Liza White Descender en aquella urbe después de tantos meses hizo que cierta oleada de nostalgia recorriese mi memoria. Me perdí, observando cada rincón, cada zona, cada recoveco ahora que ya no me eran desconocidos como en un principio lo fueron, y si no hubiese sido por el suave aleteo de advertencia que Togekiss realizó para avisarme de nuestra llegada, hubiera permanecido así por mucho más tiempo. Me disculpé, acariciando su lomo mientras descendía con cuidado hacia el suelo, y agradecí su esfuerzo de traerme hasta aquí con el mayor cariño posible. Jamás podría agradecerle en su totalidad toda la ayuda que me había brindado hasta entonces. En seguida localizamos el laboratorio, como si fuese ya imposible olvidarnos de él, y nos adentramos después de devolver a los pokémon a sus pokéballs. Ciertamente, estaba nerviosa. Era como si estuviera reviviendo aquella escena en la que me fue otorgado un pequeño Oshawhott de mirada inquieta. Aunque aquellos pokémon tan solo fueran algo temporal. Demasiadas emociones en un sólo instante. —Buenas, profesor. ¿Está por aquí? —alcé mi voz para tratar de ser escuchada, mientras recorría el lugar con la mirada. Respiré hondo y volví la mirada hacia Dante, aguardando la llegada del hombre. Contenido oculto GalladeLucario Nekita
—¡Buenas, chicos! Dos más que se apuntan a la aventura de Udan, ¿eh? Os contaré todo lo sucedido, por si acaso... Tras el relato de siempre en que Abeto explicó con todo lujo de detalles lo sucedido, éste les entregó a ambos entrenadores un pokégear, y frente a Liza y Dante se colocaron los tres iniciales de Alola, deseando ser escogidos. —Bueno, y ahora, ¿qué? ¿Cuál escogeréis para vuestro viaje a Udan? —¿Cuál... escoger? —¡Muy bien, Maji! —felicitó al extranjero el profesor.
Dante Miles Liza fue la primera en llamar al profesor Abeto para comunicarle que dos personas más se sumaban a lo de la nueva región y unos segundos después apareció el profesor seguido de un hombre que no reconocía, pero... si debía imaginar, debía ser el que había proporcionado los datos de la nueva región y los pokémon porque dudaba que esos datos hubieran aparecido de la nada. Dejando de lado al misterioso señor, el profesor nos puso al corriente de todo lo que estaba pasando para después entregarnos un objeto nuevo (el cual guardé casi de inmediato en mi mochila) y además tres nuevos pokémon se habían posicionado frente a nosotros, sonreí sin poder evitarlo y miré a cada uno, los tres eran lindos pero... yo siempre había preferido los tipo fuego así que lentamente acerqué mi mano al gato de fuego, Litten y lo tomé en brazos, acariciándolo un poco. —Creo que me decanto por este pequeño...—respondí mirando al profesor y a Maji, ahora solo quedaba esperar a que Liza escogiera su nuevo compañero para este... curioso viaje.
Liza White Le dediqué una pequeña sonrisa a Maji, enternecida, desde luego el extranjero estaba haciendo un gran esfuerzo por aprender nuestro idioma. Toda la historia en sí me resultó muy interesante, pero desde el momento en el que el profesor nos tendió la bolsa de pokéballs y nos dio vía libre para escoger nuestra elección, dejé de pensar en ello. Escoger iba a ser difícil. Litten, Rowlet y Popplio, los iniciales originarios de Alola. Me agaché junto a algunos de ellos, fascinada, mientras estos correteaban por el laboratorio. Jamás había visto pokemon así. El tipo planta era una especie de buho muy tierno, giró su cabeza mientras me observaba, con ojillos curiosos, e intenté imitarle entre risas. Un pequeño gato negro se paseó entre mis piernas, y antes de tratar de tocar su pelaje estornudó, chisporroteando pequeñas ascuas a través de él. Ahí entendí que se trataba del tipo fuego. Por último, una especie de foca o león marino se encontraba haciendo malabares con un par de pokeball vacías, y le admiré sorprendida. Estos starters eran de lo más curioso sin lugar a dudas. ¿Cuál escoger? Pero no era yo quien debía hacer esta elección, no. Por el brillo en sus miradas, sabía perfectamente quien sería mi nuevo compañero. Aquella que me atendió con verdadera emoción, aquella que sabía que sería su elección. Me acerqué hasta ella y la tomé en brazos, ilusionada. Popplio usó sus aletas para estrujarme las mejillas en un gesto cariñoso, como si de su propio saludo se tratase. —Encantada de conocerte, Umiko —sonreí, y acerqué mi frente hasta la suya. La pequeña pokémon, pues el profesor me aclaró su género, exclamó con alegría ante el nombre que le había otorgado—. Bienvenida al equipo, estoy segura de que lo pasaremos en grande. Así la tomé entre mis brazos, y me acerqué hacia Dante y el profesor. —Listo, creo que la decisión ya está hecha. Contenido oculto Y así es como el pobre Popplio no quedó en el olvido <3
Mimi Honda Me sorprendió ver que la puerta estaba abierta, así que me asomé ligeramente y eché un vistazo curioso al interior. —¿Profesor?— llamé—. ¿Se puede...? Soy Mimi, Effy me habló de su mensaje... Contenido oculto Post cortito, que me tengo que pirar (?
—Hola, eh... —el que la recibió fue un tipo descamisado, que parecía tenso al hablar—. Soy Maji. Yo, hum, estoy usando la caja cuadrada para hablar contigo, y... el profesor no está. Me ha dicho que te diga que tienes que ir a Udan a unirte con los demás y que, bueno, escojas a uno de estos pokémon y... vayas al heli, ehm... ¿h-helicróctero?, algo así, en la Pradera Arte. E-Eso es todo, hmpf. Maji no parecía nada contento de que lo hubiesen dejado solo. Aún seguía mirando a su alrededor, a toda la maquinaria, con extrañeza, y cuando le ofreció el pokégear a Mimi, lo hizo como si fuese una bomba de relojería de la que tenía que deshacerse. En todo caso, mostró a un Rowlet, Popplio y Litten, todos delante de Mimi, para que ésta escogiese a uno de ellos como compañero en Udan.
Mimi Honda Pero el profesor no estaba allí. Me llevé una gran sorpresa al ver a un tipo alto y robusto sin camiseta en su lugar. Tenía aspecto de isleño, como el que se esperaría de un naúfrago o una persona que poco contacto había tenido con la civilización. Piel morena, barba... ¿se trataba entonces del tipo misterioso que encontró Effy de camino al faro? —Hola, eh... —decía, hablando con lo que supuse sería un dispositivo traductor—. Soy Maji. Yo, hum, estoy usando la caja cuadrada para hablar contigo, y... el profesor no está. Me ha dicho que te diga que tienes que ir a Udan a unirte con los demás y que, bueno, escojas a uno de estos pokémon y... vayas al heli, ehm... ¿h-helicróctero?, algo así, en la Pradera Arte. E-Eso es todo, hmpf. —Oh— fue lo único que alcancé a decir—. Es... es un honor, Maji. Como dije yo soy Mimi. No creo que me tome mucho tiempo. Tomé el pokégear— tenía un aspecto terriblemente parecido al teléfono móvil que destruyó ese Bronzong en el Monte Corona— y me volteé en dirección a la maquinaria que ocupaba el centro de la sala. A los pies de esta, había tres curiosos pokémon. Como no los conocía y tenía que escoger uno, usé a Dex para que me diera una explicación de cada uno de ellos. No pude evitar ver como Maji saltaba asustado al escuchar la voz impersonal de la pokédex. —Rowlet, Litten y Popplio— comunicó esta— Iniciales del archipiélago de Alola. Rowlet, tipo planta. Este Pokémon surca los cielos con sigilo, acercándose a sus adversarios sin hacer el menor ruido y sin que lo detecten para asestarles potentes patadas. Puede atacar a distancia gracias a las hojas de sus alas, afiladas como cuchillas, este movimiento conocido como follaje es su principal ataque. Rowlet. Bien. Ese era el que había escogido Effy... ni muerta escogería el mismo pokémon que ella. —¿Qué me dices de ese de ahí?— pregunté señalando a la criatura de aspecto felino que, en estos momentos, se hallaba acicalando su pelaje. —Litten, tipo fuego— explicó el aparato—. Su pelaje es muy graso y altamente inflamable. Litten se lame para acicalarse y luego prende las bolas de pelo que se forman en su estómago para atacar a sus enemigos. Es un pokémon lógico y apasionado que no pierde nunca la calma y jamás muestra sus emociones. Había algo en ese pokémon que llamaba poderosamente mi atención. No sólo el hecho de que fuese lindísimo y su pelaje perfectamente acicalado brillase bajo las luces del laboratorio. Me gustaba. Así que me agaché para ponerme a su altura. —Hola, pequeño— saludé—. ¿Te parece que yo sea tu entrenadora? Es todo un honor estar en mi equipo, así que deberías sentirte afortunado. Me miró. No parecía demasiado contento con mi presencia. Se veía desencantado de todo, sus ojos entrecerrados eran serios y serenos, pero.... Yo fruncí ligeramente el ceño, contrariada y él... ¡Ah! ¡Me sacó la lengua! ¿Pero qué...? —¡Oye!— le espeté—. ¡Eso es grosero! ¡Se supone que los de tu especie no muestran emociones! Mukka, como tenía pensado nombrarlo, se limitó a apartar el rostro con disgusto. Hizo ese gesto que yo solía hacer con marcado desdén e indolencia. ¿De verdad estaba pasando esto? ¿de verdad estaba...? Luché por mantener la calma. Traté con todas mis fuerzas de serenarme. ¿Qué caso tenía discutir con este díscolo pokémon, verdad? Debía mantener mi temple... si íbamos a pasar mucho tiempo juntos a partir de ahora, más me valía que hiciéramos buenas migas. De modo que aclaré mi garganta en un intento por serenar mi genio y empezar de nuevo toda esta presentación. Traté de sonar amable. Traté de ser cordial. Simpática. De verdad que lo intenté... pero sonreí forzadamente en una mueca que apenas si llegaba a ser sonrisa. Camuflar mis verdaderas emociones en esta situación parecía una misión imposible. —M-Mukka...— intenté de nuevo—. Tenemos que llevarnos bien a partir de ahora, ¿si? Yo solo quiero ser tu amiga. La única respuesta del pokémon fue ignorarme mientras empezaba a acicalar calladamente su lustroso pelaje. Se pasó la pata por la cabeza y las orejas mientras se la lamía para limpiarse. ¿También me iba a ignorar? Cuando fui consciente de que para aquel pokémon yo era mas insignificante que un Joltik, estuve a punto de montar en cólera. Milagrosamente no lo hice. Mi expresión cambió por completo cuando me incorporé de un salto de suelo. —Bien, ¿conque esas tenemos, eh?— dije—. Si no quieres venir conmigo por las buenas, gato insolente... ¡tendrá que ser por las malas! Y lo tomé entre mis brazos, esperando un arañazo o salir calcinada... pero nada pasó. Se limitó a mirarme de reojo, nada más. Mentiría si dijese que no me sorprendió. Creí que me atacaría, estaba preparada para eso... pero ahora que lo pensaba Dex decía que los Litten eran pokémon desconfiados, serios y reservados y que costaba ganarse su confianza. En cierto modo comprendía su reacción. Bueno, era todo un reto, como ya lo fuese Akio, el Bisharp que capturé en Calle Victoria... no podía decir que no me gustase. Ya tenía a mi inicial, así que mi trabajo aquí estaba hecho. — Me quedo con este. Hasta pronto Maji. Y me despedí del isleño con toda la dignidad que pude después de aquella escena. Con aquel Litten en brazos, abandoné de una vez el laboratorio. Contenido oculto Porque llevarse bien con los iniciales es muy cliché *se acuerda de como se conocieron Pikachu y Ash* (??
Chad Redflame Tras la batalla contra Mike hice lo que Hubert me indicó y vine de inmediato al laboratorio del profesor Abeto, que aunque no haya conocido personalmente, por las historias que escuché de él parecía un viejo simpático (que es más de lo que puedo decir de mi abuelo). Bajé de Yveltal y lo devolví a su pokéball tras asentir con la cabeza en señal de agradecimiento. Lo primero que noté fue que las puertas del laboratorio ya estaban abiertas, como si nos esperaran. —¿Alguien en casa? —pregunté quitándome los auriculares de las orejas y adentrándome al laboratorio— ¿Profesor Abeto?
—¡Hombre, hola! —saludó el pelirrojo, el profesor—. ¿Otro holder que quiere ir a Udan? ¡Maji, hombre, saluda al chico! —Hmpf —Maji sujetaba el pokégear en sus manos, para que sirviese de traductor, con cierta desgana—. Hola. ¿Cuándo regresaré a casa? —Pronto, pronto. De momento —se dirigió a Chad, liberando frente a él a los tres iniciales—, ¡si vas a ir a Udan, antes necesitarás escoger a uno de estos pequeños para que te acompañe, además de llevarte el pokégear, por supuesto! Adelante, escoge al pequeñín que te acompañará en tu viaje.
Venusaur tuvo que entrar a la pokéball para que yo pudiese ingresar al Laboratorio. Si mal no recordaba ya había estado aquí antes, ¿o no? Los recuerdos eran volátiles y borrosos en la mente de un héroe, y así debían ser en mi mente si de veras quería ser uno. Ukitashi de Ciudad Lienzo, listo para ayudar al prójimo y tomarse una buena Frizz! en el proceso. —¡Profesor, estoy aquí para recibir mi misión!—exclamé con fuerza, como para hacer notar mi presencia. El laboratorio era un lugar más bien tranquilo y rodeado de objetos que podrían romperse con mucha facilidad. Natu, sobre mi cabeza, abrió uno de los ojos. Me alegró saber que mi fiel compañero seguía en su sueño místico de meditación y no había empezado a disecarse o algo por el estilo.—Algo sobre una nueva región y un asunto que necesita recaer en las manos más expertas y valientes de toda la región. ¡Dígame qué sucede prof! Contenido oculto GalladeLucario
Abeto sonrió ampliamente al verle. —¡Ah, ah, bienvenido! Otro holder más que se apunta a la aventura udiense. >> No sé si estarás enterado de lo sucedido, ¡pero allí en Udan hay varios compañeros tuyos que seguro que querrán informarte con detalle! En todo caso, debes tomar este pokégear, con el que no sólo podrás comunicarte conmigo y otros holders allí (dado que la pokédex no funciona en esas tierras), ¡sino que, solo teniéndolo cerca, el aparato servirá como traductor! >> Dirígete a la Pradera Arte y allí podrás tomar un helicóptero que te dejará directamente en la Playa del sur, ¡de ahí podrás ir al norte y comenzar la aventura por Udan! En Ciudad Mkuu espera Chuma, un buen amigo nuestro, él está enterado de lo sucedido: te dará ropas y demás, lo necesario para moverte por allí sin levantar sospechas, ¡recuerda que los udienses no saben que existe gente de fuera, y no deben saberlo! >> Oh, y casi lo olvido... no podrás llevar a tus pokémon, pero eso no es problema. Te daré uno de estos pequeños para que te acompañen, ¡Maji, el tipo que encontramos desmayado aquí en Galeia procedente de Udan, logró salir de su isla por algún motivo y llegó a Galeia con una bolsa llena de pokéballs! Ese es uno de los misterios que debemos aclarar, ¿de dónde sacó tantas balls si allí en Udan no las utilizan? >> En fin, ¡la decisión es tuya: Rowlett, Litten o Popplio?
Abeto fue breve y conciso en un primer momento. Asentí a todo lo que me dijo con la cabeza, como esperando que terminase aún más rápido. Tras unas cuantas palabras de más, me ofreció este... ¿pokégear? —Muy agradecido— Recibí el extraño aparato sin rechistar pues seguramente habría otro momento para resolver dudas acerca de cómo funcionaba esa cosa. Lo siguiente lo sentí más importante. Pradera Arte y luego un día en la playa. Nada que un héroe como yo no pudiese hacer. ¿Dónde estaba esa Pradera? El profesor siguió blablablá. Sentí, a estas alturas, que nunca acabaría: Un tal Chume, estadounidenses, ropas y trivialidades similares. Todo esto debía tenerlo preocupado para dejarlo en manos de más de una persona: Casi al final comprendí que no era el único metido en esto. Otros holders ya estaban en este nuevo territorio llamado Udan. Mientras Abeto finalizaba con detalles no pude evitar pensar en Dante y todos mis amigos, tal vez sería grosero de mi parte solo aparecer así de la nada. Solo quería ser recibido con los brazos abiertos. —Espera... ¿cómo dijo?— Eso último me había llamado la atención. Había un misterio en todo esto, ¿eh? Pokéballs que surgen de la nada, la imposibilidad de poder usar a mi equipo Pokémon (muy bien entrenado ahora, por cierto). Tal vez se trataba de otro equipo malvado u otro legendario que amenazaba la paz.— Ya veo Profesor, ya veo. No se lo negaré, escuché todo lo que dijo atentamente y es realmente preocupante. Pero le ruego confíe en mí, ahora mismo partiré en busca de respuestas. Entonces, le di una sonrisa de despedida, no sin antes notar que me mostraba una bolsa llena de pokéballs. Estaba muy de prisa por lo que evité meditarlo mucho y tomé una al azar. Exclamé "¡Muchas gracias por esto profesor!" mientras me llevaba, sin acaso saberlo, la pokéball de Litten, el inicial de fuego.
Chad Redflame. Nos recibió un viejito pelirrojo que rápidamente identifiqué como el Profesor Abeto por la bata de laboratorio. Estaba acompañado de un hombre que se identificó como Maji, aparentemente extranjero. Una vez el profesor me había puesto al día, había llegado el momento de elegir: Rowlett, Litten o Popplio. Fósforo miraba a los tres iniciales con seriedad, como tratando de determinar la fuerza que poseía cada uno con una simple inspección visual. Estos pequeñines eran desconocidos para mí, era la primera vez que veía a esos pokémon y visitar el lugar de donde provenían me parecía una experiencia única. Sin poder decidirme a cuál llevar conmigo, le consulté a mi inicial. —¿Qué me dices Fósforo? —pregunté con los brazos cruzados y una mano en la barbilla. Parecía que el Blaziken iba a responder de algún modo, pero lo interrumpí repentinamente por una ocurrencia que se me vino a la mente. >>Dejémoslo al azar, ¿sí? A ver... de tín marín... ¡Ay! El pequeño gatito de fuego había mordido mi dedo y se había enganchado a él sin mostrar intenciones de soltarlo. Fósforo pareció satisfecho por el mordisco que yo había recibido y asintió repetidas veces en señal de aprobación. —Supongo que el pokémon eligió al entrenador esta vez, ¿eh? —dije tomando al minino por debajo de las patas y mirándolo con una sonrisa. Éste me devolvió la mirada con el ceño ligeramente fruncido y apartó la mirada. *** Una vez me despedí del profesor Abeto y Maji, saqué a Yveltal de su ball y lo montamos, despegando sin perder el tiempo con rumbo a la Pradera Arte. Con Fósforo a mis espaldas y Litten en mi cabeza, llegaríamos en menos de lo que se vence a un Magikarp.
Steve Stone La puerta del lugar estaba abierta. Era como un gesto de bienvenida, de que te estaban esperando. ¡Y eso era asombroso! Nada mejor que empezar con el pie derecho, dicen por ahí. Al dar los primeros pasos en el laboratorio, tuve que morderme los labios para controlar mi desbordante emoción. ¡De verdad se sentía como empezar de nuevo! Que nostalgia me daba, pero nostalgia de la agradable... Era la misma ilusión, la misma esperanza soñadora por iniciar un viaje y esperar con optimismo el montón de sorpresas que están por venir. Se estaba presentando la oportunidad, y no podía dejarla de lado. —Profesor Abeto, ya estoy aquí —afirmé, feliz.
—Oh, ¡otro más! —exclamó Abeto, sonriente—. Me alegro de verte, joven holder. ¿Vienes para embarcarte en Udan, verdad? ¡Adelante, adelante! Solo tienes que elegir uno de estos tres simpáticos acompañantes: ¡Rowlett, Litten y Popplio! Y una vez que lo hagas... podrás tomar mi helicóptero en la Pradera Arte. ¡Ah, asegúrate de llevarte este pokégear, servirá para comunicarnos y como traductor! Busca a un tal Chuma en ciudad Mkuu al llegar, él está enterado de vuestra situación y os ayudará... y, si ves a Maji, ¡salúdale de mi parte!
Steve Stone El profesor Abeto me invitó a pasar, y me llevó hasta una pequeña mesita donde estaban tres simpáticos pokémon posando: un serio gatito negro con naranja rojizo que se encontraba lamiendo sus patitas; una alegre y activa azulada, dedicándose a aplaudir y a hacer grander burbujas con su nariz. Y finalmente, un sereno búho con un corbatín de hojas, que estaba durmiendo hasta que notó mi presencia. Abrió lentamente sus ojitos y voló hasta mi hombro. Al observarme, giró su cabeza de forma chistosa, estaba como analizándome. Pero pasados unos segundos, esa curiosidad tomó un rumbo aún más positivo. ¡Parece que le agradé! Porque sonrió con total júbilo y me acarició la mejilla con su cabeza, haciéndome cosquillas. —¡Eres muy adorable! —exclamé, enternecido—. Creo que mi elección está hecha y fue completamente recíproca: ¿Vienes conmigo, Rowlet? —¡¡Row!! Sonreí con determinación, y dirigí una mirada al profesor para despedirme. Él ya me había dado las instrucciones y no había tiempo que perder. ¿Quién lo diría? Torchic de inicial, Piplup del huevo de Islas Artistas, Rowlet como acompañante para Udán... Parece que mi elección siempre va por los iniciales aves.
Nota: desde este momento, cualquier rolero podrá acudir aquí para aplicar a pokémon de Galeia los efectos únicos de pokémon de Udan: tanto la subida de puntos más allá de los 120, como la redistribución de puntos extra. En el primer post del tema tenéis los precios y demás. Esta zona, sin embargo, sigue siendo in-rol, tenedlo en cuenta.
Alpha Xenodis. —¡Viejo! Entré de inmediato por la puerta, teniendo una onigiri en cada mano. Evidentemente había pateado abierto la puerta con el pie, pues recién me estaba acomodando la zapatilla contra el piso. —¡Me han cortado el rollo para irme a U... U... Uwhat, sí! ¡Dijeron que necesitaba venir a pedirte un inicial y ahora mismo ya no puedo robarlo de nuevo!—Quizás hablé de más. Simplemente decidí meterme la que tenía en mi derecha completamente en mi boca, tardando en masticar e incluso metiendo sacando la botella de agua con tal de no morir ahogado. Pero qué bien sabían, ¿eh? Nadie me quitaba el placer ese. >>¡Vamos, siempre he querido andar en helicóptero! ¡Déjame elegir uno!
—¡Ah! —dijo Abeto, sonriente—. Sí, sí, genial, ¡puedes ir cuando quieras! Udan ya ha sido liberada, al fin, así que poco a poco se irá conociendo por la gente, pero... con todo, tienen sus reglas. Cuando llegues, ve a Mkuu; allí, un tipo llamado Chuma te contará las novedades y te dará prendas para vestirte adecuadamente y tal. ¡Y tienes que llevarte uno de estos pequeñines, sin usar pokéballs ni nada! Oh, y como allí no hay ondas de radio, toma este pokégear para comunicarnos; tu pokédex no funcionará bien allí. >> Y bien, ¿a quién de estos tres eliges? ROWLET: Planta/Volador (Equilibrado) Espesura: x2 movimientos tipo planta si los ps bajan de 1/4. Salud: 136/136 Fuerza: 105 Resistencia: 105 Agilidad: 1/1 (42 de Velocidad) Movimientos: -Follaje (25 Potencia, Planta (Base 20, +5 STAB)) -Picotazo (25 Potencia, Volador (Base 20, +5 STAB)) -Gruñido (-1o Fuerza rival) -Placaje (20 Potencia, Normal) LITTEN: Fuego (Ágil) Mar llamas: x2 movimientos tipo fuego si los ps bajan de 1/4. Salud: 90/90 Fuerza: 125 Resistencia: 80 Agilidad: 2/2 (70 de Velocidad) Movimientos: -Ascuas (40 Potencia, Fuego (Base 30, +10 STAB)) -Lengüetazo (20 Potencia, Fantasma) -Arañazo (20 Potencia, Normal) -Gruñido (-10 fuerza rival) POPPLIO: Agua (Equilibrado) Torrente: x2 movimientos tipo planta si los ps bajan de 1/4. Salud: 100/100 Fuerza: 120 Resistencia: 120 Agilidad: 1/1 (40 de Velocidad) Movimientos: -Destructor (20 Potencia, Normal) -Pistola agua (40 Potencia, Agua (Base 30, +10 STAB)) -Gruñido (-10 fuerza rival) -Ojitos tiernos (-10 fuerza rival, dos puntos de agilidad para esquivarse) (Usos: 5/5)
Alpha Xenodis. Aparentemente el profesor no se mostró enojado por saber que había robado su Charmander... Me salvé de una reprendida, bien. Entonces fue que me presentó a los tres iniciales. Observaban todos curiosos a quien podría ser su entrenador, o sea yo, Alpha. Difícil elección, ¿no? —Me llevo éste—Comenté antes de engullir la bola de arroz. Aparte había guardado ya la pokégear en mi bolsillo, por lo cual pude estirar mis dos brazos para coger al que iba a elegir. Lo alcé hacia arriba y lo miré con calma.—. Sí, éste me gusta. ¡Ir donde un tal Chusma, entendido! Y acelerado decidí salir del laboratorio para volar nuevamente. >>Muy bien, Litten, a por todos... ¡Y el viaje en helicóptero también!
