La voz de la experiencia. Sentiste su voz, alzaste la mirada, ella estaba allí. No necesitaste preguntar, sabías que siempre estaría junto a ti. Desde ahora y hasta siempre prometiste observar, dado que nunca más precisaste explicaciones que nadie era capaz de dar. Durante muchos años tuviste el privilegio de perdurar, contemplando cómo el mundo se marchitaba cada vez más y más. No te preguntabas el porqué, puesto que ya conocías la razón, tú sabías gracias a la experiencia que era culpa del mundo que la paz jamás halló. ¿Pudiste cambiar las cosas entonces? ¿Pudiste hacer algo por aquella simple ilusión? Muchos lo han intentado, tantos han perdido en la causa, pero todos sabían que era imposible remediar tan mortal canción.