La prueba

Esta es la primera vez que escribo una historia de un capitulo, escribiendo ademas de un tirón, he disfrutado mucho escribiéndola, y quiero que vosotros disfruteis mucho leyéndola.


–Hido, Hido– toce y pega varios golpes con el borrador en la pizarra–¿Ya vas a atender? Como no prestes atención y no logres la prueba de fin de curso te va a tocar repetir. –

risas al fondo

–Bien, sigamos, Hido no tienes que elegir, ya te e escogido el tuyo, los demás venid a escoger vuestro trabajo de fin de curso, tendréis además clases ligeras mientras dure, el plazo es en 2 meses. –

–¿Tatsu conseguirás pasar? – le dice uno de los chicos en tono de burla


Tatsumi se acerca al escritorio, el profesor tapa las hojas, le da el suyo y vuelve a su asiento.


–¿Qué te ha tocado? –le dice su compañero de pupitre.

Le da una hojeada rápida.

–Un niño visto en una casa abandonada, ¿y tu?

–Yo, al parecer ni lo saben, cosas extrañas que pasan en una casa, pero como sucede en una calle cercana a la mía pues así no gasto dinero y no creo que sea muy difícil.

–Antes de que suene el timbre, os diré que tengáis cuidado, os centréis en lo enseñado y que contra antes finalicéis mas puntuación tendréis.–


Justo en ese momento suena el timbre, Tatsumi recoge, mete de mala gana el archivo del caso en la mochililla, sale de clase y se dirige a su taquilla, en ella prepara sus cosas y sale de la institución, cruza varias calles hasta la parada del autobús correspondiente, en el vuelve a hojear el archivo.


–¿Esta calle no esta 2 paradas antes que la mía?, si es así me bajare y le echare un vistazo.–


Quince minutos después llega a la susodicha calle.

Una señora mayor esta limpiando su entrada de las hojas.


–Perdone ¿sabe donde esta la mansión abandonada donde aparece el niño?

–Si, es esa de allí, yo no lo he visto pero mi marido y algunos vecinos si, lo único que he escuchado yo es ruido como si jugaran, capaz de ser niños que se metan a jugar, ya sabes como son los muchachos hoy en día.

–Muchas gracias–

Sin mas dilación Cruzo el cartel de demolición que daba fecha para dos meses después, ando el jardín y subió la escalera, de madera ruinosa, de unos 3 o 4 peldaños, en cada paso la madera crujía.

–¿Hola? ¿Ahí alguien? –Apretó en su mano los amuletos del bolsillo por si a caso.

Escucho unos suaves pasos y vio un niño de unos 6 años, agarraba fuertemente una pelota de color verde.

–¿y tus padres pequeño?

–No lose – dijo el chiquillo girando levemente la cabeza mirando la mano que Tatsumi metía en el bolsillo.

Pensando-que raro, no siento aura ninguna.

–¿qué llevas ahi?¿no serán caramelos? –Dijo alargando un brazo, Tatsumi en ese momento vio como el polvo entraba y salía por su pequeño brazo.

–¿qué haces ahí parado?quiero caramelos –abriendo y cerrando graciosamente su mano.


Tatsumi empezó a decir para si un hechizo de protección, recordó que los espíritus bastante mas fuertes podían esconder su aura, e incluso soltarla de golpe.


–No tengo caramelos.

Se disponía a darse la vuelta cuando nota como la mano del pequeño estrecha su mano.

–Al menos juguemos juntos a la pelota, porfa, que me siento muy solo. –

Tatsu se agacho.

–Otro día que venga jugamos, ¿De acuerdo?

–¡vale! – dijo subiendo las escaleras y desapareciendo de la vista.


Salió de la casa, volvió a la parada del autobús, había decidido mirar el caso mas detenidamente en casa, cuando llego la mesa estaba casi lista, su madre puso 2 platos mas y se pusieron a cenar.


–Papa ¿tu crees que un espíritu puede soportar una protección de hechizo personal?

–No creo hijo, yo creo que a lo sumo lo hara alejarse si se acerca demasiado, ¿porque hijo?

–Nada una prueba de clase.

–No quiero oír nada mas de espíritus en esta mesa, ¿desacuerdo? Si tienes alguna pregunta Tatsumi ¿por que no la resuelves en clase mañana? Que además sales antes, o llama a tus amigos. –


Tatsu subió termino la comida y se fue a acostarse, aunque aun en su cama le daba vueltas a la rara experiencia.


Se levanto temprano, listo para ir a clase, se lavo los dientes y bajo a desayunar, a la ida volvió a parar en la mansión, echándole un vistazo desde lejos, pregunto a algunos vecinos sobre los dueños de la casa pero nadie le supo decir nada, volvió a montar en el autobús para clase.


–Hola a todos- saludo y se sento en su asiento.

–que raro que as saludado Tatsu, nunca saludas, ¿que te ha pasado? –Le dice uno de los compañeros, Tatsumi desvio la mirada hacia la ventana esperando que las clases pasaran frito por ir a la biblioteca.


Cuando estas acabaron fue el primero en salir y dirigirse a la biblioteca.

–Buenos días–le dijo a la profesora que también era encargada de la biblioteca–

–¿Perdona profesora podría consultarle algo?

–di Hido.

–veras, ¿un espíritu puede acercarse a alguien que ha recitado un hechizo de protección?

–¿Ahora te da miedo la prueba de fin de curso Tatsu?

–seguramente por eso no has preguntado en clase,¿verdad?

–no es lo que tu crees, me he encontrado con un espíritu y aun recitándolo me ha tocado y no ha recibido daño.

–no me lo creo, aunque ahí varios que lo que te protegen es del daño, ¿cuál usaste?

–el del libro santo volumen 9 pagina 21.

–si no recuerdo mal ese hechizo si que protege el acercamiento, míralo si eso en un ordenador, ¿has mirado que fuera en verdad un espíritu?

–si, creo que lo era, pero parecía carecer de aura.

–eso no puede ser Tatsu, a menos que sea poderoso, ¿llamo al tutor para que te cambie el trabajo? Seria lo mejor en caso de ser demasiado poderoso.

–no, ¿puedes dejar lo que te he dicho como secreto? Creo que puedo manejarlo, ¿me podrías decir libros que pueda consultar sobre el tema?

–mira en la sección tres, en la cinco y también en la seis que en la seis se detalla el trato con espectros de alto rango, vamos Tatsu, vas a estudiar tanto o mas que en todo el curso-dice medio riendo un poco de el- y ya se lo que estas pensando, puedes llevarte hasta cinco libros.

–¿no era hasta tres?

–dos mas de regalo para ti, anda, corre. –


Tatsumi se paso 2 o 3 horas investigando, se llevo los 5 libros para seguir leyendo aunque no había casi nada que le sirviera, de vuelta a casa se acordó de la mansión y de la promesa de jugar con aquel espíritu, estaba cansado y estaba anocheciendo, por lo que no tubo tiempo y decidió dejarlo, ceno y se acostó, volvió a levantarse mas temprano aun, pero esta vez no paro en la mansión.

–Hola Tatsu, ¿tan temprano en la biblioteca?

–¿Profesora podrías mirarme noticias de esta calle?–

Tatsumi se sienta enfrente de la profesora mientras esta teclea.

–Muerte de.

–¿un niño?

–No, de una mujer mayor de edad viuda, pero la noticia es de hace casi 20 años.

–¿ningún niño?

–ya te he dicho que no, impaciente, ahí otra noticia pero no es de muerte, detienen a un secuestrador que se ocultaba en una mansión en ruinas, eso es lo que pone, no dice mucha información relevante, no te tendría que estar ayudando.–dice mientras alarga a Tatsu el archivo del caso.

–bueno ya casi es hora de irme, me piro a clase.–


–Tatsumi ¿que tal te va con tu prueba? Yo ya lo he solucionado, y ya me han dado los 100 puntos, ha sido bastante sencillo, tu ni has empezado, ¿no? –le dice su compañero de pupitre.

–si he empezado pero es mas difícil de lo que imaginas.

–Para Hido siempre es difícil, seguro que ni empezó. –dice otro compañero de clase en tono de burla.

–¡Ja ja muy gracioso! Que sepáis puedo ganarte hasta durmiendo.

–Calma Tatsu , eso es lo que ellos quieren, que te enfades. –Le dice el compañero de pupitre.


Después del fin de clase se monto en el autobús, se volvió a bajar en la calle de la mansión y entro.


–¡Hola! ¿pequeño?

–Ayer no viniste y yo no soy pequeño– dice el chiquillo enfadado, deja caer la pelota y cruza las manos enfadado y con intención de darse la vuelta.

–¿dónde vas?¿no querías jugar? –

el chaval cambia rápidamente a estar alegre, y corre detrás de la pelota, después de pararla se la pasa con una patada,

–¡caray vaya chute! ¿cuál es tu nombre?

–Gracias, y ni idea, desde que estoy aquí no me acuerdo de nada.

–¿de nada de nada?

–mmm mm – dice girando la cabeza. – noo.

–Bueno se me hace tarde, es hora de irme

–¿volverás pronto?

–Si, depende de si tengo tiempo–después de esto Tatsumi dejo la mansión para volver a casa.


Pasaron varios días, cada día iba a jugar con el chiquillo, por un lado estaba feliz de estar con el, le estaba cogiendo cariño, pero por otro lado sabia que tenia que dejarlo ir, hubo días en que lo intento, pero fracasaron.


Un día en la escuela avisaron a Tatsumi de que su padre había tenido un accidente, fue alarmado aunque al final no era mas que una torcedura, después de dejar a su padre en la habitación fue a pasearse un rato, en uno de los momentos le pareció ver una estela, salía de un cuarto, asomándose vio a un hombre dentro de una habitación acristalada, estaba en coma, después de dar varias vueltas mas lo dejo y volvió al cuarto de su padre, después de eso volvió a casa, al otro día en la biblioteca consulto el tema del coma.


–Se podría asemejar a tu caso Tatsumi, ahora que lo dices incluso el caso del secuestrador.

–¿Me podrías mirar hospitales cercanos?

–Podrías mirarlo tu, pero bueno–escribiendo en un papel la lista de hospitales.

–¿ahí muchos?

–no, solo 2, te va a ser muy sencillo si te dan la información. –extendiendo el brazo con la hoja en la mano-suerte Tatsumi, ya me contaras. –


Tatsumi se dirigió para el primero, había un niño en coma, pero no era el, este era adolescente, pero en la visita al otro, allí estaba su cuerpo, pareciendo que dormía en un sueño eterno cuando su alma jugaba en aquella mansión, la puerta se abrió y 2 personas entraron.


–¿Quién eres?¿Que haces en la habitación de nuestro niño?

–Disculpen ¿podrían acompañarme?

– Tatsumi no sabia como explicárselo y se los llevo a la cafetería donde les dijo que había visto a su hijo en una casa abandonada, ambos padres dudaban de la veracidad de las palabras de Tatsu, pero Tatsu los convenció para llevarles, una vez allí Tatsumi llamo al chiquillo, al principio miraba a aquellas 2 personas con extrañeza.


–Tatsu ¿y estas personas?

–¿Tatsumi mi hijo esta aquí? – pregunto su madre mirando hacia todas partes.

–Si, esta aquí.

–chico esto son tus padres.

–¿podrían decir su nombre?

–¿Ikki estas ahí? –


El chaval corrió hacia los cuerpos de sus padres, con el amago de abrazarles, cuando se esfumo, Tatsumi lo busco con la mirada, una llamada al padre lo distrajo.


–¿Diga?

–¿De verdad? – una lagrima caía del ojo izquierdo, cerro el móvil y abrazo a su mujer.

–¡Nuestro hijo esta despertando!¡después de tres años esta despertando! –

Se montaron en el coche camino al hospital.

–¿Como quedo Ikki en coma?

–¿No te lo conto el?

–No, no recordaba nada, ni su nombre, solo ha recordado cuando lo habéis llamado por el nombre.

–Lo secuestraron, y cuando conseguimos averiguar el paradero ya estaba así, tumbado en el suelo mientras aquel demonio huía.


Un rato mas tarde entraron en la habitación, Tatsumi se quedo mirando mientras los padres abrazaban al niño, Ikki dejo de abrazarlos y miro a Tatsumi.


-Hermano-Dijo con dificultad de vocalización y abriendo los brazos con dificultad, fue cuando los cuatro se fundieron en un abrazo, tiempo mas tarde volvieron a quedar, ya Ikki se había recuperado lo suficiente para hablar.


–¿Has aprobado Tatsu?

–¡si Ikki! Con una buena nota, ya se puede decir que soy un exterminador profesional–termina diciendo actuando como si disparara a todo su alrededor, Ikki no pudo aguantar la risa.

–Por cierto Ikki, ¿Cómo quedaste en coma?

–Me secuestraron e intente escaparme, recuerdo que me cogió del pelo y me intento zarandear, pero una de las veces vi el suelo ante mis ojos, no recuerdo lo que paso después de eso, aunque si recuerdo verme en la mansión que por cierto mañana la demuelen.

–¿Quieres que la visitemos antes de eso?

–Si, Tatsu he pensado mucho sobre ello y creo que voy a entrar a la misma institución a la que tu entrastes, tardare unos años, pero quiero hacerlo.

–Me alegro mucho–dice mientras alborota la cabellera del pequeño, – por cierto tengo que hablarte de algo, me destinan a una isla que pilla un poco lejos de aquí, por lo que no podre verte en un tiempo, aunque intentare ir para ese gran día.


UNOS AÑOS MAS TARDE

–Tatsu llega tarde– piensa el muchacho mientras esta en una de las colas de jóvenes en el gran patio, a lo lejos ve todos los padres y madres, cuando ve escurrirse a un hombre. –¡Tatsumi! –grita de la emoción, Tatsu lo saluda con la mano, ambos con una sonrisa de oreja a oreja.