-- Por Liza ¿no?-- le comente seriamente-- vi como ella te miraba, se que esta enojada contigo, pero siempre tienes que levantarte luego de una caida...los humanos somos los unicos que nos tropezamos con la misma piedra dos veces-- dije-- aun asi no aprenderemos, pero con el tiempo lo haremos en algun momento-- agregue
--Yo lo se Alpha... lo que me confunde es que se enojo solo porque me negue a pelear con ella, no puedo hacerle daño....-- exclame mientras una fuerte rafaga de aire frio pasaba.
--Y porque me sigues? que quieres de mi?....-- pregunte extrañado mientras bajaba la mirada --Eh venido aqui a entrenar y hacerme mas fuerte...-- exclame aprentando los puños.
--Pues ya lo haz hecho Alpha, gracias pero esto lo tengo que pasar solo, volvere cuando me sienta preparado....--
--Y si vamos al Volcan Barniz? invoquemos ese pokemon del que tanto hablan....-- exclame decidido, al parecer necesitaba un verdadero reto para sentirme mejor.
--Volvere a Ciudad Oleo... buscare a Liza-- exclame mientras montaba en Flygon y salia volando a alta velocidad.
(I'M BACK <3) Caminé tranquilamente, observando el paisaje. Nubes cubrían el cielo azul, blanco por todas partes. Me gustaba mucho el frío pero el lago ya me estaba aburriendo. Miré alrededor por si había alguien allí, pero no, no se veía ni un alma. Sonreí. Haría el tonto solo para divertirme un rato. --¡Treecko, sal!--grité. Treecko estaba a mi lado, mirándome con incompresión--.Aish, tío, no me mires así, vamos a jugar un rato, ¿eh?--Tomé un poco de nieve y observé a mi pokémon--. Quédate así, ¡haré una escultura de ti! Y comencé mi labor.
(Todos me aman, lo sé [?] Todavía no hago los 10 posts, esperen xDDD) Terminé la escultura rápidamente, pues Treecko se estaba enojando de estar quieto tanto tiempo. Miré mi obra de arte y me dieron ganas de vomitar. Era un asco. La cabeza estaba totalmente deformada, parecía una mezcla de Solosis y una hamburguesa. ¿En serio era tan fracasada en el tema de hacer arte? Suspiré resignada; definitivamente me dedicaría a los pokémon y no a la escultura.
--¡Ay, Treecko, que me haces daño!--Dije riendo . Estaba tirada en el suelo, con la blanca nieve sobre mi cara y un pokémon saltándome en el estómago--. ¡Te juro que eres lindo solo que la escultura me salió horrenda!-- Treecko me golpeó en la cara con su cola. Solté una maldición y me levanté, sacudiéndome la nieve--. Ay, me dejaste doliendo,. Tomé mi mochila y revisé en busca de un espejo. Encontré uno y me observé en él, lo que vi no me gustó: ¡tenía la nariz morada!
--Ah, Treecko, eres tonto, ¡mira cómo me has dejado!--Sollozé agarrando mi pobre nariz--. ¡Parezco un payaso emo! Treecko solo me observó. En sus ojos bailaba la risa; lo fulminé con la mirada y pronuncié:--Ya que te tanto te ríes y se ve que tienes ganas de gastar energía, ¡vamos a entrenar! Tomé un poco de nieve y comencé a construir pokémon. Quedaron horrendos, como era de esperarse, pero servirían.
Camine hasta llegar a un extremo del lago y lograr visualizar a una chica con un Treecko, simplemente me sente a lo lejos para observarla.