Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

jejejj la hora cambia jesireth ^^
esta conti os la dedico a vosotras ^^
Bsos!!!!!

-¿Hay alguna manera de hacerte cambiar de idea?-le pregunté.
-No.-dijo mientras reía.
-¿Y puedes esperar un minuto?
-Depende-dijo-Si es para que huyas, no.
-No, no voy a huir.
-Bueno, vale.-dijo mientras me daba un beso en los labios.-Pero un minuto solo.
Subí corriendo a mí habitación.Y me encontré con el desastre que causó mi hermana el diá que me fui con Inuyasha.Todo estaba desordenado, y con las cosas cambiadas de sitio.
-Cualquiera lo encuentra ahora.
Me tiré en el suelo de rodillas, y miré debajo de la cama.No estaba lo que buscaba.Me levanté, y miré en el interior del armario, pero estaba vacío.
Enfadada, me dirigí a la habitación de Sango, que se encontraba durmiendo en su cama acurrucada como un bebé.
-¡Venga despierta!-le dije mientras le quitaba la colcha y la sábana de un tirón.
-Un ratito más...Miroku...-dijo mientras escodía su cabeza debajo de la almohada.
Ufff...cuanto trabajo para tan poco tiempo....
-Primero no soy tu Miroku, y segundo,...¡DESPIERTA!-le grité.
-¿Ah?!Kagome eras tú¡-dijo mientras se refregaba un ojo con una mano.-Estaba teniendo un sueño mag...
-Despues me lo contaras, ahora ayudame a buscarlo.
No tenía tiempo para escuchar su sueño.Ahora solo me tenía que limitar a buscarlo.
Era unos recuerdos de un familiar, además que le tenía mucho aprecio.Era perfecto para regalarselo.
-¿El qué?-me preguntó.
-La cadena de plata con el llamador de ángeles junto al talisman de Turquesa.-le dije tranquilamente.
-¿Para qué vas a buscar eso ahora?
-Para regalarselo a Inuyasha.-dije como si nada.
-A para regalarselo a...-dijo tranquilamente-¡¿QUÉ?¡-gritó.
-¿Qué pasa?
-¿Vas a regalar los únicos recuerdos que tienes de la abuela?-me preguntó alarmada.
-Si, ¿por?
-¿Para qué se lo vas a regalar?
-Inuyasha lo necesita más que yo.
-Bueno, si ves que la elección más apropiada es regalarselo, cuentas con mi apoyo.
-Gacias Sango.-le dije mientras la abrazaba.
Fuimos a mi habitación, y empezamos a buscar entre tanto desorden.
-Pero aún tengo una duda...-dijo Sango, mientras buscaba-¿Para qué se lo vas a dar?
-Es muy sencillo Sango.El talisman de Turquesa, le dá a la persona que lo lleve:amistad, amor, protección, suerte y buena salud.Eso lo comprendes, ¿verdad?
-Si, para proteger a Inuyasha, ¿no?
-En la diana.-dije para indicarle que había acertado.
-¿Y el llamador de ángeles?
-El llamador de ángeles, porque quiero.
Seguimos buscando.Pero entonces, Sango dió con una cajita antigua de madera pino.
-Kagome, lo encontré.
-Bien, muchas gracias por ayudarme.
-De nada.Bueno me voy a dormir otra vez.
-Si, que sueñes con Miroku.

Bueno abajo estan las fotos:
la primera es el talisman, y la segunda el llamador de ángeles

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Bueno como dice Jesireth!
El programa continua XD
estubo buenisimo jesireth!!

Bajé corriendo los escalones de la escalera.
Seguro que se ha enfadado conmigo, porque ya ha pasado más de un minuto.
De los mismos nervios, abrí de un tirón la puerta de la entrada, encontrandome con Inuyasha que me miraba mientras se reía.
-¿De dónde vienes con tanta bulla y nerviosismo?-me preguntó.
-Vengo de la Guerra Mundial, para ver a mi novio.-dije mientras reía.
-¿Todavía está tu cuerto hecho un desastre?.
-Si, pero ahora esté peor.
Inuyasha rodeó con sus fuertes brazos mi cintura, y me acercó a el.
-Bueno, ¿vas a aceptar mi regalo?
-Si, solo si tú aceptas algo a cambio.
-¿Algo a cambio?-me preguntó confuso.
-Si-dije mientras le regalaba una sonrísa.
-Vale.-dijo.
-No sé si te gustará, pero...-no pude terminar porque Inuyasha me cogío de la mano, y empezó a llevarme a rastras.-¿A dónde vamos?
-A un sitio más privado.-dijo mientras sonreía.

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Bueno como a las 22:00 me tengo que decconectar,
os voy poniendo contis.

Cuando llegamos, me dí cuenta que era el árbol que utilizamos para subir a mi habitación.
-¿Te acuerdas del día que subí a tu habitación por primera vez?-me preguntó mientra miraba al árbol con una gran sonrísa.
-Lo recuerdo como si fuera ayer.
-Fue hace poco de conocernos, estubimos a punto de hacerlo, pero tu despertador tuvo que estropear el momento.
¿Solo se acordaba, porque estubimos a punto de hacer el amor?
-Eres un tonto.-le dije-Solo te acuerdas porque estubimos a punto de hacerlo.
-No, claro que no, pequeña.-dijo mientras me abrazaba por la espalda.-Me acuerdo porque, fue el día en que me dí cuenta que te amaba más que a mi vida.
-Inuyasha...-murmuré mientras mis mejillas se pintaban de color carmín.
-¿Subimos?-me preguntó.
-Vale.

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Bueno alla va la conti!!!!

El regalo para el adios:

-No, claro que no, pequeña.-dijo mientras me abrazaba por la espalda.-Me acuerdo porque, fue el día en que me dí cuenta que te amaba más que a mi vida.
-Inuyasha...-murmuré mientras mis mejillas se pintaban de color carmín.
-¿Subimos?-me preguntó.
-Vale.

Empezamos a subir el árbol.Inuyasha iba delante mía, y me volvió impresionar la rapidez con la que subió el árbol, y al ver mi lentitud, se volteó para darme una de sus manos y ayudadme.
-Gracias.-le dije.
-De nada.-dijo mientras me regalaba una deslumbrante sonrísa, de las cuales te roban el poco aliento que te queda.
Continuamos andando a gatas por la rama del árbol.
Cuando entramos en mi habitación, pudimos ver por la ventana el gran desastre de mi habitación, y Inuyasha nada más que lo vió, empezó a reirse.
-¿Este desastre es el que ha causado tu hermana?-me preguntó.
Asentí con la cabeza.
-Ya entiendo porque dices que es una guerra.-dijo divertido, mientras cogía un pantalón corto, que estaba tirado en la silla del escritorio.
-Ja, ja.-dice sarcasticamente.
-Bueno, el desastre no nos importa ahora.-dijo Inuayasha, mientras se acercaba a mi, y rodeaba mi cintura con sus brazos.
-Como se nota que tú no eres el que tiene que limpiar todo este desorden.
Pase mis brazos por su cuello, para atraerlo más a mí.Sellamos nuestros labios.Primero fue un beso bastante tímido, pero poco a poco, nos ibamos entregando cada vez más.
Fue bajando lentamente por mi cuello, en el cual empezó a besarlo y darles pequeños y leves mordiscos.Entonces noté una manos acariciar mi vientre por dentro de mi camisa, haciendome cosquillas.
-¡Eso no vale!-esclamé-¡Es jugar sucio!
-¡Ah!-dijo haciendose el inocente.-No pusistes límites.
Entonces Inuyasha, me cogió en sus brazos, mientras me llevaba a la cama que estaba llena de ropa.
-Te quiero.-le murmuré tan bajito que dudaba que me había escuchado.
Inuyasha me miró a mis ojos de color chocolate con sus ojos dorados, en los cuales mostraba ternura.
-Yo tambien te quiero.
Despues volvimos a sellar nuestros labios con un beso.

Estabamos los dos tumbados y abrazados en mi cama, con toda la ropa que estaba en la cama, tirada de cualquier forma en el suelo.
Yo tenía la cabeza apoyada en su pecho desnudo, mientras que Inuyasha, estaba acariciandome con una mano, mi cabello.
-Como me gustaría quedarme aquí contigo...-dijo mientras suspiraba.
-Pues quedate.-le dije.
-Pequeña, por mucho que queramos, no puedo...
-Pero, ¿por qué?...
-Porque puede ser muy peligroso...
Suspiré.
No soportaba que Inuyasha no me contara, y me dejara con la intriga o la duda...
-Bueno, ¿Qué era lo que me ibas a dar?
Se me había olvidado por completo que iba a darle el talisman que me regaló mi abuela por mi cumpleaños, cuando tenía cuatro años.
Sonreí al recordarla.
Me enrrollé con sumo cuidado, una de las sábanas por mi cuerpo, y me dirigí a donde estaba tirado mi pantalón.Cuando lo encontré en uno de los bolsillos, me acerqué a Inuyasha, que me miraba curioso.
Cuando me subí a mi cama, andé a gatas para acercarme más a él.
-Toma, es un regalo.-le dije, mientras cogia una de sus manos y ponia la cadena con el talisman de Turquesa junto al llamador de ángeles.
-Vaya.-dijo mientras cogía la cadena de plata, para colgarsela en su cuello.
Cuando se terminó de colgarsela, se acercó a mi para darme un beso, pero pudimos escuchar un leve y suave cascabeleo que procedía del llamador de ángeles.Inuyasha al escucharlo, empezó a reirse.
-Vaya, suena.-dijo mientras me enseñaba el llamador de ángeles.-Ya tengo para entretenerme por las noches antes de dormir.
No pude evitar reir.
-Me gusta tu regalo, gracias.-dijo mientras me daba un corto beso en los labios.-Venga, que ahora me toca a mí.
Inuyasha cogió el medallón de la mesita de noche, que había al lado de mi cama.
Él si que ha sido listo, y lo ha puesto a su lado...
-Vamos, date la vuelta-me dijo.
Obedecí, y me puse de espaldas a él.
Inuyasha, empezó a retirar cuidadosamente mi cabello ondulado, y lo puso a un lado.Despues, puso la fría cadena con el medallón en mi cuello, y despues la abrochó.
Inuyasha aprovechó para darme un beso en mi cuello.
-Ya esta.-dijo.
Entonces Inuyasha miró por la ventana, y despues me miró roto de tristeza.
-Te tienes que ir ya, ¿no?-le pregunté.
-Si.-dijo.
Entonces Inuyasha cogió la otra sábana junto a su ropa.
-El baño está en el pasillo de la izquierda a la segunda puerta.-le dije.
Entonces Inuyasha se marchó.

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Miré por la ventana, y ví que el oscuro manto de la noche cubría el cielo.Pequeñas estrellas flotaban en la oscura noche, iluminando débilmente todo lo que había bajo sus pies.
Una lágrima resbaló por mi mejilla, cayendo sin vida alguna en mi pálida mano.
¿Por qué se había tenido que ir Inuyasha?
No había salido de estas cuatro paredes desde que Inuyasha se marchó.
Mi ángel se había marchado, para dejarme sola.
Estrujé con todas mis fuerzas mi camisa, notando como si clavaran en mi corazón dagas haciendolo desangrar poco a poco y gota a gota, haciendo una muerte lenta y dolorosa en soledad...
Me alejé, con pasos débiles de la ventana, y dejé mi cuerpo caer sobre mis rodillas, quedando sentada de rodillas en el frío suelo.Y abracé con mis brazos mi cintura mientras miles de lágrimas se desbordaban por mis ojos, para intentar de algun modo apoyarme a mí misma, mientras miraba a la nada.
El sonido de la puerta de mi habitación, me sacó de mis pensamientos.
Pude ver la silueta de mi padre, detras de mí.
¿Qué demonios quería ahora, destrozarme aún más de lo que estaba?¿Es qué no iba a tener la conciencia tranquila si no me humillaba, se metía conmigo y me veía sufrir?
Pero en esos momentos, como caida del cielo, vino Sango, haciendo que nuestro padre se fuera de la habitación.
-Gracias por hacer que se fuera.-dije, pero mi voz sonó tan débil y triste, que apenas quedó en un susurro.
-De nada, pero sabes que volverá.
-Ya lo sé...-susurré mientras miraba un punto fijo en el suelo.
Escuché los pasos de mi hermana, la cual se estaba acercando a mí.Despues se puso de cuclillas, para estar a mi altura.
-Hermanita, sé que fue duro para ti, esa despedida, pero Inuyasha no deseaba irse sin despedirse de ti.Él se preocupa por ti.-me dijo mientras me miraba llena de preocupación, viendo como miles de gotas salinas, caían por mis mejillas.-¿Tú crees qué él, desearía verte llorar así?
No pude aguantar más, y rompí a llorar desconsoladamente.Su recuerdo estaba clavado en mi corazón como una espada.
-No quiero ni imaginar como seran todos estos días...-susurró mientras me abrazaba.-Tranquilizate, los días pasan pronto...tan pronto que en un abrir y cerrar de ojos, Inuyasha estará otra vez junto a ti.

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Hola!
que bueno qe ya tengas internet sunzure ^^
gracias por darme tu apoyo jesireth!!
bueno en realidad a tod@s ya que estais
apoyandome siempre ^^
Muchisimas gracias!!!

Ya habían pasado tres días de la despedida de Inuyasha.Tres días, en los cuales para mí ya no brillaba el sol.Tres días, en los que me había tirado en mi habitación llorando en la fría y oscura soledad.Tres días encerrada entre las cuatro paredes de esa habitación, esperando verle aparecer con una de sus sonrísas deslumbrantes.
Le estrañaba muchísimo...Estrañaba su sonrísa, sus ojos, estrañaba todo su ser...
-¿Cuándo volveras, Inuyasha?...-susurré para mí misma.
Estaba tumbada en mi cama, agarrandome las piernas con los brazos.
Dejé caer los párpados, para derramar las últimas lágrimas que quedaban en mis ojos.
En esos momentos la puerta se habrió, mostrandome a Sango, la cual llevaba una badeja con algo de comida.
-¿Quieres comer, Kagome?-me preguntó.
-No, gracias...-susurré.
-Kagome no puedes seguir así.-me dijo bastante enfadada.-No puedes quedarte tres días sin comer, vas a caer enferma.
-No me importa.-dije mientras me levantaba de mi cama, y me dirigía a la ventana.-No tengo hambre, y ya está.
-Kagome, es imposible que no tengas ni una pizca de hambre, porque llevas tres días sin comer.
Sango me miró bastante enfadada.
-Bueno, te dejo en la mesita la comida, por si te entra hambre o decides comer.-dijo mientras dejaba la bandeja en la mesita.
-Vale, gracias...
Sango se marchó de mi habitación.
Estaba asumida en mis pensamientos, mientras miraba por la ventana, cuando ví pasar por el árbol, una sombra en medio de la oscuridad.Entonces la sombra se acercó a donde yo estaba, y rompió con tal impietud el cristal de la ventana, a la vez que me empujaba y me tiraba al suelo.

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Estaba asumida en mis pensamientos, mientras miraba por la ventana, cuando ví pasar por el árbol, una sombra en medio de la oscuridad.Entonces la sombra se acercó a donde yo estaba, y rompió con tal impietud el cristal de la ventana, a la vez que me empujaba y me tiraba al suelo.Me golpeé en la cabeza, nada más caer al suelo.
Lo ultimo que pude ver, antes de caer incosciente, fueron unos ojos brillosos pero que a la vez, eran oscuros como el carbón.

Abrí los ojos, y pude ver a mi hermana que me miraba llena de preocupación.
-¡Oh, Kagome!-esclamó mientra me abrazaba.-Casi me da un infarto cuando subí a tu habitación, tras escuchar el tremendo escandalo, y te ví tirada incosciente en el suelo con algunos cortes.
Me sentía confusa y desorientada.No me acordaba de nada despues del golpe en la cabeza.
-¿Cortes?
Miré mis manos, para ver que no era una broma pesada, y pude ver mis manos vendadas.Las vendas estaban manchadas de sangre.
-¿Qué me pasó?-pregunté.
-No sé lo, ¿qué pasó en tu habitación?.
-Alguien...alguien entró.
Intenté recordar lo que ocurrió despues de golpearme en la cabeza, pero mis intentos fueron en vano, ya que no recordaba nada más.
Entonces, empecé a notar un dolor en la cabeza, junto a un pequeño pinchazo.No pude evitar agarrarme la cabeza con ambas manos.
-Kagome ¿qué te ocurre?-me preguntó asustada.
-Me...me duele...
-Normal, con el chichón que tienes...-dijo-Espera ahora vuelvo.-me avisó, mientras se lavantaba y salía por la puerta.
El dolor no emanaba, es más, se intensificaba.
Al rato, pude ver a Sango entrar con un vaso de agua junto con la caja de pastillas para el dolor de la cabeza.
-Tomatela.-me ordeno, y yo obedecí.-El doctor viene para acá, otra vez...
-¿El doctor?-pregunté llena de miedo.
-Si.
-Es una broma, ¿verdad?-le pregunté, mientras que en mi fuero interno, deseaba que fuese una de las mentiras de mi hermana.
-No.No es una broma.
Mi gozo en un pozo.
Miré a mi hermana, con miedo y temor.
-No hace falta que venga, ya me encuentro bien.-dije mientras me intentaba levantar, pero justamente cuando me puse de pie, el dolor de cabeza aumentó haciendo que me tambaleara.
Cabeza traidora...
-Si, claro.-dijo sarcásticamente mientra me sentaba en la cama.
En esos momentos, se escuchó abrir la puerta de la entrada.
-Tiene que ser el doctor.
Corre demasiado, por lo menos, para mi gusto...

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Mi hermana fue a recibir al doctor.Tenía que aprovechar ese tiempo, para librarme del doctor como fuese.
Escuché alguno pasos acompañados por dos voces por el pasillo.
¡No!Si que sin rápidos...
Entonces la puerta se abrió, mostrandome a Sango acompañada de un hombre de avanzada edad, bajito y de pelo canoso, en el cual llevaba un maletín de cuero en sus manos.
Tenía que ser el doctor, no podía ser nadie más.
-Bueno os dejo.-dijo Sango, mientras se marchaba.
El doctor, se acercó a mí.
-Haber, abre los ojos, y sigue la luz.
Acercó un aparato de metal a mis ojos.Despues le dió a un botón, y se iluminó la pequeña bomilla que tenía en uno de los estremos.
-Sigue la luz.
-No estoy en una pelicula de miedo, ¿sabe?-le dije.
La luz era bastante incómoda, y tube que cerrar los ojos.
Despues estubo observando el chichón de mi cabeza.
-¿qué es lo que te ha pasado, Kagome?-me preguntó.
-No lo sé.
Kagome, tienes que hacer tiempo para retrasarle...Así conseguiras que se marche.
-Déjame ver tus heridas.-dijo mientras me cigía una de mis manos para examinarlas.
-¿Para qué?¿No las ha visto antes?-le dije mientras la retiraba.
-Para ver como estan.-dijo mientras la volvia a coger.
-Pues esactamente igual.-dije mientras retiraba de nuevo mi mano.
Despues, el doctor se dirigió a su maletín, y sacó una jeringuilla.
Miré con horror el objeto.
-Bueno creo que te tendré que poner un tranquilizante, ya que paraces nerviosa.
-No creo que sea necesario.-dije sin quitar la vista de la jeringuilla.
-Pues yo pienso que si.
Tenía que buscar una escapatoria.
-¿Sabe doctor, qué somos muy distintos?-le pregunte bastante narviosa.
¡Kagome, eres tonta!
-Despues de ponerte el tranquilizante, te miraré el azúcar y la tensión, aparte de mandarte hacer unos análisis de sangre.
-¡¿QUÉ?!-le pregunté con horror.
¿Mis oidos habían oído bien, o es que hoy era el día de los Inocentes y me estaba gastando una broma?
-Doctor, ¿qué día es hoy?
-20 de Enero.-me contestó.
-Maldición...
No es el día de los Inocentes...