Drabble La reflexión de Güilo. [Elsword]

Tema en 'Fanfics sobre Videojuegos y Visual Novels' iniciado por Ryuheist, 16 Septiembre 2015.

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    Ryuheist

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    Escritor
    Título:
    La reflexión de Güilo. [Elsword]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    591
    La reflexión de Güilo.


    ◄Estaba agotado de esta situación. Estaba cansado de que siempre un grupo de tontos me dañaran mis planes para conseguir el Éldrit y ser temido por todos. Siempre, pero siempre… alguien me arrebataba la victoria.

    Mi nombre es Güilo. Yo era un poru ladrón, uno de los más fuertes. Mi mayor meta era conseguir el Éldrit y así ser el rey de todo.

    Les contaré cómo comenzó todo esto:


    Cuando Bénguer y su banda fueron tras el Éldrit en el Árbol de El, un grupo de tontos liderados por un enano de 13 años los atacó, intentando dañar sus planes de conseguir el Éldrit; luego, en las Ruinas del Bosque yo conseguí el Éldrit, pero una vez más, el grupito liderado por el pelirrojo llamado Elsword atacó, arrebatándome mi oportunidad de dominar el Éldrit; más tarde, en la región de Élder, me encontré con ellos en Atalaya. Estaba confiado, había aumentado el poder de mi gran habilidad llamada “Golpe Güilo”, aunque muchos decían que era una copia barata de uno de los movimientos de Elsword. Bueno, como les decía, mi banda de monos lanza bombas y yo peleamos contra Elsword, Rena y Aisha, pero no pudimos hacerles frente al final… Nos vencieron, aunque solo fue por una mínima diferencia.

    Pasados los días comencé a reflexionar sobre el tema, y decidí aparecer y atacar su grupo mientras ellos entrenaban y hacían nuevos compañeros, como el ex-líder de Los Cuervos, Raven; o la Nasod llamada Eve, o el guardián de Hamel conocido como Chung Seiker.

    Entre las sombras, yo, Güilo, incrementaba mis poderes a punta de esfuerzo y cuando el equipo de Elsword entrenaba en la arena de batalla de Camila, yo aparecía para intentar vengarme… pero sólo terminaba con moretones en el rostro y con un ojo morado.

    Más tarde, decidí hacer un borrón y cuenta nueva: volví a Élder, pero ahora había cambiado, me había vuelto un poru de bien. Trabajé en uno de los bares de la Villa de Élder como camarero, y recibía una buena paga debido a mis impecables servicios.

    Mientras el grupo de Elsword luchaba contra los Demonios en Sander y luego en Ranox, yo enmendaba mis errores trabajando como es debido en Élder. Comencé a sentir un gran alivio dentro de mi ser, un tipo de satisfacción, como si mi alma se hubiera desahogado, como si hubiera desatado un nudo de mi garganta; la verdad es que se sentía bien.


    —Oh, Güilo, disculpa. ¿Podrías limpiar ésa mesa, por favor? —pidió la hermosa Aranca, una vez se había levantado de una de las sillas luego de terminar su bebida. Yo asentí y me dirigí a la mesa asignada con un trapo en mi mano para comenzar a limpiarla.

    Intenté hacer una pregunta antes de que la rubia se marchara: —Disculpa, Aranca, ¿sabes algo acerca de Elsword y el resto? —pregunté terminando de limpiar la mesa, algo preocupado. Quería disculparme por todos los problemas que les ocasioné a ellos.


    —Pues… Camila me contó que están aún en Ranox. Al parecer, los Demonios aún no han dejado esa región. Aun así, yo sé que pueden ganar, se han vuelto muy fuertes —me respondió dejando el dinero en la mesa y dirigiéndose a la puerta con una larga sonrisa. Al parecer, sí confiaba plenamente en que volverían victoriosos.


    Una vez Aranca salió del bar, me senté en una de las sillas, suspirando y mirando al techo.

    —Tiene razón… Ellos podrán —sonreí cerrando mis ojos.


     

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