Microrrelato Las paredes oyen.

Que horrible situación. El bulling está a la orden del día para aquellos que no encajan en los gustos de algunos, aprovechándose de las debilidades de las víctimas para hacerles la vida imposible. Es muy duro para el que cae en las manos de estos ventajosos oportunistas, llevar una vida normal. Ese miedo de no poder contárselo a nadie o de lo contrario les irá peor. Y sin embargo hablarlo con alguien de confianza puede ser la solución.

Saludos. Gracias por entregar xD

 

La verdad es que es bastante triste como a veces, algunos estudiantes se ven acorralados y deciden no contar el sufrimiento por el que están pasando, porque creen que va a empeorar y seguramente, en muchos casos, empeore. Pero nunca callarse es la salida, porque aceptar el maltrato, vivir amargado solamente conlleva a algo malo para ti, ellos, esas personas que te hacen bullying no van a llevarse nada bueno de ello y quizás, aún sea peor para ellos que te calles, porque no tendrán la opción de darse cuenta de que eso está mal, y quizás necesitan una persona mayor que se lo diga.
Me gusta la idea de que tu relato es un tipo de 'confesión' o 'secreto', queda bastante bien en sí. Se nota un poco que has hecho este relato bastante a rápidas, intenta no hacerlo para otras veces y seguro que podrás profundizar más en tus ideas, que son buenas.
Nada más que añadir, sigue escribiendo, leeré más cosas tuyas.
¡Un saludo! :)

 

Para comenzar, yo veo innecesaria la censura de la palabra altisonante. Si la vas a usar en tu escrito, úsala bien, le restas elegancia poniéndolo de esa forma, y más que elegancia, impacto.

Aunque entiendo el escrito siento que la frase de "las paredes oyen" no es lo que tiene mayor protagonismo aquí, y eso es relativamente decepcionante pese a que el tema que trata de forma más amplia no es que sea fácil de ignorar tampoco. En algún momento deseé haber tenido la versión de la otra cara de la moneda, o más detalles, un comienzo, menos drama sobre el protagonista, pero exprimir más el entorno y dar una respuesta o detalles que nos lleven hacia ellas para las preguntas no formuladas como la razón por la que no puede hablar, y demás.

En fin.