La profecía de los cinco

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Peete, 22 Febrero 2014.

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  1.  
    FanDeFic Sama

    FanDeFic Sama Guardián de las joyas más hermosas (Aria y Serena)

    Libra
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    Hola Peete , tu fic es muy bueno, esta hora no le veo problema , algunos que otros errores de ortografia , pero eso se puede arreglar .
    bueno la respuesta a tu pregunta , de cuales son los pokemon mas fuertes de ash , en mi opinion es : pikachu, charizard , infernape , buizel , sceptile , snorlax .
    Yo armaria el equipo de ash asi : pikachu ,charizard , gyarados, infernape sceptile, lucario.
    Claramente gyarados y lucario, no estan pero asi los armaria yop
    mmmm y una cosa abria que hacerles cambios a ash , ya que con lo que lleva viajando ,y las distintas regiones ,mas los distintos oponentes que se enfrento , el ya tendria que tener mucha exp en batallas .
    Bueno esa es mi opinion espero que te sirva ... a y otra cosa ami me gusta el pokemon lucario , talves y si quieres puedes hacer aparecer a uno a
    favor de ash , claro que es una opinion nomas .
    Bueno eso es todo , desde ya saludos

    ATT: FanDeFic
     
    Última edición: 31 Octubre 2014
  2.  
    LeoMontes

    LeoMontes Iniciado

    Géminis
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    2
    Excelente capítulo, no me sorprende viniendo de ti. Me gusto mucho.
    He estado pensando mucho sobre aquel misterioso personaje y estoy en estos momentos entre 4 opciones, la verdad necesito más pistas asi que ojala pudieras darnos alguna pronto jajajaja. Ya me doy cuenta a que te referías con que este fic esta lejos de acabar pero la verdad creo que es mejor ya que nos mantendrá a todos entretenidos por más tiempo.
    Por último me gustaría decir que a diferencia de muchos fics, el tuyo esta bien detallado. no me gusta aquellos que las cosas ocurren demasiado rapido sin siquiera detallar la escena o los acontecimientos de manera apropiada, sigue asi amigo. Esperó el proximo capítulo con ansias, se que estas ocupado y todo pero tengo muchas ganas por saber que es lo que va a ocurrir. Muy bien, me retiro y hasta la proxima
     
  3.  
    Peete

    Peete Iniciado

    Tauro
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    Pluma de
    Escritor
    Título:
    La profecía de los cinco
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    33
     
    Palabras:
    5048
    Lamento la tardanza pero he estado más ocupado que nunca, aun asi logré terminar este capítulo, espero que les guste.
    Antes de iniciar quiero agradecerles enormemente a @FanDeFic y a @LeoMontes por escribir un comentario en el fic. son sus comentarios los que me impulsan a ser mejor esta historia, se los agradesco con todo el corazón.





    Capítulo 31: viejas regiones, nuevas aventuras.​



    Tan a tiempo como siempre, el ferry arribó a el puerto de ciudad Vermilion en la región Kanto a las 9:30 am, dos horas antes se les había avisado a los tripulantes que organizaran sus cosas y se preparaban para desabordar. Todos los pasajeros ahora se encontraban sobre la cubierta principal con sus maletas y mochilas listas para desabordar en cuanto a el capitán del barco lo permitiera.

    Desde el muelle, dos docenas de hombres salieron corriendo directo hacia el barco y se ordenaron paralelamente cubriendo el espacio del muelle que ocupaba el barco; en cuanto se les dio la orden, los trabajadores del barco lanzaron con gran dificultad gigantescas cuerdas que los hombres del muelle agarraron firmemente y las ataron fuertemente.

    Luego de un largo proceso estacionamiento, el capitán dio la orden de desembarcar, ordenándole por la bocina a la tripulación que permitieran el paso de los pasajeros por los puentes que descendían hasta llegar al muelle.


    El grupo de 6 jóvenes y 2 pokemon bajaban estrechamente por el puente de en medio junto a una gran cantidad de personas, dificultando el paso a través de él, les costó más de lo esperado pero después de que la mayoría de la gente desabordara, Ash y los demás finalmente pudieron llegar al muelle.

    En cuanto las cosas se calmaron y el trafico de personas se dispersaba para entrar a la ciudad, Ash dio un paso al frente, extendió los brazos e inspiró aire profundamente.


    -Que bien se siente volver a Kanto- dijo el azabache feliz de regresar a su región natal, sintiendo el aroma y la escancia de la región.


    -Pika- contestó Pikachu.


    -Tienes razón, no hay nada como el hogar- respondió Brock, después de todo, esta también era su región natal.


    -Es verdad- concluyó Richie, el último miembro perteneciente de Kanto.


    Kanto, nuevamente le daba la bienvenida a Ash, Brock y a Richie, jóvenes promesas que nacieron desde sus raíces y con el tiempo comenzaron a crecer cual inmaduros frutos listos para continuar su crecimiento.


    Seguidos por Ash, Dawn, May y finalmente Max quien se encontraba distraído jugando con Ralts mientras seguía a los demás; Brock y Richie guiaban caminando rumbo al centro pokemon para organizar todo de un modo más paciente y organizado en comparación a como lo tuvieron que hacer en el barco debido a el triste hábito de Ash y Max de organizar todo en el último minuto.


    En general, el autoestima del grupo parecía bastante alto, almenos eso le parecía a Ash al ver como Richie y Brock conversaban intercambiando risas de vez en cuando, Max caminaba junto a su pequeño Ralts tratando de hacer equilibrio sobre su cabeza mientras Dawn los observaba detalladamente, al final Ralts perdió el equilibrio y cayó a los brazos de Max provocando risas entre los tres; la única que parecía tener más problemas que fuerzas para solucionarlo era May, lucía cansada y sus ojos revelaban la falta de sueño, nuevamente y tal y como ella lo había temido las pesadillas se presentaron en aquella noche impidiéndole dormir tranquilamente, a pesar de la falta de sueño May lucía más distraída que de costumbre, parecía tratando de encontrar una solución a todos sus problemas de un solo golpe, quizá era tiempo de intervenir en todo esto y ayudarla, fue lo que pensó Ash.


    -Pika, pika- Pikachu, quien se encontraba sobre los hombros de el entrenador, notaba como su mejor amigo miraba por tiempos prolongados a la coordinadora, lo que se le hacía raro así que trato de atraer su atención sacudiendo su cabeza con una de sus patas.


    -Pikachu- dijo el azabache sacando a May y a todos sus problemas de su cabeza, ahora centrándose en su fiel compañero –¿acaso no te trae esta ciudad bastantes recuerdos?-


    -Pika pika- contestó el pokemon.


    Como una sola mente, ambos recordaron la primera batalla que tuvieron en el gimnasio de ciudad Vermilion contra el Raichu del Lt. Surge. Aquella batalla terminó en una dura derrota para Pikachu quien sin importar que tan grande fuera su esfuerzo, era inútil contra su evolución, Raichu quien era más grande, más fuerte y sin duda con más movimientos a su disposición. En aquel momento hacer evolucionar a Pikachu parecía ser la única alternativa para seguir adelante y poder obtener la tan preciada medalla, pero Pikachu rechazó la idea, no quería evolucionar y cambiar su aspecto ni su personalidad como lo hacían muchos pokemon, él quería ganarle a Raichu siendo él mismo, sin necesidad de una piedra para aumentar sus poderes ni algún objeto que lo volviera un mejor oponente. Pikachu sabía muy bien que si aceptaba la piedra trueno que su entrenador le ofreció en su momento las oportunidades de salir victorioso en aquel combate aumentarían a su favor considerablemente, pero Pikachu sabía muy bien los costos que esto requería y lo que perdería durante la evolución era mucho más importante para él que solo poder. Al final, la astucia de Ash junto a la habilidad de Pikachu logró derrotar a Raichu demostrando que no siempre una pre evolución es más débil tan solo por ser pre evolución; ese día fue importante para Pikachu y para Ash, ese día le enseñaron al mundo que el poder no es el único factor relevante en una batalla, a partir de ese día le enseñaron al mundo su verdadero potencial.


    -Deberíamos aprovechar esta oportunidad, ¿tu que dices amigo?- le preguntó Ash a Pikachu.


    -Pikachu- pasó su puño al frente y con su mirada retadora asintió una vez.


    -Muy bien-.


    En un momento tranquilo y sereno para todos rumbo al centro pokemon; Ash, en un acto inesperado se desvió hacía la izquierda y comenzó a correr velozmente en otra dirección. Brock y Richie escucharon el sonido de los pasos de Ash al iniciar la carrera y se dieron vuelta solo para ver la espalda de el azabache alejándose hacía el oeste.


    -Oye, espera Ash!!!- gritó Brock tratando de comprender este extraño comportamiento.


    -¿a dónde vas?!!- gritó Dawn dejando de ver a Ralts para ver la velocidad de el azabache.


    -No me tardo chicos, los veo luego en el centro pokemon, no se preocupen estaré listo para continuar el viaje en unas horas- fue lo que se escuchó en el aire con un sonido parecido al que emitía el azabache al hablar.


    -Pero que extraño- dijo Max.


    -Tanto tiempo con Ash hace que cosas como estas te parezcan normal- respondió Dawn.


    May al ver a el entrenador corriendo a toda prisa, salió de sus pensamientos para llenar su cabeza de dudas con el extraño comportamiento de el azabache.


    -(¿Acaso lo vio?, ¿podría ser que lo encontró otra vez?)- esas preguntas y muchas más cursaron la mente de la coordinadora al recordar la última vez que Ash salió corriendo sin motivo alguno, separándose del grupo, aquella vez parecía que Ash había “sentido” algo cerca de él, posiblemente esta vez era igual. De ser así significaba que ese pokemon también estaba en Kanto y que después de todo aun seguía vigilándolos muy de cerca.


    La carrera de Ash no cesó hasta girar a la derecha por una amplia cuadra que lo adentraba un poco más a la ciudad. A diferencia de la primera vez que la había visitado ahora se podían apreciar grandes obras arquitectónicas finalmente terminadas convirtiendo a ciudad Vermilion en una ciudad llena de nuevos e innovadores edificios que podrían convertir a la ciudad en una de las potencias de Kanto.

    Aunque el paisaje ahora era diferente, esa no era la razón por la que Ash continuaba corriendo así que todo esto paso desapercibido para él, su mente solo se enfocaba en llegar a un solo punto esperando que en ese lugar aún estuviera lo que estaba buscando. Se dedicó a esquivar personas una y otra vez estando varias veces al borde de un choque, recibiendo varios gritos e insultos por parte de los ciudadanos que Vivian su vida al día.


    -Lo siento- era lo que les gritaba el azabache recibiendo como regalo una amarga mirada por parte de la mayoría de los ciudadanos.


    Ash continuó la carrera, giró hacia la derecha nuevamente, continuó unos 40 metros hacía el frente y luego giró a la izquierda; escuchó de cerca el sonido de un barco lo que le hizo pensar que estaba un poco más cerca de la costa, eso era buena señal; continuo corriendo sin parar, giró nuevamente hacia la derecha, luego hacia la izquierda hasta que finalmente terminó al frente de una estructura que era más ancha que alta, en la base habían dos grandes puertas de cristal esperando para ser abiertas, un poco más arriba podía verse como el signo de un rayo hacía presencia en el lugar dando a entender que ese era el elemento dominante de aquel gran lugar.


    -¿Crees que nos recuerden?- pregunto observando en lo alto de el edificio el gran símbolo del rayo y un poco más arriba las tres grandes letras que identificaban aquel lugar.


    -Pika-.


    Al igual que la última vez, a diferencia de que ahora no estaban sus amigos atrás de él, Ash dio dos pasos al frente y con ambas manos abrió las puertas de un solo golpe.


    Aunque no esperaba una cálida bienvenida, lo que encontró fue decepcionante. El gimnasio estaba casi completamente vació de no ser por unos cuantos hombres que iban y venían a través de dos puertas en la pared derecha de él gimnasio.


    -¿Pero que…?- dijo el azabache tratando de comprender lo que en realidad estaba sucediendo.


    -Tu debes ser un retador ¿no es así?, lo siento pero el líder del gimnasio no se encuentra en estos momentos, no creo que llegue hoy pero si lo esperas un día quizá tengas suerte- dijo un gran hombre de corte y vestimenta militar que se acercó al confundido muchacho para explicarle la verdadera situación. El hombre era musculoso y alto, su piel era morena casi tanto como la de Brock y colgando de su cuello se encontraba una pequeña roca color amarilla que hacía la ilusión de tener un trueno en el centro.


    -¿Tiene idea de en donde se encuentra el teniente Surge?- le preguntó el azabache.


    -De hecho no, dijo que iba a ayudar a unas jovencitas a encontrar a alguien ¿lo necesitas urgentemente o compartes alguna relación con el teniente?- preguntó el gran hombre en busca de información de él chico.


    -No nada de eso, es que ya había luchado con el antes, vine a ver si podía luchar una vez más, ya sabe para ver que tanto ha sido el cambio- se excusó el azabache.


    -Supongo que esta bien, pero él no volverá hasta mañana, dime tu nombre. Así podré decirle quien es el retador que lo esta esperando- el militar saco de su bolsillo una pequeña libreta y un lápiz listo para anotar el primer nombre que escuchara.


    -Mi nombre es Ash Ketchum-


    -Muy bien, en cuanto vuelva le diré que viniste por una batalla- el militar escribió rápidamente el nombre que se le dio, arrancó la hoja de su libreta y se la llevó al bolsillo.


    -Muchas gracias- Se dio media vuelta y se retiró de el gimnasio con cierto aire de decepción teniendo en cuenta las grandes ilusiones que tenía de una batalla con Surge como primer reto de Kanto, lastima que avecés las cosas no salen como quieres.


    Decepcionado de la noticia, Ash continuó su camino rumbo al centro pokemon para reencontrarse con sus amigos pero eso no era motivo para apresurarse y evitar apreciar el gran paisaje que cruzaba por sus ojos.


    Aunque el camino por la ciudad era más rápido, Ash y Pikachu tomaron el camino largo en el que los introducía a un gran parque publico atravesado por una serie de caminos que las personas cruzaban a diario. En el centro del parque podía notarse un gran estanque donde pequeños pokemon acuáticos saltaban una y otra vez a la vez que varios niños los señalaban mientras trataban de tomar la atención de sus padres. Un Seaking salto a lo alto mientras dos pequeños niños lo miraban asombrado a la orilla del rio; en una colina, un hombre vestido de Psyduck regalaba globos de diversos pokemon a los niños; luego apareció un joven de mediana edad lanzando una pelota mientras un Mightyena corría tras ella a toda velocidad.


    Ash comenzó a adentrarse más y más en el parque hasta tal punto de perderse entre los inmensos arboles llenos de enormes bayas listas para ser comidas.


    -Todo esto se ha vuelto muy complicado Pikachu- dijo el azabache caminando a ras con su pequeño pokemon amarillo.


    -¿Pika?, pika pi, pikachu- contestó pikachu buscando ayuda para los problemas de Ash.


    -No, no es eso Pikachu. La pelea con Surge puede ser otro día, eso no importa-.


    El azabache guardó silencio, como si por un momento dudara en hablar sobre el verdadero problema con Pikachu pero en cuanto lo pensó nuevamente le pareció absurdo, Pikachu era su mejor amigo, habían pasado cosas inolvidables juntos, si existía alguien en quien el pudiera confiar para hablar de sus preocupaciones era él.


    -Desde que salimos de Sinnoh he estado observando como él nos sigue a cada lugar al que vamos. Sin importar en donde estemos, el aparece y siempre suceden cosas malas. Cada vez que me acercó a él termino inconsciente o sin poder verle el rostro. Desde petalburgo he estado tratando de buscar la forma de saber quien es, se que ya estoy cerca de saber su identidad, a decir verdad… se que la próxima vez que lo vea lo sabré-


    -¿Pika pi?-


    -No estoy seguro, solo lo se. La verdad es que creo saber quien es, solo necesito confirmarlo-.


    -¿Pika?!!- el dorso de Pikachu se erizó por completo mientras le pasaba un escalofrió que paso por toda su espalda, todo ocasionado al escuchar la confesión de Ash.


    -Mientras estábamos en ciudad Portual, sentí algo extraño, una presencia.-



    Ash detuvo el paso justo bajo la gran sombra de un árbol que lo protegía de el sol, dos hojas comenzaron a caer lentamente pero estas no fueron distracción suficiente para Ash quien se encontraba con la cabeza baja mirando al vacío tratando de correlacionar toda la información que tenía hasta ahora.


    -Solo había sentido algo así una vez en mi vida. Es como si me estuviera llamando, como si me dijera “aquí estoy, ven por mi”- dijo el azabache recordando el momento en que lo sintió en ciudad Portual y la forma en como ese sentimiento lo hizo actuar hasta el modo de salir corriendo hacía él hasta encontrarlo.


    –Pikachu, pika pikachu- habló rápidamente el pokemon.


    -Al principio también pensé que podía ser él, pero ahora me doy cuenta que eso no puede ser. Me di cuenta que no podía ser después de hablar con May-.


    -¿PIKA?!!!- un nuevo escalofrió paso por la espalda de pikachu y es que no paraba de sorprenderse por lo que Ash decía.


    -Ohh!!, es cierto, tu no estabas ahí, jaja lo siento había olvidado decírtelo. Durante la noche hable con May sobre este mismo asunto, tal parece que ella esta pasando por lo mismo pero ella no quiere hablar sobre nada y la entiendo, yo tampoco quiero que nadie se preocupe por esto-.


    Ash detuvo el paso justo bajo la gran sombra de un árbol que lo protegía de el sol, dos hojas comenzaron a caer lentamente pero estas no fueron distracción suficiente para Ash quien se encontraba con la cabeza baja mirando al vacío tratando de correlacionar toda la información que tenía hasta ahora.


    -De no ser por May, seguiría igual de atascado a como estaba antes. A simple vista hubiera parecido como si no hubiera dicho mucho, en realidad dijo muy pocas palabras pero eso era todo lo que necesitaba para comprender. No le dije nada a May porque no quiero meterla en este asunto, aun así ella tiene una pieza importante para resolver todo este complicado rompecabezas-.


    “Creo que hay algo que nos ha estado vigilando desde hace unos días”


    -Algo, o mejor dicho alguien, nos ha estado observando desde hace tiempo. Tiene cierto interés por nosotros, pero ¿por qué?-


    El azabache comenzó a recordar las palabras de la castaña, letra por letra ha estado tratando de buscar respuestas que quizá May haya dejado, tal vez intencionalmente o tal vez no, en todo caso tenía que hallar respuestas y las palabras de May eran lo único que le quedaban.


    “algo que se ha estado ocultando de todos los demás”


    “ha estado siguiéndonos durante un buen rato”


    -Algo que se ha estado ocultando de los demás”- Esta podría ser la pista más valiosa que May pudo haber dejado. Comenzó a meditar cada palabra de esta frase una y otra vez, la primera vez que May lo dijo, llego a una conclusión. Entre más veces se repetía esta frase, más seguro se sentía sobre sus conclusiones –Algo que se ha estado ocultando de los demás… Ningún humano sería capaz de vigilarnos desde tan cerca sin ser visto todo este tiempo. Los únicos que lo hemos visto somos May y yo, y la única razón por la que lo hemos visto es porque el quería que lo encontráramos.


    -Ninguna persona sería capaz de estar tan cerca de nosotros sin haber sido notado por alguien más, especialmente por nuestros pokemon-.


    “nos esta vigilando, creo que quiere algo de nosotros, quiere que hagamos algo”.


    -Quiere que hagamos algo… Una persona no actúa así. Si lo hiciera sería más directo y conciso, él revelaría que es lo que quiere exactamente, así que…¿Qué es lo que quiere de nosotros? Ahí esta la última pieza del rompecabezas, creo que esa es la pieza final que tiene May. Tendré que buscar la forma de conseguirla.


    El tiempo avanzó, el sol se encontraba ahora más cerca de el oeste que de las montañas por las que salió. Nuevamente Ash se reencontró con sus compañeros de viaje, les explico la situación de su partida (solamente la idea de pelear contra Surge) y en unos cuantos minutos reemprendieron su viaje dejando atrás la ciudad Vermilion para dirigirse hacia ciudad Viridian, una pequeña escala que se debe hacer para llegar a pueblo paleta, pueblo natal de el azabache. Luego de hacer una pequeña parada en pueblo paleta, Ash y los demás estarán preparados para su siguiente destino, la ciudad Cerulean.


    Mientras tanto en el gimnasio de ciudad Vermilion. Un gran hombre de tez morena con vestimenta y corte de cabello al estilo militar tomó un videoteléfono que se encontraba en una de las habitaciones de el enorme gimnasio, comenzó a oprimir la siguiente cifra de números. 2395671832. El teléfono comenzó a enviar señal a través de los campos electromagnéticos de la ciudad, finalmente en la pantalla del videoteléfono apareció la imagen de el teniente Surge observando con curiosidad el rostro de el militar a través de la pantalla.


    -Tristán.- hablo Surge -¿Por qué me has llamado? ¿ha ocurrido algo?.


    -No señor, todo esta igual a como usted lo dejo- mencionó el militar.


    -Entonces… ¿Qué sucede? ¿Ha llegado algun entrenador a mi gimnasio?-


    -Así es, señor- dijo firme pero cortésmente.


    -Dile que llegaré en unos días, tal vez una semana si llega a ocurrir algun problema. Si quiere obtener una medalla tendrá que esperar- el teniente sonaba orgulloso y despreocupado por la batalla, como si no le diera tanta importancia a su trabajo como líder de gimnasio. –Sin embargo, si tiene prisa… encárgate tu de darle una buena batalla, después de todo te deje a ti a cargo de el gimnasio, o no?- aquella última frase sonaba como si el teniente estuviera recordándole cuales eran sus obligaciones.


    A Surge no le gustaba nada esto. Odiaba tener que repetir a un hombre bajo su mando alguna instrucción, con cualquier otro hombre se habría enfadado, pero no con él, no con su mano derecha. Él sabía que estaba en libertad de enfrentarlo y responder por los deberes del gimnasio, pero fue más sensato esperar y llamar al teniente para evitar problemas con el comité de la liga debido a sus numerosas ausencias en los últimos meses.


    -Así es señor, lo buscaré por toda la ciudad y le diré que yo me enfrentaré a él por la medalla trueno-.


    -Muy bien. ¿tienes idea de cómo se llama el entrenador?- preguntó Surge por mera curiosidad.


    -Si señor- Tristán, la mano derecha de Surge, Saco de su bolsillo una pequeña hoja de papel con una inscripción sobre ella. –El retador se llama… Ash Ketchum-.


    20 segundos, 20 segundos fueron los que le tomaron a Surge volver a la realidad después de escuchar ese nombre. Él mismo nombre que había recordado anteriormente.


    -(¿será él?, no es un nombre muy común, la probabilidad es demasiado alta, aun así no debo regresar, no después de haber llegado)- dijo Surge en su mente mientras mantenía los ojos bien abiertos al escuchar el nombre de él chico que logró vencer a su mejor pokemon con un Pikachu. Varios entrenadores lo han derrotado antes, pero jamás había perdido contra la pre evolución de su Raichu.


    -Tristán, dile que me espere unos días, yo mismo me encargaré de esa pelea-


    -Muy bien señor. Lo llamaré si ocurre algo- Tristán oprimió un botón rojo cerca de la esquina inferior derecha y con eso la llamada se terminó, dejándolo a él nuevamente solo en la habitación preparándose para salir a buscar a él chico. Por lo que recuerda, él se dirigió hacia el parque, quizá si se apresura podrá encontrarlo ahí, sin embargo no había prisa; no es que el chico se fuera de inmediato de la ciudad.


    Surge volvió a guardar su pokenav en su bolsillo derecho mientras caminaba por un gran camino que seguía directamente hacía las profundidades de la ciudad. A medida que él, junto a las dos gemelas a las que estaba escoltando se adentraban en la ciudad, observaron como lo que antes era una ciudad de mediano tamaño en comparación con otras de la región Kanto, ahora era una gran ciudad teniendo en cuanta la cantidad de edificios, parques y piezas arquitectónicas que se estaban construyendo.


    Mientras continuaban, a su mano derecha observaron una gran piscina publica llena de niños que corrían de un lado a otro jugando en las estatuas de un Slopoke y un Gyarados. Surge sonrió al ver dicha escena, le recordó la inocencia de los niños. Le ayudo a recordar el por que luchaba para salvar a los demás.


    -El viaje ha sido un poco más largo de lo que recordaba, pero alfin hemos llegado- Surge se detuvo firmemente frente a la puerta de una gran casa justo al lado del gimnasio de la ciudad.


    -¿Quién vive aquí?- preguntó una de las dos mujeres que eran guiadas por Surge.


    -La persona que estamos buscando, la única persona que podría saber en donde se encuentra el chico Ketchum- Surge les dirigió una mirada de confianza. Volvió a prestar atención a la puerta y con su mano derecha tocó tres veces con golpes secos y fuertes.


    -La última vez que lo vi, ella estaba con él- dijo Surge.


    De repente la puerta comenzó a abrirse lentamente hasta revelar a la persona que se había tomado la molestia de abrir la puerta. Justo detrás de la puerta apareció una mujer blanca de estatura media con una pequeña camisa sin mangas color amarillo, unos shorts del mismo color y un cabello naranja intenso que se inclinaba hacía el lado derecho a la vez que en lado izquierdo mantenía el pelo recogido con un coletero siendo esta la principal característica de su peinado.


    -¿Hola?- dijo la chica abriendo la puerta para al final quedar viendo la gran silueta de Surge, lo que la impresionó bastante debido a que no era muy común verlo a él por aquí, pero después dirigió su mirada a las dos gemelas detrás de Surge quienes la miraban directamente a ella, como si de algo estuvieran esperando por su parte.


    Mientras tanto, en ciudad Vermilion. Tristán, el asistente y mano derecha de Surge había terminado todos los deberes en el gimnasio y ahora se disponía a salir hacía el centro pokemon en busca de el joven Ketchum.


    Desafortunadamente el grupo de 6 jóvenes se encontraba ahora cerca de las afueras de la ciudad. Mientras Ash salió corriendo a toda velocidad hacía el gimnasio Brock, Max y Richie aprovecharon la oportunidad para comprar comida, agua y todo lo necesario para su viaje; por otra parte May y Dawn… bueno ellas desaparecieron por un segundo, quizá fueron a comprar ropa o algo así. En todo caso, el grupo entero volvió a reunirse y ahora estaban listos para dejar ciudad Vermilion y dirigirse directamente a ciudad Viridian.


    El día fue largo y el sol fuerte. Con el paso del tiempo, el sol parecía cada vez más una bola de fuego acercándose hacia ellos lista para estrellarse contra la tierra, almenos esa idea pasó por la mente de Dawn que a decir verdad imaginaba eso como una mejor idea a tener que soportar el infernal calor de ese lugar.


    Apenas llevaban un tercio del camino cuando Max se desplomó en el suelo sudando quejándose de el excesivo calor y el largo viaje en el que se había metido. Aunque fue él el primero en caer, esa idea no solo pasaba por la mente de el futuro entrenador, sino también por la cabeza de todos los demás, fue por eso que nadie puso objeción alguna cuando Richie propuso la idea de descansar un poco. Además de aceptarla complacidamente la idea de Richie, Brock solidificó la idea proponiendo almorzar ya debido a que se encontraban justamente en medio día. Con la idea de almorzar fue suficiente para que Ash, May y hasta Dawn aceptaran dichosamente la idea sin aceptar un “no” como respuesta por parte de los demás.


    Al igual que siempre, Brock hizo el almuerzo (que aparentemente lucía delicioso, nada nuevo viniendo de Brock); Dawn permaneció junto a Brock esperando con ansias su almuerzo; Max, por otro lado, se encontraba junto a su hermana un poco más alejados de el resto (igualmente estando a una distancia visible para todos) debido a las lecciones que May le daba a Max para entrenar a Ralts para las batallas. Primero iniciaron observando los ataques que Ralts sabía, luego analizaron su puntería al tratar de derribar una rama que se encontraba a 5 metros de distancia, a pesar de haber fallado la primera vez siempre podría seguir intentando hasta lograrlo.


    Los únicos faltantes en el grupo eran Richie y Ash (con sus respectivos Pikachus) quienes se adentraron en un pequeño bosque al oeste en busca de bayas para los pokemon. Mientras recolectaban las bayas una por una, ambos comenzaron a hablar sobre sus pasadas batallas justo después de la liga añil, cosa que los terminó llevando por un solo camino hasta que uno de los dos dijera lo que ambos estaban esperando.


    -Las cosas han cambiado mucho desde la liga añil, ¿no lo crees?- dijo Richie tratando de tomar una baya aranja de un árbol.


    -Tienes razón- Ash, a pesar de no lograr alcanzar una enorme baya verde que estaba en un árbol, dio un gran salto para lograr tomarla y dejar que su peso y la gravedad hicieran el resto para quedarse con ella –Aunque fue una experiencia inolvidable, es algo que ocurrió hace mucho tiempo. De seguro ambos nos hemos vuelto mucho más fuerte- mencionó esto recordando la pelea con Richie en la liga Añil.


    -Pika- el pikachu de Ash hizo presencia en la conversación afirmando las conclusiones de el azabache.


    -Tienes razón. En ese entonces nuestro nivel era muy similar… pero, eso no significa que lo seamos ahora- Richie hablo con cierto tono a modo de ironía.


    -Supongo que solo hay un modo de saberlo- Ash miró a Richie, dándose cuenta que el hizo exactamente lo mismo. Finalmente ambos se dirigieron una sonrisa retadora mientras el mismo pensamientos invadía sus mentes.


    En cuestión de minutos, ambos entrenadores se encontraban en un campo abierto lo suficientemente amplio para una batalla. Ambos se miraban fijamente el uno al otro, una corriente de viento llego para mover los chalecos de ambos y para levantar unas cuantas hojas de el suelo mientras estas volaban involuntariamente a merced del viento.


    -No deberíamos tardar mucho- Richie fue el primero en hablar pero sin quitar la mirada en su oponente.


    -¿1 contra 1 te parece bien?- sugirió Ash.


    -Saca a tu mejor pokemon- el comentario de Richie fue típico de una batalla, su única intención era provocar a Ash pero debido a que ambos tenían la misma actitud retadora, esto solo causó la aparición de una sonrisa en el rostro de Ash.


    -Espero lo mismo de tu parte- respondió Ash. Richie sonrió justo después de escuchar la respuesta de su viejo amigo.


    -Pikachu!!!, Adelante!!!- Ambos entrenadores gritaron al unisono en perfecta sincronía.


    El pikachu de Richie, Sparky, que se encontraba en el suelo de el campo, comenzó a caminar a paso ligero hasta estar al frente de su entrenador respondiendo al llamado.


    Por otro lado, el Pikachu de Ash permanecía en su hombro, dio un gran salto que terminó en el campo de batalla, justo al frente de Ash listo para la pelea.


    Ambos entrenadores permanecieron en silencio, como si el viento trajera consigo viejos recuerdos de sus antiguas batallas. Ninguno de los cuatro personajes movía un solo musculo, no hasta que una hoja que fue levantada por el viento cayera lentamente hacía el centro de la batalla. En cuanto esta toco el suelo… todo inicio.


    -Pikachu, impactrueno!!!- nuevamente ambos entrenadores parecían estar en sincronía total, gritando desafiante y poderosamente iniciando la gran batalla que decidiría de una vez por todas cual entrenador es más fuerte.
     
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    Peete

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    5016
    El nuevo capítulo ha llegado, se que me tardé un poco y algunos de ustedes estaban impacientes pero es que no encontraba la inspiración suficiente para escribir y prefiero hacer esta historia bien hecha que a tiempo. Cada vez que voy a continuar en los capítulos leo sus comentarios para alegrarme, esta vez no fue la excepción. Les agradezco enormemente por seguir mi historia y escribir al respecto, leer sus comentarios me ayudó mucho, les agradezco su apoyo, es por eso que decidí enfocarme más que antes en esta historia a partir de ahora, así los capítulos serán mejores y llegarán más rápido, todo gracias a sus comentarios.

    Quisiera aclarar una cosa antes de que piensen mal de mi narración. Se que la historia ha dejado muchas preguntas, tiene varios huecos y muchas cosas que no se han mostrado aun, pero créanme que yo he tenido todo eso en cuenta desde que lo inicie, con el tiempo todo se resolverá poco a poco, de esa forma el único modo de entender lo que realmente esta pasando es llegando al final.




    Capítulo 32: Es ahora o nunca.​



    -¿Qué es lo que quieres?- exigía Ash al extraño ser tras las sombras.


    Aunque el azabache no obtenía respuesta alguna, no dudaba en que él seguía ahí, sentía a traves de todo su cuerpo la mirada penetrante de su perseguidor que cortaba su alma como si de un sable cortando un papel se tratara.


    -Deja de hacer esto, deja de aparecer en mi vida de esta manera. Dime que es lo que quieres- el desespero comenzó a aparecer nuevamente en la mente del entrenador, lo que lo llevo a decir estas palabras con un elevado tono de voz. Sin embargo, al final recordó lo inútil que ha sido exigirle respuestas a él.


    Observando lo inútil que era todo, Ash tomo aire profundamente. Nuevamente, ahora más calmado, Ash repitió la pregunta aun sin esperar respuesta alguna.


    -¿Qué es lo que quieres?-.


    -Evitar…-


    Como la explosión de una granada de luz, la voz del pokemon produjo un estado de shock en el entrenador que lo paralizó por completo como si de estar aturdido se tratara. A pesar de ser grave y de bajo volumen, aquellas tres silabas no solo fueron comprendidas claramente sino que también resonaban en la mente del azabache produciendo un eco interminable en su cabeza.


    Por primera vez desde que lo vio, Ash logró escuchar su grave voz, lo que casi hizo eliminar su idea de que era un pokemon.

    De no ser por un pequeño porcentaje pokemon que podían hablar como Meowth o los pokemon psíquico que a menudo usan su telepatía ya habría eliminado automáticamente esa hipótesis.


    Luego de un par de segundos paralizado, Ash regresó a la realidad mientras aun en su mente recordaba una y otra vez la única palabra que había escuchado de él.


    -Evitar… ¿evitar que?- pregunto el confundido entrenador.


    Aunque había venido a aquel lugar en busca de respuestas, lo único que había logrado encontrar fueron más preguntas.


    -Evitar… Destrucción- dijo él nuevamente. Aún tras las sombras.


    -¿Evitar la destrucción?, ¿de que?, ¿De una ciudad?... ¿De algun lugar?- Ash comenzaba a presionarlo para que le diera más información, pero sin éxito alguno por ahora, quizá estaba siendo muy especifico, quizá el problema era más grande de lo que pensaba. Se tomó unos minutos para realizar sus próximas preguntas mientras en su cabeza pedía una y otra vez que la respuesta a estas fuera un No.


    -La destrucción… ¿de los humanos?...-Nuevamente la conversación parecía ir de un solo sentido, ya que no había respuesta alguna ante todo esto por parte de él.


    Aunque no había respuesta alguna, Ash continuaba sintiendo en su interior que aún no formulaba la pregunta adecuada. La respuesta a todas las otras preguntas que había hecho eran Si y No al mismo tiempo. Fue ahí cuando el azabache descubrió que sus preguntas se referían a algo muy pequeño en comparación con lo que estaba sucediendo. El problema era mucho mas grande de lo que él imaginaba, no solo era él y el mundo, era mucho más que eso.


    -La destrucción… de los pokemon- Aunque él no emitió una respuesta, Ash sentía que finalmente le había dado al clavo, lamentablemente así estaba la situación, hubiera preferido equivocarse al hacer esa pregunta, pero avecés las cosas no pasan como tu quieres que pasen.


    Bajó la cabeza y, con los ojos y la boca abierta, trató de comprender en su mente la verdadera situación en la que se encontraba el mundo ahora. Sus pupilas estaban dilatadas de la sorpresa, sus manos comenzaron a temblar escandalosa mente, sus pies parecían hacer un trabajo imposible al intentar mantener el equilibrio del azabache. La sola idea de imaginar eso le generaba un escalofrío que atravesaba su espalda pasando por cada vertebra de su cuerpo.


    A pesar de no tener respuesta, Ash sentía que finalmente había logrado hacer la verdadera pregunta. Aunque de solo pensar en eso, comenzaba a temblar sin control alguno.


    Se tomó algunos minutos para controlarse, este no era el momento para perder el control, debía averiguar más, debía obtener más información para poder hacer algo.


    -Y para eso me necesitas, ¿no es así?- Ahora más calmado, recuperando el control de su cuerpo, Ash volvió a tener una postura firme ante él mirándolo hacía la oscuridad, donde se suponía que estaba él.


    Varías nubes de tormenta comenzaron a aparecer en la oscuridad de la noche, escondiendo el manto de estrellas que embellecía la noche convirtiéndola en una verdadera obra de arte.


    -¿Dime quien eres?, ¿Muéstrate?- exigía Ash con una leve esperanza de que sus preguntas dieran resultados.


    No hubo resultado pero Ash no perdía la esperanza.


    -¿Quien eres?-


    A pesar de la poca luz que había en aquel entonces, El azabache sentía como de repente él se acercaba lentamente, y es que cada vez que lo hacía sentía los latidos de su corazón cada vez más rápidos y más fuertes, estando éste a punto de salirse del pecho para salir de ahí lo más pronto posible. Aunque la misma idea paso por la mente de el entrenador, sus pies no respondían ahora, no podía moverse si quisiera. Ahora estaba a merced de él.


    Mientras se acercaba, su extraña silueta humanoide comenzó a tomar forma a pesar de que identificar al sujeto aún era difícil. Ahora él se encontraba a tres pasos de él azabache, tan solo tres pasos, lo suficientemente cerca como para atacar sin que Ash pudiera esquivarlo. El riesgo que estaba corriendo era grande pero a lo largo de su vida se había dado cuenta que para ganar hay que arriesgarse.


    Aunque estuviera a tres pasos de el azabache, Ash no podía identificarlo con certeza. Sin embargo, como si el mundo lo hubiese escuchado, un relámpago cayó fuertemente a unos metros detrás de él azabache. No fue tan cerca como para ser peligroso para él, pero si fue lo suficiente como para que Ash lograra ver su rostro por tan solo un momento. Solo por una milésima de segundo lo vio, solo necesitó de esa milésima para reconocerlo. Aquella imagen se apoderó de su mente y quedo almacenada por el resto de su vida.


    Ash, manteniendo una expresión entre sorprendido y preocupado se mantuvo firme ante la ocasión, un millón de emociones corrían descontroladamente por su cuerpo a excepción de una, terror. El miedo fue la única emoción que no se presentó. Aunque Ash sabía que lo que iba a ocurrir algun día sería catastrófico, no tuvo miedo de ver directamente a su acechador. En lugar de correr y esconderse, el azabache solo dijo dos palabras.


    -Lo sabía…-






    ------------- 12 horas antes de todo lo ocurrido---------



    La pelea entre Ash y Richie estaba por empezar. Pikachu y Sparky, cada uno justo delante de su entrenador adoptaron su posición de batalla y de sus rojas mejillas comenzaron a salir pequeños relámpagos, señal de que estaban listos para atacar.


    Ambos entrenadores permanecieron en silencio, como si el viento trajera consigo viejos recuerdos de sus antiguas batallas. Ninguno de los cuatro personajes movía un solo musculo, no hasta que una hoja que fue levantada por el viento cayera lentamente hacía el centro de la batalla. En cuanto esta toco el suelo… todo inicio.


    -Pikachu, impactrueno!!!- gritaron ambos entrenadores en perfecta sincronía.


    -Pikaaa….. Chuuu!!!- aquellas palabras fueron las próximas a ser escuchadas en varios metros de distancia seguido por una enorme explosión que lo cubrió todo llegando incluso a destruir varios arboles a la redonda, expandiendo así el campo de batalla.


    Ambos entrenadores cubrieron sus rostros con sus brazos para evitar el humo sobre sus ojos. En cuanto todo quedo despejado, la pelea continuó.


    -Sparky usa ataque rápido-


    -Esquívalo y usa ataque rápido también, Pikachu- Ash no tardó en iniciar su acción en cuanto escuchó el siguiente movimiento de Sparky.


    A pesar de que aun se encontraba el humo, un poco menos denso que antes, Sparky se dirigió a toda velocidad contra Pikachu, quien lo esquivo en el último segundo para después cambiar de dirección y dirigirse directamente hacía Sparky.


    -Esquívalo Sparky- gritó Richie rápidamente.


    Al igual que la vez anterior, Sparky esquivó el ataque de Pikachu en el último segundo y reemprendió su ataque. Ahora la batalla se había convertido en el juego del gato y el ratón. Mientras un Pikachu ataca, el otro lo esquiva y contraataca. Ambos se movieron por todo el campo una y otra vez pasando por varios arboles caídos por la explosión anterior.


    -Así no llegaremos a nada- dijo Richie.


    -No lo creo…- argumento el azabache contradiciendo a su rival.


    Aunque fuera por unas milésimas de segundo, el juego había cambiado un poco, Pikachu cada vez estaba más cerca de atrapar a Sparky mientras que Sparky se le hacía cada vez más difícil. Es ahora cuando las diferencias entre ambos pokemon comienzan a aparecer.


    Richie notó la pequeña diferencia que estaba surgiendo, eso lo preocupó un poco así que decidió intensificar las cosas.


    -Sparky, usa tu máxima velocidad, puedes hacerlo. Recuerda nuestra pelea contra Ninjask-. Gritó Richie.


    Ahora parecía que los papeles se invirtieron. Ahora Sparky, a pesar de estar un poco más cansado, se acercaba cada vez más para atrapar a Pikachu, tan cerca estaba que Pikachu no tenía oportunidad de atacar, solo esquivar, esquivar hasta el cansancio.


    -Esto no es bueno- dijo Ash en voz baja -Pikachu, usa ese árbol para contraatacar, usa cola de hierro- Gritó Ash señalando un gran árbol que no había sido destruido por la explosión.


    -Pika- dijo Pikachu un segundo antes de esquivar a Sparky una vez más, sin embargo los ataques no cesaban y no lo dejaban pensar con claridad. Por un momento Pikachu volvió a esquivar y ahora se dirigía hacia un enorme árbol mientras era atacado por Sparky, parecía ilógico al principio ¿cómo usaría un árbol para atacar?, pero el esquivar tantos ataques le dio una idea sobre como lograrlo. Al final, dio un salto y cayó sobre el tronco del árbol para lograr impulsarse con su ayuda y ahora dirigirse directamente hacía Sparky quien estaba seguro de haberlo acorralado.


    -Pika…- La cola de Pikachu comenzó a brillar mientras se acercaba a Sparky. Pikachu adoptó la posición inicial del ataque preparándose para girar y golpear con su poderosa cola. En cuanto estuvo a tan solo centímetros de distancia, movió su cola a toda velocidad golpeando directamente en el rostro a Sparky, enviándolo hacía el otro extremo del campo.


    -Pika!!!- gritó Sparky luego de ser herido.


    -Sparky!!!- La preocupación en Richie fue más que antes luego de ver como su pokemon era fuertemente golpeado debido a su ingenuidad. Richie se culpaba por eso, debió haber esperado un contragolpe como ese en lugar de sobre confiar en sus habilidades.


    Aunque el golpe fue poderoso, Sparky se levanto nuevamente. Ahora tenía la marca del golpe en su mejilla izquierda pero eso no era motivo para perder.


    -Pikachu, impactrueno- dijo Ash buscando un modo de atacar a distancia.


    Pikachu lanzó su poderoso Rayo lo más pronto posible, quitándole el tiempo a Sparky para que pudiera esquivarlo.


    -Cola de hierro- gritó Richie en busca de un contraataque.


    La orden fue muy tarde y el impactrueno alcanzó su destinado golpeándolo y generando nuevamente una pequeña cortina de humo. Todos esperaron para ver el resultado mientras la cortina se dispersaba, pero antes de eso salió atravesando el humo, un pequeño Pikachu con su cola brillante corriendo a toda velocidad contra su adversario.


    -Es más resistente de lo que creí- Ash apretó los puños debido a su fuerte adversario –Usa cola de hierro Pikachu-.


    Pikachu no esperó a que su oponente llegará hacia el, en lugar de eso se dirigió hacia su rival mientras su cola comenzaba a brillar nuevamente.

    Cuando ambos estuvieron lo suficientemente cerca, ambos Pikachus movieron sus colas a toda velocidad para golpear a su adversario en el lado derecho de su cuerpo pero en lugar de eso solo lograron que sus ataques chocaran fuertemente uno contra el otro.


    -Parece que es otro empate- dijo Ash.


    Richie le dirigió una sonrisa maliciosa, lo que preocupó bastante a Ash.


    -Remátalo Sparky-.


    Mientras ambos hacían fuerza por mantener sus ataques, Sparky dejó de oponer resistencia y se dejo impulsar por el movimiento de Pikachu provocando que Sparky diera un giro y lo golpeara justo por el otro lado logrando golpear a Pikachu en el mismo lugar donde este lo había golpeado, en la mejilla izquierda.


    -Pikachu!!!- gritó el azabache al ver como Pikachu era enviado hacía atrás tras haber recibido un ataque directo como ese.


    Luego de haber sido lanzado varios metros de distancia, Pikachu comenzó a ponerse de pie lentamente, tal parece que ese golpe había sido lo suficientemente fuerte como para afectarle, incluso más de lo que le había afectado a Sparky.


    -Aquí es cuando aparecen las diferencias entre ambos pokemon, no Ash?- pregunto sarcásticamente el entrenador de cabello castaño – a pesar de que ambos tengan la misma fuerza de ataque, ellos no son iguales. Tu Pikachu es más veloz pero Sparky es más resistente. Por eso a tu Pikachu sufrió un mayor daño al ser golpeado con la cola de hierro- explicaba la situación con cierta comodidad.


    -Eso me he dado cuenta. Parece que esto cada vez se pone más interesante- dijo Ash.


    Richie le dedicó una sonrisa a su rival en señal de aprobación. –Continuemos, Sparky usa trueno-.


    -Pikachu esquívalo con ataque rápido y remátalo con cola de hierro- ordenó el azabache.


    Sparky comenzó a acumular energía para después ser lanzada en un enorme relámpago que se dirigió directamente hacía Pikachu. Éste, ya prevenido del ataque, lo esquivó con facilidad mientras se acercaba cada vez más a Sparky, sin embargo él no parecía rendirse y continuaba lanzando poderosos relámpagos que a pesar del esfuerzo seguían siendo esquivados por Pikachu. Finalmente pikachu llegó y le dio una fuerte tacleada a su rival causando que este se arrastrara un poco hacía atrás.

    A pesar de lograr el ataque, la combinación no terminaba ahí. En cuanto Sparky se levantó, un a brillante cola en forma de rayo apareció justo frente a él para lanzarlo fuertemente hacía atrás.


    -Sparky!!!- gritó Richie preocupado, estaba seguro que alguno de esos rayos alcanzaría a Pikachu antes de que llegase, eso demuestra que en una batalla siempre se debe tener todas las opciones abiertas. Nunca se sabe que puede pasar.


    El lastimado pokemon se puso de pie nuevamente, pero esta vez con dificultad. Mientras trataba de mantener su postura, sus patas comenzaron a temblar al tiempo que su cuerpo le pedía a gritos descanso.


    -Debemos acabar con esto pronto- advirtió Richie observando el estado de su pokemon.


    La pelea entre viejos amigos continuó, ambos Pikachus se lanzaban una y otra vez diversos ataques, algunos eran esquivados, otros golpeaban directamente debilitándolos. A pesar de todo, Ambos continuaban peleando sin dudar hasta que sus energías se acabaran.


    Mientras ambos peleaban. El campamento que Brock había hecho junto a los demás estaba listo y ahora todos se encontraban comiendo, se habían cansado de esperar a los dos entrenadores y al final el hambre solo los dominaba por dentro.


    -Ya se tardaron un poco esos dos, ¿no lo creen?- dijo Max luego de tomar un enorme trago de agua.


    -Mejor voy a buscarlos- May se levantó de la mesa pero fue detenida por Brock.


    -Espera May, dales un tiempo. Ya conoces a Ash, el no es la persona más puntual del mundo, y Richie es como un clon de a Ash. De seguro encontraron algo o quizá solo estén recordando viejos tiempo- Brock en su intento de calmar a la castaña trato de buscar posibles respuestas a la tardanza de ambos entrenadores. Aun así, May lucía preocupada.


    -No lo se Brock…- dijo la castaña preocupándose al imaginar posibles escenarios que habían ocurrido, principalmente relacionados con sus sueños.


    -Te diré que May… Si no llegan en una hora, tu y yo saldremos a buscarlos, ¿te parece?- La solución de Dawn parecía tranquilizar más a la castaña, lo que hizo que volviera a tomar asiento y continuara con su almuerzo.


    La pelea continuó por media hora más, ambos pokemon lucían exhaustos y heridos, pero ninguno de los dos parecía darse por vencido, aunque parecía que ambos habían alcanzado su limite. El próximo ataque sería el definitivo.


    -Es hora del último golpe, vamos con toda Sparky. Usa tacleada de volteos!!!- gritó Richie dando a conocer el máximo ataque de su pokemon.


    -¿Tu Pikachu también sabe usar tacleada de voltios?- Ash lucía sorprendido, había visto a muy pocos pokemon lograr dominar un ataque como ese y el hecho de que Sparky supiera hacerlo demuestra lo bien entrenado y fuerte que es ese pokemon. Eso sin duda demuestra el gran nivel de Sparky, el tampoco era un Pikachu cualquiera después de todo.


    Sparky comenzó a correr obteniendo cada vez más hasta finalmente ser cubierto por un manto de relámpagos listos para ser descargados en el momento del impacto contra Pikachu.


    -Creo que la fuerza lo resolverá todo. Pikachu, usa también tacleada de vol…- Antes de poder terminar la frase, algo inimaginable sucedió. La expresión de Ash cambio de confianza a asombro, de asombro a preocupación, de preocupación a miedo.


    Los pies de Ash no se movían, de hecho, ninguna parte de su cuerpo respondía a sus ordenes, estaba en Shock. Una gota de sudor comenzó a bajar por el lado izquierda de su cabeza hasta alcanzar su mejilla, sus ojos permanecían abiertos al igual que su boca y un frió helado paso justo detrás de él produciendo un escalofrío que recorrió su espalda desde su cabeza hasta los pies.


    En tan solo un instante, Ash sintió una presencia cerca de él. Era como si la pudiera ver pero a la vez no, era algo muy extraño para él aunque no era la primera vez que sentía algo como esto. Podía sentir como una extraña alma se encontraba cerca de ellos observándolo todo pero en cuanto su cabeza respondió y observó hacía su lado derecho, no encontró nada tras los arboles.

    Fue tan solo por un instante pero esa sensación fue tan poderosa que fue como si el mismo ser le hubiera gritado en el oído “Aquí estoy”. Lo más preocupante para Ash no era que de la nada pudiera sentir la presencia de otros sino la sola idea que aparecía en su cabeza sobre quien era él.

    No era la primera vez que sentía algo como eso, aunque esta vez se sentía diferente, Ash estaba seguro de que debía ser la misma persona, el mismo extraño que apareció en Sinnoh y Hoenn, el mismo que lo llamaba en ciudad Portual.


    -Pika!!!- los ruidos de su pokemon regresaron a Ash a la realidad solo para ver como si Pikachu era golpeado fuertemente por la tacleada de voltios de Sparky. Lamentablemente ese golpe fue suficiente para acabar la pelea.


    Sparky lucía cansado y estaba casi sobre el suelo, la tacleada de voltios era poderosa pero tenía un precio. Aun así, Sparky lucía mejor que Pikachu quien se encontraba inconsciente en el suelo justo debajo de un árbol que aparentemente había sufrido un gran golpe en el centro del tronco, posiblemente el impacto de Pikachu.


    -Pikachu!!!- Ash dio por terminada la pelea y corrió en auxilio de su compañero quien después de unas sacudidas parecía no responder lo que preocupó más al azabache. Al final esas preocupaciones desparecieron al ver como su pokemon recuperaba la conciencia poco a poco.


    -Me alegró que estés bien amigo…-Dijo Ash un poco más tranquilo ante la situación. Mientras se arrodillaba en el suelo y cargaba con su mando derecha la cabeza de su pokemon, notó un momento lo cerca que estaba de un par de arboles que se adentraban en el bosque, justo el lugar donde había sentido aquella presencia.


    -Oye Ash, ¿qué te sucedió?, al final dudaste amigo- Richie apareció luego de tomar a su pokemon y dirigirse hacía donde estaba Ash, quien encontró poniéndole más atención al bosque que a su pokemon. -Esperaba algo impresionante de tu parte para contraatacar y arrebatarme el triunfo- a pesar de haber hablado, el azabache no dio señal alguna de haber prestado atención. Se veía distraído, más de lo normal. –Oye Ash ¿Qué te sucede?- preguntó Richie alarmándose por la situación de su amigo.


    -No es nada, Richie- observó el lugar por unos segundos más con cierta curiosidad en sus ojos. Luego se dirigió hacía Richie –Deberíamos regresar cuanto antes con Brock y los demás para curar a nuestros pokemon- Ahora el mismo Ash de siempre, se puso de pie y comenzó a caminar junto a su rival en dirección al campamento.


    -Es cierto. Además, apuesto a que el almuerzo ya esta listo- comentó Richie causando una gran sorpresa en la mente del azabache.


    -Lo había olvidado. Las chicas deben estar molestas por tardarnos tanto- dijo Ash preparándose para el regaño que estaban por darle los demás.


    -Tienes razón- concluyó Richie mientras ambos tomaban los cestos con bayas que habían estado recolectando y continuaron su camino hasta el campamento.


    El día fue rápido, cuando Ash y Richie llegaron al campamento, los demás ya habían terminado de almorzar, aun así decidieron darles de comer y esperarlos para después emprender nuevamente el viaje. Sería un castigo muy grande dejar a alguien como Ash sin comer.

    Al cabo de tres horas, el grupo de jóvenes reemprendió la marcha hacia ciudad Viridans para desviarse un poco hacia pueblo paleta y luego dirigirse hacia la ciudad Cerulean donde sería el próximo concurso.

    El camino continuaba siendo largo, ahora llevaban un poco más de la mitad, era un gran avance por hoy, a ese ritmo quizá podrían llegar a la ciudad antes de lo esperado.

    Los jóvenes continuaban avanzando pero, al igual que ellos, el tiempo también y la oscuridad comenzaba a reemplazar la calurosa luz que proporcionaba el sol justo antes de esconderse.


    La experiencia de los viajeros ha demostrado que viajar en la noche no es una idea sensata. Las probabilidades de perderse, desviarse del camino o encontrarse con algo inesperado son muy altos en las noches, sobretodo aquella noche de luna nueva. Donde la luna parecía ausente llevándose consigo la poca luz natural que permitía a los viajeros observar un poco mejor en la noche. Pero aquella noche no, aquella noche todo era más oscuro, más misterioso… Más peligroso.


    -Vamos a acampar aquí. Ya no puedo ver nada- dijo Brock tratando de ver hacía el frente pero la poca iluminación limitaba su vista.


    -Yo creo que podemos seguir, si seguimos el camino no pasara nada. Así llegaremos más rápido- argumento Ash.


    -Acaso ya se te olvido lo que sucedió la última vez que viajamos de noche- La furia de Dawn comenzó a salir con cada palabra al recordar como Ash fue encontrado inconsciente al borde de un acantilado mientras se desataba una enorme tormenta.


    -Dawn tiene razón, es mejor prevenir que lamentar- argumento Max. Al parecer todos estaban en contra de las decisiones del azabache.


    -No va a ocurrir nada, no se preocupen- Ash en su intento de calmar a Dawn, solo logró enfurecerla más. Eso pasa cuando no haces lo que ella dice.


    -QUE NOS QUEDAMOS DIJE!!!- Dawn ya no parecía tan dulce e inocente como la primera vez que Ash la conoció. Tenía en su mirada dos llamas que intimidarían a cualquiera, si eso no lo hacía, de seguro el puño que estaba levantando o la fuerza que hacía entre sus dientes lo haría.


    Ash no argumentó más su posición, lo único que le quedaba era hacer lo que Dawn decía.

    Esta vez fue difícil pero en un par de horas lograron organizar todo para acampar. Entre todos buscaron unas cuantas ramas secas para hacer una fogata pero sin separarse demasiado, aquel lugar podría ser engañoso y como dijo Max “es mejor prevenir que lamentar” aunque algunas personas como Ash no comparten esa filosofía.


    En un par de minutos, luego de comer algo ligero que Brock y Max parecían haber tomado de ciudad Vermilion, cada uno fue a dormir en su respectivo saco de dormir. La mayoría en cuanto toco el suelo entro en el subconsciente de su comente y comenzó a navegar por el mar de los sueños.


    Cada uno de ellos parecía dormir cómoda y profundamente, eso fue hasta que repentinamente Ash abrió los ojos como si nunca hubiese estado dormido. En lugar de dormir, Ash solo hizo parecer que estaba dormido para no preocupar a los demás sobre lo que estaba por hacer, si de algo estaba seguro era que debía hacer esto solo.

    Miro hacía la derecha, luego a la izquierda. Todos parecían estar completamente dormidos, -Llegó la hora- dijo el azabache en voz baja para no despertar a nadie.


    Se levantó de su saco y con cuidado comenzó a caminar a traves del campamento siendo extremadamente sigiloso para no levantar a nadie, al final logró su cometido y se comenzó a alejar lentamente del campamento. Al igual que Pikachu, dejo cuatro de sus cinco pokebolas en el saco de dormir, pensó que quizás él podría alarmarse al ver que Ash estaba dispuesto a luchar, pero no podía ir tan vulnerablemente así que solo tomo una pokebola en caso de que necesitara escapar.


    Brock tenía razón, la iluminación aquella noche era más limitada de lo que Ash imaginó, por poco choca con varios arboles, de no ser porque caminaba con las manos hacía delante de seguro lo habría hecho. Ash estaba confundido, incluso con sus acciones, ni siquiera sabía que era lo que estaba buscando ni en donde se encontraba él, solo sentía que debía seguir caminando.

    Encontrarlo en el bosque mientras peleaba con Richie lo tomó por sorpresa, no esperaba encontrarlo tan pronto, mucho menos en un lugar como este. Esta era su oportunidad para intentar hablar con él, esta vez tenía una idea de donde podría encontrarse, pero debía continuar caminando.

    El azabache, después de tanto caminar, llegó al lugar donde había ocurrido la batalla con Richie. No podía ver muy bien pero estaba seguro que la mayoría del lugar debió de haber quedado destruido, eso explicaría por que por un momento dejo de encontrarse arboles al frente.


    -Vamos, se que estas por aquí- dijo el azabache dándose esperanzas de poder encontrarlo.


    Con éxito pero con dificultad, encontró el lugar donde Pikachu había sido golpeado por última vez, se arrodilló para recordar la escena de la batalla y la imagen de su pequeño amigo inconsciente en el piso. El azabache agitó su cabeza y saco esas imágenes de su mente, este no era el momento para pensar en eso, no estaba ahí por eso. Levantó la cabeza y miro el oscuro lugar por donde había sentido esa presencia, hasta Ash debía admitir que se veía más tenebroso en la noche, dudaba que alguien quisiera entrar ahí, de no ser por que no había otra elección Ash tampoco lo hubiera hecho.


    Tomo aire profundamente y se armó de valor para continuar, otra vez puso sus manos hacia el frente para evitar chocar con un árbol, el miedo comenzaba a aparecer en su interior, ahora sentía que era vigilado, se sentía como una presa ahora. Su instinto le decía que continuara adelante, eso fue lo que hizo pero avecés el instinto falla. Al final llego a una pequeña llanura de unos 15 metros de diámetro, al estar en el centro, su cabeza se nublo y perdió el camino que debía seguir, es como si aquí acabara el camino, ¿qué lo había traído hasta ahí?. Todo era muy misterioso, pero Ash permaneció quieto. La mirada que sentía desde hace un tiempo aun estaba sobre él, debía encontrar su lugar de origen, antes de que suceda algo.


    Ash trató de concentrarse, tenía que calmar sus emociones esta vez, aun no sabía como pero ya había logrado hacer esto mismo antes. Cerró los ojos y respiró profundamente, comenzó a ver todo lo que había a su alrededor de una extraña manera, sin siquiera girar su cabeza ni sus ojos. Parecía que todo iba muy bien hasta que sintió la misma presencia que sintió la vez anterior, esta vez mucho más poderosa, más cerca de él. Aquello era tan fuerte que en un instante la concentración del azabache se perdió y por mero reflejo, se volteó para ver el lugar donde había sentido aquella sensación.


    Estaba seguro de que eso no era normal, ahí tenía que estar él, estaba vigilándolo de cerca. No podía ver su cuerpo ni sus ojos, ni siquiera su silueta pero estaba seguro de que ahí estaba él.


    -Al fin te encuentro-.


    Las emociones de Ash salieron a flote al mismo tiempo pero eso no fue suficiente para que el azabache mantuviera su postura y rechazara la idea de huir. Este era el momento que estaba esperando, esta vez no se desmayaría ni dejaría que el se fuera tan fácilmente, esta vez no. Era su oportunidad.


    Es ahora o nunca.
     
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    La profecía de los cinco
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    Capítulo 33: Caos en la ciudad Viridian parte 1​








    La región Kanto, una región caracterizada por tener la mayor diversidad de pokemon que cualquier otro lugar. Cerca de un pequeño pueblo al suroeste de la región llamado pueblo paleta una majestuosa e imponente ave mantenía el rumbo en esa dirección, dejándose ayudar por las corrientes de aire que pasaban a esa altura facilitándole así su largo viaje.

    En el lomo de aquella gran ave, dos jóvenes se encontraban esperando hasta llegar a su destino. Uno de ellos miraba hacía el frente, trazando la ruta más corta hacía pueblo paleta, el otro solo mantenía la cabeza baja observando una pequeña caja que tenía entre ambas manos o más bien, tratando de ver la pequeña esfera que se encontraba en el interior de ella.


    -¿Estas bien?- pregunto Helio, el guardián pokemon que guiaba al ave hacía su destino, le preguntó a su compañero al verlo tan concentrado en la caja.


    -Si, estoy bien- respondió Gary –Es solo que hay algo extraño con todo esto, es como si esta cosa me llamara- señaló el místico objeto dentro de la caja –No se porque pero siento una leve atracción hacía él, como si necesitara de él-.


    -Debemos entregárselo al profesor lo más pronto posible, entre más tiempo estemos en contacto con esto, más peligroso será- Helio tomó precauciones y le quitó la caja de sus manos antes de que este hiciera algo inapropiado.


    Gary, un poco decepcionado de haber causado que el guardián pokemon ya no confiara tanto en el, no discutió luego de que se le fue arrebatado el objeto, se sentía un poco mal al respecto, pero él sabía que eso era lo mejor así que decidió callar por ahora.


    -No te sientas mal- Helio le envió una sonrisa de confianza luego de ver el triste comportamiento del investigador –No eres tu, es la esfera. Ya he visto lo que le ocurre a alguien cuando esta mucho tiempo cerca de esto; y créeme que, no es nada bueno- el rostro del guardián se hizo puso más serio como si hubiera recordado un triste suceso de su vida.


    Gary solo pudo imaginar las posibles consecuencias de solo obtener ese objeto, lo mejor era alejarse de ese objeto por ahora. Asintió con la cabeza como si estuviera de acuerdo con las acciones del guardián pokemon.

    Una nueva corriente de aire apareció para elevarlos por el cielo y aumentar su velocidad, a la altura en la que estaban podían ver pueblo paleta a lo lejos, ya no faltaba mucho. El ave gritó en señal de victoria, a pesar de que el viaje había sido largo, estaba demostrando que eso no era suficiente para obligarlo a descansar.




    Al tiempo que Gary y Helio se acercaban a Pueblo Paleta el grupo de Ash continuaba su camino llegando a las afueras de ciudad Viridian.



    -¿Cuánto creen que falte para llegar a ciudad?- preguntó Max tratando de distraerse un poco jugando con su Ralts, quien se mantenía sobre su cabeza todo el tiempo.


    -No debe faltar mucho, si seguimos caminando llegaremos en un par de horas- contestó Brock caminando al frente del grupo enseñando el camino correcto.


    -¿Tanto?- respondió May un tanto decepcionada -¿Y si paramos un rato para comer?- se llevó su mano al estomago en señal de hambruna.


    -Pero si acabamos de comer- contestó Max a su hermana.


    -Ya lo se pero no es suficiente, aun tengo hambre- La castaña parecía estar cada vez más triste debido a que ni siquiera eran capaz de ver la ciudad desde donde estaban y a decir verdad, su estomago ya había rugido varias veces durante el camino lo que hizo que ella se incomodara con los demás.


    -No te preocupes May, pronto llegaremos. Ahí podremos comer algo- Dawn apareció detrás de ella y puso su mano en el hombro derecho de la chica en señal de consuelo. Cual buena amiga cuando su compañera esta mal.


    -Oigan… ¿Escuchan eso?- Dawn se detuvo para escuchar otra vez, parecía ser una especie de zumbido extraño pero era muy débil como para saber su origen.


    -Yo también lo escucho- Max giró su cabeza una y otra vez en busca de su procedencia.


    -Creo que viene de atrás- brock dio media vuelta para ver que era lo que causaba ese ruido. Inicialmente no vieron nada de lo normal pero ese extraño ruido parecía acercarse cada vez más.


    En un instante, una camioneta salió por un camino de la derecha a toda velocidad y tomo el camino principal para dirigirse directamente hacia ciudad Viridian. El mismo camino por el que estaban caminando.


    Max fue el primero en ver la camioneta –Cuidado!!!- gritó el joven alertando a los demás, dándoles tiempo de ver la camioneta a unos metros de distancia para poder abrirse del camino a tiempo.


    Todos lograron alejarse del camino a tiempo, todos menos Ash quien había estado toda la mañana sumergido en sus pensamientos. Ahora por estar recordando lo sucedido anoche no comprendió las advertencias de Max.

    De no ser por que la camioneta se desvió en un último esfuerzo por evitar un accidente, Ash habría salido gravemente herido o peor.


    -¿Qué?!!!- dijo el azabache dándose vuelta y saltando en el último instante para evitar la camioneta a la vez que esta se desviaba hacia el otro lado.


    La camioneta comenzó a derrapar y a perder el control debido a que se habían salido del camino y la camioneta no era apta para dar tales giros a tan alta velocidad. De no ser por el buen control del conductor habrían chocado contra un árbol, afortunadamente no fue así.

    En cuanto todo el incidente terminara y la camioneta se detuviera completamente, todos se acercaron a la camioneta para ver si habían causado un accidente.

    De la puerta del conductor se bajo un hombre bien vestido, de traje y corbata que hacían juego con su distinguido gorro.


    -Oye niño, ten más cuidado ¿quieres?- dijo el chofer del vehículo algo enfadado con los demás pero a la vez viendo si algun daño se llegó a causar.


    -Lo…Lo lamento mucho señor- Ash lucía muy arrepentido por su falta de atención –Lo siento mucho-.


    -Es una suerte que no me haya estrellado contra ese árbol- el bien vestido chofer seguía enojado y comenzó a regañar a Ash pero de un momento a otro, como si nada hubiera ocurrido dejo de ponerle atención a los jóvenes y comenzó a correr hacía una de las puertas traseras luego de escuchar la voz de un hombre preguntando por él –Perdóneme señor Goodshow- Abrió la puerta y de adentro salió un pequeño anciano con una larga barba y una vestimenta similar a la de un joven de 12 años su piel era blanca y su cuerpo lucía algo delgado –Lamento si se lastimo, estos niños estaban en medio del camino y…-


    -No te preocupes Stan- interrumpió el anciano enseñando su buen carácter ante malas situaciones. Dejo de prestarle atención al chofer al igual que él lo había hecho con Ash, se dirigió hacia los jóvenes y les preguntó -¿Alguno de ustedes esta herido?-


    El grupo entero negó con la cabeza al mismo tiempo provocando un gran alivió para el anciano.


    -Menos mal- dijo el anciano respirando profundamente. Comenzó a ver detenidamente los rostros de sus casi victimas y su expresión cambió de preocupación a asombro –Pero si eres Ash, que alegría verte por aquí muchacho-.


    -Señor Goodshow, ¿cómo esta?- El azabache no tardó mucho en reconocer a su interlocutor, aunque no lo veía muy seguido, el es una de las personas más famosas e importantes la liga pokemon. Lo había visto una que otra vez en sus viajes para competir en la liga pokemon.


    -¿Goodshow?... ¿Charles Goodshow?...- la cara de Dawn estaba entre asombrada y confundida -¿Charles Goodshow el presidente de la liga pokemon y del comité de la llama?-.


    -Bueno, así es señorita- respondió el anciano orgulloso de sus reconocimientos. Terminó de ver los rostros de todos pero se centro en el último joven de grupo –y tu debes ser Richie de la región Kanto ¿no es así?. Últimamente haz llamado mucho mi atención muchacho. Tu último torneo en la liga pokemon no estuvo nada mal-.


    -Mucho gusto señor- Richie contrajo sus mejillas hasta formar involuntariamente una sonrisa ante tal halago viniendo del mismísimo presidente. Aunque hubiera preferido evitarlo, sus mejillas se ruborizaron enormemente por el cumplido que recibió.


    -Lamentamos lo que sucedió señor Goodshow- habló Brock en nombre de todo el grupo pidiendo nuevamente disculpas.


    -No se preocupen, lo bueno es que nadie salió herido. ¿Díganme a donde se dirigían?-


    -Vamos a ciudad Viridian, llevamos caminando un buen rato y creo que el cansancio no nos dejo pensar en si habría algun vehículo en la vía- respondió Max tratando de buscar una excusa para no quedar como unos completos distraídos ante una persona del rengo de Charles Goodshow.


    -Ya veo. Bueno es una gran coincidencia, yo también me dirijo hacia allá. Vengan, suban, llegaran más rápido viajando en auto- el anciano abrió la puerta de la camioneta e invitó a todo el grupo a entrar. Eran estos momentos que la gente decía que el señor Goodshow era una persona extraordinariamente buena con todo el mundo. Afortunados eran de que los rumores sobre él eran ciertos.


    Ninguno de los 6 jóvenes renegó, todos estaban ansiosos de llegar lo más pronto posible a ciudad Viridian y era cierto que ir en auto era un método mucho más eficaz. A pesar de ser un gran numero de personas, todos lograron acomodarse en los asientos que tenía la camioneta, en realidad estaban precisos los asientos. Habían exactamente ocho puestos, los suficientes como para que fueran los jóvenes, el señor Goodshow y el chofer sin incomodidad alguna.

    Un par de minutos después la camioneta reemprendió su marcha hacía ciudad Viridian, esta vez a una velocidad más moderada.


    Mientras la camioneta reemprendía su marcha, un helicóptero color plateado con un enorme símbolo amarillo justo en el centro comenzaba a acelerar para dirigirse hacía el mismo destino.

    Adentro, una chica de cabello corto y color azul celeste sostenía unos binoculares en su mano izquierda con los que estaba observando a la camioneta a la vez que con su mano derecha tomaba un comunicador.


    -Señor, hemos confirmado que Charles Goodshow va en una camioneta blanca rumbo a ciudad Viridian, sus sospechas eran ciertas. No esta en el grupo de helicópteros que vimos dirigiéndose hacía ciudad Fucsia como pensábamos-.


    -Sabía que debía ser un señuelo… Bien, les diré a los demás que detengan el ataque. Mientras tanto manténganse alejados, les informaré cuando inicie la operación. Los preparativos en la ciudad Viridian están listos, al parecer nuestro espía dijo la verdad- dijo una voz a traves del comunicador.


    -Entendido- la chica terminó la llamada y le informó al piloto sus próximos objetivos. Este solo asintió con la cabeza y se dirigió directamente hacia ciudad Viridian.


    El viaje no fue largo ni aburrido. Gracias a el señor Goodshow, presidente de la liga pokemon, llegaron a la ciudad más pronto de lo esperado lo que fue una suerte para ellos. Además parecía que la suerte continuaba con ellos, puesto que antes de la despedida, el señor Goodshow los invitó cortésmente a un enorme edificio recién construido en donde el tenía una pequeña oficina en donde podría encargarse más rápidamente de sus deberes, pero esa no fue la razón por la que los invito. En uno de los pisos inferiores se estrenaba un enorme Buffet en conmemoración de los 98 que cumple la liga pokemon. Ese mismo día, hace 98 años se fundó la liga pokemon, dando paso a ser la mayor competición mundial en la actualidad.


    -Ya era hora de que pudiéramos comer algo- dijo May tomando un pedazo de pan que había en la mesa.


    -Estoy de acuerdo, ya comenzaba a tener hambre- Al igual que May, Ash tomo un pan del mismo lugar. Antes hubiera sido algo descortés decir estas palabras. Pero el hambre hizo que las preocupaciones por los buenos modales desaparecieran.


    El lugar estaba lleno, de no ser porque el señor Goodshow tenía puestos reservados, no habrían podido presenciar la magnifica comida que estaban viendo en sus platos.


    -Díganme una cosa, ¿que los trae por ciudad Viridian?. Si mal no recuerdo, el último líder de gimnasio desapareció de un día para otro así que el gimnasio debe estar cerrado- preguntó el presidente mientras daba un bocado de el delicioso filete que había tomado de la mesa que contenía las carnes.


    -A decir verdad debemos ir a ciudad Cerulean para el concurso pokemon- respondió Max.


    -Pero antes vamos a ir a pueblo paleta para ver al profesor Oak un rato, es por eso que vinimos a ciudad Viridian primero- continuó Ash.


    -Y luego, de paso iremos a pasar por ciudad Pewter para ver a mi familia y el gimnasio- agregó Brock mientras buscaba mujeres lindas en aquel restaurante –Ahí pero que bonito- sus ojos formaban corazones mientras veía detalladamente a una mujer de cabello mono y vestido rosa que pasaba por la barra para servirse una ensalada.


    -Así que planean participar en el festival interregional ¿o me equivoco?- nuevamente, tomó un pedazo de filete de su plato.


    -Si señor- dijo Dawn luego de beber un poco del jugo que se había servido.


    La cara de Goodshow cambió a una expresión de decepción. Bajo levemente la cabeza y entrecruzó los dedos de sus manos.


    -Supongo que aun no se han enterado- Parecía algo más triste que lo que estaba hace tan solo 5 minutos.


    -¿Qué cosa?- May parecía prepararse para las malas noticias, si había algo que hizo que la expresión del presidente cambiara de tal forma, es porque no podía ser nada bueno.


    -El festival…- se tomó unos minutos para continuar, como si la noticia le afectara cada vez que lo dice –el festival se ha suspendido-.


    El asombro de todos se hizo notable en varias formas. Cualquiera hubiera pensado que era una broma, excepto por el pequeño detalle de que el que lo dice es el presidente de la liga pokemon, aunque no tenga nada que ver con los concursos pokemon él parecía estar bien enterado respecto a los concursos, además su expresión y el tono de su voz demostraban que no estaba mintiendo.


    -¿Qué?, un momento…. ¿Qué?- cuestionó la coordinadora de cabello azul.


    -Pero… ¿por qué?, ¿Ocurrió algo malo?- preguntó May.




    El silencio se hizo presente por un momento en la mesa. Mientras el grupo de jóvenes y el presidente de la liga conversaban, en un campamento lejos de ese lugar. Una pareja formada por un hombre de cabellos morados y ojos verdes y una mujer de un largo cabello rojo y ojos azules caminaban rumbo a la central del campamento seguidos por un pequeño Meowth que caminaba en dos patas como si de un humano se tratara.


    -¿Por qué nos habrá llamado el jefecito?- preguntó James algo intrigado.


    -No lo se, no creo que hayamos hecho algo malo- dijo Jessie tratando de pensar en los acontecimientos recientes.


    -Quizá nos va a condecorar por el arduo trabajo que estamos haciendo aquí. Después de todo fuimos nosotros los que encontramos esa cámara secreta ¿o no?- Meowth parecía confiado y listo para recibir una recompensa, los dos humanos junto a él lo miraron con cierta intriga y decidieron creer esa opción.



    -Le agradezco que saque a ese trio de aquí, señor- Pierce quien estaba hablando por una video llamada por un computador con el jefe del equipo Rocket, Giovanni, le agradecía al aceptar su petición de separar a ese equipo de su escuadrón, ya habían causado muchos problemas, aunque habían descubierto ese cuarto subterráneo, ya no eran útiles allá.


    -Tengo algo pendiente para ellos- Giovanni miraba confiada y tenebrosamente al computador. Quien sabe que locas y desquiciadas ideas estaban pasando por su retorcida mente.


    El trio llego y encontraron a Pierce hablando a traves de un computador, este los vio y les dedico una mirada de desprecio. Le informó a Giovanni que por fin habían llegado y se retiro de la tienda para revisar el campamento.


    -¿Hola jefecito?, ¿qué hay jefecito?, solo acepto oro en kilos- esas fueron las palabras que dijo el equipo rocket en cuanto se puso en contacto con su jefe, ya imaginaran quien fue el que dijo cada pregunta.


    -Los felicito por su recién descubrimiento, han hecho un gran servicio al equipo- dijo el líder del equipo sosteniendo un vaso de whisky con su mano derecha.


    -No hay problema, nos encanta ser útiles para usted- dijo Jessie.


    -No quiero sonar interesado pero nuestros fondos casi se agotan y tenemos que comer ¿no es así?, ¿no cree que podría ayudarnos un poco con eso así como nosotros lo ayudamos a usted?- la parte picara de Meowth salió a flote tratando de sacar la mayor cantidad de dinero posible de su superior.


    -Absolutamente- esa palabra sorprendió al trio, quienes luego tenían estrellas en sus ojos imaginando la enorme recompensa –Pero antes necesito que cumplan otra misión-.


    -Si claro, lo que sea jefecito- dijo James, no parecía como si hubiera escuchado solo pensaba en la cantidad de dinero que estaba por recibir.


    -El equipo rocket esta buscando nuevos lugares para expandirse, hemos decidido iniciar operaciones en la región Unova o Teselia, como ustedes la quieran llamar. El punto es necesitamos un grupo de exploración para verificar que el lugar sea apto para iniciar la construcción de la primera base de operaciones del equipo Rocket en la región. Quiero que ustedes vayan a la región y hagan de ese lugar, un lugar apto para la base. También necesitaré que cumplan una serie de misiones secundarias que les estaré informando con el tiempo.- Giovanni parecía como si confiara en su equipo más que nunca. Lo que para sorpresa de los tres miembros del equipo era como un sueño hecho realidad. Ser un grupo e exploración significaba un asenso, el asenso que estaban esperando desde hace años.


    -Cuente con nosotros jefazo- dijo Jessie aceptando la oferta inmediatamente.


    -no lo decepcionaremos- continuó James.


    -El equipo Rocket es nuestra vida. Siempre estaremos con usted, sabía que usted nunca nos olvidaría- gritó Meowth en señal de victoria.


    Giovanni les sonrió como si de un engaño se tratara, este cortó las comunicaciones y luego se aceró a su Persian para acariciarlo, cosa que el pokemon disfrutaba –Enviarlos a la región Unova, que gran forma para mantener a ese trio de inútiles alejados de los asuntos ocupados, lo que ellos no saben es que ya hay una base de operaciones secreta en Unova, así que no hay modo de que mis planes se estropeen otra vez por esos tontos- Giovanni parecía estar conversando con Persian, quien solo lo miraba directamente a los ojos escuchando atentamente los verdaderos planes de su amo.










    Aunque todos estaban asombrados por la noticia del festival, los más afectados fueron May y Dawn, alfin y al cabo que eran ellas las que iban a participar en el concurso.


    -¿Qué ocurrió? ¿Por qué lo han suspendido?- preguntó May algo desilusionada al escuchar esa noticia.


    -El festival estaba decidido para hacerse en la región Sinnoh, en ciudad Corazón.- explicaba el viejo con la mente distante recordando las palabras de la persona que le contó la triste noticia –Los preparativos estaban listos, aquel lugar se había convertido en el estadio más grande de concursos pokemon en las regiones Kanto, Jotho, Hoenn y Sinnoh. O almenos lo era-.


    -¿Que sucedió?- preguntó Ash con intriga.


    -El equipo Galaxia, eso sucedió- la decepción y preocupación del presidente eran más notables ahora –Todo estaba listo, después de tanto tiempo finalmente lo habían logrado terminar y luego… todo explotó-


    -¿Quiere decir que el equipo galaxia destruyó el edificio?- Richie a pesar de haber vivido un sin fin de aventuras, no podía creer lo que sus oídos estaban escuchando -¿Por qué?, ¿Qué querían?-


    -A mi- contestó seca y rápidamente, sin darle rodeos al asunto –ellos trataron de capturarme. Mientras conocía el interior del gran edificio nos encontramos con ellos y en un momento de descuido fui golpeado por un pokemon y quede inconsciente, al final desperténcurso.

    salada.

    n primero- contintrenadoro y quede inconcienteenturas, no pod ro eso ya n contconcurso.

    salada.

    n primero- conti junto a un entrenador que me resulta ser que me salvo la vida. De no ser por él, me habrían secuestrado y luego habrían volado el edificio para fingir mi muerte- El señor Goodshow ahora estaba más calmado. El solo pensar en el peligro en el que estuvo expuesto le daba escalofríos, de no ser por Lance, aquel entrenador que lo había salvado quizá él no estaría ahí ahora.


    -Ya entiendo- dijo Brock –El equipo galaxia había hecho todo eso solo para capturar al señor Goodshow y así tomar como prisionero al presidente de la liga pokemon y pedir una gran suma de dinero por su rescate-


    Aunque todos parecían de acuerdo, el señor Goodshow no parecía satisfecho con esa respuesta, en lugar de hablar se dedicó a guardar silencio.

    Los platos se enfriaban y cada uno regresó a su comida para devorarla plato por plata hasta explotar. Por un momento solo se escuchaban los choques de los cubiertos y los platos, de vez en cuando el sonido de un vaso al tocar la mesa pero nada más, todo parecía callado hasta que Ash rompió el silencio.


    -No puedo creer que podré participar en la copa de campeones-


    -Lo se, y pensar que solo los mejores llegan a participar ahí- dijo Richie teniendo la misma sensación que Ash.


    Ash recordó que Richie también había clasificado para la copa de campeones, a decir verdad no era una sorpresa para él, Richie es un entrenador muy fuerte.


    -Oye, ¿recuerdas como son las reglas del torneo?, recuerdo que en la primera fase había algo acerca de una batalla doble, luego algo de el alto mando, luego los campeones… algo así- dijo Ash tratando de hacer memoria, recordando su vez en el hospital justo en el momento en que recibió la carta.


    -Es algo complicado, la verdad es que yo tampoco lo recuerdo- respondió Richie demostrando su inocencia al aparentar seguridad todo este tiempo en algo que ni siquiera recordaba bien.


    -Definitivamente iguales- dijo Max algo decepcionado de Richie, pensaba que él sería un poco más serio que Ash en ese asunto, almenos se lo tomaría más enserio, ahora descubrió que tan equivocado había estado todo este tiempo.


    -A algunas personas les ha parecido complicado toda la logística- el señor Goodshow por fin reinició la charla, había estado muy callado últimamente –Por suerte para ustedes, tengo unos libros de la copa de campeones, en él encontraran como funciona cada ronda y las reglas de cada batalla. Las tengo en mi oficina, vengan acompáñenme-.


    Como si nadie más estuviera en la mesa, el señor Goodshow se puso de pie y comenzó a caminar hacia el ascensor lo que fue algo extraño para todos “no tardamos” “espérenos aquí” esas fueron las palabras de despedida de Ash y Richie recordando su buena educación. Finalmente se alejaron y caminaron a paso rápido hacia el ascensor en el que se había subido el presidente.

    La oficina se encontraba en el piso 40, el último piso de la torre si se exceptúa la azotea y la bodega de herramientas en caso de emergencia. Se encontraba, luego del ascensor, un largo pasillo que conectaba con múltiples habitaciones a los costados, el señor Goodshow caminó hasta llegar a la penúltima puerta a la derecha. Sacó de su bolsillo derecho una pequeña llave que se le fue otorgada hace algunos días, introdujo la llave y, con un fuerte golpe, abrió la puerta de inmediato enseñando a los jóvenes entrenadores la oficina de una de las personas más importantes del mundo.


    -Déjenme buscar por aquí, siempre tengo varios libros sobrantes de las competencias- abrió uno de los cajones de su escritorio y comenzó a buscar.


    Ash y Richie estaban estupefactos al ver aquella oficina, ocupaba almenos dos pisos de altura. en el lado derecho había una enorme pintura en donde se observaba todas las regiones del mundo; en el lado izquierda se encontraba una gran biblioteca con lo que parecía ser grandes cantidades de conocimiento escrito en antiguos libros y al fondo de la oficina había una enorme ventana que ocupaba la mayor parte de la pared, se diría que toda si se eliminara la parte superior de ella, justo ahí se encontraba el retrato de un hombre junto a su compañero pokemon quien se encontraba justo en medio de dos ejércitos, como si de evitar el conflicto se tratara su misión.


    Ash no pudo evitar quedar hipnotizada por tal pintura, le daba cada vez más curiosidad. Entre más miraba sus detalles, más quería observarla.


    -Hermosa pintura ¿no lo crees?-


    El azabache despertó de su trance ante la pregunta de el viejo. Afirmo rápidamente y, como si hubiese leído su mente, el señor Goodshow respondió una pregunta que lo agobiaba en su interior.


    -Es una antigua leyenda, un hombre que lucha por detener la guerra y obtener la paz, algo difícil de creer después de que vez la naturaleza de los hombres hoy en día. Sin embargo, esa leyenda siempre ha traído esperanza al mundo, es una ideología que ha llenado muchos corazones. Es buena para darle fuerza a las personas, fuerza para creer- el señor Goodshow se quedo mirando la pintura, sonrió una vez al recordar su infancia y el momento en que la escuchó por primera vez, durante muchos sueños se imaginó a si mismo como el protagonista de la leyenda, un hombre que lucha por la paz. A pesar de que la Paz era el objetivo de todo el mundo ¿realmente era posible encontrar algo así en este mundo?.


    Dejo sus sueños a un lado y continuó buscando. –Aquí están- Saco de un pequeño gabinete a la derecha de su escritorio dos pequeños libros azules con el símbolo de la copa en la portada. –Tómenlos, les será útil en su viaje- el señor Goodshow se preparo para otorgarlos, los entrenadores lucían listos para recibir tal presenta, insignificante y a la vez valioso para muchos.


    No muy lejos de aquel edificio, en un lugar desconocido. Una mujer hablaba por un comunicador.


    -Todo esta listo, inicien la operación- dijo la extraña mujer recibiendo un “de acuerdo” como respuesta.


    Antes de que pudiera entregar las guías a los entrenadores, algo extraño ocurrió. Las luces, todas las luces del edificio se apagaron de golpe. Ahora todo estaba en la oscuridad, esto produjo una sensación de confusión en Ash y Richie.

    En el restaurante, en medio de el almuerzo, las luces se apagaron instantáneamente causando enorme confusión en los demás. Algunos se alarmaron, otras personas permanecieron en sus asientos, otros solo caminaban a un paso rápido tratando de buscar alguna salida, de seguro era el tipo de personas con alguna fobia a lugares cerrados completamente oscuros.


    En la enorme oficina que ahora permanecía en la oscuridad. Ash, Richie y Charles Goodshow permanecían en sus puestos mirando hacía arriba tratando de buscar una solución ante el daño de las luces. Lo que ocurrió después nunca lo vieron venir. Mientras veían con confusión hacia arriba, escucharon un golpe seco al lado de ellos, como un cristal justo después de romperse. El tiempo para descubrir el origen del impacto no fue suficiente, en cuestión de segundos escucharon como un pequeño objeto entraba rebotando a la habitación terminando su viaje justo al lado del señor Goodshow. Richie vio todo el recorrido de aquel objeto, no lo reconoció sino hasta que este terminó de rebotar, en cuanto vio de que se trataba, se lanzó al suelo y gritó.


    -AL SUELO!!!- gritó Richie lanzandose al suelo y tratando de alejarse lo mayor posible.


    los sentidos de Ash y del señor Goodshow se activaron de golpe al escuchar esa palabra y ver el objeto que recién había entrado justo al lado del señor Goodshow. Ash no necesitaba experimentarlo para saber que eso era algo peligroso, inmediatamente se alejo lo mas que pudo y se lanzó al suelo para evitar la explosión. El señor Goodshow no corrió con tanta suerte, aquella pequeña arma explosiva que yacía a menos de 2 metros de distancia lo tomo por sorpresa, muy tarde para cubrirse.



    -¿Qué esta sucediendo?- preguntó Max observando como varias personas comenzaban a perder la calma lentamente.


    -no lo se, pero lo mejor será esperar a que arreglen las luces, esto es algo atemorizante en la oscuridad- Aunque Dawn parecía calmada por fuera, en su interior la angustia la consumía pedazo por pedazo, claro que no podía quedar como una niña loca frente a sus amigos, debía mantener la calma por ahora.


    De repente se escuchó el sonido de una explosión desde arriba lo que causó que el edificio entero se sacudiera violentamente. Las luces comenzaban a moverse bruscamente de un lado hacía otro, pequeños pedazos del techo comenzaron a caer uno por uno.

    Al principio la gente parecía estar controlando la situación, pero esa explosión fue la llama que encendió la mecha del pánico. La gente se paró de sus asientos y comenzó a gritar despavoridamente de un lado hacía otro en busca de una saludo. Hombres y mujeres chocaban entre si, la desesperación no parecía tener otro camino mas que aumentar. Como un ángel caído del cielo, una luz se hizo notable en una de las paredes del edificio, en esa luz se encontraba la oficial Jenny junto a dos Growlithe quien parece ser que había logrado abrir la puerta desde afuera. Tal parece que alguien había hackeado los controles para evitar que alguien entrara o quizá… ¿para que alguien no salga?


    -Es la oficial Jenny!!!- gritó un hombre entre la multitud provocando que todos los demás observaran hacía el lugar en donde él estaba señalando.


    -Por favor conserven la calma y evacuen el edificio ordenadamente- aviso la enfermera Jenny sosteniendo una linterna con su mano derecha iluminando el oscuro salón, o almenos una parte de él.


    Como si ella fuera muda o la multitud sorda, los ciudadanos hicieron caso omiso a las ordenes de la oficial y sin diferencia alguna a un grupo de vacas aterrorizadas, salieron disparados hacía la salida chocando unos con otros sin importar quien caería o saldría herido, todo lo que importaba en las mentes de cada uno de esos egoístas y soberbios seres humanos era el de salvar sus vidas a cualquier modo incluso a costa de la vida de los demás.

    La oficial Jenny, quien aun trataba de mantener la calma, tuvo que quitarse del camino bruscamente antes de ser arrollada por la multitud, definitivamente el miedo es la mejor arma para iniciar el caos.




    La oficina se había llenado de humo por la explosión, la mayor parte del escritorio se hizo añicos, la ventana por la que en un principio había entrado el arma explosiva se había fragmentado completamente, la biblioteca que estaba a un lado de la oficina se había destruido y la parte intacta se había venido abajo.

    Ash, quien estaba en el suelo con una parte de la biblioteca sobre él, sacudió la cabeza para tratar de mantenerse consiente. Por un momento lo único que escucho fue un pequeño ruido de muy alta tonalidad, el aturdimiento que tenía era muy fuerte, no sabía si había llegado a perder el oído izquierdo que fue el que más cerca estuvo de la explosión pero eso ahora era lo de menos. Tosió unas cuantas veces y trató de ponerse en pie, se le dificulto mucho esa tarea, la biblioteca en donde se supone que estaban puestos los libros anteriormente estaba sobre él y el humo no ayudaba para nada. Para su suerte Pikachu apareció a traves del humo, el pequeño pokemon escuchó con su gran oído los ruidos de su entrenador, aunque él también había sufrido daños en el oído, su sentido seguía siendo mejor que el de la mayoría de los humanos.


    -Pikachu- Una alegría corrió por el cuerpo del azabache en cuanto vio a su mejor amigo –Que alegría que estés bien- Al igual que él, Pikachu se emocionó al verlo pero en cuanto vio el gran trozo de madera que tenía el azabache sobre él, su ira y preocupación crecieron. Sin haber recibido ordenes Pikachu arremetió contra la biblioteca con una cola de hierro fragmentándolo todo en pequeños pedazos, lo suficiente para que el azabache pudiera ponerse en pie.


    -Gracias amigo- Ash acarició la mejilla de su fiel amigo –Debemos encontrar a los demás cuanto antes-


    El humo salía a toda prisa por la ventana rota, al igual que la multitud del restaurante, la buena noticia es que eso mejoraba la visibilidad en la oficina, el humo se alejaba y la respiración del azabache se facilitaba.


    -Richie!!!, Señor Goodshow- gritó el azabache buscando entra varios escombros a sus amigos. Entre el humo y el desorden escuchó una respuesta seguido por el sonido de un Pikachu. Ash corrió hacía el lugar donde lo escuchó todo y una sensación de alivio se hizo presente al ver a Richie y a Sparky aun consientes, no se podía decir que estaban “bien”. Richie parecía tener una fractura en el brazo izquierdo, Ash lo supo por la forma en la que estaba doblada el brazo de Richie. Sparky por otro lado solo tenía rasguños en su rostro y una que otra herida menor alrededor de su cuerpo.


    -¿Dónde esta el señor Goodshow?- preguntó Richie


    -No lo se. Hay que encontrarlo cuanto antes y salir de aquí- Ash levanto la cabeza y vio como unas enormes grietas aparecieron en las paredes y en el techo, grietas que estaba seguro que antes no estaba ahí –No tenemos tiempo, Parece que el edificio se vendrá abajo. Tenemos que apresurarnos- Ash tomó a Richie del brazo bueno y trato de levantarlo, Richie se quejo del dolor pero siguió adelante, al parecer tenía un enorme hematoma en el flanco izquierdo de su abdomen.


    Por un momento parecía que Ash estaba bien pero al intentar ayudar a Richie, un dolor agudo y punzante apareció en la región izquierda de su pecho, no se había dado cuenta de eso hasta que hizo la suficiente fuerza para levantar a Richie. Observó que él también se quejaba del dolor en ese lado aunque un poco más abajo de donde él lo estaba sintiendo. Maldición este no era el momento para preocuparse por eso, después podría hacerse revisar por Brock o por algun doctor, tenía que encontrar al presidente de la liga pokemon cuanto antes, tenía que hallar al responsable de todo esto y hacerlo pagar, tenia que sacar a sus amigos de aquí; sus amigos, lo había olvidado pero el recuerdo de May, Max, Brock y Dawn llegaron a su mente de una manera Fugaz, recordó que seguían abajo. Tenía que sacarlos, no había tiempo que perder.




    -May, Dawn no se separen- dijo Brock en medio del caos tomando a ambas chicas de la mano. La multitud empujaba a todos de un lado para otro, de no ser porque Brock las estaba sosteniendo ya se habrían extraviado o les habría ocurrido algo peor.


    -¿Dónde esta Max?- May trato de encontrar a su hermano por los alrededores, por un momento él la estaba agarrando de su camisa y en un momento de descuido dejo de sentir la fuerza del pequeño, no podía encontrarlo por ningún lado. –Max!!!, Max!!!- El corazón de la castaña se aceleró, ¿como pudo ser tan estúpida como para dejar que su hermano se perdiera en la multitud?, no se lo perdonaría se algo grave le llegase a ocurrir, eso era lo que ella se preguntaba en su mente una y otra vez.



    -May!!!, Ouch- Max aun estaba dentro del restaurante pero era arrastrado a todos lados por el caos de la multitud, mientras el trataba de ir en contra de la corriente varios golpes llegaban a su rostro por la gente que trataba de buscar una salida sin cuidado alguno –Brock!!!, Dawn!!! ¿Dónde están?!!!- un nuevo golpe azotó al pequeño entrenador, este fue lo suficientemente fuerte como para lanzarlo hacía atrás y enviarlo justo al suelo en donde la multitud parecía no verlo y sin cuidado alguno pasaba justo sobre él.



    En un lugar cercano pero desconocido, dos agentes misteriosos parecían verlo todo desde lo alto de un enorme edificio, uno de ellos sonrió como si la desesperación de la gente le produjera placer. La otra persona, una mujer, observaba los acontecimientos con unos binoculares mientras hablaba a traves de un comunicador.


    -La primera parte esta lista. Las personas están formando un caos, se dirigen al centro de la ciudad. Charles Goodshow aun esta en el edificio, todo esta saliendo según el plan- dijo la chica observando la gran cortina de humo que salía por la oficina –Debe de estar herido así que no podrá moverse mucho- esas palabras sonaban como si la mujer hubiera disfrutado el sufrimiento del presidente, aquella pareja era más sádica de lo que aparentaban.


    -Muy bien, inicien la fase dos del plan. Captúrenlo, de no ser posible… mátenlo- dijo una voz grave y tenebrosa a traves del comunicador. Tal parece que esa última palabra le produjo una sensación placentera a la mujer.


    -Con gusto señor- dijo la mujer riendo suavemente. Se dirigió hacia su compañero que estaba a su lado esperando las nuevas ordenes que acababan de recibir –Contacta a Saturno. Dile que la fase uno esta lista, que inicie la fase 2 cuanto antes. Prepárate, vamos por él-


    -Esta bien- el hombre se rió nuevamente, dejo a un lado una especie de arma con la que había lanzado el artefacto explosivo. Contactó a sus superiores y luego se preparó para entrar a la acción.
     
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  6.  
    Nightmare Beat

    Nightmare Beat Iniciado

    Cáncer
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    Muy bueno como siempre, aunque hay varios errores de dedo en este capitulo y una parte que no se entiende pero esos son errores menores.
    Me gusta como vas llevando la historia y la trama, aunque me quede con la intriga de quién era el Pokémon misterioso.
    Espero el siguiente capitulo :D
     
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  7.  
    capdevila

    capdevila Iniciado

    Acuario
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    tienes que continuarlo vas muy bien sigue asi
     
  8.  
    Plushy

    Plushy PokéWriter Usuario VIP Comentarista destacado

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    18 Julio 2003
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    Apenas me he leído el capitulo uno y debo decir que me ha sorprendido mucho, verás, para mi una historia donde Ash es el protagonista es suficiente aliciente como para brincarme la historia, pero aquí realmente se ve que hay una historia, es decir no es como tantos escritos que sólo son un mal pretexto para meter romance feo y mal hecho, hay misterio y se ve mucha aventura por delante y la narración es limpia y agradable, tiene nivel además. No prometo hacer un review de cada episodio ya que la historia va bastante avanzada, pero todo dependerá de mis tiempos.
     
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