Re: La Pirata Ok, ahora mismo estoy en Punta del Este, Uruguay. Descubrí que puedo meterme a internet 20 minutos por día, como máximo. Estaré aquí por las mañanas, e intentaré cada mañana escribir un pedacito del post. Espero que en 2 o 3 días tener lista la continuación para que uds puedan leerla [Haré lo posible, ya que en cada post me he demorado como 4 horas xD] Pero bueh, así es la vida, y se dice que cada hombre hace lo que puede. Saludos Faroth PD: Gracias por acompañarme en esta historia. Espero que os guste leerla tanto como a mi escribirla (Ya sé que lo dije antes, pero quería recalcar que me encanta escribirla y me emociona que haya gente que le guste leerla, ya que, la verdad, no me tengo mucha fe como escritor.)
Re: La Pirata Pues suerte con tu viaje... ah, yo nunca salgo de mi ciudad T-T... pero ya se me hará un día de estos xD. Sobre lo de actualizar ¿No es muy pesado? SIno, aquí te mando mi energía (ridiculez xD). Estímate más como escritor, si eres muy bueno, aunque eso también debería indicar que aún tienes mucho talento que no has explotado =/... o bueno, eso creo ._.
Re: La Pirata ¡Maldita sea! Justo cuando más me tienes a la expectativa. No es cierto, no me hagas caso. Las vacaciones son lo máximo y se deben disfrutar en grande. Alabo tu sentido de responsabilidad, ojalá todos lo tuvieran. Pero yo te daré un consejo, a riesgo de que medio mundo me quiera linchar, olvídate del internet, apaga tu celular y todo medio electrónico (llámese ipod, DVD porátil, etc.) eso es lo que yo siempre hago en vacaciones: me olvido de todo y de todos. Es un tiempo para ti mismo, para sentirte libre, para no tener responsabilidades de ningún tipo y para relajarte y así olvidarte del estrés. Ok, no me maten, por fis. De todas maneras ya nos avisaste, ninguno de nosotros se va a poner loco por no tener capítulo, bueno yo sí porque me desquicio de cualquier cosa xD, pero nadie más tiene derecho a gritar y maldecir, así que nadie te dirá nada. En suma, tú relájate, diviértete y sé feliz. Nosotros esperaremos pacientemente a que regreses para fastidiarte todos los días pidiéndote una continuación. xD Nomás por que te gusta llevarme la contraria ¬¬ Al demonio con Freud, regresemos al matriarcado, ¡como debe ser! Ok, no me hagas caso, de repente se me van las cabras xD SALUDOS!!!!!!!!!!!!!!
Re: La Pirata No tengo demasiado tiempo. Sólo un par de minutos. Y puedo decir que si escribo en mis vacaciones en Uruguay es porque no puedo quitarme esta historia de la cabeza. Estoy loco y quiuero terminarla. Ya la tengo entera con lujo de detalles en mi cabeza, ahora quiero y necesito pasarla al papel. En seri ono me queda tiempo, así es que sólo diré que los quiero mucho, y aquí va una contionuación (poco revisada) de la historia. La escribí en varias sesiones de 20minutos xD Saludos Faroth ----- Yo me quedé algo petrificado al escuchar esa voz. Se me había olvidado que no estábamos seguros allí. Pensé que todo se vendría abajo, pero extrañamente, la joven y linda mujer sólo sonreía. No era una sonrisa agradable para nuestro recién llegado, sin embargo, era una sonrisa que llenaba de confianza a ambos. - ¿Qué es lo que quieres, Donnet? - Dijo la mujer en un tono ronco. Probablemente la voz falsa que ha utilizao en los viajes. El aludido se quedó helado .Miró de arriba a abajo a la dama y se sorprendió, pero luego los ojos se le aclararon, como si lo entendiera todo. - ¡Pero que es lo que veo! ¿Thomas? No... no, no, no, ¡no! Esto es mucho mejor. El pendejo de Thomas es en realidad una mujer. ¡Esto le encantará a nuestro querido capitán! - Donnet contenía una carcajada que debió haber sido horrenda. Su presencia era desagradable y arrogante, pero mi acompañante de seguro no se le quedaba atrás. Era un verdadero duelo de sonrisas de confianza. Pero la gota que rebalsó el vaso de la paciencia de la dama, fue el mismo Donnet. - Y ¿Cuál es tu nombre, zorra? ¿Thomata? - diciendo esto, lanzó su carcajada horrible. Esto ya era demasiado, y si la mujer no hubiera puesto sus pies en acción, de seguro yo lo hubiera hecho y probablemente, una vez más, mi intención de héroe quedaría en cadáver. Pero ella se movió ta agilmente que mis ojos no alcanzaron a entender completamente su técnica ni el porqué de toda esa velocidad. Sin duda ella era una gran espadachín. Lanzó un corte horizontal. Donnet no logró preverlo y el sable de su contrincante se enterró brutalmente en su codo izquierdo. El corte había sido grave. Pero el hombretón no estaba del todo vencido. Haciendo un gran esfuerzo, contraatacó con varios golpes de machete. La hábil damana pudo deshacerse de cada uno de ellos sin mayores problemas. Yo tenía, sin darme cuenta, la boca abierta por la espectación. Otro ataque de la hermosa combatiente, y otra gran herida en el cuerpo de Donnet, ahora en su pierna derecha. De a poco, las heridas le impedían moverse, defenderse y atacar con toda su fuerza, y la pelea ya estaba perdida. - ¡Pide clemencia, Donnet, y te juro que morirás con el menor dolor posible! - Le gritó ella, pero él no cedía. No la escuchaba. Levantó una vez más su machete, para lanzar otro golpe fracasado. Su suerte estaba hechada. De pronto, en un intento suicida que yo nunca esperé ver a esa edad. Donnet se quedó de pie esperando el último embate de la hermosa dama con la que luchaba. Y cuando éste llegó, no lo defendió con su espada, sino que lo detuvo con sus manos desnudas. Ésto sorprendió a su enemiga, quien se quedó impávida mientras el frío hierro del machete le abría una herida en las costillas. - Yo... nunca... te pediré clemencia, ¡perra! - dijo Donnet. La mujer, a pesar de estar herida, estaba todavía con mucha confianza. Y mientras le cortaba los dedos a su contrincante con un movimiento rápido que terminó atravezando su estómago y subiendo otro tanto para entrar en sus pulmones, decía - Puedes llamarme Elena - Elena... ¡que nombre! Yo todavía no terminaba de maravillarme por aquella mujer que estaba frente a mí. Cada gesto y cada palabra que hacía o decía lograban demostrarme que era una mujer única en el mundo. Sin igual. Lentamente al hombre se le escapaban las fuerzas, y vomitando sangre en una especie de sonrisa macabra, murió. Yo me acerqué a Elena para ayudarla, no se veía bien y de su costado comenzaba a asomar una mancha rojiza preocupante. - ¿Estás bien, Elena? - Me acerqué un poco más, pero ella me rechazó con un brazo derecho muy fuerte. - Aléjate, niño. - Eso me dolió un poco, pero todavía estaba muy preocupado. - Ándate a casa. Yo estaré bien. - ¿Segura? - Me sonrió tranqulizadoramente. Yo solté un suspiro de dudatibidad. - ¿Cómo te llamas tú? - inquirió, todavía sonriente. - Sebastián - le dije, y un poco más tranquilo, di media vuelta para volver a casa. Ella me hacía señales con el brazo para que me apresurara, y con el otro se aferraba el costado. Pero parecía bien. Estaba erguida y respiraba casi con normalidad. Nunca imaginé que ella no quería volver a verme, yo sólo sentía que había ganado una nueva amiga. Comencé a trotar para acortar el tiempo, me alejaba alegre, pero un ruido sordo detuvo en seco mi trote. Voltée para ver el callejón en el que nos encontrábamos, y allí vi los pies tendidos de Elena. Había caído, probablemente inconciente. Me había mentido. ¿Por qué? Pero ahora ella estaba en apuros, y si no me apresuraba, alguien todavía peor que Donet podría asomar por allí y ser el fin de la dama.
Re: La Pirata GYA Sebas es todo un caballero xD, digamos tengo dudas sobre tanto Dam Dama, pero yo que no soy de leer historias con peleas (a veces si) no entendí mucho como es que Elena salio lastimada...Igual, capitulo espectacular! Yo ya me hacía ilusiones con el nombre de la pirata ^^ :K Irá Sebas a desvestir a la chica en su casa, en su cama? :gex:
Re: La Pirata ¡Genial! ¿Quién dice que las mujeres no podemos ser crueles y sanguinarias? Adoro a Elena. Me encantó la manera de matar a Donnet. Además era lo más lógico, si él había descubierto que él en realidad era ella, no había de otra: tenía que morir. De una manera muy linda y hasta con orgullo por parte del tipo, que no dejó de porfiar ni aunque estaba moribundo. No te digo nada de los errores, ¡vivan tus vacaciones! ¡Qué felicidad que nos sigas trayendo esta historia tan buena! Yo estaré aquí esperando con ansias tu siguiente capítulo. ¡Un abrazo!
Re: La Pirata Y entonces ella despertó en paños menores en una cama ajena... Y bueno, no es como si algo malo hubiera pasado. Como sea, ah, ayer quería leer le continuación, lamentablemente no pude T-T... terrible, terrible. En realidad Elena es una mujer de temer, y más por su nombre. Creo que hasta ahora aquel nombre siempre representa algo peligroso en diversos temas. Por ahora me quedo con la pirata xD, aunque eso de hacerse la dura... pirata tenía que ser, su orgullo siempre lo mantendrá en alto. Buen capítulo ¿Veremos más peleas en el futuro? Espero que sí. Como sea ya me despido, y te mandaría un abrazo... pero yo paso de ello xD.
Re: La Pirata Jajajajaja, vengo a reportarme. Gracias por sus comentarios, en realidad los aprecio. La vez que postié me quedaban como 2 minutos y todavía tenía mails que responder. Lamentablemente no es un capítulo muy largo, ni muy bien escrito (casi ni lo revisé, puede que hubiesen redundancias, palabras mal escritas etc...) pero espero que la historia comience a gustarles. Es lo importante Ahora, sobre el futuro... bueh, tendrán que esperar a ver lo que pasa. *_* Pero lo que sí les aseguro, es que habrán muchas sorpresas, peleas, asaltos a barcos, cañones, fuego, pistolas, mujeres rudas, hombres fuertes, aventuras, criaturas míticas, etc... ¡toda una aventura increíble por delante! [Por algo tengo tantas ganas de seguir escribiéndola xD] Les deseo lo mejor. Intentaré postear algo más estos días [Que creo seguirá siendo corto y mal escrito] Pero en una semana ya estaré de vuelta en mio hogar, a ver que pasa :D Saludos Faroth
Re: La Pirata Mira tu historia esta cada vez mejor, pero especialmente me gusto el penultimo post, estubo muy bueno y tambien por marcar con un color diferente cuando los personajes hablaban. La verdad ya me hacia la idea de quien era la pirata, no podia tratarse de otra persona, la forma en la que se encontraron y la impresion del Sebastian desde un inicio hacia este personaje ya de por si eran sospechosos, pero no podia asegurar nada tampoco. Sin embargo me lo sospeche, ya lo comprobe XD Esta muy bien todo, ojala Sebastian aprenda a manejar una espada pronto, no puede dejar a Elena todo el trabajo. Pero esta muy bien todo!
Re: La Pirata Gracias nuevamente por pasarse a postear. Gracias en verdad. Son uds los que me animan a seguir escribiendo :) y les juro que la historia se viene cada ves mejor ^_^ va a ser algo lindo de narrar, además que la historia tendrá muchas vueltas y muchos imprevistos. :D Saludos Faroth PD: creo que es innecesario explicar, pero bueh. Tuve que meterme a varios cybers para poder postear lo anterior, por lo que no pude hacerlo con la letra y los colores debidos. Ruego me disculpen. Ahora ya estoy en mi casita y espero escribir mejor y más seguido :Kirby: Y también cabe mencionar que haré lo posible por que el cambio de letra sea legible, es que el color de fondo no ayuda mucho xD ----- Me apresuré a volver hacia done yacía Elena. Su costado sangraba terriblemente y gotas de sudor recorrían su frente. Murmuraba a veces cosas que no terminaba de entender, pero aquello no era importante ahora. Ahora debía salvarla. Intenté tomarla entre mis brazos. Era demasiado pesada. No podría llevarla hasta mi casa, además de considerar que me enontraba absolutamente perdido. Sabía más menos dónde estaba el mar, y eso me serviría, pero podría estar demasiado lejos de casa o algún lugar donde puedan ayudarla. Me sentí inútil. No podía creer lo que me estaba pasando. Simplemente me senté y se me llenaron los ojos de lágrimas. Una vez más llegó a mi mente el pensamiento que ser un héroe no trae buenos presagios. No servía de nada. ... de pronto, un sentimiento de furia llenó mi pecho, no podía rendirme. No ahora. No podía dejar a Elena allí, indefensa. Tenía que ayudarla de alguna forma, pero no podía hacer nada sin saber la verdadera naturaleza de la herida. Si era muy grave, o si podría sencillamente vendarla con algo. Mi corazón comenzó a latir fuertemente cuando me di cuenta que tendría que sacarle la chaqueta de cuero que llevaba bajo la capa para ver la gravedad del asunto. Sentía que de pronto me saltaría del pecho cuando la miré, allí tendida inconciente de espaldas, con los ojos cerrados y una leve mueca de dolor mientras yo le desabotonaba la chaqueta. no soportaba el mareo cuando sujeté fuertemente sus ropas a la altura del estómago. De mi garganta emergió un burbujeo en forma de queja y luego tragué saliva. Y cuando me preparé para abrir de un sólo tirón la camisa que llevaba puesta inhaé profundo, cerré los ojos y escuché unos pasos furtivos alo lejos. *** Cuando volví a despertar, me sorprendí al ver que había babeado un poco el escritorio en el que me encontraba. Había descanzado mucho, es cierto. Pero, la ausencia de Elena de la cama en la que la había dejado me desconcertó por completo. ¿Dónde estaba? Estaba algo atontado todavía, y la luz del sol entraba plenamente en mi habitación para pegarme en la cabezota que todavía no se recuperaba del sueño. Pero no necesitaba estar completamente lúcido para darme cuenta que mi cama estaba ordenada, como si nadie hubiese estado allí, ni había rastro de las muchas vendas ensangrentadas que mi madre había usado la noche anterior. Debía investigar lo que sucedió. Al levantarme, un rápido recuento de todo lo que había sucedido me vino a la cabeza. Cuando estaba a punto de desvestir a la hermosa Elena, un hombre envuelto en finas ropas pasó caminando por allí. Traía su capa en los brazos y estaba empapada. Parecía que caminaba desde hace horas. Me vio con un cádaver a un lado y una mujer herida al otro, y se acercó inseguro, pero sin detenerse. - ¿Quién anda ahí? - dijo para palpar la escena. - ¡Necesito ayuda! - grité desesperado. - ¡Esta mujer está gravemente herida! - No sabía quién era aquel hombre, pero sí sabía quién podría ayudarnos - Ayúdeme a llevarla a mi casa, mi madre es enfermera. ¡Por favor! El hombre entonces, echando la capa sobre la hermosa Elena, me ayudó a levantarla para transportarla hasta mi hogar. Me pareció que era un buen hombre. Sabía llegar hasta casi cualquier parte de "La Gloria" a pie. Sabía de las calles y los atajos, por lo que yo sólo me limité a indicarle más menos dónde quedaba mi casa, y fue suficiente para que luego de casi media hora de esfuerzo, llegáramos. Y lo que siguió, fue muy rápido. Mi madre, a medio vestir, nos obligó a dejar a la joven en la cama de mi habitación y a salir rápidamente. Estuvo allí casi dos horas. El hombre ya se había ido y dijo que volvería al día siguiente. Cuando mi madre salió, traía algunas vendas manchadas en sangre, pero me entregó una tierna sonrisa de satisfacción para tranquilizarme. - Está fuera de peligro - me dijo. - Yo estoy agotada. Le cocí la herida y ahora hay que esperar que sane. Me voy a dormir, y mañana quiero que me des todas las explicaciones. Puedes dormir en el sofá por esta noche, y vigílala por un momento, pude que duerma con sobresaltos. Y diciendo cosas como ésas, desapareció en su habitación para volver a domir y dejarme toda la tarea de la supervición a mí. Yo, al entrar a mi habitación, me encontré con una vendada Elena, y me preocupé de arroparla bien y pasarle un paño húmedo por la frente. Todavía tenía fiebre. Estuve mirándo cómo su pecho subía y bajaba lentamente por algunas horas, hasta que mis pestañas empezaron a volverse cada vez más lentas, y el sueño invadió mi mente sin dejar espacio para una tregua, hasta que caí dormido sobre el escritorio, y no supe nada más del tema hasta ahora, que me vengo a despertar justo donde estaba y Elena había desaparecido, dejando toda la habitación ordenada. De pronto, me entró un gran miedo. ¿Sería posible que ella se hubiese ido? Probablemente sí, ya que no tiene motivos para quedarse. ¡Por favor que no se haya ido! ¡Todavía quiero saber más sobre ella! ¿Donde estará? La prisa me sobrevino y comencé a temblar de nerviosismo. Sentí, como el día anterior, que mi corazón se aceleraba y me golpeaba tan fuerte que hasta mis oídos eran atrapados por el fuerte retumbar proveniente de mi pecho. Salí casi corriendo de mi habitación, con el grito de "¡¡MAMÁÁÁÁÁÁ!!" en la garganta, pero antes de emitir siquiera un sonido, el golpe de la puerta al abrirse tan bruscamente interrumpió la conversación. Allí estaba ella. Elena. Tomando una taza de café con mi madre, estaban conversando hasta que yo irrumpí. Y me miraron con gentiles sonrisas. Me sentí muy niño. Un infante de apenas quince años que no sabe lo que es la vida. Elena se levantó para recibirme con una reverencia. La noté distinta... Y es que lo estaba. Ahora usaba ropas más acordes a su sexo. Noté que su figura ahora estaba bien introducida en tela. Pantalones a la medida, camisa suelta en el pecho y apretada en la cintura. Se veía como una verdadera mujer. Me di cuenta que ella había estado usando unos rellenos en el estómago debajo de sus ropajes. Que no fuese tan voluptuosa la ayudaba, pero sin duda que tenía una figura esculpida por el más diestro de los artesanos. - ¡La bella durmiente ha despertado! - clamó en voz alta la mujer, riéndose de mi. Yo sentí cómo lentamente la sangre me subía a la cabeza, y no supe que contestar. Aquellos ojos de esmeraldas me enmudecían. Giré mi rostro intentando observar la hermosa mañana que había caído sobre "La Gloria", pero no podía dejar de sentir los ojos de aquella mujer que ahora esgrimía su rubio y brillante cabello rubio al aire, y cuya voz ya no era fingida y extraña como recordé era la del viajero, sino que ahora era dulce y armoniosa. - Sólo quería agradecerte por ayudarla, Sebastián - interrumpió mi madre, y haciéndole un ademán a Elena para que tomara asiento, afirmó su taza para tomar un poco más. Luego de un silencio tranquilo, me aventuré a acercarme a la mesa donde estaban sentadas, pero antes de poder decir nada, se escuchó que llamaban a la puerta fuertemente. Elena se puso de pie de inmediato, y llevó su mano derecha al costado izquierdo de su cintura, tanteando por un sable que ya no se encontraba allí. Pude escuchar cómo maldecía en voz baja. Su reacción me llenó de miedo y de extrañeza por lo que sucedería a continuación.
Re: La Pirata Me ha gustado T-T... Elena... ¡¡¡Elena!!! Aunque siento que Sebastían es algo imprudente me cae bien el chaval. Aunque a elena, no se porque, pero la imaginaba pelirroja (¿?). Uf, pues interesante, ya sabes. Y la forma de describir las emociones de sebastián... muy buenas uOu. Como sea ¿Quien toca a la puerta es el hombre de la capa?... ¿Y de donde Conoce a Elena, si es que la conoce?... uOu... ¿Se sumará otro personaje a las historia?? *-*--- Muy interesante, muy interesanta uOu.
Re: La Pirata Maldicion como me gusta este fic , continualo por favor esta buenazo , + interesante no puede ser , q increible , quien esta llamando a la puerta sera el hombre q ayudo a llevar a Elena , nooo kiero saberlo yaaa ¡¡¡¡¡¡
Re: La Pirata xD Yo lo se, tienes un trauma con las rubias... Mio tal vez la imaginaba pelorrija por que... NO! xD :K Sebas esta pero encandilado con Elena, algo me dice que le romperán el corazón xD (repetiste rubia dos veces xD o sea, pusiste "porque su rubia melena seagitaba en su rubia cabeza" o algo así después te marco bien).
Re: La Pirata Te dejaré mis comentarios tal cual me surgieron conforme iba leyendo: Era de esperarse que un crío inexperto se emocionara con el simple hecho de desabrocharle la camisa a esa mujer y además ¡qué mujer! Describiste muy bien sus emociones. ¡Otro desconocido! Y este bartola igual de cándido y confiado, no tiene remedio. Al menos parece ser una buena persona que lo auxilió. Su madre es un ángel, yo lo medio mato primero y luego la curaba, qué bueno que no es como yo xD Jiji, la paloma voló. ¿Qué esperabas chaval? ¡Me equivoqué! Lástima, me quería burlar de ti Quebitas. Y no es que te sientas como un infante, ¡lo eres! Jajaja. ¡Y que se te van los ojos por el cuerpo de esa bella mujer! ¡Qué felicidad! Chín, llegó alguien. ¿Quién será? Cómo se nota que esa mujer vive a salto de mata, luego luego a buscar su sable. ¿Qué tal si son visitas de personas normales a Quebitas y su madre? Aunque espero que no sea así y sea un gran contrincante para armar una gran pelea con la medio reestablecida Elena. Pues me sigue gustando mucho, me agradan las emociones de este adolescente enloquecido xD y las actitudes de esta bella pirata. También coincido con Okita, yo me imaginaba a una pirata pelirroja, no rubia, quizá morena, pero lo rubia sí que hizo énfasis en su extrema feminidad. Espero con gusto a que lo sigas. ¡Un beso y un abrazo!
Re: La Pirata Gracias, gracias, ¡GRACIAS! por sus comentarios :D Que bueno que les esté gustando. En verdad aprecio además que posteen tan rápido. Yo intentaré escribir un poco más. Así que de inmediato les va otra entrega de esta historia que ni siquiera ha comenzado a ponerse verdaderamente apasionante. Saludos Faroth ------------------- Mi madre se levantó rápidamente, notando la tensión del momento. - Calma, muchachos, no tienen por qué asustarse. Puede ser sólo una visita.- Mi madre era siempre muy sabia. Ella fue hace años la enfermera de un importante doctor francés apellidado Moulin. Le ayudaba en todo y se decía que eran el mejor equipo de toda la Gloria. Lástima que el señor Moluin acabó muriendo y heredando su gran fortuna a su único hijo, que resultó ser un vividor que malgastó todo lo que tenía. Mi madre se quedó sin trabajo, y luego de muchos intentos de volver a ser enfermera, el tiempo pasó y los años le hicieron tropezar. Perdió sus mejores años intentando ser lo que fue alguna vez, cuando pudo haber logrado otras grandes cosas. Pero bueno, ahora ella sabía una barbaridad de todo tipo de cosas. Y lo que más me ha llegado a sorprender, es la sabiduría y prudencia que le caracterizan. Es una mujer que sabe esperar pacientemente lo que busca, y que cuando ve a una persona a los ojos, ya no se equivoca nunca. Realmente es admirable. Ella se acercó lentamente, pero muy segura, a abrir la puerta. ¡Cuál sería mi sorpresa cuando vi en el umbral al hombre que me había ayudado la noche anterior! Llevaba ropa oscura y una capa color sangre muy hermosa. En sus brazos descanzaba un hermoso y variado ramo de flores. Se notaba que se había arreglado como para la mejor de las fiestas. A mí me sobrevino una especie de sorpresa, alegría y agradecimiento, que luego, con las primeras palabras del hombre, mis sentimientos cambiaron a ser algo de rabia, celos y mucha vergüenza. - Buenos días, Madame - dice arrancándose el sombrero emplumado que llevaba en la cabeza. Era del mismo color que la capa. - ¿Se puede pasar a ver a la señorita? - ¡Por supuesto! - Le contesta mi madre, con una pequeña reverencia. - Acabamos de empezar a tomar desayuno. Le abrió la puerta completamente para que el caballero entrara. Era alto, y su sangre francesa parecía emanar de cada poro de su piel, de cabellos claros y ojos muy profundos. Un delgado y largo mostacho se estiraba desde debajo de la nariz hacia los costados. - Disculpad si no me he presentado como es debido, mi buena señora. Pero ayer os vi tan preocupada y sois tan eficaz en todo lo que hacéis que me quedado mudo del asombro. - Y diciendo esto, hizo una gran reverencia, para entonar desde abajo. - Mi nombre es Laurent Dubois, soy un gran mercader de estos mares caribeños. Mi hogar es la gra mansión Dupont que queda al norte del puerto, cercana al castillo. - ¡Oh, pero que bueno tener a un hombre de vuestra alcunia y vuestra educación en el humlide hogar de una simple enfermera! - lanzó mi madre con sincera admiración por el recién llegado. - No os preocupéis, señora, soy yo quien humildemente le pido que me deje permanecer esta mañana en vuestra hermosa morada para poder conversar un poco. Mi madre estaba encantada. Yo estaba mudo y algo de rabia recorría mi psiquis ya que el hombre se dignaba a ganarse con palabras y buena educación a mi querida madre. Elena lo miraba con una expresión que no sabría describir. Y mientras mi madre seguía intercambiando asombros, admiraciones y buenos modales con el señor Dubois, Elena se acercó un poco a mi oído. - ¿Y este payaso de qué circo se arrancó? - Me dijo casi en un susurro. Yo no pude contener la risa ya que justo en ese momento, Laurent Dubois hacía unos gestos con su sombrero y las plumas que se me antojaron increíblemente ridículos. Pero en un momento el gran mercader detuvo su perorata con mi madre para observar con unos ojos devoradores de arriba a abajo a la esbelta mujer que le respondía la mirada con una sonrisa, apoyada un poco en una sola pierna, y la mano en la cintura. - Ahhh - exclamó Laurent Dubois - Aquí esta la mujer herida. ¿Puedo deciros, señorita, que sois la mujer más bella que jamás he visto? - y diciendo esto, le tendió el ramo de flores a Elena para que lo tomara. Mis manos autómaticamente tomaron forma de puño, y se cerraron tan fuerte que mis nudillos empezaron a blanquear. Elena parecía que iba a decir algo, pero ante que pudiese decir nada, el adinerado francés continuó. - ¿Y puedo deciros, señorita, que mi corazón late más fuerte desde que la ví? ¿Decirle que vuestra hermosa figura me ha flechado? ¿O decirle que sería el hombre más afortunado si me permitiérais tomar vuestra mano y besarla? Elena soltó una risita y luego un suspiro. Laurent se aproximó a la mano y la besó insinuando que quería algo más que eso. Se levantó y miró a Elena con ojos brillantes. Un fuego los llenaba, pero antes que pudiese decir nada, Elena habló por fin. - Un gusto señor Laurent. Pero lamentablemente no puede decirme nada de eso - Y diciendo esto, empujó al señor Dubois, que todavía tenía la mano de la joven en la suya hacia atrás. El señor se sorprendió tanto, que dio muchos pasos para atrás, demasiados. Y atravezó el umbral de la puerta por donde había entrado, y el par de escaleras que allí estaban le hicieron caer hacia atrás, arrojando un "sacrebleu" de su garganta y manchando de barro toda su espectacular vestimenta. - Odio a los mujeriegos - Dijo en tono firme Elena. Yo me reía a carcajadas y mi madre no podía creer lo que veía. La atrevida mujer dio unos pasos hacia el umbral y le gritó al señor Dubois en un tono irónico. - Si queréis decirme todo eso, tenéis que sentirlo. No podéis decírmelo como se lo decís a cuanta mujeruca os encontráis en vuestro camino - y diciendo esto, cerró la puerta y encaró a mi madre con una sonrisa humilde. - Lo siento, Madame Isabel por el horroroso espectáculo. Pero no aguanto a los donjuanes. - Pero niña- le reprimió mi madre - es un excelente partido. Y supongo que si no estás casada ya es hora que lo pienses. Además: Ese hombre te salvó la vida. - ¿Me... QUE? - preguntó sorprendida Elena - Si no fuera por él - intervine con el tono más natural que me salía por la garganta. Me sentía un poco incómodo por todo lo ocurrido. - Yo no te hubiera podido traer hasta aquí. Elena se quedó pensativa en un momento. Pensé que saldría a pedirle perdón a aquel hombre al que todavía se le escuchaba maldecir y quejarse mientras se alejaba, pero no fue así. Luego de unos segundos de pensarlo bien, la hermosa mujer sonrió divertida y nos dijo. - Bien, lo hecho, hecho está. Ya no se puede hacer nada. Además - añadió hablándole a mi madre.- Creo que si ud supiera lo que le he llegado a hacer a aquellos patanes que han osado enamorarse de mi, acercarse o incluso pedirme matrimonio, se espantaría. Yo no pretendo casarme nunca. Y nadie, ni mucho menos el señor "Laurent Dubois" - añadió en tono despectivo - me convencerá. La sacó barata y espero no volver a verlo nunca. No pretendo eso. Eso asustó en cierta manera a mi madre. Ella frecuentaba pocas mujeres con tanta convicción y firmeza. Inclusive podría decir que mi madre se había empequeñecido ante una preciosa mujer joven que tenía todo el mundo por delante y había tomado el camino de vivir la vida sola en vez de aprovecharlo junto a un hombre que la mantenga. - Mi niña - le respondió mi madre. - Entonces es un buen momento para que nos cuente "qué" es lo que pretende hacer de su vida. Empezando por contarnos cómo es que otuvo esa fea herida, y por dónde ha andado y haciendo qué cosas. Creo que yo y mi hijo nos merecemos una explicación. Yo me adelanté los pasos que había retrocedido. Cuando Elena dijo que no se casaría nunca y que había hecho cosas terribles a los hombres que se le acercaban, yo había dado un par de pasos atrás, intentando de alguna manera ocultarme para que ella no se de cuenta de cómo la miro. Pero ahora me interesaba el tema. Quería saber más de esta mujer y saber si debía partir de inmediato o podría quedarse recuperándose aquí un par de días con nosotros. Elena se quedó quieta y observándonos antes de ir a sentarse nuevamente a la mesa, tomar un sorbo de café, suspirar, y empezar las explicaciones. --- Alí se fue la entrega. No pasó mucho todavía, pues siempre tiene que haber capítulos de explicaciones :( Pero pronto pondré lo que viene, que es la info importante y el comienzo de la aventura como tal. saludos Faroth PD: Conti conti conti! Si no tengo 546354254 posts de conti, no continúo ¬¬!! [Ok, NO]
Re: La Pirata Y mira que ando leyendo en plena clase, con que la maestra me descubra, me corre y ya no hay retorno, pero bueno. Me aburro por que no es interesante. Como sea. Me ha gustado, y sobre el tipo... .... No pense que fuera un don juan cualquiera, Dios!!! yo esperaba acci{on UoU. Pero resultó bastante entretenido el hecho de como fue rechazado xD. Bien merecido se lo tenía. Yo pensé que aquel hombre sería un nuevo rival para Sebastían, pero creo que no. Respecto a Elena, no se, no creo que haya pez que no pueda ser pescado... 0_0... Pero quien sabe, después de todo ella es una pirata =).
Re: La Pirata Puede que no haya pez que no pueda ser pescado, pero en las aguas no todos los peces terminan en redes para terminar en un plato de comida/random ;). xD Dios crease o no, sentí tantos o mas celos que Sebas por ese Dubois... Incluso dije "quien se cree que es ese rimbombante personaje? :mad:" Quiero contiii :mad: Besos Faroth :K *Huye
Re: La Pirata La madre tiene sentido común. Pues claro, ¿quién demonios va a andar tocando la puerta de una familia honorable? Mira que venía a ser un mujeriego tan fino y lindo. ¡Le dieron celos a Quebitas! Ja, no era para menos, mira que él se ha rifado por esa mujer y de buenas a primera llega un fulano a decirle tanta palabrería a esta bella mujer. Menos mal que lo puso en su lugar, no esperaba menos de ella. Y el susto que debe haberse llevado Quebitas cuando oyó la suerte de los que pretendían a Elena. Y bueno, ya era hora de que la madre hiciera a Elena confesarse, ¡hasta se tardó diría yo! De común y corriente las madres, lo primero que hacen es un interrogatorio meticuloso. Pues estaré esperando con ansias lo que sigue. Jejeje, si te repito este mismo post 546354254 vale???
Re: La Pirata Hahahaha si vale :D Pero era una broma. No tienes que hacerlo. Que bueno que les haya gustado esta parte. A mi me costó escribirla ya que se trata de algo más "estacionario". No sucede mucho. Pero la aventura ya viene :D Así que eso. Espero que estén muy bien y nos veremos cuando vuelva de mi nuevo viaje (Ahora serán sólo 4 días, así que no desesperen, además tengo que planear bien esta conversación, que es importante) Saludos El escritor
Re: La Pirata hmmm, como decirlo , sin mostrar mucho entuciasmo : -Buenazoooooooooooooooooooooooooo , que buen capitulo por Dios , serio que eres muy bueno , simplemente es muy entretenido leerte , cambio y fuera