Las palabras que no debí decir (zona)

Hola a todos, bueno este es mi primer Fic en esta sección y me segundo One-shot publicado aquí.
He intentado mejorar todo lo que me podido, aunque claro aún me falta practica, hoy les traigo un Fanfic de One Piece bastante breve que es un ZoNa aunque no se ve demasiado amor.
Disfrutenlo.

-Las palabras que no debí decir-

La noche fría que traía el clima de la isla de invierno a la que nos acercábamos azotaba mi cara y me revolvía el pelo. Suspire para luego exhalar todo el aire que podía, aquella noche el mar estaba en calma parecía que la tormenta no iba a dejarse ver y yo sabía que era verdad. Mi corazón también lo sabía pero no lo aceptaba, deseaba que ahora mismo el agua se agitara subitamente, me tragara y no dejara que nadie me encontrara.
Y todo por culpa de aquello... ¡Por Dios! ¿Como había llegado a aquella situación? ¿Como había sido capaz de hacer eso?

-Flashback-

Caminé hasta llegar a la cocina acompañada del pequeño reno de la tripulación que me había avisado de que era la hora de la cena, si no fuera por él aun seguiría inmersa en mis mapas en los completos y en los incompletos.
—¡Nami-Chawn! —Sonó detrás de los fogones cuando pasé a la estancia. El rubio sacaba platos, platos y más platos, uno de ellos acabo en mis manos, fue saqueado por el capitán, después otro plato que sufrió el mismo destino y así sucesivamente con toda la comida con la que yo intentaba saciarme.
Suspire exasperada, me calle todo lo que pensaba como rara vez hacía y me limité a levantarme y retirarme de la mesa que la mayoría de mis nakamas ya habían abandonado.Abrí la puerta que daba al exterior y antes de que pudiera dar más de dos pasos tropecé con una pierna y me caí de bruces al suelo.

—Oi ¿No deberías estar haciendo guardia? —Bramó el dueño de la pierna que había echo que tropezara.
—¡¿Que haces dormida hay en el suelo, bruja usurera?! —Ni que decir tiene que Zoro se gano un par de chichones por mi parte.

—¡Idiota! Si tanto temes que alguien nos atraque por la noche, monta tu guardia —Me levanté del suelo colocandome la ropa en su sitio e intente plancharla un poco con mis manos.
El peliverde pareció despertar del todo de su siesta, se puso en pie y desafiante como si quisiera empezar una pelea de esas que a él tanto le gustaba me respondió.

—Ese es tu trabajo a mi ya me tocó ayer, así que aguántate que yo no me voy a arrastrar ante ti como lo hace ese cocinero pervertido —Me gritó y de un momento a otro estábamos discutiendo.
Los gritos, insultos y faltas de respeto estaban presentes entre los dos, pero eso pasaba muy a menudo por lo que tampoco llamó la atención de nadie y no hubiera sido ningún acontecimiento digno de recordar si en ese mismo instante hubiera sido capaz de callarme.

—Pues a lo mejor me vendría bien dejarte de ver la cara, me gustaría ver lo que eres capaz de hacer si no tienes una navegante para orientarte —No sabía como habíamos llegado a concluir así la discusión, no sabía por que había terminado diciendo cosas que no pensaba, en realidad a esas alturas de la discusión ni siquiera me acordaba ya por qué había empezado la trifulca.

Iba a tragarme mi orgullo, a pedirle perdón y retirar mis palabras, pero no me dio tiempo ya que antes Zoro se aseguró de hacer lo que mejor se le daba, clavarme una espada.
—Podríamos pasar genial sin ti, no te creas que eres importante en la tripulación y mucho menos en mi vida, baja un poco de las nubes Nami —No pude reaccionar correctamente y salí huyendo intentando conservar la poca dignidad que me quedaba.

-Fin del Flashback-

Y allí estaba yo, en un extremo del barco lamentándome como si fuera un perrito perdido ¿Qué me había afectado tanto para estar allí desvalída? Como si las palabras de Zoro me afectaran de aquella manera, pero si lo habían echo y aquella situación me producía miedo, incertidumbre ¿Qué estaba pasando?¿Qué iba a pasar a partir de ahora?
Suspiré y me aferré a la barrandilla del barco como si me fuera a precipitar al oceano si me solataba aunque solo fueran unos segundos. No se cuanto estuve así atrapada en mis pensamientos pero al cabo de un tiempo mis piernas flaquearon y acabé dormida en el suelo de la cubierta temblando por culpa de las brisas frías que se dedicaban a jugetear por mi pelo.

Oí unos pasos pero no alcé la cabeza, no abrí los ojos ¿Tan descuidada había sido con la vigilancia de aquel día que había permitido que alguien entrara en el barco?. Los pasos pararon a escasos centímetros de mi y después arrojó algo encima mio, algo calentito y protector, un escudo contra el frío. Acto seguido oí una voz que reconocería en cualquier parte.
—Siempre serás una bruja usurera idiota sin remedio —El "ladrón" se sentó a mi lado y puedo jurar que aquella fué la única noche que el peliverde del barco se tomó el turno de vigilancía en serio.


Bueno esto es todo, espero que les haya gustado, les agradecería un comentario sobre lo que les a parecido y que podría mejorar, muchas gracias por leer.
Besos.