de Inuyasha - Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Graciela C., 21 Diciembre 2007.

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¿Qué te pareció el fic?...¿Es salvable?

Poll closed 20 Marzo 2008.
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  4. ¡Que lo corten por favor!

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    my_lady

    my_lady Usuario común

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Haaayyyy Que lindddooooo!!!!

    Que idiota Kouga!

    Que me perdone por decirselo

    pero es cierto!!

    si Ayame le tenia que decir algo,

    Seguro que era muy importante!

    Y me dejaste con las ganas de saber que era!

    Jajaja, por que sera que Rin siempre

    Tiene razon?

    Jijiji, parece que Miroku y Sango

    Hacen complot para juntar a

    Rin y a Sesshoumaru!

    No te demores sip?

    Kisses
     
  2.  
    Graciela C.

    Graciela C. Usuario común

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Hola! buenos dias!, les comento que.... aun no hay conti jeje! :P es que no encuentro el cd en donde lo guardé y resulta que como no tengo pendrive, no puedo volver a guardar el archivo en un diskette, ya que la laptop no tiene disketera ^o^ no volvera a pasar, pero les adelanto que esta vez a quien van a querer matar es a Sesshoumaru xD ya lo veran... cuidense y muichas gracias por su apoyo!
     
  3.  
    N.Y.B.D.

    N.Y.B.D. Guest

    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    hola!!!
    me ha gustado muchisiimo tu fic!!!!
    en particular por ser de mis parejas preferidas xD

    pobre lin que le pasaron demasiadas desgracias, pero en fin, la vida sigue y me gusta eso que aunquebien no esta contenta con su vida, no a optado por el suicidio, porque evidentemente como han dicho por ahi, muchas personas optan po esto ( yo no se, quizas con todo eso mminimo me caigo en una depresion absoluta, o quizas mataria a alguien xD)

    bueno espero lo sigas muy pronto me gusta aunque esta algo raro hay drama y comediaa muy seguidos y bueno por eso me encantaa!!!!

    cuidate muchisiiimo


    byye

    atte.
    N.Y.B.D. :rosa:
     
  4.  
    Graciela C.

    Graciela C. Usuario común

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Hola! Buenos Días! les traigo una nueva conti, esta vez SI serán más seguidas xD
    Por otro lado, les comento que ¡Ya terminé mi fic!... consta de 28 capítulos (muy largos xD) y creo que les va a gustar. Sin más, el siguiente episodio, espero que les guste.

    El traje con el que Sango se casaría estaba un poco sucio, ¡Todo estaba arruinado! Pero a ellos no le importaba nada: solo querían estar cerca del amor del otro.
    [FONT=&quot]Inmediatamente se cambiaron, ya que estaban completamente sucios los dos; se casaron en una ceremonia íntima en donde no faltaron las lágrimas ni los aplausos; ahora todo sería felicidad en la vida de Sango y Miroku, porque ambos habían encontrado a ese ser especial.[/FONT]

    [FONT=&quot]CAPITULO 23: INCIDENTES DESPUÉS DE LA BODA[/FONT]


    [FONT=&quot]Después de la boda, se realizo una recepción igual de intima que la boda, pero los novios decidieron marcharse rumbo a su luna de miel, para poder disfrutar de su amor ‘a solas’; los demás invitados se quedaron disfrutando de la velada.[/FONT]


    A pesar de este incidente, todo había salido perfecto; salvo en la parte en que Rin tuvo que poner en su sitio a Kagura, ya que le mandaba demasiadas “indirectas”


    -Por mí, puedes quedarte, no sólo con Sesshoumaru, sino con quien tú quieras –dijo ella en su tono frío –incluso con Kohaku –dijo esto recalcando el nombre. Kagura se tensó; no supo por qué ella le decía eso. Debió imaginar que Rin es mucho más lista de lo que aparenta.


    -No entiendo por qué dices eso, estúpida –dijo ella con un poco de coraje en su tono de voz –no necesito que me digas eso, sabes muy bien que tú no vales nada para Sesshoumaru.


    Al oír eso, Inuyasha, que se encontraba devorando los bocadillos del banquete, se alarmó y le dijo lo que sucedía a Sesshoumaru.


    -Tienes que hacer algo hermano, esa mujer esta insultando a Rin ¡Tu Rin! – dijo él preocupado.


    -Ella puede defenderse sola, Inuyasha, deja de preocuparte y mejor ve a buscar a tu mujercita ¿Quieres? –dijo él con su mirada tan penetrante, que desconcertó a Inuyasha, ya que solo lo veía así cuando se veía con Kikio a escondidas.

    Rin no se inmutó con el comentario; en vez de eso, se levantó, fue al lugar en donde estaba Sesshoumaru; lo miró y le dió un beso tan apasionado, que todos los presentes, incluido Sesshoumaru, se quedaron helados.

    -Por lo visto, él no piensa lo mismo –mirando a Kagura triunfante –por favor querida, no sabes con quién te metes, así que déjame en paz –dijo ella riéndose malvadamente.


    -Sí, claro, sé quién eres: ¡La esposa de un traficante! –dijo ella enfurecida.


    -Pues, tú eras la amante de ese traficante –recalcando la palabra “Ese” –y me parece que volví a arruinar todo cuando me casé con él ¿No? –no podía evitar la risa, todos los invitados se asustaron.
    Kagura se sentía humillada ¿Cómo pudo saber eso? Ella nunca le había dicho nada a nadie y sin embargo, ella lo sabía. Miraba a Sesshoumaru, que estaba tan conmocionado con lo ocurrido, que ni siquiera podía protestar. Fue entonces cuando él se acerco hacia Rin y la abofeteó.


    Kagura reía, feliz de ver, no solo a Rin en el suelo, botando sangre; sino ver que su Sesshoumaru no creyó sus palabras, sino que en vez de eso la tomó de la mano y se la llevó, sin mediar palabra con nadie.
    Kagome, toda asustada, por poco se desmaya, pero supo levantarse y ayudar a su prima. Una vez más Sesshoumaru Taisho la había humillado. Kohaku quería ir tras de él, pero Rin se lo impidió y le pidió que no haga nada. Ella se encargaría de todo. El Señor Taisho empezó a temblar como un flan, cuando Rin le lanzó una mirada asesina a él. Sabía que ella podía destruirlo.

    Rin tomo sus cosas y se fue a su casa, a descansar. Les pidió a los invitados que no comentaran nada, porque después, Sango se enteraría y se preocuparía. Sabía todo de Kagura Yuno, todo lo que su esposo, Naraku, la había hecho sufrir, en parte por eso decidió acabar con él, ya que su existencia hería a muchas personas. Esto, claro, no lo conocía Kagura.


    [FONT=&quot]Pero lo que si le dolió y mucho fue la actitud de Sesshoumaru. No le reprochó nada, aunque debiera, pero había decidido no hacer nada contra él y su familia, ya que a su prima se la había ocurrido casarse con un Taisho y tener 6 hijos con él. [/FONT]
    [FONT=&quot]Había decidido olvidar todo para siempre.

    Les pongo otro, espero sus comentarios!

    [/FONT] [FONT=&quot]CAPITULO 24: LA ENFERMEDAD DE KAGOME Y RIN.[/FONT]

    [FONT=&quot]Los días pasaron, el embarazo de Kagome seguía su marcha; pero se sentía más cansada, no se sentía bien en absoluto. Le preocupaba mucho su bebé, pero no quería incomodar a su esposo ni preocuparlo. Bastante tenía él tratando de sacar a flote su empresa, después que Rin decidiera no apoyarlos más.[/FONT]


    [FONT=&quot]Estaba muy triste, las dos se habían distanciado mucho, se dio cuenta que ella ya no era su prima adorada, sino un monstruo que ni siquiera le importaba su estado y había perjudicado a su familia.[/FONT]

    [FONT=&quot]Sin embargo, ese día tenía consulta con su médico y su querido e inseparable Inuyasha quería estar con ella, para conocer el sexo del bebe. A pesar de todo, Inuyasha se encontraba tranquilo y feliz porque tendría otro hijo con la mujer que amaba. A raíz de lo que pasó con su prima, Inuyasha trabajaba aún más, intentando salvar a su empresa, junto con su hermano, pero no reprochaba la actitud de Rin, al contrario, la entendía. Él se había portado muy mal con ella. El y toda su familia, por eso, cuando les dijo que dejaría de ayudarlos a salir de la crisis en la que pasaban, él se lo tomo con calma y siguió luchando por su patrimonio. Su hermano y su padre sí que la odiaban, pero él sabía que su familia se merecía todo lo que le estaba pasando. Lo único que lo entristecía, era que su amada Kagome decidiera odiar también a su prima, y dejarla sola en el mundo.[/FONT]

    -Por favor, mi amor, no es necesario que me acompañes, yo puedo ir sola –decía Kagome, con su tono amoroso.


    [FONT=&quot]-¡Por supuesto que iré! –Decía todo emocionado –además, ese es mi hijo y merezco verlo. –puntualizó, haciendo reír a su esposa, con su expresión de ofendido.[/FONT]

    En fin, fueron al ginecólogo. Al doctor no le gusto lo que vio. Lo reflejaba claramente en los ojos, haciendo preocupar a los futuros padres.


    -¿Qué sucede doctor? , luce preocupado –dijo Inuyasha.


    -Lo que sucede es que su presión no es la normal, considerando su estado, señora, lo que podría traer complicaciones.


    Kagome se asustó mucho, quizá demasiado.


    -¡¡¡ ¿Está diciendo que podría perder a mi bebe?!!! –gritó desesperada Kagome, haciendo que se le bajara la presión y se desmayara.


    [FONT=&quot]El resto de la tarde, Kagome se pasó llorando en la habitación que la clínica le había designado; de ahora en adelante, ella tendría que estar en un control estricto, si quería que su embarazo llegara a término. Sus familiares y amigos habían ido a saludarla y a echarle ánimos para que se recuperara pronto, pero en cuanto vio a Rin, no lo soportó y la echó de su habitación.[/FONT]


    -¿Qué demonios estás haciendo tú aquí? –dijo ella, totalmente fuera de sí

    [FONT=&quot]-Vine a saber cómo estás y saber si puedo hacer algo por tí, Kagome, solo eso. –dijo Rin, toda triste.[/FONT]

    [FONT=&quot]-¡No me interesa tu compasión! ¡Lárgate de aquí! –gritó ella, para después marearse, por la subida de presión.[/FONT]


    -¡No trates así a tu prima Kagome, solo quiere saber cómo estás! –dijo su esposo, enojado por la actitud de ella para con su prima.
    -Está bien, Inuyasha, agradezco que me defiendas; aunque no deberías contradecir a tu esposa –sonrió tristemente –solo quería informarles que me iré de viaje por un tiempo, no sé cuando regrese…


    [FONT=&quot]- ¡Como si nos importara lo que hicieras! –dijo sarcásticamente Sango, que tampoco perdonaba a Rin de lo que había hecho.[/FONT]


    -Entiendo… entonces me voy, adiós. –y dicho esto, se fue.


    -¿Puedo saber por qué le dijiste eso, Señorita paciente? –decir un Miroku muy ofendido, parecía que solamente él e Inuyasha podían entender a Rin y apoyarla.

    -¡No sé por qué demonios te pusiste de su lado, después que casi te deja en la ruina! –dijo Kagome.
    -¡Y yo no sé quién te ha enseñado a ser tan cruel con tu propia sangre, inhumana! –le respondió Inuyasha.


    [FONT=&quot]Después vino una pelea tan terrible, que tuvieron que ponerle oxigeno a la pobre Kagome, ya que, del coraje, no respiraba bien. [/FONT]

    [FONT=&quot]Sesshoumaru había presenciado todo lo que había pasado, pero no dijo nada; ni siquiera la fue a buscar para decirle que no lo haga. Había decidido continuar con su vida adelante, junto con Kagura. Tiempo atrás había decido que se casaría con ella, y sería feliz esta vez; pero lo cierto es que la partida de Rin resultaba desconsolante.[/FONT]

    [FONT=&quot]Antes de irse, Rin decidió hablar con Koga. A raíz de la boda de Sango, las relaciones con su esposa estaban muy tensas y ella no había podido decirle lo que le pasaba, ni nada.[/FONT]

    -¿Es cierto que te vas, Rin? –pregunto él, un poco triste, ella era su gran amiga y sería capaz de hacer todo por ella. Gracias a ella pudo conocer a su esposa y, aunque estaban distanciados por ahora, siempre estaría endeuda con ella por presentarle al amor de su vida.


    -Sí, me voy en unas horas, amigo. Al parecer, nadie me quiere aquí, así que me voy. Lo que ellos no saben es que me largo para siempre. No pienso volver.


    Koga estaba tan sorprendido y aturdido, que no pudo articular palabra.


    -Lo único que quería decirte es que tu esposa te ama mucho y que está embarazada de gemelos; solo que no podía decírtelo debido a su estúpido orgullo.


    -¡¡¡QUE!!! –dijo él, totalmente sorprendido


    -Sí, imbécil, ella ha estado intentando reconciliarse contigo y tu estas hecho el orgulloso –dijo ella con su típico tono frío.


    -Eso no es cierto, ¡Ella empezó! –dijo él con un puchero.


    -¡No importa quién lo haya empezado, tu serás quien lo termine, pero ya! –Dijo ella seriamente –hazlo por mí, por favor, mira que ya me voy y no quiero ver a mis únicos amigos separados. ¿Me prometes que se van a reconciliar? –dijo ella con sus ojitos brillantes.


    [FONT=&quot]- Te lo prometo querida amiga. –dijo él, triste porque ella se iba, pero por lo menos, iba a estar tranquila.[/FONT]


    [FONT=&quot]Rin tomó su avión privado hacia unas islas que pertenecían a su esposo, Naraku. Decidió que se quedaría allí, hasta que la muerte viniera por ella. Ella estaba muy enferma, por eso decidió irse lejos; a donde no volviera a molestar jamás.[/FONT]

    -¡Amor, ya llegue! –dijo el apuesto detective, al llegar a su casa. Pensaba aclarar todo con ella antes de que sea demasiado tarde o intentara echarlo de su hogar y de su hijo.


    [FONT=&quot]- ¡Hola!, ¿Cómo así llegas tan temprano? -preguntó Ayame, quien llevaba una blusita holgada, que ocultaba bien su embarazo; Koga se estremeció.[/FONT]


    -Te traje esto, amor –dijo él, con infinita dulzura.


    -¿Qué es? –pregunto ella con mucha curiosidad, llevaba un brillo tan especial en los ojos que Koga se sentía hipnotizado: Su mujer es hermosa y perfecta, no cabía duda de ello.


    [FONT=&quot]Koga le mostró un paquetito pequeño, Se arrodilló, abrió la cajita y sacó el anillo de compromiso más bello que se pueda imaginar[/FONT]


    -¿Q-Qué es esto Koga? –preguntó ella, sin poder creerlo.


    - Ayame, he sido un verdadero estúpido contigo; no supe comprenderte, ni apoyarte; me siento mal por cómo te he tratado estos 2 meses, pero de verdad quiero que me perdones y aceptes ser mi esposa una vez más. –emocionado, con lágrimas en los ojos.


    [FONT=&quot]Ayame no podía creer tanta maravilla; ¡Estaba feliz! No podía creer que su detective le pidiera ser su esposa; si bien lo eran solo por el civil, pero él conocía cuánto quería ella caminar por el altar de una Iglesia, para jurarse amor eterno.[/FONT]
    [FONT=&quot]-P-pensé que estabas molesto conmigo –dijo ella, un tanto apenada.[/FONT]


    [FONT=&quot]-¡Por favor olvida eso! –en tono de suplica –me siento terrible por lo que te hice, pero no quiero perderte, te amo demasiado, ¡no se qué haría sin ti![/FONT]


    -Koga –y lo abraza, después le da un beso muy cariñoso en los labios -¡por supuesto que me casare contigo! ¡Te amo más que a nada en la vida! Además… vamos a tener un bebe… bueno dos bebes en este caso. –sonrió Ayame, con cierta culpabilidad. Cuando el médico le dijo que era dos, en vez de uno, por poco se muere, ya que su detective no quería tener muchos hijos y ahora con el pequeño que ya tenían serian 3. Incluso empezó a pensar en que se encontraría rodeada de niños; como Kagome.

    [FONT=&quot]Entonces Koga estuvo a punto de decirle “ya lo sé, amor; me lo dijo Rin y no me importa cuántos sean”; pero luego recordó lo que Rin le dijo “…y ni se te ocurra decirle que ya sabes lo de los gemelos, porque lo perderás todo”. Entonces fingió hacerse el sorprendido, pero feliz. Se aseguro que Ayame sintiera que en realidad le hacía muy feliz tener todos los hijos que deseen, ya que Koga no era ningún pobretón; también tenía sus negocios que lo colocaban en una excelente posición; en parte por eso, su carrera de detective era muy respetada y exitosa.[/FONT]

    [FONT=&quot]Le comentó que Rin había decidido irse, para tratar su enfermedad en unas islas que Naraku(al oír este nombre su cara se transfiguraba) poseía, en donde la esperaría todo el equipo médico que la cuidaría. Después del incidente con los Taisho, Ayame y Koga fueron los únicos que le ofrecieron su amistad a ella; al punto de que Ayame renunciara de su trabajo y Koga se alejara permanentemente de sus amigos. Eran los únicos que conocían su paradero e irían a visitarla, en cuanto nazcan los gemelos, para que ella los conozca y sea su madrina. La pareja se quedó en silencio por un tiempo, ya que extrañaban a la pobre Rin, ella ya había sufrido lo suficiente, pero ahora, el desprecio de los dos seres que más le importaba en el mundo, Kagome y Sango, le producía un dolor infinito; que tarde o temprano la llevaría la muerte.[/FONT]

    [FONT=&quot]Conforme pasaban los meses, Rin se sentía cada vez peor; el tratamiento, lejos de sanarla, la estaba matando. Es por eso que decidió terminarlo de una vez por todas. Decidió que el equipo médico que la acompañara no tenia porque verla morir, cuando podría estar en sus casas descansando con su familia. Ella lo hubiera hecho. En vez de eso, se dedico a pasear por toda la isla, recorriéndola, admirándola. Solo la isla, tan alejada, pero hermosa, podía ser testigo del dolor de Rin; de sus lágrimas, que creyó que se habían ido con su hijo, del coraje que sentía con sus seres queridos, a quienes nunca perdonarían lo que le hicieron, de la frustración de saber que va a morir lenta y dolorosamente, debido al cáncer en el hígado, casi incurable, que la estaba matando. Ya no le importaba nada; solo sus viejos amigos, Koga y Ayame, eran los únicos que la llamaban a diario para saber cómo seguía el tratamiento. Ella les mentía, diciendo que estaba bien, pero lo cierto es que los médicos se fueron hace ya un mes. Solo ellos podían tener contacto con ella y así seria hasta el día en que ella muera.


    Perdonen las faltas de ortografía, estoy un poquito apurada, pero les prometo que lo haré mejor la próxima vez! Me dejan saber su opinion, y muchas gracias por apoyarme
    [/FONT]
     
  5.  
    leti

    leti Guest

    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Claro que dan ganas de asesinar a Sesshoumaru, más a Kagura, bueno a los dos, pero más a Kagura. Maldito infeliz desgraciado. La verdad es que espero que no sea feliz con Kagura y que cuando se de cuenta de que Rin debería haber sido la única mujer de su vida, se suicide y de una manera honorable y muy dolorosa. Como debería ser.

    Bueno y Sango y Kagome por qué son tan gachas con su prima?? Pobre Rin, mejor Miroku e Inuyasha son comprensivos. Al menos Kouga y Ayame la apoyan y la entienden. ¡Pobre! ¡Para colmo de males tiene cáncer de hígado! De plano está con una suerte de perros la pobre Rin.

    Amiga, tu fic no ha traiciondo nunca su título, va muy acorde con él.

    Estaré esperando tu siguiente capítulo.

    Un besote!!!!!!!
     
  6.  
    pomy

    pomy Usuario popular

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    huuuu :( nooooo

    quiero que pongas toodas las contis de una... por favor!!!!!
    :( no importa si estoy un dia entero, esta bien que Kagome se enfadara, pero no parece de ella ni de Sango que sean TAN IRRACIONABLES.

    la verdad que me desepcionan todos, menos Inuyasha y Miroku, y koga y ayame, a esos los perdono. los demas.... son todos unos egoistas-.-

    Sessh cacheteo a Lin?? maldito... tan lindo, pero malo.

    bueno che me voy llendo

    espero las contis

    beso
    suerteee

    la pomy
     
  7.  
    Graciela C.

    Graciela C. Usuario común

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    Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]
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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Buenos Días! les traigo la siguiente conti, como les escribí, esta historia solo tendrá 28 capítulos, pero que serán muy largos. Los dos últimos capítulos de la historia reflejaran "La verdad oculta" xD bueno, seguramente los dejara en shock jeje! les pongo lo siguiente, para ver que opinan.

    [FONT=&quot]CAPITULO 25: UN ÚLTIMO ADIOS.[/FONT]

    La boda de Sesshoumaru estaba pautada para después del nacimiento del hijo de Inuyasha. Aunque hubo muchas dificultades para el nacimiento del bebe, debido a la enfermedad de Kagome, tanto el niño como ella estaba bien; débiles, pero bien.


    La ceremonia sería sencilla; se realizaría en la casa de los Taisho, invitaría solo a los amigos íntimos de la pareja, pero 2 de esos amigos, no fueron a la ceremonia


    -Por favor, Koga, es hora de dejar atrás esos resentimientos, me casaré con una buena mujer, y quiero que estés allí para apoyarme –dijo Sesshoumaru, insistiendo por última vez a su buen amigo.

    Koga, que había recibido una petición de la linda Rin, había decidido que si iría, pero solamente él, ya que su esposa y sus tres hijos irían a la Isla a visitar a Rin y acompañarla en sus últimos momentos de vida.


    -Está bien, pero solo yo iré, ya que mi esposa está cuidando a los gemelos, ya sabes; son muy pequeños como para ir a bodas –dijo sonriendo –te llevaré un regalo muy especial.

    -¿En serio? –Pregunto Sesshoumaru, muy intrigado –sabes que ni necesitas llevarme nada, con tu presencia me bastará.


    -Gracias, amigo. Supongo que en tu boda será la última vez que nos veamos.


    -No sé por qué dices eso, pero por mí, te vería siempre ¡Amigo! –y le dio un palmetón en la espalda, indicándole lo mucho que era querido.


    La boda transcurrió sin mayores contratiempos. La novia, Kagura, lucia hermosa y él tranquilo. Todo sucedió como en rigor. Fue en el momento del brindis, cuando todos los invitados decidieron darle su regalo a la pareja.


    El primero en empezar fue Koga.


    -Permítanme ser el primero en entregar mi regalo a los recién casados –y con un gesto señalaba a Kagura y Sesshoumaru –tengan –y les entregó un sobre con 2 pasajes, a New York.


    -Genial, aun no teníamos pensado a donde ir, pero esto me parece fantástico ¡Gracias! –dijo Kagura, emocionada.


    Koga prosiguió con sus palabras.


    -Y este, es el regalo que Rin Higurashi les hace a la pareja –levantando un DVD que no dudó ponerlo en seguida.


    A todos les sorprendió que Rin enviara algo a la ceremonia, pensaban que ella quería destruirlos con algunas de sus artimañas, lo cierto es que explicaría muchas cosas. Cosas que enloquecerían a cierta persona en cuanto las escuchara.


    Koga puso el vídeo y en unos segundos, el rostro de Rin, pálido y envejecido se mostró en una pantalla, para el asombro de todos.

    “Familia Taisho, lo único que quería decirles es que lamento haberme cruzado en su camino. Cuando pienso en todo lo que me ocurrió, por su culpa, se que fui muy desdichada; pero al ver a Kagome, tan feliz y realizada con uno de los suyos, no puedo más que redimir mi deseo de vengarme y simplemente observar a la distancia su felicidad.


    Señor Taisho, fue usted, quien arrojó a mi padre a las garras de Naraku; quien entregó su cabeza y luego le retiró su apoyo; tal y como yo hice hace algunos meses. Si realmente hubiera querido acabarlo, no sólo me quedaba con su empresa; sino que usted y sus hijos estarían en la cárcel, en donde nos refundieron a mi padre y a mí por algo que no hicimos. Sabe muy bien que por su estupidez de querer ser más rico, usted acabó con la vida del bebe que esperaba, al encerrarme en un lugar en donde solo querían mi desgracia”…


    Al oír esto, Izayoi, la esposa de Taisho, le reprochó lo que hizo, Inuyasha simplemente bajó la cabeza y Kagome estaba realmente triste, porque se peleó con la única familia que le quedaba.
    Sesshoumaru estaba como loco. Le reclamó a su familia por no haberle dicho nada acerca de lo que estaba pasando; a pesar de que en algunas ocasiones, cuando llamaba, preguntaba por Rin y lo único que obtenía era “Está bien”. No pudo imaginar todo el infierno que le tocó vivir a Rin por culpa de su familia.


    Siguió el vídeo.


    “… Sesshoumaru: mi gran amor; me temo que tu también fuiste engañado de la peor manera posible. Sabes que tu hija no es tuya, en realidad, era hija de Naraku, quien se alió junto con Kikio para separarnos. La farsa estuvo bien, hasta que Naraku la echó de su lado, porque estaba enamorado de mí. De ahí su cambio. Ella tenía órdenes de hacerte desistir de nuestra boda y lo consiguió…”


    Sesshoumaru empezó a llorar al escuchar lo que ella relataba, con lágrimas en los ojos, al igual que él.


    “… Inuyasha, sé que nunca te caí bien, pero espero que cuides de Kagome por mí, ya que yo estoy muy enferma: Tengo cáncer de hígado, estoy en fase terminal y moriré en cualquier momento. Por eso es que me ven así; tan fea y desaliñada –y empezó a reír tiernamente –pero no se preocupen, al fin soy feliz: Estaré con mi bebe en el cielo, pero antes debo decir todo lo que sé…”

    Todo se quedó en silencio al oír esto.


    -Tú… ¿Sabías de la enfermedad de Rin, verdad? –le dijo Sesshoumaru a Koga, con un asomo de cólera en la voz


    -Sí, siempre lo supe, ella se fue de aquí sabiéndolo y mi esposa se encuentra en este momento junto a ella. Yo iré también; en un par de horas sale mi avión, por eso espero que ustedes dejen correr este vídeo, sin interrupciones. –dijo él recalcando la última frase, dedicada a Sesshoumaru.

    Kagome y Sango empezaron a llorar desconsoladamente, Rin iba a morir sola y sin ellas y eso les provocaba un dolor indescriptible.


    Siguió el vídeo:
    “…Kagura, tu también fuiste víctima de Naraku –al oír esto Kagura, que estaba totalmente enfadada, se calmó y escuchó con atención. –lamento que tu vida haya sido un infierno, por eso interferí; además, lamento haber dicho lo que dije en la boda de Sango. En realidad, no quise herirte. Espero que tu si puedas hacer feliz a Sesshoumaru, pero, sobre todo, que él pueda hacerte feliz a ti. Kagome, Sango, ya no hay marcha atrás, esta vez si me iré. Al principio estaba muy molesta con ustedes, pero luego comprendí la grandeza de la amistad; nunca estuve sin amigos. Al menos 2 de ellos me acompañarán en este viaje sin retorno. Les deseo a la futura pareja que sea muy feliz y que se comprenda, que no deje morir su amor. Nunca; adiós a todos. ¡Pásenla bien!”–y rió alegremente


    Después de estas palabras, el vídeo llego a su término, explicando que el 51% de sus acciones serán de Kagome y a Inuyasha. El 49% les dejó a sus buenos amigos Koga y Ayame; en caso de que ellos deseen ese dinero, si no lo pueden entregar en donación; aunque es muchísimo.


    -Bien, Koga, el vídeo se ha terminado y aún no tengo las respuestas que necesito. –dijo Sesshoumaru, intentando conservar la calma. Nadie en este mundo, podría entender jamás el dolor que llevaba en el alma.


    -Sobre lo del bebe y la prisión, Kagome y Sango podrán explicarte, yo solo te puedo explicar lo de Kagura, Kikio y Naraku.


    Y miro a las chicas, que se encontraban hechas un mar de lágrimas; inconsolables.


    -Sango, Kagome, tienen el permiso de Rin para explicarles lo que sucedió. En estos momentos ella ha vuelto a ser la Rin alegre y divertida, que fue hace 20 años atrás. No le interesa guardar rencores y desea que ustedes hagan lo mismo.


    Al fin cesaron las lágrimas; el ambiente, que con los niños había resultado tan alegre y divertido, se había convertido en una atmósfera pesada y triste. Hasta los pequeños de Kagome, preguntaban por su tía, ya que la extrañaban mucho.


    -Sesshoumaru, no te dijimos toda la verdad. El padre de Rin, Thai, se vió obligado a pertenecer a la mafia de Naraku, ya que su empresa peligraba. Lo único que no esperaba era que la policía se enterara de su ilícito y que lo metieran en la cárcel. Lo que no sabía es que tu padre fuera cómplice de Naraku… ¡Rin tuvo mucha piedad de ti, imbécil!-

    Y dicho esto Kagome, tan impulsiva como ella sola, se abalanzó donde el Señor Taisho y le propinó una cachetada, que le dolió hasta a los presentes.


    Inuyasha pensó que tendría que usar todo su convencimiento para poderla tranquilizar, pero en cuanto se le acercó, ella le dijo “Aléjate de mí, me da asco tenerte cerca" Lo que hizo que el corazón de Inuyasha, se volviera polvo.


    Kagome volvió a tomar asiento, mientras los demás, menos Sango, la miraban con espanto. Era el turno de Sango para explicar lo que hacía Rin en la cárcel


    -Rin estuvo detenida por malversación de fondos. Al parecer, Naraku quería destruir a toda la familia y lo logró, porque después, la madre de Rin murió de un infarto y su padre murió días después de salir de la cárcel, aunque ella no lo lloró.


    -Pero, ¿Cómo fue que ella perdió al bebe? –preguntaba un dolido Sesshoumaru, que no sabía si matar a su padre o a su hermano, por lo que le hicieron -¿Cuándo supo que estaba embarazada? ¡¡ ¿Por qué ustedes no me dijeron nada?!! –les preguntó furiosos a su familiares.


    -Yo puedo responder a eso, si me lo permiten –dijo tranquilamente Sango, pero apretaba fuertemente la mano de Miroku, para no derrumbarse. –Ella lo supo días antes de la boda, pensaba decírtelo en la luna de miel, que nunca se llevó a cabo. Luego, cuando sucedió lo de la cárcel, una mujer, llamada Kanna, que era uno de los secuaces de Naraku, le propinó una puñalada en el vientre, mientras su grupo la golpeaba salvajemente. La llevaron de emergencia al hospital estatal, pero su bebe no resistió. Ella pudo verlo nacer y a la vez, morir. Tenía tu color de cabello, y tu piel. En ese momento, ella cambió para siempre.


    -Rin mató a Kanna, semanas después. La degolló con un cuchillo, aunque nadie supo que fue ella. –intervino Koga.

    -Tus padres –dijo Sango, prosiguiendo con su relato-o por lo menos tu padre, no te dijo nada, porque sabría que lo habrías odiado por lo que hizo. Todo esto se lo ocultó a su esposa, mas Inuyasha era cómplice también de todo esto. Rin lo perdonó hace mucho, ya que cuando todo esto pasó, el aún lloraba por Kikio. No quería saber de parejas felices.


    -Ya veo –dijo al fin Sesshoumaru, después de un largo silencio –así que mi familia vio como destruyeron a los Higurashi y no solo no los ayudaron, ¡Sino que los ayudaron en su caída! –y le lanzó un puñetazo a su hermano


    -Sesshoumaru, ¡Cálmate ya!, no tienes por qué ponerte así, por la mujer que casi nos destruye –apunto Taisho.


    -Tú no me hables Taisho, nunca más volverás a llamarme hijo, olvida que tienes un hijo mayor; desde ahora tú e Inuyasha van a ser aborrecidos por mi familia, para siempre –dijo él con su voz, tan fría como el hielo.


    Inuyasha se puso a llorar como un niño. El hecho de que su hermano lo haya traicionado, con su entonces novia, no lo justifica por lo que él le hizo después. Estaba seguro de que lo perdería todo, incluso al amor de su vida y a sus hijos.

    Entonces Koga prosiguió el relato de Sango.

    -Rin se enteró de que el culpable de todas sus penas, era Naraku King. Lo conoció en una de las visitas que hizo a la cárcel en donde ella y su hija Kanna se encontraban. Fue a reclamar el cuerpo de la chica. Rin se acerco a él provocativamente y no solo consiguió liberar a su padre, sino que después, pudo salir ella.

    La boda, por supuesto, era sólo la venganza que Rin le tenía listo al gran Naraku, puesto que había conocido su lado débil: ella. Rin siempre pudo manipularlo; es curioso, tomando en cuenta que ella es la única sobreviviente de los Millonarios Higurashi, exceptuando a Kagome. Ella fue quien entrego a Naraku, todos lo saben –todos asintieron -… lo que no saben es que fue ella quien acabo con él –dijo en un tono sutil


    -¿Cómo? –dijo una Kagome extrañada, si bien aun no “procesaba” la idea de que su hermana haya matado a alguien en la cárcel. -¿Qué es lo que estás diciendo? –dijo ella, casi sin aliento


    -Rin fue quien le dio el veneno a Naraku, ella sabía muy bien que él saldría de la cárcel, tan pronto como llegue, por eso tomo la decisión de acabar con él y consigo misma.


    Al oír esto, todos se quedaron sorprendidos, menos Sango.


    -Sabía que era eso lo que me ocultaba. Rin siempre fue capaz de cualquier cosa por vengar a su familia.

    -Señor Taisho –dijo Koga dirigiéndose a él –es una suerte que tenga por nuera a Kagome, ya que si ella no se hubiera enamorado de su hijo, usted probablemente estaría llorando, no solo la muerte de él, sino la de su esposa también. Aunque Rin tuvo que amenazarlo, para que dejara en paz a Kagome, o si no le iría muy mal.


    -entonces, ¿por eso usted cambio tan radicalmente conmigo, Señor Taisho? –preguntó una descorazonada Kagome.


    -En efecto, si Rin no te hubiera cuidado de la cárcel, probablemente, no estarías en este momento con tu hijo en brazos –mirando al pequeño y hermoso bebe que Kagome apretaba en su pecho.


    -¡¡Eres un monstruo, papa!! –dijo Sesshoumaru.


    Y estaba a punto de armarse una pelea entre padre e hijo, pero Koga pidió que lo dejen hablar, ya que tenía un vuelo que tomar y faltaba lo más importante.

    -Dejen esas peleas para después, aun tengo que explicarte, Sesshoumaru, porque tienes que cuidar a Kagura Yuno –dijo él, muy serio.

    -¿A qué te refieres? –dijo la aludida.

    -Rin siempre supo de ti. Por eso, uso la influencia que tenia sobre Naraku para que te dejara en paz, te entregó una buena suma; aunque nunca supiste que era ella, solo quería que fueras feliz lejos de ese mal nacido.


    Kagura Yuno nunca pensó que diría algo así, pero le pareció que Rin era la mujer más buena y noble de este mundo. Realmente le daba asco de sí misma por haberle arrebatado la felicidad a tan buena persona.


    [FONT=&quot]-[/FONT]Kagome, tengo un mensaje de Rin para ti; antes que me vaya. Me pidió que no solamente les mostrara el vídeo, sino que te dijera esto –saco de su saco un papelito en donde decía- Kagome, preciosa: -al oír esto, Kagome se estremeció y empezó a llorar. –quiero que antes de morirme tu me hagas dos grandes favores: El primero y más importante, es que perdones a tu esposo; no he visto a ningún hombre que pueda profesar tanto amor por su mujer; fuiste bendecida, por encontrar a alguien así. Espero que cumplas con lo que te he pedido. El favor numero dos es que… no le preguntes a Koga en donde estoy. No quiero verlos aquí. Me he dado cuenta que los quiero mucho, pero si los veo, me recordarían lo infeliz que fui y todo lo que pasé. Yo no quiero eso. Entiéndanme y perdónenme. Olvídenme para siempre y por favor, perdona a tu esposo. El te ama. – y le entregó la notita a ella. Koga había dicho todo lo que Rin le había pedido que dijera y procedió a retirarse, dejando una familia sin caretas y sin máscaras.


    Tomó el avión que venía a buscarlo, solamente a él y fue a buscar a su esposa y a su mejor amiga, en aquella hermosa isla, que les iba a pertenecer, en cuanto Rin se fuera de este mundo, para estar con el ser que más amaba en este mundo: su hijo.


    Espero que les guste, se acerca el capitulo 26, donde tendrán sorpresas, pero tranquilas: Aun falta más xD cuídense y espero que les guste. ¡Muchas Gracias por su apoyo!
     
  8.  
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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    hayyy!!! que buen plan el de Lin!!!

    pero quentragicoooo

    espero la conti
    YA!!

    NO ESCRIBO MUCHO PORQUE AUN ME RECUPERO DE MI BORRACHERA

    BESOOO
    SUERTEEE

    LA POMY
     
  9.  
    my_lady

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Graciela! Querida! perdon por perderme una conti!
    Bueno hago comentario sobre las dos juntas :P

    Que mal que Rin tiene cáncer... pero... ¿Kagome tambien tiene cancer? Por el título entendí que si, pero no estoy muy segura. ¿Que le ocurria a Kagome? ¡Estoy segura que eso no sólo era una baja de presión! Pero al fin pudo dar a luz a su hijo.

    Sesshoumaru se casó, debería sentirse mal, ¡terrible! Aquel ser que tanto quería ¡y al que tanto daño causo! Pobre Kagura! Venir a enterarse ahora de todo eso! Pobre mujer... se debe sentir re culpable. Yo me pregunto... ¿Como hacía Rin para saber todo de todos? supongo que no es algo tan importante, habrá tenido "influencias", no?

    *-* Que lindo Koga! que siguió siendo amigo de ella siempre. Jijiji supongo que Ayame no sospechó nada!

    ¬¬ Kagome y Sango, se tienen bien merecido sentirse mal. Lo que no entíendo, es ¿por que se enojaron con Rin? Fue por lo de la boda? lo que paso con Kagura? No lo entendi! Amiga explicame eso, sip?

    Espero que Rin se salve, aunque sería casi imposible... el cáncer no se cura, y si a eso le sumamos que los médicos se fueron (lo cual me pareció bien, ya que tiene razon en que ellos no tienen por qué verla morir y sufrir!). Relamente, no se si el tratamiento es la mejor idea! porque te hace sufrir mucho! A todo esto... ¿Cual era el tratamiento que se hacía?Supongo que quimioterapia, pero ya medices. Me alegra en en medio de tantas desgracias, tenga dos amigos, dos grandes amigos!! que la acompañarán hasta el final!

    Me pregunto si Sesshoumaru decidirá tomar un avión junto con Kouga?

    Amiga, siguele pronto, por favor!!

    Muuchossss Kisses!
     
  10.  
    Graciela C.

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Hola!, Bueno, esto es lo que pasa:

    Como Rin le quitó el apoyo a Sesshoumaru y a su familia, Kagome y Sango se enojaron mucho con ella. Inuyasha se mantiene tranquilo y resignado ya que lo que él hizo es peor que lo que ella hizo.

    Por otro lado, Kagome no tiene cáncer, su presión varía constantemente, cosa muy peligrosa en una mujer embarazada.

    Y... Aunque Rin nunca tuvo interés de saber sobre su EX (aparentemente xD) siempre había personas que, por dinero, hacían y decían cualquier cosita jeje :P.

    Les pongo el capitulo 26 en un rato, ya que tengo que corregirlo (es larguito) espero no se aburran de leer tanto, pero es que los capítulos que vienen son más largos. Gracias por su apoyo!
     
  11.  
    Graciela C.

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    CAPITULO 26: KAGOME E INUYASHA.- JUNTOS HASTA EL FINAL

    Los días pasaron… pero el dolor parecía no desvanecerse. Todos aquellos que conocieron a la hermosa y mortífera Rin King, estaban realmente tristes, porque ella iba a morir y no iba a estar rodeada de la gente que mas la quería.

    Sesshoumaru intentaba conseguir la dirección del lugar en donde Rin se encontraba, pero nadie soltaba prenda alguna. Estaba desesperado e intentaba encontrarla, a pesar de herir a su esposa con su actitud.

    -¿Cómo le voy a pedir perdón a ella? ¿Cómo?

    Por su parte, Kagome había decidido hacer caso omiso al consejo de su prima y mudarse a la antigua casa de Rin con todos sus hijos y con las 3 niñeras que la ayudaban a cuidar de ellos. Lloraba todas las noches recordando lo tonta que fue, al haberse casado con Inuyasha Taisho: Su enemigo. Pero no podía evitar amar a ese enemigo. ¡Había sido tan feliz con él!, pensar que por la culpa de su padre y de él mismo, su prima había sufrido lo indecible y seguía sufriendo. Tenía muchas cosas que pensar; sobre todo, por sus hijos, que preguntaban por su padre cada cinco minutos, porque estaba decidida a divorciarse de él… Aunque se le fuera el alma.

    Era el día en que Inuyasha iría a buscar a sus hijos; pasaría con ellos todo el fin de semana y después se los regresaría a su madre; salvo el benjamín de la familia, que aún tenia cuatro meses y no podía abandonar a su madre bajo ninguna circunstancia.

    -¡¡Papá!! –gritó uno de los pequeños de Kagome.

    Al instante, un montón de niños estaban en la puerta, abalanzándose hacia Inuyasha, que los abrazaba efusivamente ya que los había extrañado mucho.

    -¡¡Niños!! ¡¡Los había extrañado tanto!! –dijo Inuyasha alegremente.

    - Papá –preguntó uno de los chiquitines -¿Qué le hiciste esta vez a mamá para que estemos en casa de tía Rin y no en la nuestra?

    -Bueno… yo…-decía un tanto nervioso, no sabía que responder.

    -Bien niños –decía una resplandeciente Kagome, que miraba con indiferencia a Inuyasha, aunque por dentro se moría por correr y abrazarlo.

    -No hagan más preguntas, la tía Rin nos dijo que podíamos vivir aquí y así lo haremos. Papá ya escogió su camino y no es el mismo que el de nosotros.

    - ¿En serio? –pregunto el mayor de sus hijos, con suma inocencia; este era el que más se parecía a Inuyasha, el que más le hacía extrañarlo.

    -Si, mi pequeño –y miraba a su hijo tiernamente.

    A Inuyasha se le hacía un huequito en el corazón de solo pensar que su querida Kagome no volvería a su lado. Preferiría morir a quedarse sin ella y sin sus hijos. Alzó la mirada, para encontrarse con la de su amada esposa que, curiosamente, lo miraba con preocupación.

    Inuyasha se empezó a sentir muy caliente, por más que había intentado refrescarse bajo el chorro de agua fría con el que se había bañado, no podía sentirse mejor. De repente sintió como las piernas se le hacían de algodón; caminó con presteza hacia un sofá que estaba en la sala, mas no pudo llegar y se desplomó al suelo.


    En los rincones adinerados de la ciudad, un joven apuesto y rico, lloraba desconsoladamente porque su amada; aquella por la que había luchado tanto, estaba muriendo lejos de él. Kohaku pensó en todas las maneras posibles de conseguir la ubicación de la Isla en donde Rin se encontraba, mas fue inútil, ya que era el escondite preferido de Naraku; aquel que usaba cuando quería desaparecer del mundo, sin que nadie lo encuentre. Solo Rin, conocía de ese lugar y al parecer, se llevaría ese secreto a la tumba. Se arrepentía de todas las estupideces que hizo, con tal de obtenerla. Pero ella no era un objeto, era un ser humano que no quería amor ni nada. Ni siquiera ella misma sabría lo que quería, pero aún así, quería obtenerla.

    Rin le envió una carta al apuesto muchacho, en donde, le pedía perdones por su actitud y le explicaba lo que pasó.
    Su hermana lo había ido a visitar, pero, aunque la amaba demasiado, ni siquiera podía darse cuenta que ella estaba allí, con él. No comía, ni salía a trabajar, ni nada. Solo quería morirse; pero su hermana no era la única que lo apoyaba.

    Yuka, buena amiga de Kagome Higurashi en el colegio, fue novia del hermano mayor de esta, Sota. Lamentablemente, tanto él, como la madre de Kagome, murieron en un accidente, dejando sola a la dulce, pero fuerte Kagome.
    Yuka también sufrió bastante con la pérdida de su amor. Ellos habían hecho planes para el futuro; casarse, tener hijos y cosas así. Pero ella perdió lo más hermoso en aquella tragedia.
    Era una chica muy inteligente y sincera; le encantaba leer libros y escuchar música, soñar con su amado Sota y llorar en silencio por él. Pero lo que nunca se imaginó es que al asistir a la boda de Sango y Miroku, su corazón volviera a latir.

    Caminaba tranquilamente por los pasillos de la universidad en la que trabajaba, dando la cátedra de matemáticas. Si bien para sus alumnos era la más odiada en el planeta, probablemente más que un terrorista, para ella era su salvavidas. Cuando más hundida estaba, se refugió en sus libros, estudió con ahínco y logró triunfar a tan joven edad.

    Los alumnos la querían y respetaban mucho, digamos que la mayoría la quería y la respetaba mucho; pero siempre había un tarado que le “Alegraba” el día.

    Se sentó en la tranquila biblioteca de la facultad a leer un libro, que poco tenía que ver con la ciencia, pero si mucho con su imaginación.
    Recordó a aquel muchacho de mirada atrevida, que parecía que con un solo pensamiento la dominaría completamente; de pronto pensó que era una vil traidora por engañar a Sota, lo cierto es que no podía dejar de pensar en él.

    No supo cuantas horas estuvo allí, hasta que miró por la ventana y se dio cuenta que el sol estaba muy bajito. Se asustó ya que le había prometido a Sango que iría a su casa a pasar con ella la noche, Miroku había viajado por negocios y ella no quería quedarse sola.
    Se apresuró a tomar sus cosas y salió disparada allí, mas no se dio cuenta y…

    -¡Ay! –Dijo un chico muy guapo -¡¿Es que acaso los lentes que cargas no te sirven de nada, tonta?! –dijo él cruelmente.

    -P-Perdóneme, señor, lo que pasa es que no lo vi, es que estaba tan apurada que…-no pudo terminar la frase, la voz le falló y lo único que quería era correr y echarse a llorar

    -Lo hecho, hecho está niña –repuso con frialdad.

    Yuka no le comento que lo conocía, que lo había visto en la boda de Sango y que de hecho, era su hermano, Kohaku.

    -Necesito encontrar a alguien, mi hermana me envió. Quizás tú la conozcas –dijo, como si no pasara nada, mientras Yuka solo quería llorar ¡Se sentía humillada!

    -Busco a Yuka Sao ¿La conoce?

    Se quedo estupefacta ¿La estaba buscando? ¿A ella? ¿Y ahora, Cómo le va a hacer?

    -Y-Yo soy Yuka Sao, Señor Kohaku, gusto en volverlo a ver –aunque la había hecho sentir como una tonta, no podía evitar sentirse cautivada por él.

    - ¡¿Qué?! –dijo el incrédulo, -Y-Yo lo siento, perdóneme, no quería decirle esa cosas, lo que pasa es que he tenido un mal día, en verdad, discúlpeme, no suelo ser así, pero es que yo…- se interrumpió al ver que la joven se retiraba de su presencia dejándolo aun mas atónito que antes. Eso lo enfureció aun más.

    -Ya me disculpé por lo que hice, ahora te suplico que me acompañes y dejes esas poses de niña sufrida ¿Si? –dijo él con coraje, pero con desdén.

    -N-No es necesario -dijo ella, volteándose, dejando ver dos hermosos anegados en lágrimas.

    De repente a Kohaku se le ocurrió que no había nadie más estúpido ni imbécil en esta tierra más que él.

    -Discúlpeme, una vez más le ofendí, le prometo que yo…-se vio interrumpido una vez más, al ver que un joven con una maleta, se le acercaba a Yuka.

    -Disculpe, profesora ¿Este imbécil, le está faltando el respeto? –mirando con furia a Kohaku.

    Pensó en romperle la boca por tamaña ofensa, de parte de un adolescente; pero cuando vio la tristeza de Yuka, reflejada en esos hermosos ojos, se dio cuenta que merecía eso y más.

    -Descuida, Shippo, estoy bien, es solo que…

    -Me pareció que este tarado le estaba faltando el respeto ¿Es que acaso no sabes que aquí a las mujeres se les respeta, estúpido? –dijo el valiente Shippo, acercándose peligrosamente a Kohaku.

    -¡Shippo! –dijo Yuka, muy nerviosa.

    -Tiene usted toda la razón –repuso él educadamente –acabo de ofender a tan tierna dama y tiene razón en tratarme así, no haré nada por defenderme. –repuso él, tranquilo, pero avergonzado por su actitud.

    A Yuka, el corazón se le aceleró y le brillaron los ojos como dos estrellas. Shippo pensó que su profesora más querida, al fin volvía a sonreír. No le hacía gracia que le gustara aquel sujeto, pero, algo es algo. Ya no estaba triste en absoluto.

    -Como le vuelvas a hacer llorar a la miss te las verás conmigo, tarado –repuso el fríamente.

    -¡Shippo, Contrólate! – Dijo Yuka, apenada

    Después de este gracioso incidente, Kohaku llevó a Yuka a casa de Sango. En el camino, iban en silencio, ya que ninguno quería decir algo; la vergüenza les impedía hablar.

    -Quisiera invitarla a salir este viernes, si no le importa –Dijo Kohaku, quien no se atrevía a mirarla.

    -¿Por qué? –preguntó ella, tan feliz que apenas podía ocultarlo.

    -Porque creo que tengo que disculparme correctamente, por mi actuar. –tal comentario la entristeció, pero el añadió- Además, nunca vi unos ojos tan hermosos como los suyos; p-perdóneme, pero es que tengo que volverlos a ver. – Kohaku se sorprendió al darse cuenta de las cosas que salían de su boca, se sintió aun más avergonzado que antes. Pero al levantar la mirada hacia ella, vio que le dedicaba la más tierna y hermosa de las sonrisas. Pensó que esa mujer era bella y punto.

    Detuvo el auto lentamente, cosa que extrañó a Yuka, cuando veía a Kohaku, acercarse lentamente hacia sus labios.

    -P-Perdóneme, no sé lo que hago, solo sé que tengo que besarlos…aunque sea solo una vez –y… los beso, primero con dulzura, para después, besarlos con pasión desenfrenada. Se detuvo de pronto, asustado por la manera en que se comportaba su cuerpo. Le sorprendía mucho su actitud ¿Es que acaso se estaba olvidando de Rin? Imposible. Imposible… pero moría por volver a besar a esa mujer que lo miraba con infinita ternura. Se imaginó a aquella mujer diciéndole que lo amaba más que a nada, el corazón se le hinchó de orgullo.

    -Discúlpeme, yo no quería faltarle el respeto, eso sólo que yo…-se interrumpió a sí mismo, porque una vez más, la besó apasionadamente.


    Pese a tan joven edad… bueno, no tan joven, Inuyasha jamás imaginó que su corazón le jugaría tan mala pasada. El doctor le dijo que era hipertenso y que tendría que tener cuidado, porque la próxima vez, no tendría la misma suerte.
    Pero cuando despertó, días después en aquella lujosa cama de la clínica en donde lo habían ingresado, comprobó que Kagome aún lo amaba. Estaba dormida en uno de esos incómodos sillones, esperando que su amado despertara.
    Estaba débil, pero aun así, decidió salir de su cama, con mucha dificultad y caminar hasta el lugar en donde estaba su esposa. La vida no sería la misma sin ella. Ni siquiera tendría sentido sin ella.

    Sesshoumaru entró en ese momento a la habitación, cuando encontró a su hermano, caminando con una sabana hacia el lugar en donde Kagome dormía. Se quedó un momento, viendo a su hermano. Quería ver lo que hacía, antes que él se le abalanzara encima a matarlo ¿Cómo se le ocurría levantarse en ese estado? Solo al imbécil de Inuyasha.

    Vio como su hermano, el imbécil, arropaba a su esposa y se sentaba con dificultad en el suelo, dispuesto a contemplarla.
    No pudo evitar recordar a Rin. Cuando paseaba con ella, o hacían picnics debajo de algún árbol, en algún parque. Antes de Kikio, de Naraku, de las desgracias, de todo. Las lágrimas querían salir, mas él no las dejó.

    -Se puede saber qué demonios haces en el suelo, Inuyasha –dijo él con su típico tono frío
    Inuyasha alzó la vista, pensó que nunca más vería su hermano, por todo lo que él le había hecho y sin embargo, estaba allí, mirándole con coraje. Pero no con un coraje por lo que le había hecho, sino… por encontrarlo en el piso, mirando como idiota a su esposa, en vez de descansar.

    -B-Bueno, yo… es que me alegro de ver a mi querida Kagome aquí –y reía nerviosamente.

    -No se ha movido desde que todo esto empezó. Cuando el doctor dijo que tenías la presión muy alta y que se estaba haciendo difícil bajarla, Kagome decidió pasar aquí hasta que te recuperes.

    -¿De verdad? ¿No me estas engañando, hermano? –pregunto él, con esperanza.

    -¡Vaya! –Repuso él con ironía -¿Acaso crees que soy como tú? –dijo él, con sarcasmo

    Inuyasha se puso triste ante tal respuesta, después de todo su hermano no había olvidado lo que le hizo.

    Pero Sesshoumaru sorprendió a su medio hermano, al sentarse junto a él y abrazarlo cariñosamente

    -No conozco a alguien más imbécil que tú, Inuyasha, mira que estar sentado aquí, como tonto, admirando a tu esposa… Ni hablar, tendré que acompañarte. –dijo él con voz neutral, intentando mostrarse serio.

    Inuyasha apoyó la cabeza en el hombro de su hermano, y algunas lágrimas le salían de los ojos ¡Le había perdonado!... sabía Dios que en su vida jamás se habían llevado bien, pero este momento, le parecía el más feliz de su vida, sentado en el suelo de su habitación, en una de las mejores clínicas de la ciudad, contemplando a su esposa y abrazando a su hermano. Recordó aquella vez en que pensó en que nunca más su hermano sería querido, pero ahora pensaba, que tenía la suerte de tener un hermano como él.

    La felicidad volvía tranquilamente a todas las parejas. Sango estaba esperando a su primer hijo y Miroku no podía dejar de llorar de felicidad… así sea que estén en un restaurante, en frente de todos. Inuyasha había sido perdonado por su Kagome y decidieron hacer un viaje de luna de miel. La segunda.
    Kohaku, por su parte, tuvo un corto romance con Yuka, después tuvo que casarse con ella, ya que estaba esperando un hijo de él y sus padres, estudiantes, compañeros de trabajo; todos querían matarlo. Aunque era feliz con ella, era todo lo que él había deseado, siempre.

    Sesshoumaru se encontraba en la hacienda que Rin le había dejado a Kagome, descansando, junto con su esposa. Había decidido hacer caso al consejo que Rin le había dado y cuidarla mucho. Se divertía ver como sus sobrinos jugaban incansablemente. ¡Como eran tantos…!

    La felicidad de todos, se vio violentada con un regreso, que no esperaban ver: Ayame y Koga, regresaban, vestidos de negro, con sus tres hijos. Y con un ataúd.
    Sesshoumaru, se levantó rápidamente de su asiento y corrió a su encuentro.

    -Murió ayer, muchachos. Pensamos que lo mejor sería enterrarla aquí, espero no les incomode.

    -No… ¡No es cierto! –grito Sesshoumaru, completamente fuera de sí.

    Corrió hacia donde estaba el ataúd, en donde estaba el cuerpo sin vida y lo abrió. Todos intentaban separarlo, pero no se podía, lloraba desesperadamente, llamándola, pidiéndole que se quede, prometiéndole que no volvería a hacerla sufrir.
    Su esposa lloraba al ver a su esposo tan destrozado.

    Sesshoumaru abrazó el cuerpo de Rin, acariciaba su rostro, era algo tan aterrador, pero a la vez, triste. Kagome, llevó a sus pequeños adentro, ya que lloraban, pero de susto.

    -Rin, óyeme, despierta, no me dejes. Rin despierta… despierta… ¡Despierta! –decía Sesshoumaru

    FIN….​




    ? ? ? ?​


    Espero les guste este episodio... mas aún, espero que les guste lo que viene, disfruten de su fin de semana! me dicen lo que piensan! gracias por todo!
     
  12.  
    my_lady

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Querida Graciela... ¡te quiero matar! ¬¬
    ¡Pobre Sessho! ¡Porbre Kagura! Una vez que ambos estaban bien, y llega Rin muerta, y el se descontrola! Lo que le debe doler eso a Kagura! Ni me imagino como se pondrá Kagome!! Y sango? Peor!!

    que bueno que Kag se quede al lado de Inu!

    No sabes lo tierna que me parecio la escena de Sessho abrazando a Inu! *-* Que tiernooossss!!!!!

    Esperaré tu conti! Gracias por subir rapido esta ^-^

    Kisses
     
  13.  
    pomy

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    ja me tas cargando!!!

    aun hay contiii??? o.O

    cheee... que raro jajaja... abrazar a un cadaver no se ve todos los dias jajaja

    quede re *O* no se que pensar!!!

    espero reponerme pronto jujuju

    bue me voy iendo

    chau

    suerteee
    besooo

    espero la conti??

    la pomy
     
  14.  
    Graciela C.

    Graciela C. Usuario común

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Hola! Bueno... si desean que la historia se quede así, puede quedarse asi. Pero hay dos episodios que podrian tener un final distinto. El lunes nos vemos, ustedes deciden jeje! cuidense!
     
  15.  
    olga

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    un final distinto ¿reviviras a rin? dime q si por favor estoy que los ojos no me caben para tanta lagrima no puede ser por q mataste a rin por favor pon un final distinto siiii okeiii todacvia sigo llorando
     
  16.  
    leti

    leti Guest

    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    ¡Vaya! Cuántas revelaciones!!!

    La verdad es que al final de cuentas que resultara ser que Rin es una linda y buena persona que olvidó su venganza no me deja del todo satisfecha. Hubiera preferido que se vengara bien de todos y que fuera sádica y cruel. Pero tú quisiste darle ese tinte y está muy bien, por que así nos dices lo importante que es saber perdonar.

    Bueno, si no leí mal faltan dos capítulos más. Los estaré esperando.

    BEsos!!!
     
  17.  
    Graciela C.

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Muy buenos días, queridas amigas del Cemzoo!!!. les traigo un nuevo episodio, díganme si les gustó, espero que no me maten xD aquí se los pongo, que tengan un buen dia!


    CAPITULO 27: LA VERDAD.- PARTE 1

    Rin sentía como alguien la estaba llamando. Quería saber quién era esa persona que no la dejaba morir en paz.

    ¿Morir?

    Se levantó, pegando un grito horrible, haciendo que su madre, quien cariñosamente la estaba levantando, gritara igual.
    Su padre entró en la habitación, junto con un guardaespaldas. En realidad no podía entender lo que pasaba.

    -Que- ¿Qué hacen aquí? –Dijo ella asustada- Ustedes murieron hace mucho tiempo ¿Es que estoy en el cielo, con ustedes? –repuso, aún más asustada.

    -Cariño, ¡Que cosas dices! –repuso su padre, Thai –si no estamos tan viejos, como para morir –y reía alegremente, abrazando a su esposa.

    -Ustedes… están ¡Vivos! –dijo ella levantándose de su cama, para abrazarlos.

    -Rin, amor, no aprietes tan duro –dijo su madre, con amor.

    -Es que ¡Hace tanto tiempo que no los veía! –decía Rin, con lágrimas en los ojos.

    -Pero… ¡Si nos vimos ayer, antes de dormir! –dijo su madre con preocupación.

    -Cariño, ¿Estás bien? Estas diciendo muchas incoherencias. Debiste haber tenido un mal sueño.

    -Si, debe haber sido eso –repuso su padre, tan asustado, como lo estaba su esposa.

    -¿Por qué no descansas un poco más? Total, la boda es en una semana, aún hay tiempo – y dicho esto, llevaba a su hija en brazos hacia la cama. Como cuando era pequeña.

    -¿Boda?... ¿Qué boda? –dijo ella, asustada –Es que acaso Naraku…

    -Hija, tu boda con Sesshoumaru, por supuesto. ¿Qué tiene que ver ese hombre con todo esto?
    -No; no es nada, a lo mejor estoy muy cansada y solo digo tonterías – y reía nerviosamente.

    Salieron todos de la habitación, dejando a una Rin confundida, asustada. ¿Había sido todo un sueño? ¿Un horrible sueño?

    Se levantó y cambió de ropa, luego bajo las escaleras, tomó las llaves de su auto y se dirigió al médico de confianza. Si ese sueño era verdad, en estos momentos se estaría enterando de su embarazo.

    Al cabo de unas horas, el médico le confirmo su sospecha: Estaba embarazada.

    -Entonces… todo es ¡Cierto! –dijo ella en plena calle, alzando tanto la voz, que los transeúntes la miraban raramente.

    -Entonces el sueño no es más que una advertencia. Si es así –hablaba con ella misma, lo que provocaba que la gente la mirara como si estuviera loca. -¡Sango!

    Y de inmediato se subió a su auto y condujo hacia aquel restaurant del que Sango le había hablado entre sueños. Mientras llegaba, llamó a Kohaku, para que se encontraran en ese lugar, ya que tenía que ayudar a alguien que estaba en peligro. A Kohaku le extrañó la llamada, pero la seriedad de Rin, le hizo ir rápidamente.

    Llegaron los dos a la vez al restaurante. Kohaku se encontraba más cerca de allí. Entraron, mas él no sabía lo que estaban haciendo allí.

    -Rin ¿Qué demonios estamos haciendo aquí? –pregunto, intrigado.

    -Si no me equivoco, Kohaku, aquí es donde está tu hermana, Sango –dijo ella con cautela.

    -¿Qué? – a Kohaku no solo le sorprendió que ella supiera de eso, ya que nunca se lo había contado, sino que ella la estuviera buscando.

    -¿Dónde está la oficina del gerente? –dijo Rin, muy seria, a una de las camareras.

    -E-Esta allá –dijo ella nerviosamente.

    -¡Apártate!-dijo ella empujándola hacia Kohaku, el cual logró agarrarla, para después correr hacia la puerta en donde la chica le había señalado.

    Abrió la puerta y pudo ver a un hombre calvo y gordo encima de su mejor amiga, intentando abusar de ella.

    -¡Sango! –grito Kohaku, para después, abalanzarse sobre ese asqueroso sujeto y quitárselo de encima a su hermana. Rin corrió a abrazar a Sango, quien no podía dejar de llorar.

    Kohaku golpeó a aquel sujeto, con furia y dolor, por lo que le había hecho a su hermana.
    Un poco más tarde y ella hubiera disparado.

    Salieron los dos de allí, mas Sango, aunque agradecida, se preguntaba quienes eran esas personas que salvaron su vida.

    -Sango yo… yo soy tu hermano –decía Kohaku, todo emocionado.

    -Yo soy Rin Higurashi, un gusto conocerte-fingió, ya que la conocía y muy bien.

    Y Kohaku se llevó a su hermana a la que sería su nueva casa. Aun él no podía entender cómo es que Rin había dado tan fácil con el paradero de ella. Ahora que su hermana estaba de vuelta ya nada de eso importaba, porque su hermanita lo era todo para él.

    Rin volvió a su casa en la tarde y no podía dejar de pensar en todo lo sucedido. Si el sueño que había sido era una advertencia de lo que sería su vida, entonces ella tenía que cambiar muchas cosas. Decidida, entró a su casa, para hablar con sus padres y detener la tragedia. Si era necesario, se convertiría en esa mujer fría y cruel con tal de salvar a su familia. No iba a permitir que se la quitaran.

    -Tengo que hablar contigo, papá –dijo ella seriamente.

    -¿Qué pasó, hija? Te veo muy seria ¿Está todo bien? –dijo su padre con un tono preocupado

    -Si quieres, los dejo solos, cariño –dijo su madre

    -No, quiero que te quedes y escuches lo que voy a decir. Papá, quiero saber el estado de la empresa.

    El pobre hombre empalideció, no supo por qué Rin le preguntaba eso.

    -Por tu cara, se que las cosas no van bien, ¿No es verdad? –dijo ella tiernamente.

    -Eso no es cierto, cariño. Thai, dile a tu hija que las cosas van perfectamente –dijo su madre, en forma de regaño.

    -En realidad, las cosas no andan bien, querida –dijo él todo avergonzado.

    Se encargó de explicarle como estaba la empresa. Las cosas que no funcionaban, los desastres que no podía controlar. Había hecho todo lo posible por salvar la empresa, pero parecía que ya nada podía hacerse.

    Su esposa estaba horrorizada. ¡Pensar que su esposo no le había dicho nada! Pensó en qué demonios estaba haciendo su esposo.

    -Está bien, papá. Desde ahora, me hare cargo de las empresas. Tendrás que firmar un poder en el cual me asignas como la nueva Presidenta de las Empresas Higurashi.

    -Pero hija, tú te vas a casar y no quiero que esto arruine tu luna de miel –decía su padre con preocupación.

    -No me voy a casar, papá. Los Taisho están buscando nuestra ruina. –dijo ella con un asomo de cólera en la voz.

    -¡Pero por qué! –dijo su madre

    Después, una pelea muy fea se llevó a cabo entre la mama de Rin y ella, aunque al final, la entendieron y decidieron acabar con todo lo que planearon.

    -Pensé que amabas a Sesshoumaru Taisho, que querías ser su esposa –dijo su mamá muy triste, porque sabía cuánto amaba su hija a ese hombre.

    -El amor no nos va a alimentar, mamá. Muy pronto se arreglará todo ¿Si?

    Pese a lo que había pasado, decidió no decirles nada sobre su embarazo. Sabía que si lo pronunciaba, entonces tendría que casarse con él. Pero estaba decidida a que las cosas que ella había visto y vivido, aunque sólo fuera en un sueño, no se hicieran realidad. Aún a costa de su felicidad.

    Faltaban exactamente 6 días para la boda entre Sesshoumaru y Rin, pero ella ya había decidido que no se casaría, pese a amar tanto a Sesshoumaru.

    Por otro lado, Sesshoumaru pensaba en la manera de encontrar pruebas en contra de Kikio, de su complicidad con Naraku, para así podérsela quitar de encima a su hermano.
    Tomó su celular y habló con su más fiel sirviente, aquel que nunca lo decepcionaba y que siempre cumplía cualquier orden que él le daba. Su amigo, su confidente: Jaken

    -Jaken, quiero saber si existe alguna conexión entre Kikio Camus y Naraku King-

    Del otro lado se oía un “Despreocúpese, jefe” proveniente de aquel misterioso sujeto- Y no quiero que nadie se entere de esto, necesito pruebas para poder desenmascarar a esa mujer, ¿Me entendiste?

    -Si, amo

    Cerró el celular y procedió a salir de la oficina, para poder encontrarse con Rin. A estas alturas ella debería saber que será madre y que él es el padre de esa criatura. Iba a buscarla porque no permitiría que Rin estuviera sola nunca más.

    Aún no podía creer que ese sueño fuera una advertencia de lo que sería su vida si se Iba con Kikio, por eso decidió acabar con toda la farsa. Antes de hablar con Rin, hablaría con su padre, seriamente.

    Al salir, se encontró con la persona a quien menos quería ver: Kikio.

    -Sesshoumaru, tú no puedes casarte con ella, no puedes, ¡No la amas! –dijo ella, desesperada.
    Sesshoumaru la miró fijamente. Se acordaba de las veces en que decía que no había mujer más hermosa que ella. Mas el sueño le demostró todo lo que esa “belleza” iba a hacerlo sufrir.
    Le acarició suavemente la mejilla, mirándola con ternura. A Kikio le pareció muy rara la actitud con él, pero pensó que sería buena señal.

    -¿Q-Que haces, hermano? –dijo un confundido Inuyasha.

    Kikio no sabía qué hacer, ¡Inuyasha los había descubierto! Pero a Sesshoumaru no le parecía importar nada de eso. Hasta que, al cabo de unos minutos, por fin hablo. Se dirigió a ella.

    -Eres tan hermosa Kikio, -dijo él, enfureciendo a Inuyasha, pero ilusionando a Kikio –pero nunca le llegaras ni siquiera a los talones a Rin, tu… ¡Estúpida! –dijo él tomándola de la cara, y arrojándola al suelo

    -¡¿Qué estás haciendo imbécil?! –dijo un enfurecido Inuyasha, Sesshoumaru miró por unos instantes a su hermano. Luego, caminó hacia su padre que, con el alboroto que se había armado, había salido de su oficina

    -Entra ahí, Taisho. Tu y yo tenemos que hablar –dijo con su voz fría, asustando a su padre.

    -¡Espera, imbécil que tu y yo aun no terminamos! –decía un herido Inuyasha, que aún no comprendía por qué su hermano trató así a Kikio.

    -¿Qué… está pasando Sesshoumaru? –dijo él, preocupado

    -Que es lo que tienes con Naraku King, Taisho-dijo él, directo al grano
    -No sé a qué te refieres. –dijo su padre, esquivando la mirada.

    -Padre, siempre has hecho lo correcto para nosotros, o por lo menos así lo has pensado. Cuando mi madre murió, me dolió que te casaras con alguien inferior a nosotros; sobre todo, porque ni siquiera me preguntaste lo que yo quería. Simplemente hiciste lo que tus hormonas te indicaban. –apunto con su típica voz neutral. –sin embargo, acepté a tu nueva familia, incluso, me llevo bien con Izayoi, gracias a ella, tengo un hermano. Imbécil, pero hermano al fin.

    Su padre estaba asombrado ante lo que su hijo le decía.
    Lo que no te voy a permitir, es que destruyas a la familia de mi futura esposa, ¿Está claro?

    -No sé a qué te refieres, hijo, sigo sin entender –decía su padre, con aparente ignorancia, pero solo aparente.

    -Si me entero que estas moviendo tus influencias, para favorecer a ese fulano y así, destruir a Thai Higurashi, te prometo que con mis propias manos te destruiré. No tendré la menor compasión de enviarte a la cárcel.

    Inu-no Taisho, estaba asombrado y estupefacto ante las palabras de su hijo mayor. No podía creer que el decidiera defender a los Higurashi que a él y su patrimonio.

    -¡Estás loco, Muchacho! ¡Piensas que yo voy a dejar que un muchachito inmaduro como tú me diga…! –pero Sesshoumaru lo interrumpió.

    -Hazle algo a mi esposa y te juro que acabo con la vida de tu mujer –dijo el fríamente, como quien diría cualquier cosa, menos asesinato.

    Y dicho esto, se levantó y se fue. Su padre tenía un ataque de pánico ¡Sesshoumaru lo había amenazado! Se sentó en su sillón, ya que las fuerzas se le empezaban a ir.

    Inuyasha acompañó a su querida Kikio a su departamento. Sesshoumaru había sido tan brusco, que al lanzarla, le hizo lastimar la muñeca de su mano izquierda. Estaba furiosa por lo que él le dijo.

    -Mi amor, disculpa, no sé por qué ese imbécil te trato así –dijo Inuyasha, totalmente apenado.

    -Seguro que él estaba enamorado de mi, pero como sabe que yo solo te quiero a ti él… -no repararon que al abrir la puerta de departamento de Kikio, no la cerraron. Sesshoumaru no pudo caer en mejor momento que ese.

    -¿Yo… qué, Kikio? –dijo Sesshoumaru con una sonrisa diabólica, había descubierto la manera de separar a esa frívola de su hermano, en tanto Jaken conseguía las pruebas. Aunque su hermano lo odiara, sabía que tarde o temprano se lo agradecería, sobre todo, en cuanto conociera a Kagome.

    -¡¿Cómo te atreves a venir aquí imbécil?! –dijo Inuyasha, totalmente enfurecido.

    -Pues, porque tengo auto y porque Kikio me ha dicho que puedo venir cuando se me plazca; como es una regalada… -dijo él con un aire macabro-divertido.

    -¡Como te atreves a decir eso de mi novia, Sesshoumaru! –decía Inuyasha. ¿Por qué su hermano se comportaba así?

    Kikio no sabía qué hacer, Sesshoumaru estaba muy diferente ¡Si hasta ayer estuvo con ella!
    No podía haber cambiado tanto de un día para otro…

    ¿O si?

    -Primero déjame decirte quien fue esa mujer a quien tu deseabas tanto conocer –dijo mientras cerraba la puerta y caminaba en círculos –la mujer que jugó con mis sentimientos y que me convirtió en lo que ahora soy, querido hermano –seguía caminando –Eso, si aún quieres conocerla ¿Quieres? –decía él, justo parado detrás de Kikio.

    -Por supuesto que quiero conocer a esa bruja, hermano –decía un Inuyasha más calmado –sabes muy bien que le arrancaría el corazón de un solo mordisco –dijo él secamente.

    -Pues entonces ¡Te la presento! –Tomando a Kikio del brazo y llevándosela junto a él – es tu querida Kikio, que volvió a separarme de Rin y a seducirte para que la protejas.

    -¡Eso no es cierto! –decía Inuyasha

    -¡Inuyasha! –decía Kikio desesperada ¿Ahora qué va a hacer?

    -¡Por supuesto que es cierto, hermano! –decía un Sesshoumaru feliz de haber desenmascarado a esa bruja –Ella y yo éramos novios cuando yo estudié en Estados Unidos, pero ella me dejo por un chico que supuestamente –recalcando la palabra supuestamente – era mejor que yo, dejándome en la más absoluta miseria; volví a mi país, pero esa zorra –dijo Sesshoumaru, esta vez tomándola de los cabellos –tenía una misión que cumplir: Destruirnos hermano.

    -Eso… no puede ser verdad –decía Inuyasha, incrédulo

    -¿Qué dices, Kikio, le decimos el nombre de tu amante y padre de tu hijo? –decía Sesshoumaru, jalándole tanto los cabellos, haciéndole daño.

    -No sé a qué te refieres ¡Inuyasha, ayúdame por favor! –decía Kikio ¿Cómo se había enterado Sesshoumaru de su estado?

    -E-estas embarazada ¿Kikio? –decía un Inuyasha a punto de llorar

    -Si, pero despreocúpate, hermanito. Este hijo no es tuyo, ni mío, porque esta zorra, se me regaló más de una vez, sino del miserable –Sesshoumaru en realidad estaba disfrutando de esto, ya que por culpa de ella, perdió lo que más amaba: Rin.

    -¡Dime de una vez de quién es ese hijo, Kikio! –decía un enfurecido Inuyasha

    -¡Ya cállense! –dijo al fin Kikio –Naraku, ¡Mi hijo es de Naraku!

    Rin había decidió hablar con los Taisho, en especial con Sesshoumaru, para comunicarles su cambio de planes. Pero antes, se dirigió a donde cierto detective, que quería resolver un caso.

    -Buenas tardes, busco al Señor Koga.

    -El Detective Koga salió, pero volverá en media hora ¿Desea esperarlo? –decía la eficiente chica.

    Durante un momento, Rin tuvo un de-ja vú, ya que aquella chica le recordaba a alguien, pero no podía recordar a quien.

    -Señorita, ¿Se encuentra usted bien? –preguntó la chica
    -P-Perdóneme, es que me distraje un momento – y reía nerviosamente –por supuesto que le espero, gracias.

    Y Como si le hubieran dado un golpe en la cabeza, recordó a esa hermosa chica de cabellos rojos, mirada verde, que la acompañó hasta los últimos momentos de su vida.

    -¡Ayame! –grito feliz, en media sala, para el asombro de todos y del mismo Koga

    -¿Se encuentra bien, Señorita? –pregunto Koga con educación.

    Al verlo, supo que era aquel guapo sujeto que se caso con la secretaria de Kohaku, Ayame. Tendría que arreglar esa pareja, pensó, pero eso lo haría después.

    -Si, un gusto conocerlo, Detective, soy Rin Higurashi, necesito hablar con usted- decía un poco emocionada, estaba a punto de hundir a Naraku, para siempre.


    Espero sus comentarios, aun falta más. cuidense!!
     
  18.  
    olga

    olga Usuario común

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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    me dejaste asi o.o
    no inventes!
    era un sueño todo el fic fue un sueñoooo
    uyyyy jejejjejejejejje q weno si no rin estaria muerta jejejeje bueno te cuidas bye!
     
  19.  
    my_lady

    my_lady Usuario común

    Escorpión
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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    Amiga! tienes que seguirlo!
    Como que rin cambio de planes? ¬¬
    que bueno lo que hace Sessho *-*
    es tann el! que lo AMO!
    Tienes que seguirlo pronto!
    Para decirnos que se casan!
    que vivwen juntos y felices
    que solo fue eso:
    un mal sueño!
    Una pesadilla de la cual
    tardaron en despertar!
    Y que no se va a repetir!
    que serán felices!

    Estaré esperando la otra parte,
    la final!

    Kisses!
     
  20.  
    Graciela C.

    Graciela C. Usuario común

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    Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]
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    Re: Las Tragedias de Mi Vida [Sesshoumaru y Rin]

    xD xD xD Buenas Tardes! que bueno que les gustó... perdonen la tardanza, pero habia tenido un dia muytriste, aparte que no tenia internet y... bueno, todo se puso en mi contra mas tardecito les subiré la conti para que la disfruten jeje! y me digan que les parece, gracias muchachas por su apoyo!
     
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