Título: La virtud del egoismo. Autor: Ayn Rand Género: Ensayo/Filosofía Fecha de publicación original: 1961 Editorial: Grito Sagrado N° de páginas: 280. ISBN: 9789871239443 Sinopsis Entre 1933 Y 1982 Ayn Rand lanzó al mundo su filosofía Objetivista con una claridad de razonamiento que la convierte en una figura gigante de la filosofía. Su precisión y sencillez son singulares. Su sistema filosófico racional, basado estrictamente en la lógica y en la realidad, carece de contradicciones y resulta coherente con la naturaleza del hombre. Sus ideas enfrentarán al lector con un verdadero desafío. Dijo Ayn Rand: "La libertad y la razón son corolarios. Su acción es recíproca. Cuando los hombres son libres triunfa la razón, cuando los hombres son racionales la libertad se impone. La libertad intelectual no puede existir sin libertad política y la libertad política no puede existir sin libertad económica. Una mente libre y un mercado libro son también corolarios". Dado que el "egoísmo" es, en palabras de Ayn Rand, "la preocupación por el interés personal", todo ataque contra el "egoísmo" es un ataque contra el "egoísmo" es una ataque contra la autoestima del hombre. Contenido Introducción 1. La ética objetivista 2. La salud mental frente al misticismo y al autosacrificio 3. La ética de las emergencias 4. Los "conflictos" de intereses entre los hombres 5. ¿No somos todos egoístas? 6. La psicología del placer 7. ¿La vida no requiere transacciones? 8. ¿Cómo se puede tener una vida racional en una sociedad irracional? 9. El culto de la moral gris 10. Éticas colectivizadas 11. Los constructores de monumentos 12. Los derechos del hombre 13. "Derechos" colectivizados 14. La naturaleza del gobierno 15. Financiación del gobierno en una sociedad libre 16. El divino derecho al estancamiento 17. El racismo 18. El individualismo falsificado 19. La intimidación como argumento Opinión ¿Qué entendemos por egoísmo? Desde niños nos han enseñado las connotaciones negativas de esa palabra. El egoísta es aquel horrible ser que no se preocupa por los demás y es capaz de todo por lograr sus objetivos. Ser egoísta es malo. Es más, nos dicen que lo bueno es anteponer a los demás antes que nosotros, a dar la otra mejilla. Que 'los pobres heredaran el reino de los cielos'. Que hay que morir por la patria. ¿Qué pasaría, entonces, si alguien te dijese que no? Que tú vida es lo más valioso que tienes. Que tú felicidad es el fin último que debes perseguir. Que para vivir como ser humano debes usar aquello que te vuelve humano: la razón. En nuestra sociedad tal afirmación podría parecer una locura, lo cierto es que no lo es. Claro está, Rand empieza por dar un concepto de egoísmo lavado de prejuicios y tintes realizados por la moral religiosa y las corrientes comunistas: La preocupación por los intereses personales. Cuando nosotros damos algo de nosotros mismos por otra persona, regularmente es porque esa persona (amigo, pariente) nos importa. Cuando se trata de un desconocido solemos dar algo que no sea de un valor que esté por encima de nosotros, es decir, no damos todo nuestro sueldo al primer desconocido para que su familia coma en vez de que nuestra familia coma, ¿no? Pues buen, eso es ser egoísta. Rand también reconoce el egoísmo racional en contraposición a no usar la razón y emplear la fuerza por cumplir un capricho. También critica fuertemente al colectivismo y cómo la confianza de los grupos termina derivando en sus formas más temibles: el nacionalismo y el racismo. Personalmente lo considero un libro de lectura casi obligada se sea afín a las corrientes libertarias o no. El libro maneja un lenguaje relativamente sencillo de entender en contraposición con "Introducción a la epistemología objetivista" o "Filosofía, quién la necesita" y de paso es mucho más corto que sus obras "El manantial" y "La rebelión del Atlas". Éste libro condensa muy bien su manera de pensar y no se hace tan pesado de leer. De verdad que a más de uno le puede cambiar la vida.
Yo ahora estoy leyendo su novela Anthem, que recién me está introduciendo a la literatura filosófica de Rand, y eso porque me gustan las novelas distópicas de mediados de siglo pasado, aunque no comulgue del todo con sus ideas tan individualistas. Como todos los extremos, sus ideas aplicadas en política también han sido (son) nocivas. Seguramente continúe con esta recomendación, a ver qué tal.