertirse en la peor de las pesadillas,« si me convierto en el traidor, ella no podrá ser castigada por eso», se dice convencido que no hay otra forma de detener a los hombres.


    Los dos miembros de los dragones de plata que cargan los cuchillos se acercan a la niña para quitarle la vida, pero el chico de cabello negro se levanta, arrebata el medallón de la mano del tercero y se coloca entre Harley y los tres hombres.

    —Me importa muy poco sus estúpidos temores, es imposible que Harley sea la traidora, ya que el traidor soy yo —muestra el medallón, adquiere un color blanco muy brillante y una galaxia en forma espiral aparece en medio del mismo.

    —Lui de la Vida, es noble lo que intentas, pero nunca en la historia el elegido de la vida ha sido o será un traidor —reclama el líder que solía tener el medallón.

    —La vida está llena de decepciones —Lui saca dos navajas de un pliegue de sus túnicas y apuñala en la garganta a los que traen cuchillos —, volveré a matarlos a todos, esperen un poco —Lui da un silbido y un perrito color azul brillante sube las escaleras ladrando, trae un bulto sobre el lomo.


    Lui y el perrito saltan por la ventana, el hombre sobreviviente corre hacia la ventana, pero no logra ver a Lui por ninguna parte.

    —Lui... —susurra llorando Harley.


    (Cuatro años después)


    Los siete elegidos acaban de regresar de recuperar una peligrosa corona que es parte de los cien obsequios, se disponen a descansar en distintas partes del templo, Harley se encuentra acostada en su habitación que queda en el segundo piso, observa con mucho detenimiento un pequeño cuervo tallado en madera que le había regalado Lui unas semanas antes de abandonar el templo.


    La tierra comienza a temblar, Harley y la mayoría salen del templo para ponerse a salvo, de entre unos arbustos ven salir a un perrito atigrado color azul brillante que lleva una puesta una corona blanca con gemas azules.

    — ¿Sigma? —cuestiona Harley sorprendida de ver al compañero de Lui —. ¿Esa es la Corona de los Continentes? —pregunta al ver la corona que usa.

    —Lo es —responde Run del Rayo que apenas viene saliendo del templo.

    —Imposible, la acabamos de sellar —comenta un chico de cabello azul oscuro.

    —No es imposible, sólo la tomé de su lugar —dice una voz que proviene de un árbol.

    — ¿Eres tú? —pregunta Harley con esperanza en su tono.

    —Todos somos alguien —responde Lui dejándose caer del árbol y cayendo de pie frente a los siete elegidos. Ahora en lugar de usar las túnicas de los elegidos, lleva puesto un pantalón de mezclilla azul oscuro, con una camiseta blanca pegada al cuerpo que muestra su desarrollada musculatura y tenis color blanco. Además usa lentes oscuros.

    —Es imposible que tengas la Corona de los Continentes, traidor —reclama el joven Run que está calvo.

    —No lo es, mi buen Run'ik Rulhan Ruvinovasto D' Rodantu del Rayo, me haces el favor de revisar el Índice Sagrado —pide Lui.


    Run saca el pergamino de entre su túnica y lo abre, cuando los nombres que brillan en dorado aparecen se sorprende y preocupa como nunca lo ha hecho en su vida, ya que varios obsequios que aún no han encontrado aparecen en la lista, sin mencionar que la corona está entre los obsequios activos y está completamente seguro que la habían sellado apenas regresaron de recuperarla.

    —Por favor, mi buen Run, lee los obsequios activos en la zona —pide el traidor.

    —Son... —Run se nota muy nervioso al comenzar a leer —, Índice Sagrado, Sello Eterno, Llave Maestra, Medallón del Destino, Medalla de Estamina, Aguja de Vida, Cristal del Alma, Golem Guardián del Rayo y Monumentos Dragónicos... pero esto es... —se dice el elegido del rayo muy nervioso.

    —Es posible —se adelanta a decir Lui —, la prueba es que sucede.


    Seis hombres armados con lanzas doradas y vestidos con las túnicas de los dragones de plata rodean al traidor. Un séptimo hombre sale del templo, es el mismo que realizó el ritual de identificación de los elementos de los elegidos cuatro años antes.

    —Lui de la Vida, eres una vergüenza para nuestra noble institución —dice con lástima el hombre.

    —Acéptalo, es más fácil —responde Lui en tono de burla.

    —Mátenlo —ordena el hombre.


    Harley quiere ayudar a Lui, pero sus piernas no le responden. El chico de cabello oscuro sonríe al momento que los seis hombres de las lanzas se abalanzan sobre él.


    El traidor esquiva la primera lanza, logra arrebatársela de las manos al que la usa, la incrusta en la frente de un segundo atacante, a quien le quita la lanza mientras cae muerto al suelo, con la nueva lanza aleja a los demás atacantes, luego la usa para impulsarse en un largo salto hacia atrás. Saca dos navajas de los bolsillos de su pantalón, las mismas que usó cuatro años atrás para asesinar a los dos hombres que asesinarían al elegido de la muerte.

    —Les daré un movimiento de ventaja —permite Lui.


    Dos de los hombres corren con sus lanzas extendidas hacia el frente con la intención de atravesar al chico. Lui esquiva ambas lanzas, cuando los hombres pasan junto a él, se voltea y les incrusta las navajas en la base del cuello matándolos en el acto.

    —Maldito, maldito traidor, regresas a nuestro santuario para matarnos a todos, como un alma vengativa, manchando nuestra misión con tu codicia —reclama el líder de los dragones de plata.

    — ¿Yo soy el que mancha el buen nombre de los elegidos? —cuestiona indignado Lui.


    Corre hacia uno de los que poseen las lanzan, lo golpea en el cuello antes de siquiera darle la oportunidad de reaccionar, la garganta del hombre se fractura y termina sofocándose sin poder respirar. El chico toma la lanza del hombre un momento antes de que muera asfixiado. Con la lanza en su mano, Lui atraviesa a uno de los sobrevivientes directamente en el corazón, cuando saca el arma del tórax del hombre, la sangre comienza a ser expulsada como si se tratara de una fuente color carmesí. Aprovechando que el último de los que lo atacaron se encuentra completamente aterrado debido a la bizarra escena, lo atraviesa en la garganta dejándole el arma incrustada.

    —Yo no soy el que mancha el buen nombre de los elegidos, ustedes los dragones de plata son los verdaderos corruptos —voltea a mirar a los siete elegidos que observan impactados la brutal escena —. ¿Sabían que ninguno de nosotros era huérfano?

    — ¿Qué quieres decir? —cuestiona el elegido de cabello azul.

    —Diles, Urnik —pide Lui al líder de los dragones de plata.

    —No lo escuchen —ordena Urnik —, intenta corromperlos para que sean como él.

    — ¿A qué le temes? —dice serio Lui —. La verdad te hará libre.

    — ¿De qué habla, maestro? —cuestiona Run.

    —Nada, nada, ¡nada! —comienza a gritar desesperado el hombre calvo.

    —Ni el valor de decir la verdad cuando te encuentras acorralado tienes —el chico de cabello oscuro sonríe complacido al comprobar la clase de hombre que es en realidad el líder de los dragones de plata —. ¿No se han preguntado que es mucha casualidad que los ocho elegidos seamos huérfanos? —los siete chicos se miran confundidos —, nos dijeron que somos elegidos antes de nacer, nos traen a este templo cuando somos bebés, así que les pregunto, ¿cuál es la probabilidad de que los ocho elegidos hayamos sido convenientemente abandonados al nacer?

    — ¡No lo escuchen, intenta envenenar sus mentes! —ordena el hombre —. Que tus palabras profanas sean castigadas por la ira de los Dragones.


    Una mujer aparece detrás de Lui, es la misma mujer que ayudó años atrás en el rito de la elección de los elementos de los elegidos. Su nombre es Casandra y es una asesina profesional contratada de forma permanente por Urnick para eliminar a los que se interpongan en su camino. Usa un traje ninja color verde oscuro con una larga katana en la espalda. Casandra saca la katana de la funda y en una fracción de segundo la incrusta en el pecho de Lui.

    —Casandra —Lui se saca la katana del cuerpo y la tira al suelo, toma el brazo de la mujer y se lo tuerce hacia la espalda, saca una de sus navajas y la coloca sobre el cuello de la asesina —, dime, ¿fuiste la que asesinó a mis padres? —la mujer intenta zafarse, el chico mete un poco la navaja en el cuello de la asesina —, responde.

    —Sí, el maestro Urnik me ordenó asesinar a tus padres —confiesa la mujer aterrada.

    — ¿Y? —mete un poco mas la hoja de la navaja.

    —También asesiné a los padres de todos los demás elegidos, el día que nacieron cada uno de ustedes asesiné a sus padres, hermanos, tíos y cualquiera que pudiera representar una amenaza, todo bajo las órdenes del maestro Urnik —confiesa la mujer.

    —Gracias, fuiste muy útil —agradece el traidor en tono serio.

    — ¿Me dejarás ir? —cuestiona esperanzada la asesina. Lui le rebana el cuello tan profundo que casi le arranca la cabeza, la mujer muere antes de llegar al suelo.

    —No, vine a hacer limpieza —confiesa el chico de cabello oscuro ante el cuerpo inerte de la mujer.

    —Mis elegidos, acaben con el traidor —ordena Urnik, pero ninguno de los elegidos acude a su llamado.

    —Estás solo —Lui se acerca al hombre lentamente.

    —No, aún tengo a los protectores del templo —el hombre silba, siete perritos de distintos colores salen del templo y comienzan a ladrarle al chico.

    —Debo admitir que los acompañantes de los elegidos son fuertes, pero te recuerdo que yo también tengo uno, ¿cierto Sigma? —el perrito atigrado color azul brillante ladra feroz, aún lleva la corona puesta —. Aunque uno contra siete parece injusto —Lui hace una pausa y se acerca un poco mas al hombre —, pero injusto para ellos.


    Sigma ladra, la corona que lleva puesta brilla, la tierra comienza a temblar, del suelo salen rocas que caen alrededor de los siete perritos dejándolos atrapados y sin ningún espacio para poder escapar. El perrito azul ladra y se sienta.

    —Ahora es tu turno —promete el traidor sacando ambas navajas.
     
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    24 El Traidor de los elegidos II.


    Lui se acerca a Urnik, coloca una navaja en su cuello, el rostro de terror que pone el líder de los dragones de plata le causa una extraña sensación de asco al chico.

    —Esto es demasiado fácil, imaginé este momento miles de veces y jamás pensé un escenario en el que no opongas resistencia, no eres más que una escoria cobarde —el chico corta la yugular del hombre, se aparta justo a tiempo para que la sangre no lo salpique.

    — ¿Y ahora qué, Lui? —cuestiona el elegido de cabello azul.

    —Nada, me llevaré los obsequios que tienen y en lo que concierne a ustedes pueden hacer lo que quieran, no me importa —dice el traidor, da un par de pasos, pero se detiene cuando la mano de Urnick agarra su tobillo.

    —Ayúdame —ruega Urnik, vomita mucha sangre, tiene la otra mano haciendo presión contra la herida en su cuello —. Te daré parte de las riquezas de los dragones de plata si me ayudas.

    —Haremos lo siguiente —Lui se agacha y se acerca al hombre —, cuando llegues al infierno le dirás al Dios de la muerte que el nombre de quien te envió es, Capricornius —Lui clava una de sus navajas en la frente del hombre matándolo en el acto.

    —No debías hacerlo —reclama Run.

    —En efecto, no debía —Lui saca la navaja de la cabeza del hombre, se incorpora y entra en el templo.


    Los elegidos se quedan en silencio durante unos minutos, pensando en lo que harán.

    —No importa —interrumpe Run el silencio —. Quizás nuestro pasado sea una farsa, quizás nuestro maestro fue un fraude, pero nuestra misión es algo muy real, hemos visto cientos de veces el poder de los obsequios de los dioses, debemos evitar que caigan en malas manos.

    —Es verdad —se recupera del shock el de cabello azul —, si Lui hizo toda esta masacre con tan solo dos pequeñas navajas no quiero ni imaginar lo que haría con los obsequios bajo su poder.

    —Es verdad —apoya la idea una chica de cabello castaño. Los demás asienten.


    Cinco de los elegidos corren hacia el templo, Harley no sabe que hacer, se encuentra debatiendo entre su obligación y su corazón, Run al verla dudando decide hablarle.

    —Haz lo que te dicte el corazón —recomienda Run, que de inmediato corre hacia el interior del templo.

    — ¿Qué me dicta el corazón? —se pregunta en voz baja la de ojos rojizos.


    Sigma corre hacia las murallas de rocas que mantienen a los otros perritos atrapados, mueve una roca y una perrita negra con rayas blancas logra salir gracias a que es bastante pequeña, ambos perritos corren hacia la chica de cabello negro, ambos ladran alegres.

    —Sigma, Psi, ¿qué debo hacer? —pregunta la chica a los perritos, ambos canes aúllan.


    Harley corre hacia el templo, encuentra a cuatro de sus compañeros en el suelo con heridas graves, pero vivos, Run y el de cabello azul luchan contra Lui.

    —Siempre supe que ustedes, Run y Rick, son los únicos capaces de darme una pelea que valga la pena —asegura emocionado el traidor.

    —No dejaremos que acabes con el mundo, traidor —promete Rick, el elegido de cabello azul.

    —No busco dominar el mundo, busco cumplir la misión que se me encomendó, recobraré los cien obsequios y salvaré a la humanidad de la oscuridad en la que se ha sumergido —corrige Lui.

    —Nuestros objetivos no son tan distintos, regresa con nosotros, Lui de la Vida —pide Run.

    —No le ruegues a este traidor —regaña Rick, se abalanza contra el traidor.


    Lui lo golpea fuertemente en el pecho, Rick cae al suelo sin poder respirar.

    —Debo rechazar tu oferta, mi estimado Run —Lui respira profundo intentando ignorar el dolor que siente en la herida que le produjo la katana de Casandra, sin mencionar que su cuerpo se llena de nueva fuerza —, soy agresivo por naturaleza, no puedo disfrazarme de pacifista, eso sería vivir una vida hipócrita.

    —Yo repudio la violencia, cualquier acción positiva obtenida por medio de la violencia es temporal y trae tras de sí mas violencia, odio y oscuridad —dice Run intentando hacerlo recapacitar.

    —No estaremos de acuerdo nunca —Lui sonríe levemente — ¿te pondrás en mi camino?

    —Yo sé cuando no tengo oportunidad, pero igualmente debo intentarlo —Run se coloca en posición para comenzar una lucha contra Lui. Harley noquea a Run de un golpe en la nuca.

    — ¿Qué me dices tú? —pregunta el traidor mirando con una tierna sonrisa a la chica de cabello negro, le ofrece la mano para que la tome.

    —Tu sabes la respuesta —dice la chica que se lanza a abrazarlo.

    —Te extrañé, Harley, temía que estuvieras en mi contra —confiesa él abrazándola.

    —Jamás, soy tuya, tuya hasta la muerte —la chica lo besa con pasión.


    Termina la narración de Run.


    El chico de las túnicas hace una larga pausa con la mirada perdida en el centro de la mesa.

    —Cuando desperté encontré el Estambre de Vida frente a mi, se llevaron la mayoría de los obsequios que tanto trabajo les costó a todas las generaciones anteriores conseguir —sorbe un poco de té —, por suerte no encontraron el Índice Sagrado o quizás no les interesaba tenerlo.

    — ¿Qué sucedió con los demás elegidos? —cuestiona preocupado Luis.

    —Al Rick recuperar la conciencia, comenzamos a discutir sobre la condición de los demás, aunque no estaban muertos, no les faltaba nada para estarlo, se supone íbamos a dejar a la suerte cual de los dos iba a conectarse a los demás y mantenerlos con vida hasta que el otro encontrara un obsequio que los sane, pero cuando salí a sacar agua del pozo, Rick aprovechó y se conectó a los demás, han estado casi cuatro años en ese estado y he sido incapaz de encontrar un obsequio que los ayude —cuenta Run bastante deprimido por ese echo.

    — ¿Has encontrado mas obsequios? —cuestiona Adil.

    —Sí, permítanme e iré a buscar el Índice Sagrado —Run se levanta, hace una reverencia y se dirige al segundo piso.

    —Creo que será asombroso ver el famoso índice—comenta Luis.

    —Ya veremos, oye, ¿y Mint? —pregunta la de cabello oscuro al notar que la chica de cabello verde no se encuentra en su asiento.


    Run sube al segundo piso, entra a la habitación que le corresponde, abre el armario y saca el Índice Sagrado de un compartimiento oculto, al cerrar la puerta del armario ve a Mint de pie junto a él con una expresión pensativa.

    —Cuéntame sobre Lui de la Vida —pide Mint.

    — ¿Qué necesitas saber? —cuestiona Run.

    —Se parece a Luis, ¿cierto?

    —En efecto, es idéntico, pero con algunas diferencias obvias, como los ojos, el aura, la personalidad —menciona como ejemplo el de las túnicas.

    —Creo saber a que se dedica Lui estos días —Mint cierra el puño.


    Varios minutos después ambos bajan de regreso con Luis y Adil. Run le quita el lazo al índice y lo coloca sobre la mesa, ven como varios nombres de obsequios brillan, de los cuales la mayoría se oscurecen.

    —Es impresionante —comenta Luis.

    —Mmmmm —expresa Run —, al parecer ustedes traen dos obsequios encima —el elegido examina los dos nombres que no reconoce —, Cántaro Eterno y Medalla de Dicha.

    —Quizás sean de las coas que nos dieron mis padres para realizar este viaje —comenta Luis, se levanta y comienza a buscar entre la lana de Algodón, saca un cántaro y varios medallones —, no sé cual es el medallón del que hablas.

    — ¿Quién les dio esto? —cuestiona intrigado Run.

    —Como dije, nuestros padres, los Dragones de fuego y agua —dice Luis poniendo todo de regreso entre la lana de la oveja.

    — ¿Conoces a los Dragones del fuego y el agua? —cuestiona el elegido sorprendido.

    —Sí, los conocemos muy bien —afirma el de cabello negro. Lambda ladra alegre.

    —Dejaré las preguntas para después —dice Run intentando disimular la emoción.

    —Te diré una cosa —añade Mint después de pensar un rato —, esa corona que tenía el perro de hielo, creo que sé donde se encuentra o mejor dicho, sé quien la tiene.

    — ¿Quién posee la Corona de los Continentes? —cuestiona interesado Run.

    —El Rey Loco —la de cabello verde hace una pausa —, uno de los miembros de Zodiacus.


    Adil voltea la mirada hacia el suelo para disimular la preocupación y miedo en su rostro, Kappa nota esto, pero no sabe que pueda significar tan fuerte reacción.

    —Ya veo… —el de las túnicas hace una larga pausa que utiliza para pensar —. Tengo algo importante que proponerles.
     
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    25 Luis Contra Run.


    Run observa al grupo de Adil mientras espera a escuchar una respuesta de la proposición que les acaba de realizar. Luis y los demás se miran algo sorprendidos.

    —Que Luis te diga —dice Adil para sacarse la responsabilidad de responder.

    —Tampoco sabría decirte —comenta Mint.

    —Es algo muy peligroso lo que pides —advierte Luis.

    —Lo sé, no será como vivir en el templo, pero también debo hacerles saber que he salido a buscar obsequios de los Dioses yo solo durante los últimos cuatro años, así que pueden suponer que puedo cuidarme a mí mismo perfectamente —dice el de las túnicas para tranquilizar un poco las dudas que tienen.

    — ¿Tienes bestias? —cuestiona el chico de cabello oscuro.

    —Sí, tengo un par que me han ayudado todo este tiempo —informa Run.

    —Quiero comprobar la fuerza de tus bestias, de eso dependerá mi respuesta, ¿estás de acuerdo con esa condición? —pregunta Luis extendiendo la mano.

    —Totalmente —el de las túnicas le da la mano.


    Todos salen del templo, las chicas se sientan a la sombra del titánico árbol, ambos chicos se colocan en posición a una distancia de casi cincuenta metros entre sí. Algodón, Plumas y Escamas se colocan frente a su entrenador. El de las túnicas saca un PB blanco del interior de su vestimenta, envía tres bestias a luchar. Los tres compañeros de luchas del elegido son; una abeja verde guerrera gigante, que es una abeja de un metro de longitud desde la cabeza hasta el final del abdomen, la aguja en su parte trasera mide casi medio metro, en lugar del tradicional amarillo y negro de una abeja, esta es de una combinación verde con rayas negras, tiene enormes ojos verdes que parecen esmeraldas. La segunda bestia es un mono de melena dorada, de cuarenta y cinco centímetros de altura, con una abundante melena dorada alrededor de su cabeza, el resto del pelaje de su cuerpo es color café claro, la cara es color roja oscuro y sin pelo cubriéndola. La tercera bestia es un raro ejemplar de águila negra, que es un ave cuyas alas miden casi dos metros cada una, con enormes garras afiladas como cuchillas, sus plumas son de un bello color negro ónix.

    —Mis amigos, Té, Xhu y Connie —presenta el de las túnicas a sus bestias.

    —Mucho gusto —saluda Luis —, estos son Algodón, Plumas y Escamas —las bestias asienten.

    —No vinimos a ver una reunión, dense de golpes de una vez —grita impaciente Adil.

    —Comencemos —propone el de cabello oscuro.


    La abeja agita las alas lanzando una especie de polen venenoso hacia Algodón, quien al respirar el aire contaminado comienza a sentir el cuerpo muy pesado. Plumas y Connie, el águila, se elevan a los cielos a luchar fuera de la vista de todos. El mono toma a Escamas en sus manos y comienza a lanzarlo al aire.

    —Es una interesante elección de bestias —comenta Run viéndose en ventaja, pero nunca confiándose.

    —Son mis amigos y confío en ellos —responde Luis.

    —Así debe ser —añade el de las túnicas.


    Algodón entra en modo de defensa natural, la abeja se acerca a la oveja e intenta incrustar su aguijón en la piel de su oponente, pero no lo logra sin importar lo fuerte que lo intenta. El mono comienza a azotar al pez contra el suelo.

    —Mis bestias demuestran mi fuerza, pero en comparación las tuyas son algo… —«esta pelea es extrañamente fácil», piensa Run.


    Algodón sale de su defensa y patea con sus patas traseras a la abeja enviándola a volar un par de metros antes de poder recobrar el control de su vuelo, el insecto se lanza sobre su oponente. El águila baja persiguiendo a Plumas, quien a pesar de ser superado en velocidad, no lo es en astucia, el ave costera planea en picada hacia el mono de melena dorada, al último instante se eleva y evita chocar contra este, el águila esquiva con mayor facilidad al primate, pero justo al pasar a su lado el mono lo toma de una de las patas y lo azota contra el suelo, el ave de plumaje negro se sorprende de que su compañero de equipo lo lastimara y se sorprende aún mas cuando el mono le agarra el pico, la comienza a girar sobre su cabeza y la arroja contra la abeja que se encuentra intentando aguijonear a la oveja. Tanto el insecto como el ave pierden la conciencia.

    —No entiendo, Xhu jamás había hecho algo como eso —se dice sorprendido el de las túnicas.

    —Ni creo que sea capaz de hacerlo —añade Luis. Escamas se suelta del cuello del primate y lo deja fuera de combate de inmediato.

    —Eso fue inesperado —Run regresa a sus bestias a su PB.

    —No, en realidad era predecible —le hace ver Luis —, mis amigos están entrenados para realizar un análisis rápido de sus oponentes, por ejemplo, era muy predecible que el águila quisiera enfrentarse contra otro ser volador, por lo que Plumas sólo debía alejarla un rato hasta que el resto hicieran sus movimientos, a Algodón le da lo mismo quien lo ataque, se dispone a defenderse hasta que su oponente esté débil, y Escamas, pues ya ves, únicamente necesita cercanía con su presa.

    —Muy listo, pero ese tipo de estrategia le concede mucha confianza a tus bestias, sin mencionar que deben de haber ensayado cientos de estrategias para estar listos en caso de las infinitas posibles combinaciones de bestias que pueden realizarse —dice como observación el de las túnicas.


    Luis regresa a Escamas y Plumas a su PB. Se acerca a Run.

    —Tienes bestias asombrosas —le dice como cumplido.

    —Supongo que esto significa que la respuesta es no —supone Run refiriéndose a la propuesta que había realizado mas temprano.

    —La respuesta es sí —corrige Luis.

    —Pero perdí —señala el de las túnicas.

    —No importa, has demostrado tener lo que se necesita —Luis hace una pausa, Lambda y Kappa llegan corriendo y comienzan a ladrar felices —, bienvenido al equipo Adil.

    —Gracias —Run hace una reverencia de agradecimiento —. Cuando les pedí que me permitieran acompañarlos para recorrer varios lugares y así buscar obsequios pensé que se negarían.

    —También puedes ayudarnos a rescatar a los Dragones y derrotar a los Zodiacus —añade Luis.

    —Sí, los ayudaré en todo —Run piensa en que en algún momento del viaje se encontrará nuevamente con Lui y Harley.


    Pasan esa noche en el templo, en cuartos distintos cada quien. Al día siguiente a primera hora se levantan y se preparan para salir del templo y proseguir el camino hacia ciudad Mítica.

    — ¿Estás seguro de querer dejar a tus amigos solos? —cuestiona Luis preocupado por los elegidos que se encuentran al borde de la muerte en el piso superior.

    —No hay problema, debido a dos hechos —Run deja de alistar sus pertenencias para poder hablar con mayor libertad, sin mencionar que considera una falta de respeto no mirar a los ojos a las personas con las que habla —; primero, para llegar a este templo se necesita de un ser que sepa como llegar, ya que a pesar de que el bosque es pequeño desde fuera, por dentro es otro mundo, se dice que el poder de los Dragones ocultó un enorme bosque dentro de uno pequeño, por lo que para llegar hasta este árbol sagrado que debería poder verse desde miles de kilómetros a la redonda, lo cual no es posible al estar oculto, se necesita un guía especial, como Lambda o Kappa.

    —Eso explica por que no vimos este monstruoso árbol desde lejos, ya se me hacía extraño que lo pasáramos por alto —comenta Mint.

    —El segundo hecho es —Run silba, un grupo de cinco perritos elementales entran al templo y comienzan a ladrar — que los compañeros de los elegidos los protegen en todo momento, han estado ocultos en el bosque vigilando este lugar en todo momento.

    —Son adorables —dice Adil levantando aun perrito color verde con rayas negras, Lambda ladra celoso.

    —Permítanme presentarlos —el perrito verde se baja de los brazos de Adil, los cinco perritos se colocan en fila frente a los visitantes, todos tienen rayas negras iguales a las de Lambda y Kappa; de la izquierda a la derecha los colores de los canes son; celeste, verde, blanco, verde oscuro y amarillo —, a los compañeros de los elegidos, desde la izquierda; Theta, Iota, Tau, Eta y Pi.

    —Vistos así son más adorables —comenta Mint emocionada.


    Lambda se coloca junto a los demás perritos y pone una mirada muy tierna.

    —Todos son demasiado hermosos —dice Adil acercándose a los caninos.

    —Son lindos, pero ese justo es su secreto —añade Run —, nadie los toma en serio y cuando se dan cuenta de lo poderoso que son es muy tarde.

    —Sí, mi hermano no aparenta su verdadero poder —dice el chico de cabello oscuro.


    Todos abandonan el templo, los perritos los despiden aullando, Lambda y Kappa se acuestan a dormir sobre el caparazón de Tortuguina. Salen del bosque, se voltean y en efecto, el enorme árbol no es visible a pesar de su titánico tamaño.
     
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