LUDICOLOLas canciones calman las penas Parece que esta vez el baile no va a funcionar. Nunca he visto a mi entrenador tan triste y, lo peor, es que no sé por qué. Nunca ha sido así, al contrario, por lo general es él quien me anima cuando yo ando cabizbajo. Suele cantar junto a Maractus cuando yo pierdo alguna batalla y así, al ritmo de las sonajeras de ella y de su estrepitosa voz, logran reponer mi ánimo y mi moral. Esta mañana me sorprendió, al salir de mi pokébola, que nos encontráramos en su casa. Hace mucho tiempo que no nos encontrábamos acá, al menos hace unos dos meses, cuando ganamos un campeonato en Hoenn y vinimos a celebrar con la familia. Está sentado y llorando frente al lago que está a unos pasos de la casa. Creo que nunca lo he visto llorar siquiera, por lo que me siento en el deber de devolverle la sonrisa, como tantas veces él lo ha hecho conmigo. Intento improvisar algún baile, intento sonreír lo más fuerte que puedo, pero no hay caso, él ni siquiera me mira ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Por qué se encuentra tan triste? No me gusta para nada verlo así. Hasta intento cantarle, pero eso solo parece entristecerlo más. Quizás Maractus podría ayudarnos, tal vez si ella hiciera sonar sus sonajeras él se pondría más contento, digo, después de todo ¿Quién no se alegra con un poco de música? Hace tiempo que no la veo. Desde hace un tiempo ando con una racha de buena suerte y, como no he perdido batallas recientemente, no he necesitado ningún baile últimamente. Vamos, entrenador, saca a Maractus para que bailemos juntos, sácala para que cantes y seas feliz. Intento meter mis manos en su bolsillo para poder alcanzar la pokébola de Maractus, pero él se pone a llorar y me las toma con las suyas. Parece que quiere decirme algo, pero no puede ¿Sucede acaso algo con Maractus? Trato de interrogarlo con la mirada, pero me esquiva. Esta vez no me ha sacado por una batalla, entonces ¿Por qué no está Maractus con nosotros también? Siempre que estamos en casa cantamos canciones junto al lago, pero ahora solo estamos yo y él. Me mira por fin a los ojos y las palabras se le anudan en la garganta. "Maractus no volverá", le escucho decir lejano, como viniendo de otro mundo. Entonces ya no quiero bailar, ya no quiero cantos tampoco. Me siento, silencioso, al lado de mi entrenador y siento como el toma mi mano. Yo no puedo hacer otra cosa que mirar hacia el lago dónde cantamos tantas canciones, donde bailamos tantas alegrías. No sé qué pasó con mi amiga, pero ya habrá tiempo de averiguarlo. Entrenador ha comenzado a cantar. Su estrepitosa voz entona una triste canción a mitad de la tarde; en el fondo del lago se reflejan las nubes en arrebol y yo solo observo el tiempo pasar. Quizás no todas las canciones son para bailar, pero todas sirven para calmar las penas.
==Veo que mi pana publicó al fin el relato que le valió el primer lugar de la competencia en que participamos== "Súper :) seguro será una obra maestra. ¿Qué? ¿Cero comentarios? Tendré que inaugurar xD" ==Observo la poca cantidad de palabras y además de que está todo apelotonado== "What? No parece una fórmula ganadora :/" ==Leo la primera mitad== "Bueno, esto es un poco triste, pero de todas maneras no veo nada que me despierte interés..." ==Llego a la parte en donde se implica que Maractus ha muerto== "No... ¡Nooo! ¡¡CONCHETUMAREEEEEEEEE!! ;O;" Ahora entiendo cómo ganaste n__nU. En serio, es un hermoso relato... y el trainer en sí es un músico talentoso en batalla n__n. Además, me gusta que hayas conseguido un poke de Unova para competir en una liga de Hoenn. ¡Factor sorpresa, bitches! xD Me gustó mucho tu historia y le hubiera puesto el 10 perfecto n_n A ver qué más te animas a publicar a futuro xP ¡Mucha suerte, manito! :D
Vaya, un fic centrado en los sentimientos y emociones de un pokémon… esto realmente es nuevo, ¡y muy genial de leer! Me ha gustado mucho la historia. Es original, interesante, y muy trágica… soy una fanática del drama y el angst, por lo que te imaginarás que este fic me ha atraído enseguida. Gosh, ¿qué tiene la gente con matar a los Maractus? Es el segundo fic que leo donde uno de estos pokémon muere… ¡pero si ellos son muy buenos y súper monos! Demasiado adorables para este mundo tan cruel, supongo (? Sin embargo, debo admitir que, aunque la trama en sí está muy buena, el cómo has estructurado el fic me ha dificultado muchísimo la lectura. ¿Todo en un único, gigantesco párrafo? No, no debería ser así… si dividieras tu historia en varios párrafos, verás que no sólo quedará más prolijo y fácil de leer, sino que además resulta más efectivo lo que escribes cuando uno no viene leyendo todo de corrido y forzándose a leer todo a la vez, sin tiempo para la pausa que nos da pasar de un párrafo al siguiente. No es un detalle menor; tenlo en cuenta para futuras historias, por favor, ¿sí? :3 En cuanto a ortografía, ahí debo decir que no hay nada que criticar; no he visto ni un sólo error ortográfico. Lo que sí no quería dejar de mencionar; supongo por lo que pones en el título que el narrador de esta historia es un Ludicolo, pero… en el fic, no hay mucho que evidencie esto. Poner el nombre del pokémon al menos una vez en la historia habría aclarado esto para el lector; sé que lo pones en el título y eso, pero la idea es que la historia hable por si sola sin necesidad de aclarar, ¿se entiende lo que digo? No quiero sonar mala, pero son cosas que no puedo evitar señalar XD Dicho eso, creo que has hecho un muy buen trabajo en este fanfic, me ha gustado mucho leer sobre este entrenador, sus dos pokémon y este final tan trágico que han tenido… la oración final lo es todo porque es tan cierto <3 ¡Saludos! Nami.
Quiero asumir que la idea de tenerlo todo en un sólo párrafo es la de que todo ha sucedido en un solo acto, algo como "pasó y no hay tiempo de hacer algo más que aceptarlo"... pero tampoco es que sea demasiado versada en el asunto. Lo que si es que, a modo meramente personal, creo este tipo de historias que implican la muerte de un personaje sí requieren ritmos más pausados para captar las emociones, como en esta parte: Entonces ya no quiero bailar, ya no quiero cantos tampoco. Creo que ahí hubiese sido un buen momento para hacer una separación, inclusive dividir la frase para darle más peso a las palabras; poner una ruptura como la que ha tenido el corazón de Ludicolo y marcar ese momento de transición. Igualmente en la última frase, hacer sentir que esas palabras no son tan sólidas como el párrafo en el que se encuentran y que son un consuelo que el viento se puede llevar. Pero hablemos de lo que la historia es y no de potencialidades. Al igual que Nami en el fondo me gustan las historias bien Angst que me truenen el corazón, aunque no encuentro tan extraño que el relato sea centrado en el pokémon, de hecho en la mayoría de los que he leído de este tipo es que el entrenador se muere ;__; y sí, está tronador el hecho de que Ludicolo no sólo perdió a su compañera sino que con ella se fue la llave que los hacía a ambos felices en los momentos difíciles, es como esa imagen de un payaso deprimido. Feels para todos!
