Esta es la vida de Lucas. A nadie nunca le conté de mí, siempre intentaba sacar las conclusiones de todo. Por ejemplo: Cuando Jungwoo se iba, pensaba que se iba al mundo de Jungwoo y que no me quería llevar a mí. Luego comprendí que Jungwoo es sólo Jungwoo y no podría llevarme a todos lados. Sentía que era indestructible, así que quise darle mi alma a Aurora. Y luego me di cuenta de que ella no existe, sólo es un personaje ficticio. Quería ser serio y ser el dueño del mundo, pero la madurez vino y me di cuenta de que es más importante ser dueño de mi propio mundo y habitar en otro sin ser su dueño en realidad. Cuando papá se fue, pensé que era porque debía irse al mundo de papá y que no me llevaba con él porque no me amaba lo suficiente. Los años pasaron y comprendí que papá es sólo papá, y que el amor de mamá y papá no era lo suficientemente sólido para quedarse en el mundo de Lucas, en donde ambos siguen juntos y son felices junto a mí. Pensaba también que el mundo estaba hecho de abrazos, pero luego me di cuenta de que hay muchas espinas que lastiman, y que los abrazos son un tesoro que no puede ser entregado a cualquiera, sino a quien amas de verdad. Quería saber qué se siente volar, a qué sabe la emoción y de qué color está pintada la felicidad. Pero volar es sólo volar, la emoción es sólo emoción y felicidad es sólo felicidad. Nada tiene una importancia ahora, por lo menos no como cuando era pequeño. Las cosas cambian y Lucas sigue siendo Lucas. Con un poco de papá, con un poco de mamá, con algo de Jungwoo y una cucharada de madurez. Y antes pensaba que madurar era investigar una cosa, observarla por semanas, sacar conclusiones tal vez ilógicas, sacar un libro al respecto y hablar del tema como si fuera algo serio. Y es que yo sólo quería ser como aquel hombre de la televisión. Y comprendí al fin que él era sólo él, que todos sólo somos lo que somos y que no hay quien nos pueda igualar. No podemos ser el resto, pero podemos aspirar a serlo y encontrarnos a nosotros mismos en el camino, entonces decidiremos quedarnos a mitad de camino, pero con nosotros de compañía, y ya no vamos a querer ser el resto, sino nosotros mismos. Y es hermoso ser nosotros mismos. Es hermoso no ocultarnos nada cuando vemos en el espejo nuestro rostro. Es hermoso vernos y sonreír porque estamos satisfechos con lo que vemos, a aquella persona que creamos. Entonces me amo cobra sentido. Entonces abrazarme no se siente tan vacío y mucho menos extraño, mirarme en el espejo no se siente como si estuviera viendo a otra persona. Entonces tiene sentido sonreírme a mí mismo. Tardé mucho en comprender muchas cosas, pero jamás tardé en hacer mío el mundo de Lucas. Porque Lucas es sólo Lucas, que ama a papá, que ama a mamá, que ama a Jungwoo, que ama a sus amigos y por sobretodo, que ama a Lucas. Y esta es la vida de Lucas: el que ama sólo por amar.
No estoy segura si esto es referente a algún fandom o algún dorama o algo así que debo conocer para poder comprender del todo. No obstante, debo decir que me transmitió un sentimiento de tristeza, de nostalgia. Es sobre alguien que en cierta forma maduró, que al principio Lucas era un niño inocente y que poco a poco que iba creciendo se dio cuenta de la realidad. Aun así, me dio la sensación de que Lucas llegó a una etapa que deseaba ser como muchos, hasta que comprendió amarse a sí mismo, tal y como era, y amar a los demás por como son. O algo así. Lindo relato. Sigue así.
