Fantasía La Saga de Freyja de Nidohueco: El Camino del Wyrm Congelado

El Camino del Wyrm Congelado - Finale​

Los ojos de Freyja se abrieron de golpe al sentir un frío atenazante en su garganta, cosa que la obligó a toser, tumbándose a un costado. Se pasó una mano por los labios, dándose cuenta que le habían puesto nieve dentro de la boca.

— A ver si así aprendes a no dormir con la boca abierta. Para alguien que odia el frío, duermes bastante confortable en él.— pudo escuchar la voz de Wuulfgarth, apenas conteniendo la risa.— No te preocupes, era nieve limpia. O lo más limpia que pude encontrar sin esforzarme demasiado. Al menos, no estaba amarilla.

La elfa puso una cara de asco, escupiendo toda la nieve que podía; tarea sumamente complicada teniendo en cuenta que su propio calor corporal ya la había derretido. Miró al viejo con odio.

— ¿Ya terminaste de cosechar todo el ácrido ese que querías sacar?

— Sí, el monstruo se encuentra completamente drenado. Fue una tarea ardua, la verdad. Me tomó unas tres horas.

— ¿Dormí tres horas?

— No, dormiste cinco.— replicó el lurewulffer a una perpleja Freyja.— ¿Sabes? Siempre me fascinó el hecho de que ustedes los lur tienen que aprender a dormir, siendo que no es algo natural para ustedes. Es realmente intrigante. Como sea, las otras dos las aproveché para conversar con tu amigo, y decidir que haríamos con el resto del cuerpo. Ya que al parecer derrotar a un wyrm era una especie de prueba espiritual para su pueblo, convenimos que lo mejor era que se llevara el cuerpo, como prueba y ofrenda. ¿Qué? Soy un hombre razonable. Se llevará un cadáver casi vacío, ya que coseche la mayoría de los órganos y todo el ácrido. Y hablando de eso.

Dos objetos impactaron el suelo cerca de la cabeza de Freyja, que se había acostado de vuelta con el suelo con los brazos extendidos, al enterarse de la cantidad de tiempo que había pasado inconsciente. Giró la cabeza, notando que eran dos frascos opacos, que despedían una agradable sensación de calor. Miró al archimago.

— Tu paga.— explicó este, escuetamente.— Dos frascos de ácrido. Y puedes quedarte con el anillo, si quieres. Es una baratija, después de todo.

— ¿Y qué en el nombre de Noctaleya voy a hacer con dos frascos de ácrido? Me prometiste una buena suma, Wuulfgarth.

— Y ahí la tienes, en un práctico envase. Cada uno de esos frascos debe valer de trescientos a quinientos osos denarios, o lo que sea el equivalente a dónde seas que las vendas. Y el anillo solo debería estar rondando los quinientos osos denarios. Es una baratija para mí, no para ti.

— Pero no tengo idea de donde voy a vender esto. Además sabes que soy horrible para regatear precios.

— No es mi problema. Haz con los frascos lo que quieras. Véndelos, úsalos, desparrama su contenido en tu cara para acabar con tu sufrimiento eterno, yo que sé. No es mi problema. Ahora, si me disculpas, tengo que volver a mi laboratorio. Tengo varios litros de ácrido con los que experimentar. Y además, me estoy congelando.

Wuulfgarth se dirigió hacia el cadáver del wyrm, todavía humeante, y rebuscó en su bolso. Sacó lo que parecía una lona oscura, que extendió en el suelo. Luego, comenzó a poner frascos y varias bolsas sanguinolentas, que la elfa supuso que eran los órganos recolectados, sobre ella, o más bien, dentro de ella, porque la lona había creado una especie de agujero dimensional en el suelo. Cuando hubo terminado, dobló las puntas y se la cargó al hombro, tal cual uno hace cuando levanta el mantel de un picnic. Debajo, no había ningún rastro del agujero.

El lurewulffer le sonrió a Freyja, la saludó con la mano, y se desvaneció en el aire, como si nunca hubiera estado allí. Esta le devolvió un gesto poco amigable.

Nootaikok llegó a su lado, arrastrando el cadáver decapitado del ciempiés colosal con una enorme soga. Se preguntó de qué material podía estar hecha, pero teniendo en cuenta que el gigante había sido capaz de crear raíces que salieron de tierra congelada, no iba a cuestionarse demasiado.

— ¿Ilsilisaak irse?

— Así es Noot. Encontró lo que vino a buscar, así que volvió a su cálida y acogedora mansión.— el silencio se instauró en ambos por algunos minutos, mientras la helada brisa acariciaba sus rostros.— Y pensándolo bien, yo debería hacer lo mismo, aunque no hay ninguna mansión esperándome. Tengo que encontrar algún médico u hospital en donde tratarme la pierna. Espero que acepten sangre de wyrm de escarcha como paga.

Soltó una risa ronca, que no hizo eco en el gigante ni en el propio ambiente a su alrededor. Suspiró, derrotada, e intentó incorporarse. Allí se dio cuenta de algo. No tenía más sus muletas.

Inhaló de manera bien profunda, calmando sus nervios, evitando gritar a toda costa. Hacer una escena no le serviría de nada, pero estaba más que segura que se sentiría bastante bien. Sin embargo, no pudo empezar su dosis periódica de insultar su vida cuando Nootaikok le habló.

— ¿Freyja querer venir? Poder conocer a ikitungaatika y también poder descansar. Nootaikok cuidará de pierna. Y Freyja podrá comer nammitchik cuando quiera.— preguntó algo ansioso, con una sonrisa.

La elfa lo observó. Sinceramente, tenía muchas ganas de decirle que no. No quería pasar un segundo más en ese páramo congelado olvidado incluso por Valyrian que era el Fin del Mundo. Y menos con una tribu de gigantes de la escarcha. Pero no podía negarse a esa sonrisa, la verdad. Parecía un niño preguntándole a sus padres si podía jugar con el nuevo vecino. Además, el prospecto de seguir comiendo esos bocadillos de grasa de foca era interesante. Y se lo debía a Noot, la verdad, después de todo lo que había hecho por ella.

— Está bien grandulón, iré contigo por una temporada. Pero no esperes que sea una visita muy larga. Mi opinión hacia el frío no cambió en lo más mínimo. Y con una condición: voy a viajar en ese bolsillo tan cómodo y calentito que improvisaste. No creas que iré colgando de ningún otro lado.

El gigante soltó un sonido de alegría y tomó a la aventurera con delicadeza, para luego depositarla dentro del mitón. Esta se acomodó en la mullida prenda y cerró los ojos, mientras el gigante tarareaba una canción para distraerse, y comenzaba su vuelta a casa. Bueno, después de todo, su aventura no había terminado tan mal como había pensado. Sí, tenía la pierna rota y dos frascos que para ella eran inútiles, además de ser virtualmente pobre, pero al menos, iba a tener la panza llena y el corazón contento. No se podía pedir mucho más, la verdad.

Así que simplemente cerró los ojos y se relajó, tarareando una vieja canción. Una canción que hablaba sobre un soldado, un poeta, y un rey.

 

Wyrm de la Escarcha: Un Estudio

Por Don Mothyn Bighorn, cazador, erudito, gentilhombre. Co-fundador del Honorable Pabellón de Caza para Exóticos y Excéntricos Caballeros
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“No sé quién habrá sido el psicópata al que se le ocurrió combinar un horno, una cobra, y un ciempiés, pero estoy seguro de una cosa: esa criatura odiaba demasiado el ecosistema polar.” - Orryn Folkor, druida del Bosque Blanco.

Introducción

Debido a la exuberante desinformación, misticismo, y la inhospitalidad de los ambientes extremadamente fríos, el wyrm de escarcha es un azote de las nieves rara vez estudiado. De hecho, este artículo no poseería existencia si no fuera por la insistencia de los druidas protectores de los Círculos Polares, que se contactaron con nuestra asociación para que realizáramos un estudio y expandiéramos el conocimiento sobre estos monstruos. Esta invasiva criatura es un peligro no solo para su presa, si no también para cualquier posible competidor. Si no se controla, un wyrm de escarcha fácilmente puede destruir el frágil ecosistema en el cual vive.

Aunque a veces son referidos como “wurms polares” debido a su forma general y el hábitat en el cual se encuentran, esa denominación es completamente incorrecta. Los wurm polares, o wurm de las nieves, son criaturas totalmente distintas, para nada relacionadas a los wyrm de escarcha, más emparentados con los gusanos de las dunas o los gusanos colosales. Esta denominación errónea ha llevado a varios callejones sin salida en muchas investigaciones.

Pero no temas, mi estimado lector. Que gracias al fruto de mi esfuerzo, junto con el de mis colegas, hemos llegado a completar un estudio bastante extenso sobre estas peligrosas criaturas, sin la intervención de locales mal informados.

Biología
Origen

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Estas criaturas no son nativas de Erä, de eso podemos estar seguros. Su origen exacto se nos escapa, ya que parecen haber emigrado de su plano natal hace ya varios siglos atrás. La teoría más extendida, y a la cual nosotros nos adherimos, es que provienen de alguno de los Mundos Inferiores, posiblemente alguna capa helada del Infierno.

Historias tempranas de los gigantes de nieve que hemos podido recolectar hablan sobre estas criaturas, por lo que podemos constatar que su existencia en este plano es increíblemente antigua. Hay relatos que narran también sobre su domesticación, por lo que podríamos inferir una especie de relación entre ambas especias, más allá del ecosistema compartido. Aunque teniendo en cuenta la ferocidad de estas criaturas, dudamos bastante de esos relatos. Además, los gigantes de nieve son una raza extintas estos días, quedando solo sus parientes más pequeños, los gigantes de la escarcha, por lo que no podemos corroborar estas historias de primera mano.

Fisiología

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Los wyrm de escarcha suelen crecer desde los siete a los diez metros de largo, y poseen unos cuatro a cinco metros de ancho, aunque se han reportado individuos de casi quince metros de largo y ocho de ancho. La mayor parte de su cuerpo recuerda a un ciempiés chato y gigantesco, aunque sus cuartos superiores se asemejan más a una cobra real. Estas monstruosidades suelen ser azules en coloración, con protuberancias en formas de triángulo que corren en filas de dos por todo su lomo. Cuatro antenas de dos metros de largo se extienden desde su rostro en forma de serpiente, coronados por dos enormes ojos planos y seccionados.

Sus cuartos delanteros suelen arquearse sobre el suelo, manteniendo su cabeza varios metros por encima del suelo. Esto sirve tanto para protección de su zona más débil como también como táctica intimidatoria, para parecer más grandes de lo que son. Desde sus segmentos traseros, todo el camino hasta su cabeza, poseen, en vez de piernas, una membrana que se encuentra unida al cuerpo por una serie de finas espinas. A diferencia del resto de su cuerpo, estas crestas poseen, en su cara interna, una intensa coloración rojiza, en algunas zonas incluso presentado motas blancas.

Espigas Abrasadoras

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Dentro de sus cuerpos, poseen un sistema circulatorio compuesto principalmente por un líquido llamado “ácrido”. Este líquido anaranjado es más espeso que la sangre, con una consistencia similar al jarabe, y extremadamente caliente. Esto le permite a esta criatura insectoide, especialmente una de tal tamaño, poder no solo sobrevivir en duros climas fríos, si no también prosperar en ellos.

Las protuberancias de sus espaldas son huecas, y pueden ser llenadas con este líquido, dándoles la habilidad de sobrecalentar lo suficiente como para derretir varias capas de hielo. Cuando estas espigas están llenas, el simple contacto con ellas puede causar quemaduras de tercer grado en el mejor de los casos, o la muerte en el peor. Se han tenido constancias también de que esta criatura es capaz de arrojar ácrido a través de sus espigas, como método de defensa.

Impermeables a la temperatura

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Los wyrm de escarcha son conocidos por ser completamente inmunes tanto al frío como al calor, así como también a distintos hechizos que manejan esos elementos. Debido al ácrido, son capaces de soportar temperaturas similares a las que el magma desprende sin ninguna molestia.

Las crestas que poseen en sus cuartos superiores no solo sirven para exhibición, sino también son una invaluable herramienta para este método de supervivencia. A través de ellas, un wyrm de escarcha puede regular la temperatura del ácrido que corre dentro de su cuerpo, liberando el calor que sea necesario para que su cuerpo se adapte a las temperaturas rondantes sin problemas. Esto también puede ser utilizado como un arma, ya que son capaces de soltar una intensa ola de calor desde ellas, que resulta letal en muchos casos.

Hábitos de alimentación/Dieta

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Estos insectoides gigantes son carnívoros, que necesitan al menos una presa del tamaño de un caballo bien crecido por semana para subsistir. Esto los vuelve un peligro para el resto de los animales de las heladas tierras tanto del norte como del sur, ya que estos lugares se encuentran de por sí escasamente poblados. Pequeños animales, humanoides, e incluso aves que se posan en el suelo son potenciales víctimas de un wyrm de escarcha.

Prefieren enterrarse en grandes montículos de nieve o incluso en gruesas capas de hielo, y esperar a que una presa se presente. Se acuestan haciendo un círculo, en un estado de semiinconsciencia aparente, con sus crestas y cabezas apoyadas sobre su cola. Cuando una presa se acerca, pueden sentir las vibraciones de esta con sus cuatro antenas, y rápidamente derriten la nieve o el hielo a su alrededor, encerrando a la criatura en su cuerpo ovillado.

El hambre puede llevarlos a que se desboquen en una furia ciega hacia cualquier criatura viviente, lo que es también una de sus principales causas de muerte.

Climas/Hábitat

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Los wyrm de escarcha no son criaturas que permanezcan en un solo sitio. Sus hogares en ambientes polares los mantienen en un constante estado de movimiento en busca de presas. Debido a que no son particularmente quisquillosos con lo que se llevan a la boca, casi cualquier grupo de animales les basta, pero debido a los duros ambientes en donde vive, ningún lugar es particularmente seguro.

Debido a que son depredadores cuyo método de caza se basa en la emboscada usualmente vigilan grupos de renos o bueyes y permanecen a la espera a tan solo unos escasos cientos de metros alejados. Si han pasado mucho tiempo sin comer, el hambre los hará arrojados, y se quedarán a la espera de presas cerca de la guarida de criaturas peligrosas, como los túneles de un worm polar, una aldea de gigantes de la escarcha, o la cueva de una ballena de nube.

Se han tenido avistamientos de wyrm de escarcha en Kalador, el Fin del Mundo, las Tierras que Besan el Horizonte, y las Astas de Hielo. Todavía no se tiene registros de ejemplares que vivan en áreas frías pero principalmente montañosas, como Nilfgarish o las Marcas Altas.

Ciclo de Vida

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Los wyrm de escarcha son criaturas longevas para términos insectoides. Pueden llegar a los cincuenta años de edad, aunque se desarrollan rápidamente como adultos a los seis meses. Sus huevos son largos y delgados, asimilándose más a púas cónicas que una forma ovalada. Dentro de estos huevos de un metro de alto se encuentra una larva pequeña. Cuando estas larvas salen del huevo inmediatamente comienzan a devorar a los demás huevos y animales alrededor de ellos. Esto suele causar que de una nidada de alrededor de trescientos huevos, tan solo diez jóvenes bien alimentados sobrevivan.

Usualmente, si logran superar el período de polluelos se convertirán en adultos en poco tiempo. Durante este período, intentarán reclamar territorio para sí mismos, aunque suelen terminar empujados lejos de allí por sus propios padres. Esto usualmente causa que viajen largas distancias, evitando cualquier otro contacto con wyrm de escarcha adultos.

Inteligencia y Aspectos Sociales
Inteligencia

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Estos insectoides no son las criaturas más brillantes de las regiones polares del mundo. Son depredadores enfocados que han aprendido a vivir en climas duros debido a pura confrontación y una plena confianza en sus instintos. Si bien no son completamente descerebrados, si son dominados o al menos reconocen a una criatura como una amenaza mayor que ellos, se les puede enseñar comandos simples. Esto no los transforma en criaturas menos peligrosas, ya que son depredadores oportunistas. Varios humanoides que intentaron domar a estas criaturas en el pasado fueron encontrados luego devorados (o no se encontraron en su enteridad) al bajar la guardia.

A pesar de estar en la lista de “matar a la vista” en la mayoría de los círculos polares druidícos, los wyrm de escarcha no son inherentemente malos. Simplemente, son carnívoros oportunistas sin ningún interés en moralidad o política. El único valor que otra criatura tiene para ellos es el valor calórico que poseen. Si bien muchas veces se los puede encontrar asociados con criaturas malignas con el suficiente poder como para acobardarlos y mantenerlos bajo control, serían igual de felices si pudieran devorarse a sus propios maestros.

Tal vez se podría aprender algo de estas primitivas bestias, mi estimado lector.

Lenguaje/Comunicación

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Los wyrm de escarcha no pueden comunicarse verbalmente, o al menos, no se tiene registro de eso. Los únicos sonidos que producen son rugidos, y el claqueteo de su quitina sobre superficies duras. Toda comunicación se da a través de feromonas. Esto suele usarse puramente para marcar territorio o indicar que se encuentran en período de apareamiento. Lo que los vuelve inusuales dentro de incluso grupos de insectoides enormes es su completa falta de lenguaje corporal. Ningún atisbo de este tipo de comportamiento puede verse a simple vista, y sus crestas parecen ser usadas exclusivamente para regular temperatura corporal.

A nuestro conocimiento, las feromonas que estos animales desprenden no pueden ser detectadas por humanoides sin ayuda de medios mágicos, lo que los vuelve incluso más peligrosos. Incluso druidas y montaraces tienen que pedir asistencia cuando se rastrean a estas criaturas.

Interacciones con su propia especie

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Fuera de las épocas de apareamiento, los wyrm de escarcha son criaturas especialmente antisociales. Debido a que suelen estar casi siempre en la cima de los niveles tróficos de los ecosistemas en donde habitan, agresivamente atacan a cualquier intruso, sin importar su tamaño. A menos que se encuentren con una criatura contra quien perdieron ya un encuentro con anterioridad, inmediatamente inician una pelea. Estas peleas territoriales entre dos adultos no suelen ser para nada rápidas. Debido a que no pueden dañarse el uno al otro con sus armas más efectivas (sus espigas y sus olas de calor), usualmente la pelea termina siendo relegada a puros mordiscos, efectuados con mandíbulas que no están construidas para atravesar quitina dura. Estas luchas suelen durar varios días, resultando en una pelea de aguante más que de fuerza o poderío.

Reproducción

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Solo cuando una hembra suelta feromonas indicando que se encuentra lista para aparearse las feroces peleas entran en un impás. Las féminas que encuentran un macho inmediatamente producen estos químicos para evitar una pelea de ser posible. Esto provoca que su agenda de apareamiento sea bastante peculiar, usualmente ocurriendo solo en disputas de territorio. Esto puede llevar de un año a incluso diez sin que se produzcan ningún tipo de crías. Este apareamiento por suerte fomenta un crecimiento exponencial, ya que cuantos más wyrm de escarcha haya en un área, hay más posibilidad de encontrar un compañero. Extraño, pero teniendo en cuenta la gran cantidad de regiones en donde estas criaturas habitan, se puede decir que es exitoso. Los caminos de la evolución nunca dejan de sorprenderme.

Las feromonas que una hembra produce generan tal efecto en los machos que no solo los tranquilizan, sino que además, logran drogarlo. La hembra se acerca entonces para aparearse con el macho. Ellas disponen de un gancho especializado con el cual pueden extraer el semén del macho para la inseminación, proceso que ella realiza cuando este se encuentra cuidadosamente incapacitado.

Después, la hembra sistemáticamente desarma y devora al macho, mientras este se encuentra drogado. Es un proceso normal en la mayoría de los artrópodos, a decir verdad. En ese aspecto, me alegra ser un minotauro y no un insecto. Así como también nunca haberme casado. ¡Pero continuando!

Interacciones con otras criaturas
Depredación agresiva

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Los wyrm de escarcha son formidables cazadores que poseen varias ventajas para subsistir en ambientes polares. Consideran cualquier cosa que ya hayan derrotado o que todavía no han peleado como una presa potencial. Esto significa que se acercan a sus oponentes examinándolos desde la distancia y enterrándose luego en la nieve, para acercarse lentamente. Si nada ocurre dentro de unas horas se acercarán más, derritiendo la nieve para hacer un túnel. Criaturas perceptivas pueden oír este sonido como si se tratara del chiflido de una pava que se ha dejado mucho tiempo al fuego, a medida que la bestia se mueve rápidamente bajo el terreno.

Tácticas de batalla

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Estos insectoides gigantescos son adeptos peleadores, que se especializan en aislar a su presa y despacharla rápidamente. Su método preferido para iniciar una pelea consiste en derretir rápidamente la nieve o hielo sobre ellos, dejando a su presa rodeada de sus letales espigas sin posibilidad de escape. Su próximo reflejo suele ser comprimir su cuerpo, para aplastar y quemar a sus desafortunadas víctimas. Esto parece ser un reflejo propio de estas criaturas, ya que en sus momentos de muerte, un wyrm de escarcha también se comprimirá en una densa pelota. Esto no es muy distinto al instinto de un cocodrilo para cerrar sus mandíbulas de improviso.

Cuando se enfrentan a un enemigo cara a cara usualmente prefieren mantenerse en movimiento y atacar con su cuerpo y las olas de calor que expulsa de sus membranas, y también sus fauces, si la criatura es lo suficientemente pequeña. Si han sufrido mucho daño en una pelea usualmente huirán para curarse o mantenerse a salvo, pero suelen regresar a la confrontación si la oportunidad se presenta.

Cuando fue dañado lo suficiente como para que el ácrido comience a chorrear o gotear fuera de su cuerpo, un wyrm puede actuar de dos formas distintas. Una de ellas suele ser retorcerse y golpear violentamente con su cuerpo a todo lo que se encuentre alrededor, dañando severamente tanto al terreno como al monstruo. A pesar de que este comportamiento no es letal, muy pocos individuos logran recuperarse del todo luego de causar tales destrozos. La razón por la cual deciden emplear esta táctica es desconocida.

La otra forma de la cual suelen echar mano en situaciones peligrosas consiste en liberar una enorme cantidad de calor por sus crestas, tal que es capaz de derretir nieve y hielo en varias decenas de metros a la redonda. Sin embargo, luego de tal despliegue, suelen necesitar unos segundos para recuperarse, lo cual puede resultar fatal si su enemigo quedó en condiciones aceptables luego de la ola de calor.

Variaciones y Especies

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Debido a que su origen se remonta a otros planos, establecer una línea evolutiva o incluso una clasificación rudimentaria para los wyrm de escarcha, llamados akryd cnuhim rehtoda en la comunidad erudita, es casi imposible. Sin embargo, se han logrado identificar al menos otras dos especies del género akryd cnuhim, que se detallan a continuación.

Akryd cnuhim domh. También conocido como “wyrm de las profundidades”, estos supuestos parientes de los wyrm de escarcha no poseen ninguna extremidad, y su forma se asemeja mucho más a una anguila. Las espigas abrasadoras se encuentran presentes, y se rumorea de que son capaces de crear grandes explosiones de vapor bajo el agua. Muy pocas criaturas son capaces las profundidades en donde este monstruo vive, así que nuestra principal fuente de información proviene de historias de sirénidos y diablos de mar.

Akryd cnuhim daig. Estos ácridos son los únicos de su pequeña familia que no son llamados wyrm, y se los conoce principalmente como dehistaz o zancudos de la taiga. Estas criaturas, que se asemejan a mantis religiosas gigantes, merodean pantanos fríos o congelados en busca de vegetación. Usualmente dóciles si no se las molesta, utilizan sus dos extremidades delanteras de tres metros de largo para excavar el suelo en busca de raíces y vegetación para comer. A pesar de sus tendencias herbívoras, terminando empalando pequeños animales, algunas veces tan grandes como un mediano, mientras excavan, lo que les permite suplementar su dieta con carne. Son capaces de inyectar ácrido en sus víctimas utilizando sus extremidades delanteras, para quemarlas por dentro, en caso de necesitar defenderse.

Tesoro
Como bien podrías deducir, mi estimado lector, una criatura del tamaño de un wyrm de la escarcha bien posee dentro de su cuerpo una buena cantidad de tesoros, listos para ser aprovechados una vez que la amenaza de estar vivo ya fue eliminada. Por lo tanto, vamos a enumerar cada parte utilizable del mismo, así como también sus beneficios.

Extremidades. Por raro o asqueroso que suene, las extremidades de un wyrm de escarcha son comestibles, y bastante deliciosas, a decir verdad. Tienen un gusto similar a las patas de cangrejo. Y por su tamaño, una sola puede alimentar a una criatura de tamaño mediano. Son una exquisitez en el mercado culinario, y cualquier chef pagará bastante bien por un paquete de ellas.

Quitina. Como bien podrías haber adivinado, mi buen lector, el carapacho de esta criatura es extremadamente duro, y es un buen material para fabricar un escudo que te dará el derecho de fanfarronear con cualquier persona que se te cruce desde aquí hasta que tu vida en este plano se acabe (que no será un trayecto demasiado largo, si sigues intentando cazar estas criaturas, o fanfarroneas demasiado). Estas placas también pueden ser usadas, cuando se manejan cuidadosamente, para fabricar compartimientos capaces de transportar el ácrido de la criatura.

Antenas. Si bien uno no posee un uso inmediato para las antenas de un wyrm de escarcha, alquimistas y adeptos en magia de transmutación pueden utilizarlas como ingredientes para una poción particular, que permitirá a quien la ingiera sentir las vibraciones del suelo con una capacidad vagamente similar a la de la criatura.

Estómago. El estómago de un wyrm de escarcha puede utilizarse como material para confeccionar una tienda de campaña o varios recipientes para transportar líquido. El tejido es altamente resistente a varios tipos de ácido, por lo que lo vuelve una codiciada adquisición para médicos, alquimistas y gente con un trabajo algo más oscuro.

Ácrido. Obviamente el premio principal, este líquido que cumple funciones similares a nuestra sangre en el cuerpo de wyrm posee un alto valor tanto en el mercado negro como en el arcano, y la línea que los separa es extremadamente delgado. Tan delgada, que en muchas instancias, ni existe. Sin embargo, y antes de que lances tus ávidas manos hacia este viscoso tesoro, debo advertirte que a menos que poseas unos mitones (o tus propias manos) inmunes al fuego, tocar siquiera el ácrido puede ser la causa de muerte. ¿Y no quieres morir después de haberte enfrentado a tan impresionante enemigo, eh? Para maniobrar esta sustancia, deberás ser en extremo cuidadoso, y contar con recipientes adecuados. Una vez que has logrado extraer una buena cantidad sin perder tus manos, puedes vender cada recipiente por una buena suma, o utilizarlos como fuente de calor si decides continuar explorando las frígidas tundras que componen el hogar de esta criatura. Su efectividad suele durar seis meses, así que tienes tiempo de sobra. ¡Buena suerte!