de Inuyasha - La verdad reflejada en el espejo (SesshXKag)

Re: La verdad reflejada en el espejo (SesshXKag)

Lo prometido es deuda, aquí vengo con el siguiente capítulo ;) gracias por sus comentarios.

Decir que me encontraba nerviosa era poco, ella por el contrario estaba tan tranquila, siempre con una estampa de seriedad y belleza sofisticada, incluso lucía elegante mientras escribía en su cuaderno; yo a duras penas intentaba que mis torpes garabatos fueran legibles.

Dio un suave y lento suspiro, colocó el lápiz a un lado y retiró sus libros de la mesa, a los pocos segundos yo también terminé…

-Dime Kagome, ¿Cómo…?-Pero un leve golpeteo la silenció, a la habitación entró una mujer increíblemente hermosa, sin duda alguna era su madre por el enorme parecido, se acercó dando pasos lentos y glamorosos, dignos de una reina, Kikyo se levantó y ambas se saludaron con una reverencia.

-Bienvenida a casa, hija-Dijo la mujer con un tono serio y educado- Veo que has traído a una amiga.

-Ella es Kagome Higurashi-Respondió con frialdad-Estábamos terminando una tarea importante que nos asignaron hoy.

-Mucho gusto, Srta. Higurashi, mi nombre es Reira, es un placer-Dijo dirigiendo esta vez la reverencia hacia mí.

-El placer es todo mío-Dije con timidez-Muchas gracias por permitirme estar en su casa.

La señora sonrió levemente y volvió a hablar con su hija, no pude más que sentirme fuera de lugar, ambas estaban hablando una frente a la otra, sin embargo la frialdad de sus palabras armaba una barrera invisible entre ellas.

Tal vez son cuestiones de ética y modales, cosas que una chica corriente como yo jamás podría entender, intenté imaginarme al padre de Kikyo, de seguro era un hombre muy apuesto y con grandes modales; mi mente divagó por algunos segundos y los visualicé como la familia perfecta…Pero cuán equivocada estaba.

-Kikyo no seas tan terca-Replicó la madre intentando mantener el mismo aire seguro y cordial, incluso trataba de no mostrar expresiones en su perfilado y blanquecino rostro.

-No soy terca, madre-Respondió ella con la misma tranquilidad con que había empezado a hablar- Decidí que lo mejor era no molestarlo, sé que siempre está muy ocupado.

-Sigue siendo tu padre-Insistió la Sra. Reira, entrecerrando ligeramente sus ojos color chocolate-Sabes que el siempre tiene tiempo para ti, porque eres…

-La única heredera de la familia, el futuro de nuestro apellido, la próxima cabeza de los negocios-Dijo Kikyo, citando con un tono sarcástico pero serio, sus ojos empezaron a mostrar un brillo diferente, un sentimiento que llevaba guardado muy dentro de sí, y que probablemente no quería mostrar.

-Si tanto lo entiendes, ¿Entonces por qué no agradeces lo que tu padre hace por ti?-Le cuestiona la madre utilizando esta vez un tono recriminatorio- Solo queremos tu felicidad…

Creí que Kikyo respondería, pero no lo hizo. Bajó la mirada en señal de disculpa, dejando salir una pequeña sonrisa de frustración en su rostro; mi corazón se contrajo ya que nunca la había visto con esa cara antes. La señora Reira se retiró, Kikyo caminó hacia la ventana de su cuarto y contempló el cielo durante unos segundos, la brisa jugaba con su cabello y sus manos temblorosas se afincaban con fuerza contra el vidrio…Estaba llorando…

-Kikyo…-No supe que decir, caminé hacia ella pero me detuve, quizás no era lo mejor que me acercara.

-Muchas personas creen que este tipo de vida es divertido, las fiestas, los lujos, los carros costosos…Pero lo cierto es que, nada de esto me llena como persona.

Enjuagó sus lágrimas con delicadeza, pero las manos aún le temblaban, su rostro empezaba a ruborizarse por el llanto, al ver su reflejo en la ventana dio la vuelta y quedó nuevamente de espalda.

-Siempre ha sido así, ¿Sabes?, los modales, la actitud fría e impenetrable, en tantos años de vida nunca he recibido un grito o una bofetada. Pero tampoco me han abrazado, mis padres nunca se han sentado conmigo a almorzar, nunca hemos compartido un momento juntos…Nunca hemos hablado de otra cosa que no sea mi futuro…

Su voz se quebró, dando paso a una risa forzada, la piel se me erizó por completo. La Kikyo segura de sí misma que nunca reflejaba debilidad ante nadie estaba frente a mí llorando y tartamudeando como una niña pequeña. Entonces continuó con su relato…

-Entré en el instituto Shikon porque es uno de los más prestigiosos de Tokio, mi padre quiere que me convierta en una escritora y me especialice en ciencias artísticas…

-Pero eso no es lo que tu deseas…-Dije en un tono más afirmativo que interrogativo.

-Lo que yo quiera no les importa-Replicó con sequedad- Desde pequeña me han organizado la vida de tal manera que ya no es necesario planificar nada, todo es como ellos dicen, incluso deciden en mi vida amorosa…

Se produjo un silencio desgarrador, no me atreví a preguntar, ni siquiera a articular palabra alguna, ella me miró con desgana, sonriendo de forma desabrida y tratando de no derramar más lágrimas; lágrimas de odio, de frustración, de dolor…

Los Taisho son una familia muy acaudalada, el hecho de que yo lograra comprometerme con uno de los hijos del señor Inutaisho significaba mucho prestigio para nosotros…

-Quieres decir…que tu nunca lo…

-No al principio-Respondió tranquilamente-Antes de conocerlo me hice el firme propósito de odiarlo con toda mi alma, concentré mi frustración en Inuyasha e intentaba hacerle la vida miserable para que se cansara y me dejara de una vez…

-Nunca pensé que las cosas fueran así… ¿Pero por qué nunca le dijiste nada a tus padres?

-Yo deseaba con toda mi alma entrar al Instituto Shikon, pero mi padre no lo permitiría a menos de que viera que realmente tenía una relación “Estable” con Inuyasha. El comenzó a sospechar y me propuso que fingiéramos ser novios por dos meses, luego terminaríamos y de esa forma no podrían sacarnos de allí.

-Pero ustedes nunca terminaron…-Le dije totalmente confundida.

-Allí es donde tu entras a escena-Sonrió levemente al notar mi asombro- Todo empezaba de maravilla en el instituto, yo había hecho el introductorio junto con Inuyasha, y justamente el día que empezamos clases, te conocí, creo que recuerdas ese día mejor que yo…

-No podría olvidarlo aunque quisiera…-Le dije con el rostro reprimido en una mueca de sorpresa.

-Mi día era perfecto, y de repente llegas tu y cambias todo, Inuyasha no dejaba de mirarte, a pesar de que nuestro trato estaba a punto de acabarse, el me había pedido que no dejáramos de ser novios, allí me empecé a interesar en él pero no quería darle el gusto a mi padre ya que iba a pensar que solo me importaba lo mismo que a él: El prestigio…Pero inevitablemente me empecé a enamorar…

A medida que hablaba sentía como sus emociones eran más intensas, en un abrir y cerrar de ojos vi como la pila de libros y adornos, cuidadosamente arreglados en el mesón se venían abajo…

Por primera vez me miró con furia, su cuerpo temblaba de arriba abajo, se acercó y me sujetó de los hombros con fuerza, me llené de temor pero no dije nada, solo cerré los ojos, esperando que se desahogara…

-Antes de que pudiera darme cuenta, Inuyasha pasó a ser parte de mi vida, me odié a mi misma por no poder expresárselo con palabras, ¡Y te odié a ti por interponerte en el camino!-Gritó con desesperación mientras apretaba con más fuerza mis hombros- ¡Y aún ahora, sabiendo que la persona que cautivó al único ser que he amado está frente a mi observándome con lástima!, ¡Aún así no se qué hacer!...porque también me agradas, y no puedo odiarte a estas alturas...

-Entonces libera todo aquello que te oprime por dentro…Aunque sea gritándome o culpándome, estoy dispuesta a ayudarte a sentirte mejor…

Se dejó caer en el suelo, yo me arrodillé con ella y le ofrecí mi regazo para que llorara hasta que ya no pudiera más. Pero en ese momento supe que muchas cosas en su vida la estaban atormentando, pensar que se puede tener todo en la vida, excepto libertad…

-Lo lamento-Dije con profundo pesar-Lamento que tengas que pasar por esto…

-No es tu culpa…en el fondo lo sé…pero aún así seguiré llorando…

Dos horas después, me despedí de la familia de Kikyo, ella me dedicó una de sus típicas sonrisas; luego de calmarse me preguntó cómo se encontraba Inuyasha y me prometió que iría a verlo pronto. Nada había pasado, al darme la vuelta mi mente no dejaba de hacer la pregunta, ¿Realmente pasó todo lo que vi hace un rato?

Hasta aquí les dejo el capítulo, espero que les guste.

 

Re: La verdad reflejada en el espejo (SesshXKag)

Muchas gracias a todas las que opinaron en el capítulo anterior, espero que les guste este pequeño adelanto.

Al día siguiente todo fue igual, rutinario, todos hablaban sobre Inuyasha y la ausencia de Sesshomaru. Kikyo y yo quedamos en muy buenos términos, aunque francamente no me atreví a decirle que Inuyasha y yo nos besamos…Supongo que será mejor mantener eso como un secreto, incluso para Sesshomaru…

No era lo más honesto, pero tampoco creo que decir la verdad nos beneficie en algo. Ahora que todos los conflictos se han acabado puedo regresar a mi vida normal de estudiante, estudiar, hacer trabajos, presentar exámenes; tantas cosas que viviría de ahora en adelante en paz y junto a Sesshomaru.

-Srta. Higurashi… ¿Me permite unos segundos de su tiempo?

-Claro…Profesor Bankotsu…

La clase había terminado, y no era común que el profesor Bankotsu me llamara a parte luego de la hora, a juzgar por su rostro no se trataba de ningún regaño, por un momento temí que se diera cuenta de que no estaba prestando suficiente atención.

-Tome asiento unos segundos. Seré breve.

-Claro…-Empecé a sentirme nerviosa, el lo notó y sonrió ligeramente, se recostó en su asiento y cruzó ambas manos mientras centraba su mirada en mí.

-Kagome…-Me sorprendí, ya que nunca me había llamado por mi nombre tan informalmente- Durante este año académico pude darme cuenta de que sus habilidades para la pintura son pésimas; sin embargo, no puedo pasar desapercibidos los excelentes informes tan bien redactados que siempre me entrega…

-¿En…en serio?-Pregunté temerosa y halagada por su comentario.

-No bromeo cuando digo entre mis colegas que eres una de las mejores escritoras del instituto Shikon-Esperó mi reacción y continuó hablando- La profesora Kagura también da excelentes recomendaciones tuyas, al parecer tenemos la dicha de poseer a una prodigio de esas que aparecen cada cierto tiempo.

No podía creerlo, ¿Realmente cree que tengo talento para la escritura?, siempre la había considerado como un medio de relajación, a duras penas mostraba mis escritos en público para ganarme las notas de cada trimestre, pero el profesor Bankotsu me califico de prodigio…

-Es una exageración…

-En absoluto-Respondió esta vez más serio- Kagome, debes aprender a valorar lo que haces, no cualquier estudiante puede decir que yo lo llamo para felicitarlo por su desempeño…Y a ti te he llamado para ofrecerte una interesante propuesta.

-¿Propuesta?-Nuevamente me sonrió y sus ojos brillaron con mayor intensidad.

-Dentro de 4 meses habrá un concurso de escritura, el tema será asignado a cada participante al azar y dependiendo de lo que les toque escribirán una composición con un máximo de 50 palabras.

-¿Solo 50 palabras?-Exclamé confundida- Pero eso no es suficiente, apenas y podría formar un párrafo pequeño.

-Esa es la idea…En esta ocasión quieren desarrollar la creatividad de los escritores al máximo, si en verdad tienen lo necesario, con esa cantidad podrán abarcar lo mismo que si fueran mil palabras.

-Increíble…

-¿Te interesa mi propuesta?-Dijo mientras se levantaba de su asiento, lo seguí y salimos del salón.

-Bueno…no lo sé…

-Solo corres el riesgo de perder…O ganar-Me guiñó el ojo tranquilamente- Tengo mucha fe en ti.

-Está bien, lo haré.

Luego de aquella sorpresa inesperada, me dirigí hacia el comedor para buscar a mis amigos, pero casualmente vi a Naraku saliendo hacia el jardín. El día de ayer estuvo ausente, además no lo veía en varios días…Definitivamente hablaría con él.

-Siempre me consigues…No importa cuánto me esconda-Dijo en tono tranquilo, sentado en un banco de espaldas.

-Hola Naraku…-Dije con nerviosismo, el me miró y sonrió con desgana, se rodó un poco para hacerme un lugar-Si te molesto puedo irme…

-No…no me molestas-Dijo en voz baja-

Hubo un silencio profundo, no era lo más común hablar con alguien que estuvo a punto de matar al hermano de tu novio a pesar de que fue un accidente, si Inuyasha no se hubiera interpuesto, el señor Inutaisho estaría muerto y Naraku no estaría aquí en la escuela…Todo habría sido un escándalo y muchas personas sufrirían. A decir verdad, mentir fue la mejor opción en este caso.

-Me marcharé del instituto Shikon mañana-Dijo luego de un rato.

-¿En serio?-Dije con sorpresa- ¿Por qué tan repentinamente?

-A pesar de que Inutaisho me encubrió de aquel accidente, la policía tiene sus dudas. Creo que lo mejor es que me vaya por un tiempo, además, recibí una beca en la escuela pictórica de Inglaterra y pienso aprovechar esa oportunidad.

-Eso es maravilloso, tu siempre tuviste mucho talento para pintar-Sonreí emocionada por el futuro que le esperaba.

-Todo fue gracias a mi hermana-Dijo con una sonrisa llena de calidez- Los profesores quedaron fascinados con la pintura que hice de Kagome adulta y no dudaron en recomendarme.

-Espero que seas muy feliz en Inglaterra. No te olvides de nosotros.

-No tienes que despedirte en este momento, mañana asistiré por última vez.

-Es una pena…Hay alguien que se pondrá muy triste con esta noticia-Por un momento se sorprendió y sonreí al verlo desconcertado, era agradable tomarlo desprevenido.

-Rin ya lo sabe…Hablé con ella el día que tu faltaste a la escuela-Dijo con seriedad-No debes preocuparte, lo tomó muy bien, no paró de celebrar y felicitarme.

-Eso es porque quiere lo mejor para ti, pero yo la conozco y sé que debió dolerle mucho la noticia.

-Eso crees…-Se levantó del banco y caminó hacia el interior del instituto- Supongo que nos veremos mañana…

Naraku Akabane, o mejor dicho, Naraku Taisho, es sin duda alguna un personaje multifacético, era difícil saber cuando estaba contento o cuando estaba de mal humor. Incluso a estas alturas no conozco los sentimientos que pueda albergar hacia mi amiga Rin, supongo que ya no importa…

Mi teléfono sonó de repente, una felicidad insólita se apoderó de mí, me apresuré a contestar para poder escuchar aquella voz que me hacía perder la razón a cualquier hora del día.

-Se…Sesshomaru…

-¿Te encuentras bien?, tu voz se oye algo extraña-Me sonrojé de inmediato, probablemente me dejé llevar y usé un tono de voz muy cursi.

-Estoy bien-Sonreí- ¿Y tu como te encuentras?

-Algo cansado, estuve todo el día con Inuyasha, estaba empeñado en usar la silla de ruedas y amenazó con tirarse de la cama en cualquier momento.

-Tan terco como siempre-Suspiré divertida.

-Ese idiota se ha recuperado de manera asombrosa, pero todavía es muy pronto para que haga tanto esfuerzo físico. Por eso me quedé a su lado por si se le ocurría hacer algo estúpido.

-En el fondo eres un buen hermano-del otro lado se pudo escuchar un leve quejido, se incomodaba con facilidad cuando de mostrar su lado amable se trataba-¿Y vas a venir a clases mañana?

-Esa es la idea, pero necesitaré tu ayuda. ¿Puedes venir a mi casa en 2 horas aproximadamente?, te daré tiempo para que te bañes.

-¿Bromeas? ¡Claro que sí!

No creí que pudiera ver a Sesshomaru hasta mañana, así que ir a su casa para ponerlo al día con las tareas era la excusa perfecta. El señor Inutaisho se había quedado en el hospital junto con Inuyasha, solo estábamos Sesshomaru y yo, en su habitación, y una pila de libros haciéndonos compañía.

-Dudo mucho que logres hacer todo para mañana.

-Nunca subestimes a alguien como yo-Dijo con orgullo mientras escribía con rapidez cada clase en su respectiva libreta.

-Pero debes estar cansado, ¿Por qué no lo tomas con calma?

-Si no me dejas terminar con esto, desquitaré mis energías contigo-Seguía escribiendo con tranquilidad, pero hubo un tono oscuro en aquellas palabras, mi rostro se enrojeció al máximo y el soltó una risa leve por lo bajo.

-Mejor sigue escribiendo-El asintió con malicia y continuó en lo suyo.

-Sabes…Kikyo fue hoy a visitar a Inuyasha-Dijo luego de un rato.

-Ahora que recuerdo, ella se marchó muy temprano del instituto-Dije sonriente, con la esperanza de que pudiesen arreglar sus diferencias.

-Estuvieron hablando por 2 horas, luego ella se marchó.

-¿Y no te dijo nada más?-Pregunté algo desanimada ya que quería saber algún detalle relevante.

-Ella no, pero Inuyasha me confesó sobre su pequeño incidente el día que despertó de cirugía.

Mis ojos se abrieron más de lo normal, mi cuerpo temblaba como nunca, llevé una mano hacia mi boca como autodefensa para controlar el balbuceo…Lo sabía todo.

Sesshomaru me miraba de una manera que no pude comprender al principio, mis ojos ardían y mi corazón dolía como si lo estuviesen prendiendo en llamas.

-Tranquila-Dijo en un susurro- No estoy molesto.

-¿Qué no estás molesto?-Repliqué aún más alterada- ¡Deberías estarlo!, soy la mujer más sucia de este mundo.

-No vuelvas a decir eso…-Tomo mi rostro entre sus manos, me miró fijamente y secó las lágrimas que caían por mis mejillas- Admito que no me cayó muy bien la noticia, pero ya no hay nada que puedas hacer para remediarlo.

-Perdóname Sesshomaru…no merezco a alguien como tú, no entiendo cómo puedes seguir viéndome a la cara, deberías odiarme.

-¿Odiarte?-Sonrió con sarcasmo- Eso quisiera a veces, pero no puedo, creí que ya te había quedado claro antes…Lo que sentía por ti.

Un ruido interrumpió nuestra conversación, se trataba de una fuerte lluvia, los truenos y relámpagos no se hicieron esperar y como era de imaginar se fue la luz.

-Será mejor llamar a tu tía para que no se preocupe-Dijo tranquilamente mientras sacaba su celular-¿Hola?...Si, habla Sesshomaru-Hizo una pequeña pausa- No se preocupe, Kagome está aquí conmigo, se fue la luz pero en cuanto regrese la llevaré hasta allá.

Luego de unos segundos colgó, yo seguía sollozando, el me miró fijamente hasta que me detuve, sus ojos ámbar me observaban con intensidad…

-Kagome… ¿Aún me amas?-Preguntó con suma seriedad.

-Por supuesto que si…-Respondí al mismo tiempo que secaba mis lágrimas, los ojos me ardían de tanto llorar- Te amo Sesshomaru…

Se alejó de mi lado y se dirigió hacia la puerta, al principio pensé que iba a marcharse; la luz regresó de inmediato pero el mantuvo el cuarto a oscuras y cerró la puerta con seguro…

-¿Qué ocurre?...

-Quítate la ropa…-Su voz, firme y autoritaria me erizó la piel de inmediato. Me mantuve allí estática, el se acercó con rapidez, no aceptaría un No por respuesta.

Muajajajajaaaa XD, ¿Qué creen? Hasta aquí les dejo el capítulo, pues si, este será el segundo y último lemon de este fic, el próximo capítulo lo pondré lo más pronto posible…Quiero preparar algo más agresivo, recuerden que Sessho está un poco molesto ;), en fin…Nos vemos luego bye!!