La Noche de Él

Magnus prepara todo para pasar la noche en vela. Horas antes, acordó con Alice que no tiene sentido que los dos se desvelen y propuso que se turnen de noche por medio para cuidar al pequeño Angus. No muy segura de poder pasar una noche sin ver a su bebé, Alice acepta.


Él pasará la noche en la sala de estar, mientras ella dormirá en la habitación, o al menos lo intentará hacer. Con la cuna al lado del sofá, la mesa para cambiar pañales al otro lado y todo lo necesario alrededor, comienza a correr la noche de padre e hijo a solas.

—Bueno, enanito, esta noche seremos solo tú y yo, así que será una noche de chicos, sí. —Le toma las pequeñas manos y lo hace aplaudir —. Sabía que te encantaría la idea.


Acomoda algunos cojines sobre el sofá para crear un asiento del que el bebé no pueda caerse, aunque, por si las dudas, pone almohadas y cobijas en el suelo, en caso se caiga no se golpee contra el suelo. Prende el televisor y enciende la consola de videojuegos, una nintendo switch.

—¿Qué quieres que juguemos? —le pregunta, pero el pequeño solo intenta tomar uno de los cojines sobre los que descansa —. Entonces, escogeré…. Oh, Residente Evil 4, hace tiempo no lo juego. Solo no le digas a mami que te dejé ver un juego de terror o se enojará mucho.


Luego de unos minutos de juego, un cinema comienza a rodar, donde varios aldeanos comienzan a buscar al protagonista. El video acaba cuando alguien tiene una sierra eléctrica, que suena a mucho volumen, asustando al bebé, quien comienza a llorar de inmediato. Magnus pausa el juego.

—Perdona, papi es un tonto que olvidó bajar el volumen. —Levanta al bebé, y lo recuesta contra su pecho, mientras le da palmaditas en la espalda y lo arrulla con cuidado —. No pasa nada, no pasa nada. Es solo un doctor que usa una sierra eléctrica con la que quiere decapitar a pobre de Leon. Ya verás que no lo alcanza, no lo permitiré.


Permanece arrullándolo durante casi una hora, hasta que el bebé finalmente se calma y se duerme. Lo coloca en la cuna.

—Ya no tengo ganas de jugar a nada —se dice, apagando la consola —. Mejor veré algo… Tengo mucho anime de temporada pendiente. Veamos —toma el control remoto y conecta el televisor a internet, comienza a repasar los capítulos recientes de los animes que sigue —. Este lo estoy viendo con Alice, se enojaría si me adelanto, así que mejor no… Oh, vaya, un nuevo Sakura Taisen, qué recuerdos. Ese definitivamente tengo que verlo —. Pone el primer episodio de dicho anime, y el opening comienza a sonar, lo que lo entusiasma mucho —. No puedo creerlo, la canción es muy parecida a la original. Qué recuerdos.


Dos capítulos después, el bebé comienza a producir pequeños balbuceos que hacen que Magnus se levante de inmediato a verlo.

—Hola, pequeño, veo que ya tienes hambre. Por suerte, estoy preparado —señala hacia la mesa de centro, donde cinco biberones, una gaseosa de naranja de tres litros, además de otras botanas variadas, descansan —. Ya sé lo que vas a decir, que prefieres leche materna y no fórmula —lo alza y se sienta el el sofá, toma uno de los biberones —, pero recuerda que el doctor dijo que mami no produce suficiente leche y tienes que tomar fórmula. Pero no te preocupes, esta es muy parecida a la de mami, lo juro por los Dioses.


Lo acomoda y le pone el chupón del biberón en su pequeña boca. El bebé comienza a succionar, observando todo a su alrededor mientras lo hace.

—¿Ya viste? Te dije que era casi lo mismo que la de mami.


Diez capítulos de diversos animes, cuatro biberones, tres siestas y cuatro pañales sucios después, llega el amanecer. Magnus no podría decir que fue la noche más larga que ha tenido, pero definitivamente estaría entre las diez más largas que ha vivido.

—Parece que sobreviví —se dice, revisando que el bebé siga dormido —. Ya que estoy despierto, iré a preparar el desayuno.


Unos veinte minutos después, llega, junto con el bebé, a llevarle el desayuno a su esposa. Esta se encuentra despierta, sentada en la cama.

—Estaba preocupada por mis chicos. Creo que no pude dormir nada.

—Te preocupaste por nada, pasamos una gran noche de chicos —le entrega la bandeja con el desayuno.

—Incluso preparaste el desayuno, qué atento. Huevos revueltos, pan tostado con jalea y café. Creo que me estás mimando mucho, Magnus.

—No es más que un desayuno rápido. La verdad no tomó mucho esfuerzo.

—Debes estar cansado. ¿Quieres que bañe a Angus? —cuestiona, mientras pone trozos de huevo sobre el pan.

—No, todavía no. Mejor esperar a que ensucie el pañal para no desperdiciar el que trae puesto.


Magnus coloca al pequeño sobre una almohada. El niño sonríe al ver a su madre.

Bonus: Esa Noche, Ella.

Magnus acaba de llevarse al pequeño Angus a la sala. Alice siente ansiedad. Quiere ir a espiarlos para cerciorarse que todo esté en orden. Pero no lo hace, es muy pronto. Se acuesta, planeando esperar una media hora para ir a revisarlos.


Sin darse cuenta se queda dormida. Se despierta, se sienta en la cama preguntándose qué hora puede ser. Magnus entra, cargando una bandeja con el desayuno en una mano y al bebé en la otra. Le da una ojeada al reloj despertador de la mesa de noche, nota que ya son las seis y media de la mañana. No puede creer que estuviera tan agotada que se durmió de inmediato y pasó toda la noche sin despertarse ni una sola vez.

Contenido oculto: Notas del Autor

Escrito para la actividad "Soundtrack". La canción del anime es "Geki! Teikoku Kagekidan", opening del anime "Shin Sakura Taisen"

Esta el primera parte de una idea que tuve. Aún estoy pensando lo que sería "La Noche de Ella".