Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Continuacion inspirada por golpe que me dio mi vecina ¬¬


-Kagome, o me dajas llevarte por las buenas o te llevaré por las malas.
Inuyasha intentó de nuevo cogerme, pero yo no le iba a dejar. No iba a dejar que se hicese daño.
-No.- dije mientras me movía hacia un lado.
-¡Kagome!- gritó mi nombre enfadado.
-He dicho que no, que me encuentro perfectamente.- dije mientras me intenté poner de pie, pero no veía nada. Las únicas cosas que veía eran manchas borrosas mezcladas con negro.
-Kagome, te llevaré quieras o no.- dijo mientras empezaba a agarrarme para intentar cogerme.
Al notar sus brazos pasar por detrás de mi espalda, intenté retroceder, pero fue demasiado tarde, porque Inuyasha ya me tenía agarrada.
-No.- dije mientras forcejeaba para que me soltase.
Me sentía nerviosa. No le veía y eso me ponía histérica. Necesitaba verle, y no solo para saber qué es lo que me hiba hacer, o por dondé iba a poner la mano para cogerme.
También, me sentía vulnerable al no poder ver. Ya era bastante débil estorbaba cuando veía, y ahora no veía, ni me lo quería imaginar.
¿Y si no volvía ver? Quería ver, no quería quedarme así toda mi vida. Sentí como el agobio y el miedo se apoderaban de mi.
Dejé mi cuerpo caer de nuevo sobre el suelo. Quería llorar, pero y si por llorar, me dolían más los ojos. No quería que me dolieran más. Ya me dolían bastante.
Entonces lo noté. Noté como algo líquido caía por mi mejilla. Pero lo que me extrañó bastante, es que aquel líquido, olía a sal y a óxido. Después, noté como la mano de Inuyasha la atrapaba con cuidado con su pulgar.
-Kagome, es sangre.- me dijo Inuyasha. Su voz estaba marcada por el pánico, y me asustó bastante.- Kagome, estás llorando sangre.
Cuando Inuyasha dijo la palabra "sangre" se me formó un nudo en el estómago. Llorar ese líquido de color carmín, no era normal.
-No. No quiero.- dije para mi misma. No quería estar ciega. Me daba miedo la idea de no poder ver la luz del día nunca más.-No quiero.
Noté como Inuyasha me abrazaba, y después me echó mi rostro para atrás.
-Abre lo máximo que puedas los ojos.- me ordenó. Intenté obedecerle, pero cuando puso sus manos sobre mis párpados e intentó abrir un poco más, tuve que cerrarlos al sentir que me dolía más.
Después sentí mi cuerpo caer con el cuerpo pesado de Inuyasha, el cual, aún intentaba abrir mis ojos.
-Kagome, déjame ver, por favor. Si forcejeas más, te haras más daño.
Dejé de forcejear para dejarle mirar mis ojos.
-Si te duele mucho, muérdeme la mano.- me dijo ántes de mirame los ojos, mientras ponía su mano en mi boca. Obedecí, peron nada más levantarme un poco los párpados, le mordí la mano con todas mis fuerzas.

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Fui hundiendo mis dientes en su mano, cada vez que levantaba mi párpados. Sentía como el dolor se iba intensificando lentamente, e icluso, tenía la sensación de que me ardían.
Deseaba que todo se parara. No quería seguir sintiendo eso. Era demasiado.
Entonces, como si Inuyasha me hubiese leído el pensamiento, paró.
Después, noté como Inuyasha me cargaba en su regazo mientras me abrazaba. Mi acto seguido fue abrazarle mientra escondía mi cara en él.
-Tienes algunas heridas y arañazos, pero lo mejor sería que te lo viera un médico.
Noté su mano pasar por mi rostro.
-No te preocupes, veras que te recuperaras.- dijo mientras continuaba acariciando mi rostro.
Entonces, noté como me alzaran y me llevaran a un lugar lejano.

No sabía por donde íbamos, y me sentía desorientada al no ver nada. Supe que apoyé mi cabeza sobre el pecho de la persona que me llevaba, porque pude escuchar sus latidos.
Aspiré aquel aroma que desprendía. Aquel aroma, el cual, mi olfato conocía a la perfección. El aroma era un mezcla de bosque con un toque de dulce canela.
Inuyasha me llevaba en sus brazos, hasta que me sentó en el suelo, y me ayudó a apoyar mi espalda sobre algo duro.
-Se puede ver humo desde aqui, tal vez nos ayuden. - me dijo mientras apoyaba sus manos sobre mis hombros.- Espera aqui, Kagome.
Escuché la hierba crujir bajos sus pies al irse, hasta que me quedé sola.

No sabía cuando llegué a quedarme dormida en ésta situación, pero lo que si sabía es que cuando alguien me movió un poco, me sobresalté.
-Kagome, soy yo, no te asustes.- me dijo Inuyasha, mientras me intentaba tranquilizar.
-Vamos.- prosiguió Inuyasha mientras me volvía a cargar en sus brazos.
-¿A dónde?- le pregunté.
-A un lugar donde te ayudaran.- finalizó Inuyasha mientras caminaba.

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Es corto, pero la verdad es que necesito descansar
bastante ya que llevo dias sin dormir bien
disculpenme.

Escuché como se abría una puerta vieja, y un calor inundó mi cuerpo al no sentir la suave brisa. Empecé a escuchar a gente hablar.
-Inuyasha, ¿dónde estamos?- le pregunté con miedo. No conocía esas voces, y me daba miedo.
-Estamos en una cabaña Kagome, por eso, no debes de asustarte.- me dijo.-Aquí te ayudaran.
-Déjela sobre la cama.- dijo una voz masculina.
Volví a sentir como Inuyasha empezaba a andar, pero honestamente, no sabía hacia que punto se dirigia.
Noté como me soltaba suavemente y con sumo cuidado sobre algo blando.
-Ellos te van a curar.- me repitió, mientras acariciaba mi rotro.
-Eso espero, no me gustaría ser ciega el resto de mi vida....
-No. No pienses eso.-me regañó.- Te recuperaras, te lo aseguro.
Estube un rato en silencio, dejándome llevar por su caricia. En esa caricia, intentaba mostrarme valor y confianza.
-Inuyasha, ¿te quedaras?- No deseaba quedarme sola, y mucho menos, con desconocidos.
-Por favor jóven, necesitamos estar a solas para curarla.- dijo una`persona desde un punto.
-Pero yo no...
-Muchacho, no necesitamos espectadores.- dijo otra persona de forma fría y dura.
-Ésta bien...
Escuché la puesta abrise, mientras oía como caía agua; para después, escuchara a alguien incarse en el suelo.
-Te debe de doler mucho, ¿verdad?
Asentí con miedo en la cabeza. No quería volver a sentir el mismo dolor que había sentido antes. Después sentí como me apretaban fuerntemente con los dedos en mi mandibula, haciendome caer en un profundo sueño.

 

Re: Las lágrimas de una noche mágica (Inu&Kag)

Sentí una fuerte presión en mi mano, como si alguien la tuviese agarrada entre las suyas. Giré mi cabeza un poco, pero sentí un agudo dolor en las sienes.
-Kagome, no deberías de moverte todavía...- dijo Inuyasha.
-Inu...-le llamé con miedo. No veía nada. Todo estaba oscuro.
-¿Si, Kagome?
-¿Por qué aún no veo nada...?- le pregunté con miedo.
-Kagome, pequeña, no debes de esforzar tus ojos.- me dijo mientras me intentaba calmar.-Además tienes una venda que te los cubre para que no te dé los rayos del sol.
Dejé escapar un suspiro.
-Y, ¿volveré a ver?....
-¡Claro que si!- dijo exaltado.-¡¿Cómo se te ocurre preguntar semejante tonteria?!
-Es que....
-Kagome, sé que tienes miedo, es más te debes sentir aterrada; pero todo está bien, por eso no debes de sentir miedo.
En esos momentos, oí como la puerta se abría.
-¡O vaya!- exclamó una voz. Su voz era de mujer y sonaba dulce.- Sentimos molestar.
-No sabíamos que ya estaba despierta.-dijo de manera disculpa otra voz, sin encambio, era la voz de un hombre.
-¿Y qué más dá?- dijo otra voz de hombre, solo que ésta voz, era fría y algo pasota.-Ya sabíamos que tarde o temprano iba a despertar.
-¡¿Cómo se te ocurre decir tal grosería?!-le preguntó a gritos la mujer.
-¿Me estás llamando grosero?-le preguntó a gritos el hombre de voz fría.
-¡Ahora si!-gritó la mujer.
-No os asusteís, ellos siempre están así.-dijo el otro hombre el cual estaba más cerca de nosotros.-Aunque en el fondo se aman con locura.-nos susurró por lo bajo.
-¡¿QUIÉN AMA A QUIÉN?!-gritaron al unisomio.
No sabía que hacer. Estaba presenciando una pelea de unas personas que no conocía, y para colmos, no veía nada.
-Yo a tí no te amo.- gritó la mujer.
-¿Y tú piensas que yo a tí si?- le preguntó a gritos el hombre.- Antes prefiero estar muerto.
Me siento como una inquilina...
Entonces, una el sonido de una cachetada, resonó por toda la cabaña.
-Eres un idiota.- gritó la mujer furiosa, y después la puerta se volvió a abrir.
-Discúlpenlos.-dijo el hombre que antes se nos disculpó.- Yo soy Kouzla, y ellos eran Öga orm y Måne.
-No pasa nada.- dijo Inuyasha.-Además, le estamos muy agradecidos por ayudarnos.
-Muchas gracias por ayudarme, señor Kouzla.
-No hay nada que agracerme, jóvenes. Solo hice lo correcto.- dijo tímidamente Kouzla. Su voz mostraba algo de vergüenza.-Kagome deberías de seguir descansando, y usted Inuyasha, cuídela bien.
Después, se abrió la puerta, y se marchó.
-¡Eh, espera!...- exclamó Inuyasha.
-¿Qué pasa, Inuyasha?- le pregunté asustada.
-Yo no dije nuestros nombres....
-Inuyasha, ¿tú no le has dicho nuestros nombres?
-No, claro que no se los he dicho.
-Entonces, ¿cómo es que lo sabían?
-No lo sé...- dijo Inuyasha.- Pero se comportan como si escondiésen algo...
-Inuyasha, tengo miedo... ¿qué son ésas personas?...