Seguía sentado...triste...se me acercó otro... Un smoochum, lentamente me giré hacia el y se fue asustado
Me encaminé de nuevo a la ciudad No me lo creía, ¡Un Snorunt!--¡Te atraparé Snorunt!-- Saqué de mi pokeball a Torchic, el cual le hizo ascuas, el Snorunt se resistió, pero otra ascuas de Torchic le dejó débil, aproveché y le lancé una pokeball, después de dar 3 toques se atrapó —¡Si, tengo un Snorunt!—Dije eufórico Introduje a Torchic en su pokeball y después de mucho caminar, llegué a Ciudad Barniz
Doddy aterrizo en el lago y casi se resbala—Cu-cuidado Doddy—le dije mientras me bajaba de el y lo regresaba a su pokeball—hace mas frio...de lo que recordaba—dije mientras me ponía a caminar por el lago en busca de un pokemon.
Seguí caminando sin éxito del pokemon que buscaba —Vaya, no los encuentro—dije en un suspiro y Poli salio de su pokeball para hacerme compañía y ver donde el vivía—Bueno, ayúdame a buscar—le dije sonriendo y este asintió.
—Agh...¿no encuentras nada, Poli?—le pregunte sonriendo levemente al pokemon, el cual niega y yo suelto otro suspiro—se esconden bien--dije antes de ver a una especie de disco de hielo ir hacia mi--¿Q-que?--Poli me empujo haciendo que el ataque no me diera-- Es un Sneasel--dije al ver al pokemon, me puse de pie y este me intento atacar otra vez--eres agresivo--dije levantando una ceja, y agarre una pokeball--bueno, veamos que tanto lo eres--le dije antes de lanzar la pokeball pero este la esquivo y volví a lanzar otra--y rápido--lance otra pokeball que esta vez atino--genial..
Tras capturar al Sneasel me puse a caminar a ver si encontraba otro pokemon—Bueno, sigamos buscando Poli—le dije sonriendo y este asintió, segui caminando cuando escucho un sonido como si algo estuviera corriendo hacia mi-- ¡Que rayos!-exclame al ver aun Piloswine correr hacia mi y hacer que me diera contra un arbol-- Mi espalda...--dije antes de ver al Piloswine el cual me empieza a lamer--...¿Gustas venir conmigo, grandote?--le pregunte sonriendo. --¡Pilo!--exclamo, supongo que es un si por lo que saque una pokeball y lo capture--genial...te llamaras "Pilo"
A la final pude encontrar uno, le tiré la PokéBall y lo atrapé —¡Listo, segundo destino, Arboleda Lápiz!
Punto de aterrizaje completado. Sin más a buscar a mi Eevee. //Flashback// Luego de la menuda sorpresa de Mimi me largue de la ciudad al Volcán de Barniz para entrenar un poco resistencia con mis pokémon. Todos muy cansados ya no decidimos recostar en el ardiente lugar donde hace poco luchamos con un gran Volcarona. *** Al momento de retirarme y regresar uno por uno a mis pokémon en sus balls sólo quedo una pequeña Eevee. Apunté en su dirección con la esfera que le correspondía a lo cual ella negó con su cabeza comenzando a correr hacía la ciudad. Luego de seguirle la pista terminamos aquí en el lago helado. //Fin del Flashback// — ¿Dónde crees que se encuentre? — Le pregunté a un friolento Swellow. Él pokémon simplemente grazno empezando a entrar más adentro del lago.
Finalmente logré encontrar a la pequeña Eevee. Ésta al verme sé acerco subiendo a mis brazos y apuntando a una pequeña cueva que se encontraba al fondo del Lago. — ¿Qué hay ahí?— Le pregunté. Sin más me dio una lamida en la mejilla.— Supongo que de verdad quieres ir allí..pues entonces a por ello.— Dicho esto comencé a correr en dirección a ese pequeño lugar.
Ya en la cueva sólo una piedra se encontraba en medio. A esta misma Eevee corrió hasta hacer contacto con ella, entonces el brillo comenzó: La luz terminó con un Eevee creando a una hermosa Glaceon la cual acerco su presencia a mi y lanzó una Ventisca al cielo. — ¿Eso era?— Sonreí.— Querías la evolución...— Le acaricié comenzando a salir de la cueva seguida de ella.
Llegé a el Lago, donde el clima hecho Granizo parecia una eternidad... —Brr, almenos no tengo tanto frio..—murmuré, ya que almenos tenia un abrigo con cual no hacerme una paleta helada...Me era algo difícil ver en tanta nieve y granizo, aunque cerca de allí, se veía una sombra algo familiar, almenos un conocido—¿A-Alpha? ¿E-Eres tu?—grité levemente.
Entre tanta nieve, granizo y un helado viento logré escuchar una voz levemente aguda la cual me llamaba. — ¿Quién es?— Pregunté con un leve grito.— ¿De dónde me conoces?— Volví a hablar sin saber quien me llamaba.