1.  
    Orianna

    Orianna Entusiasta

    Libra
    Miembro desde:
    18 Octubre 2008
    Mensajes:
    110
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    La Playa
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2232
    La Playa

    Pues aqui mi el primer One-shot que publico y la primera historia que escribo de Sango Y Miroku!! espero que les gusten...

    One-Shot
    La Playa
    Miroku y Sango


    Tres en punto. El timbre de salida suena y todos los alumnos salen. Entre ellos una triste castaña seguida por una chica que solo intentaba darle ánimos.


    -Tranquila Sango-comento su compañía-Uno no consigue su príncipe a la primera-


    -Pero es que lo amo demasiado-contesto con su mirada gacha-Kagome, por eso acepte la proposición de mi madre-


    Kagome soltó un suspiro de tristeza. Ya que los padres de su mejor amiga eran divorciados, su madre le propuso vivir con ella al terminar sus clases; este día serie el ultimo siendo vecinas y eso le dolía…y eso le deprimía mucho ha ambas.


    -Sango si es esa tu decisión, yo la respeto ha pesar de que me duela-inhalo aire para contener las lagrimas-No me parece que debas huir de tus problemas, pero si así olvidas a Miroku, estoy de acuerdo-


    Sango no pudo aguantar más su llanto y se lanzo a los brazos de su amiga. Ella solo lloraba largar lagrimas de amargura y Kagome solo podía consolarla; y todo por culpa de un hombre que no es capaz de cambiar.


    Nunca habían llegado a nada profundo pero él siempre le susurraba que la amaba. Y ella se ilusionaba poco a poco. Miroku le prometió que después de terminar los exámenes finales tomaría una relación seria con ella. ¡Pero verlo besándose con su ex Koharu!, eso era algo que no tenia perdón después de tantas promesas.


    -Ya Sango-sollozo Kagome, odiaba ver a su amiga así-No vale la pena-


    -Kagome, es que me parece tonto llorar-continuo-yo no soy nada de él para estar reclamarle-


    -¡TIENES TODO EL DERECHO DE RECLAMARLE!-grito eufórica la azabache-¡MEJOR DICHO; EL QUE DEBERIA ESTAR SUFRIENDO ES MIROKU… NO Tú!-


    -Lo siento Kagome-lloro más fuerte Sango.


    -No, perdóname a mí. No debí exaltarme-la azabache suspiro para tranquilizarse un poco-no me gusta verte sufrir así Sango-


    Caminaron un largo rato hasta la entrada del instituto. No sabían que hacer, ese era su último día en el mismo instituto y eso las deprimía. Puede ser que se vieran todo los fines de semana. Ya que la madre de Sango tampoco vivía tan lejos. Pero su amistad empezó hace diez años y una separación así dolía con todo el corazón.


    -¡KAGOME!-se escucho un grito al fondo de los pasillos.


    -¡Kouga!-respondió la azabache alegremente-¡que bueno que saliste temprano hoy!-


    -Bueno quería ver como estabas-y agarro tiernamente sus manos- y para saber si querías ir al centro a comer piz…-pero un empuje evito que siguiera-


    -HEY SARNOSO QUE PRENTENDES-grito un chico de cabellera plateada-ELLA NO SALDRA CONTIGO-


    -PERRUCHO-grito Kouga empezando una pelea-¿¡PERO QUE PROBLEMA HAY DE QUE SALGA CON KAGOME!?-


    -PUES QUE ME CAES HORRRIBLE Y SEGURO LE HARAS DAÑO-grito en respuesta Inuyasha.


    -Ya basta los dos-dijo seriamente la azabache. Su voz fría y su mirada gélida provoco un escalofría en las espaldas de los chicos-si salgo con Kouga no es asunto tuyo Inuyasha y tu Kouga no saldré contigo por que ya quede con alguien-


    -¿Con quien?-preguntaron los chicos a la vez, sus tonos de voz mostraban miedo y celos.


    -Con Sango-y señalo a la castaña que se encontraba a su lado aguantando la risa por las bobas peleas de los muchachos.


    -Pero mí querida Kagome siempre sales con ella y me encantaría que hoy por ser el ultimo día de clases me acompañaras a comer-las lindas palabras de Kouga provoco un pequeño sonrojo notoria para Inuyasha que respiraba fuertemente para aguantar las ganas de matar a Kouga.


    -Lo siento Kouga-kun, pero ya quede con Sango y por nada del mundo puedo faltar-


    -¿Y se puede saber por que es tan importante esa salida?-dijo un Inuyasha de pocos amigos.


    Kagome miro a Sango la cual asintió. Kagome se acerco a Inuyasha y lo agarro por su camisa la cual halo para pode verlo directamente a sus ojos.


    -Te lo diré pero no debes decírselo a Miroku, pero como te conozco y no podrás evitarlo, no hay problema que se lo digas después de las cuatro de la tarde-Inuyasha estaba muy nervioso no solo por la cara amenazante de Kagome, sino que podía sentir la respiración de la chica en su boca provocando los deseos que tenia reprimidos desde hace mucho.


    -Ok no diré nada hasta después de las cuatro-dijo todavía con sus nervios mientras solo veía los labios de la chica. Kagome lo soltó y dirigió su vista a Kouga.


    -Tu tampoco digas nada, por favor-su voz dulce conquisto los oídos de ambos chicos. Kouga asintió-pues ya que ambos aceptaron se los diré…Sango se muda hoy y como es nuestro último día como vecinas queremos estar juntas-


    -¡¿Como?!-los chicos estaban atónitos.


    -Con razón no quiere que Miroku no se entere-pensó Inuyasha desesperado, tenia que avisarle a Miroku pero…!Esa promesa!


    -Bueno Sango vámonos-dijo la chica


    -¡Ya va! Espera Kag-dijo Kouga-Pero…¿No podemos salir después? ¿Otro día?-


    A Inuyasha se le marcaron las venas.


    -Kouga después cuadramos eso-respondió con una sonrisa. Cosa que hizo que el oji-dorado se petrificará


    -Bueno adiós-dijo Sango y las dos salieron por la prueba principal del instituto.


    Salieron corriendo con la mayor velocidad que le permitieron sus piernas. Llegaron al café Shikon, entraron y hablaron y hablaron. Comentaron su vida y empezaron hacer planes para verse todos los fines de semana. El tiempo pasó y ya las chicas se encontraban frente al auto de la madre de Sango.


    -Adiós-dijo la azabache mientras votaba lagrimas.


    -No, no adiós-respondió la castaña-estoy es un chao, un hasta pronto…


    Se monto en el auto, le lanzo un beso a su amiga y se fue…


    El camino fue muy largo y triste para ella, pero debía aceptar la opción de su madre. No quería ver más a Miroku.

    -Mira Sango me tengo que parar un momento-le dijo su madre con el tono mas amable y lindo que tenia para ver si podía animar a su hija-¿Quieres que te compre algo?


    -No mami estoy bien-respondió todavía desanimada


    -Seguro-suspiro-no me gusta verte así hija, ¿Seguro que no quieres nada?-volvió a insistir la señora.


    -Bueno me gustaría quedarme un rato en la playa-sonrío melancólicamente.


    -Claro hija-respondió.


    Paro un momento en la costa pera dejar a su hija. Quería complacerla paras dejar de ver su cara triste.


    -Pasare dentro de veinte minutos-le aviso a Sango. Esté asintió y su madre arranco dejándola sola en la playa (que raramente estaba solitaria).


    Un hermoso ocaso mostraba una gran belleza al paisaje. Suspiro y se sentó en la arena. A dos metros las olas rompían contra la arena y la espuma por dos centímetros no la tocaba. Abrazo sus rodillas y nuevas lágrimas empezaron a caer por sus mejillas. Todavía le dolía recordar a Miroku. Lo amaba con todo su corazón y cada vez que recordaba todas esas palabras amorosas y saber que era una mentira no ayudaba en nada a su tristeza.


    -Miroku-susurro. Al fondo escuchaba unos pasos pero no les hizo caso, estaba muy deprimida por eso-Miroku-repitió


    En eso sintió unas manos en sus hombros, la cuales la voltearon haciendo que la castaña se consiguiera con in par de ojos azules que conocía perfectamente. El chico la beso posesiva pero románticamente.


    Sango estaba quieta. Ese beso la tenia tan sorprendía que no reaccionaba pero poco a poco empezó a corresponderlo hasta que se entrego completamente a esa hermosa sensación.


    El aire se les acabo y se separaron. Ambos muchachos estaban completamente sonrojados.


    -Miro…-intento decir pero el chico lo evito.


    -¡Sango!-dijo con un tono de voz alto pero tampoco se podía considerar un grito-¡Quédate, por favor. Te lo suplico. Yo te amo, perdóname por lo de Koharu pero no te vayas. Eres la persona más especial que tengo. Por favor quédate!-después de terminar la confesión la chica pudo notar un rastro de lagrimas en las mejillas del chico.


    -¿Cómo supiste que me iba?-pregunto todavía sorprendida


    -Escuche la conversación de Kagome con Inuyasha y al llegar vi el carro de tu madre y las seguí en mi moto-declaro dándole un abrazo.


    -Miroku-susurro enamorada.


    -Sango, te amo-le dio otro beso sin romper el abrazo-Se mi novia


    -Claro que lo seré-declaro-pero igual iré con mi madre por que ya le afirme.


    -Te entiendo-se separo un poco para ver su rostro-entonces querida novia me veras todos lo fines de semana sin escapatoria.


    -Con todo el gusto del mundo-se volvieron a dar otro hermoso beso apasionado, demostrando todo el cariño que se tienen una al otro. Al fondo vio el auto de su madre.


    -Ya viene por mi-le dijo a Miroku mientras se levantaba y este la veía irse.


    -¡Te extrañare!-grito y esta como respuesta le envió un beso mientras se montaba en el automóvil.


    -¿Cómo te fue?-pregunto su madre.


    -Pues no hay nada mejor que la playa…
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso